Una pareja con sobrepeso se queja de que no les contratan por su kilos de más

Stephen Beer y Michelle Coombe son una pareja británica en apuros. Ambos pesan 342 kilos en conjunto y se quejan de que por ello les resulta imposible encontrar trabajo. Viven de las ayudas estatales por la que reciben unos 2.500 euros al mes (2.000 libras) aunque eso no les ha impedido pagar la ceremonia nupcial por la que han desembolsado 3.800 euros (3.000 libras). Un programa de televisión británica quiere cambiarles sus hábitos de vida

Cuatro.com

  • El peso conjunto de los dos alcanza los 342 kilos
  • Stephen lleva nueve años intentando encontrar un empleo, sin lograrlo
  • Viven de un programa estatal de ayudas por el que reciben 2.500 euros al mes

Stephen_Beer-Michelle_Coombe_MDSIMA20150108_0219_21El matrimonio, informa Mirror, ha decidido participar en un documental de una televisión británica que les anima a cambiar sus hábitos alimenticios y que muestra lo difícil que resulta encontrar trabajo para este perfil de ciudadanos.

Porque Stephen Beer que tiene 45 años y pesa 196 kilos lleva los últimos nueve años sin trabajar aunque lo ha intentado presentando solicitudes en varias empresas aunque todas han sido rechazadas. Confiesa que su trabajo ideal sería «estar sentando en un kiosco del puente Tamar» o como Santa Claus en un gran centro comercial.

Su esposa Michelle Coombe, de 43 años, ronda los 146 kilos y su fuerza de voluntad para perder peso parece ser mayor que la de su marido. Acaba de apuntarse en un gimnasio aunque en las últimas semana no ha podido asistir porque ha tenido que atender a Stephen.

En el campamento al que han de asistir y que forma parte del documental que cuenta su experiencia tratarán de perder cada uno unos 19 kilos de peso. Además, aprenderán nuevas formas de alimentarse y, lo más importarte, de nutrirse.

Porque la pareja usaba con excesiva frecuencia los servicios de comida rápida. Stephen es muy aficionado a los kebab, los espaguetis boloñesa y la comida china.

Jeffrey Friedman, científico molecular: “No hay pruebas de que las dietas que eliminan grasas o hidratos funcionen”

El País, por Daniel Mediavilla

Jeffrey Friedman“Si preguntas por la calle cuál es el motivo de que una persona esté obesa, la mayoría de la gente te responderá que es porque come demasiado, y tienen razón. Pero la pregunta importante es: ¿por qué come demasiado?”. En 1994, Jeffrey Friedman bautizó la molécula que nos sugiere cuándo debemos comer y cuándo es momento de parar. La leptina se convertía así en protagonista de la lucha contra el sobrepeso, un problema creciente en las sociedades avanzadas que provoca numerosos problemas de salud.

Esta hormona, presente en el tejido graso, desciende cuando detecta que la cantidad de grasa acumulada es insuficiente y promueve el apetito. Cuando esos niveles vuelven a un nivel que se considera suficiente, se libera leptina y aparece la sensación de saciedad. Cuando ese sistema falla, las posibilidades de comer demasiado se incrementan.

La semana pasada, Friedman participó en Madrid en la cuarta CNIC Conference, una reunión organizada por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares en la que se reunieron algunos de los principales expertos mundiales en enfermedades metabólicas.

Pregunta. ¿Aspirar a estar más delgados es positivo?

Respuesta. Creo que depende de cuáles sean nuestros objetivos. Si alguien tiene sobrepeso o está obeso, nuestro objetivo debería ser mejorar su salud. Eso puedes hacerlo sin perder mucho peso. Comiendo una dieta saludable y haciendo ejercicio para perder un poco de peso, con mucha frecuencia, los problemas de salud mejorarán. Si nuestro objetivo es mejorar la salud, no insistiría en que la gente esté delgada. No hay evidencia de que alguien que es obeso vaya a estar mejor quedándose muy delgado. Y más importante, no creo que haya muchas posibilidades de lograrlo, porque hay un sistema biológico muy poderoso que mantiene nuestro peso y hace que nuestro peso se mantenga sin grandes variaciones por arriba o por abajo.

