Por qué debería preocuparte (y mucho) tener una tripa cervecera

El Mundo, por Gema García Marcos

Tenemos buenas y malas noticias para ti. La buena: ¡la cerveza no tiene la culpa de tu panza! Al menos, no toda. Aunque coloquialmente se la llame tripa cervecera, esa cañita tan rica no es la única causante del surgimiento de esa prominente colina que asoma a la altura del ombligo y que te impide otear la punta de los dedos de los pies. Ella, como mucho, sería -si se consume en grandes cantidades- un ingrediente más del cóctel de malos hábitos que engloba la mayor parte de las calamidades que azotan al ciudadano del siglo XXI: «Una dieta rica en grasas saturadas, un consumo social frecuente de alcohol y un sedentarismo más que arraigado», sentencia Lina Robles, jefa del Servicio de Nutrición del Hospital La Zarzuela (Madrid).

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Agárrate que ahora viene la mala (y es pésima). La estética es lo que menos debería preocuparte. Lo alarmante son los problemas de salud que puede acarrearte. «Un alto porcentaje de grasa visceral -denominada así porque se acumula en el interior del abdomen alrededor de los órganos vitales- conlleva un alto riesgo para la salud que puede traducirse en enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión y algunos tipos de cáncer», explica Rubén Bravo, especialista en nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO).

Aunque los hombres son más propensos que las mujeres en el desarrollo de ciertas patologías, ambos sexos deben ser conscientes de los peligros: «Es conveniente analizar estos niveles para realizar una medicina preventiva, porque los riesgos de salud relacionados con la grasa abdominal extra aumentan con la edad, a partir de los 35 años en los hombres y de los 55 años en las mujeres», apunta Bravo.

OBESIDAD VISCERAL

Las personas con obesidad visceral y síndrome metabólico presentan, en su mayoría, las alteraciones hormonales características de un envejecimiento prematuro. «La grasa visceral también afecta al estado anímico, debido al aumento de la producción de cortisol, la hormona que se libera con el estrés, y la reducción de las endorfinas, las que nos propocionan la sensación de felicidad y bienestar», subraya Bravo. El déficit de la dopamina favorece la depresión, mientras la disminución de serotonina eleva los niveles de ansiedad. Ambas carencias se relacionan con un aumento de riesgo de infarto de corazón (3,4 veces mayor), problemas de hipertensión, cáncer de próstata y colon, hipercolesterolemia o una tendencia para desarrollar enfermedades degenerativas, Parkinson o demencia senil.

¿Cómo podemos saber si hemos atravesado la línea roja en los índices de grasa? El especialista de IMEO lo explica. «A través de la Electroimpedancia Sistémica o la Densitometría Visceral por tecnología de Rayos X obtenemos datos mucho más precisos. Estas pruebas son rápidas y exactas. El diagnóstico por imagen nos muestra la localización y el porcen-taje de grasa en litros y gramos».

Mucho más rápida y persistente que la subcutánea, la grasa visceral se puede acumular rápidamente y es más difícil de perder que la grasa subcutánea, pero se puede llegar a eliminar, con una combinación adecuada de una dieta apropiada y ejercicio. Rubén Bravo explica que este tipo de tejido adiposo es «muy activo» y genera «un constante bombeo de sustancias tóxicas en el torrente sanguíneo». Este proceso conduce a «la acumulación de ácidos grasos libres en el hígado y otros órganos, desequilibrando la regulación insulínica del organismo, el azúcar sanguíneo y el colesterol». Para remediarlo, aconseja «el consumo de arroz rojo y de omega-3, que ayudan a reducir el colesterol y a combatir esta inflamación celular». El uso habitual de fitonutrientes también es muy recomendado por su papel antioxidante y desintoxicante. «Estos nutrientes bioactivos se encuentran en algunas frutas y verduras: tomate, uvas, manzana, fresa, zanahoria, calabaza, espinaca, ajo, cebolla, etc».

