Qué hacen los expertos en nutrición antes de la cena de Nochebuena y Navidad

Marie Claire

Zumos ricos en fibra, estimulantes y quemador de grasas, una comida ligera, digestiva y caliente o ayuno intermitente. Estos son algunos de los consejos de los profesionales para preparar tu cuerpo antes de una noche de excesos.

La cuenta atrás para la Navidad ya ha empezado. Son días muy señalados en nuestros calendarios y en los que también solemos realizamos cambios bruscos en nuestra alimentación y en el consumo de alcohol. Y aunque la comida es un hecho social puede hacerse desde el equilibrio. En menos de diez días reunimos más de tres comidas copiosas y esto supone una agresión a nuestro tubo digestivo y a nuestro metabolismo, lo que se traduce en un aumento de peso post-navideño y en una sensación de baja energía tras las vacaciones.

Tanto es así que los expertos del Instituto Medico Europeo de la Obesidad (IMEO) afirman que entre el 20 de diciembre y el 10 de enero engordamos entre 2,5 y 5 kilos, el mes de las fiestas por excelencia, según Damien Carbonnier, co-autor del libro MiAyuno y fundador de los retiros de Miayuno.es.

Cómo preparar el cuerpo para afrontar estos días. Recetas y consejos

Teniendo en cuenta que el periodo navideño empieza el 20 de diciembre y dura hasta el 6 de enero, son 15 días en los que podemos seguir algunos consejos para disfrutar de los encuentros ybanquetes, pero sobre todo para preparar nuestro cuerpo, para no poner en riesgo nuestra salud y condicionar nuestro bienestar. Damien Carbonnier los detalla.

24 de diciembre. Desayuno y comida

Los expertos recomiendan tomar en ayunas un vaso de agua con medio zumo de limón para liberar más jugos gástricos. Se puede añadir una cucharadita rasa pequeña de cúrcuma (antiinflamatoria, carminativa, colagoga, y antioxidante). Asimismo, si nos apetece, es posible realizar un ayuno intermitente y no consumir nada excepto una infusión de té verde, por ejemplo, a media mañana, para potenciar la producción de jugo pancreático hasta el mediodía. En su lugar, también podemos consumir un zumo rico en fibra, interesante para combatir infecciones en época de frío, estimulante y quemador de grasas. Ingredientes: 3 zanahorias, 1 puñado de col rizada, ½ limón, 50 gr de Jengibre.

Para comer ese día, si la cena de Nochebuena ha sido abundante, es importante que sea ligera, digestiva y caliente. Nos viene muy bien en este caso una crema por ejemplo de calabaza, anís estrellado y naranja.

Hidratarse bien durante todo el día. Normalmente en estos días consumimos más alcohol, una hidratación óptima en estos días es básica. Se recomienda una ingesta mínima de unos 8 vasos al día, puede ser agua e infusiones. Es necesario priorizar con infusiones hepato-digestivas como el cardo mariano, boldo o anís estrellado, entre otros.

Después de la cena especial de este día se puede tomar una pequeña cantidad de umeboshi, una ciruela japonesa fermentada con propiedades hepático-digestivas que trabaja como un antiácido natural. Se pone debajo de la lengua y hay que esperar a segregar la suficiente cantidad de saliva para tragarla.

25 de diciembre. Ayuno intermitente y caldos o sopas

Tras la cena de Nochebuena nos espera otra comida copiosa, la de Navidad. Por ello, Carbonnier sugiere realizar ayuno intermitente. Si no apetece y preferimos hacerlo por la noche (no cenar) es otra opción. Nos detalla cómo hacerlo de ambas formas.

En ayunas consumir un vaso de agua templada con medio limón exprimido y siempre se puede añadir una cucharadita pequeña rasa de cúrcuma en polvo. Si se opta por no realizar el ayuno intermitente por la mañana, para preparar en este día nuestro aparato digestivo y potenciar su fuerza, recomienda tomar un zumo enzimático que potenciará nuestra fuerza digestiva.

Ingredientes para 4 personas

  • 2 rodajas de piña
  • 4 manzanas medianas
  • 4 tallos de apio con hojas
  • 4 rodajas de jengibre de 3 cm de grosor

Un zumo antioxidante, refrescante, depurativo, antiinflamatorio, antibacteriano, diurético y digestivo. Rico en enzimas por su contenido en bromealína, original de la piña, fruta, verdura fresca. Antes de la comida se pueden tomar unos pepinillos o un té verde a media mañana.

Después de una comida copiosa podemos consumir la pequeña cantidad de umeboshi, si solemos tener reflujo. A media tarde una infusión hepático- digestiva y para cenar, si no se opta por realizar ayuno intermitente, un caldo o sopa, como por ejemplo una sopa de cebolla y cúrcuma es la opción.

Ingredientes para 4 personas:

  • 700gr de cebolla
  • 1 litro de caldo vegetal
  • 1 patata pequeña
  • 1 cuchara pequeña de Cúrcuma
  • 1 rama de tomillo fresco
  • aceite de oliva virgen extra
  • sal marina

La actividad física también será importante para ayudar a contrarrestar los excesos. El consejo en este caso es hacer actividad física aeróbica (caminar) durante una hora y media en ayuno estratégico para favorecer la degradación de grasa tras 20-25 minutos de ejercicio. O bien hacer actividad física intensa anaeróbica en ayuno estratégico durante un periodo de no más de 20 minutos, puesto que se trata de actividad de alta intensidad y de este modo se obliga al cuerpo a quemar grasa de forma rápida.

Si de cualquier manera no se pueden seguir estos consejos y los excesos navideños nos superan desde Mi Ayuno aconsejan realizar un plan détox para reequilibrar los excesos. Todos losmeses del año proponen varios programas de desintoxicación en Cataluña en los que los pacientes, controlados y bajo supervisión médica, potencian su sistema inmunitario, depuran sus órganos para conseguir limpiar el cuerpo y reposar la mente.

Siesta o paseo, ¿qué es lo mejor después de comer?

Distintos estudios demuestran los beneficios de ambos hábitos, pero hay uno mejor

El País, por Salomé García

Hacer o no hacer sobremesa, he ahí la cuestión. Mejor dicho, hacerla sentados o dando un garbeo. No es un asunto baladí. El típico paseo de después de comer, tan ensalzado en la cultura mediterránea, ha sido objeto de numerosos estudios científicos. Y, como ya aventuraban los más viejos del lugar y el diario británico The Times tratando de explicar por qué los españoles vivimos tanto si bebemos y fumamos, tiene sus beneficios.

La más reciente de las investigaciones, llevada a cabo por expertos de la Universidad George Washington (EE UU), ha revelado que esta caminata puede reducir los niveles de azúcar en sangre, que aumentan entre los 30 y 60 minutos después de la comida. Para que sea efectivo, según el estudio, el paseo debe ser de 15 minutos, a una velocidad de unos 4,8 kilómetros por hora —casi a la misma a la que debemos caminar para vivir más tiempo—, es decir, a paso ligero . Andar después de cada una de las comidas, según el estudio,  será incluso más efectivo que realizar un solo paseo de 45 minutos al día.

