Al menos una de cada cinco personas es obesa en Estados Unidos

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Sucede en Washington también donde los hábitos alimentarios inadecuados y además escaso ejercicio han mantenido astante altos los índices de obesidad global en Estados Unidos, según relató un informe publicado ayer mismo, que registra incluso un aumento del indicador referido en seis estados del país. Entre las causas del problema, que no se practica ejecicio.

Esto es lo que han explicado los expertos: ‘Las tasas de obesidad son inaceptablemente altas, y las disparidades en los índices son profundamente preocupantes’, dijo Jeffrey Levi.

No es para menos, el director ejecutivo de la TFAH, dijo que en cada estado del país al menos una de cada cinco personas es obesa (20 por ciento). Ahí es nada.

Así se expresan los expertos al respecto: ‘Hace 30 años, ningún estado estaba por encima del 15 por ciento. El aumento fue fuerte y rápido’.

Sin ir más lejos entre los afroamericanos, la tasa de obesidad adulta llega a 40 por ciento o más en 11 estados.

Los nuevos estudios revelan que más de 20 estados presentan una tasa de obesidad que supera el tercio de la población.

Otro dato alarmante es que según estos estudios otros 6 estados han visto aumentados las tasas de obesidad con respecto al año pasado.

Uno de los estudios ha sido realizado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU y el otro por Trust for America’s Health.

Para realizar el análisis de la salud en la población, ambos estudios han llegado a utilizar datos provenientes del propio gobierno.

Jeffrey Levi, director ejecutivo de Trust for American’s Health, asegura que: «La obesidad en EE. UU. está en un punto crítico. Las tasas de obesidad son inaceptablemente altas, y las disparidades en dichas tasas son profundamente preocupantes».

Por otro lado Levi plantea algunas soluciones: «Debemos intensificar los esfuerzos de prevención a partir de la niñez temprana, y hacer un mejor trabajo de implementar unas políticas y programas efectivos en todas las comunidades, de forma que todo estadounidense tenga la mejor oportunidad de tener un peso saludable y vivir una vida sana».

Actualmente la obesidad aumenta en gran medida el riesgo de padecer enfermedades graves de la salud, desde diabetes a algunos tipos de cáncer.

Por otro lado el informe de los CDC ha utilizado informes rellenados por miles de encuestados a lo largo del país midiendo su peso y su estatura en el año 2013.

Solo existen sietes estados donde menos de una cuarta parte de la población adulta es obesa según las últimas cifras analizadas.

Estos estados son California, Colorado, Hawái, Massachusetts, Montana, Utah y Vermont (cabe añadir el Distrito de Columbia).

Según ambos estudios los estados del sur y el oeste medio tienen una más alta tasa de obesidad ya que va desde el 30 al 35% de la población. Por otro lado aunque la tasa de los aumentas se hace más lenta tras cada década de crecimiento las tasas siguen siendo demasiado altas y se necesitan tomar nuevas medidas aseguran desde Trus for American’s Health y el CDC estadounidenses.

Según el estudio, las subidas más significativas de la obesidad se dieron en seis estados: Alaska, Delaware, Idaho, New Jersey, Tennessee y Wyoming.

Dietas altas en grasas y azúcares en el embarazo pueden provocar vulnerabilidad a abuso de alcohol y drogas en los hijos

Según investigación en modelo animal

Europa Press

Foto by Carla Bonnet EPLa vulnerabilidad al abuso de alcohol y las drogas puede comenzar en el útero y estar vinculada a la cantidad de alimentos grasos y azucarados que la madre ingirió durante el embarazo, según los resultados de experimentos de laboratorio de animales presentados en 121a Convención Anual de la Asociación Americana de Psicología (APA), que se celebra en Honolulu, Hawai (Estados Unidos).

«La mayoría de las mujeres a la edad de procrear en Estados Unidos tienen sobrepeso y esto es muy probablemente debido a que comen en exceso alimentos sabrosos, ricos en grasa, con alto contenido de azúcar. El aumento de la obesidad prenatal y en la infancia y el aumento del número de jóvenes que abusan del alcohol y las drogas son problemas que pueden convertirse en cada vez mayores», dijo Nicole Avena, neurocientífico de investigación en el Instituto del Cerebro McKnight de la Universidad de Florida (Estados Unidos).

