Las bebidas light también engordan

Fuente: Punto Radio 

Las bebidas light también engordan, afirma Rubén Bravo en este programa de Punto Radio. El especialista en nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) añade que «el consumo habitual de este tipo de productos afecta nuestro sistema endocrino y hormonal, y a la larga nos hace engordar». Su consejo para quienes quieren cuidarse es evitar los estimulantes, tanto la teína como la cafeína lo máximo posible. La propaganda comercial no siempre es garantía 100 % del producto, hay que desafiar la tentación de consumir las bebidas, yogures, galletas, etc. delicatesen light o con 0% de grasa o azúcares, pensando que éstos «no nos engordarán». Porque a veces es mejor tomar el producto original en su justa medida que buscar variantes light.

Para escuchar esta parte del programa Queremos hablar con Javier Silvestre, pulsa play.

Fuente: Teinteresa.es

– Un estudio de dos universidades de EEUU demuestran que abusar de los refrescos dietéticos elevan factores de riesgo vascular, como la hipertensión, diabetes e incluso la obesidad abdominal.

– La investigación ha revelado que las personas que toman diariamente estas bebidas tienen un 43% más de probabilidad de sufrir una enfermedad vascular.

Abusar de los refrescos ‘light’ engorda y, además, eleva el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular. Así lo ha demostrado un estudio desarrollado por dos universidades de Estados Unidos, que ha medido los efectos de estas bebidas en 2.564 personas, residentes en Manhattan, durante diez años.

El resultado de esta investigación, publicada en la revista ‘The Journal of General Internal Medecine, es que las personas que consumen a diario refrescos dietéticos, que son edulcorados artificialmente, tienen un 43% más de probabilidad de sufrir una enfermedad vascular, porque los factores de riesgo aumentan, por ejemplo, la diabetes, la mayor presión alterial o la obesidad abdominal.

Los investigadores señalan que el estudio acredita una relación entre el abuso de estas bebidas y el riesgo de padecer un ataque al corazón e incluso un ictus. Sin embargo, los mecanismos que expliquen por qué estos productos pueden afectar al sistema vascular no están claros. Por ello, el autor, Hannah Gardener, pide a los consumidores de estos refrescos que no se alarmen, ya que el riesgo está en su abuso.

Por ello, el investigador señala que este resultado obliga a hacer una investigación más amplia, antes de que se pueden sacar conclusiones sobre los efectos potenciales para la salud de estas bebidas, que se venden como producto para frenar el sobrepeso por el menor aporte de calorías y la ausencia de azúcar.

División entre los expertos

Antonio Gil, especialista del Grupo de Estudio de enfermedades cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología, explica que estas bebidas contienen fructosa, que es un edulcorante que si se consume en exceso puede elevar el nivel de hipertensión, la obesidad y los casos de diabetes. «Es otro tipo de azúcar que no metabolizamos igual que la glucosa. Aunque estas bebidas aporten menos calorías, si se consumen diariamente, se ha visto que eleva el riesgo vascular».

El doctor Gil insiste en que no hay que activar alarmas, sino advertir de los resultados de esta investigación. El especialista pone el acento en que se están cambiando los hábitos saludables y el mayor consumo de estas bebidas sin azúcar es una muestra de la situación. «Es preferible una botella de agua e incluso un vaso de vino, que un refresco sin azúcar».

En cambio, Rosa María Ortega, catedrática de nutrición de la Universidad Complutense, sostiene que no se puede establecer un causa entre el consumo diario de bebidas sin azúcar y el mayor riesgo vascular. Pero sí admite «una relación», ya que la persona que habitualmente toma refrescos ‘light’ está preocupada por su dieta, y puede tener sobrepeso u obesidad, que son factores de riesgo en las enfermedades cardiovasculares. «No es consumo de estas bebidas el problema, sino los hábitos que pueden llevar las personas».  A veces, el consumidor habitual de edulcorantes y productos ‘light’ utiliza como pretexto ese alimento bajo en calorías, para consumir otros que les supondrán un mayor aporte calórico. «Es como el que se pide un café con sacarina y luego se pide un dulce», comenta Ortega.  La experta subraya que no es peligroso el consumo habitual de edulcorantes, como la sacarina, o la fructosa.