P. ¿Por qué comemos más de lo que necesitamos?

R. Nuestro peso está regulado por genes, de la misma manera que la estatura. Tú no le pedirías a alguien que mide 1,90 que midiese 1,80, porque así es como son. Hay genes que hacen a unas personas más pesadas y otras más ligeras. Cuando hay unos rasgos regulados por genes es porque hay una presión evolutiva sobre un rasgo. Antes de que hubiese una civilización, para sobrevivir había que navegar entre dos riesgos. Por un lado estaba el peligro de morir de hambre, porque la disponibilidad de comida era escasa. En ese entorno, estar demasiado delgado puede ser malo, porque no tienes suficiente energía almacenada para sobrevivir, pero estar obeso es malo también porque no podrás cazar bien ni escapar de los depredadores. Nuestro sistema biológico evolucionó para mantenernos entre esos dos puntos.

P. ¿Cómo funciona el mecanismo que permite que nos mantengamos entre esos dos puntos?

R. Todos los organismos dependen de la energía, y cada organismo ha desarrollado un mecanismo para gestionar su energía para utilizarla cuando la necesita y almacenarla cuando no la necesita. Una de las formas en que los mamíferos regulan la energía es a través de una hormona en el tejido graso que se llama leptina. El tejido graso crea esta hormona en proporción a su masa: más grasa, más leptina, menos grasa, menos leptina. Cuando la leptina en circulación en la sangre aumenta, actúa en el cerebro para reducir el apetito. Creemos que la obesidad es un resultado de diferencias en este sistema. La razón por la que se complica es porque los defectos en la leptina son raros. No causan obesidad con mucha frecuencia, pero si un paciente tiene un defecto en la leptina, son muy obesos. Y si les devuelves la leptina, pierden peso. El problema más frecuente suele estar relacionado con la forma en que la señal es procesada por el cerebro para regular el apetito.

Sabemos que hay una serie de genes que producen un descenso en la respuesta a la leptina y muchos de estos genes que se están identificando, tienen que ver con el circuito neuronal que regula el apetito. El 12% de los obesos mórbidos tiene defectos genéticos que ya se pueden identificar y esperamos que con el tiempo se identifiquen muchos más.

P. ¿Las dietas más populares tienen una base científica?

R. Hay mucho debate sobre cuál es la mejor dieta para perder peso. El consejo estándar sería: toma una dieta equilibrada y con menos calorías, y ya está. Pero después habrá gente que te recomiende no comer ninguna grasa, lo que se llama la dieta Pritikin, o no comas hidratos de carbono, en la dieta Atkins. En realidad, no sé cuál es la mejor opción, porque para averiguarlo necesitaríamos un experimento que es muy difícil. Tienes que poner grandes cantidades de gente en una de las dos dietas durante mucho tiempo.

El problema con las dietas es que no puedes mirar a los datos en seis meses; normalmente hacen falta uno o dos años para que la gente vuelva a su peso, así que tienes que tener grandes cantidades de gente en cada una de las tres dietas, y entonces tienes que hacer observaciones mucho tiempo después, de una manera rigurosa. El problema es que a largo plazo hay tan poca gente capaz de mantener la pérdida de peso que nunca consigues una respuesta. Así que yo soy agnóstico sobre cuál de las tres funciona. Intuitivamente, diría que lo mejor es comer una dieta equilibrada, pero tampoco hay pruebas de que eso funcione.

P. Pero quienes promueven las dietas hablan de ellas como si estuviesen bien probadas

R. Si piensas sobre la obesidad, es posible que, más que ningún otro problema de salud, esté en el centro de muchas partes interesadas. La industria de las dietas es inmensa y tiene un mensaje claro: toma nuestra dieta y perderás peso. La industria farmacéutica también tiene intereses. Si fabricamos un fármaco, tómalo y perderás peso. Además, a la industria del medicamento le gustaría que las reglas para aprobar fármacos fueran relajadas, y cuanto más drama haya, mejor es el clima para que eso suceda. Cuando quieres que tu mensaje llegue al público, necesitas dinero, y por eso muchas veces el mensaje de los científicos queda ahogado entre el de todas estas partes interesadas que tienen mucho dinero.

