Smoothies, saludable hidratación

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Han sido bautizados como smoothies (derivado de smooth drink o bebida suave, en inglés) y se han puesto de moda entre los amantes de la vida saludable. Para los expertos en nutrición, son una excelente opción para hidratarse y asegurar el buen funcionamiento del organismo, sin descuidar la línea.

Además de beber agua, tomar smoothies o combinados naturales de frutas, verduras y vegetales con un toque de hielo, en su versión más saludable y ligera, representa un aporte rápido y formidable de vitaminas, minerales y antioxidantes.”Debido a la sudoración, perdemos líquidos y sales minerales, y los smoothies son muy apetecibles y recomendables para mantener una adecuada hidratación”, según el nutricionista Rubén Bravo.

Una de las versiones más extendidas es el green smoothie, un líquido verde al que llaman ‘secreto de belleza’, que se utiliza con fines depurativos, dermatológicos, adelgazantes y para conseguir energía, gracias a su buen aporte de nutrientes y es el favorito de los deportistas y aficionados al fitness, asegura este experto en nutrición.”Los zumos vegetales son ideales para los deportistas, personas que hacen dieta, aquellos que no tienen tiempo suficiente para realizar las cinco comidas diarias, mayores con riesgo de desarrollar enfermedades degenerativas y gente a quien no le gusta demasiado las verduras y frutas, incluyendo a los niños con poco apetito o que les disgustan ciertos alimentos”, señala.

NO ES SUSTITUTO

Estos batidos de frutas y verduras helados aportan un ‘plus’ de vitaminas, minerales y antioxidantes en el desayuno, media mañana y merienda, pero no deberían sustituir las comidas o las cenas como práctica frecuente.

SIN INGREDIENTES CALÓRICOS

Existen muchas recetas de smoothies, y no todas son indicadas para todo el mundo. Si se quiere perder peso o mantener el que ya se tiene, se deberían descartar, de entrada, ingredientes como azúcar, miel, sirope, cacao en polvo, lácteos enteros como leche o yogur griego, nata o mantequilla de maní, señala Rubén Bravo. El experto recomienda prepararlos mixtos, con el 60 % de fruta y 40 % de verdura, y “puesto que el 80 % de los micronutrientes se encuentran en la pulpa y en la piel, es muy importante triturarlos, siempre que sea posible, enteros y consumirlos en los siguientes 20 minutos”.

“Las frutas son más calóricas que las verduras, por lo que hay que vigilar las proporciones. Unos 250 mililitros (ml) de esta bebida tendrían alrededor de 150 kilocalorías (Kcal), algo aceptable en un desayuno, merienda o como un tentempié de media mañana”, según Bravo, que aconseja no tomar más de 3 vasos diarios, para no incurrir en una hipervitaminosis o un exceso de calorías. A su vez, cada 100 gramos (grs), los lácteos desnatados 0% contienen unas 50 Kcal; las verduras frescas contienen 30 Kcal y las frutas contienen 60 Kcal, mientras que una unidad de fruto seco crudo contiene alrededor de 30 Kcal, explica este experto. Las espinacas y las frutas se conservan muy bien en el refrigerador, preservando todas sus propiedades y sin contener bacterias debidas al mal estado, lo que es una ventaja.

“Podemos conseguir más cremosidad, sin cometer disparates calóricos, añadiendo leche de almendras o de soja o queso batido desnatado 0% de grasa, del que existen versiones con el doble de proteínas, muy indicado para deportistas que tienen una demanda proteica superior que las personas sedentarias”, asegura Bravo.

SEGÚN EL COLOR

Verdes: tienen más fibra y calcio y pueden ayudar frente a enfermedades degenerativas, y ejercer un efecto depurativo. Se pueden preparar a partir de espinacas, apio, pepino, puerro

Rojos: son antioxidantes y favorecen la salud cardiovascular. Entre las frutas ideales para ello sobresalen la patilla, las fresas y las frambuesas.

Naranjas: ayudan a prevenir el cáncer. Prueba con naranjas, zanahorias y mango.

LA SACIEDAD
Aunque no resolverán ningún problema por sí solos, ciertos jugos pueden beneficiar la salud si se toman con regularidad. Pero cuidado: los smoothies no son una comida líquida para adelgazar ni cumplen con los requerimientos nutricionales y proteicos de una comida principal. Al ingerir la fruta y verdura trituradas, omitimos la masticación y la insalivación, una parte del proceso digestivo que puede influir en el efecto de saciedad y acentuar la sensación de hambre.

SABORIZAR CON ESPECIAS
La forma más saludable para endulzar el smoothie es añadiendo azúcar morena, estevia o especias con un toque dulce, como jengibre, vainilla, té verde o canela, o también se les puede conferir un sabor picante, con la cúrcuma, ingredientes todo ellos, cuyos fitocompuestos aportan distintos beneficios específicos para la salud, como ayudar a regular los niveles de las grasas y azúcares en la sangre”, según Bravo, quien sugiere este batido para favorecer el sistema inmunitario, estimular las funciones cerebrales y ayudar a la buena salud de la piel frente a la exposición solar, además de mantener un buen equilibrio entre vitaminas, proteínas y grasas saludables: 5 uvas rojas, 3 zanahorias, 2 nueces y 150 grs de queso batido 0% de grasa.

Vitaminas y suplementos alimenticios que mejoran nuestro bienestar

La ingesta de proteína, presente en fuentes animales (carnes, pescados, huevos y marisco) y vegetales (sobre todo legumbres y frutos secos, además de cereales), a su vez, nos ayuda a mantener nuestra masa muscular y rendimiento en condiciones.

Vitaminas necesarias para nuestro bienestar
Algunos alimentos son imprescindibles para nuestro bienestar y por ello no debemos descuidar su consumo.

Algunos alimentos son imprescindibles para nuestro bienestar y por ello no debemos descuidar su consumo, aconsejan los expertos en nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), entre ellos frutas y verduras (ricas en vitaminas, minerales y antioxidantes); legumbres (por sus prebióticos que cuidan nuestra flora intestinal), alimentos fermentados (los probióticos que aportan ayudan a calmar el estrés) y grasas saludables (como fuente de energía). Para evitar el envejecimiento precoz de nuestras células es importante consumir frutas y verduras de todos los colores porque así nos aseguraremos de obtener un aporte adecuado de los diferentes antioxidantes, minerales y vitaminas (sobretodo A, C y E).

“Así mismo, a la hora de cuidar nuestra piel por dentro, nos podremos beneficiar de algunos suplementos alimenticios, como triptófano, betacaroteno, melatonina, vitaminas A, C y E, bayas de Goji, germen de trigo, el oxidante quercetina, o extracto de las plantas Pensamiento Salvaje y Bardana”, aconseja la nutricionista clínica Carmen Escalada.

