Una de cada dos personas culpa a la falta de voluntad por los kilos ganados en verano

Un estudio realizado por el Instituto Médico Europeo de la Obesidad revela que los pacientes que ya tienen un alto índice de sobrepeso u obesidad tienden a engordar más en el verano

• La mayoría de las personas entrevistadas entre 20 y 45 años de edad con un sobrepeso inferior a los 25 kilos han ganado entre 1 y 3 kilos durante el verano.
• Los hombres entre 20 y 45 años de edad se cuidan más, persisten en el gimnasio en la época estival y acuden al endocrino antes de llegar a los diez kilos de más.
• Las representantes del sexo femenino en edad reproductiva acuden a un nutricionista cuando la situación ya se les haya escapado de las manos y han alcanzado los veinte kilos de más. 

Una vez pasadas las vacaciones y tras la vuelta a la rutina, el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) hace públicos los resultados de un curioso estudio que indaga sobre los hábitos alimenticios, dietéticos y deportivos de sus pacientes con el fin de averiguar cómo les ha sentado el verano. A la encuesta elaborada con este fin, contestaron un total de 90 personas con sobrepeso y obesidad, procedentes de Madrid, que actualmente se encuentran en fase de tratamiento. 54 de ellos son mujeres y 36 hombres. El 77% de los entrevistados tiene entre 20 y 45 años (grupo A), un 20% es mayor de 45 años (grupo B) y sólo un 3% resulta tener menos de 20 años (grupo C).

Del primer grupo (A), entre 20 y 45 años de edad, 30 son hombres y 39 mujeres. El 50% de los hombres está cerca de su peso ideal sin superar los diez kilos de más, un 30% tiene entre 15 y 25 kilos de sobrepeso y apenas un 20% padece obesidad, con más de 30 kilos por encima de la talla ideal. Respecto las mujeres, el 54% tiene entre 15 y 25 kilos de más, un 38% está muy cerca de su peso ideal o con una diferencia que no supera los diez kilos de más y un 8% padece obesidad.

Del segundo grupo (B), mayores de 45 años de edad, 12 personas son mujeres y 6 hombres, dos terceras partes no llega a los 10 kilos de más, mientras un 33% tiene entre 15 y 25 kilos de sobrepeso.

Del tercer grupo (C), formado por tres personas menores de 20 años de edad, todos los representantes son del sexo femenino con un sobrepeso entre 15 y 25 kilos.

ENTRE 1 Y 3 KILOS DE MÁS DURANTE EL VERANO

Un 56% de las personas entrevistadas, entre 20 y 45 años de edad y con un sobrepeso inferior a los 25 kilos, afirma haber ganado entre 1 y 3 kilos durante el verano, mientras un 27% presume mantener su peso actual. Sólo un 17% confiesa que se ha pasado de la ralla durante el verano, cogiendo más de 3 kilos. “Nos llama la atención en estos casos que los pacientes que ya tienen un alto índice de obesidad tienden a engordar más en el verano”, señala Rubén Bravo, jefe del área de nutrición de IMEO.

LAS VACACIONES SON SAGRADAS, LA DIETA PARA DESPUÉS

Otro dato que revela el estudio es que la gran mayoría considera mejor momento para ponerse a dieta el período posvacacional, porque “las vacaciones son sagradas y es cuando se permiten comer de todo, sin abusar”, a esto responden un 47% de los entrevistados. Un 37% de la gente señala que es mejor empezar con la dieta dos o tres meses antes del verano y un 16% indica que no realiza dieta durante sus vacaciones, porque “es cuando más disfrutan con la comida y no cuentan calorías”.

En cuanto la alimentación, un 43% de los encuestados contesta que no hace diferencia en el verano y sigue con el mismo plan que el resto del año, mientras otro 43% señala que simplemente evitan ciertos alimentos que engordan. Sólo un 14%, en su mayoría hombres entre 20 y 45 años, afirma haber hecho una dieta restrictiva tipo Dukan, hiperproteica, en base de batidos, restringiendo mucho la ingesta de alimentos y comiendo modestas cantidades de fruta y verdura.

MENOS GANAS DE DEPORTE EN VERANO Y FALTA DE VOLUNTAD PARA CUIDARSE

El 60% de los entrevistados confiesan que no son muy aficionados al deporte y como mucho hacen paseos en familia al aire libre. Un 23% señala que aprovecha el período estival para hacer natación, bicicleta, senderismo, juegos en equipo o ir de discotecas. Sólo un 17%, en su mayoría hombres, entre 20 y 45 años, persiste en el gimnasio, realizando pesas, footing, y actividades dirigidas en la época de más calor.

El 37%, en su mayoría entre 20 y 45 años de edad, indica que practica actividad física como mínimo una hora al día, tres veces a la semana, mientras un 60% niega practicar deporte de forma regular, sino de forma esporádica.