Lo que sabemos que funciona es que si comes una dieta equilibrada con menos calorías, pierdes peso. Y en esas dietas los carbohidratos, las proteínas y las grasas están equilibradas. El problema viene con las dietas que eliminan carbohidratos o grasas, que te dicen que puedes comer lo que sea y perder peso igual, solo se trata de cambiar lo que comemos. Creo que eso sería muy bonito, pero no creo que haya pruebas de que eso funcione a largo plazo y que sea saludable. Así que es mejor que hagamos lo que sabemos que funciona.

Mi punto de vista es diferente. Nos estamos centrando en un aspecto equivocado. Nos centramos en el peso cuando deberíamos centrarnos en la salud. Si estás obeso y tienes problemas de salud, como diabetes o enfermedades cardiacas, deberíamos pensar en cómo mejorar tu salud. Eso puede incluir algo de pérdida de peso, pero puede incluir otras cosas también. No nos tenemos que preocupar por si estás en el peso medio, queremos que tengas el peso saludable para ti. De hecho, si estás muy obeso y no tienes problemas médicos, no estoy seguro de que debiéramos hacer nada, más allá de la recomendación que sirve para el resto de comer una dieta saludable y completa y hacer ejercicio.

Si estás obeso y tienes un problema de salud, es muy probable que perder peso mejorará la diabetes o la enfermedad cardiaca, pero para lograr ese objetivo, perder entre dos kilos y medio o cinco kilos suele ser suficiente. Para eso no hace falta una dieta muy sofisticada, se puede hacer comiendo un poco menos, de forma ordenada o evitando el picoteo.

P. Una pastilla para saciar el apetito haría millonario a su creador. ¿Ha tenido buenas ofertas de las empresas farmacéuticas para desarrollarla?

R. Creo que cuanto más entendemos las vías de regulación de cuánto comemos, y las calorías que quemamos, aparecen nuevas oportunidades para desarrollar fármacos, pero no creo que en el futuro próximo desarrollemos fármacos que hagan que una persona que es muy obesa sea delgada. Sin embargo, sí creo que es posible desarrollar fármacos para que una persona que es obesa y tiene un problema de salud pierda el peso suficiente para mejorar ese problema.

Sobre las ofertas de la industria, nadie me había hecho esta pregunta, pero hubo un tiempo, al principio de mi carrera, en el que podía haber abandonado la academia para ir a una compañía que desarrolla fármacos. Pero mi sueño siempre había sido ser un científico y hacer lo que hago ahora, así que nunca tuvo demasiado atractivo para mí. Por otro lado, para mí sería muy satisfactorio que el trabajo que estamos haciendo nosotros y muchos otros colegas condujese a nuevos tratamientos.

La obesidad mata a una persona cada 20 minutos en España

El exceso de peso contribuye a matar a una persona cada 20 minutos en España, desencadenando más de 25.000 muertes en total cada año.

Libertad Digital, Manuel Ansede

obesidad-corbisLa «mortalidad atribuible» a esta causa supuso alrededor de un 15% del total de muertes en el país, según calcula un nuevo estudio dirigido por el médico Javier Martín, del hospital madrileño Severo Ochoa.

Los autores del trabajo, recién publicado en la revista Medicina Clínica, consideran que estas cifras de mortalidad «convierten esta epidemia en un grave problema de salud pública que requiere medidas enérgicas para su control y, sobre todo, su prevención». El propio Martín, por teléfono y recién salido del quirófano tras llevar a cabo una operación del aparato digestivo, apunta algunas de estas medidas, sin esconder nombres y apellidos: «Yo eliminaría las bebidas carbonatadas, como la Coca-Cola y la Fanta, que es un factor importantísimo en la obesidad juvenil. Y es necesario fomentar el deporte entre los adolescentes: que no jueguen a la PlayStation, que jueguen al fútbol«.

El análisis de Martín convierte al exceso de peso en «la segunda causa de muerte evitable derivada de hábitos personales«, sólo superada por el tabaquismo. «En pocos años», opinan los autores, «la obesidad y el sobrepeso pasarán a convertirse en la primera causa», ante la reducción en el consumo de tabaco y la llegada de una nueva generación de niños gordos. Más del 26% de la población infantil tiene exceso de peso.

