La salud entra por la boca

Heraldo de Berbate

Lo que comemos afecta nuestro cuerpo de forma positiva o negativa.

Muchas de las enfermedades que se pueden llegar a padecer tienen su origen en los malos hábitos alimenticios, ya que estos influyen de gran manera en el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Por supuesto, la mala alimentación aunada al sedentarismo y la predisposición genética de la persona, son factores a tomar en cuenta a la hora de padecer cualquier patología. Con el auge de la era fitness es normal ver más personas realizando ejercicio o pensando mejor en cómo alimentarse de forma correcta, ya que actualmente, gran parte de la población desarrolla diversas enfermedades.

El punto de la obesidad juega un papel importante en este aspecto ya que las personas que sufren de sobrepeso suelen desarrollar alguna enfermedad, debido a que el cuerpo humano, no está diseñado para soportar durante prolongados periodos de tiempo una gran cantidad de peso, esto produce que los órganos deban duplicar su funcionamiento causando que se deterioren o presenten fallas con mayor rapidez. Esto suele suceder con las articulaciones las cuales se encargan de soportar el peso del cuerpo y tienden a presentar desgaste ocasionado muchas molestias y en algunos casos visitas al quirófano.

Lo mismo ocurre en nuestro torrente sanguíneo, por el viajan gran parte de los nutrientes de nuestro cuerpo y por supuesto, las grasas que cuando se encuentran en niveles muy elevados pueden ocasionar obstrucciones las cuales pueden traer consigo embolias o infartos. Cuando las personas alcanzan cierto peso muchas veces se vuelve difícil perderlo y es por ello que existen instituciones creadas para brindarles apoyo a las personas que atraviesan por estas circunstancias, tal como lo es el Instituto Médico Europeo para la Obesidad.

Este centro cuenta con expertos los cuales pueden orientar al paciente sobre las diferentes opciones que existen para abordar su problema, tomando en cuenta la opción que mejor se adapte a cada caso, una de las intervenciones que suele ser más recomendada es la manga gástrica debido al gran éxito que ha presentado en poco tiempo, esta consiste en remover una parte del estómago dejando el restante en forma de tubo o manga que se conecta al esófago y al intestino delgado.

Esta intervención ayuda a disminuir la superficie del estómago hasta en un 70%, quedando aproximadamente del tamaño de una pelota de tenis, debido a que esta cirugía preserva el orden natural del sistema digestivo no presenta muchas complicaciones a la hora de la recuperación del paciente, ya que en algunos casos las cirugías pueden alterar la correcta absorción de los nutrientes ocasionando problemas a la larga

Para aquellos pacientes que presenten un índice de masa corporal total mayor a 50 kg/m² la principal opción a tomar en cuenta es la de la manga gástrica ya que es menos agresiva y riesgosa que intervenciones tales como el bypass gástrico o el cruce duodenal. Por supuesto, todos los procedimientos deben ser complementados con una dieta adecuada y ejercicio para que la persona no aumente nuevamente el peso perdido.

Vero: «Los dos ictus que sufrí me han hecho reaccionar contra la obesidad»

Esta paciente del IMEO celebra el Día de la Obesidad con 28 kilos menos

Verónica despuésEsta joven madrileña de 31 años celebra el Día Mundial de la Obesidad con 28 kilos menos. Hace seis meses comenzó un tratamiento de Banda Gástrica en el Instituto Médico Europeo de la Obesidad.
Su peso de partida fue de 104Kg, tenía un riesgo cardiovascular medio-alto y un Índice de Tasa Metabólica lento (en su caso correspondiente a 1, en una escala de 1 a 15, donde el metabolismo se considera lento de 1 a 5, normal de 5 a 9, e hiperactivo de 9 a 15). Actualmente la paciente pesa unos 76Kg, hace tres meses que salió del riesgo cardiovascular y ahora su Tasa Metabólica está normalizada en 7.