España ya supera a Estados Unidos en obesidad infantil

La cifra se sitúa en un 19% de niños obesos en este país frente al 16% de los estadounidenses

EFE / La Vanguardia

España se ha situado por delante de Estados Unidos en obesidad infantil, con un 19% de niños obesos en este país frente al 16% de los estadounidenses, un porcentaje que triplica al de hace 30 años. Así lo ha indicado este viernes el doctor Pedro José Benito, profesor de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, durante la celebración de un congreso en el que se ha presentado el resultado de un innovador Programa de Nutrición y Actividad Física para el tratamiento de la Obesidad (Pronaf).

Se trata de un estudio pionero en España en el que han participado, durante 5 años, más de 30 investigadores y 2.000 voluntarios, y en el que, por primera vez, se ha combinado la dieta con los gimnasios como centros preventivos y curativos de salud. Las personas con sobrepeso que han participado en el trabajo lograron una reducción media de peso de entre 8 y 9 kilos, y las que tenían obesidad de hasta unos 12, aunque las respuestas individuales al tratamiento han sido muy variadas. El trabajo ha estado avalado por el Ministerio de Ciencia y ha sido liderado por la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM). Benito, investigador principal del proyecto, ha precisado que el 45,2% del exceso de peso detectado en los niños españoles se reparte de la siguiente manera: el 26,1% es sobrepeso y el 19,1% a obesidad. El problema es «muy preocupante», según ha dicho, porque estos menores tienen mayor riesgo de desarrollar problemas cardiometabólicos, diabetes tipo 2 o aterosclerosis antes de llegar a convertirse en adultos.

«El aumento de la actividad física y el cuidado en la alimentación son las claves para asegurar generaciones sanas», ha sentenciado el profesor. Ha apuntado que las intervenciones dirigidas a niños con obesidad suelen estar orientadas exclusivamente a la pérdida de peso, y es fundamental incluir el ejercicio en la educación y no asociar las actividades físicas ni la dieta a un castigo para el menor. En cuanto a los adolescentes, ha explicado que el 80% de los que sufren obesidad continuará con este problema en la edad adulta, por lo que la infancia es el momento ideal para reconducir los malos hábitos. España tiene un 38,7% de la población adulta con sobrepeso y un 14,5% con obesidad, y se prevé que, en 2030, el 37% de los hombres y el 33% de las mujeres españolas padecerán la enfermedad.

El experto ha resaltado, como dato negativo, que la población española es «eminentemente sedentaria», ya que sólo un 43% realiza actividad física de forma regular. Actualmente, ha relatado, el exceso de peso supone un 8% del gasto total sanitario en España, un dato que, al igual que las estadísticas de la enfermedad, se prevé irá en aumento. A medida que se van cumpliendo años, la grasa visceral aumenta y, como media, un individuo gana 6 kilos de peso y pierde otros tantos de músculo entre los 25 y los 65 años. «En el caso de las mujeres se cuatriplica la grasa intervisceral y en el de los hombres se duplica», ha matizado Benito.Este factor es «determinante» en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2, por lo que su reducción es fundamental. El especialista ha comentado que la salud del individuo viene determinada por su estilo de vida, en el que se incluye la dieta y el ejercicio (un 42%), el medioambiente (20%), la genética (28%) y el sistema sanitario (10%).

Marcela González-Gross, doctora en Farmacia y coordinadora del programa PRONAF, ha hecho hincapié en los peligros que corren quienes pretenden reducir su peso con dietas extremas o milagro. «Lamentablemente, el 80% de las mujeres españolas en la cuarentena prefiere estar delgada a sana», ha lamentado. En esta línea, ha abundado en que las dietas que eliminan algún tipo de alimento, como las que reducen los hidratos de carbono, son «muy peligrosas» porque, entre otros riesgos, generan una pérdida de agua y electrolitos que puede producir mareos y déficit de atención. Aquellas por debajo de 1.000 calorías diarias no garantizan un equilibrio nutricional y, en las de 1.500, hay que recurrir a suplementos vitamínicos, ha concluido la profesora.