Además de reducir la glucosa en sangre, la caminata a esta velocidad podría ayudarnos a perder peso. Hasta 1,5 kilos en total, aunque tendremos que andar durante media hora, concluye otro estudio, realizado en la Clínica Yasuyo Hijikata de Osaka (Japón), que también indica que hacer ejercicio nada más pegar el último bocado es mucho más beneficioso que tumbarse en el sofá al terminar de comer.

La siesta, después del paseo y no más de 30 minutos

Este consejo no parece muy compatible con la siesta, cuyos beneficios para la salud también han sido probados. ¿Cuál gana? Según estos estudios echarse una siesta justo después de comer no sería la mejor opción. Pero tampoco nos lamentemos antes de tiempo por no poder hacerlo: el paseo nos ayudará a despojarnos del sueño que aparece cuando tenemos la tripa llena. Para conseguirlo solo son necesarios 10 de los 15 minutos del paseo que debemos dar, apunta otra investigación. Y si aún así volvemos a casa con ganas de dormir, también podemos sacarle partido a la siesta. Eso sí, no debemos pasarnos de los 30 minutos si queremos aprovecharnos de sus beneficios.

Volviendo al paseo de después de comer, científicos alemanes han descubierto que a una velocidad de 4 km/h mejora la digestión. Incluso, la acelera: pasa de durar 123 minutos sin caminata a 107 minutos con ella. «La actividad física aeróbica activa nuestro cuerpo en multitud de órganos y sistemas, favoreciendo directamente a la motilidad intestinal», explica Rubén Bravo, experto en nutrición y portavoz del Instituto Médico Europeo de la Obesidad(IMEO). Y esto, a su vez, nos ayuda a ir mejor al baño: al caminar «movemos la musculatura abdominal e, indirectamente, nuestras vísceras, como si recibiéramos un masaje intestinal por parte de un fisioterapeuta», continúa Bravo.

Por último, alivia el reflujo y la acidez, según concluyó un trabajo que analizó el pH del esófago después de dar un desayuno de huevos con beicon y café a los participantes, y pedirles que pasearan durante una hora al terminar de comer. Ahora bien, los efectos tampoco son milagrosos: decrecen pasada una hora. Y no parecen funcionar en aquellas personas que habitualmente no tienen estas molestias.

¿A qué hora debes cenar si no quieres sufrir hipertensión, obesidad o reflujo?

Varios estudios han mostrado que consumir alimentos antes de irnos a la cama puede generar trastornos de salud

El Diario NY, BBC Mundo

cenarPara mucha gente, principalmente quienes pasan todo el día fuera de casa trabajando o estudiando, la cena se ha convertido en el alimento principal y más sustancioso del día.

Pero recientemente han surgido opiniones de expertos sobre cómo las comidas en la noche, especialmente aquéllas que son abundantes y que realizamos antes de irnos a dormir, pueden alterar el organismo y los procesos digestivos.

Un estudio presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, que se realizó en Roma la semana pasada, analizó con más de 700 adultos el vínculo entre la hora en que se consumen los alimentos y el efecto en el organismo.

Encontró que consumir alimentos tarde en la noche tiene un impacto significativo en la presión arterial del individuo.

Durante la noche, un proceso fisiológico normal es el descenso de la presión arterial.

Sin embargo, el estudio encontró que un 24.2% de los participantes que habían comido dentro de las dos horas antes de acostarse no habían mostrado un descenso adecuado de la presión sanguínea. Entre quienes habían cenado más temprano, el porcentaje fue de 14.2.

“Estado de alerta”

Según los expertos, consumir alimentos antes de irse a acostar produce que el organismo permanezca en un estado de “alta alerta”, lo cual estimula la producción de hormonas del estrés, como la adrenalina, y también pueden alterar los ritmos circadianos.

La doctora Ebru Ozpelit, profesora de cardiología de la Universidad de Dokuz Eylul, en Izmir, Turquía, quien presentó el estudio, afirmó que los resultados sugieren que la hora en la que la gente come es tan importante como los alimentos que ingiere.

Ozpelit dijo que la vida moderna está alentando “hábitos de alimentación erráticos“, como saltarse el desayuno y comer cada vez más tarde, que se están volviendo cada vez más prevalentes y pueden causar daños a lo largo del tiempo. “Debemos definir la frecuencia ideal y la hora de los alimentos, advirtió Ozpelit.

Comer desayuno es importante, debemos tener un desayuno fuerte, y no saltarnos el almuerzo. Debemos tomar una pequeña cena y ésta no debe ser después de las 7 de la noche“, declaró.

Obesidad

Los expertos afirman que el cuerpo humano no está diseñado para enfrentarse a muchos de los aspectos de la vida moderna.

Con la llegada de la luz artificial y la industrialización, los humanos modernos comenzaron a experimentar horas prolongadas de iluminación cada día y esto resultó en un consumo extendido de alimentos y a comer cada vez más tarde en el día.

La doctora Sandra Hirsch, experta en nutrición humana del Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos de la Universidad de Chile, afirma que, en efecto, las comidas nocturnas pueden tener efectos adversos en el organismo.

“Cuando uno come se desarrolla toda una serie de procesos metabólicos”, le dice la experta a BBC Mundo. Se liberan hormonas en el proceso de absorción de alimentos. Por lo tanto, si yo como y me acuesto, esos mecanismos hormonales pueden tener impactos negativos en el organismo”.

Por ejemplo, dice la experta, las comidas antes de acostarse pueden tener efectos en el aumento de peso y la obesidad.

“Comer tarde en la noche puede inhibir la degradación de la grasa en el organismo, que es un proceso habitual durante la noche”, afirma Sandra Hirsch. “Y esto puede llevar a que una persona que está tratando de bajar de peso tenga mucho más trabajo en bajarlo“.

Reflujo

Otro problema de las comidas cerca de la hora de dormir, dice la experta en nutrición, son los síntomas de reflujo. Este trastorno causa que los contenidos estomacales retrocedan desde el estómago hacia el esófago, lo cual puede irritar el esófago y causar acidez gástrica, náusea, indigestión y en algunos casos, puede llevar a cáncer de esófago.

Si uno come y se acuesta, no alcanza a vaciar el estómago, por lo tanto queda el estómago lleno y si la válvula gastroesofágica está alterada, la comida va a subir”.

Y por eso, dice la doctora Hirsch, se recomienda que las personas que ya sufren reflujo no coman antes de acostarse alimentos que retarden el vaciamiento gástrico, como las grasas.

En efecto, otros estudios en el pasado ya han encontrado evidencia de que las personas que comen durante las tres horas previas a irse a acostar m uestran un mayor riesgo de desarrollar síntomas de reflujo.

En un artículo publicado en el diario estadounidense The New York Times en 2015, el doctor Jamie Koufman, médico especializado en trastornos de reflujo, escribió que estos trastornos se han convertido “en una epidemia que afecta a hasta 40% de los estadounidenses”.

“El reflujo puede llevar a cáncer de esófago, que se ha incrementado en 500% desde los 1970”, dice el médico. Y afirma que la causa de estas “inquietantes tendencias”, puede ser la dieta mala, el mayor consumo de azúcar, grasa y alimentos procesados. Pero agrega: “Hay otra variable importante que ha sido ignorada: la hora en que comemos la cena”.

