Primera causa de obesidad en México es la ignorancia

Noticieros Televisa
obesidad en MéxicoLa ignorancia es la primera causa de la obesidad en México. La población trivializa esa enfermedad, «les preocupa más que no les quede la ropa, no caber en un sillón o cambiar su aspecto, que dañar su corazón, pulmones o articulaciones», indicó Rafael Álvarez Cordero, de la Facultad de Medicina de la UNAM.

El Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria, que publicó la Secretaría de Salud en 2010 y que contiene la Estrategia contra el Sobrepeso y la Obesidad, señala que esta última se triplicó en México en las dos décadas pasadas. Juntos, sobrepeso y obesidad pasaron de 34.5 por ciento en 1988, a 69.3 por ciento en 2006.

A propósito del Día Mundial de Lucha contra la Obesidad, que se celebra mañana, 12 de noviembre, Álvarez Cordero resaltó que la segunda causa del crecimiento de esta enfermedad en el país es que no hay suficiente educación en salud. Se carece de un programa útil y coherente; además, el enfoque de las campañas no es el correcto.

En las escuelas no se habla ampliamente de la salud, los textos son limitados y la falta de educación impera tanto en el ámbito familiar como en el escolar, acotó el doctor en ciencias médicas.

El panorama es preocupante, pues la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad se presenta en uno de cada cuatro niños (26 por ciento), mientras que uno de cada tres adolescentes la padecen (31por ciento).

Ambas han aumentado en todas las edades, regiones y grupos socioeconómicos, lo que ha llevado a nuestro país a ocupar el segundo lugar en el mundo en obesidad en adultos (detrás de Estados Unidos) y el primero en infantil, abundó el experto en cirugía de obesidad mórbida.

Problemas de autoestima

Álvarez Cordero expuso que el 90 por ciento de las personas con sobrepeso tiene problemas de autoestima. «Las limitan, se burlan de ellas, también son discriminadas en el trabajo. Por ejemplo, a las azafatas les exigen un determinado peso corporal».

Finalmente, el autor de los libros «Obesidad y autoestima» y «Me caes gordo», dijo que incluso el calificativo «gordo» es discriminador. «La palabra gordo proviene del latín gurdus, que significa pesado, pero también lento, retrasado, tonto».

El Día Mundial de Lucha contra la Obesidad busca informar y sensibilizar a la población sobre la necesidad de adoptar medidas para prevenir y tratar el sobrepeso y la obesidad.

Ambas pueden condicionar la aparición de enfermedades graves, como alteraciones cardiovasculares, hipertensión, algunos tipos de cáncer y diabetes tipo 2.

Con información de Notimex.

BLR

La obesidad se triplica en países en vías de desarrollo

Alt1040, por Santi Araujo
Obesidad McUn reciente estudio muestra la catastrófica alimentación que sigue el Planeta Tierra. La obesidad sigue en aumento, llegando a triplicarse el número de personas afectadas en países en vías de desarrollo.
Uno de los problemas a los que se enfrenta la sociedad moderna es la obesidad. Irónicamente, mientras medio planeta carece de alimentos para sobrevivir, la otra mitad sufre las consecuencias de vivir en un sistema alimenticio industrializado, expandiéndose esta enfermedad a una velocidad vertiginosa.
En un reciente estudio publicado por ODI, se puede comprobar que la obesidad ya no es algo que deba asociarse automáticamente a Estados Unidos, ya que el resto de países parecen estar en una carrera para alcanzar esos porcentajes, estando cada vez más cerca. En dicho estudio, se puede comprobar (en una serie de infografías) cómo esta enfermedad se está expandiendo rápidamente a otras áreas del planeta.
En dos décadas (entre 1980 y 2008) el porcentaje de adultos que sufre de sobrepeso / obesidad creció de un 23% a un 34%, siendo responsables de ese crecimiento los países con ingresos económicos bajos. Los países en vías de desarrollo vieron como esa cifra aumentaba casi en cuatro veces (de 250 a 904 millones de personas), mientras que en los países «desarrollados» el aumento fue de un 1,7%.
Obesidad-mundialPaíses de Latinoamérica, Oriente Medio y África del Norte ya presentan niveles de obesidad similares a los que tenemos en Europa: sobre un 58% de la población. Como siempre, el pódium lo tendría Norteamérica, donde un 70% de los habitantes sufren de sobrepeso, una cifra que me parece impresionante. Las áreas del planeta donde más se expandió desde 1980 fueron Latinoamérica y Asia Oriental (en China, por ejemplo, se dobló el número de personas).

Dulces vs frutas

Dulces máquinaObviamente, se achaca a la «alimentación basura» como máximo culpable. Se afirma que de 1960 a 2009 se aumentó un 20% el consumo de dulces y azúcares por persona, algo que si no se modifica, seguirá causando estragos en la salud de las mayoría de las personas de la Tierra y que, aparentemente, sigue en continuo aumento.
De todos modos, también se nombran casos contrarios. Como buena noticia, se pone como ejemplo a Corea del Sur, donde una serie de campañas públicas de concienciación por la comida saludable han conseguido que consuman un 300% más de fruta y un 10% más de verduras (comparado con 1980).
Como vemos, los algunos gobiernos se resisten a tomar medidas o una posición clara sobre este tema. La comida es un tema delicado y que está directamente relacionado con el placer, pero tampoco debemos olvidarnos que antes está relacionado con nuestra propia salud. A pesar de los intereses industriales y empresariales, tendrá que llegar un momento (no muy lejano) en el que se ponga freno a este serio problema. De lo contrario, seguirán apareciendo víctimas de este sistema goloso y sin escrúpulos.

A menor nivel educativo, más obesidad

 

  • Un informe muestra que las universitarias la padecen cuatro veces menos
  • La prevalencia ha aumentado un 3,8% en una década en España

ABC, por Elena G. Sevillano

1386966996_698197_1386967430_noticia_normalLas diferencias socioeconómicas —la renta, el nivel de estudios…— explican muchas de las desigualdades en salud de la población española. A menos ingresos, mayor prevalencia de, por ejemplo, dolencias como la diabetes. En el caso de la obesidad, considerada uno de los principales factores de riesgo de varias enfermedades crónicas, el nivel de estudios genera una brecha aparentemente insalvable. La incidencia de la obesidad —definida como una proporción de grasa que supere un 25% y un 33% de la masa corporal total en hombres y mujeres, respectivamente— en mujeres con estudios primarios es cuatro veces superior a la de aquellas con estudios universitarios.