Propiedades nutricionales de la manzana

CuidatePlus, por Paula Alejo Rodríguez

Dice el refrán que  una manzana al día mantiene al médico en la lejanía. Según Mireia Elías, nutricionista del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), la manzana previene las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, protege el cerebro, contribuye al fortalecimiento de la memoria y evita las caries.

A pesar de los mitos que circulan, el consumo de esta fruta no ayuda a despertarse ni a conciliar el sueño, y tampoco existe ninguna diferencia en cuanto a las propiedades debido a su color o tipo (verdes, amarillas, rojas, Reineta, Golden…), “son todas muy parecidas”, dice Elías. La nutricionista afirma que la mejor forma de comerla es con piel, ya que es dónde se encuentra la pectina fibra natural que regula el intestino- y el ácido ursólico –vitamina que contribuye al crecimiento de los músculos-. Sin embargo, advierte que primero siempre hay que lavarlas con agua -ya que pueden estar enceradas o contener químicos- pero nunca con jabones o lavavajillas, pues los componentes de estos productos podrían quedarse impregnados en la piel y ser peor.

Uno de los beneficios de la manzana es que evita la subida de peso. Esto se debe a que regula los niveles de azúcar en sangre, tiene efecto saciante y posee propiedades diuréticas y depurativas. Además, es una buena aliada tanto en casos de estreñimiento como de descomposición, puesto que la pectina es una fibra soluble que regula el intestino, de forma que “actúa como laxante si hay estreñimiento o absorbe el exceso de agua cuando existe diarrea”, comenta Mireia Elías.

De igual modo, la experta del IMEO expresa que “la pectina, el fósforo, la metionina y la cisteína -presentes en ella- ayudan a prevenir y a reducir el colesterol”, y que también “es muy beneficiosa para todo tipo de enfermedades renales por su contenido en cistina, arginina y ácido málico”. Así mismo, la manzana contiene flavonoides que actúan contra la acción de los radicales libres y limpian las arterias, ayudando a prevenir el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y el envejecimiento. Por último, esta fruta también alberga quercetina –un antioxidante que potencia la memoria y protege el cerebro.

 

Recetas para ser madre

Las dietas saludables y equilibradas tienen un efecto positivo sobre la fertilidad. En este sentido, distintos estudios sugieren que el déficit de ciertos nutrientes puede afectar a la capacidad reproductiva cuando se busca un embarazo, ya sea de forma natural o mediante técnicas de reproducción asistida.

Los Tiempos / EFE

al_docSegún datos de la Clínica Ginefiv, centro de reproducción asistida ubicado en la capital de España, el 70% de las mujeres en edad reproductiva no se alimenta correctamente. Dicha clínica ha puesto en marcha la campaña “Recetas para ser madre”, que consta de una serie de consejos para ayudar a las mujeres a mantener sus óvulos jóvenes durante el mayor tiempo posible.

Mantener los óvulos jóvenes durante el mayor tiempo posible es vital para que la mujer pueda conseguir ser madre, pero la reproducción es cosa de dos y la fertilidad masculina se ve afectada por factores ambientales y de estilo de vida, a los que hay que añadir la dieta.

“Un primer abordaje de las personas que se someten a un tratamiento de fertilidad debe ser la modificación de la dieta, ya que nos encontramos con que muchas han abandonado el consumo de vegetales”, subraya Jesús Tresguerres, catedrático de Fisiología y Endocrinología Experimental de la Universidad Complutense de Madrid.

Así, los especialistas de Ginefiv recomiendan lo siguiente:

INCREMENTA EL CONSUMO DE:

Proteína animal. Es fundamental por su aporte en hierro, ya que su deficiencia también es un síntoma de infertilidad. Por ello es fundamental tomar pollo, carne roja una vez a la semana y marisco de concha como almejas, mejillones y berberechos. También aconsejan consumir Omega 3 al menos tres veces a la semana. Estos ácidos grasos esenciales se encuentran, principalmente, en el pescado azul. Los expertos también insisten en la necesidad de incrementar la ingesta de vitamina D, también presente en el pescado azul, ya que puede mejorar el entorno en el que se desarrollan los óvulos y, por tanto, la fertilidad.

Zinc. El zinc, que se halla en alimentos como las ostras, el cordero o los mariscos, “es un mineral muy importante para nuestro organismo y nuestra fertilidad. De hecho, las mujeres embarazadas con niveles muy bajos de zinc podrían tener un riesgo más elevado de abortos, embarazos extensos y partos prolongados”.

Antioxidantes. De igual manera, los especialistas de la Clínica Tambre, una clínica de reproducción asistida y fertilidad, indican que una dieta rica en antioxidantes puede favorecer la fertilidad al mejorar la respuesta ovárica. Por ello, también aconsejan tomar a diario alimentos que actúen como antioxidantes, como las bayas, el brócoli o los frutos secos.

El exceso de radicales libres y el defecto de antioxidantes, el llamado estrés oxidativo, “da lugar a que mujeres jóvenes puedan tener ovarios envejecidos que no funcionen de manera correcta y que produzcan una cantidad insuficiente de ovocitos de buena calidad”, asegura Jesús Tresguerres, catedrático de Fisiología y Endocrinología Experimental de la Universidad

Complutense de Madrid y jefe de la Unidad de Calidad de Vida de la Clínica Tambre. En este sentido, es necesario recordar que los principales antioxidantes naturales proceden de las frutas y las verduras.

Tomates. Entre los vegetales, el doctor Tresguerres hace hincapié en las propiedades del tomate. “Posee una sustancia muy efectiva llamada licopeno que, en combinación con el aceite, tiene una mayor actividad contra el estrés oxidativo, por lo que incluso el tomate frito es recomendable”, afirma.

Zanahorias. “Los carotenoides, que son colorante naturales presentes en la zanahoria, los cítricos, las espinacas o el maíz, son capaces de neutralizar algunos de los radicales libres más agresivos”, dice el experto.

Cuidado con las conservas

Tal y como explican desde el Instituto Médico Europeo de la Obesidad, tanto las conservas en lata como los alimentos envasados en plástico pueden contener trazas de Bisfenol A, que actúa como disruptor endocrino e interfiere en el ciclo hormonal. A estos dos alimentos prohibidos la doctora Santillán une también los conservantes, los colorantes, las carnes grasas y las isoflavonas de soja. “La genisteína presente en las isoflavonas de soja podría actuar como un disruptor endocrino empeorando tanto la calidad ovocitaria como la espermática”, explica Isabel Santillán.

DISMINUYE EL CONSUMO DE:

Azúcar blanco y harinas refinadas

El azúcar blanco y las harinas refinadas también pueden afectar a tu fertilidad ya que inducen picos altos de insulina, aumentan el porcentaje de grasa y en la grasa se produce una sustancia, la leptina, cuyo defecto o exceso están relacionados con la alteración de ciclos ovultarios.

