La EFSA confirma que la acrilamida incrementa el riesgo de cáncer

La EFSA asegura que la acrilamida en los alimentos es motivo de preocupación y confirma las investigaciones y evaluaciones que se han realizado hasta el momento, en las que se concluye que la acrilamida incrementa el riesgo de cáncer.

Gatronomiaycia.com
acrilamida_efsaLa EFSA confirma que la acrilamida incrementa el riesgo de cáncer en los consumidores, así se refleja en las evaluaciones y estudios que se han realizado hasta el momento. Con esta conclusión se responde a fundaciones como el IFIC (International Food Information Council), cuyos investigadores aseguraban en el año 2012 que la acrilamida de los alimentos no era peligrosa y que no se podía demostrar que esta sustancia supusiera un riesgo para la salud.

La acrilamida es una sustancia que se cataloga como un compuesto orgánico cancerígeno, se forma a partir de la cocción de los alimentos que contienen asparagina y azúcares reductores, a temperaturas superiores a 120º C. Recordemos que la acrilamida se metaboliza en el hígado y se convierte en glicidamida, un metabolito con el que se han realizado varios estudios con animales y en los que se ha concluido que es una sustancia altamente cancerígena. Alimentos fuente de acrilamida pueden ser las galletas, el pan, las patatas fritas y algunos alimentos infantiles cuyas fuentes dietéticas son importantes en contenido de acrilamida. Se cita a la infancia porque, según la EFSA, los niños son los más expuestos a la acción de esta sustancia, la agencia recomienda a los fabricantes que reduzcan el contenido en acrilamida de los alimentos en la medida de lo posible, y que ofrezcan consejos a los consumidores sobre cómo preparar los alimentos para evitar la aparición de acrilamida o al menos que los valores sean los mínimos.

Sobre este tema, la EFSA ha lanzado una consulta pública relacionada con el dictamen científico de la acrilamida en los alimentos, hasta el próximo día 15 de septiembre, investigadores y partes interesadas van a poder formular observaciones sobre el dictamen emitido a través de un sistema de consulta pública online. Toda la información recopilada será analizada por la Autoridad de Contaminantes de la Cadena Alimentaria (CONTAM), posteriormente será tratada con sus autores a finales de año. El presidente de esta comisión explica que la acrilamida se consume por vía oral y se absorbe a través del tracto gastrointestinal, tras la metabolización se convierte en glicidamida que es distribuida en todos los órganos del cuerpo. Como ya explicábamos, este compuesto es potencialmente peligroso y así se ha demostrado en varios estudios realizados en animales.

El experto explica que hasta el momento no se han realizado investigaciones en seres humanos sobre la exposición a la acrilamida, su metabolización y la asociación con la aparición de cáncer, pero, los resultados de las pruebas realizadas con animales, se pueden trasladar a los seres humanos. Además de este riesgo, se destaca que la acrilamida también tiene efectos negativos en el sistema nervioso, en la reproducción masculina y en el desarrollo pre y post natal, aunque estos efectos no se han considerado como preocupantes según los actuales niveles de exposición a la acrilamida en la dieta. El proyecto de dictamen incluye recomendaciones para una futura investigación realizada con seres humanos, así como los métodos de detección y evaluación de los riesgos mutagénicos en las células germinales. Toda información recabada será de gran interés, ya que se podrá determinar con más exactitud la cantidad de acrilamida que se genera en los alimentos.

La EFSA va a apoyar a las autoridades europeas y nacionales para examinar posibles alternativas que permitan reducir aún más la exposición de los consumidores a la acrilamida, es de suponer que también tendrán en cuenta los diferentes estudios en los que se muestran procedimientos para reducir el contenido de este elemento. Recordemos por ejemplo el post Las bacterias del ácido láctico pueden reducir la formación de acrilamida, a través de su lectura podíamos saber que una investigación noruega demostraba que podía reducir el contenido de esta sustancia hasta en un 90%. Las bacterias del ácido láctico pueden eliminar la mayor parte del aminoácido asparagina (Asn) y los azúcares simples, azúcares reductores que poseen un grupo carbonilo y que reacciona con otras moléculas. En cocciones a altas temperaturas favorecen la reacción que provoca la formación de acrilamida. Hay algunas investigaciones más a destacar, como la realizada por investigadores de la Universidad de Corea y el Instituto de Investigación Alimentaria de Corea (Korea Food Research Institute), los expertos demostraban que la taurina podría inhibir la formación de acrilamida en las frituras hasta en un 96%.