Así lo concluye un informe del Ministerio de Sanidad, recién publicado, que ha estudiado la información obtenida en las encuestas nacionales de salud realizadas entre 2001 y 2012 para sacar conclusiones sobre los factores de riesgo de las enfermedades crónicas. En esta década, la frecuencia de la obesidad en la población adulta aumentó en un 3,8% (un 2% en mujeres y un 5,7% en hombres). Si en mujeres el nivel de estudios determina hasta cuatro veces más incidencia, en los hombres la brecha se reduce: solo el doble.

“Los estudios muestran que la calidad de la dieta de las personas con menor nivel educativo es también menor. Suele contener más grasas perjudiciales”, explica Miquel Porta, catedrático de Salud Pública de la Universidad Autónoma de Barcelona e investigador del Imim. “También sabemos que una parte de la epidemia de obesidad no se debe a que la gente haga poca actividad física —el paradigma del exceso de ingesta de energía comparado con el gasto de energía—; varios investigadores trabajan ahora en hipótesis preocupantes: obesógenos ambientales, sustancias químicas que contribuyen a la acumulación de grasa y que también se encuentran en mayor medida en las dietas de menos calidad”.

La obesidad está considerada como uno de los principales factores de riesgo de distintas enfermedades crónicas y problemas de salud, como la diabetes mellitus, la hipertensión arterial, enfermedad coronaria y cerebrovascular y algunos tipos de cáncer. Según las estimaciones que menciona el informe, la obesidad explica el 80% de los casos de diabetes del adulto, el 55% de los de hipertensión arterial y el 35% de los casos de enfermedad coronaria. Un estudio de investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid publicado en la European Journal of Clinical Nutrition en 2003 calculó que, en Europa, al menos una de cada 13 muertes podría estar asociada a la obesidad.

El informe de Sanidad repasa el resto de factores de riesgo de enfermedad crónica. Más del 40% de la población adulta española (39% en hombres y 49,9% en mujeres) se declaró inactiva en su tiempo libre. Y una vez más, las personas con nivel de estudios más bajo declararon que no realizaban actividad física en una proporción un 60% superior que aquellos con nivel más elevado. En la mayoría de comunidades autónomas, sin embargo, la prevalencia de inactividad física ha descendido en la última década.

Ocurre algo similar con el porcentaje de fumadores: eran el 34,5% en 2001 y para 2011/12 ya se habían reducido al 27,1%. En hombres, la tendencia descendente se observó en todos los grupos de edad. En mujeres, se observó en aquellas con una edad inferior a los 45 años, ya que en las mujeres de 45 a 64 años la tendencia en el porcentaje de fumadores fue ascendente.

El porcentaje de consumidores de alcohol en cantidades que suponen un riesgo crónico para la salud también desciende: era 4,1% en 2003 y 1,2% en 2011/12. Por sexos, las mujeres bebedoras de riesgo pasaron del 1,5% en 2003 a 0,3% en 2011/12, mientras que en hombres esos porcentajes fueron 6,9% y 2,1%, respectivamente.

En consumo insuficiente de frutas también han mejorado ligeramente las estadísticas: del 30,5% en 2011 al 28,6% pasada una década.

IMEO organiza Semana de apoyo a la Mujer Obesa, del 12 al 16 de noviembre 2012

Con el motivo del Día Mundial contra la Obesidad que se celebra este lunes 12 de Noviembre, el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) organiza  “Semana de Apoyo a la Mujer Obesa” y una jornada de puertas abiertas con múltiples ventajas para ellas. Todas las mujeres con problemas de sobrepeso u obesidad que del 12 al 16 de noviembre reserven su cita en el 91 745 17 96 (disponible sólo en Comunidad de Madrid, España), tendrán de forma totalmente gratuita un estudio completo hormonal y metabólico, seguido de una consulta con un experto para señalarles las posibles soluciones. Asimismo, IMEO realizará importantesaportaciones y ayudas solidariasa aquellas mujeres con economía ajustada que decidan iniciar un tratamiento de pérdida de peso, ya sea quirúrgico o multidisciplinar.

La iniciativa surge a partir de las últimas estadísticas de obesidad que sitúan a la mujer en el foco de la epidemia. Según la OMS durante las últimas tres décadas la prevalencia mundial de obesidad se ha duplicado, afectando principalmente a la mujer[1]. En la Unión Europea los niveles de obesidad de los adultos se han multiplicado por tres en un solo año, situándonos casi al nivel de los EEUU, pasando en el caso de las mujeres del 8% al 23,9%[2]. En España, el aumento del paro femenino[3] y el esfuerzo de ajustar la economía doméstica a los bajos ingresos, han determinado el consumo de productos más baratos, y, en consecuencia, menos nutritivos[4]. Ellas también engordan más por ansiedad: en nuestro país este trastorno obsesivo-compulsivo afecta a dos mujeres por cada hombre[5]. Sin embargo, las mujeres españolas se preocupan por su figura, practican más ejercicio físico moderado[6] y son las que principalmente contratan tratamientos de pérdida de peso.

La mujer es mucho más propensa a desarrollar obesidad

Principalmente son tres los aspectos que influyen sobre la tendencia de la mujer para acumular sobrepeso: aspecto emocional, endocrino – hormonal y metabólico. A nivel emocional, ellas son más vulnerables a sufrir depresiones y ansiedad. A menudo detectamos en un alto porcentaje paralelismo entre su forma de comer y estado de ánimo. A nivel hormonal, las representantes del sexo femenino son más cambiantes, siendo estos cambios más perceptibles en el ciclo de la menstruación, los meses de preparación de un embarazo y en la edad de la menopausia. En el plano metabólico, se estima que hasta un 70% de las kilocalorías por la respiración, las diferentes reacciones que ocurren y la musculatura. La mujer tiene menor masa muscular que el hombre, hecho que enlentece su metabolismo y le hace menos efectivo quemando grasas, sumado a la falta de actividad física regular, acentúa la tendencia a acumular grasa corporal.