Obesidad y cáncer

Los autores señalan a los kilos de más como uno de los principales culpables de miles de muertes por infarto, derrame cerebral, diabetes y varios tipos de cáncer asociados al sobrepeso y la obesidad, como el de hígado, el de colon y el de mama. «Una de cada seis muertes ocurridas entre los 35 y los 79 años puede ser atribuida al exceso de peso», alertan en su estudio. Más del 50% de estas muertes se debería a enfermedades cardiovasculares, el 15%, a tumores y un 12%, a la diabetes.

Martín aclara que su estudio no pretende señalar a un único culpable de estas 25.000 muertes, sino dejar claro que el exceso de peso actúa de forma sinérgica con otros factores de riesgo, como el tabaco y el alcohol, para desencadenar lo que en muchos casos es un suicidio a cámara lenta, cigarro a cigarro, refresco a refresco y bollo a bollo.

«Estos datos nos ayudan a demostrar que la obesidad no es un problema estético: es una enfermedad. Todavía se dice que labarriguita cervecera aparece por vivir feliz, cuando lo que pasa es que la obesidad mata», clama indignado el endocrinólogo Albert Goday, vicepresidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad y ajeno al nuevo estudio.

Gordos y pobres

Goday cree que las muertes reales asociadas al exceso de peso podrían ser aún más numerosas. Las estimaciones de Martín emplean los datos de 2006 de la Encuesta Nacional de Salud, en la que los ciudadanos no se someten a la báscula y al metro, sino que ellos mismos dicen cuánto pesan y cuánto miden. «Todo el mundo declara un peso menor que el real y una altura mayor», sostiene Goday, jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital del Mar, en Barcelona.

El equipo de Martín cruzó esos datos de exceso de peso con los ficheros de defunciones del Instituto Nacional de Estadística y con los riesgos relativos asociados al sobrepeso y la obesidad, centrándose en individuos de entre 35 y 79 años.

«Ahora, la obesidad se relaciona con estratos socioeconómicos y culturales bajos, al contrario que en otras épocas, que era un signo de opulencia. Ahora es más caro comer sano que comer insano, porque la verdura y la fruta no son baratas», apunta Goday. En España, la frecuencia de personas obesas es mayor en Murcia, Extremadura, Canarias y Andalucía.

Impuesto del 20% a las bebidas azucaradas

El endocrino también exige a las autoridades medidas más contundentes para luchar contra el exceso de peso, como reducir los impuestos de frutas y verduras y aumentarlos en el caso de bollería y bebidas azucaradas. Países como Finlandia, Hungría y Francia han implantado estos impuestos a los refrescos hipercalóricos en los últimos tres años. La Organización Mundial de la Salud sostiene que «el impuesto debe ser de al menos un 20% para tener un impacto en la obesidad y en las enfermedades cardiovasculares». Sin embargo, Goday admite que este camino está plagado de minas. «La industria azucarera es más potente que la del tabaco», remacha.

El médico Enrique Galve, de la Sociedad Española de Cardiología, también se muestra inquieto por la epidemia. «Estoy preocupado, porque nuestro país ha ido a más en sobrepeso y obesidad. Cada vez a edades más tempranas tenemos niños que se comen los Donettes en el colegio en vez de un bocadillo de atún, que sería mucho más sano», sostiene. El cardiólogo aboga por subir los impuestos a los establecimientos de comida rápida y también pide limitar el contenido de grasas trans o de azúcares de determinados alimentos, «igual que se limita la velocidad en una carretera».

Pese a las campañas de empresas como Coca-Cola para pregonar que el consumo de bebidas azucaradas no está asociado con el exceso de peso, una reciente revisión de estudios científicos financiada por la Organización Mundial de la Salud ha dejado claro que «el consumo de bebidas azucaradas se asocia a obesidad».

Los niños gordos entran en quirófano

Los cirujanos han comenzado a operar a niños de 12 años con más de 140 kilos, que de no ser intervenidos, morirían en el plazo de una década

Hoy.es, por Fermín Apezteguia

DOCU_GRUPO– 16% de los niños presenta obesidad y un 13%, sobrepeso.

