Riesgos en el plato: otros alimentos además de las tostadas que provocan cáncer

La agencia británica de seguridad alimentaria advierte de los peligros de hornear mucho las patatas y el pan; lo que se une a los riesgos ya conocidos sobre la carne roja y procesada y los ahumados, entre otros productos

ABC, por Núria Ramirez de Castro
Las tostadas de pan bien horneadas, de color marrón, o las patatas a la brasa podrían ser cancerígenas, según advierte la Food Standards Agency, el organismo del Gobierno británico para la seguridad alimentaria. Desaconseja su consumo frecuente y ha lanzado una campaña titulada «Ve por el dorado», como un modo gráfico de recomendar que los alimentos con alto contenido en almidón, como las patatas, el pan o los cereales del desayuno, no se pasen demasiado.

La advertencia atiende a un estudio que ha probado en animales que una sustancia llamada acrilamida, que se produce al cocinar a altas temperaturas alimentos almidonados, puede causar cáncer y daños neuronales. En los seres humanos todavía no se ha demostrado de manera fehaciente. Pero, ¿qué otros alimentos también son una fuente de riesgo?

Carne roja y procesada

Dice la Organización Mundial de la Salud que 34.000 muertes por cáncer al año pueden estar relacionadas por el consumo de carne roja, pero sobre todo procesada, la que ha pasado un proceso industrial. En 2015, lanzó una advertencia y pidió que se redujera su consumo, no solo de la roja (ternera, cerdo, cordero, caballo o cabra) y procesada (salchichas, embutidos…) para reducir el riesgo de cáncer colorrectal. La revisión exhaustiva que hicieron los 22 expertos de diez países concluye que un consumo seguro sería 50 gramos diarios. En esta cantidad se incluiría tanto el embutido que consumimos en bocadillos y tentempiés y la porción de carne que tomamos.

El precio del sabor de una barbacoa

El magnífico sabor de la carne a la brasa tiene un precio. Al cocinar a temperatura intensa cualquier tipo de carne, ya sea de ternera, cerdo, pescado o aves, se liberan unas sustancias químicas llamadas aminas heterocíclicas e hidrocarburos aromáticos que son dañinas para la salud. Estas sustancias causan cambios en el ADN que pueden aumentar el riesgo de cáncer, sobre todo de colon. Científicos de la Universidad de Oporto (Portugal) ha encontrado la forma para resolver el problema de una forma sencilla: añada cerveza. Marinar la carne con cerveza no solo mejora el sabor sino que detiene la formación de las sustancias tóxicas, dicen. Las aminas se forman cuando la grasa y los jugos de la carne que caen al fuego producen llamas. Estas llamas contienen HAP que se adhieren luego a la superficie de la carne.

La grasa no es solo mala para el corazón

La obesidad y las dietas ricas en grasas saturadas no se limitan a obstruir las arterias, también elevan las posibilidades de sufrir ciertos tumores como los digestivos, según se acaba de demostrar en un estudio con ratones. Al parecer, la grasa produce una tormenta perfecta en el intestino: estimula la producción de células madre intestinales y hace que otras células se comporten como células madre, así se reproducen indefinidamente, se vuelven cancerosas y propician la aparición del cáncer de colon y otros tumores intestinales.

Café y té solo cuando se toman muy calientes

El café siempre se ha mirado con sospecha, pero hasta la fecha no se había conseguido ningún estudio concluyente que lo relacionara con un mayor riesgo cancerígeno. La última revisión de estudios que hizo una agencia de la Organización Mundial de la Salud terminó por despejar cualquier duda y garantizó su seguridad, eso sí, si se tomaba a una temperatura normal. Sí se encontró que cualquier bebida (café, té, mate…) tomada a más de 70 grados centígrados podría favorecer el cáncer de esófago.

Salmón y otros ahumados

Los hidrocarburos aromáticos policíclicos que se forman en las barbacoas también se pueden generar durante el proceso de ahumado por el que pasan alimentos tan consumidos como el salmón.