“Las mujeres sufrimos más cambios de humor a lo largo del mes, de la semana, ¡incluso en cuestión de horas!”, apunta Elizabeth González, Directora de Departamento de Nutrición de IMEO y Licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos. Los estudios evidencian que las mujeres tenemos de 2 a 3 veces más posibilidades de desarrollar ansiedad que los hombres. Fisiológicamente tenemos una vulnerabilidad mayor a sufrir alteraciones emocionales, diferencias en nuestra anatomía cerebral, en la actividad de los hemisferios cerebrales e influencias hormonales son los causantes. Hormonas como los estrógenos, opioides endógenos, la hormona de la juventud, la sulfatodehidro-epiandroestendiona, la progesterona y la testosterona, entre otras, forman un coctel que influye en nuestra manera de comportarnos, de sentir tristeza o alegría y de enfrentarnos a la comida haciéndonos más susceptibles de ser comedoras emocionales que los hombres.

En el caso concreto de la serotonina, a veces conocida como la hormona de la felicidad, se ha observado que las mujeres producimos un 52% menos en nuestro cerebro que los hombres. Este neurotrasmisor tiene un importante papel en nuestro estado de ánimo, niveles de ansiedad, percepción del dolor, sueño y en nuestra conducta alimentaria. Al disminuir sus niveles sentimos tristeza, ansiedad y desánimo. No es casualidad que cuando estamos tristes o desanimadas, nos apetece un helado de chocolate, ya que los alimentos dulces y con altas concentraciones de azúcares aumentan las concentraciones de serotonina produciendo un efecto antidepresivo y ansiolítico momentáneo.

El estado hormonal de la mujer tiene una relación directa con su manera de enfrentarse a la comida y en ocasiones pueden dificultarnos una elección más racional de los alimentos. “Genéticamente también tenemos diferencias en cuanto a nuestra composición corporal –apunta la experta–. Los varones tienen una mayor musculatura y las mujeres tenemos de un 5-10 % más grasa corporal”. Durante la madurez este porcentaje de grasa aumenta, siendo más marcado en el caso de la mujer. Cambia la composición corporal y disminuye su necesidad de energía. Por esta razón es fundamental adecuar la dieta a los cambios fisiológicos.

A partir de los cuarenta, el sistema endocrino de la mujer empieza a situarse en hipofunción en algunas de sus glándulas, generando la disminución de algunas hormonas, como la del crecimiento, produciendo una disminución de la masa muscular, o estrógenos y progesterona, dos principales hormonas femeninas que influyen en el gasto metabólico y la acumulación de grasas. ”En estos casos recomendamos una dieta que permita mantener la masa muscular sirviéndose de un leve incremento de proteínas bajas en grasa, reduciendo determinados hidratos de carbono y eliminando por completo los dulces a partir de las seis de la tarde”, resume Rubén Bravo, portavoz del centro y experto en nutrición durante la menopausia.

Cuando realizamos una dieta de adelgazamiento, el organismo lleva a cabo diferentes reacciones adaptativas a la menor cantidad de alimento para sobrevivir. Entre las reacciones adaptativas ocurre una disminución de nuestro metabolismo basal y nos ponemos en “modo ahorrador”, gastamos menos calorías y aprovechamos más los alimentos ingeridos. Si cada vez disminuimos más y más esa ingesta, tan sólo conseguiremos que nuestro metabolismo adaptado sea cada vez más lento y que se sienta “agredido”. Podríamos evitar esto con un plan de adelgazamiento adecuado que no ralentice nuestro metabolismo, por ejemplo, evitando las situaciones de semiayuno y repartiendo la comida en al menos cinco tomas, manteniendo nuestra masa muscular y teniendo unos hábitos de vida activos. Como pautas para todos, E. González recomendaría “pasarnos al bando de los alimentos integrales siempre que sea posible, que no falte en ninguna de nuestras comidas vegetales o fruta, vigilar el tamaño de nuestras vajillas, ir andando siempre que podamos y evitar el efecto “cubo de basura”, más vale dejar en la nevera un platito de sobras que comernos todo lo que no se comen por no tirarlo, ¡porqué todo suma!”

City Training: un estilo de vida saludable, ideal para la urbe

“En IMEO hemos ideado el término City Training pensando en las mujeres que no tienen la costumbre de hacer deporte, que no pisan el suelo de los gimnasios y las salas de fitness y que, debido a falta de tiempo o medios, se quedan al margen de todo tipo de actividad física y más que otra cosa, ejercen el sedentarismo”, explica Rubén Bravo, portavoz del Instituto Médico Europeo de la Obesidad que, tras muchos años en consulta, ha podido comprobar la existencia de un rechazo general a la práctica deportiva en mujeres con problemas de obesidad. En este sentido, es muy importante que las pacientes comprendan que no es lo mismo hacer deporte –como hacer pesas, nadar, correr o jugar un partido de tenis–, que realizar alguna actividad física que requiera movimiento.

Si dedicamos 30 minutos todos los días de la semana para caminar, subir y bajar escaleras, ir en bici, bailar con la pareja o jugar al Wii Fit, los efectos saludables no tardarán en manifestarse. Mejora la función respiratoria, se reduce el colesterol malo y la grasa corporal, bajan los niveles de ansiedad y aumenta la sensación de bienestar, gracias a la segregación de endorfinas. En cambio, la ausencia de actividad física regular aumenta el riesgo de desarrollar diabetes mellitus o éste de sufrir cardiopatía isquémica, hipertensión arterial o accidentes cerebrovasculares. A largo plazo, un estilo de vida predominantemente sedentario, difícilmente nos llevará a buen puerto. Según las estimaciones de la OMS, en 2030 unos 7 millones de personas perderán la vida a causa de enfermedades no transmisibles debido al sedentarismo, el sobrepeso y la obesidad, siendo factores de riesgo comportamentales y físicos[7].

