10 alimentos para tu cerebro

El cerebro, como cualquier otro órgano de nuestro cuerpo, necesita un suministro diario de nutrientes que son vitales para su buen funcionamiento, así como para poder sostener una estructura que se renueva incesantemente. ¿Dónde encontrarlos?

Tribuna Ávila, Infosalus
cerebro_detailSegún explica a Infosalus Santi Ávalos, cocinero y autor de ‘Alimenta tu cerebro’ (RBA, 2014), la cocina mediterránea está entre las más apreciadas del mundo, no solo por sus delicias gastronómicas, sino por las grandes propiedades salutíferas de sus materias primas. «El cerebro necesita antioxidantes, vitaminas como la C o la E y fibra, unos nutrientes que son muy fáciles de recibir en una dieta como la nuestra, donde abundan las frutas, las hortalizas o las legumbres», comenta el cocinero.

En relación a si la dieta mediterránea es tan beneficiosa para el cerebro como para el corazón Ávalos apunta que al igual que el corazón, el cerebro necesita de un sistema circulatorio fluido, lo que se consigue con unas grasas de calidad como las que nos proporcionan los pescados azules, el aceite de oliva y las semillas.

El autor explica además que el cerebro consume en su funcionamiento una gran cantidad de energía, en forma de glucosa, que debe recibir de los alimentos ricos en hidratos de carbono, y las sinapsis de sus neuronas se realizan gracias a unos neurotransmisores que se sintetizan a partir de proteínas de calidad.

«Cuando llevamos una alimentación rica en esos nutrientes, el cerebro recibe a tiempo esa energía que necesita, dispone de la materia prima para realizar las sinapsis, y se siente protegido a través de los antioxidantes».

Así, añade Ávalos, no solo se pueden prevenir muchos trastornos mentales sino que es posible incrementar el rendimiento de nuestro cerebro y retrasar su envejecimiento.

NUTRIENTES QUE AYUDAN A L CEREBRO

«Lo primero que el cerebro necesita es glucosa, que debe recibir de una manera constante ya que apenas tiene reservas. Esto significa que los mejores alimentos para suministrársela son los que contienen hidratos de carbono complejos, como los cereales, por que pasan al torrente sanguíneo de manera progresiva», aclara Ávalos.

Según señala el autor, el cerebro también necesita proteínas de calidad, ricas en aminoácidos esenciales y muy asimilables, para producir los neurotransmisores, y cierto tipo de grasas, como los omega 3 o los fosfolípidos, aunque todas sean necesarias en un equilibrio.

En cuanto a los micronutrientes, son especialmente importantes para la salud cerebral las vitaminas B6, C, E y el ácido fólico, minerales como el magnesio, y en el apartado de los oligoelementos el zinc, el hierro, y el yodo.

Ávalos ofrece una lista de los 10 alimentos que constituyen por sí mismos fórmulas magistrales para la mente en la que explica por qué son beneficiosas para el cerebro:

1- MANZANA

Especialmente por su riqueza en pectina, que es un tipo de fibra soluble, que tiene la virtud de proteger al cerebro del exceso de colesterol y de metales neurotóxicos como el mercurio, el plomo o el cadmio. Esta misma fibra favorece el equilibrio de la flora intestinal, el lugar donde se gesta la salud general de todo nuestro organismo, incluido nuestro órgano pensante.

2- QUINOA

Por su riqueza en ciertos ácidos grasos, pero sobre todo por su alto contenido en aminoácidos esenciales, que son vitales para la producción de los neurotransmisores. Este alimento también contiene minerales que son importantes para el cerebro como el hierro, el magnesio o el fósforo. Por otra parte, la quinoa tiene un bajo índice glucémico, lo que significa que aporta glucosa de manera lenta y progresiva, una virtud positiva de cara a un buen rendimiento mental.

