El Doctor Bravo dice que también son mejores hijos
Ana Nodal, Revista Aquí Castilla -La Mancha
Ni administraciones sanitarias ni entidades privadas están dispuestas a que nuestros niños sigan alimentándose de manera inadecuada.
Y, en este sentido, el desayuno juega un papel fundamental. No en vano, de esa primera comida del día depende no sólo la salud de los chavales, sino su estado emocional e incluso su propio rendimiento escolar. Lo explica Rubén Bravo, naturópata experto en nutrición.
Nueve de cada diez niños de Castilla-La Mancha no desayunan. Son datos alarmantes que han movilizado no sólo a las administraciones sanitarias, sino a entidades privadas como el centro comercial Luz del Tajo, que ha promovido junto al Instituto Médico Europeo de la Obesidad el llamado desayuno 3S: sostenible, saludable y social. Rubén Bravo, neurópata experto en nutrición, indica que los malos hábitos de alimentación son peores en nuestra Comunidad que en el resto de España. “A nivel nacional, son un 10% los que no desayunan, aunque la mayoría no lo haga bien. Pero en Castilla-La Mancha es un 90% el porcentaje de niños que se van al cole sin desayunar” .
Otro dato a tener en cuenta, añade el doctor Bravo, es que el 27,8% de la población infantil “se encuentra en un nivel de sobrepeso u obesidad. Y esto es grave”. Para intentar paliar esta situación, el Instituto Médico Europeo ha desarrollado tres actividades. “En principio, hemos organizado una serie de talleres, seleccionando niños de los colegios de la zona, entre 130 y 150, para enseñarles a tomar un desayuno completo, saludable. No sólo intentamos que elijan alimentos, sino que los puedan elaborar ellos. Para ello cuentan con el apoyo de profesionales y monitores. El día 28 harán una fiesta con todos ellos”.
La página web ‘http://www.laformuladeldesayuno3s.com, es otra de las apuestas de este instituto médico para conseguir que los chavales se alimenten convenientemente. “Esta página web está más bien orientada a los padres”, explica el doctor Bravo. “Les damos un montón de información acerca de cómo debe ser ese desayuno saludable. También incluimos un test donde los padres podrán rellenar todas esas preguntas, cinco, muy sencillas, que contribuirán a informarles sobre lo que están haciendo bien, lo que están haciendo mal y cómo deberían hacerlo para que sus hijos desayunen de una forma más adecuada.”
La tercera iniciativa que ha puesto en marcha el Instituto Médico Europeo de la Obesidad es la configuración de ese desayuno saludable, “que lo llamanos el desayuno 3S. ¿Por qué? Porque, por un lado, nos centramos en que sea un desayuno social, dirigido principalmente a que los padres estén más tiempo con sus hijos en del desayuno, que dediquen entre 15 y 20 minutos a esta primera comida del día, que les ayuden a escoger los alimentos, a prepararlos, y que mientras que estén desayunando conversen sobre las cosas que les interesan. ¿Qué está ocurriendo ahora? Que, o bien no se desayuna, o se desayuna rápido. Eso hace que los niños tengan desayunos incompletos y, al tener que comer rápido, a la larga se les está creando una ansiedad por la comida, que es uno de los problemas principales que tenemos en los adultos obesos, que comen con mucha ansiedad y muy rápido”.
“La segunda S que tenemos es la de sostenible. En Toledo va muy bien porque hay alimentos muy ricos de la zona y lo que intentamos inculcar es que los niños consuman alimentos de su región y que intenten elegir los alimentos de temporada. Y por otro lado es crucial la parte del desayuno que se refiere a qué seleccionar, es decir, de qué tiene que estar compuesto un desayuno”. En este sentido, Rubén Bravo especifica que “debería estar compuesto por un hidrato de carbono, a ser posible integral. En este caso podemos hablar de unos cereales integrales, de un pan de centeno integral o de avena integral. Este hidrato de carbono lo que les va a proporcionar es energía de una forma lenta pero sostenible y moderada a lo largo de toda la mañana. Va a evitar que se cansen a lo largo de la mañana. Además, hay que incluir una pieza de fruta, que es una de las cosas que los niños se suelen saltar. La fruta les va a dar ese piquito de insulina inicial en el desayuno para que comiencen el día con energía. Y luego, por otro lado, también hemos de incluir un lácteo y una proteína. La proteína puede ser un poquito de jamón york, jamón serrano, pavo… Y el lácteo, un yogur, un vaso de leche, etc. ¿Qué les van a proporcionar estos dos últimos alimentos? Sobre todo están orientados al crecimiento. La leche proporciona calcio para potenciar y reforzar sus huesos y la proteína va a ayudarles en el crecimiento muscular”.