“Nos movemos lo justo y lo mínimo, porque nos hemos mentalizado que el tiempo es dinero y todo vale en el esfuerzo de ahorrarlo”, reflexiona Sandra Pino, Preparadora Física y Fitness Coach de IMEO. El coche y el metro son nuestro método de transporte habitual, de modo que tardamos el tiempo mínimo para llegar de casa al trabajo y viceversa sin sudar ni gota. El ascensor, los asientos y las escaleras mecánicas son otras de las facilidades que nos hacen “ir cómodos” en el trayecto. El ordenador y el teléfono móvil son las principales herramientas de que nos servimos en nuestro trabajo, pero también tiempo de ocio, porque nos permiten hacer un sinfín de tareas con el mínimo movimiento corporal posible. Piernas hinchadas, ojos rojizos, dolor de cabeza y alguna otra molestia debida a las malas posturas frente la pantalla son algunas de las enfermedades tecnológicas que se han instalado de forma natural en lo que es nuestra vida diaria. En este sentido, no nos debe extrañar que el 25% de los españoles mayores de 16 años sufran dolor lumbar o cervical[8].

“De nosotros depende cómo queremos disfrutar de la urbe, a través de la ventanilla del coche o a pleno pulmón, sincronizando nuestro tono cardíaco con el pulso de la gran ciudad con cada paso que damos”, recalca Sandra Pino, también Campeona de Bodyfitness de España en el 2009. Podemos practicar City Training donde y cuando nosotros queremos, además siendo completamente gratis. Si nos bajamos una parada del metro o el bus antes de llegar a nuestro destino, ya sea del trabajo o la casa, y caminamos más bien rápido, por media hora habríamos quemado 230 calorías. Si hacemos este mínimo esfuerzo os o casi todos los días de la semana, habríamos igualado o superado lo que sería el equivalente a dos sesiones de spinning. Subir y bajar escalerases un ejercicio aeróbico excelente, porque moviliza las grasas, aumenta el metabolismo y fortalece nuestro sistema cardiovascular. En tan solo media hora nos permite quemar cerca de 300 calorías, sin alterar en exceso nuestro ritmo cardíaco. Una vez cogido el ritmo, se podrían utilizar unas muñequeras de 250 gramos o medio kilito cada. Esto nos permitirá quemar más calorías, fortalecer el tríceps y movilizar el brazo. Hacer ejercicio escuchando nuestras canciones favoritas, inspira el movimiento y hace las rutinas más divertidas. Los bailes de salón pueden mejorar la  relación con la pareja. Porque la música, igual que el olor, puede penetrar en áreas del cerebro que el lenguaje por sí solo no alcanza. 


[1] Estadísticas Sanitarias Mundiales 2012 de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

[2] Encuesta publicada por la Oficina de estadística comunitaria Eurostat, en datos valorados entre el 2008 y el 2009.

[3] Según la Encuesta de la Población Activa del INE para el tercer trimestre de 2012, la tasa de paro femenina

     (25,41%) es más alta de la masculina (24,68%).

[4] Informe reciente de IPSOS, Generación XXL.

[5] Datos del ‘Consenso Español sobre el Trastorno de Ansiedad Generalizada’

[6] La Encuesta Europea de Salud revela que las mujeres españolas hacen menos ejercicio intenso que sus     homogéneos (15,7% frente a 34,4%), pero practican más ejercicio físico moderado (42,7% frente a 26,0%) en su     jornada laboral o en el tiempo libre.

[7] Según las Estadísticas Sanitarias Mundiales 2012 de la OMS.

[8] Según datos de la Encuesta Europea de Salud en España 2009, realizada por el Instituto Nacional de Estadística.

La obesidad y la dieta, los principales problemas de salud

A los españoles les preocupas más estos factores que otros como puedan serlo el alcohol o el tabaco

Fuente: EP / lne.es

Los españoles consideran que la obesidad, el estrés y la dieta poco saludablesuponen un mayor problema para la salud que el consumo de alcohol y tabaco, según los datos aportados por el III Estudio Bupa-Sanitas Health Pulse, que recoge las tendencias en el cuidado sanitario de más de 14.000 personas en 13 países.

Estos resultados contrastan con el incremento de la tasa de obesidad de los españoles en los últimos 10 años, situada por encima de la media internacional, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Y es que, una de cada seis personas adultas en España es obesa y uno de cada tres niños entre 13 y 14 años padece sobrepeso. Además, la OCDE prevé que, en los próximos diez años, aumente en un 10 por ciento el número de adultos que padece obesidad.

Por ello, en España sólo el 7 por ciento de los encuestados considera que el alcohol es un problema de salud y el 13 por ciento que lo es el tabaco, mientras que el 24 por ciento asegura que la obesidad es el principal problema sanitario, el 23 por ciento cree que es el estrés y el 15 por ciento la falta de ejercicio físico.

No obstante, el 40 por ciento de los encuestados no reconoce el sobrepeso como un factor de riesgo clave para el desarrollo de la diabetes. Además, el 65 por ciento afirma tener un buen estado de salud, especialmente aquellos con edades comprendidas entre los 18 y los 24 años –el 79 por ciento–. Por el contrario, el 54 por ciento de las personas de entre 55 y 64 años señala estar en unas buenas condiciones saludables.

Los hombres creen que están mejor en salud
Por otro lado, los mayores de 65 años –el 12 por ciento– siguen considerando que tienen mala salud, y el 68 por ciento de los hombres considera que tiene una vida sana, frente a un 61 por ciento de las mujeres que lo afirman.

En relación al ejercicio físico, el 15 por ciento de los encuestados considera que la falta de actividad es uno de los mayores problemas que afecta a la salud de los ciudadanos, el 34 por ciento reconoce realizar al menos una hora al día de ejercicio ligero y un 77 por ciento afirma dedicar a estas tareas una hora a la semana.

Además, en comparación con los 13 países a los que se ha realizado la encuesta, España se sitúa en el quinto puesto cuando se trata de dedicar más de una hora a la semana a la práctica de ejercicio físico ligero. Frente a estas cifras, sólo el 29 por ciento de los encuestados afirma que durante la semana realiza más de una hora de ejercicio intenso, una cifra muy similar a países como Estados Unidos –30 por ciento– o Australia –30 por ciento–.