El 50% de las personas culpa la falta de voluntad por los kilos acumulados durante el verano, mientras un 37% se justifica con su entorno familiar que les impide hacer dieta cuando reina el espíritu vacacional. Un 7% atribuye la culpa de los kilos ganados en verano al calor que “les quita las ganas de practicar deporte”. Sólo un 17% afirma no tener sentimiento de culpa, porque se cuida independientemente de la época.

Un 73% de los encuestados niega tomar algún tipo de suplemento para perder peso y sólo un 27% admite que haya acudido a quemadores de grasa adquiridos por Internet o productos comerciales, como la L-Carnitina, el Allí o el té verde.

Por qué pesamos más después de Navidad

  • Según una encuesta realizada por el Instituto Médico Europeo de la Obesidad, el 40 % de las personas que han subido más de 2 kilos durante las Navidades pasadas, no han podido perder este peso a lo largo del año.
  • El 80% de los encuestados señalan como causa de su actual estado “comer más de la cuenta platos que engordan”.
  • Los hombres reconocen “pecar” más en alcohol y dulces.
  • Las mujeres entre 45 y 65 años de edad abandonan la práctica de ejercicio entre los días festivos y se limitan en dar paseos con amigos o la familia.

   En vísperas de Navidad, el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) ha hecho públicos los resultados de una significativa encuesta que de forma directa hace la pregunta más incomoda para los españoles cuando se trata de excesos y sobrealimentación: ¿Cuánto peso ganas durante las Navidades?.

   El cuestionario está compuesto por diez preguntas elaboradas por especialistas en nutrición del IMEO que giran alrededor del peso acumulado durante esta época y “el patrón” seguido: cuántos kilos se han ganado, si se han podido perder a lo largo del año, cuánto tiempo se ha tardado en conseguirlo y en qué más se “ha pecado” a la hora de comer. La encuesta también observa otras causas, como la ansiedad y el estrés, el estado emocional, el embarazo y el afán por los platos hipercalóricos, que hayan podido influenciar en el exceso de peso. 

    De todos los encuestados –un total de 56 personas entre 20 y 65 años de edad, 41 mujeres y 15 hombres– sólo un 18% manifiesta estar en su peso ideal. Un 21% reconoce tener un sobrepeso inferior a 15 kilos. No obstante, más de la mitad de los participantes (el 52%), presenta síntomas de obesidad, pesando hasta 25 kilos de más. Un porcentaje muy significativo, aunque minoritario que llega al 9% del colectivo, padece obesidad severa con más de 30 kilos por encima de su peso ideal.

    Los excesos navideños en la comida del año pasado han repercutido de la siguiente forma en los entrevistados: un 20% niega haber subido más de 1 kilo durante las festividades, el 60% reconoce un incremento entre 2 y 3 kilos, mientras que un 20% se queja de haber cogido más de 3 kilos. “Los resultados de la encuesta sólo confirman lo que ya sabemos en consulta, destaca Rubén Bravo, coordinador de la unidad de nutrición de IMEO: las personas con un mayor grado de obesidad acumulan con más facilidad un peso que les resulta muy difícil perder sin ayuda de los especialistas”. Los datos avalan este lema. La mayoría de las personas que tienen más de 20 kilos de sobrepeso han ganado entre 3 y 7 kilos durante las navidades pasadas, sin poder recuperar el peso inicial al cabo del año. “Estos suelen ser “comedores compulsivos”, saben que no deben pasarse con las cantidades y los platos hipercalóricos, pero sin embargo lo hacen con la excusa de las Navidades”, añade Rubén Bravo. Según la encuesta, un 80% de los participantes han señalado como causa de su actual estado, que comen más de la cuenta platos que engordan. A esta observación se suman más factores, como el estado emocional, el estrés y la ansiedad, entre otros. En tiempo y esfuerzo no es lo mismo perder dos o tres kilos que perder cinco o seis. “Uno de los motivos para el fracaso de las dietas es su duración, a más tiempo, más fácil es el abandono y por lógica a más peso, más tiempo durara el plan alimenticio”, recalca el experto de IMEO.

   Entre los alimentos más irresistibles se encuentran los dulces, turrones y pasteles. Llama la atención que un 80% de los hombres señalan esta tentación para el paladar como “un problema principal”, mientras las mujeres intentan reducir su consumo (un 60% de las féminas marca esta respuesta). Las tapas, el queso y el chorizo son otras de las comidas con poder seductor por parte igual para hombres y mujeres, pero esto sí, siempre se pican entre las comidas principales, según reconocen el 40%. El liderazgo en las copas lo tienen los representantes del sexo masculino que no han disminuido su interés hacia el alcohol y los brindis.

   Más factores que propicien el hecho que pesamos más en Navidad son la escasa actividad física que se ejerce durante estos días y el hecho que obviamos la cultura alimentaria a la hora de reducir los azucares y la grasa en la comida. A penas un 30% de los entrevistados mantiene su rutina habitual y practica algún deporte entre los días festivos. El 16% varía las comilonas con discotecas y baile social y la gran mayoría, más del 60%, en los que predominan las mujeres entre los 45 y 65 años de edad, vagamente señala que se limita en hacer breves paseos con la familia y los amigos para facilitar la digestión.