PROTEÍNAS

Martín Giacchetta, CEO de Boutique Gym (Madrid) y entrenador personal, lo tiene claro: «Sin dieta no hay paraíso». Su experiencia como escultor de los abdominales más célebres de España le avala para corroborar que la cerveza no es la única culpable. «Su base está en los cereales, lúpulo y agua por lo que, si le quitas el alcohol -con lo que además se reducirían las calorías de 80 a 16 en una sola caña-, es una bebida ideal para deportistas. El problema viene por la cantidad que se bebe y lo que la acompaña: pizza, patatas, frutos secos, etc».

Las proteínas -carnes magras, pescados y huevos- son básicas para deshacernos de ese exceso de volumen. «Los hidratos de carbono deberían ingerirse sólo hasta las 17 horas, porque a partir de esa hora es complicado quemarlos».

Matarse a hacer abdominales sin control no sirve para nada. Giacchetta recomienda la combinación de cardio y de tonificación: «El aeróbico es esencial para hacer trabajar al corazón y combustionar grasa. Con el fortalecimiento conseguimos crear un motor mayor al que tenemos. Si un coche tiene 40 caballos y otro 120, el segundo consumirá más combustible. Lo mismo pasa con nuestro cuerpo. Si generamos más masa muscular consumiremos más calorías».

EJERCICIO

¿Cuáles serían las actividades de resistencia más aconsejadas? «Depende. Si hay sobrepeso, lo mejor es optar por las que supongan el mínimo impacto articular: caminar, remo, elíptica o natación. Si no lo hay, también se podría añadir la carrera». ¿Cuántos días a la semana? «Lo importante es moverse un poco cada jornada pero, para mí, sería perfecto sacar entre 20 y 30 minutos para entrenar un mínimo de dos y un máximo de cinco días, combinando cardio y fuerza».

El plazo en el que comenzarán a percibirse los resultados depende «del punto de partida desde el que se inicia la puesta a punto pero pueden notarse desde la primera semana que se empieza a cuidar la dieta y a hacer deporte». Fiarse del veredicto de la báscula, en este caso, tampoco es lo más adecuado. «Puede que incluso refleje una subida debido al aumento de la masa muscular. Lo importante es fijarse en cómo nos queda la ropa».

 

Cinco claves nutricionales para evitar la obesidad masculina

Noticias de Mallorca / Infosalus
fotonoticia_20161204073134_640El 52,7 por ciento de la población española de más de 18 años está por encima de su peso y más años presenta sobrepeso u obesidad, un problema que se da en mayor medida en hombres (60,7%) que entre las mujeres (44,7%) aunque no tenga la misma repercusión según un sexo u otro.

De hecho, desde el Instituto Médico para el Estudio de la Obesidad (IMEO) reconocen que, mientras que la obesidad femenina está despiadadamente juzgada y temida –e incluso en las redes sociales hasta circula el término «gordofobia» con este fin–, la obesidad masculina se sigue viéndose como «un mal menor» encriptado en términos exculpatorios, como ‘barriguita cervecera’ o ‘la curva de la felicidad’, que le ayudan a gozar de un mayor grado de aceptación social.

Eufemismos que se encargan de presentar la obesidad del varón dentro de un contexto social de lo más normal, porque los hombres beben más (alcohol), frecuentan restaurantes por motivos de trabajo, comen durante las reuniones, hacen vida social en bares y, al mismo tiempo, apenas se someten a dieta.

El problema, según el experto en nutrición y portavoz del IMEO, Rubén Bravo, es que «quitando importancia a un problema de salud no hace que se resuelva por sí solo», al tiempor que reconoce que los hombres que visitan sus consultas en busca de solución a su estado de obesidad es significativamente menor (21%) que el de mujeres (79%).

Aunque lo ideal es contar con un nutricionista que supervise nuestra alimentación, los expertos en nutrición de IMEO nos ofrecen cinco claves para seguir un patrón nutricional que haga posible evitar la obesidad masculina:

Aumentar los alimentos de origen vegetal y la fibra soluble (frutas, verduras, legumbres, avena) que ayudan a disminuir el colesterol.