– 16% de los niños de hasta 15 años reconocen que no hacen ningún ejercicio en su tiempo libre.

– 38 kilos es, aproximadamente, el peso ideal de un niño o una niña de 12 años, con una altura media de 143 centímetros.

Las puertas de los quirófanos se han abierto para intervenir a los primeros niños con obesidad enfermiza. El problema del exceso de peso en la infancia comienza a tomar tintes dramáticos. Una rutina diaria cada vez más sedentaria, sustentada en la triada escuela- actividades extraescolares-videojuegos, está poniendo en peligro la vida de un número creciente de menores, debido a las graves enfermedades que conlleva el exceso de peso.

Hace años, los niños dejaron de moverse y quemar calorías; ahora se encienden las alarmas. A los cirujanos llegan, de momento, los casos más graves. Son críos de doce o catorce años a quienes les quedan por delante diez años de vida, «o poco más»; una década quizá larga, que vivirán amenazados por la hipertensión, la diabetes, la apnea del sueño y el riesgo permanente de un infarto cerebral o un fallo cardiaco.

«Estamos operando niños y, aunque menos, también niñas, a partir de 12 años con pesos de 140 y hasta 150 kilos. Algunos de ellos engordaron por razones genéticas, pero son los menos. Un 1% o, como mucho, el 2%. La práctica totalidad de nuestros pacientes infantiles, el 98%, son chavales que han llegado a esta situación por tener unos hábitos de vida poco saludables. Por comer mal y por puro sedentarismo». Así de claro se explica el especialista vallisoletano Miguel Ángel Carbajo, pionero en España de la cirugía bariátrica.

La obesidad infantil se ha convertido ya en una auténtica epidemia que, si no se le pone freno, según pronostica el experto, provocará en un futuro próximo graves problemas sociales.

La infancia de los niños de hoy no tiene nada que ver con la que vivieron sus padres. Ni juegan en el río, ni roban manzanas, ni corren delante del aldeano que las cultiva. Tampoco tienen una madre pendiente a diario de la alimentación de sus hijos, porque la vida de su familia es distinta.

Ambos padres trabajan fuera de casa y cinco de cada siete días los chavales comen en el comedor del colegio, que está bien, pero no es lo mismo. El exceso de tareas escolares, el abundante tráfico que puebla las calles y un tiempo de ocio presidido por la televisión y la consola hacen el resto. Total, una dieta desequilibrada y una vida demasiado sedentaria, dos enemigos de la salud que han comenzado a cobrarse sus primeras víctimas infantiles.

Aislados en sus casas

La obesidad infantil afecta en España al 13,9% de la población, pero si a esa cifra se suma la de los chavales que están por encima del peso adecuado para su salud, la tasa alcanza ya el 26,3%, una de las más altas de Europa. El problema es mayor en las comunidades de Canarias y Andalucía, por ese orden. La clínica de Miguel Ángel Carbajo, donde se han operado de obesidad mórbida miles de españoles en los últimos años, es testigo del amenazante fenómeno en que se han convertido las gorduras de los chiquillos.

«Si un niño no va a clase, Educación se pone en contacto con los padres y lo recupera rápidamente para el aula. Pero comunidades como Canarias eso no siempre sucede así. Nosotros hemos atendido a chavales que tenían tal complejo de peso que habían abandonado los estudios. No iban a clase porque les daba vergüenza», relata el experto. No se trata sólo de un problema físico y de salud, sino también social. «Los críos pueden ser muy crueles. Les llaman gordos, tienden a quedarse sin amigos y acaban aislados».

La obesidad enfermiza o mórbida no es un simple problema de exceso de peso. Los kilos de más, cuando alcanzan estas dimensiones, favorecen la aparición de lo que se llama síndrome metabólico, un conjunto de complicaciones y dolencias que van apareciendo una tras otra a causa de la grasa acumulada.