El llamado Desayuno 3S es recomendable desde que el niño tiene dos o tres años. “Así será más fácil que cojan un hábito. Si tú ves que tu padre come rápido o que se toma lo primero que coge, los niños van a intentar imitarlo. Si en cambio ven que les dedican un poquito de tiempo, que comen con paciencia, que eligen alimentos adecuados, también van a intentar seguir sus pasos. Recomendamos que en cuanto dejen de comer como bebés se empiece a educar a los niños en este tipo de alimentación. Hacerlo a los 15 años ya es imposible”.
Para llevar a cabo una alimentación adecuada sería imprescindible poco menos que un cambio en los hábitos de vida. Y es que hoy en día los chavales se acuestan tarde, lo que conllevar que se levanten con la hora justa para ir al colegio sin dedicar el tiempo necesario para el desayuno. “Esos malos hábitos están influenciando negativamente tanto su salud como su forma de ser. Ahora estamos potenciando unas generaciones con un exceso de hiperactividad, agresividad, combinados con niveles de apatía, sin incentivos. Y esto está muy, muy relacionado con la alimentación. La mayoría de los alimentos que suelen tomar los jóvenes o los niños suele estar llena de picos de insulina, donde se toma un azúcar ya sea en forma de zumo o chuchería o bollería y es que esto les está creando una tendencia a un comportamiento bipolar, lo que hace cuando llega la adolescencia surjan los problemas”.
Hay otro hecho a tener en cuenta, señala el doctor Bravo: “los niños menores de 14 años pasan delante del televisor, la consola o el ordenador, entre tres y cinco horas al día. Es decir, cuando llegan del colegio se pasan la mayor parte del tiempo ahí sentados. Antes los niños estaban todo el día en la calle, montando en bici, jugando… ahora no y las relaciones sociales han bajado en este aspecto”.
El modo de vida ha cambiado, en general. Los padres casi nunca están en casa “y tampoco quieren discutir con ellos. Los ves en un desayuno, en una cena… Y es difícil, cuando les ves un rato, estar inculcándoles que tienen que tomar verdura o comer pescado. Si eso se lo hacemos desde pequeños lo van a ver normal. Uno de los problemas fundamentales en este sentido es de los padres ¿por qué trabajas tanto?, ¿por qué no ves a tus hijos? para que ellos tengan todo lo necesario: estudios, ropa, puedan ir a la universidad… Pero en algo tan fundamental como es su salud y como es su estado emocional, en el que incide la comida directamente, falta esa preocupación de los padres”.
El doctor Bravo aclara que “no hay alimentos prohibidos, aunque algunos se deberían tomar de forma moderada, como la bollería, los dulces, las bebidas excitantes, hamburguesasa, pizzas. Con una vez a la semana, dos veces a la semana, como mucho, es suficiente”.
También hay solución para aquellos que se levantan inapetentes. “Nosotros incluimos en el desayuno tanto según me levanto como la media mañana.Nada más levantarse se pueden tomar un lácteo o una pieza de fruta, que eso sí entra bien,y luego, cuando vaya al cole, puede llevar un sándwich con jamón york y algo de pan integral.Ya tenemos hecho el desayuno perfecto”.
El desayuno es la principal comida del día. La Organización Mundial de la Salud habla de un 35% de las calorías consumidas en el desayuno y media mañana y Sanidad habla de un 30%. “Ahí tenemos que meter un tercio de toda la comida que vamos a tomar en el día. Es cuando el cuerpo necesita más, está más activo, el metabolismo arranca fuerte. Tendríamos que cenar muy poquito y empezar a descansar a partir de las once de la noche como muy tarde. Siguiendo este biorritmo, nos levantaremos por la mañana más prontito, con más energía, estaremos más despiertos y nos apetecerá desayunar más fuerte. Estos son cambios de hábitos”.
Lo cierto es que hay estudios que indican que los niños que hacen un desayuno adecuado sacan mejores notas, rinden más en el colegio. “Y son más estables emocionalmente, son mejores compañeros, son más equilibrados como personas… Al final, el combinar algo que les dé un poquito de ánimo por la mañana y un hidrato de carbono que les va dando de forma estable energía a lo largo de toda la mañana, hace que su comportamiento sea estable. Están más atentos, no tienen sensación de taquicardia, como les pueden producir unos azúcares simples o un zumo de naranja con azúcar añadido o una bollería. Los niños que desayunan bien actúan de forma equilibrada y eso en su carácter se nota y en la forma de concentrarse, de atender en clase, de portarse bien, de asimilar la información, de ahí que obtengan mejores notas. Y también son mejores hijos. Es raro encontrar un chaval que saque unas notas excelentes y que luego en casa sea un desastre. Porque están más equilibrados, son más maduros, no tienen cambios en su cuerpo que muchas veces ni ellos mismos saben por qué les ocurren”.
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