Ahora bien, cuando se trata de dedicar más de una hora por semana a la realización de la actividad física intensa, España ocupa el octavo lugar, en comparación con el resto de países analizados, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja que los adultos de entre 18 y 64 años dediquen, al menos, dos horas y media a la semana a la realización de una actividad física intensa moderada.

Los españoles quieren mantener hábitos de vida saludable
Por otra parte, ocho de cada diez españoles afirma haber intentado hacer cambios en sus hábitos en los últimos cinco años con el objetivo de mejorar su estado de salud. Sin embargo, sólo la mitad de ellos afirma mantenerlo.
En una situación similar se encuentran países como México y Brasil, donde sólo el 48 por ciento de los mexicanos y el 47 por ciento de los brasileños han logrado mantener estos cambios.

Sin embargo, en China el 92 por ciento afirma haber realizados cambios en el último lustro que benefician a su salud y más del 80 por ciento asegura haber logrado mantenerlos.

En concreto, el estudio ha analizado estos parámetros entre los ciudadanos de España, Nueva Zelanda, China, Australia, Gran Bretaña, Estados Unidos, Tailandia, India, Egipto, México, Hong Kong, Arabia Saud y Brasil.

Resumen de estadísticas de obesidad 2011

Diciembre, 2011

El Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) publica un resumen de las estadísticas más relevantes en términos de obesidad que se han visto reflejados en los medios durante los últimos años.

La obesidad en España y en el mundo

  • En Españados de cada tres hombres tienen sobrepeso y una de cada seis personas es obesa. Fuente: Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
  • Las últimas estadísticas señalan que esta enfermedad afecta a entre el 10 y el 27% de los hombres y al 38% de las mujeres en Europa. Se calcula que más de 200 millones de adultos de toda la Unión Europea pueden tener sobrepeso o estar obesos. Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE, 2009).
  •  Más de la mitad de la población española de 18 y más años está por encima del peso considerado como normal. El 45,5% de los varones y el 29,9% de las mujeres tienen sobrepeso, mientras que el 17,3% de los varones y el 14,7% de las mujeres presentan obesidad. El 52,1% de los varones y el 43,6% de las mujeres de 65 a 74 años tienen sobrepeso, mientras que el 23,9% de los varones y el 27,4% de las mujeres mayores padecen obesidad. Fuente: Encuesta Europea de Salud.
     
  • Uno de cada 3 españoles padece obesidad abdominal. Fuente: Estudio Enrica.
     
  • Más de dos millones de personas en España padecen obesidad severa, de ellos, menos del 1 por ciento, alrededor de 4.000 personas se han sometidos a cirugía de la obesidad o bariátrica. Fuente: Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO).
     
  • En España dos de cada tres hombres tienen sobrepeso y una de cada seis personas es obesa. Tres de cada cuatro estadounidenses tendrán sobrepeso en los próximos diez años. En Japón y Corea es donde se han registrado las tasas de obesidad más bajas. Fuente: un estudio realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), titulado «Obesidad y economía de la prevención: en forma, no gordo».
     
  • En China hay cerca de cien millones de personas con sobrepeso, cuando en 2005 ese indicador alcanzaba sólo los 18 millones; en Brasil, el 16% de los niños y el 12% de las niñas, de entre 5 y 9 años, padecen obesidad (cuatro veces más que hace 20 años; en México, uno de cada siete adultos está por encima de su peso ideal; y en Sudáfrica, el índice de obesidad es incluso más alto que en Estados Unidos (donde dos de cada tres personas la sufren). Fuente: informe difundido por el BBC Mundo que relaciona el crecimiento de la riqueza en los países emergentes con el incremento del sobrepeso y la obesidad.
     
  • Se calcula que el gasto de atención médica para personas obesas «es por lo menos un 25 por ciento mayor que para gente de peso normal». Fuente: OCDE.
  • La obesidad está relacionada con seis de cada diez muertes debidas a enfermedades no contagiosas y, de media, reduce en diez años la vida de quienes la padecen. Fuente: La Organización Mundial de la Salud (OMS).
     
  • Cada año fallecen en el mundo cerca de 2,8 millones de personas adultas como consecuencia del sobrepeso o la obesidad. Además, el 44% de la carga de diabetes, el 23% de cardiopatías isquémicas y entre el 7% y el 41% de algunos cánceres son atribuibles al sobrepeso y la obesidad. Fuente: datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Obesidad y sobrepeso entre los menores  
  • En 2010, alrededor de 43 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso. En los países en desarrollo están viviendo cerca de 35 millones de niños con sobrepeso, mientras que en los países desarrollados esa cifra es de 8 millones. Durante los últimos tres décadas la obesidad se ha más que doblado en todo el mundo. Fuente: datos de la OMS.
  • El 21,1 por ciento de los niños españoles tienen sobrepeso y el 8,2 son obesos, con lo que casi uno de cada tres niños de entre 3 y 12 años tiene exceso de peso. Fuente: El Programa Thao de Salud Infantil.
     
  • Un 27,6% de la población española entre los 2 y los 17 años presenta sobrepeso u obesidad. Fuente: datos del Ministerio de Sanidad.
     
  • El porcentaje de la obesidad infantil ha aumentado un 35% en la última década. Fuente: Centro Nacional de Investigaciones Cardiológicas.
     
  • Uno de cada 3 jóvenes españoles, de edades comprendidas entre los 13 y 14 años, tiene sobrepeso. Estados Unidos y Gran Bretaña superan a España en número de niños con sobrepeso. En estos países el 40 por ciento de la población infantil padece de obesidad. Fuente: informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), titulado «Obesidad y economía de la prevención: en forma, no gordo».
  • España es el segundo país de la Unión Europea, detrás de Malta, con mayor porcentaje de niños obesos o con sobrepeso entre los 7 y los 11 años. La obesidad se ha convertido en una epidemia que afecta cada año a 400.000 niños más en los Veinticinco. Fuente: un estudio de la Comisión Europea.
  • El 9% de los escolares españoles sufren obesidad y el 33 % sobrepeso, frente a cifras inferiores al 20% en Francia, Polonia, Alemania u Holanda. Fuente: International Obesity Task Force (IOTF).
     