Su historia de obesidad es relativamente reciente y se remonta a los últimos tres años en los que había ganado más de 35Kg extras.
«En aquel momento hacía largas jornada laborales y turnos de noche, de modo que prácticamente me alimentaba a base de bocadillos», recuerda Verónica, especificando que es un tipo de comida muy tentadora, rápida de preparar y fácil de llevar y conservar, tanto en ambientes de calor, como fríos. La obesidad no tardó en pasarle factura. Se unió a otros problemas de salud, como la fibromialgia y el hipotiroidismo, habiendo días en que prácticamente no se podía levantar de la cama.
Verónica antesLos dos ictus que sufrió en las Navidades pasadas colmaron el vaso. Era cuando los médicos se lo dijeron sin rodeos: si quería conservar la vida, debía perder peso lo antes posible. «Aposté por el IMEO porque tenían la fama de abordar la obesidad desde un punto de vista científico, antes de proponer una solución, buscan la causa, lo que te ha llevado a la obesidad», dice Vero. Me hicieron una serie de pruebas a nivel físico y hormonal y después de evaluar mi estado general, optamos por la Banda Gástrica, una técnica con demostrada eficacia en el tratamiento de obesidad a largo plazo.
Durante los últimos seis meses he experimentado un cambio brutal, no sólo físico. El sobrepeso me había vuelto negativa, era imposible de tratar. Lo veía todo negro, no conseguía salir de la depresión, a menudo me encerraba en casa y todo era motivo de enfado.
Ahora, he vuelto a ser como antes de engordar, he recuperado la seguridad en mi misma, la sonrisa que no baja de mi cara y estoy más abierta al mundo. Ya no tengo problemas de fibromialgia y físicamente me definiría más bien como activa.

Carolina y Bárbara han dejado la obesidad atrás

¿Quién diría que estas dos madrileñas, jóvenes y atractivas, tenían un grado alto de obesidad? Tras someterse a una operación de Banda Gástrica en el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), Bárbara logró perder casi 80 kilos de los 150 que pesaba. Carolina, en cambio, apostó por el By pass gástrico de IMEO y en 8 meses pudo perder 40 kilos. Tras pasar por un proceso de tratamiento integral, en el que intervinieron cirujanos, nutricionistas, psicólogos y preparadores físicos, estas dos chicas afirman que se sienten «recuperadas, en buena condición física y con una autoestima insuperable».

Bonos de Ayuda de 3.000 euros en Banda Gastrica; sólo hasta 31 de agosto del 2012

Los últimos estudios sitúan la Obesidad como la Segunda Causa de Mortalidad en España

Consciente del problema y de la actual situación económica, el Instituto Médico Europeo de la Obesidad facilitará Bonos de Ayuda de 3.000 Euros* por paciente, en su tratamiento de Banda Gástrica. 

BONO DE AYUDA TRATAMIENTO BANDA GÁSTRICA

Duración: 1 año de seguimiento.

INCLUYE

Implatación y seguimiento

  • Implantación de la Banda Gástrica, con todos los gastos incluidos (pruebas preoperatorias, consulta de preanestesia, honorarios médicos y quirúrgicos, banda gástrica de última generación de la prestigiosa marca Allergan).
  • Las consultas de Nutrición que necesite durante el año de su tratamiento. 

Evaluación inicial y de seguimiento

  • 2 Estudios con Analizador Intersticial EIS (estado endocrino y emocional).
  • Los estudios con Analizador Corporal TANITA que necesites durante durante el año de su tratamiento. (Musculo-Grasa-Agua).
  • 1 Analítica específica de Bioquímica y Tiroides. 

PRECIO FINAL DE TRATAMIENTO: 6.600 Euros.-

143 Euros/mes en 60 cuotas 

FINANCIAMOS TU TRATAMIENTO

–          En 6 o 12 meses sin intereses.

–          Hasta en 60 cuotas.

–          Posibilidad de cancelación anticipada. 