El médico asegura que para detener “este incremento extraordinario en la enfermedad de reflujo, debemos dejar de comer a las 8 de la noche, o al menos tres horas antes de irnos a la cama”.

La doctora Sandra Hirsch, está de acuerdo: “Como conclusión, no es bueno comer muy tarde ni comer y acostarse”, le dice a BBC Mundo.

“La recomendación, principalmente para las personas que tienen reflujo, es que uno se acueste al menos una hora y media después de haber comido”.

Alimentos que nunca debes comer por la noche para no engordar

Noticias24

alimentosdelanoc544gSegún diversos estudios, el momento en que realizamos nuestras comidas es determinante a la hora de perder o ganar peso y la cena es la comida más delicada. Comer por la noche en abundancia está relacionado de manera inequívoca con la producción de grasa, el sobrepeso y la obesidad.

Aprende qué no debes hacer para no engordar

Alimentos con los que ser precavidos

Hay ciertos alimentos que debemos tratar de evitar a la hora de la cena, pues son especialmente calóricos o indigestos: no sólo nos harán engordar, además resultan tan pesados que no podremos conciliar el sueño en condiciones. Para elegir los alimentos de una cena perfecta no basta con usar el sentido común. Como es lógico, hay que evitar en la medida de lo posible cualquier alimento pesado, frito o grasiento, y las bebidas carbonatadas o con cafeína, pero hay otras comidas muy poco recomendables para la cena sobre las que no prestamos atención.

Bocadillos

Muchas personas toman bocadillos para cenar pensando que es una comida ligera. Por supuesto, todo depende del contenido del bocadillo en cuestión pero, en cualquier caso, nunca es recomendable comer demasiado pan para cenar, algo que es inevitable si tiramos de este tipo de comidas. Hay gente que es especialmente sensible a la ingesta de carbohidratos, no los asimilan correctamente y, si se consumen en exceso, se acumulan en forma de triglicéridos en el tejido adiposo.

Ensaladas con lechuga

Aunque parezca mentira, la lechuga es un alimento bastante indigesto. Tiene un alto contenido en fibra insoluble y puede hacer que tengamos gases e hinchazón abdominal por la noche. Mucha gente toma ensaladas por la noche, y no hay razón para no hacerlo, pero es preferible apostar por ensaladas de tomate o camperas. También son recomendables las ensaladas mixtas, con algo de proteína, que ayudarán a saciarnos y no tener la tentación de picar por la noche. En cualquier caso, depende de cada persona. Hay a quien no le sienta mal este vegetal y puede seguir consumiéndolo, pero si tras tomar tu ensalada siente molestias, plantéate que la culpa es de la lechuga. Otros vegetales ricos en fibra, como el apio, también deben dejarse de lado en la cena, pues ralentizan la digestión.

Ajo y cebolla

Estas dos hortalizas, tan habituales en nuestros guisos, pueden arruinar nuestra cena, sobre todo si se consumen crudas. Son alimentos que producen sensación de quemazón en el estómago y resultan muy indigestos en la cena. También es aconsejable evitar, por la misma razón, todo tipo de comidas picantes.

Pasta, arroz y pizzas

Por la misma razón que es recomendable evitar los bocadillos debemos hacer lo propio con la pasta y el arroz. No es cierto que tengamos que eliminar todo tipo de hidratos de carbono de nuestras cenas, pero es preferible primar los hidratos complejos de los vegetales y verduras sobre los procedentes de la pasta y el arroz. El gran problema de tomar arroz o pasta para cenar es que, además, solemos consumir grandes cantidades, ingiriendo muchas más calorías de las recomendadas. Si se toman en raciones pequeñas no constituyen ningún problema, pues son alimentos muy fácilmente digeribles, pero es difícil no excederse.

Setas

Las setas son un alimento muy completo pero que debe consumirse en pequeñas cantidades, sobre todo si las tomamos por la noche. Por definición las setas son indigestas, pues contienen macromoléculas costosas de procesar para el estómago humano. No ocurre nada por añadir unas láminas de champiñón a nuestra ensalada, o hacer un pequeño revuelto de níscalos, pero en ningún caso debemos darnos un festín de setas silvestres por la noche: lo más probable es que no paremos de dar vueltas en la cama.

¿Y después de cenar?

Si bien debemos cenar poco, eligiendo alimentos que no resulten pesados, no debemos reducir la cena a la mínima expresión. Una cena liviana no tiene por qué ser escasa. Lo mejor es que la cena sea ligera, pero suficiente en cantidad. Si cenamos demasiado poco nos puede volver a entrar hambre al poco de haber cenado o, lo que es peor, podemos despertarnos en mitad de la noche para ir a la nevera.

Bebidas frutales ideales para acompañar la dieta

DMedicina, por Mar Sevilla Martínez

zumos-frutas-verdurasLas frutas y las verduras son alimentos indispensables dentro de una alimentación sana y equilibrada, como la dieta mediterránea. Aportan nutrientes y la mayoría de las vitaminas que son necesarias para el día a día. Además, estos dos tipos de alimentos no pueden faltar en una dieta para adelgazar.

Las rutinas diarias y el estés hacen que muchas veces no le dediquemos el tiempo necesario a preparar y decidir la alimentación que debemos seguir y optemos por otros formatos más rápidos para consumirlos, como los zumos de frutas y verduras.

Estos alimentos, tal y como señala Susana Monereo, miembro de la junta directiva, de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (Seedo), son extractos líquidos de frutas y hortalizas extraídos por presión que aportan básicamente agua y azúcares con algo de vitaminas siempre que no hayan sido manipulados.

Sin embargo, si el objetivo de una persona es adelgazar, los zumos no son la mejor opción. “Lo ideal sería tomar las frutas enteras. De esta manera, al tener que masticarlas y digerirlas, conseguiremos sentirnos saciados con mucha menos cantidad de alimento y, por tanto, ingeriremos menos calorías”, explica Andrea Marqués, nutricionista dietista del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) y experta en gastronomía.

Por otro lado, la portavoz de Seedo advierte que hay que tener especial cuidado con los zumos envasados, ya que la mayoría proceden de extractos de fruta que han perdido las vitaminas por calentamiento y tiene azúcares y grasas añadidos para tener mejor sabor. No tiene efecto saciante y no limpian las células. “No adelgazan salvo que se hagan dietas líquidas de muy bajo contenido calórico, en cuyo caso siempre deben llevar la supervisión de un experto”, reitera.

Otro motivo que indica Marqués sobre por qué no son la mejor alternativa para perder peso es que, al exprimirlas, vamos a eliminar parte de la fibra presente en ellas, mientras que mantenemos la cantidad de fructosa (presente naturalmente en la fruta, pero que muchas veces también se añade a los zumos en un importante cantidad extra). “Por tanto, sin fibra, la absorción de la fructosa y la liberación posterior de glucosa en sangre serán mucho más rápidas que con la fruta entera, el pico de insulina en sangre mayor y esto nos limitará la pérdida de peso, ya que cuando la insulina está elevada el cuerpo no utiliza la grasa como fuente de energía”, añade.