3- SÉSAMO

Este alimento es interesante para el cerebro por su contenido en ácidos grasos, que se encuentran en una relación que facilita el control del colesterol y los triglicéridos. También es una de las mejores fuentes de lecitina que mejora la circulación sanguínea y forma parte de la estructura neuronal del cerebro. Además, estas semillas son una auténtica mina de minerales, especialmente de magnesio y fósforo, pero también de selenio, que protege a las células nerviosas de los daños oxidativas provocados por los radicales libres. Aporta vitamina E en cantidades importantes.

4- GRANADA

La granada es un gran neuroprotector, pues se trata de uno de los alimentos con mayor poder antioxidante que se conocen. Su gran riqueza en pigmentos naturales es una de las razones de esta propiedad, pero también por su contenido en otros polifenoles, que además, fortalecen los pequeños capilares que riegan el cerebro. También contiene pectina y vitamina C en cantidades importantes.

5- NUECES

Es interesante por sus ácidos grasos esenciales, como el omega, que entre otras muchas propiedades, contribuyen a asegurar un buen flujo sanguíneo en el cerebro. Las nueces estimulan la producción de neurotransmisores, y aportan lecitina y micronutrientes importantes para las funciones cognitivas como el fósforo, el hierro, el magnesio.

6- HUEVO

El huevo es una fuente de proteínas de primerísima calidad, y esto es bueno para facilitar la sinapsis de nuestras neuronas cerebrales. Es rico en lecitina y aporta vitamina B12, una vitamina muy escasa en el reino vegetal, pero necesaria para el buen mantenimiento del sistema nervioso y la formación de los glóbulos rojos, necesarios para la oxigenación del cerebro.

7- TÉ VERDE

El té verde es interesante en una dieta neuroprotectora por su contenido en polifenoles, pero sobre todo gracias a un flavonoide (galato de epigalocatequina). El té verde nos puede ayudar a dejar el café, una bebida que en exceso puede llegar a ser neurotóxica, porque es un estimulante intelectual que nos mantiene alerta, pero no excita. Parece ser que bajo sus efectos nos concentramos mejor y es más fácil recordar datos. Ayuda a evitar los picos de glucemia.

8- AGUACATE

Este alimento es muy rico en grasas insaturadas, sobre todo del omega 9 que es necesario para el crecimiento y la buena comunicación entre las neuronas. La función que cumple este ácido graso es especialmente importantes durante el periodo en el que hay un mayor desarrollo del cerebro, en la fase prenatal, por lo que es importante que las mujeres embarazadas incluyan el aguacate en su dieta. También es rico en vitaminas A y C.

9- ALGAS

Las algas en general son alimentos extraordinarios porque concentran muchos nutrientes, como proteínas de alto valor biológico, y todos los minerales que necesitamos en unas proporciones óptimas para ser asimilados. Algunas algas aportan mucho hierro, que facilita la oxigenación del cerebro, junto con la vitamina C, que ayuda a integrarlo en el cuerpo. El ácido algínico de algunas algas es muy eficaz para eliminar sustancias potencialmente peligrosas para nuestro cerebro.

10- PESCADO

El pescado, además de ser una buena fuente de proteínas y aminoácidos de calidad, aporta hierro del tipo hemo que es muy asimilable. Pero sobre todo, porque nos suministran ácidos grasos de la serie omega 3, ya transformados en sus formas más activas (EPA y DHA), que cumplen funciones muy importantes para el corazón, pero también para el cerebro, como regular la tensión arterial, mejorar la circulación y producir vasodilatación.

El ejercicio y la alimentación ayuda a prevenir la obesidad y la diabetes en adolescentes

LA INSULINA Y LA LEPTINA, MÁS CONTROLADAS 

Europa Press
Una investigación internacional en la que han participado investigadores de las universidades de Zaragoza, Granada y la Politécnica de Madrid sugiere que la actividad física y unos hábitos alimenticios más saludables pueden ayudar a prevenir la obesidad y la diabetes, ya que permiten tener los niveles de insulina y leptina más controlados.