* Será imprescindible para la concesión del Bono de Ayuda demostración de ingresos familiares inferiores a 1.500 Euros.- o familiar en situación de paro. Fecha límite 31 de Agosto de 2012 o hasta un máximo de 50 pacientes.

Para más información: 902 10 40 50

El bypass gástrico podría superar a la banda en el largo plazo, según un estudio

 lainformacion.com / Por Genevra PittmanNUEVA YORK (Reuters Health) – Entre las opciones quirúrgicas para adelgazar, el bypass gástrico produce más complicaciones inmediatas que la banda gástrica, pero tiene menos efectos adversos y repeticiones quirúrgicas en el largo plazo.

Además, en un estudio sobre más de 400 pacientes obesos de Suiza, aquellos con bypass gástrico adelgazaron más rápido y muchos lo hicieron sin recuperar el peso perdido.

«Lo ideal con estos procedimientos para adelgazar sería tener la menor cantidad de complicaciones en el largo plazo, en especial las que exigen repetir la cirugía», dijo el coautor del estudio, doctor Michel Suter, cirujano del Hospital de Chablais.

«El bypass tiene problemas, efectos adversos, y tenemos que tenerlos en cuenta», agregó. Aunque aseguró: «Si tuviera que elegir un procedimiento, recomendaría el bypass».

Aun así, un especialista ajeno al estudio explicó que, cuando aparecen, las complicaciones del bypass gástrico son más graves que las de la banda gástrica.

El equipo de Suter revisó las historias clínicas de 442 pacientes obesos operados en sus hospitales entre 1998 y el 2005.

Para la cirugía, todos debían tener un índice de masa corporal (IMC) de por lo menos 40, o 35 si tenían enfermedades asociadas con la obesidad. Eso equivale a una persona de 1,70 metros con, respectivamente, 112,5 o 98,5 kilogramos.

La mitad tenía una banda gástrica, que reduce el tamaño del estómago. A la otra mitad se le había realizado el bypass gástrico, una derivación estomacal para que la comida no recorra una porción del intestino delgado. Ambos grupos tenían en promedio la misma edad y peso iniciales.

Los médicos los controlaron por lo menos dos veces por año durante los seis años posteriores a la cirugía.

Durante el primer mes después de la intervención, las complicaciones (infecciones) fueron más comunes con el bypass que con la banda gástrica. El 17 por ciento de los pacientes con bypass tuvieron un problema posquirúrgico, comparado con el 5 por ciento del grupo con la banda gástrica.

«La operación es un poco más complicada y riesgosa», aclaró Suter.

Pero, a partir de ese momento, el grupo con el bypass adelgazó más rápido, recuperó menos peso perdido y sufrió menos complicaciones en el largo plazo, incluida la repetición de la cirugía, que los participantes con la banda gástrica.

A los seis años, sólo un 12 por ciento de los pacientes con el bypass tenía un IMC superior a 35 (es decir, obesidad mórbida), comparado con un tercio del grupo con la banda.

Y el 13 por ciento necesitó una nueva cirugía debido a una complicación del bypass, a diferencia del 27 por ciento de los pacientes tratados con la banda gástrica.

Las complicaciones más comunes de la banda gástrica fueron por la erosión de la banda y la necesidad de extraerla, la intolerancia alimentaria o el estiramiento del esófago, según detalla el equipo en Archives of Surgery.

El bypass gástrico, en cambio, provocó hernias internas, que son obstrucciones intestinales que pueden poner en riesgo la vida si no se tratan.

Para la cirujana Christine Ren-Fielding, de la Facultad de Medicina de la New York University, las complicaciones del bypass gástrico tienden a ser más graves que las de la banda, aunque destacó que la técnica y la experiencia del cirujano son fundamentales para los resultados de cualquier cirugía.

Las cirugías para adelgazar cuestan unos 20.000 dólares. La banda es más económica que el bypass porque es una operación más sencilla y la internación es más corta, pero Suter comentó que los ajustes de la banda en el tiempo pueden elevar los costos.