La EFSA invita además a proporcionar consejos sobre los hábitos alimenticios, sobre el control que se debe realizar en la producción de alimentos a nivel industrial, etc. A través de este artículo de la Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea, podéis acceder a un resumen de las investigaciones y evaluaciones anteriores sobre el contenido de acrilamida en los alimentos desde el año 2002 y cómo el dictamen ha ido evolucionando hasta llegar a la conclusión final, confirmando que la acrilamida incrementa el riesgo de cáncer. Por último, queremos recordar que fueron unos investigadores suecos quienes detectaron en el año 2002 que la acrilamida podía ser peligrosa, la EFSA en su momento concluyó que no había suficiente información disponible para determinar el riesgo real para los consumidores.

El picante ayuda a adelgazar, pero no es el más recomendable

¿Sabíais que el picante ayuda a adelgazar? Aunque a algunas personas les funciona, no todo es puro beneficio, ¡esto hay que decirlo de entrada! La capsaicina, también conocida como la molécula del picante, se encuentra en todas y cada una de las variedades del pimiento picante: guindilla, ajís, chile, paprica, pimentón, pimienta, cayena, tabasco, etc.

Al ingerir algo picante, no tardamos mucho en sentir ardor en la boca, sofocos y, a veces, nos salen lágrimas y mucosidad. Todo esto es debido a que la sustancia del picante tiene la capacidad de estimular los receptores del dolor y del calor.  Por si solos, los efectos del picante desaparecen en un máximo de 6-8 horas. Para los que no están hechos para comer picante, sería bueno saber que se trata de una molécula hidrofóbica, que no es posible disolverla en agua, de modo que  bebiendo agua no conseguiremos aliviar sus efectos. Sin embargo, sí es posible disolverla en grasa, por lo que beber leche entera fría es el método más eficaz para volver a la normalidad.

Se cree que el efecto placentero que produce el picante en muchas personas se debe a la liberación natural de endorfinas que intenta mitigar el dolor. Algunos estudios inciden en la capacidad de la capsaicina de aliviar la sensación de  molestias y dolor que acompañan enfermedades como artritis, psoriasis y enfermedad intestinal inflamatoria, además de tener otras propiedades antiinflamatorias y analgésicas.  Aplicada directamente sobre la piel, puede saturar los receptores de la misma, volviéndola prácticamente insensible al dolor. Esto hace que se pueda utilizar como analgésico en casos de lumbalgia, por ejemplo.

Picante para perder peso

Muchas personas utilizan el picante con fines dietéticos o para adelgazar. ¿Cómo se explica esto? Por una parte, la capsaicina estimula el receptor cerebral que controla la temperatura del cuerpo, por lo que nos obliga a consumir más energía o, en su defecto, tirar de reservas del organismo (la grasa acumulada en los tejidos adiposos) para poder efectuar esta subida de temperatura. Por otra parte disminuyen los lípidos corporales. Según algunos investigadores, además de inhibir la proliferación de células grasas inmaduras, o pre-adipocitos, la capsaicina estimula su muerte celular programada (apoptosis). Este descubrimiento podría ser de una importancia relevante en el tema de  obesidad, ya que demuestra que a un uso controlado o prescrito por médicos impediría que los pre-adipocitos, que son las células grasas que todavía no han llegado a células adultas, se desarrollen hasta células grasas adultas.

No todos los estómagos toleran el picante

La comida picante siempre y cuando se tome con moderación y no se padezcan problemas intestinales no suele ser perjudicial para la salud. Sin embargo, tomada en exceso sí puede tener consecuencias negativas y por tanto no resulta conveniente habituarse a ella ni tomarla de una forma asidua y constante.

Nuestro organismo no es muy bueno metabolizando la capsaicina, por lo que podríamos decir que prácticamente expulsamos lo que ingerimos. Los receptores sobre los que actúa están en la epidermis, que hace que sus efectos irritantes se limiten a ambos extremos del tubo digestivo. Este es el motivo por el que el picante tiene fama de provocar molestias que se sufren en silencio.

La comida picante puede causar una irritación de las mucosas de nuestro sistema digestivo a todos los niveles (boca, esófago, estómago, intestino..) y ocasionar diferentes trastornos: ardor, dolor abdominal, diarrea, entre otros de mayor gravedad.

Por este motivo, está desaconsejada en aquellas personas que padecen gastritis, úlceras, reflujo gastroesofágico, hernia de hiato, o cualquier tipo de inflamación del sistema digestivo.

Cuando se incrementa la acidez estomacal recibe el nombre de hiperacidez y su consecuencia es el ascenso de la misma por el esófago, situación que en el tiempo lo daña al irritarlo, por ello cuando se sufre de acidez frecuente o trastornos relacionados, se deben evitar los pimientos picantes u otras especias similares por completo.

Así el esfínter esofágico inferior que se encuentra justo en la base del esófago, es el que se abre para permitir que el alimento entre en el estómago, pero cuando comemos demasiado rápido los alimentos picantes tenemos problemas digestivos, ya que el esfínter esofágico se puede abrir de forma esporádica o permanecer abierto, situación que permite el ascenso del acido estomacal perjudicial.