Lily James cuenta cómo logró convertirse en la delgadísima Cenicienta

Para ser princesa hay que ver más estrellas de lo normal…

lily-james-cinderella,  Kevin WinterGetty ImagesSi hay algo que mostró Lily James durante la filmación de La Cenicienta, fue su altísima dedicación. Pues entrar en el icónico vestido de la princesa de Disney requirió de mucho sacrificio.

Para este rol, James tuvo que someterse a una dieta líquida con el fin de poder aguantar el incómodo corsé que moldeaba la figura de su personaje. Debido a esto la actriz ha sido el blanco de incontables críticas que señalan su pequeñísima cintura en el filme.

Por ello James quiso dejar muy claro que no disfrutó para nada de esa experiencia. “Creo que podría querer conseguir algo de simpatía aquí. Estoy siendo un poco exagerada. Cuando tenía puesto el corsé, estábamos en días continuos así no nos deteníamos para almorzar o tomar el té, comíamos cuando aún estábamos en movimiento.  En ese caso, yo no podía desatar el corsé. Así que si comía comidas sólidas, realmente no la podría digerir y estaría vomitando sobre la cara de Richard (Madden) durante toda la tarde, y eso no iba a ser muy placentero. Tomaba sopa para poder continuar alimentándome sin tener que atorarme.” dijo James sobre su régimen alimenticio en el set de filmación.

No nos podemos imaginar lo incómodo que debió ser todo aquello.

La actriz de 25 años convirtió esta situación en algo positivo, diciéndole a las chicas con problemas corporales que no deben enfocarse tanto en ser delgadas.

“Creo que a veces cuando las chicas están creciendo, se crean una mala idea de cómo debe lucir una mujer y creo que es muy importante estar saludable, segura de ti misma y ser natural.  Y no poner mucha presión en tratar de ser delgada. Yo no logro ponerme delgada, delgada, delgada, para nada… Encuentro que es realmente difícil para mi no poder comer ahora.” dijo.

disney-cinderella-movie-trailerEn la industria del cine no es raro ver que los artistas sometan sus cuerpos a rutinas incómodas y a veces hasta poco saludables, para poder lograr encarnar debidamente un papel. Sino pregúntenle a estrellas como Anne Hathaway, Jared Leto o a Matthew McConaughey, quienes se han convertido en todos unos profesionales de la transformación física.

Fuente: la.eonline.com

Desnudo y exuberante, Depardieu se mete en la piel de Strauss-Khan para protagonizar una cinta de escándalo

El actor francés que ha actuado en más de 180 películas y fue nominado a un Oscar dijo en un programa de la BBC que no le importaba en lo absoluto su peso. “Estoy maravilloso como estoy”, aseguró Gerard Depardieu y pese su visible obesidad entró en el papel de Dominique Strauss-Kahn –el exdirector del FMI envuelto en escándalo sexual– para protagonizar la película «Welcome to New York» presentada en el festival de Cannes.

EFE / El País
welcome-cartelNo hubo alfombra roja en el Festival de Cannes para la esperada película «Welcome to New York», en la que el director Abel Ferrara relata, en versión libérrima, la lujuriosa vida y el escándalo sexual que apartó del Fondo Monetario Internacional a Dominique Strauss-Kahn (Gerard Depardieu).

«No es porno en absoluto, para que sea porno tienes que ver una gran polla levantada así (brazo en alto)», dijo Depardieu al comentar la cinta tras su estreno.

El filme, mediatizado desde su génesis, no se proyectó en el programa del certamen, sino en el Mercado de Películas, la plataforma aledaña al festival donde la industria cinematográfica hace negocio.

Simultáneamente, la película se estrenó internacionalmente a través de internet, un modelo de explotación global y directo para distribuir una historia de desenfreno brutal en la cúspide del poder financiero que ha dado la vuelta al mundo.

«Nunca me cuestioné la moralidad de mi personaje. Lo que vi es que este hombre no es como yo en absoluto, pero puedo entenderle. Y puedo entender cómo se vuelve cada vez más y más loco», agregó el francés, que se dejó guiar por la «improvisación».

El resultado, buscado o no, es un filme despiadado contra Strauss-Kahn en el que un Depardieu valiente se muestra desnudo artísticamente y que deja que la cámara se entretenga alrededor de su obesidad.

«Sabes que estás enfermo, pero no quieres ir al doctor», comentó el intérprete, que reconoció saber lo que es entrar en «una dinámica de autodestrucción».

La cinta, que emplea siempre nombres ficticios y que ha encontrado incontables obstáculos para llegar al público, según denuncian sus autores, se estrena exactamente tres años después de la demanda por agresión sexual. El procedimiento civil se cerró con una indemnización millonaria por su parte a favor de Nafissatou Diallo, la camarera que le acusó de intentar violarla.

Aunque finalmente fue desestimada, la demanda precipitó la salida de Strauss-Kahn del FMI, aireó su libérrima vida privada y desencadenó una serie de diferentes denuncias relacionadas con asuntos de cama y poder, de las que solo una sigue pendiente.

Tras el estreno de la película, el abogado de Strauss-Kahn anunció que presentará una demanda por difamación por las insinuaciones que contiene la cinta.

El filme, que mete a Depardieu en la piel de Strauss-Khan aunque le llama “Deveraux”, retrata la insaciable sed sexual del protagonista. Nada más llegar a un hotel de Nueva York le esperan tres prostitutas en su suite, a las que luego sustituyen otras dos. Tras una noche de pasión, la mañana siguiente, Deveraux se abalanza sobre la camarera que acude a limpiar su habitación e intenta abusar de ella.

El actor con más caché de Francia cobró solo 100.000 euros por la interpretación de un hombre al que desprecia profundamente. No lo esconde y se ofreció a rodar gratis.

A partir de un guión trabajado por un psiquiatra y psicoanalista, se limita a describir el estilo de vida del político.

Se va adentrándose lentamente en la mente del que fue un brillante idealista sumido en una espiral de egoísta: el todopoderoso que prefería las orgías a jugar al golf.