Cuando se trata de elegir un procedimiento, Ren-Fielding dijo: «Mi filosofía es ayudar al paciente a lograr un resultado y optimizarlo, sin importar la cirugía, porque todas las operaciones bariátricas tienen sus beneficios en el tratamiento de la obesidad».

FUENTE: Archives of Surgery, online 16 de enero del 2012 (Reuters)

Ellas han adelgazado con la Banda Gástrica

Las cifras de obesidad cada vez son más impactantes, hoy en día son cerca de 2 millones los adultos en España que padecen esta enfermedad silenciosa. Sin embargo hoy en día existen sofisticadas formas para detectar a tiempo y prevenir esta patología antes de que nos pase factura a la salud. En este programa de Madrid Directo prestan testimonio dos pacientes del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) que han logrado bajar peso gracias a la Banda Gástrica. La primera de ellas, Cristina García, es madre de dos hijos y confiesa que en un año ha perdido 35 kilos ubicándose así en su peso recomendado saludable. La segunda, Bárbara Bautista, es una joven madrileña que, en aquel momento, declaraba su peculiar guerra contra la obesidad y unas semanas después de haber empezado con el tratamiento, afirmaba que había perdido 14 de los 82 kilos que le sobraban.

Para más información, pulsa play del video.

Más de la mitad de los adultos españoles tiene sobrepeso y uno de cada seis sufre obesidad

MADRID, 11 Nov. 2011 (EUROPA PRESS)

Más de la mitad de los adultos españoles tiene sobrepeso y uno de cada seis sufre obesidad, según la Encuesta Europea de la Salud y datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), respectivamente. Las cifras aumentan cada año «nutridas por los nuevos casos de obesidad infantil y adolescente».

   Así ha informado, en declaraciones a Europa Press, Rubén Bravo, supervisor del departamento de Endocrinología y Nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), que, en el marco del Día Mundial contra la Obesidad, que se celebra este sábado, 12 de noviembre, ha lanzado la campaña ‘Soluciones contra la Obesidad’.

El 45,5 por ciento de los hombres adultos y el 29,9 por ciento de las mujeres adultas presentan sobrepeso. Por su parte, el 17, 3 por ciento de los hombres y el 14,7 por ciento de las mujeres sufren obesidad. En definitiva, una sexta parte de la población adulta es obesa y un tercio tiene obesidad abdominal, según el estudio Enrica.

   La diferencia entre las cifras de hombres y mujeres se justifica por una razón de afección social. «Las mujeres se cuidan más y están más pendientes de este tema: en IMEO, el 70-75 por ciento de los pacientes son mujeres y el 25-30 por ciento son hombres», ha indicado Bravo.

UN 8,2% DE LOS NIÑOS SON OBESOS

   Los pacientes con obesidad crecen cada año. «Hace dos años, la cifra era un 3 ó 4 por ciento menor», ha señalado Bravo. En gran medida, esta situación se debe al aumento de casos de obesidad infantil y adolescente. En España, el 21,1 por ciento de los niños de 3 a 12 años tiene sobrepreso y el 8,2 por ciento son obesos.

El sedentarismo no es la única causa de este incremento. Los niños no se alimentan correctamente, en primer lugar, por «el estrés del día a día», ha dicho el experto. «Muchas mujeres antes dedicaban más tiempo a los niños y los alimentaban mejor. Ahora, por ejemplo, los desayunos son rápidos y escasos», ha añadido.

   Según ha explicado Bravo, el 8 por ciento de los niños acuden al colegio sin haber desayunado y sólo el 7,5 por ciento lo hace correctamente. La cantidad de comida recomendada en el desayuno debe corresponder a una tercera parte de la ingesta total diaria, ya que, según la cronobiología del organismo, éste necesita más energía de 5 de la mañana a 5 de la tarde, coincidiendo con la salida y puesta de sol.

   A partir de entonces, el cuerpo no necesita tanto alimento, pues inicia una fase de reparación en la que cobra más protagonismo el sistema inmunitario.