Café (y el té)

Sí, puede ser algo obvio: reducir la cantidad de café cuando quieres quedarte embarazada. Pero es necesario recordarlo. Y es que tanto la cafeína como la teína pueden provocar vasoconstricción de los vasos sanguíneos. Y es que ambas sustancias pueden dificultar la implantación del óvulo. El consumo de más de 200-300 mg de cafeína (2-3 tazas de café) se ha relacionado con una mayor incidencia de aborto espontáneo por desencadenar un defecto de flujo sanguíneo al útero.

Otras recomendaciones

La dieta para la fertilidad propuesta por los especialistas de la Clínica Tambre incluye otras recomendaciones como una reducción de la ingesta de proteínas animales y de grasas saturadas, aumentar el consumo de Omega 3, beber mucha agua, tomar aceite de oliva, no abusar de la bollería industrial ni de los platos preparados y cocinar a temperaturas suaves.

Ellos, también

Aunque todas las claves de esta dieta de la fertilidad están pensadas para la mujer, es importante que el hombre también haga cambios en su dieta para facilitar la concepción. Según datos de la Sociedad Española de Fertilidad, el factor masculino, que agrupa a un variado conjunto de alteraciones seminales, está presente en aproximadamente entre el 25% y el 30% de las parejas como causa principal de esterilidad.

Para los hombres se aconseja incrementar la toma de antioxidantes y vitaminas para mejorar la calidad seminal, así como la de zinc (presente en pescado, huevos, marisco y lácteos); selenio (cereales integrales y frutos secos) y Omega 3 (langostino, salmón o bagre). “Los espermatozoides pueden estar dañados a causa del estrés oxidativo. Por ello, también es recomendable que los hombres sigan una dieta rica en antioxidantes para asegurar una buena calidad de esperma”, indica el doctor Tresguerres.

¿DEBEMOS CONSUMIR ALIMENTOS ECOLÓGICOS?

La doctora nos confirma que el hecho de que las verduras o frutas que comemos hayan estado expuestas a herbicidas y pesticidas también influye en nuestra fertilidad. “Existen muchas sustancias tóxicas que pueden alterar el ambiente hormonal y la reproducción. Estas sustancias se llaman disruptores endocrinos, disminuyen la fertilidad y pueden producir alteraciones genéticas heredables y problemas en el bebé que se está desorollando”, nos explica Santillán. De hecho, según la organización EWG (Environmental Working Group), las frutas y verduras más contamindas con pesticidas son las manzanas, melocotones, nectarinas, fresas, uvas, apio, espinacas, pimientos rojos dulces, pepino, tomate cherry, guisantes importado y patatas.

Pero, ¿implica todo ello tener que consumir solo verduras y frutas de cultivo ecológico? La experta responde: “Es difícil evitar todos los disruptores endocrinos a los que estamos expuestos, pero cuanto más naturales sean los alimentos, menos cantidad de químicos lleven y menos procesados estén, problablemente menor efecto negativo tendrán sobre nuestra fertilidad”.

CHOCOLATE NEGRO CONTRA EL ESTRÉS

¿El estrés afecta a nuestra fertilidad? El estrés induce un retraso o, incluso, una inhibición de la hormona que desencadena la ovulación. Además, produce un aumento de glucocorticoides, de adrenalina y de noradrenalina que podrían disminuir la receptividad del útero o los embriones.  Por eso, si hablamos se alimentación y estrés, se nos ocurre una manera muy rica de intentar reducirlo: tomarte antes de irte a la cama una onza de chocolate negro puro. Y es que contiene triptófano, para muchos el “aminoácido de la felicidad”.

Bebidas frutales ideales para acompañar la dieta

DMedicina, por Mar Sevilla Martínez

zumos-frutas-verdurasLas frutas y las verduras son alimentos indispensables dentro de una alimentación sana y equilibrada, como la dieta mediterránea. Aportan nutrientes y la mayoría de las vitaminas que son necesarias para el día a día. Además, estos dos tipos de alimentos no pueden faltar en una dieta para adelgazar.

Las rutinas diarias y el estés hacen que muchas veces no le dediquemos el tiempo necesario a preparar y decidir la alimentación que debemos seguir y optemos por otros formatos más rápidos para consumirlos, como los zumos de frutas y verduras.

Estos alimentos, tal y como señala Susana Monereo, miembro de la junta directiva, de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (Seedo), son extractos líquidos de frutas y hortalizas extraídos por presión que aportan básicamente agua y azúcares con algo de vitaminas siempre que no hayan sido manipulados.

Sin embargo, si el objetivo de una persona es adelgazar, los zumos no son la mejor opción. “Lo ideal sería tomar las frutas enteras. De esta manera, al tener que masticarlas y digerirlas, conseguiremos sentirnos saciados con mucha menos cantidad de alimento y, por tanto, ingeriremos menos calorías”, explica Andrea Marqués, nutricionista dietista del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) y experta en gastronomía.

Por otro lado, la portavoz de Seedo advierte que hay que tener especial cuidado con los zumos envasados, ya que la mayoría proceden de extractos de fruta que han perdido las vitaminas por calentamiento y tiene azúcares y grasas añadidos para tener mejor sabor. No tiene efecto saciante y no limpian las células. “No adelgazan salvo que se hagan dietas líquidas de muy bajo contenido calórico, en cuyo caso siempre deben llevar la supervisión de un experto”, reitera.

Otro motivo que indica Marqués sobre por qué no son la mejor alternativa para perder peso es que, al exprimirlas, vamos a eliminar parte de la fibra presente en ellas, mientras que mantenemos la cantidad de fructosa (presente naturalmente en la fruta, pero que muchas veces también se añade a los zumos en un importante cantidad extra). “Por tanto, sin fibra, la absorción de la fructosa y la liberación posterior de glucosa en sangre serán mucho más rápidas que con la fruta entera, el pico de insulina en sangre mayor y esto nos limitará la pérdida de peso, ya que cuando la insulina está elevada el cuerpo no utiliza la grasa como fuente de energía”, añade.

Beneficios de los zumos

Aunque las expertas coinciden en que es mejor tomar las frutas enteras, indican que siempre es preferible tomar zumos, que no consumir frutas y verduras. Además, los zumos también aportan beneficios para la salud. Monereo indica que favorecen la hidratación, ayudan frente el estreñimiento y, si son recién preparados, aportan vitaminas.

Por otro lado, para sacarles el máximo partido, Marqués recomienda elegir bien los alimentos que vamos a utilizar para elaborarlos y buscar verduras más ricas en fibra y minerales como el ácido fólico (espinacas, acelgas) o frutas con baja carga glucémica (naranja o fresas). “Además, deberemos intentar escoger siempre las que estén de temporada, hacérnoslos nosotros mismos sin añadir más azúcar, no quitar la pulpa y no tomar más de uno al día”, matiza.