La tensión se dispara, el colesterol ‘malo’ se pone por las nubes y las dificultades para respirar se convierten en apnea del sueño. Muy frecuentemente aparece la diabetes y el paciente acaba viviendo en un permamente riesgo de infarto, tanto cardiaco como cerebral. «La cirugía les recupera para la vida, cura la diabetes y los riesgos se reducen drásticamente o desaparecen». La alternativa a no operarse «es la muerte en diez años, a lo sumo quince».

Prevención

«Recuerdo a un chaval de Salamanca que suspendía todas las asignaturas», añade el especialista. «Lo operamos, comenzó a verse bien y acabó el curso con sobresalientes y matrículas». El reto en todo caso, antes de llegar a la cirugía, está en la prevención. «Los niños necesitan más calle», advierte Miguel Ángel Carbajo.

La Noche Temática: «La epidemia de la obesidad»

La Noche Temática, Canal 2 de RTVE

  • En Estados Unidos la obesidad mata a 400.000 personas al año
  • Los políticos empiezan a impulsar iniciativas para ponerle freno
  • La Noche Temática aborda este sábado la lucha contra la obesidad
  • Nos sumerge también en el modus operandi del lobby azucarero

La obesidad mata a 400.000 personas al año en Estados Unidos y está a punto de convertirse en la primera causa de mortalidad del país. La Noche Temática aborda la ‘epidemia’ de obesidad en la sociedad norteamericana y la lucha por combatirla a través de dos documentales.

“Estados Unidos contra la obesidad”

En el país de la hamburguesa los niños están cada vez más gordos, los obesos mueren cada vez más jóvenes y el sobrepeso se ha convertido incluso en la primera razón de expulsión del ejército. Pero la guerra contra la obesidad ya ha comenzado. Los políticos tratan de hacer cumplir las leyes que prohíben incluir juguetes en la comida rápida para niños, o crean aceras para animar a la gente a caminar. Los campamentos de vacaciones para perder peso aumentan su popularidad entre los jóvenes obesos. Sin embargo, también están los que glorifican la obesidad, aclamando que “lo grande es bonito”.

«La obesidad mata a tantas personas como el tabaco»

Estados Unidos se ha dado cuenta de que está gravemente enfermo. La obesidad está a punto de convertirse en la primera causa de mortalidad del país, ya que hoy en día mata a tantas personas como el tabaco. Cada día 1.100 personas mueren en Estados Unidos a causa de enfermedades relacionadas con la obesidad.

Camp Shane es un campamento de vacaciones para jóvenes obesos. En el programa se incluye deporte, musculación, ocio y relax. A 1.000 dólares la semana, el régimen de Camp Shane garantiza resultados espectaculares. Más de 500 jóvenes pasan cada verano por este campamento deportivo. Janaia y Brandon asistirán durante tres semanas a este campamento.

Para Janaia Clarke, adelgazar también podría ser sinónimo de alargar su esperanza de vida. A los 15 años, esta adolescente del Bronx de Nueva York pesa 118 kilos. Tiene quince años pero ya es prediabética y es muy probable que sufra enfermedades cardiovasculares en el futuro si no pierde peso inmediatamente.

Brandon tiene 13 años y pesa 82 kilos, 32 más de lo que le correspondería por su edad. La obesidad le impide ya llevar una vida como la de los demás niños de su edad. Todos los miembros de su familia están gordos.

En San Francisco se ha creado una comunidad obesa alrededor de una sencilla idea: es posible estar gordo y ser feliz entre gordos. A los 36 años, Tigress adora sus curvas y sus michelines. Hace campaña a favor de los derechos de los obesos. Junto con un amigo fotógrafo y otras dos top models con curvas, prepara una exposición un poco provocadora.

«Hoy en día, 1 de cada 3 niños estadounidenses tiene sobrepeso»

Eric Mar, primer teniente de alcalde en San Francisco, ha declarado la guerra a la comida basura. Quiere impedir que las cadenas de comida rápida incluyan juguetes en los menús infantiles. Hoy en día, 1 de cada 3 niños estadounidenses tiene sobrepeso, y 1 de cada 5 está obeso.