Beneficios de los zumos

Aunque las expertas coinciden en que es mejor tomar las frutas enteras, indican que siempre es preferible tomar zumos, que no consumir frutas y verduras. Además, los zumos también aportan beneficios para la salud. Monereo indica que favorecen la hidratación, ayudan frente el estreñimiento y, si son recién preparados, aportan vitaminas.

Por otro lado, para sacarles el máximo partido, Marqués recomienda elegir bien los alimentos que vamos a utilizar para elaborarlos y buscar verduras más ricas en fibra y minerales como el ácido fólico (espinacas, acelgas) o frutas con baja carga glucémica (naranja o fresas). “Además, deberemos intentar escoger siempre las que estén de temporada, hacérnoslos nosotros mismos sin añadir más azúcar, no quitar la pulpa y no tomar más de uno al día”, matiza.

Pero, ¿cuándo los tomamos? ¿A media mañana o para merendar? “No hay un momento especial del día para tomarlos. Existe mucha literatura y mucho mito al respecto, científicamente no hay horas del día mejores para tomar un zumo”, afirma Monereo.

Sin embargo, Marqués, indica que sería más recomendable incluirlos siempre a primera hora de la mañana, debido a su carga energética y glucémica. “Nuestro organismo está ajustado a un biorritmo, de tal forma que los alimentos energéticos se utilizan por la mañana como fuente de energía y los alimentos reparadores por la tarde–noche. Este tipo de zumos estaría aconsejado incluirlos en la dieta hipocalórica a primera hora de la mañana, porque si los incluimos al final del día pueden generar almacenamiento de energía, por ese exceso de azúcar, que el organismo en ese tramo del día no consume y por tanto, se puede convertir en grasa”, concluye.

Ejemplos de zumos de fruta y verdura

zumos-variadosEstefanía Ramo, nutricionista experta en fitoterapia del IMEO sugiere tres recetas sencillas de zumos elaborados de frutas y verduras:

Zumo depurativo

Para 200 ml dos puñados de col rizada, unas ramitas de perejil, un kiwi pelado, una lima pelada, dos ramilletes de brócoli, un racimo pequeño de uvas blancas, una rodaja de piña natural.

“Este licuado es rico en vitamina C y ayuda al hígado a desempeñar eficazmente su función depurativa, gracias al perejil y a las coles. Además, la uva y la piña nos ayudarán a la eliminación de líquidos”, explica ramo.

Zumo para sistema inmune

Para 200 ml ¼ de pepino, una zanahoria pequeña, una rama de apio, un puñado de espinacas, un limón pelado, una naranja.

Antibacteriano por su alto contenido en vitamina C y antioxidantes que protegerán nuestro sistema inmune. Además, el apio mejora la digestibilidad y también posee propiedades diuréticas, junto con el pepino.

Zumo alcalino

Para 200 ml, una remolacha, un pimiento rojo pequeño, una manzana roja, dos puñados de col rizada y una zanahoria.

La experta destaca tres propiedades. Por un lado es alcalino, por lo que nos ayudará a reducir la acidez de estómago y el pH ácido. Además, es antiinflamatorio por su elevado contenido en antioxidantes y vitamínico, ya que es rico en vitamina C y carotenos.

Zumos sólo de frutas

Si sólo quiere tomar zumos de frutas, Carmen Escalada, nutricionista clínica del IMEO sugiere tres recetas elaboradas con frutas:

Zumo de manzana verde, kiwi y limón

Para 200 ml, dos manzanas verdes, dos kiwis pelados y un limón.

“Este es un zumo de carga glucémica media. El kiwi es rico en vitamina C, potasio, magnesio y fibra, por lo que es ideal para el estreñimiento. La manzana verde es diurética y depurativa”, señala Escalada.

Zumo de granada, naranja y pomelo

Para 200 ml, dos naranjas, un pomelo y una granada.

En este caso, este zumo tiene un alto nivel de antioxidantes y vitamina C para reforzar el sistema inmune y protegerlo de infecciones, resfriados etc. Además, son frutas de baja carga glucémica, y la naranja es rica en fibra gracias a su pulpa (nunca hay que desecharla) por lo que nos ayudarán a eliminar líquidos y a regular nuestro tránsito intestinal.

Zumo de frutos rojos

Para 200 ml, 8-10 fresas medianas, un puñado de arándanos, un puñado de moras y un puñado de frambuesas.

Los frutos rojos aportan gran cantidad de vitaminas y minerales, ayudan a combatir el estreñimiento y son antioxidantes y antiinflamatorios.

“Lo ideal siempre será tomar estos zumos por la mañana, para asegurarnos de potenciar la absorción de las vitaminas y minerales, preferiblemente los tomaremos en ayunas”, recomienda Escalada. “Además, aunque hemos seleccionado frutas y verduras de baja carga glucémica, en un proceso de pérdida de peso nunca debemos tomarlos más tarde de la comida ya que corremos el riesgo de que el azúcar se almacene en forma de glucógeno y posteriormente de grasa”.

 

 

Evita los resfriados: seis alimentos que tienes que incluir en tu dieta este otoño

No solo de zumo de naranja vive tu sistema inmunitario. Hay otras cosas que puedes comer esta temporada que van a subir tus defensas para que no te enteres de la gripe cuando llegue el invierno

Vanitatis, por Amor Saez
Con el cambio de estación, el descenso de las temperaturas y de las horas de luz, también cambian las necesidades fisiológicas. Afortunadamente la naturaleza te provee de auténticos alimentos-medicamento para regular la temperatura, prevenir resfriados, depresiones y llenarte de energía.

1. Setas

setasSon ricas en proteínas de alto valor biológico y minerales, como hierro, fósforo y potasio, por lo que son excelentes para estimular la actividad nerviosa y cerebral, y luchar contra la anemia. Además, son bajas en sodio y, por tanto, ideales para personas con la tensión alta, y poseen cero calorías y puedes comerlas sin engordar.

Protegen tu sistema inmunológico porque suponen “una protección natural contra los resfriados y afecciones catarrales propias de la época”, según el Dr. Ata Pouramini, experto en nutrición y quiropráctica y autor del libro ‘Tú eres tu medicina’, de la editorial Vivirbooks.

2. Remolacha

remolachasSobre todo, la variedad roja es muy rica en flavonoides y un potente alimento anticancerígeno. También contiene altas cantidades de hierro y ácido fólico, por lo que combate la anemia y garantiza la buena salud de la piel, el cabello y las uñas. Y aumenta la producción de la hormona dopamina que previene el mal humor y los síntomas depresivos. “Es un cosmético antiedad natural, gracias a sus niveles de vitamina E, que es antioxidante».

«Además, su gran aporte en fibra y sus propiedades desengrasantes le convierten en un excelente alimento detox que ayuda a la limpieza total de nuestras arterias e intestinos”, según el experto.

3. Huevo

huevosContiene proteína libre de grasas de muy alto valor biológico, aminoácidos esenciales para el organismo y su grasa es de fácil digestión. Además, es una excelente fuente de hierro, fósforo, potasio y magnesio, vitaminas A, del grupo B, E, ácido fólico y carotenoides.