Pero, ¿cuándo los tomamos? ¿A media mañana o para merendar? “No hay un momento especial del día para tomarlos. Existe mucha literatura y mucho mito al respecto, científicamente no hay horas del día mejores para tomar un zumo”, afirma Monereo.

Sin embargo, Marqués, indica que sería más recomendable incluirlos siempre a primera hora de la mañana, debido a su carga energética y glucémica. “Nuestro organismo está ajustado a un biorritmo, de tal forma que los alimentos energéticos se utilizan por la mañana como fuente de energía y los alimentos reparadores por la tarde–noche. Este tipo de zumos estaría aconsejado incluirlos en la dieta hipocalórica a primera hora de la mañana, porque si los incluimos al final del día pueden generar almacenamiento de energía, por ese exceso de azúcar, que el organismo en ese tramo del día no consume y por tanto, se puede convertir en grasa”, concluye.

Ejemplos de zumos de fruta y verdura

zumos-variadosEstefanía Ramo, nutricionista experta en fitoterapia del IMEO sugiere tres recetas sencillas de zumos elaborados de frutas y verduras:

Zumo depurativo

Para 200 ml dos puñados de col rizada, unas ramitas de perejil, un kiwi pelado, una lima pelada, dos ramilletes de brócoli, un racimo pequeño de uvas blancas, una rodaja de piña natural.

“Este licuado es rico en vitamina C y ayuda al hígado a desempeñar eficazmente su función depurativa, gracias al perejil y a las coles. Además, la uva y la piña nos ayudarán a la eliminación de líquidos”, explica ramo.

Zumo para sistema inmune

Para 200 ml ¼ de pepino, una zanahoria pequeña, una rama de apio, un puñado de espinacas, un limón pelado, una naranja.

Antibacteriano por su alto contenido en vitamina C y antioxidantes que protegerán nuestro sistema inmune. Además, el apio mejora la digestibilidad y también posee propiedades diuréticas, junto con el pepino.

Zumo alcalino

Para 200 ml, una remolacha, un pimiento rojo pequeño, una manzana roja, dos puñados de col rizada y una zanahoria.

La experta destaca tres propiedades. Por un lado es alcalino, por lo que nos ayudará a reducir la acidez de estómago y el pH ácido. Además, es antiinflamatorio por su elevado contenido en antioxidantes y vitamínico, ya que es rico en vitamina C y carotenos.

Zumos sólo de frutas

Si sólo quiere tomar zumos de frutas, Carmen Escalada, nutricionista clínica del IMEO sugiere tres recetas elaboradas con frutas:

Zumo de manzana verde, kiwi y limón

Para 200 ml, dos manzanas verdes, dos kiwis pelados y un limón.

“Este es un zumo de carga glucémica media. El kiwi es rico en vitamina C, potasio, magnesio y fibra, por lo que es ideal para el estreñimiento. La manzana verde es diurética y depurativa”, señala Escalada.

Zumo de granada, naranja y pomelo

Para 200 ml, dos naranjas, un pomelo y una granada.

En este caso, este zumo tiene un alto nivel de antioxidantes y vitamina C para reforzar el sistema inmune y protegerlo de infecciones, resfriados etc. Además, son frutas de baja carga glucémica, y la naranja es rica en fibra gracias a su pulpa (nunca hay que desecharla) por lo que nos ayudarán a eliminar líquidos y a regular nuestro tránsito intestinal.

Zumo de frutos rojos

Para 200 ml, 8-10 fresas medianas, un puñado de arándanos, un puñado de moras y un puñado de frambuesas.

Los frutos rojos aportan gran cantidad de vitaminas y minerales, ayudan a combatir el estreñimiento y son antioxidantes y antiinflamatorios.

“Lo ideal siempre será tomar estos zumos por la mañana, para asegurarnos de potenciar la absorción de las vitaminas y minerales, preferiblemente los tomaremos en ayunas”, recomienda Escalada. “Además, aunque hemos seleccionado frutas y verduras de baja carga glucémica, en un proceso de pérdida de peso nunca debemos tomarlos más tarde de la comida ya que corremos el riesgo de que el azúcar se almacene en forma de glucógeno y posteriormente de grasa”.

 

 

Pasarse al vino blanco en verano no es tan buena idea

1435851125_623069_1435852170_noticia_normalEl modo de elaboración del tinto lo hace más rico en antioxidantes, razón por la que algunos médicos recomiendan su consumo moderado

  • Cómo puede un vino de 8 euros ser mejor que uno de 1.000

El País, por Inés Romera
«Uy, el vino tinto es sanísimo. Una copita con la comida, mano de santo». Vale, suena a remedio de la abuela, pero muchos médicos lo avalan. Sin embargo, nadie habla del blanco, que, por otro lado, apetece más que nunca en verano por su baja temperatura de consumo. ¿Qué ocurre con ese licor? ¿Acaso no iguala los aclamados poderes del bermellón?

¿Qué beneficios tiene el vino? Rubén Bravo, director del departamento de Nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), explica: “El consumo moderado ayuda a prevenir enfermedades del corazón y mejora el sistema inmunitario o envejecimiento prematuro”. El especialista de IMEO también valora positivamente la huella nutricional del vino, gracias a su alto contenido en minerales como potasio, calcio o magnesio, y vitaminas hidrosolubles como la B1, B2, B5 y B6 («las de este grupo intervienen en el funcionamiento del sistema inmunológico, nervioso y mantienen la salud de la piel y el tono muscular»), y en menor cantidad, ácido fólico, vitamina B12 y C. Pero hay más bondades: “Tiene una alta composición en resveratrol, un componente con demostradas propiedades antioxidantes”, añade. British Medical Journal (BMJ) estima que la cantidad recomendable de consumo para que repercuta positivamente en la salud es de una copa de vino diaria (5mng de alcohol).

El vino no es recomendable (ni tinto ni blanco) para una persona con insuficiencia cardíaca»

Esteban López de Sá, jefe de Cardiología del Hospital Universitario La Paz de Madrid

¿Qué hay de sus efectos preventivos en el sistema cardiovascular? Hay numerosos estudios en torno a los posibles beneficios del vino en nuestra salud, “pero no es tan sencillo”, precisa Esteban López de Sá, jefe de sección de Cardiología del Hospital Universitario La Paz de Madrid: “Estos estudios no se pueden hacer igual que cuando se prueba, por ejemplo, un medicamento. Son más bien asociaciones: se puede decir que había menos riesgo de padecer enfermedades coronarias como angina de pecho o infarto de miocardio en pacientes que consumían esa cantidad moderada de vino tinto. Pero eso no quiere decir que los médicos vayamos a recetarlo, y menos a alguien que no tiene el hábito de consumirlo. También hay que decir que, por ejemplo, su consumo no sería recomendable para una persona con insuficiencia cardíaca». Hay incluso corrientes científicas que niegan sus beneficios.