“Sobredosis de azúcar”

El 80% del azúcar que consumimos está oculto en los alimentos cotidianos, como los “saludables” cereales de desayuno, yogures, refrescos o comidas preparadas. Según los expertos el consumo de azúcar se puede convertir en una adicción. Para algunos médicos, el azúcar es tan peligroso como los cigarrillos, y la causa principal de una serie de enfermedades graves, como la obesidad infantil, la diabetes, enfermedades del corazón, hipertensión y muchos cánceres comunes. Sin embargo el lobby del azúcar niega cualquier relación entre azúcar y enfermedades.

Antes se ponía azúcar en el té, en el café o en los pasteles. Pero después de la guerra la industria se dio cuenta que podía fabricar dulces para comer entre horas. Al hacer las pruebas de sabor, los fabricantes se dieron cuenta de que a la gente le gustaban las cosas dulces. Con la mezcla de materia grasa y azúcar encontraron el producto ideal. Hoy en día todo tiene azúcar. En cantidades industriales. En Francia se consume millón y medio de toneladas de azúcar al año, más de la mitad en productos procesados. Y no sólo en productos dulces. En alimentos preparados, en todo tipo de refrescos. Así es como la industria nos ha hecho adictos poco a poco.

«Se calcula que cada lata o vaso adicional de refresco que se toma al día aumenta en un 60% el riesgo de obesidad»

n 1990 Un informe encomendado por la Organización Mundial de la Salud concluye que se podía dejar de añadir azúcar a los alimentos. En el 2003 otro informe para la OMS refuerza la teoría anterior y establece una relación directa entre la obesidad y el consumo de azúcar. Según el informe, se calcula que cada lata o vaso adicional de refresco que se toma al día aumenta en un 60% el riesgo de obesidad. Estas conclusiones no sentaron nada bien a los fabricantes de refrescos. El entonces Ministro de Sanidad estadounidense fue a la OMS a decir que el informe no decía más que disparates, que ni la Coca-cola, ni los refrescos y ni el azúcar eran responsables de ningún problema relacionado con la salud.

La primera industria del mundo es la comida, el sector agroalimentario. Es un lobby ultra-poderoso. Y si te enfrentas a ellos puedes tener problemas. Sólo en Francia, la alimentación es la primera industria del país. Un peso pesado de la economía. Francia es el primer productor de azúcar en Europa. En los últimos años la industria azucarera ha estado a la ofensiva y ha minimizado los efectos del azúcar.

Serge Ahmed es un especialista en adicciones del Centro Nacional de Investigación Científica en Burdeos. Sus ratas de laboratorio no estaban destinadas a investigar sobre el azúcar. Su droga es más bien la cocaína, en forma líquida. Un día, Serge Ahmed para medir mejor la adicción les ofrece probar también agua azucarada, en principio una sustancia neutral e inofensiva. Entre la jeringuilla de cocaína líquida de la derecha y el agua azucarada de la izquierda, las ratas adictas deberían elegir la cocaína. Pero, sorpresa…aproximadamente entre el 80 y 90 por ciento de las ratas del experimento se decantaron por el agua azucarada en el lugar de la cocaína.

El azúcar es tan adictiva como la cocaína. Serge Ahmed es uno de los primeros en publicarlo. Desde entonces, otros científicos lo han confirmado. Según sus investigaciones, es como si el azúcar produjera un delicioso cosquilleo en las neuronas de la recompensa y motivación del cerebro.

Para ver el programa entero, ir en la página fuente del programa: Noche tématica de la 2, RTVE, 15 de abril 2013

Los hombres españoles, entre los más obesos de la UE

Las españolas se sitúan en el puesto 14

BRUSELAS, 24 Nov. (EUROPA PRESS) –
Los hombres españoles están entre los que más problemas de obesidad presentan en la Unión Europea, de acuerdo a los datos publicados este jueves por la Oficina europea de estadística (Eurostat), que coloca a los españoles en el séptimo puesto de un ranking de los hombres más obesos, por detrás de Malta, Reino Unido, Hungría, República Checa, Grecia y Polonia.

En el caso de las mujeres, el resultado es inverso ya que las féminas españolas se colocan entre las menos obesas de los países de la Unión Europea tenidos en cuenta para esta encuesta. Las españolas ocupan el puesto 14 con un porcentaje del 14,4 por ciento.