   En este sentido, los niños y adolescentes «comen muy mal», según el experto, y si desayunan, toman alimentos muy glucosos «que provocan subidas muy fuertes de energía que vienen seguidas de bajadas que generan depresión y cansancio, lo que puede derivar a la larga en un comportamiento leve bipolar».

LA CRISIS HA DISPARADO LAS CONSULTAS

   «No existe una concienciación social de la obesidad, puesto que los casos aumentan cada año. Con estos problemas, se busca algo rápido, efectivo y barato. Estos atajos no son sanos. Son eficaces a corto plazo pero dañinos a medio y largo plazo. El efecto rebote se produce porque el organismo se pone a la defensiva y ralentiza el metabolismo», ha comentado el experto.

   Sin embargo, se han disparado las consultas causadas por la ansiedad producida por la crisis económica.

   «Los datos europeos demuestran que las consultas han crecido entre un 30 y un 40 por ciento cada año desde 2009 debido a la ansiedad y a la depresión que derivan en problemas de trastorno alimenticio», ha afirmado Bravo.

LA PREDISPOSICIÓN GENÉTICA «ESTÁ DEMOSTRADA»

   Según Rubén Bravo, la predisposición genética hacia la obesidad está demostrada en relación con el metabolismo. El organismo puede priorizar el consumo de grasa o de glucosa (azúcares). «Si prioriza los azúcares, no utiliza la grasa y, además, tiene tendencia a pedir más azúcar que convertirá en grasa si no es utilizado. En cambio, si prioriza en grasa, la consume como fuente de energía y la persona puede consumir todo el azúcar que quiera porque su cuerpo no lo retiene», ha informado.

   «La parte genética es muy importante. Hay un estudio con ratas en Estados Unidos, liderado por el doctor Barry Sears. A unas les dan grasas Omega 3, saludables, y a otras Omega 6. En la primera generación no se percibe ningún cambio; tampoco en la tercera. Es en  la cuarta generación cuando comienzan los problemas de obesidad: el hígado graso, aumento de un 50 por ciento de su tamaño, acumulación de grasa… A partir de esa cuarta generación, hay obesos y tendencia a acumular grasa y a desarrollar un metabolismo graso», ha apuntado.

LA BANDA GÁSTRICA AUMENTA EL ÍNDICE DE TASA METABÓLICA

   El Índice de Tasa Metabólica indica la efectividad del metabolismo para quemar grasa. Va del 1 al 15. Los obesos suelen presentar una tasa de 1 ó 2. A un metabolismo equilibrado le corresponde una tasa de 5 a 10.

La banda gástrica es la solución que propone IMEO para alcanzar el Índice de Tasa Metabólica normal y consiste en un anillo de silicona que se coloca en la parte superior del estómago que puede ser regulado para que el paciente coma más o menos. «Si toma demasiado alimento, siente náuseas y, así, aprende a comer despacio, porque se sacia antes», ha dicho Bravo.

   Para comprobar la efectividad de este tratamiento, IMEO realizó un estudio sobre una muestra de pacientes de edad comprendida entre los 18 y los 65 años, con más de 95 kilos de peso inicial, siendo un 70 por ciento mujeres y un 30 por ciento hombres.

   Los resultados han indicado que el Índice de Tasa Metabólica subió casi tres veces (278%) en el caso de los hombres y una vez y media (165%) en las mujeres.

   Pese a ello, existe un 4 ó 5 por ciento de pacientes, «mujeres sobre todo, que pueden desarrollar una tendencia a la anorexia», ha apuntado el experto.

   «Son pacientes perdidos a los que hay que llevar de la mano para que se vayan regulando. Es fundamental, por ello, el tratamiento multidisciplinar: psicólogo, nutricionista y endocrino deben trabajar de la mano con el paciente para mejorar su metabolismo», ha continuado.