«Con su consumo puedes potenciar la síntesis de serotonina -por su riqueza en magnesio y vitaminas del grupo B-, un neurotransmisor que regula el estado de ánimo, la llamada hormona de la felicidad”, asegura Leticia Carrera, farmacéutica y bioquímica.

4. Bonito

bonito“Los ácidos grasos presentes en el pescado azul, como el bonito, están considerados un excelente antidepresivo natural. Además, es rico en vitaminas B3 y B12, por lo que también ayuda a cuidarse contra los virus catarrales y favorece la producción de hierro”, según el Dr. Pouramini.

Por su riqueza en ácidos grasos omega 3 ayuda a rebajar los niveles de colesterol alto, y a prevenir afecciones cardíacas y de las articulaciones. Y su alto contenido en yodo y magnesio le convierten en fundamental para el buen funcionamiento de la glándula tiroides y de los músculos, nervios e intestinos.

5. Plátano

platano“Aporta azúcar extra, pero también serotonina, melatonina, potasio y magnesio, por lo que da energía a nuestro organismo rápidamente, y es ideal en casos de agotamiento y fatiga”, según el experto. También es rico en tres vitaminas antioxidantes -A, C y E-, ligeramente laxante, remineralizante y diurético.

Regula el sistema nervioso y ayuda a aliviar la ansiedad y la irritabilidad.

6. Chocolate (con un mínimo de 70% de cacao)

Rico en flavonoides y antioxidantes, protege nuestras células del daño causado por los radicales libres -moléculas inestables de oxígeno responsables del envejecimiento y algunas enfermedades-. También contiene ácido palmítico y ácido esteárico, que estimulan la actividad neuronal en las regiones del cerebro relacionadas con el placer y la recompensa, y así su consumo puede hacerte sentir más feliz y mejorar tu estado de ánimo.

“Es bueno para estimular y generar endorfinas porque contiene feniletilamina y magnesio, que devuelve la euforia y el buen humor”, según Leticia.

Comer a la última moda

Alimentarse a base de batidos de verduras y algas, merendar bayas de Goji, tomar la fruta antes de las comidas… Son solo algunas de las tendencias que han llegado a nuestra cultura alimentaria 

El Bierzo noticias, por Olga F. Castro
preparados de frutaJuan ha desterrado la leche de vaca de la dieta,en su lugar toma un licuado de soja porque dice que le sienta mejor, aunque no tiene un diagnóstico médico de intolerancia o alergia a la leche. Tampoco toma fruta al final de las comidas, solo entre horas, y no bebe agua durante las mismas. “Me apunto a todo lo que sale nuevo, aunque después de probarlo el 90% de las cosas no me gustan y las olvido”, explica.

Ese “todo lo que sale nuevo” hace referencia a las modas sobre nutrición saludable no siempre avaladas por estudios científicos; por ejemplo, las bayas de Goji, que hace tres años entraron con fuerza en la cesta de la compra de los españoles y que con el tiempo han ido bajando en popularidad. Este fruto originario de China se presentaba como el complemento alimenticio ideal, muy rico en antioxidantes y con propiedades para mejorar la salud e incluso aportar longevidad.

La realidad es que poseen nutrientes similares a las frutas que se cultivan en nuestro entorno, como los cítricos. Pero ¿por qué esta tendencia a probarlo todo? El dr. Ángel Gil, presidente de la Sociedad Española de Nutrición y catedrático de Bioquímica y Biología en la Universidad de Granada, cree que la razón hay que buscarla en las informaciones que llegan al consumidor a través de los medios de comunicación, sobre todo Internet, que no siempre están contrastadas por especialistas o avaladas por estudios científicos. “Al consumidor le es muy difícil discernir entre lo que tiene base científica y lo que no; la recomendación es que se consulte siempre la información en páginas web de sociedades científicas, universidades o instituciones de reconocido prestigio”, dice.

Algunas de estas modas dietéticas pueden ser perjudiciales para la salud, por eso el dr. Gil advierte de que ninguna dieta milagro puede nutrir adecuadamente:“El ser humano debe tomar de todo porque es omnívoro, lo aconsejable es llevar una dieta variada y no excesiva en cuanto a cantidad”.Con la ayuda de este experto,nos proponemos desentrañar qué hay de verdad y qué de mentira en las últimas modas que, a lo mejor, ya has incorporado a tu propia dieta.

Los más comunes

El interés por comer lo más saludable posible se ha convertido para muchos en una moda que cada año incorporanovedades; otros, los menos, las trasforman en rutinas e incluso en obsesiones.

Dieta a base de proteínas. Llegó desde Francia dela mano del archiconocido Pierre Dukan. Consiste básicamenteen perder peso adiecostade eliminar los hidratosde carbono (pan, cereales,pasta). Como todas las mono dietas conlleva riesgos: “Si se mantiene en el tiempo puede generar problemas graves de riñón o hígado. Dependemucho de cada individuo yde la cantidad de hidratos decarbono que se ingiera al día,por eso debe estar controladasiempre por un médico”,advierte el dr. Gil.

Comer a base de smoothies. Se trata de la última versión dietética, en estecaso importada de EE.UU.Los smoothies o zumos de verduras y frutas crudas se hanpuesto de moda entre las famosas de Hollywood que cuentancómo pierden peso a base de beber zumos naranjas, amarillos,rojos y, sobre todo, verdes. Pueden aceptarse como complementoa la dieta porque están elaborados a base de vegetalesque aportan vitaminas y minerales, pero la cosa cambiacuando se convierten en la base de la alimentación, ya que serestringe la ingesta de hidratos de carbono y de proteínas. Raquel Nogués, responsable de la Unidad de Nutrición del Centro Médico Teknon, en Barcelona, añade además dos inconvenientes: “Se reduce la calidad de la fibra de los vegetales porque se tritura mucho, lo cual no beneficia al tránsito intestinal; y se elimina la masticación, un acto importante para hacer bien la digestión”.

Bayas de Goji. Son unas frutas desecadas de color rojo intenso del tamaño de las pasas, muy ricas en antioxidantes,a las que se les atribuyen multitud de beneficios para la salud. “Contienen antioxidantes,pero no más que otros alimentos,como el aceite de oliva”,puntualiza el dr. Gil. Hasta aquí todo bien, si no fuera porque la Organización de Consumidores y Usuario (OCU)ha realizado un análisis de 10 muestras de este producto y ha encontrado que contienen niveles elevados de metales pesados y pesticidas.

Soja en lugar de leche. Muchas personas presentan intolerancia a la leche porque no digieren bien la lactosa, un azúcar presente en los lácteos,lo que da lugar a molestias intestinales. El preparado desoja está libre de lactosa porlo que suele recomendarsecuando existe un diagnóstico médico de intolerancia o alergiaa la leche de vaca. Si no se pertenece a este grupo, tal y comoaconseja el dr. Ángel Gil, no se debe eliminar este alimento de la dieta porque “la leche de vaca es más completa que el preparado de soja, salvo que éste haya sido enriquecido con nutrientes, ya que además de calcio y proteínas aporta vitaminas B, A, D y E y minerales como el fósforo, magnesio, cinc y selenio”, dice.