Además, dentro de España el porcentaje de hombres obesos también supera la cifra femenina, y son el 17 por ciento de españoles los que presentan obesidad, frente al 14,4 por ciento de las españolas. De los países estudiados, Reino Unido y Malta son los que mayor población obesa registra.

En el caso de las mujeres, el 23,9 de las británicas y el 21,1 de las maltesas sufren obesidad, mientras que los mismos problemas de peso los sufren el 24,7 por ciento de los hombres en Malta y el 22,1 por ciento de los británicos. La oficina de estadística europea apunta también que la proporción de personas con problemas de obesidad aumenta según el tramo de edad que se estudia, pero tiende a disminuir cuanto mayor es el nivel educativo.

En el estudio participan 19 países de la Unión Europea y quedan fuera del análisis Dinamarca, Irlanda, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal, Finlandia y Suecia.

Los más barrigudos de España

Murcia, Andalucía, Extremadura y Castilla la Mancha son las comunidades autónomas que superan la media con las barrigas más generosas. Y tú, ¿puedes entrar en el ranking?

13/04/2011 – laSexta|Noticias

· Un estilo de vida sedentario, la mala alimentación, el estrés, el tabaco, y grandes dosis de café y alcohol, provocan la acumulación de grasa en el abdomen.

Según el estudio DARIOS del Instituto de Investigación del Hospital del Mar de Barcelona, (IMIM), las comunidades autónomas cuyos habitantes cuentan con el mayor perímetro abdominal de España son Murcia, Andalucía, Extremadura y Castilla la Mancha. En el caso de las mujeres, además, también en Canarias y Castilla y León superan la media.

Por el contrario, los hombres de Castilla y León, a diferencia de sus mujeres, son los que más se cuidan el abdomen junto con los de Madrid y Cataluña, y las mujeres con más cintura de avispa de España las encontramos en Madrid y Baleares.

¿Superas la media?

El perímetro abdominal medio de los hombres en España está situado entre los 99 y 102 centímetros, y el de las mujeres entre los 88 y 91 centímetros. Sin embargo, el 34% de los hombres y el 53% de las mujeres españoles superan estas cifras.

Si te acabas de dar cuenta de que has pasado al grupo oficial de barrigudos españoles, haz algo para remediarlo, porque según asegura Rubén Bravo, del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), las personas con una elevada acumulación de grasa abdominal pueden sufrir envejecimiento prematuro junto con alteraciones del estado de ánimo.

La grasa visceral elevada, que se acumula en el interior del abdomen alrededor de los órganos vitales, contiene un «alto riesgo» para la salud que se expresa en enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión y algunos tipos de cáncer.

Bravo explica que un estilo de vida sedentario junto con el estrés, tabaco, grandes dosis de café y alcohol, además de una alimentación inadecuada, hace, entre otras cosas, que se acumule en el interior del abdomen, alrededor de los órganos vitales, una especie de grasa que no siempre está a la vista.

Sin embargo, es posible eliminarla, consiguiendo una pérdida de medio kilo por semana, si se hace una dieta antiinflamatoria apropiada y se combina con ejercicios adecuados. «Muchos hombres se equivocan en pensar que haciendo abdominales, reducirán la grasa acumulada en la zona de la barriga, más bien sería un ejercicio contraproducente y hasta peligroso en casos extremos», asegura Bravo.

En la primera etapa hay que hacer un ejercicio mixto, aeróbico y anaeróbico moderado y, según el experto, «al subir cuestas, nadar o hacer un footing ligero al menos 30 minutos en la mayoría de los días de la semana, potenciamos la creación de masa muscular y facilitamos la quema de grasa visceral».

La Banda Gástrica ajustable se adapta a cualquier tipo de obesidad

Después de dormir el paciente, se le realizan unas mínimas incisiones, accediendo al estómago mediante laparoscopia. Se accede al estómago para colocar un anillo de silicona en la entrada del mismo. Se sitúa una válvula de desbloqueo en una zona subcutánea para poder manejarla en un futuro. Se cierra una válvula envolvente y también la sutura, protegiéndola con un vendaje abdominal. La banda gástrica es adaptable a cualquier tipo de obesidad y se puede ajustar según la necesidad de ingesta.

Para más información, ver el video.