¿Quiénes deben evitar su consumo? “Por ejemplo, deben evitarlo mujeres embarazadas o en periodo lactante, quienes toman determinados fármacos y, en ningún caso, pacientes con enfermedad hepática”, aclara Javier Graus, especialista en aparato digestivo del Hospital Ramón y Cajal, de Madrid.

¿Por qué se recomienda más el tinto que el blanco? El secreto está en la piel de las uvas con las que se elabora el vino, que es donde se encuentran esas sustancias tan beneficiosas. “La principal diferencia en la elaboración de tintos y blancos es que el blanco se hace simplemente estrujando y prensando las uvas blancas para extraer un líquido (el mosto blanco) que luego fermenta solo en el depósito hasta convertirse en vino”, explica Rafael Somonte, enólogo y director técnico de las Bodegas Dominio de Tares en el Bierzo, en León. “Sin embargo, en la elaboración del tinto, las pieles de la uva tinta, con su enorme contenido en polifenoles [componentes de origen natural con propiedades antioxidantes], se maceran junto con el mosto tinto dentro del depósito, durante alrededor de 20 días, para que con el paso del tiempo, la mayor parte de los componentes de la piel de la uva migren al mosto y se integren en él. Ese mayor contenido en polifenoles es lo que al final disfruta el consumidor en su copa”. Resumiendo: el vino tinto fermenta en contacto con los hollejos y las pepitas; y así, los pigmentos y diferentes elementos beneficiosos de la piel pasan al mismo.
stá claro que la cantidad de sustancias antioxidantes presentes en el vino tinto es mayor que en el blanco, destaca Vanesa León, nutricionista de la Asociación de Dietistas Nutricionistas de Madrid (ADDINMA). “En el tinto se mantiene la piel de la uva, que es donde hay mayor cantidad de antioxidantes, como el famoso resveratrol, que tanto interés científico despierta. Estas sustancias tienen la capacidad de reducir la oxidación de algunas grasas que circulan por la sangre, como el colesterol LDL [colesterol malo], y evitar así que se peguen a las paredes de las arterias. Además, el resveratrol tiene actividad antioxidante, es decir, previene del envejecimiento prematuro de las células del organismo. Eso sí, para conseguir ese beneficio deberíamos ingerir mucha más cantidad de la recomendada, por lo que la industria de la nutricosmética ya tiene en el mercado diversos preparados de resveratrol concentrado con mayores dosis que las presentes en el vino”, aclara la nutricionista.

¿Todos los tintos son iguales? “No exactamente”, observa Rubén Bravo. “Depende del tipo de uva que se utilice en su elaboración, las concentraciones de resveratrol serán más bajas o más altas. En concreto, aquellos que utilizan las uvas pinot noir, merlot o tempranillo tendrán más antioxidantes que los que utilizan otras variedades”.

¿Qué cantidad es la adecuada? La recomendación limita el consumo a una o dos copas diarias. Así, un consumo de unos 200-250 mililitros contribuye a la vasodilatación y aporta un efecto antioxidante, que se ha relacionado con una menor incidencia de infarto de miocardio y enfermedad coronaria en comparación con los abstemios, según explica la nutricionista Vanesa León. “Aumentar el consumo para beneficiarse de los antioxidantes puede, por el contrario, aumentar la tasa de mortalidad total y la debida a enfermedades cardiovasculares. En exceso, provoca intoxicación aguda o crónica, bajadas bruscas de tensión, alteraciones psicológicas y del ritmo cardíaco, lesiones neuronales a largo plazo, dependencia…», enumera León. Javier Graus le da la razón: “El abuso comenzará a revertir los efectos positivos en negativos, sustituyendo el efecto revitalizante por somnolencia y dolor de cabeza, aumentando el riesgo de hepatotoxicidad, especialmente en las mujeres, pues estas tienen mayor sensibilidad a la toxicidad por alcohol que los hombres”.

Refrescos para el corazón

Diario de León, por Ricardo Segura (EFE)

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Tendencias. El calor puede afectar a la salud cardiovascular. Un experto describe las comidas y bebidas que protegen nuestros latidos en verano

¿Sabía que las altas temperaturas de la primavera y el verano también pueden afectar nuestra salud cardiovascular? Aunque las patologías del corazón están principalmente asociadas al frío, también pueden producirse problemas asociados a una exposición al calor excesivo, debido a que las personas pueden deshidratarse, acentuándose el riesgo cardiovascular, según la Fundación Española del Corazón. «Pensar en la alimentación como una fuente de salud para nuestro corazón es la mejor inversión a largo plazo que podemos hacer y que nos proporcionará, no solo mayor esperanza de vida, sino también calidad», reitera Rubén Bravo, experto en nutrición y portavoz del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (Imeo). Bravo traslada a Efe la recomendación de consumir regularmente, y con moderación, diez alimentos con un efecto cardioprotector especialmente indicados para la época de calor. Vino tinto «La potencia terapéutica del resveratrol y los taninos se encuentra principalmente en la piel de la uva, y en la elaboración del vino tinto la maceración se realiza con la uva completa. Los beneficios de la ingesta moderada de caldos tintos radica en sus polifenoles, que tienen poder antioxidante, efecto antiinflamatorio y reducen la presión arterial», según Bravo. Pescado azul Los pescados como la sardina, la caballa, el salmón o el atún, tienen de media unos 10 gramos de grasa rica en ácidos grasos poliinsaturados de la serie omega-3, y poseen gran capacidad para disminuir los triglicéridos plasmáticos, aumentar la vasodilatación arterial, reducir el riesgo de trombosis y la tensión arterial. Aceite de oliva «Su variedad extra virgen es rica en antioxidantes, ácidos grasos monoinsaturados, vitamina E y fitosteroles, todos ellos compuestos cardioprotectores. Nueces Dos de los compuestos de las nueces, el ácido linolénico que el organismo transforma en ácidos grasos omega 3 y los fitosteroles, juegan un papel importante en la reducción del colesterol. Jamón ibérico «Esta carne, preferiblemente «de bellota», es un superalimento que nos aporta hierro y vitaminas del grupo B, que permiten el buen funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso. Legumbres «Algunos fitoquímicos de las judías, habas, guisantes, lentejas y garbanzos, como las lectinas y saponinas, están implicados de forma directa en la reducción del colesterol sérico y en la prevención de la formación de la capa de ateroma que degenera en enfermedades cardiovasculares», recalca Bravo. Cereales integrales La fibra es un componente alimenticio que ayuda a reducir significativamente los niveles de colesterol y que se encuentra en los cereales integrales, el salvado de avena, el germen de trigo, la avena integral, el pan integral y el arroz integral. Frutos rojos «Las mujeres que siguen una dieta rica en frutos rojos, tomando fresas y/o arándanos tres o más veces por semana, reducen en un 32 por ciento el riesgo de padecer un infarto, según la Escuela de Salud Pública de Harvard (EE UU). Sandía Bravo recalca que esta fruta presenta un alto contenido en citrulina que, al convertirse en el aminoácido arginina, favorece la dilatación y flexibilidad arterial combatiendo la arterioesclerosis. Ajo Es un alimento muy rico en minerales como selenio, potasio, fósforo, magnesio, zinc y yodo, al igual que en vitaminas del grupo B, con influencia directa sobre la reducción de la presión arterial.