La fruta, antes de comer. No es una costumbre novedosa,ya se hacía en Francia en el siglo XVIII. La implantaciónde esta moda va asociadaal falso mito de que tomarla fruta antes de las comidasadelgaza. “Da igual tomarlaantes o después, las caloríasson las mismas –matiza ladra. Nogués–. Si se toma antesporque así se consiguenmejores digestiones es válido;lo que no es cierto es queadelgace”. En cuanto al hábito de tomarla entre horas para reducir el apetito, tiene un inconveniente,y es que puede olvidarse y nos quedamos sin un alimento valioso.

Todo light. “Una persona que no sufra sobrepeso u obesidad no debe tomar productos light”, así de contundente es ladra. Nogués. Según esta especialista,consumir productoslight de manera indiscriminadano aporta tan pocas caloríascomo parece y los que contienensorbitol pueden produciralteraciones intestinales. “Hay alimentos considerados light porque contienen gran cantidad de fibra, pero en contrapartida incluyen mucha grasa y azúcar. Los más recomendables para el sobrepeso son los hipocalóricos. Pero los ricos en fibra se recomiendan para el estreñimiento”, dice.

Falsos mitos: La preocupación por lucir un cuerpo esbelto, o por encontrar el bienestar físico a través dela alimentación, ha llevado a que se instalen en la dieta multitud de falsos mitos sobre los alimentos que ingerimos a diario. Álex Pérez, nutricionista del centro GO fit, señala algunos que podemos desterrardes de hoy mismo.

Las espinacas dan fuerza. A Popeye, puede ser. Al resto de los mortales nos aportan fibra, vitamina K, vitamina B9 y A,potasio, hierro y muy pocas calorías. El mito deque proporcionan energía ilimitada viene dado por el hierro que contienen, sin embargo, hay que saber que aportan una cantidad mínima de este mineral y, además,nuestro organismo lo absorbe poco por ser de origen vegetal.

El agua engorda si se toma durante las comidas. El agua contiene cero calorías, por lo que no engorda:da lo mismo tomarla antes,durante o después de comer. Lo que sí es cierto es que hay que ingerir dos litros de líquido al día. Mientras no contengan alcohol ni kilos de azúcar,todo líquido que ingieras te hidratará.

La sal engorda. Es una idea muycomún, perofalsa, porque lasal, en realidad,no genera grasacorporal. Loque favorecees la retenciónde líquidosen nuestroorganismo, lo cualaumenta el pesocorporal, de ahíla fama de queengorda. Perola solución es sencilla: reducirla ingesta de sal,lo que hace que eliminemos ese líquido que sobra.

Auténticas obsesiones: Cuando la moda se realiza a diario, ocupa mucho tiempo en los pensamientos y provoca angustia… “Es entonces cuando hablamos de patologías que requieren tratamiento”, asegura Montse del Castillo, psicóloga del Instituto de Trastornos Alimentarios,en Barcelona. Algunos de los trastornos que sedan con más frecuencia en relación con la alimentación son estos:

Ortorexia. Consiste en obsesionarse por comer sano. Las personas que la padecen cambian radicalmente su dieta y pueden acabar con deficiencias nutricionales. Según describe la psicóloga,“llegan a obsesionarse con la dieta y detalles como la procedencia de los alimentos y la forma de cocinarlos, se empeñan en que todo lo que consumen sea ecológico; incluso si tienen huerto pueden llegar a obsesionarse con el tipo de tierra”.

Permarexia. La padecen quienes se convierten en adictos a las dietas debido a su obsesión porno engordar. “Si una persona hace seis dieta sal año, es un caso para estudiar porque puede ser perjudicial”, advierte la psicóloga.

Potomanía. El hábito de beber agua a diario es saludable, pero ingerir más de tres litros y medio al día resulta nocivo. La obsesión por beber agua lleva a la hiperhidratación,un problema con consecuencias para el organismo: alteraciones renales, déficit de minerales, calambres e incluso convulsiones.

Síndrome del comedor nocturno. Picotear en mitad dela noche se relaciona con intentar aplacarla ansiedad. Es una patología si ocurre varias veces en la noche y deforma diaria durante unos meses.

Comer manzana cada día es bueno para la salud y ayuda a depurar el organismo

Antidiarreica, laxante, diurética, depurativa, hipolipemiante, colerética, tonificante del sistema nervioso, alcalinizante, mineralizante, antioxidante, hipotensora, reductora de ácido úrico, desintoxicante, anticancerígena. Es la reina de las frutas, por su versatilidad en la cocina y porque combina con la totalidad de los alimentos.

Noticias Castilla la Mancha Tv / Nutriterapia

Después de los excesos cometidos durante las fiestas navideñas, toca limpiar nuestro organismo. Hay una fruta que nos puede ser de gran ayuda: se trata de la manzana. Rubén Bravo, portavoz del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) y experto en nutrición, ha explicado que «la manzana tiene una fibra que ayuda a que no abosbamos en el intestino gran parte de la grasa que ingerimos, pero tampoco hace milagros, de modo que nos irá bien si la inlcuimos dos o tres piezas en nuestra dieta de compensación y comerla siempre con la piel, proque es donde están sus propiedades nutritivas».

«ONE APPLE A DAY, KEEP A DOCTOR AWAY»

Un 85% de su composición es agua, por lo que resulta muy refrescante e hidratante. Sus azúcares, están compuestos en mayor parte de fructosa (azúcar de la fruta) y en menor proporción, glucosa y sacarosa, de rápida asimilación en el organismo, son los nutrientes más abundantes después del agua.

  • En pequeña cantidad posee Vitamina E y Vitamina C. Es rica en fibra, que mejora el tránsito intestinal y entre su contenido mineral sobresale el potasio y el hierro, aunque en pequeña proporción. La vitamina E posee acción antioxidante, interviene en la estabilidad de las células sanguíneas (glóbulos rojos) y en la fertilidad. El potasio, es un mineral necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal, interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.
  • Esta fruta es una de las más ricas en Boro, mineral que participa en numerosas funciones del organismo, entre ellas, facilita la asimilación del calcio y magnesio, lo que podría ser un factor de prevención de osteoporosis.
  • Los radicales libres aumentan el daño causado por el colesterol LDL, dando origen a la aterosclerosis, alteraciones genéticas, deterioro de las proteínas y grasas corporales, reducción de la funcionalidad de las células y aumento del riesgo de cáncer.
  • Los antioxidantes neutralizan los radicales libres, reduciendo o incluso evitando parte de los daños que estos provocan en el organismo. La manzana es antioxidante, capaz de neutralizar radicales libres, especialmente por su contenido de flavonoides como la quercetina. Las manzanas, junto con las cebollas, son los vegetales con mayor contenido de quercetina. La quercetina contribuye a evitar el depósito de colesterol en las arterias y su estrechamiento. Por tanto, dada su composición en sustancias antioxidantes, las manzanas están especialmente recomendadas en dietas de prevención de riesgo cardiovascular, enfermedad degenerativa y cáncer El consumo habitual de manzanas, previene el estrechamiento de las arterias coronarias que favorece los infartos al miocardio.
  • Las extraordinarias propiedades saludables de esta fruta se deben en gran medida a la sinergía de todos sus componentes y no a la acción individual de la quercetina.

