La locura por la delgadez viene de tiempos remotos…
Cuando piensas que ya era suficientemente descabellado que existieran dietas como la de “la toronja” o la de “la sopa de col”, sucede que solo hace falta remontarnos a tiempos anteriores al nuestro para darnos cuenta que conseguir el peso ideal es una fijación que existe desde hace mucho. Solo basta ver en qué consistían los siguientes regímenes alimenticios para comprender que las personas de otras épocas estaban dispuestas a todo por lucir una esbelta figura, bien sea por “mejorar” su salud o cumplir con fines religiosos.
1. La dieta de la monja medieval
La monjas de la época medieval sí que se tomaban muy en serio el tema de restringir su alimentación, de hecho, Santa Catalina de Siena, ahora es considerada como una de las primeras personas en padecer de anorexia, por su negación a consumir alimentos para cumplir sus penitencias.
Para una monja medieval era sumamente delicado manejar la forma en que se alimentaba, de hecho, en los años 1250, un guía medieval de anacoretas (mujeres que se retiraron de la vida para seguir la espiritualidad) exigía que las monjas no comieran más que un pequeño plato de vegetales al día, incluso durante el invierno.
Y tú que creías que pasar todo un día sin comer tu golosina favorita era demasiado sacrificio…
2. La dieta de Carlos II
Según documentos que datan de reuniones científicas de la Sociedad Real de Londres en marzo de 1664, Charles II sentía una gran curiosidad por pesarse frecuentemente y saber la forma en que su cuerpo reaccionaba después de realizar actividades como dormir, jugar tennis, comer, entre otras.
Seguro después de saber esto, no te sentirás tan culpable por tu obsesión de pesarte todas las mañanas.
3. La dieta bíblica
En un episodio de la biblia, específicamente en El Libro de Daniel, hablan sobre una forma de alimentarse muy parecida al vegetarianismo. El libro cuenta la historia de Daniel, un hombre judío y sus tres amigos que eran sirvientes en el palacio del rey Nebuchadnezzar. Ellos aceptaron su vida en el palacio, menos la comida real. Solo comieron legumbres y vegetales y bebieron agua por diez días. Al pasar el tiempo, estaban más sanos que cualquiera que estuviera sometido a la comida real.
¿Será una señal para convertirnos en vegetarianos?
4. La dieta de Santa Veronica Giuliani
Santa Veronica Giuliani, una monja capuchina de los años 1600, tenía una dieta muy particular: comer arañas.
No es que los arácnidos fueran sus preferidos, sino que la monja los consumía como parte de las penitencias que tenía que cumplir, ya que constantemente era puesta a prueba por sus confesores. Uno de ellos en una portunidad le ordenó limpiar un clóset completo con su lengua y ella lo hice tan devotamente que agregó arañas y telarañas a su dieta.
5. La dieta de Hanna Woolley
Si quieres saber cómo vivían las amas de casa inglesas durante la década de 1690, solo debes acudir a El diccionario de damas de Hannah Woolley, un documento que toca diferentes temas que van desde la biografía de mujeres míticas, pasando por ginecología, hasta métodos para perder peso.
Woolley insitía que lo mejor que podían hacer las mujeres para adelgazar, era aplicar sustancias raras en su cuerpo. Ella recomendaba bañarse con ajenjo, manzanilla, salvia y otras esencias; así como frotar una mezcla de grasa de pollo y ganso con trementina sobre el cuerpo.
¡Desagradable!
6. La dieta de Avicena
Avicena fue un hombre nacido alrededor del 980, que escribió unos 450 libros de una gran cantidad de temas como medicina, filosofía y matemáticas, sin embargo sus ideas con respecto a una alimentación sana eran bastante radicales.
El famoso libro de medicina de Avicena incluía un supresor del apetito que debía ser ingerido por diez días y que consistía en comer una mezcla de almendras trituradas, sebo de ternera, raíz de malvavisco y aceite de violetas.
7. La dieta de Elvis Presley
Mejor conocida como la dieta de La Bella Durmiente, está basada en la creencia de que te acostarás a dormir y te levantarás más delgado. Esta dieta fue popularizada por la novela El valle de las muñecas, pero su seguidor más famoso era nada más y nada menos que Elvis Presley.
La dieta se basa en consumir una gran cantidad de sedantes que te pongan a dormir un día completo, con la idea de despertar con unos kilos menos al día siguiente.
Y nosotros que pensábamos que las dietas de hoy en día ya eran suficientemente locas y raras, pero estas van más allá… Por favor, nunca, nunca intenten nada de esto.
Fuente: la.eonline.com
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