Tomar o no café, ¿la vitamina peligrosa de la mañana?

El café es uno de los alimentos más consumidos del mundo, en todas sus modalidades y con diferentes mezclas. Amado por unos, odiado por otros, siempre está en el punto de mira del debate sobre si suprimirlo o no de nuestro día a día. Los expertos apuntan a que el problema es la cafeína.

QUÉ.es, por Elsa Jiménes
cafe-672xXx80Hay pequeños detalles que pueden llegar a hacer nuestra rutina más llevadera, sobre todo a los más madrugadores. Una acción tan simple como tomar un café por la mañana, en casa, leyendo el periódico, en la cafetería con los compañeros de trabajo o en frente del ordenador puede llegar a ser una rutina placentera e instaurada en nuestro día a día hasta tal punto que lo consideráramos como el respirar. Algo necesario.

Hablamos del café, o mejor dicho, de la cafeína.  Es una bebida que se puede tomar de diferentes maneras, solo, cortado con leche, y de la que existen diferentes tipos y sabores por todo el mundo. Todo un abanico de posibilidades que hacen del café una de las bebidas más consumidas y atractivas en el mundo. Sus orígenes se remontan a Etiopía y la península arábiga, y en la actualidad ha conquistado a gran parte de los habitantes del planeta Tierra. Nadie duda de que el café sea un estimulante  que ha conquistado todas las tazas mañaneras y de sobremesa de muchas personas. Pero realmente, ¿es necesario?

Se estima que sus semillas se cultivan en unos ochenta países del mundo, cuya producción permite llenar 2.250 tazas de café a diario, aproximadamente. Se han realizado diversos estudios sobre sus efectos beneficiosos y perjudiciales para la salud, para las dietas y para el metabolismo en general. Muchos señalan todo lo bueno que tienen, pero otros lo demonizan hasta el punto de recomendar suprimirlo de nuestra rutina. Una tarea realmente complicada que no todos están dispuestos a sufrir.

Está compuesto principalmente de agua y cafeína, una droga psicoactiva que acelera rápidamente el sistema nervioso y nos mantiene alerta. «Peligro en potencia instaurado en nuestros hábitos«. Con esta frase demoledora define el especialista en nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), Rubén Bravo, al café. Pertenece al grupo de los expertos que no aprueban el consumo de café, aunque recalca que una taza de vez en cuando, «siempre a primera hora de la mañana», no es mala.

Por otro lado, la dietista Beatriz Gómez Murillo apunta a que «depende de la persona, de si tiene problemas de retención de líquidos, hipertensión o toma tranquilizantes» el que el café pueda afectar más o menos, por lo que no ve nada malo en tomarse «una o dos tazas al día por la mañana o a mediodía».

EFECTOS REALES EN EL ORGANISMO

Bravo señala que los problemas que trae el consumo de cafeína son «a largo plazo», ya que genera cansancio, diabetes e incluso obesidad. «Tomarse un café produce un pico muy elevado de insulina, encargada de quemar los niveles de azúcar en sangre. Esto produce que nos sintamos eufóricos, creativos y con mayor retención cognitiva», explica.

Efectivamente, el café mejora varios aspectos de la función cerebral y aumenta la actividad de la memoria, el ánimo, los reflejos e, incluso, la alegría. Nos acelera, nos despierta y hace que nos sintamos mejor. Pero este efecto no suele ser muy duradero, sobre todo en los consumidores habituales.

«Si no lo toman nunca, les recomendamos que no lo hagan, sino una al día como máximo, siempre y cuando la persona no tenga problemas de insomnio o hipertensión», apunta la dietista Alba Esteve.

«Después de esta gran subida de la insulina, se produce un bajón que trae efectos muy adversos para el organismo, como el cansancio y el agotamiento físico y mental, así que vamos a por otro café, y otra vez vuelve a pasar lo mismo», explica Rubén Bravo. Otro de los beneficios a los que muchos estudios apuntan sobre el café es a su capacidad de hacer perder peso. Esto es cierto, efectivamente, pero entonces ¿por qué no se recomienda en muchas dietas?

Bravo señala que con la cafeína como tal «se pierde peso porque se quema el azúcar por el aumento de la insulina», esta es la hormona generada por el páncreas y encargada de trasportar la glucosa de las células de nuestro cuerpo para ser utilizada como energía. «La grasa no se quema y cuando bajan los niveles se produce el agotamiento, la falta de azúcar y las ganas de suplirlo comiendo dulces, chocolates o bollos», termina. El consumo en exceso nos puede hacer más golosos y esto es lo que realmente engorda.

Por otra parte, la nutricionista María del Mar Martínez Molina explica que la cafeína puede provocar problemas para conciliar el sueño, lo que produce que «el metabolismo no descanse y no queme calorías», razón por la que también se puede aumentar de peso considerablemente.

Lo mismo sucede con el . Rubén Bravo lo llama «el hermano pequeño de la cafeína», porque libera más moderadamente la sustancia, pero el efecto a larga plazo es el mismo.

Sin embargo, recalca que casi todos los estudios que se han realizado sobre el café apuntan a «efectos beneficiosos», como por ejemplo la prevención del desarrollo de enfermedades como el cáncer de colon, de mama, el Párkinson o el Alzheimer, pero, por supuesto, siempre que no tenga cafeína.

DESCAFEINADO, LO MEJOR PARA EL CUERPO

Tanto Rubén Bravo, como los demás especialistas consultados, apuntan a que las propiedades del café son infinitamente buenas para el cuerpo. Eso sí, siempre descafeinado. «El café por sí mismo es un alimento maravilloso», dice Bravo.

El café es un alimento que contiene una cantidad muy elevada de antioxidantes naturales que sirven para parar el envejecimiento celular y prevenir la aparición de enfermedades crónico degenerativas. Es capaz de proporcionar la cantidad necesaria en una dieta, siempre y cuando se tome con moderación. Tampoco tiene nada de calorías, por lo que el aporte vendrá del tipo de leche que se tome o de con qué acompañemos la taza.

