La obesidad es una enfermedad crónica de origen multifactorial que se caracteriza por la acumulación exagerada de grasa en el tejido subcutáneo y entre los órganos internos del cuerpo. Esta patología se convierte en el quinto factor de riesgo de muerte en el mundo, cada año fallecen por lo menos 2,8 millones de personas adultas como consecuencia del sobrepeso y la obesidad.
Vanguardia
Son muchos los factores que influyen en el paciente que se enfrenta a la obesidad, entre ellos se encuentran los hereditarios, familiares, físicos, ambientales, sociales y psicológicos. Estos factores, en conjunto con muchos otros, influyen en la persona causando un desequilibrio en el sistema básico de alimentación, ocasionando desórdenes que desencadenan la obesidad.
Sin embargo, hay enfermedades como las alteraciones endocrinas, que influyen en el metabolismo general y causan tendencia a la obesidad; por esto, deben ser identificadas y tratadas para equilibrar lo mejor posible el metabolismo y disminuir su acción.
El desorden de la alimentación, que es el resultado de la conjunción de los factores anteriores, es la principal causa de la obesidad. Por esto, es común que la persona con obesidad no controle los factores básicos de la alimentación que son: la cantidad, la calidad y la frecuencia en la toma de los alimentos, ya que se come sin medida, sin valorar el alimento y a cualquier hora del día, desencadenando la enfermedad y profundizando su permanencia.
Todo esto se asocia, además, a unos mínimos porcentajes de actividad física que con llevan a un nulo gasto de energía, haciendo que las calorías ingeridas no logren su gasto efectivo y se almacenen como grasa para incrementar los niveles de obesidad.
Las manifestaciones y formas del paciente con obesidad se identifican de varias maneras: obesidad global, cuando el evento se distribuye en toda la superficie del cuerpo y es la característica del súper obeso; de tipo ginecoide o en forma de pera, cuando la gordura es predominante en la mitad inferior del cuerpo, caderas, muslos y piernas, es la más frecuente en la mujer; de tipo androide o en forma de manzana, cuando está distribuida en la mitad superior del cuerpo, es decir, en la cara, cuello, brazos, tórax y abdomen, y es más frecuente en el hombre. Esta última se relaciona con una mayor acumulación de grasa visceral que tiene mayor incidencia en la enfermedad cardiovascular.
Complicaciones relacionadas con la obesidad
– Edad de 16 a 65 años.
– Porcentaje de sobrepeso mayor del 40%.
– Índice de masa corporal mayor de 40 kg/m2 o mayor de 32, si tiene problemas secundarios directamente de su obesidad.
– Tener más de cinco años de padecer obesidad.
– Haber intentado otros métodos no quirúrgicos para el control de su obesidad sin éxito.
– Riesgo quirúrgico bajo o disminuido.
– No adicción a drogas ni alcoholismo.
– Estabilidad psicológica ( no padecer ninguna enfermedad psiquiátrica)
– Entendimiento completo de todos los puntos del tratamiento.
– Disposición completa a seguir todas las instrucciones del médico.
– Visión positiva hacia el tratamiento.
Criterio de selección del paciente
La obesidad mórbida es la que engendra enfermedades y complicaciones que afectan la calidad de vida del paciente, su estabilidad física y psicológica, hasta llegar a poner en riesgo su vida.
Las consecuencias que la obesidad genera para la salud pueden ser o no evidentes. Existen personas con obesidad que no padecen enfermedades ni complicaciones físicas secundarias, en estos casos se puede aplicar un tratamiento a nivel preventivo, porque la obesidad llevará al paciente, irremediablemente, al deterioro de su calidad de vida y, tal vez, a una muerte temprana. Las siguientes son enfermedades y complicaciones relacionadas con la obesidad:
– Enfermedades y complicaciones cardiovasculares: hipertensión arterial, várices y flebitis, y esclerosis arterial.
– Complicaciones respiratorias: síndrome de insuficiencia respiratoria, apnea del sueño, somnolencia (sueño y cansancio por falta de oxígeno), bronquitis y acúmulo de secreciones pulmonares.
– Complicaciones digestivas: cálculos de la vesícula biliar, cirrosis del hígado y cáncer de colon.
– Complicaciones mecánicas: artrosis de la cadera, artrosis de las rodillas y artrosis y deformación de la columna vertebral.
– Complicaciones endocrinas o metabólicas: diabetes, trastornos de la menstruación en la mujer, impotencia en el hombre e infertilidad en la mujer.
– Complicaciones dermatológicas: infección con hongos, manchas rojas, irritación en las coyunturas y cortaduras.
– Trastornos psicológicos: dificultad para vestirse, imposibilidad para seguir la moda, estar expuesto a impertinencias de gente y repercusiones en la vida afectiva y sexual.
Indicaciones para la cirugía
Cumpliendo con los criterios de selección del paciente es posible ofrecer un tratamiento quirúrgico para esta enfermedad, que de no ser controlada adecuadamente puede producir severos problemas de salud, dado que es una enfermedad crónica y que genera un deterioro progresivo del paciente. Los criterios de selección de los pacientes diabéticos tipo II, candidatos para cirugía bariátrica son:
– Edad entre 19 y 70 años.
– Índice de masa corporal mayor de 32.
– Diabetes mellitus tipo II insulino requiriente por más de siete años.
– No control adecuado con tratamiento médico.
– Los pacientes de diabetes tipo I, es decir, quienes comienzan desde la juventud y dependen de la insulina permanente, no son candidatos para el tratamiento quirúrgico.
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