La campaña bajo el nombre ‘Soluciones contra la Obesidad’ ha centrado sus esfuerzos en «mostrar la banda gástrica como una solución real para personas con sobrepeso y obesidad. Además, hemos puesto a disposición del que lo desee y de forma gratuita un escáner corporal para que cada paciente pueda detectar el problema de obesidad que tiene. Para curar la obesidad es muy importante detectar el problema que subyace: ansiedad, niveles altos de serotonina, genética…», ha concluido Rubén Bravo.

La Banda Gástrica: solución de la obesidad a largo plazo

Un estudio realizado por el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) demuestra la eficacia de la Banda Gástrica en personas con altos índices de obesidad y edad comprendida entre los 18 y los 64 años, con unos resultados excelentes que radican en reducción de la grasa visceral, mejora del metabolismo y disminución del riesgo cardiovascular.

Sólo algunos individuos nacen con una predisposición genética hacia la obesidad, es decir con un metabolismo con tendencia a utilizar la glucosa como fuente de energía, obviando la grasa. La mayoría de las personas que padecen sobrepeso y obesidad no padecen éste problema genético y, si en algún momento de su vida engordan, es porque se dan determinados factores y circunstancias. Cada etapa -infancia, adolescencia, juventud, madurez o edad avanzada- esconde sus riesgos. Es deber de los profesionales analizar el contexto social en el que puede aparecer la obesidad y corregir los errores más comunes en el patrón de comportamiento: ausencia de correcta educación alimenticia en la niñez; seguimiento de dietas drásticas a semejanza de famosos en la problemática adolescencia; estrés por la inserción laboral y mala gestión de la comida después de independizarse; adicción al dulce «justificada» por la dificultad de conseguir pareja; pasividad física o aislamiento social durante el inicio de la maternidad; cambios hormonales que pasan factura en la menopausia y la andropausia; y finalmente “la ruptura” con la actividad física pasados los sesenta años de edad. El arraigo de los malos hábitos en la vida cotidiana de una persona terminan pasándole factura a la salud. Una serie de complicaciones, como riesgo cardiovascular desde temprana edad, diabetes a partir de los treinta o problema óseo en avanzada edad, pueden prevenirse, si se acude al especialista y se tomen las medidas necesarias.  

«Estamos acostumbrados a ver la obesidad como un mal asumible de nuestra sociedad y no nos damos cuenta de su alta mortalidad como enfermedad silenciosa, hasta que en muchos casos es demasiado tarde. En la mayoría de los pacientes que tratamos, éste gran problema tiene solución, si trabajamos el aspecto emocional, físico y estético», señala Rubén Bravo, Supervisor del Departamento de Endocrinología y Nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO). Hoy en día existe una tecnología avanzada que nos permite detectar la obesidad, incluso antes de que ésta se produzca. El Corporal Scanner iDEXA, por ejemplo, mide la grasa androide y genoide, de gran importancia tanto para estimar el riesgo de obesidad en edades tempranas, como para determinar el tratamiento en personas de edad media o avanzada. Hoy en día, tenemos como tratamiento por excelencia para un amplio perfil de personas con sobrepeso y obesidad, la Banda Gástrica Ajustable de última generación.

«IMEO lleva desde el año 2005 realizando tratamientos de Banda Gástrica», especifica Bravo. Desde entonces más de 1.200 pacientes se han sometido a ésta intervención por microcirugía laparoscópica con dos años de seguimiento multidisciplinar en el que intervienen psicólogos, endocrinos, nutricionistas, preparadores físicos, cirujanos bariátricos y fisioterapeutas. Los resultados son más que satisfactorios, apunta el especialista, ya que «la media de peso perdido en el primer año de tratamiento fue de 36,6Kg en el caso de los hombres, y de 30,08Kg en el caso de las mujeres, y a partir del segundo año ambos sexos siguieron bajando peso, o bien se estabilizaron en su normopeso». 