8 ejercicios súper efectivos para la papada

La piel flácida que cuelga en el área justo debajo del mentón es la que provoca que se forme la papada. Este fenómeno está causado por diferentes factores externos y genéticos, pero es más común en personas de la tercera edad y con sobrepeso. Por buena suerte existen algunos ejercicios que puedes realizar contra ella.

El Informe21
ejercicio-para-reducir-la-papadaCausas de la papada

La exposición solar
La exposición abundante al sol causa que los tejidos de la piel se resequen y pierdan el colágeno y sus propiedades elásticas. Este envejecimiento hace más probable que la piel cuelgue de las áreas de la mandíbula donde hay más tejido.

Obesidad
La obesidad es otra causa de formación de la papada, ya que el exceso de peso facilita que se acumule la grasa debajo de la mandíbula. La piel se estira y genera el doble mentón.

Envejecimiento
La edad de una persona influye también en la aparición de la papada. Las personas mayores tienden a desarrollarla porque su piel tiene menos colágeno y es menos tersa. Los tejidos más débiles tienden a agruparse debajo de la barbilla y causar el fenómeno.

La perdida abrupta de peso
Las personas que bajan de peso de forma demasiado rápida terminan desarrollando lo que se conoce como una papada por descolgamiento. La grasa y los tejidos adiposos retroceden con la dieta y el ejercicio a gran velocidad , pero no al mismo ritmo que la piel. Esto genera exceso de tejido bajo la mandíbula.

Condiciones genéticas
Hay cierta predisposición a desarrollar la papada según la herencia genética. Esto responde a factores fisiológicos y biológicos. Por ejemplo, las personas con cuellos cortos y mandíbulas pequeñas desarrollan papada con mayor facilidad.

Cómo prevenir la papada

Para prevenir la papada hay que cuidar la piel de los daños que el tiempo y el sol pueden provocar. A continuación vamos a ver algunos hábitos sanos para evitar el desarrollo de la papada.

No exponerse de manera prolongada al sol durante los periodos más intensos de luz (desde las 9 de la mañana hasta las 3 de tarde).
Utilizar protector solar en el área del cuello.
Beber agua para mantener la piel hidratada.
Aumentar el ejercicio para quemar la grasa y reafirmar los músculos y la piel.
Realizar masajes en la zona para favorecer el desarrollo y regeneración de las células.
Utilizar cremas para mantener la piel del cuello bien hidratada.

Ejercicios para eliminar la papada

Se puede acudir a métodos invasivos, como la cirugía plástica, para retirar la piel que hay en exceso. Sin embargo, existen métodos más económicos y menos problemáticos, como realizar una rutina de ejercicios para eliminar la papada. Hay una variedad de ejercicios que, si se realizan de forma periódica, ayudan a reafirmar la piel. A continuación vemos los más recomendados.