En comparación con las crías de las ratas que comían la alimentación habitual de los roedores, las crías de ratas que se alimentaron con dietas ricas en grasa o alto contenido de azúcar durante el embarazo pesaron más que los adultos y bebieron más alcohol, y las de las dietas altas en azúcar también tuvieron respuestas más enérgicas para abusar comúnmente de drogas como la anfetamina, destacó Avena, cuyo trabajo examinó experimentos de tres estudios, con una duración cada uno de tres meses y la participación de entre tres y cuatro ratas hembras adultas y entre diez a 12 crías en cada modelo dietético.

Los investigadores compararon el peso y el comportamiento sobre el consumo de drogas entre las crías de ratas alimentadas con dietas ricas en grasas, sacarosa, que se produce de forma natural y se procesa comúnmente a partir de la caña de azúcar o remolacha en azúcar de mesa, o jarabe de maíz con alta cantidad de fructosa, que se sintetiza a partir del maíz, con la descendencia de ratas que tuvieron una alimentación normal de roedores durante la gestación o la lactancia.

Para determinar los efectos de las dietas de las madres durante la gestación, las crías de ratas alimentadas con dietas ricas en grasas, altas en sacarosa o fructosa de jarabe de maíz fueron amamantadas por ratas madres que tomaban comida normal. Para hallar los efectos de las dietas de las madres de las crías durante la lactancia, las crías de madres que habían tomado comida normal fueron amamantadas por madres ratas que comían alimentos altos en alta sacarosa, en grasa o jarabe de maíz de alta fructosa.

La dieta alta en grasa contenía un 50 por ciento de grasa, 25 por ciento de hidratos de carbono y 25 por ciento de proteína, mientras que la dieta de control refleja una dieta recomendada en humanos, con 25 por ciento de grasa, 50 por ciento de hidratos de carbono y 25 por ciento de proteína, según Avena.

La descendencia de las ratas que tenían dietas altas en grasa durante el embarazo bebió significativamente más alcohol en la edad adulta que las crías de ratas con la dieta normal, mientras que no hubo diferencias en la cantidad media diaria de agua que bebieron o la comida que tomaron.

Las crías de las ratas en la dieta alta en grasas durante el embarazo también tenían niveles significativamente más altos de triglicéridos, un tipo de grasa que se encuentra en el torrente sanguíneo que puede aumentar el riesgo de enfermedades del corazón. Los cachorros de ratas alimentadas con dietas con alto contenido en jarabe de maíz de alta fructosa o sacarosa no mostraron diferencias en los triglicéridos en comparación con el grupo de comida regular.

Para comprobar los efectos de las dietas ricas en sacarosa y el jarabe de maíz alto en fructosa, los expertos dieron a un grupo de las ratas embarazadas una dieta diaria de comida regular más una solución de sacarosa al 10 por ciento o una solución de jarabe de maíz de alta fructosa del 16 por ciento. Los recién nacidos amamantados por las ratas, ya sea de dietas con alta sacarosa o jarabe de maíz de alta fructosa durante el embarazo, bebían más alcohol en comparación con las crías del grupo que no tomó azúcar.

Además, los cachorros expuestos a cualquiera de las dietas ricas en azúcar antes del nacimiento o durante la lactancia se convirtieron en hiperactivos cuando se administraron dosis bajas de anfetamina, lo que sugiere la sensibilidad a la droga. Estos animales también pesaron significativamente más al final del estudio que los nacidos a las ratas que ingirieron comida regular.

Investigaciones previas con animales de laboratorio y personas han demostrado que comer en exceso alimentos de buen sabor altera sistemas cerebrales de recompensa, y las dietas con exceso de grasa y azúcar pueden causar un aumento del apetito, así como algunos comportamientos como la adicción, según el principal científico de este trabajo.

«Nuestros hallazgos sugieren que incluso cuando las ratas están todavía en el útero, la exposición a dietas altas en grasas y ricas en azúcar puede, además de aumentar el peso corporal, conducir a una predisposición a beber alcohol y una sensibilidad a las drogas», concluyó.