Con el fin de conseguir unos datos más precisos sobre la eficacia de la Banda Gástrica, se ha estudiado una muestra de edad comprendida entre los 18 y los 65 años, con más de 95Kg de peso inicial, siendo un 70% mujeres y un 30% hombres. Antes de someterse al tratamiento, el índice de Tasa Metabólica de los pacientes, que mide la efectividad del metabolismo para utilizar la grasa como fuente de energía, era muy bajo, dentro de los límites del metabolismo determinado como inefectivo. Finalizado el tratamiento, y conservando gran parte de la masa muscular inicial, reduciendo principalmente la grasa, el Índice de Tasa Metabólica de nuestros pacientes se corrigió de forma importante, subiendo casi tres veces (278%) en caso de los hombres, y una vez y media (165%) en las mujeres. En ambos sexos se ha pasado de un metabolismo inefectivo a un metabolismo equilibrado y las personas con tendencia a la obesidad se han convertido en con equilibrio metabólico.

Otra mejora importante que se ha observado en los pacientes en tratamiento con Banda Gástrica es la disminución con un 46% del factor de la grasa visceral. Ésta grasa es aquella que se acumula en la zona abdominal y es la principal causante de la mayoría de enfermedades derivadas de la obesidad, como la diabetes tipo II, el riesgo cardiovascular, la hipertensión, la hipercolesterolemia e hígado graso, entre otras. 

Un cheque regalo de 1.000 euros de dto. en el tratamiento de Banda Gástrica

Con motivo del Día Mundial de la Obesidad el precio de la Banda Gástrica con un precio habitual de 9.600 Euros se ofrecerá a 8.600 Euros. Ésta oferta sólo será válida para los pacientes que lo contraten entre los días 10 al 18 de noviembre inclusive.

El tratamiento tendrá las siguientes características:
Duración: 24 meses.
Incluye:
– Implantación de la Banda Gástrica, con todos los gastos incluidos (pruebas preoperatorias, consulta de preanestesia, honorarios médicos y quirúrgicos, banda gástrica de última generación de la prestigiosa marca Allergan.
– Las consultas de nutrición necesarias durante los 24 meses de tratamiento.
– Consultas trimestrales con endocrino o médico internista.
– 4 Analizador Intersticial EIS (Hormonas, Iograma y Bioquímica).
– 48 Analizador Corporal TANITA (%Muscular, %Grasa, %Agua).
– 1 Analítica completa Bioquímica y Tiroides.
– Financiación Popular: 12 cuotas de 104,07 Euros y las 48 cuotas restantes de 208,13 Euros. (Importe a financiar 8.600 Euros.- en un plazo de 60 meses. TIN: 9%. TAE: 10,52%). Posibilidad de 6 a 12 meses sin intereses, cancelación anticipada.

Conócenos de cerca

El Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) se creó en el año 2001 como un centro médico especializado, como apoyo y solución a los que sufren de la enfermedad. En el programa Empresas con identidad, su Directora Ejecutiva, Carmen Arribas, explica la filosofía de esta entidad que no se ha visto afectada por la crisis.

– Llevo 30 años en el mundo de la sanidad; he dedicado los últimos 10 a personas afectadas por la obesidad y me siento cómplice en cada una de sus victorias. Saber escuchar y actuar de forma independiente es fundamental en la salud. Estar al frente del Instituto Médico Europeo de la Obesidad, es un reto de continua mejora. No nos engañemos, una persona obesa NO piensa que contratando un Balón o Banda Gástricos compra un producto. Somos profesionales de la salud, no mercaderes y ofrecemos resultados.

En un mismo centro ofrecemos soluciones, desde la endocrinología, la fisioterapia, la sicología hasta la cirugía bariátrica. Nuestro trabajo exige mucha dedicación. Sabemos que el escalón más alto en la jerarquía lo ocupa el paciente. Su salud y seguridad es lo primero.

En el IMEO premiamos la confianza. Queremos que aquí la gente se siente como en casa, desde el momento que entra por la puerta. La crisis no nos afecta, porque la obesidad es una enfermedad con un alto índice de mortalidad. Pasamos a tener de 5 empleados en el año 2001 a 38 ahora. Estamos continuamente innovando y a la última.

