Cinco ejercicios para hacer en casa que te ayudarán a estirar la columna

 |  Por Karolina Gomes

1-colunafaixa¿No tienes tiempo —o te da pereza— ir al gimnasio? Estos ejercicios del preparador físico Allan Menache, del Pretorian Hard Sports de São Paulo, están diseñados para practicarse con una cinta de alargamiento, pero puedes adaptarlos para hacerlos con cualquier cosa similar que tengas en casa. «Puedes improvisar con una faja elástica o incluso con una toalla», aconseja el profesional. Sólo tienes que garantizar que sea fuerte y pueda resistir el peso de tu cuerpo.

1. Sujeta la cinta de alargamiento en un sitio que te permita coger cada extremo con una mano. Para eso, escoge un mueble de la casa, como el pie de una mesa pesada o el pomo de un armario. Después siéntate en el suelo y separa las piernas tanto como puedas. Usando la cinta como apoyo, inclina el tronco hacia delante y permanece en esa posición entre 20 y 30 segundos.

Este ejercicio sirve para alargar de la musculatura aductora de los miembros inferiores, o sea, que trabaja la parte interna de los muslos. El uso de la cinta o de la faja sirve como apoyo a la hora de inclinarse e intensifica el ejercicio.

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Acuérdate: es importante que inclines el cuerpo tanto como puedas. ¡Respeta tus límites!

2. Otra vez más hay que fijar la cinta, enrollarla en los brazos para dar apoyo y después cruzar una de las piernas sobre la otra, quedando sobre un solo pie (a la pata coja). A continuación haz el gesto de sentarte, como si lo fueses a hacerlo en una silla con las piernas cruzadas. Repite el movimiento de subir y bajar la cadera, la parte del cuerpo que se trabaja en este ejercicio. También es buena para la musculatura posterior de los brazos.

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¡Elige siempre un mueble pesado o un punto fijo de casa para practicarlo!

3. Coloca un extremo de la cinta por encima de la cabeza y la otra por detrás de la espalda. Después empuja la cinta para abajo, arrastrando con ella la mano que está arriba. Haz la repetición durante 20 segundos y después cambia la posición de las manos. El ejercicio ayuda a definir los tríceps.

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Cuidado: siempre que cambies de lado durante el ejercicio, suelta la cinta y lleva los brazos lentamente hacia el cuerpo antes de subirlos de nuevo.

4. Tumbado en el suelo, estira la pierna izquierda, coloca la cinta detrás del pie izquierdo y sujeta cada extremo con las manos. Sube la pierna lo más alto que puedas, sin doblar las rodillas. Mantén la posición durante 20 segundos y a continuación cambia de pierna y repite la operación. Con este ejercicio notarás cómo se estira la parte de atrás de los muslos.

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Consejo: usa una alfombra limpia para evitar el contacto directo con el suelo y escoge un espacio bien amplio de la casa, para no tropezar con nada.

5. Sentada en una silla, mantén la columna recta. Sujeta la cinta de alargamiento con las dos manos y colócala por encima de la cabeza, los brazos deben estar estirados formando la letra V. Llévalos por detrás del cuerpo a la vez que abres la zona del pecho, la que se trabaja en este ejercicio. Continúa moviendo hasta dejar la cinta a la altura de los hombros o hasta donde llegues, dentro de unos límites (que irán ampliándose a medida que practicamos). Repite el ejercicio tres veces entre 20 a 30 segundos.

Elige una silla firme para no moverte mientras haces el ejercicio.

Desnudo y exuberante, Depardieu se mete en la piel de Strauss-Khan para protagonizar una cinta de escándalo

El actor francés que ha actuado en más de 180 películas y fue nominado a un Oscar dijo en un programa de la BBC que no le importaba en lo absoluto su peso. “Estoy maravilloso como estoy”, aseguró Gerard Depardieu y pese su visible obesidad entró en el papel de Dominique Strauss-Kahn –el exdirector del FMI envuelto en escándalo sexual– para protagonizar la película «Welcome to New York» presentada en el festival de Cannes.

EFE / El País
welcome-cartelNo hubo alfombra roja en el Festival de Cannes para la esperada película «Welcome to New York», en la que el director Abel Ferrara relata, en versión libérrima, la lujuriosa vida y el escándalo sexual que apartó del Fondo Monetario Internacional a Dominique Strauss-Kahn (Gerard Depardieu).

«No es porno en absoluto, para que sea porno tienes que ver una gran polla levantada así (brazo en alto)», dijo Depardieu al comentar la cinta tras su estreno.

El filme, mediatizado desde su génesis, no se proyectó en el programa del certamen, sino en el Mercado de Películas, la plataforma aledaña al festival donde la industria cinematográfica hace negocio.

Simultáneamente, la película se estrenó internacionalmente a través de internet, un modelo de explotación global y directo para distribuir una historia de desenfreno brutal en la cúspide del poder financiero que ha dado la vuelta al mundo.

«Nunca me cuestioné la moralidad de mi personaje. Lo que vi es que este hombre no es como yo en absoluto, pero puedo entenderle. Y puedo entender cómo se vuelve cada vez más y más loco», agregó el francés, que se dejó guiar por la «improvisación».

El resultado, buscado o no, es un filme despiadado contra Strauss-Kahn en el que un Depardieu valiente se muestra desnudo artísticamente y que deja que la cámara se entretenga alrededor de su obesidad.

«Sabes que estás enfermo, pero no quieres ir al doctor», comentó el intérprete, que reconoció saber lo que es entrar en «una dinámica de autodestrucción».

La cinta, que emplea siempre nombres ficticios y que ha encontrado incontables obstáculos para llegar al público, según denuncian sus autores, se estrena exactamente tres años después de la demanda por agresión sexual. El procedimiento civil se cerró con una indemnización millonaria por su parte a favor de Nafissatou Diallo, la camarera que le acusó de intentar violarla.

Aunque finalmente fue desestimada, la demanda precipitó la salida de Strauss-Kahn del FMI, aireó su libérrima vida privada y desencadenó una serie de diferentes denuncias relacionadas con asuntos de cama y poder, de las que solo una sigue pendiente.

Tras el estreno de la película, el abogado de Strauss-Kahn anunció que presentará una demanda por difamación por las insinuaciones que contiene la cinta.

El filme, que mete a Depardieu en la piel de Strauss-Khan aunque le llama “Deveraux”, retrata la insaciable sed sexual del protagonista. Nada más llegar a un hotel de Nueva York le esperan tres prostitutas en su suite, a las que luego sustituyen otras dos. Tras una noche de pasión, la mañana siguiente, Deveraux se abalanza sobre la camarera que acude a limpiar su habitación e intenta abusar de ella.

El actor con más caché de Francia cobró solo 100.000 euros por la interpretación de un hombre al que desprecia profundamente. No lo esconde y se ofreció a rodar gratis.

A partir de un guión trabajado por un psiquiatra y psicoanalista, se limita a describir el estilo de vida del político.

Se va adentrándose lentamente en la mente del que fue un brillante idealista sumido en una espiral de egoísta: el todopoderoso que prefería las orgías a jugar al golf.