Test de tolerancia alimenticiaEstudios realizados en Instituto de Ciencias Químicas. Facultad de Agronomía y Agroindustrias. Universidad Nacional de Santiago del Estero, investigaron la capacidad inhibitoria de radicales libres de diferentes alimentos y plantas. En el caso de las frutas analizadas, las manzanas presentaron alta actividad antirradicalaria. Entre las frutas estudiadas, los mayores valores obtenidos fueron para kiwi seguido de manzana roja y el menor valor para pera, naranja y plátano, siendo todas efectivas como antioxidantes.

  • Su contenido moderado en potasio, le confiere características de diurética. No obstante, que el aporte de este mineral está restringido en caso de insuficiencia renal por lo que el consumo de manzanas en estos casos se ha de tener en cuenta.
  • Posee ácidos orgánicos, (1% a 1.5% de su peso) con efecto antiséptico y de regeneración de la flora intestinal, entre ellos el más abundante es el ácido málico, además contiene cítrico, succínico, láctico, salicílico y oxálico. Al metabolizarse, estos ácidos orgánicos su efecto es alcalinizante (antiácido), en sangre y tejidos, reduciendo el daños producido por la acidosis. Los ácidos orgánicos benefician la flora intestinal y evitan las fermentaciones. El ácido oxálico que contiene la manzana puede formar sales con ciertos minerales como el calcio y originar oxalato cálcico, por lo que su consumo se ha de tener en cuenta si se padecen este tipo de cálculos renales. No obstante, gran parte de dicho ácido se pierde mediante el cocinado de la manzana.
  • La manzana es, después del membrillo, una de las frutas más ricas en taninos, sustancias con propiedades astringentes y antiinflamatorias, que desinflaman la mucosa gástrica y paredes intestinales. Algunas de las acciones de los taninos son secar y desinflamar la mucosa intestinal (capa que tapiza el interior del conducto digestivo), por lo que resultan eficaces en el tratamiento de la diarrea. Los taninos se reconocen rápidamente por la sensación áspera que producen al paladar. Los taninos pardean la manzana pelada y rallada, dándole color oscuro.
  • Su contenido en pectina, le permite actuar indistintamente como alimento astringente o laxante según cómo sea consumida. Tiene acción reguladora intestinal.
  • Si se come cruda y con piel, es útil para tratar el estreñimiento, ya que se aprovecha la fibra insoluble presente en la piel, que estimula la actividad intestinal. La manzana cruda y con piel es laxante, es decir, útil para tratar el estreñimiento. Si se come una o dos manzanas en ayunas, mejora el estreñimiento.
  • Es muy rica en fibra soluble (pectina), capaz de retener agua y sustancias de desecho, lo que es beneficioso en tratamientos de diarrea. Hace más lento el tránsito intestinal y facilita la eliminación de toxinas en las deposiciones. Si la manzana se consume pelada, rallada y oscurecida tiene el efecto contrario en nuestro organismo, resulta astringente y se puede utilizar en casos de diarrea.
  • Estudios hechos en Japón, muestran que la pectina de la manzana, en pacientes con riesgo de cáncer de colon, es un buen preventivo y aún en personas diagnosticadas, o intervenidas, puede evitar las recidivas.
  • El consumo de 2 a 3 manzanas diarias, reduce el colesterol, por efecto de la pectina, que absorbe a nivel intestinal, las sales biliares, que son materia prima para la formación del colesterol.
  • Tiene efecto colerético (mejora producción de bilis en el hígado). Estudios realizados en la Universidad de Toulouse, Francia, señalan que la manzana es un colerético, que descongestiona el hígado, reduciendo la tendencia a formar cálculos biliares. Esta propiedad la hace un alimento recomendable en personas con colelitiasis o en quienes ya han sido operados de la vesícula. También es recomendable en casos de hepatitis crónica, hígado graso y cirrosis hepática.
  • Posee efecto hipoglicemiante. Una parte importante del azúcar de la manzana está constituida por fructosa, que necesita menos insulina que la glucosa para ser metabolizada, y transformada en energía. La pectina actúa como un regulador de la liberación de los azúcares, permitiendo que pasen lentamente a la sangre.
  • Estudios e investigaciones científicas publicadas en la revista Nature, plantean que la manzana posee propiedades anticancerígenas y antioxidantes. Se explicaría por la combinación de sustancias que le otorga a esta fruta la actividad contra el cáncer, y no la acción individual de las mismas. Su función anti-cancerígena, se debería a la presencia, especialmente en la cáscara, de dos sustancias fitoquímicas que actúan conjuntamente.
  • El equipo liderado por el profesor Rui Hai Liu, dividió la manzana en piel y pulpa, los resultados arrojaron que el extracto de piel de manzana inhibía en un 43 por ciento el cáncer y la pulpa en un 29 por ciento. En el caso de cáncer de hígado, el extracto de piel inhibía las células cancerígenas en un 57 por ciento y el extracto de pulpa en un 40 por ciento. Estos resultados fueron recibidos con optimismo por la Sociedad Americana del Cáncer, aunque prefirieron tomar con cautela estas conclusiones. Consideran que es demasiado pronto para decir exactamente qué sustancias de las manzanas otorgan esta protección, afirmando que por el momento que «la mejor manera de disminuir el riesgo de cáncer es comer suficientes y variadas frutas frescas y verduras».
  • La pepita o semilla de manzana, así como la de damascos, ciruelas o mandarinas, es rica en una Vitamina hidrosoluble, la Vit. B 17, denominada además Laetril o amigdalina. Esta vitamina contiene una molécula de benzaldehido y otra de cianuro. Se ha descubierto propiedades curativas de la vitamina B-17, específicas en contra del cáncer, lo que se explica porque en presencia de agua y de la enzima beta-glucosamidasa, la molécula de B-17 genera cianuro y benzaldehido, compuestos que individualmente son sumamente tóxicos, pero funcionando en simbiosis se multiplican sus efectos hasta 100 veces. Lo positivo de stos es que la enzima beta-glucosamidasa, se encuentra especialmente, en altas cantidades en las células cancerosas, y en cantidades ínfimas en el resto de las células del cuerpo, Por consiguiente, estas sustancias tóxicas destruyen únicamente a las células cancerosas. Una verdadera quimioterapia, natural, específica, localizada y muy eficaz.
  • Por otra parte, las células sanas, contienen una enzima, denominada rodanasa (tiosulfato de transulfurasa), «protectora» del organismo. La rodanasa neutralizaría al cianuro y lo transformaría en subproductos no tóxicos. Las células cancerosas no contienen rodanasa, por lo que se encuentran indefensas.
  • El autor del libro. «World Without Cancer», recomienda a las personas que tienen cáncer, masticar lentamente 3 a 5 semillas de estos frutos cada hora, y conservarlas en la boca hasta que se licuen. Para acción preventiva, se indican 7 a 10 semillas diarias. Por lo anterior, es conveniente entonces, comer la manzana y sus semillas.
  • Algunas personas piensan que si se come como postre, contribuye a reducir la formación de placa y evitar la caries, limpiando los dientes, pero los azúcares y ácidos que contiene pueden deteriorar el esmalte, por lo que no puede sustituir al cepillado de los dientes.