Invertimos el 20% del beneficio en tecnología e innovación y un 10% en bien social. El objetivo no es facturar más, éste es el resultado. Si ofrecemos los mejores precios en el mercado, es porque detrás hay una labor importante de negociación.

La cirugía para adelgazar cura la diabetes en muchos pacientes

Por Kerry Grens
Público.es

A la mayoría de los obesos diabéticos se les curaría esa enfermedad por la que tienen problemas para regular el nivel de azúcar en sangre luego de la cirugía para adelgazar, sugiere una revisión de estudios.

Según publica la revista Archives of Surgery, un equipo asegura que ocho de 10 pacientes podrían dejar de tomar los remedios para la diabetes después de que se les realiza un bypass gástrico.

«La cirugía debería ser considerada la terapia de primera línea para la diabetes en los obesos», dijo el doctor Jon Gould, director del Programa de Cirugía Bariátrica de la University of Wisconsin, quien no participó del estudio.

Los autores analizaron los datos de nueve estudios sobre diabéticos con dos cirugías para adelgazar, el bypass gástrico y la banda gástrica.

En el 2009 se les realizó una cirugía para adelgazar a más de 220.000 estadounidenses a un costo de 20.000 dólares por paciente, según la Sociedad Estadounidense para la Cirugía Metabólica y Bariátrica.

Ocho de los nueve estudios revisados incluyeron entre 23 y 177 pacientes, mientras que un estudio controló los resultados en 82.000 pacientes. Las investigaciones incluyeron un seguimiento de por lo menos 12 meses a partir de la cirugía.

El 83 por ciento de los diabéticos operados con bypass gástrico, la cirugía de elección en Estados Unidos, terminó el estudio sin tomar medicamentos para la diabetes (algunos los suspendieron a los pocos días de la cirugía), comparado con el 62 por ciento de los diabéticos operados con banda gástrica, si mantenían un buen control del azúcar en sangre.

El doctor Rick Meijer, del Instituto para la Investigación Cardiovascular de la Universidad Vrije en Amsterdam, Holanda, y autor principal del estudio, sostuvo que los resultados superaron lo que se puede lograr con los métodos tradicionales para tratar la diabetes.

«En la práctica, apenas una minoría de los pacientes con una voluntad de hierro pueden adelgazar lo suficiente como para curar la diabetes tipo 2. El resto de los pacientes necesitan terapias de uso diario», dijo Meijer a Reuters Health.

Unos 18 millones de estadounidenses tienen diabetes diagnosticada y, según el autor, el 90 por ciento de los casos es por obesidad. Pero no todos los diabéticos obesos son candidatos para la cirugía bariátrica y se desconoce la duración del efecto de la cirugía sobre la diabetes.

Un estudio revisado había hallado que a los 10 años de la operación, un tercio de los diabéticos curados mantenía bien controlado el nivel de azúcar en sangre.

Para Gould, muchos diabéticos podrían beneficiarse con este enfoque, que está subutilizado, a menudo porque los seguros de salud no lo cubren.

Aun así, la cirugía puede causar complicaciones que no tienen los fármacos. Un estudio reciente, en el que se controlaron pacientes durante un mes después de la operación, halló complicaciones en el 7 por ciento de los casos.

La mayoría fueron infecciones menores en la herida, pero un 2 por ciento tuvo hemorragias, falla renal y otros problemas. Otros efectos adversos son las náuseas y la intolerancia alimentaria. Algunos pacientes engordan en el tiempo.

Gould comentó que el costo de la cirugía, comparado con los costos extendidos del tratamiento de la diabetes y otros efectos de la obesidad, se recupera en entre 18 meses y dos años.

«Es un costo inicial muy alto, pero si miramos en perspectiva, podemos curar la diabetes en lugar de manejar las complicaciones. Y, esto, nos permitiría ahorrar dinero en el largo plazo», indicó a Reuters Health.

FUENTE: Archives of Surgery, junio del 2011