  • El 7,3% de los niños argentinos sufre la enfermedad, considerada epidemia mundial por la OMS. Le siguen Brasil y México. Fuente: laOficina Regional de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación(FAO).
     
  • En Brasil, uno de cada tres niños de 5 a 9 años tiene exceso de peso, mientras que en México uno de cada cuatro niños de entre 5 y 11 años tiene sobrepeso u obesidad. Fuente: Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).Principales factores de riesgo

    Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo. Algunas de sus causas radican en los factores de riesgo «modificables», como son la dieta no saludable, el sedentarismo, el sobrepeso, el estrés, el tabaquismo y la hipertensión arterial.La alimentación no saludable y el sedentarismo son factores «intermedios» que elevan la presión arterial, el azúcar, el colesterol y los triglicéridos y llevan al sobrepeso y la obesidad. Los factores de riesgo «modificables» son responsables de alrededor del 80% de los casos de cardiopatía coronaria y enfermedad cerebrovascular.

    Otros datos de la OMS 

  • En general, 2,7 millones de muertes anuales son atribuibles a una ingesta insuficiente de frutas y verduras.
  • En general, 1,9 millones de muertes anuales son atribuibles a la inactividad física.
  • A nivel mundial, la obesidad afecta aproximadamente 1.600 millones de adultos y, al menos, 20 millones de niños menores de 5 años con sobrepeso.
  • Las enfermedades crónicas, como las enfermedades cardíacas, el cáncer y la diabetes, son la principal causa de muerte en el mundo, causando el 60% de las muertes totales.
  • La obesidad infantil es uno de los retos de salud pública más graves en el siglo XXI. Más del 75% de los niños afectados vive en países de bajos y medianos ingresos.
  • Para ver las estadísticas más relevantes en temas de obesidad para el año 2012, abre el enlace: https://stopalaobesidad.com/2012/11/08/estaditicas-de-obesidad-2012/
  • Para ver las estadísticas de años anteriores, abre los enlacies:
    https://stopalaobesidad.com/2010/11/15/la-obesidad-en-espana-y-en-el-mundo/   https://stopalaobesidad.com/2010/11/18/la-obesidad-afecta-cada-ano-400-mil-ninos-mas-en-la-ue/2010; https://stopalaobesidad.com/2012/10/27/estadisticas-obesidad-2009/2009.

Los hombres españoles, entre los más obesos de la UE

Las españolas se sitúan en el puesto 14

BRUSELAS, 24 Nov. (EUROPA PRESS) –
Los hombres españoles están entre los que más problemas de obesidad presentan en la Unión Europea, de acuerdo a los datos publicados este jueves por la Oficina europea de estadística (Eurostat), que coloca a los españoles en el séptimo puesto de un ranking de los hombres más obesos, por detrás de Malta, Reino Unido, Hungría, República Checa, Grecia y Polonia.

En el caso de las mujeres, el resultado es inverso ya que las féminas españolas se colocan entre las menos obesas de los países de la Unión Europea tenidos en cuenta para esta encuesta. Las españolas ocupan el puesto 14 con un porcentaje del 14,4 por ciento.

Además, dentro de España el porcentaje de hombres obesos también supera la cifra femenina, y son el 17 por ciento de españoles los que presentan obesidad, frente al 14,4 por ciento de las españolas. De los países estudiados, Reino Unido y Malta son los que mayor población obesa registra.

En el caso de las mujeres, el 23,9 de las británicas y el 21,1 de las maltesas sufren obesidad, mientras que los mismos problemas de peso los sufren el 24,7 por ciento de los hombres en Malta y el 22,1 por ciento de los británicos. La oficina de estadística europea apunta también que la proporción de personas con problemas de obesidad aumenta según el tramo de edad que se estudia, pero tiende a disminuir cuanto mayor es el nivel educativo.

En el estudio participan 19 países de la Unión Europea y quedan fuera del análisis Dinamarca, Irlanda, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal, Finlandia y Suecia.

Complicaciones en obesos jóvenes y adultos

En la población española de 18 y más años, el 45,5% de los varones y el 29,9% de las mujeres tienen sobrepeso, mientras que el 17,3% de los varones y el 14,7% de las mujeres presentan obesidad, según la última Encuesta Europea de Salud.

«La edad con más índices de obesidad, casi el doble, es la comprendida entre los 20 y 50 años», indica Rubén Bravo, Supervisor del Departamento de Endocrinología y Nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO). En algunos países desarrollados, la frecuencia de la obesidad también aumenta más del doble entre las mujeres de nivel socioeconómico bajo. Está más que visto que las medidas contra la obesidad aumentan con el poder adquisitivo. Las mujeres de clase alta y medio alta dedican más tiempo y recursos para controlar su peso y cuidar su imagen física que les permiten a su vez adaptarse a las exigencias sociales de un nivel socioeconómico alto.

No obstante, el consumo de comida rápida y bollería industrial es más extendida entre las personas jóvenes de ingresos más bajos. Nos encontramos ante una paradoja, la famosa «curva de la felicidad» se ha transformado hoy en la «curva de la desgracia». La publicidad que postula cánones estéticos definidos por la delgadez oferta al mismo tiempo comida rápida. Por esta razón, se le ha definido como «la gran fábrica de obesos tristes».

Uno de los tipos de trastorno emocional, la imagen negativa del cuerpo, es problema grave para muchas mujeres obesas en edad reproductiva. Ello conduce a una inseguridad extrema y malestar en ciertas situaciones sociales y especialmente se hace notar a la hora de buscar trabajo o pareja. Es cuando aparecen los primeras problemas sexuales, relacionados con la disminución de la libido y la compulsividad que en muchas ocasiones termina en una adicción ciega al dulce.

A nivel físico las complicaciones relacionas con la obesidad se expresan en hipertensión arterial, varices, retención de líquidos y problemas gestacionales como malposiciones fetales o partos prolongados.