  1. El beso
    En una silla, con los pies bien apoyados en el suelo, se estira el cuello lo más que se pueda manteniendo la cabeza hacia delante. Luego, se junta la boca hacia el frente como lanzando un beso. Se deben hacer por lo menos tres series de 10 repeticiones.
  2. El beso al cielo
    Este ejercicio es similar al anterior, pero se debe levantar la cabeza lo más que se pueda. Hay que estirar el cuello y juntar los labios como lanzando besos con la cabeza inclinada. Se recomienda realizar tres series de 10 repeticiones todos los días.
  3. El masaje del cuello
    El siguiente ejercicio hay que realizarlo al menos tres veces todos los días. Consiste en levantar la cabeza estirando el cuello y abrir un poco la boca. Luego hay que colocar la mano alrededor del cuello presionando suavemente. Por último, se pasa la mano por el cuello estirando la piel hacia abajo.
  4. El giro de cabeza
    Para empezar con este ejercicio, primero se estira el cuello hacia atrás (lo más que se pueda sin forzar) y se mantiene esta posición cinco segundos. Después hay que hacer lo mismo estirando la cabeza hacia abajo, hacia el lado izquierdo y hacia el derecho, cinco segundos por dirección. Hay que procurar no mover los hombros y mantenerlos relajados. Se recomienda realizar el ejercicio diariamente.
  5. El levantamiento de barbilla
    De nuevo se levanta la cabeza lo más que se pueda. Con la boca cerrada hay que estirar el cuello inclinando un poco la cabeza hacia atrás . De esta forma se debe intentar que la barbilla se levante y salga hacia delante. Hay que procurar hacer 10 repeticiones de este ejercicio tres veces al día.
  6. La sonrisa invertida
    Se deben ejercitar los músculos del cuello haciendo una sonrisa invertida. La forma correcta de hacerlo es creando tensión en los costados del cuello. Hay que mantener la postura durante unos segundos y luego relajarse. Se debe realizar con un máximo de 10 repeticiones tres veces al día durante toda la semana.
  7. La pelota de tenis
    Para realizar este ejercicio, primero hay que colocar una pelota de tenis en el cuello, sosteniéndola con la barbilla. Luego hay que presionar con fuerza la barbilla contra la pelota durante unos dos segundos y soltarla de forma leve sin dejarla caer. Hay que repetir el ejercicio 10 veces.
  8. Masticar chicle
    Este ejercicio es el más sencillo, pues no requiere mucho tiempo ni prestar mucha atención. Mascar chicle ayuda a que la mandíbula se mantenga fuerte. Es recomendable que el chicle sea sin azúcar.

Los ejercicios se pueden combinar y programar para crear una rutina personal a la medida de las necesidades. Es recomendable no forzar los músculos y detenerse cuando se sienta fatiga. De igual forma, es importante ser constante en la realización de los ejercicios.

Remedios alternativos contra la papada

Hay otros factores que se deben considerar para reducir la papada cuando aparezca. Entre ellos esta la forma en la que caminamos, algunos hábitos al dormir e incluso la cantidad de agua que bebemos.

A su vez, también se pueden utilizar tratamientos naturales externos con ingredientes como el jugo de manzana o limón para combatir este problema.

Mantener una postura erguida
Mantener la cabeza durante mucho tiempo en una postura inclinada hace que la piel del cuello tienda a distenderse. Hay que procurar mantenerla en posición neutral, ni hacia delante, ni hacia atrás.

De esta forma, mientras se trabaja frente al ordenador siempre se debe adoptar una postura con la nuca recta y los ojos a la altura de la pantalla

Dormir con una almohada delgada
Descansar sobre una almohada demasiado grande hace que el cuello se incline mucho hacia delante, es mejor utilizar una almohada que permita una postura más llana.

Remedios con frutas

El melón tiene propiedades que tonifican la piel. Las personas con arrugas en el cuello, los brazos y en las piernas, al igual que los que tienen papada, pueden hacer que la piel sea más tersa pasando por ella una gasa empapada en jugo de melón. Se debe hacer diariamente para ver resultados en algunas semanas.

De la misma forma, el jugo de manzana se puede utilizar para masajear las zonas de la piel que estén flácidas.

Existen otras formas de eliminar la papada con métodos no invasivos como el tratamiento con radiofrecuencia, el láser metabólico o tipolítico o la electroporación. Ahora bien, aunque estos métodos son efectivos y más rápidos que los naturales, también pueden ser dolorosos y caros.

Cuando la papada se forma por un exceso de tejido leve o moderado se puede tratar con éxito sin acudir a clínicas especializadas. Sin embargo, siempre es recomendable acudir a un médico para obtener recomendaciones.

Explican como la obesidad promueve el cáncer de mama

C. BICKELL/ STM
C. BICKELL/ STM

Al aumentar la rigidez de los tejidos de la grasa mamaria, las células tumorales crecen con mayor facilidad. Los expertos aconsejan dietas para perder peso en las pacientes

ABC

La obesidad favorece el cáncer de mama al aumentar la rigidez de los tejidos de grasa mamaria, lo que crea un microambiente que promueve el crecimiento del tumor. Lo acaba de demostrar una investigación que se publica en «Science Translational Medicine» y que sirve para esclarecer un poco más la compleja relación que existe entre la obesidad y el cáncer de mama. Además, esta nueva información puede tener implicaciones importantes para las técnicas quirúrgicas de reconstrucción mamaria que emplean tejido adiposo o grasa.