Esta bebida, también señala Bravo, que es «una importante fuente de fibra», ayudando así a reducir el estreñimiento y contribuyendo a aportar la dosis necesaria que también trae como consecuencia el aumento de la vitalidad.

¿CON LECHE, SOLO, CON SACARINA?

En la variedad está el gusto y cada persona prefiere el café acompañado de una forma u otra, con o sin azúcar. La nutricionista Martínez Molina recomienda acompañarlo con leche para que pueda servir como desayuno. ¿Pero ésta hace que sea más flojo el efecto de la cafeína?

«No está comprobado que deteriore o aumente los peligros de tomarlo», asegura Bravo. «Es un aporte que no contrarresta ni aumenta ni los beneficios, ni la ansiedad que se genera pasadas las horas», añade. Pero cuando se trata de acompañarlo con leche, mejor que sea desnatada.

El sabor amargo del café no suele agradar a la mayoría de paladares, y a los que sí, se les mira raro. Por eso, muchos prefieren edulcorarlo con sacarina, ya que se supone que no engorda como lo hace el azúcar. Rubén Bravo alerta de este peligro y señala que es «tóxica, química y produce cáncer», por lo que recomienda la stevia, un edulcorante sustitutivo 100% natural.

Todos los expertos coinciden en que tomar café con moderación, en pequeñas dosis y sin cafeína puede ser un alimento complementario de los que necesitamos a diario por el mero hecho del placer del sabor, el olor y la rutina.

10 alimentos para tu cerebro

El cerebro, como cualquier otro órgano de nuestro cuerpo, necesita un suministro diario de nutrientes que son vitales para su buen funcionamiento, así como para poder sostener una estructura que se renueva incesantemente. ¿Dónde encontrarlos?

Tribuna Ávila, Infosalus
cerebro_detailSegún explica a Infosalus Santi Ávalos, cocinero y autor de ‘Alimenta tu cerebro’ (RBA, 2014), la cocina mediterránea está entre las más apreciadas del mundo, no solo por sus delicias gastronómicas, sino por las grandes propiedades salutíferas de sus materias primas. «El cerebro necesita antioxidantes, vitaminas como la C o la E y fibra, unos nutrientes que son muy fáciles de recibir en una dieta como la nuestra, donde abundan las frutas, las hortalizas o las legumbres», comenta el cocinero.

En relación a si la dieta mediterránea es tan beneficiosa para el cerebro como para el corazón Ávalos apunta que al igual que el corazón, el cerebro necesita de un sistema circulatorio fluido, lo que se consigue con unas grasas de calidad como las que nos proporcionan los pescados azules, el aceite de oliva y las semillas.

El autor explica además que el cerebro consume en su funcionamiento una gran cantidad de energía, en forma de glucosa, que debe recibir de los alimentos ricos en hidratos de carbono, y las sinapsis de sus neuronas se realizan gracias a unos neurotransmisores que se sintetizan a partir de proteínas de calidad.

«Cuando llevamos una alimentación rica en esos nutrientes, el cerebro recibe a tiempo esa energía que necesita, dispone de la materia prima para realizar las sinapsis, y se siente protegido a través de los antioxidantes».

Así, añade Ávalos, no solo se pueden prevenir muchos trastornos mentales sino que es posible incrementar el rendimiento de nuestro cerebro y retrasar su envejecimiento.

NUTRIENTES QUE AYUDAN A L CEREBRO

«Lo primero que el cerebro necesita es glucosa, que debe recibir de una manera constante ya que apenas tiene reservas. Esto significa que los mejores alimentos para suministrársela son los que contienen hidratos de carbono complejos, como los cereales, por que pasan al torrente sanguíneo de manera progresiva», aclara Ávalos.

Según señala el autor, el cerebro también necesita proteínas de calidad, ricas en aminoácidos esenciales y muy asimilables, para producir los neurotransmisores, y cierto tipo de grasas, como los omega 3 o los fosfolípidos, aunque todas sean necesarias en un equilibrio.

En cuanto a los micronutrientes, son especialmente importantes para la salud cerebral las vitaminas B6, C, E y el ácido fólico, minerales como el magnesio, y en el apartado de los oligoelementos el zinc, el hierro, y el yodo.

Ávalos ofrece una lista de los 10 alimentos que constituyen por sí mismos fórmulas magistrales para la mente en la que explica por qué son beneficiosas para el cerebro:

1- MANZANA

Especialmente por su riqueza en pectina, que es un tipo de fibra soluble, que tiene la virtud de proteger al cerebro del exceso de colesterol y de metales neurotóxicos como el mercurio, el plomo o el cadmio. Esta misma fibra favorece el equilibrio de la flora intestinal, el lugar donde se gesta la salud general de todo nuestro organismo, incluido nuestro órgano pensante.

2- QUINOA

Por su riqueza en ciertos ácidos grasos, pero sobre todo por su alto contenido en aminoácidos esenciales, que son vitales para la producción de los neurotransmisores. Este alimento también contiene minerales que son importantes para el cerebro como el hierro, el magnesio o el fósforo. Por otra parte, la quinoa tiene un bajo índice glucémico, lo que significa que aporta glucosa de manera lenta y progresiva, una virtud positiva de cara a un buen rendimiento mental.

3- SÉSAMO

Este alimento es interesante para el cerebro por su contenido en ácidos grasos, que se encuentran en una relación que facilita el control del colesterol y los triglicéridos. También es una de las mejores fuentes de lecitina que mejora la circulación sanguínea y forma parte de la estructura neuronal del cerebro. Además, estas semillas son una auténtica mina de minerales, especialmente de magnesio y fósforo, pero también de selenio, que protege a las células nerviosas de los daños oxidativas provocados por los radicales libres. Aporta vitamina E en cantidades importantes.

4- GRANADA

La granada es un gran neuroprotector, pues se trata de uno de los alimentos con mayor poder antioxidante que se conocen. Su gran riqueza en pigmentos naturales es una de las razones de esta propiedad, pero también por su contenido en otros polifenoles, que además, fortalecen los pequeños capilares que riegan el cerebro. También contiene pectina y vitamina C en cantidades importantes.

5- NUECES

Es interesante por sus ácidos grasos esenciales, como el omega, que entre otras muchas propiedades, contribuyen a asegurar un buen flujo sanguíneo en el cerebro. Las nueces estimulan la producción de neurotransmisores, y aportan lecitina y micronutrientes importantes para las funciones cognitivas como el fósforo, el hierro, el magnesio.

