¿Qué hay de malo en un cine con palomitas?

¡Que levante la mano el que nunca haya ido a ver cine y, de paso, se ha llevado en la sala una bolsa con palomitas! «Mucho cuidado con la tan dulce imagen de familia feliz tomando palomitas y viendo cine», avisan los expertos en nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), ya que tiene una lectura bien distinta desde el punto de vista de la neurogastronomía.

Asienta un patrón muy explotado por la industria alimentaria que parte de los cinco sentidos (vista, oído, olfato, gusto y tacto) con el fin de lograr una experiencia sensorial, capaz de crear humor y bienestar o conectar emociones y recuerdos a través de la comida.

Hoy la gran pantalla ha encontrado cabida en nuestro hogar en mini formatos, más prácticos, fáciles de llevar y manejar que nos permiten deleitar de un pasatiempo ilimitado y a precio muy económico sin levantarnos del sofá.

Podemos decir que las palomitas, en sus múltiples variaciones, también se han colado en casa, junto con los anuncios publicitarios de los canales de televisión infantiles, en un prime time de los más amplio posible, con su oferta de emociones cargadas de sabor a base de azúcares, grasas, aditivos y harinas refinadas: cremas de cacao para untar o beber; galletas de cereales con forma de dinosaurios o dibujos estampados; huevos y figuras de chocolate; bebidas azucaradas, néctares y zumos industriales; golosinas, pizzas, aperitivos salados, entre otros.

Lo que podemos hacer para resistir a la tentación, aconseja Estefanía Ramo, es imaginar la actividad física necesaria para quemar las calorías provenientes de un picoteo de esta índole. Tomaremos como referencia una persona de 70 Kg y veremos que se necesitan realizar:

– 1 h y 55 minutos de ciclismo (paseo: 16 Km/h) para quemar las 540 Kcal de 100 g de chocolatinas;

– 1 hora y 35 minutos de aquagym para quemar las 459 Kcal de 100 g de palomitas dulces;

– 1 hora y 31 minutos de aerobic para quemar las 533 Kcal de 100 g de palomitas saladas con aceite y sal;

– 45 minutos de fútbol para quemar las 480 Kcal de una bolsa de 120 g de aperitivos salados.

– 42 minutos de tenis (individual) para quemar las 343 Kcal de cada 100 g de golosinas;

– 32 minutos de kárate para quemar las 384 Kcal de tres galletas infantiles (una ración de 96 g);

– 24 minutos de carrera para quemar las 225,2 Kcal de una rebanada de pan de molde con una cucharada de crema de cacao sin aceite de palma y con Estevia;

– 23 minutos de yoga para quemar las 68,5 Kcal de una porción de pizza de pollo y queso (87,5 g);

– 21 minutos de paseo (5 km/h) para quemar las 84 Kcal de 200 ml de zumo industrial concentrado;

– 9 minutos de natación (mariposa) para quemar las 119 Kcal de 30 g de cereales con virutas de chocolate;

“Por consiguiente, ninguno de estos alimentos estaría recomendado para un consumo habitual y cuando se trata de niños el principal consejo a los padres es no improvisar y descartar las opciones de comida rápida, ya sea en casa o fuera”, apunta la nutricionista del IMEO Andrea Marqués. Hay que planificar los menús entre semana para conseguir que la dieta de los menores sea variada, equilibrada y lo más compensada posible con las tomas realizadas en el colegio.

Para el fin de semana se puede plantear una actividad, como preparar recetas saludables apetecibles junto a los niños para iniciarles en el mundo de la cocina y concienciarles de la importancia de una nutrición saludable.  

5 cosas importantes a tener en cuenta si nunca has hecho ejercicio y ahora te sumas a la fiebre del ‘fitness’

Mujerhoy.com, por Carlos Nieto

pic.aspxCrossfit, Yoga, Pilates, Body Pump, Zumba, Aquagym, Musculación, TRX, HIIT, Running, Ciclismo, Boxeo… Cualquier disciplina de ‘fitness’ que se te ocurra promete resultados si eres constante y aplicado. Pero lo que no te cuenta es… «¿cómo empiezo si nunca he hecho ejercicio y llevo una vida sedentaria?» Si eres de los que han dicho «ahora sí que sí» pero (casi) nunca te has enfrentado al reto de ponerte a sudar y a disparar tus pulsaciones por minuto, ten en cuenta éstas claves para comenzar con buen pie… Y no abandonar a las primeras de cambio.

1. Ve al médico: Antes de empezar con una rutina física diaria, deberías empezar por acudir a tu médico de cabecera. Cuéntale tus planes y escucha atentamente lo que te aconseja dependiendo de tu edad, estado físico e historial médico. No empieces con una rutina de ‘fitness’ sin tener en cuenta su opinión. Y mucho menos te lances a una actividad física muy exigente sin tener algo de experiencia.

2. Muévete: Al menos una semana antes de empezar con una rutina deberías empezar a moverte… Más. Un cambio brusco en tus hábitos acabará, irremediablemente, en agujetas o algo peor (lesiones, mareos, deshidratación…). Así que lo primero es acostumbrar al cuerpo al ejercicio.

Camina al menos 30 minutos al día, todos los días. Sube escaleras. Haz pequeños esfuerzos que aumenten tu frecuencia cardíaca (correr unos minutos, un paseo en bici…). Estira y mueve tus articulaciones (puedes probar a caminar en el sitio levantando exageradamente las rodillas). Todos estos cambios ayudarán a que tu cuerpo se acostumbre cuanto antes al ejercicio.

3. Cambia tu alimentación: Ten en cuenta que con el ejercicio físico quemarás más calorías, pero éstas tienen que ser de mayor ‘calidad’. Destierra, en la medida de lo posible, alimentos fritos o muy salados, dulces, bollería industrial… Todo eso que tú y yo ya sabemos.

Añade ensaladas a tu dieta. Cena ligero (deberías llegar a la noche sin ganas de ‘devorar’ el frigo). Desayuna sin prisa y con un aporte mayor de energía: fruta, huevos, frutos secos, lácteos y muesli deberían ser la norma. Pica entre horas, pero sano y sin pasarte: jamón, pavo, pollo, arroz integral, fruta o frutos secos… Y antes del entrenamiento puedes aprovechar para tomarte una pieza de fruta cómo un plátano o manzana.

4. Hidrátate: Cuando tienes sed, es que tu cuerpo está mandando un mensaje: está comenzando a deshidratarse. Bebe frecuentemente y cuándo tengas ésa sensación. Además, durante el ejercicio deberías estar bien hidratado, así que no está de más llevar una botellita de agua y darle tragos cortos. Y recuerda, los 2 litros de agua al día no tienen una base científica sólida, pero es importante que tu cuerpo no eche en falta el líquido elemento. Y sí, preferentemente opta por el agua.

5. No sigas si sientes agotamiento: Las agujetas no son señal de que estás haciendo el ejercicio correctamente, sino más bien todo lo contrario. Si aparecen las agujetas es que hemos sometido a los músculos de nuestro cuerpo a demasiada intensidad. Si es tu caso, mejor para ése día e intenta volver cuando ya hayan desaparecido.

…Igualmente, si sientes mucho cansancio, agotamiento o sueño; para automáticamente de hacer ejercicio y acude a tu médico.