Los colores de la salud. Los pigmentos son algo más que color

Hay alrededor de 4,000 pigmentos de plantas conocidos en nuestros alimentos. Cada grupo de colores representa diferentes fitoquímicos. Los fitoquímicos comprenden un grupo de más de 600 químicos naturales se hallan en las plantas comestibles y están relacionados a la menor incidencia de cáncer, enfermedades coronarias y otras enfermedades. La organización Produce for Better Health Organization, ha creado una lista de los beneficios de cada color en la salud, mencionando las frutas y verduras que pertenecen a cada uno de los grupos de colores.

Esos pigmentos hacen más que darle color a los alimentos; también nos protegen contra las enfermedades.

Las manzanas rojas pertenecen a un grupo que ayuda a la salud de la memoria, el corazón, el tracto urinario y protege contra algunos tipos de cáncer. Este grupo contiene los fitoquímicos licopeno y antocianinas, compuestos fenólicos, flavonoides y ácido elagico. Las frutas y verduras rojas incluyen además de las manzanas rojas, las naranjas de interior rojo, cerezas, uvas rojas, toronja rosada/roja, peras rojas, granadas, frambuesas, frutillas, sandía, betarragas, pimientos rojos, rábanos, cebollas moradas, papas rosadas y los tomates.

En las manzanas amarillas, el color se relaciona con la protección contra algunos tipos de cáncer, la vista (especialmente la visión nocturna), protección cardiovascular, y del sistema inmune. Los alimentos de color amarillo o anaranjado brillante contienen Vitamina C y los fitoquímicos: carotenoides (entre otros el beta-caroteno), quercetina, luteína, zeaxantina, limoneno y terpenos. Este grupo incluye las manzanas amarillas, melón, lima, mangos, nectarines, naranjas, papayas, duraznos, peras amarillas, piña, mandarinas, zanahorias, pimientos amarillos, papas amarillas, calabaza y zapallo amarillo, choclo, camotes y tomates amarillos y anaranjados.

La manzana verde se relaciona con la protección de algunos tipos de cáncer, mantención de huesos y dientes fuertes, beneficios a la vista. Las frutas y verduras verdes contienen los fitoquímicos: indoles, polifenoles, isoflavonas, luteína y beta sistosterol. Mientras más oscuro es el color verde, tendrá mayor contenido de sustancias protectoras. Algunos alimentos verdes son las paltas, las manzanas verdes, uvas verdes, kiwis, limones, peras verdes, brócoli, rúgula, alcachofas, espárrago, coliflor, col de Bruselas, col china, porotos verdes, repollo verde, apio, calabaza verde, pepinos, verduras de hojas verdes como el perejil, el cilantro, entre otros, puerro, lechuga, cebollines, pimiento verde, espinacas y el berro.

El picante ayuda a adelgazar, pero no es el más recomendable

¿Sabíais que el picante ayuda a adelgazar? Aunque a algunas personas les funciona, no todo es puro beneficio, ¡esto hay que decirlo de entrada! La capsaicina, también conocida como la molécula del picante, se encuentra en todas y cada una de las variedades del pimiento picante: guindilla, ajís, chile, paprica, pimentón, pimienta, cayena, tabasco, etc.

Al ingerir algo picante, no tardamos mucho en sentir ardor en la boca, sofocos y, a veces, nos salen lágrimas y mucosidad. Todo esto es debido a que la sustancia del picante tiene la capacidad de estimular los receptores del dolor y del calor.  Por si solos, los efectos del picante desaparecen en un máximo de 6-8 horas. Para los que no están hechos para comer picante, sería bueno saber que se trata de una molécula hidrofóbica, que no es posible disolverla en agua, de modo que  bebiendo agua no conseguiremos aliviar sus efectos. Sin embargo, sí es posible disolverla en grasa, por lo que beber leche entera fría es el método más eficaz para volver a la normalidad.

Se cree que el efecto placentero que produce el picante en muchas personas se debe a la liberación natural de endorfinas que intenta mitigar el dolor. Algunos estudios inciden en la capacidad de la capsaicina de aliviar la sensación de  molestias y dolor que acompañan enfermedades como artritis, psoriasis y enfermedad intestinal inflamatoria, además de tener otras propiedades antiinflamatorias y analgésicas.  Aplicada directamente sobre la piel, puede saturar los receptores de la misma, volviéndola prácticamente insensible al dolor. Esto hace que se pueda utilizar como analgésico en casos de lumbalgia, por ejemplo.

Picante para perder peso

Muchas personas utilizan el picante con fines dietéticos o para adelgazar. ¿Cómo se explica esto? Por una parte, la capsaicina estimula el receptor cerebral que controla la temperatura del cuerpo, por lo que nos obliga a consumir más energía o, en su defecto, tirar de reservas del organismo (la grasa acumulada en los tejidos adiposos) para poder efectuar esta subida de temperatura. Por otra parte disminuyen los lípidos corporales. Según algunos investigadores, además de inhibir la proliferación de células grasas inmaduras, o pre-adipocitos, la capsaicina estimula su muerte celular programada (apoptosis). Este descubrimiento podría ser de una importancia relevante en el tema de  obesidad, ya que demuestra que a un uso controlado o prescrito por médicos impediría que los pre-adipocitos, que son las células grasas que todavía no han llegado a células adultas, se desarrollen hasta células grasas adultas.

No todos los estómagos toleran el picante

La comida picante siempre y cuando se tome con moderación y no se padezcan problemas intestinales no suele ser perjudicial para la salud. Sin embargo, tomada en exceso sí puede tener consecuencias negativas y por tanto no resulta conveniente habituarse a ella ni tomarla de una forma asidua y constante.

Nuestro organismo no es muy bueno metabolizando la capsaicina, por lo que podríamos decir que prácticamente expulsamos lo que ingerimos. Los receptores sobre los que actúa están en la epidermis, que hace que sus efectos irritantes se limiten a ambos extremos del tubo digestivo. Este es el motivo por el que el picante tiene fama de provocar molestias que se sufren en silencio.

La comida picante puede causar una irritación de las mucosas de nuestro sistema digestivo a todos los niveles (boca, esófago, estómago, intestino..) y ocasionar diferentes trastornos: ardor, dolor abdominal, diarrea, entre otros de mayor gravedad.

Por este motivo, está desaconsejada en aquellas personas que padecen gastritis, úlceras, reflujo gastroesofágico, hernia de hiato, o cualquier tipo de inflamación del sistema digestivo.

Cuando se incrementa la acidez estomacal recibe el nombre de hiperacidez y su consecuencia es el ascenso de la misma por el esófago, situación que en el tiempo lo daña al irritarlo, por ello cuando se sufre de acidez frecuente o trastornos relacionados, se deben evitar los pimientos picantes u otras especias similares por completo.

Así el esfínter esofágico inferior que se encuentra justo en la base del esófago, es el que se abre para permitir que el alimento entre en el estómago, pero cuando comemos demasiado rápido los alimentos picantes tenemos problemas digestivos, ya que el esfínter esofágico se puede abrir de forma esporádica o permanecer abierto, situación que permite el ascenso del acido estomacal perjudicial.