6- HUEVO

El huevo es una fuente de proteínas de primerísima calidad, y esto es bueno para facilitar la sinapsis de nuestras neuronas cerebrales. Es rico en lecitina y aporta vitamina B12, una vitamina muy escasa en el reino vegetal, pero necesaria para el buen mantenimiento del sistema nervioso y la formación de los glóbulos rojos, necesarios para la oxigenación del cerebro.

7- TÉ VERDE

El té verde es interesante en una dieta neuroprotectora por su contenido en polifenoles, pero sobre todo gracias a un flavonoide (galato de epigalocatequina). El té verde nos puede ayudar a dejar el café, una bebida que en exceso puede llegar a ser neurotóxica, porque es un estimulante intelectual que nos mantiene alerta, pero no excita. Parece ser que bajo sus efectos nos concentramos mejor y es más fácil recordar datos. Ayuda a evitar los picos de glucemia.

8- AGUACATE

Este alimento es muy rico en grasas insaturadas, sobre todo del omega 9 que es necesario para el crecimiento y la buena comunicación entre las neuronas. La función que cumple este ácido graso es especialmente importantes durante el periodo en el que hay un mayor desarrollo del cerebro, en la fase prenatal, por lo que es importante que las mujeres embarazadas incluyan el aguacate en su dieta. También es rico en vitaminas A y C.

9- ALGAS

Las algas en general son alimentos extraordinarios porque concentran muchos nutrientes, como proteínas de alto valor biológico, y todos los minerales que necesitamos en unas proporciones óptimas para ser asimilados. Algunas algas aportan mucho hierro, que facilita la oxigenación del cerebro, junto con la vitamina C, que ayuda a integrarlo en el cuerpo. El ácido algínico de algunas algas es muy eficaz para eliminar sustancias potencialmente peligrosas para nuestro cerebro.

10- PESCADO

El pescado, además de ser una buena fuente de proteínas y aminoácidos de calidad, aporta hierro del tipo hemo que es muy asimilable. Pero sobre todo, porque nos suministran ácidos grasos de la serie omega 3, ya transformados en sus formas más activas (EPA y DHA), que cumplen funciones muy importantes para el corazón, pero también para el cerebro, como regular la tensión arterial, mejorar la circulación y producir vasodilatación.

Las cinco bebidas que ayudan a perder peso

Telecinco / Lifespain
Si has decidido perder esos kilos que te sobran, seguramente sabrás que la mejor manera de hacerlo es mediante la combinación de ejercicios con una dieta sana, equilibrada y nutritiva. Sin embargo, hay algunos tipos de bebidas que acelerarán la quema de grasa y te ayudarán a perder peso más rápido de lo normal. Estas son las bebidas más eficientes para ayudar a perder peso:

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1. Zumos detox

Los zumos ‘detox’ son, sin duda, los aliados más fiables en la batalla contra los kilos de más. Se pueden hacer fácilmente en la cocina, con frutas y verduras, o combinándolos. Se sabe que los cítricos tienen una gran capacidad desintoxicante porque ayudan a depurar toxinas. Alimentos ricos en fibra como el jengibre, las zanahorias o las manzanas son muy recomendables para añadir a estos zumos ya que ayudan al buen funcionamiento del aparato digestivo además de la gran cantidad de antioxidantes que aportan al cuerpo. Los antioxidantes son esenciales, ya que protegen el cuerpo de los efectos negativos de los radicales libres que pueden causar estragos en la salud. Así, los zumos ‘detox’ ayudan al cuerpo a deshacerse de las toxinas, productos químicos y todas las sustancias peligrosas que se han acumulado en el interior de los intestinos y, además, ayudan a perder peso de la manera más rápida y natural. Una cosa es segura: todos aquellos que quieren bajar de peso y mantenerse saludables deben pasar por lo menos por  una o dos sesiones de desintoxicación en un año.

2.  Zumos vegetales

Los zumos vegetales también ayudan a los esfuerzos para bajar peso a largo plazo y es conocido el hecho de que el tipo más adecuado de verduras para bajar peso son las crucíferas. No importa si el zumo se hace sólo con ellas o combinadas con otras frutas. Estas verduras (col rizada, repollo, brócoli, coliflor…) son el arma de combate más eficiente contra la grasa y no hay mejor manera de mantener todas las toxinas a distancia. Otra ventaja notable de los zumos vegetales es que, además de ayudar al cuerpo a combatir los radicales libres y mantener la salud, también equilibran los niveles de hormonas en el cuerpo y evitan que los disruptores hormonales interfieran con los niveles hormonales normales. Las verduras crucíferas son muy ricas en fitonutrientes naturales, perfectas para la reducción de la cantidad total de grasa corporal, para reducir la inflamación y controlar los niveles de azúcar en la sangre, para el equilibrio de los niveles de hormonas, así como para proporcionar una desintoxicación general exhaustiva.

3.  Té verde

El té verde se ha utilizado durante cientos de años, debido a sus numerosos beneficios, y la pérdida de peso es sólo uno de ellos. Aunque el té verde por sí solo sólo le ayudará a perder unos cuantos kilos, sin duda será un gran aporte a su dieta a largo plazo. Beber una taza de té al día proporciona todos los antioxidantes que necesitamos y también ayudan a quemar grasa a un ritmo más rápido. Estos tés son perfectos para quemar más calorías, así como para aumentar los niveles de energía en general y para suprimir el apetito. El té verde es muy popular entre el pueblo japonés, y se dice que también ayuda a reducir el estrés y relajarse.

4.  Zumo de pera y arándanos

Los zumos de frutas son deliciosos, fáciles de preparar y muy ricos en nutrientes, vitaminas y minerales. Además,  hay  cientos de diferentes frutas para elegir. La pera y los arándanos son sólo dos de los más delicioso, más eficientes y más buscados ya que tienen un alto contenido en vitamina C. No sólo ayudan a bajar peso, sino que también aumentan los niveles de energía y darán al cuerpo las vitaminas y proteínas esenciales que tanto necesita. Al mismo tiempo, es un hecho conocido que el zumo de arándano es esencial para evitar infecciones urinarias como la infección por bacterias E-coli . Las peras, por otro lado, añaden magnesio, potasio y fósforo al zumo de fruta y son esenciales para una vida sana, por no hablar de que son muy ricos en vitamina C y calcio, siendo este último de especial importancia para el mantenimiento de su huesos sanos y fuertes.

5. Café negro

El café negro, consumido con moderación, tiene una gran cantidad de beneficios para la salud: No sólo contiene antioxidantes que combaten los radicales libres y reducen el riesgo de ciertos tipos de cáncer, sino que también puede reducir el riesgo de diabetes, así como enfermedades del corazón. Al mismo tiempo, la cafeína es perfecta para  aumentar el número de calorías quemadas. Pero ¡cuidado! porque para perder peso, el café negro hay que consumirlo sin leche o azúcar.