Asegurar el aporte de calcio, vitamina D, vitamina K y magnesio, con el fin de mejorar la salud ósea. Aumentar el consumo de lácteos no enteros, pescados azules, verduras de hojas verdes o alimentos enriquecidos.

No olvidar los alimentos proteicos. Mejor la proteína vegetal (legumbres, los cereales, frutos secos). Las carnes que sean magras, sin grasa.

Reducir o moderar el consumo de alimentos grasos, sobre todo las grasas saturadas (por su incidencia en el riesgo cardiovascular) y aumentar el consumo de grasas poliinsaturadas, como los omega 3, que juegan un papel importante en la prevención de enfermedades cardiovasculares. Los encontramos en principalmente en pescados azules, aceites vegetales, nueces, semillas, etc.

Recordar que el ejercicio físico reduce la pérdida de músculo, aumenta el gasto calórico y fortalece los huesos, a la vez que mejora la salud cardiovascular. Su práctica regular ayuda a evitar enfermedades y potencia el bienestar emocional.

Un estudio afirma que los que consumen refrescos light aumentan su barriga más que los que no los beben

/ Yahoo
alimentos_lightLas personas que adquieren y consumen productos light lo hace sobre todo con la intención de no engordar. Pero aunque las etiquetas se lea que contienen cero calorías, poca sal o poca grasa, parece que los que los toman no paran de aumentar su masa corporal. Sobre todo en el caso de los refrescos light.

Así lo demuestra un estudio llevado a cabo por la Universidad de Texas, y cuya principal conclusión es que las personas que más consumen refrescos light son también las que mayor perímetro de la cintura tienen. Una manera elegante de decir que son los que más barriga tienen. Este aumento se produce porque las reservas de grasa abdominal se disparan a medio y largo plazo.

Para llegar a esta conclusión, el grupo de investigadores analizaron los hábitos y las medidas corporales de 749 personas durante nueve años. Esta población fue dividida en tres grupos: Los bebedores habituales de refrescos, los bebedores ocasionales de refrescos, y por último, los que nunca consumían este tipo de bebidas. También se hizo un seguimiento exhaustivo del tipo de bebidas que ingerían, para saber si contenían o no azúcar (si eran light o no).

Al final de la etapa de investigación, al rededor de 500 personas seguían vivas. Los autores del trabajo midieron el contorno de su tripa y hallaron que los que solían beber refrescos light habían aumentado su perímetro en más de 7 centímetros. Los que bebían de vez en cuando refrescos de este tipo, lo habían hecho en unos 4 centímetros de media. Y por último, los que no bebían refrescos light solo habían ganado alrededor de 2 centímetros.

Como explica la doctora Sharon Fowler al Daily Mail, una de las investigadores jefe del estudio, “los que suelen beber refrescos light habían aumentado hasta tres veces más el perímetro de su barriga que los que no bebían nada de este tipo de bebidas”. Y tal y como recuerda la doctora Fowler, este aumento correlaciona con serios problemas de salud como “diabetes, ataques al corazón y otros problemas que pueden causar la muerte”. Además, los sujetos que experimentaron un mayor aumento fueron los que sufrían de obesidad.

Entre 5 y 10 Kg pueden aumentar su peso las mujeres en el período de transición a la menopausia

Más de un millón y medio de mujeres en España, en edad entre 45 y 50 años, pueden aumentar de una a dos tallas de ropa por no llevar una alimentación adecuada y hábitos de vida saludables

3 de cada 4 mujeres con riesgo de aumentar hasta 10 kilos en la perimenopausiaCon el motivo del Día Mundial de la Menopausia que se celebra este sábado, 18 de octubre, el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) recuerda que es una edad ‘crucial’ para la mujer, en el plano biológico, donde aumenta el riesgo de sufrir alteraciones en la salud física, mental y emocional, pudiendo acarrear un aumentar de peso significativo. Actualmente, en España hay más de dos millones doscientas mil mujeres en edad entre 45 y 50 años. Según estima el Instituto, más de un millón y medio de ellas tienen riesgo de aumentar su peso corporal entre 5 y 10 kilos en el período de transición a la menopausia, que sería el equivalente de dos tallas de ropa. Un riesgo que se puede reducir considerablemente, realizando cambios oportunos en la alimentación y actividad física que permite mantener la masa muscular y la grasa en niveles adecuados.