Más de la mitad de los adultos españoles tiene sobrepeso y uno de cada seis sufre obesidad

MADRID, 11 Nov. 2011 (EUROPA PRESS)

Más de la mitad de los adultos españoles tiene sobrepeso y uno de cada seis sufre obesidad, según la Encuesta Europea de la Salud y datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), respectivamente. Las cifras aumentan cada año «nutridas por los nuevos casos de obesidad infantil y adolescente».

   Así ha informado, en declaraciones a Europa Press, Rubén Bravo, supervisor del departamento de Endocrinología y Nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), que, en el marco del Día Mundial contra la Obesidad, que se celebra este sábado, 12 de noviembre, ha lanzado la campaña ‘Soluciones contra la Obesidad’.

El 45,5 por ciento de los hombres adultos y el 29,9 por ciento de las mujeres adultas presentan sobrepeso. Por su parte, el 17, 3 por ciento de los hombres y el 14,7 por ciento de las mujeres sufren obesidad. En definitiva, una sexta parte de la población adulta es obesa y un tercio tiene obesidad abdominal, según el estudio Enrica.

   La diferencia entre las cifras de hombres y mujeres se justifica por una razón de afección social. «Las mujeres se cuidan más y están más pendientes de este tema: en IMEO, el 70-75 por ciento de los pacientes son mujeres y el 25-30 por ciento son hombres», ha indicado Bravo.

UN 8,2% DE LOS NIÑOS SON OBESOS

   Los pacientes con obesidad crecen cada año. «Hace dos años, la cifra era un 3 ó 4 por ciento menor», ha señalado Bravo. En gran medida, esta situación se debe al aumento de casos de obesidad infantil y adolescente. En España, el 21,1 por ciento de los niños de 3 a 12 años tiene sobrepreso y el 8,2 por ciento son obesos.

El sedentarismo no es la única causa de este incremento. Los niños no se alimentan correctamente, en primer lugar, por «el estrés del día a día», ha dicho el experto. «Muchas mujeres antes dedicaban más tiempo a los niños y los alimentaban mejor. Ahora, por ejemplo, los desayunos son rápidos y escasos», ha añadido.

   Según ha explicado Bravo, el 8 por ciento de los niños acuden al colegio sin haber desayunado y sólo el 7,5 por ciento lo hace correctamente. La cantidad de comida recomendada en el desayuno debe corresponder a una tercera parte de la ingesta total diaria, ya que, según la cronobiología del organismo, éste necesita más energía de 5 de la mañana a 5 de la tarde, coincidiendo con la salida y puesta de sol.

   A partir de entonces, el cuerpo no necesita tanto alimento, pues inicia una fase de reparación en la que cobra más protagonismo el sistema inmunitario.

   En este sentido, los niños y adolescentes «comen muy mal», según el experto, y si desayunan, toman alimentos muy glucosos «que provocan subidas muy fuertes de energía que vienen seguidas de bajadas que generan depresión y cansancio, lo que puede derivar a la larga en un comportamiento leve bipolar».

LA CRISIS HA DISPARADO LAS CONSULTAS

   «No existe una concienciación social de la obesidad, puesto que los casos aumentan cada año. Con estos problemas, se busca algo rápido, efectivo y barato. Estos atajos no son sanos. Son eficaces a corto plazo pero dañinos a medio y largo plazo. El efecto rebote se produce porque el organismo se pone a la defensiva y ralentiza el metabolismo», ha comentado el experto.

   Sin embargo, se han disparado las consultas causadas por la ansiedad producida por la crisis económica.

   «Los datos europeos demuestran que las consultas han crecido entre un 30 y un 40 por ciento cada año desde 2009 debido a la ansiedad y a la depresión que derivan en problemas de trastorno alimenticio», ha afirmado Bravo.

LA PREDISPOSICIÓN GENÉTICA «ESTÁ DEMOSTRADA»

   Según Rubén Bravo, la predisposición genética hacia la obesidad está demostrada en relación con el metabolismo. El organismo puede priorizar el consumo de grasa o de glucosa (azúcares). «Si prioriza los azúcares, no utiliza la grasa y, además, tiene tendencia a pedir más azúcar que convertirá en grasa si no es utilizado. En cambio, si prioriza en grasa, la consume como fuente de energía y la persona puede consumir todo el azúcar que quiera porque su cuerpo no lo retiene», ha informado.

   «La parte genética es muy importante. Hay un estudio con ratas en Estados Unidos, liderado por el doctor Barry Sears. A unas les dan grasas Omega 3, saludables, y a otras Omega 6. En la primera generación no se percibe ningún cambio; tampoco en la tercera. Es en  la cuarta generación cuando comienzan los problemas de obesidad: el hígado graso, aumento de un 50 por ciento de su tamaño, acumulación de grasa… A partir de esa cuarta generación, hay obesos y tendencia a acumular grasa y a desarrollar un metabolismo graso», ha apuntado.

LA BANDA GÁSTRICA AUMENTA EL ÍNDICE DE TASA METABÓLICA

   El Índice de Tasa Metabólica indica la efectividad del metabolismo para quemar grasa. Va del 1 al 15. Los obesos suelen presentar una tasa de 1 ó 2. A un metabolismo equilibrado le corresponde una tasa de 5 a 10.

La banda gástrica es la solución que propone IMEO para alcanzar el Índice de Tasa Metabólica normal y consiste en un anillo de silicona que se coloca en la parte superior del estómago que puede ser regulado para que el paciente coma más o menos. «Si toma demasiado alimento, siente náuseas y, así, aprende a comer despacio, porque se sacia antes», ha dicho Bravo.

   Para comprobar la efectividad de este tratamiento, IMEO realizó un estudio sobre una muestra de pacientes de edad comprendida entre los 18 y los 65 años, con más de 95 kilos de peso inicial, siendo un 70 por ciento mujeres y un 30 por ciento hombres.

   Los resultados han indicado que el Índice de Tasa Metabólica subió casi tres veces (278%) en el caso de los hombres y una vez y media (165%) en las mujeres.

   Pese a ello, existe un 4 ó 5 por ciento de pacientes, «mujeres sobre todo, que pueden desarrollar una tendencia a la anorexia», ha apuntado el experto.