Se sabe desde hace tiempo que la obesidad es un importante factor de riesgo para el cáncer de mama, especialmente en las mujeres posmenopáusicas. En comparación con las pacientes de peso normal, las personas obesas tienden a tener tumores más avanzados y agresivos de mama. Y aunque se han propuesto muchos factores, incluyendo cambios en los niveles hormonales y la inflamación, la verdad es que a día de hoy se desconoce cómo la obesidad conduce a un cáncer de mama.

Lo que ahora ha hecho un equipo de la Universidad Cornell-Ithaca y del Memorial Sloan Kettering Cancer Center, coordinado por Bo Ri Seo, ha sido analizar el tejido adiposo mamario de pacientes y ratones. Así, han visto que la obesidad puede desencadenar cambios estructurales en la matriz extracelular, el andamio de colágeno y otras proteínas fibrosas que rellenan el espacio entre las células y el tejido y son responsables de proporcionar apoyo estructural.

Miofibroblastos

Los investigadores han visto que la grasa mamaria de ratones genéticamente obesos y obesos después de una dieta alta en grasa contienen un mayor número de células llamadas miofibroblastos, que hacen que la matriz extracelular sea más densa y rígida. Cuando analizaron esta situación en el tejido mamario de pacientes con cáncer de mama obesos, los científicos observaron que sus fibras de colágeno eran más gruesas y más rígidas que las de pacientes más delgadas. Dicha rigidez, explican, parecía desencadenar cambios mecánicos que se transformaban en señales química que estimulaban el crecimiento del tumor.

De hecho, aclara en su investigación, las células mamarias precancerosas desarrolladas en matrices extracelulares del tejido adiposo de pacientes obesas, en comparación con los del tejido magro, presentaban una mayor tendencia a progresar a tumores malignos.

La buena noticia es que este proceso puede ser reversible. Los investigadores pusieron a dieta a los ratones y así se redujo el número de miofibroblastos en el tejido mamario, lo que sugiere que, en humanos, adelgazar puede potencialmente revertir esta rigidez del tejido.

Los resultados vuelven a poner de relieve la importancia de fomentar un peso saludable en las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama pero también en la población general.

Sin embargo, como reconocen Lisa Arendt y Charlotte Kuperwasser, de la Universidad de Wisconsin–Madison y de la Escuela de Medicina de la Universidad de Tufts, aunque una de las principales recomendaciones para las mujeres obesas con diagnóstico de cáncer de mama es la pérdida de peso después del tratamiento, poco se sabe acerca cómo influye en el riesgo de cáncer de mama edad. Según estas investigadores, el estudio de Seo muestra los efectos de la pérdida de peso en una cohorte de ratones obesos, aunque algunos estudios reciente en mujeres posmenopáusica sugieren que, al menos a corto plazo, la pérdida de peso electiva no parece alterar el riesgo de cáncer de mama.

Biomarcadores

Las expertas también señalan que aunque existen varios estudios en curso para examinar los efectos de la pérdida de peso en las supervivientes de un cáncer de mama en su supervivencia a largo plazo, pocos trabajos examinan biomarcadores después de una intervención dietética a fin de comprender los efectos del cambio de estilo de vida en los mecanismos relacionados con el cáncer de mama. En su opinión, identificar cómo contribuye de pérdida de peso en el riesgo de cáncer de mama íntimamente es fundamental para un correcto asesoramiento de la paciente.

Las investigadores concluyen que debido a que no hay terapias específicamente dirigidas a pacientes con cáncer de mama obesas y aun así se recomienda la reducción de peso para las supervivientes de un cáncer de mama, se necesita más investigación para determinar si las intervenciones dietéticas o el ejercicio, o ambos, son formas eficaces en la mejora de los cambios en la matriz extracelular inducidos por la obesidad.