¿Sabes cuál es el impacto del tabaquismo y la obesidad en la reproducción de las mujeres?

En el tabaquismo, es evidente que el humo del cigarro tiene sustanciales efectos nocivos sobre la fertilidad y genera un impacto negativo sobre la capacidad de quedar embarazada y de llevar un embarazo a término

Analitica.com

En virtud del Mes Mundial de la Infertilidad, MSD promueve un mayor conocimiento de dos de los principales factores de riesgo modificables asociados a la infertilidad: el tabaquismo y la obesidad.

En el tabaquismo, es evidente que el humo del cigarro tiene sustanciales efectos nocivos sobre la fertilidad y genera un impacto negativo sobre la capacidad de quedar embarazada y de llevar un embarazo a término. El fumar afecta la fertilidad ya que el tabaco: acelera la pérdida de óvulos y la función reproductiva, puede adelantar en varios años la menopausia, y muchos de los componentes del humo del cigarrillo interfieren en la capacidad para producir estrógeno y hace que los ovocitos sean más propensos a anomalías genéticas.

Por su parte, los hombres que fuman tienen un menor recuento de espermatozoides, menor motilidad y mayores anomalías en la forma y función de los mismos. En cuanto a su impacto en la terapia de reproducción asistida, se estima que en mujeres fumadoras se requiere para concebir casi el doble de intentos de fertilización in vitro (FIV) en comparación a aquellas mujeres que no fuman.

Datos de estudios de FIV han revelado, entre otros aspectos, que las mujeres fumadoras requieren dosis más elevadas de hormonas para estimular la ovulación, logran menor cantidad de ovocitos y tienen tasas de implantación más bajas.

Por otro lado, la obesidad y el sobrepeso también pueden reducir la fertilidad de la mujer ya que: los ciclos son irregulares o infrecuentes, aumenta la tasa de infertilidad y el riesgo de aborto espontáneo, y el éxito de los tratamientos de fertilidad puede ser menor. Se considera que una mujer tiene sobrepeso si su Índice de Masa Corporal (IMC) es de 25 a 29.9. Un IMC de 30 o más indica obesidad.

Tanto el tabaquismo como la obesidad son factores de riesgo que pueden ser modificados. Mantener una dieta saludable y hacer ejercicio físico permite perder peso, y la pérdida de entre 5 al 10% del peso corporal puede mejorar los índices de ovulación y embarazo. Dejar de fumar puede mejorar tanto la fertilidad natural como las tasas de éxito de las técnicas de reproducción asistida.

El tratamiento de fertilidad no es tan efectivo en mujeres obesas

Las mujeres con sobrepeso que adelgazan elevan la posibilidad de concebir naturalmente y reducen el riesgo de aborto u otras complicaciones

Las mujeres obesas bajo tratamiento de fertilización in vitro serían un 50 por ciento menos propensas que las de peso normal a tener un bebé, según un estudio realizado en Estados Unidos, por expertos del Brigham and Women’s Hospital donde se evaluaron a 1.700 mujeres.

Las obesas tendían a tener niveles de estrógeno más bajos y a producir menos óvulos para fertilizar normalmente, dos motivos por los que serían menos propensas a tener un bebé por el método in Vitro (FIV).

Se sabe que la obesidad altera la capacidad de concebir naturalmente. Los nuevos hallazgos, según los expertos, sugieren que «los óvulos de las mujeres obesas no se podrían fertilizar tan bien como los de las mujeres con peso normal». Por esta razón, lo ideal sería que las mujeres traten de lograr un peso saludable antes de iniciar el tratamiento.

Para el estudio, publicado en la revista Obstetrics & Gynecology, se revisaron los registros de 1.721 mujeres tratadas con una ronda de FIV. Todas utilizaron sus propios óvulos. El equipo halló que las mujeres obesas eran entre un tercio y un 50 por ciento menos propensas que las mujeres con peso normal a quedar embarazadas, aun tras considerar factores como la edad y la causa de la infertilidad (si era conocida).

De las 1.023 mujeres con peso normal y de unos 36 años de edad, 440 quedaron embarazadas con un solo intento y 348 (el 34 por ciento) tuvieron un bebé.

La posibilidad de quedar embarazadas y de tener un bebé fue un 50 por ciento más baja en el grupo con obesidad extrema e índice de masa corporal o IMC de 40 o superior.

Las mujeres con obesidad moderada tenían menos posibilidad de tener un bebé que aquellas con peso normal, aunque con una diferencia que no fue estadísticamente significativa.

Sin embargo, el estudio no demuestra si adelgazar aumentaría la posibilidad de que una mujer obesa quede embarazada y tenga un bebé por este método de fecundación asistida. Pero eso sí, «existen pruebas de estudios previos de que adelgazar eleva esa posibilidad sin tratamiento y reduce el riesgo de tener un aborto u otras complicaciones del embarazo», según afirman los expertos. Lograr un peso saludable sería un buen consejo tanto para las mujeres obesas como con bajo peso.

Texto adaptado
Fuentes: El Público; Obstetrics & Gynecology, julio del 2011