   La obesidad y las enfermedades asociadas a ella, como la diabetes, son un problema entre la población joven, de ahí que el proyecto europeo HELENA se haya centrado en estudiar hábitos de vida saludable que ayuden a paliar este problema.

Los investigadores han constatado que los adolescentes con mayores niveles de fuerza muscular y de actividad física tienen menores niveles de la hormona insulina y de resistencia a la misma, que son aspectos fundamentales para controlar la glucosa y prevenir la diabetes, según ha explicado al Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC) David Jiménez Pavón, de la Universidad de Zaragoza y antiguo miembro de la Universidad Politécnica de Madrid con la que colabora en estos trabajos.

Además, cuando los adolescentes practican más actividad física o tienen mejor estado de forma poseen niveles más controlados de otra hormona, la leptina, relacionada con el gasto energético y el control del apetito.

De las investigaciones también se concluye que no solo es importante el ejercicio, sino que los hábitos de alimentación pueden influir en los niveles de insulina, que aumenta en el caso de una mala elección de alimentos.

Estos resultados son de especial relevancia para adolescentes que en edad de crecimiento y asimilación de hábitos están aún en situación de modificar un estilo de vida no saludable por otro más activo cuyas consecuencias repercutirán en el resto de sus vidas.

Hacer ejercicio y controlar el peso reduce un 40% el riesgo de cáncer

Un estudio en pacientes murcianos detecta que uno de cada cuatro tumores de riñón está asociado a la obesidad

A. Garcia / La opinión de Murica

Seguir una dieta equilibrada, controlando el peso y haciendo ejercicio físico permite reducir hasta un 40% el riesgo de tener cáncer. Este es uno de los resultados del estudio internacional EPIC –European Prospective Investigation into Cancer–, en el que han participado pacientes murcianos, y en el que se recoge que aquellas poblaciones que tienen un alto seguimiento de la dieta mediterránea presentan menos casos de cáncer en general, y sobre todo, de los cánceres relacionados con el tabaco, que aquellas que tienen menos similitudes con esta alimentación.

La doctora Pilar Gómez Enterría, coordinadora del área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, afirmó que «el seguimiento a lo largo de estos años de la cohorte del estudio EPIC está permitiendo establecer relaciones causales ente dieta/estilo de vida y la incidencia del cáncer, determinando qué factores dietéticos pueden favorecer el riesgo de padecer ciertos tipos de cánceres y cuáles en cambio pueden tener un efecto protector».

La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer y el Instituto Nacional del Cáncer destacan la asociación existente entre la obesidad y el cáncer, con un aumento del riesgo de contraer cáncer de mama tras la menopausia. Así, «uno de cada tres cánceres de endometrio y de esófago, y uno de cada cuatro de riñón están asociados con la obesidad», según explicó la doctora. Respecto a la actividad física, asegura la experta que la realización de ejercicio habitual disminuye el riesgo de padecer cáncer de colon, mama, próstata y pulmón. También hay que destacar que la ingesta excesiva de alcohol se asocia a mayor incidencia de cáncer de boca, mama, hígado y estómago.

El estudio recoge que las necesidades nutricionales de estos pacientes son, en general, superiores a las de una persona sana, debido en parte a los trastornos metabólicos que produce el propio cáncer y al tratamiento que se aplica. «No hay ningún alimento ni ningún tipo de dieta milagrosa que curen el cáncer», aseguró Gómez Enterría. «Como en cualquier situación, fisiológica o patológica, lo adecuado es realizar una dieta equilibrada, variada y ajustada a las necesidades nutricionales de cada enfermo, procurando incluir todos los grupos de alimentos y rotando la elección de los alimentos incluidos en cada grupo», subrayó. En el estudio participan 520.000 sujetos sanos de diez países europeos y en España se han seleccionado pacientes de Murcia, Asturias, Granada, Guipuzcoa y Navarra.