¿Por qué dicen que como mal, si estoy estupenda?

Muchas personas hoy en día se obsesionan por llevar una vida sana y llegan al límite en el intento. Quieren tener un peso determinado porque están preocupados por su aspecto físico y aspiran una juventud eterna. Esto los lleva a tener mucho cuidado con aquellos que están comiendo hasta tal punto que se limitan a digerir solo alimentos considerados buenos, ecológicos, naturales, biológicamente limpios, sin conservantes, edulcolorantes, grasas y otros añadidos industriales. Estas personas obsesionadas por la calidad de los alimentos y adictos al deporte pasan horas planificando qué van a comer, mastican determinadas veces cada bocazo, nunca interrumpen su dieta y a la larga llegan a aludir las reuniones sociales por miedo de no intoxicarse con la comida que les ofrecen en un restaurante, por ejemplo. Es una enfermedad relativamente nueva y se llama ortorexia, que consiste en «un control exhaustivo y cada vez más estricto de los componentes de los alimentos», según explica el nutricionista y naturópata del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), Rubén Bravo.

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