   «Son pacientes perdidos a los que hay que llevar de la mano para que se vayan regulando. Es fundamental, por ello, el tratamiento multidisciplinar: psicólogo, nutricionista y endocrino deben trabajar de la mano con el paciente para mejorar su metabolismo», ha continuado.

La campaña bajo el nombre ‘Soluciones contra la Obesidad’ ha centrado sus esfuerzos en «mostrar la banda gástrica como una solución real para personas con sobrepeso y obesidad. Además, hemos puesto a disposición del que lo desee y de forma gratuita un escáner corporal para que cada paciente pueda detectar el problema de obesidad que tiene. Para curar la obesidad es muy importante detectar el problema que subyace: ansiedad, niveles altos de serotonina, genética…», ha concluido Rubén Bravo.

Una de cada dos personas culpa a la falta de voluntad por los kilos ganados en verano

Un estudio realizado por el Instituto Médico Europeo de la Obesidad revela que los pacientes que ya tienen un alto índice de sobrepeso u obesidad tienden a engordar más en el verano

• La mayoría de las personas entrevistadas entre 20 y 45 años de edad con un sobrepeso inferior a los 25 kilos han ganado entre 1 y 3 kilos durante el verano.
• Los hombres entre 20 y 45 años de edad se cuidan más, persisten en el gimnasio en la época estival y acuden al endocrino antes de llegar a los diez kilos de más.
• Las representantes del sexo femenino en edad reproductiva acuden a un nutricionista cuando la situación ya se les haya escapado de las manos y han alcanzado los veinte kilos de más. 

Una vez pasadas las vacaciones y tras la vuelta a la rutina, el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) hace públicos los resultados de un curioso estudio que indaga sobre los hábitos alimenticios, dietéticos y deportivos de sus pacientes con el fin de averiguar cómo les ha sentado el verano. A la encuesta elaborada con este fin, contestaron un total de 90 personas con sobrepeso y obesidad, procedentes de Madrid, que actualmente se encuentran en fase de tratamiento. 54 de ellos son mujeres y 36 hombres. El 77% de los entrevistados tiene entre 20 y 45 años (grupo A), un 20% es mayor de 45 años (grupo B) y sólo un 3% resulta tener menos de 20 años (grupo C).

Del primer grupo (A), entre 20 y 45 años de edad, 30 son hombres y 39 mujeres. El 50% de los hombres está cerca de su peso ideal sin superar los diez kilos de más, un 30% tiene entre 15 y 25 kilos de sobrepeso y apenas un 20% padece obesidad, con más de 30 kilos por encima de la talla ideal. Respecto las mujeres, el 54% tiene entre 15 y 25 kilos de más, un 38% está muy cerca de su peso ideal o con una diferencia que no supera los diez kilos de más y un 8% padece obesidad.

Del segundo grupo (B), mayores de 45 años de edad, 12 personas son mujeres y 6 hombres, dos terceras partes no llega a los 10 kilos de más, mientras un 33% tiene entre 15 y 25 kilos de sobrepeso.

Del tercer grupo (C), formado por tres personas menores de 20 años de edad, todos los representantes son del sexo femenino con un sobrepeso entre 15 y 25 kilos.

ENTRE 1 Y 3 KILOS DE MÁS DURANTE EL VERANO

Un 56% de las personas entrevistadas, entre 20 y 45 años de edad y con un sobrepeso inferior a los 25 kilos, afirma haber ganado entre 1 y 3 kilos durante el verano, mientras un 27% presume mantener su peso actual. Sólo un 17% confiesa que se ha pasado de la ralla durante el verano, cogiendo más de 3 kilos. “Nos llama la atención en estos casos que los pacientes que ya tienen un alto índice de obesidad tienden a engordar más en el verano”, señala Rubén Bravo, jefe del área de nutrición de IMEO.

LAS VACACIONES SON SAGRADAS, LA DIETA PARA DESPUÉS

Otro dato que revela el estudio es que la gran mayoría considera mejor momento para ponerse a dieta el período posvacacional, porque “las vacaciones son sagradas y es cuando se permiten comer de todo, sin abusar”, a esto responden un 47% de los entrevistados. Un 37% de la gente señala que es mejor empezar con la dieta dos o tres meses antes del verano y un 16% indica que no realiza dieta durante sus vacaciones, porque “es cuando más disfrutan con la comida y no cuentan calorías”.

En cuanto la alimentación, un 43% de los encuestados contesta que no hace diferencia en el verano y sigue con el mismo plan que el resto del año, mientras otro 43% señala que simplemente evitan ciertos alimentos que engordan. Sólo un 14%, en su mayoría hombres entre 20 y 45 años, afirma haber hecho una dieta restrictiva tipo Dukan, hiperproteica, en base de batidos, restringiendo mucho la ingesta de alimentos y comiendo modestas cantidades de fruta y verdura.

MENOS GANAS DE DEPORTE EN VERANO Y FALTA DE VOLUNTAD PARA CUIDARSE

El 60% de los entrevistados confiesan que no son muy aficionados al deporte y como mucho hacen paseos en familia al aire libre. Un 23% señala que aprovecha el período estival para hacer natación, bicicleta, senderismo, juegos en equipo o ir de discotecas. Sólo un 17%, en su mayoría hombres, entre 20 y 45 años, persiste en el gimnasio, realizando pesas, footing, y actividades dirigidas en la época de más calor.

El 37%, en su mayoría entre 20 y 45 años de edad, indica que practica actividad física como mínimo una hora al día, tres veces a la semana, mientras un 60% niega practicar deporte de forma regular, sino de forma esporádica.

El 50% de las personas culpa la falta de voluntad por los kilos acumulados durante el verano, mientras un 37% se justifica con su entorno familiar que les impide hacer dieta cuando reina el espíritu vacacional. Un 7% atribuye la culpa de los kilos ganados en verano al calor que “les quita las ganas de practicar deporte”. Sólo un 17% afirma no tener sentimiento de culpa, porque se cuida independientemente de la época.

Un 73% de los encuestados niega tomar algún tipo de suplemento para perder peso y sólo un 27% admite que haya acudido a quemadores de grasa adquiridos por Internet o productos comerciales, como la L-Carnitina, el Allí o el té verde.