Mientras los hombres comienzan a coger peso a partir de los 35 años, a un ritmo aproximado de medio kilo por año concentrada principalmente en la zona del abdomen, la mujer está ‘protegida’ por las hormonas femeninas durante su etapa reproductiva. Con la llegada de la perimenopausia, entre los 45 y 50 años, el cuerpo femenino entra en cierto declive y produce menos cantidad de estrógeno y progesterona. El déficit de estas hormonas incide de forma directa en la tendencia a acumular grasa y perder masa muscular, y se acentúa con la edad. Según algunos estudios, en tres de cada cuatro mujeres se produce un aumento del tamaño de la cintura durante la edad adulta. Cabe recordar que la grasa visceral acumulada en esta zona está relacionada directamente con el incremento del riesgo cardiovascular o algunos tipos de cáncer que se dan en la mujer, como el cáncer de mamá y útero entre otros, al igual que la diabetes tipo II, el hígado graso, hipercolesterolemia e hipertensión.

Según Rubén Bravo, experto en nutrición y portavoz del IMEO, durante la menopausia varios factores propician este aumento de peso en la mujer. En primer lugar, nos encontramos con un desorden endocrino que favorece la pérdida de masa muscular, así como el aumento de los adipócitos grasos en número y tamaño, junto a una ralentización de la tasa metabólica y disminución del metabolismo basal, es decir, la cantidad de energía mínima que necesitamos para subsistir y la eficacia de nuestro cuerpo para utilizar la grasa almacenada como fuente de energía. En segundo lugar, estos desordenes trascienden al perfil emocional de la mujer, imponiendo una tendencia a la ansiedad y a la depresión que puede derivar en trastornos relacionados con la alimentación.

Los ejercicios aeróbicos acuáticos para los adultos mayores causan menos impacto sobre las articulaciones«A partir de los 45 la mujer empieza a perder fibra y tono muscular, que es una beta de oro imprescindible para mantenerla o mejorarla en cualquier edad, pues es la responsable del 70% de nuestro gasto calórico diario», apunta Bravo. Por esta razón, recomienda acudir a un nutricionista especializado en menopausia, ya que se necesita una alimentación orientada a mantener esta masa muscular, que se sirva de las proteínas y grasas saludables y enfoque los hidratos de carbono en sus versiones completas e integrales, desechando las grasas perjudiciales para la salud.

Llevar un estilo de vida activo en esta edad nos ayudará a mantener un peso saludable y disminuirá el riesgo de enfermedades cardiovasculares o cáncer. La práctica de ejercicio físico repercute positivamente sobre nuestro estado de ánimo, mejora el funcionamiento mental y propicia tanto el sueño profundo, como la reparación celular. Los expertos de IMEO recomiendan una rutina semanal basada en 2 sesiones de 45 minutos de actividad física aeróbica moderada (bailar, montar en bicicleta, nadar, aqua aerobic) y 2 sesiones de 45 minutos de actividad de fortalecimiento muscular y flexibilidad (gimnasia de mantenimiento, pesas, abdominales, yoga, Pilates). La hidratación antes, durante y después del ejercicio es muy importante. Hay que beber el agua en pequeños sorbos y nunca a temperaturas extremas para evitar pérdidas de electrolitos y minerales.

Pautas nutricionales a partir de la perimenopausia

Lácteos, almendras, brocoli, salmón y aguacate - fuente principal de calcioDesde el departamento de nutrición del IMEO recomiendan seguir las siguientes pautas en esta etapa combinando dieta equilibrada con ejercicio físico:

– Incrementar la dosis de calcio a 1500mg al día. Equivaldría a 2 vasos de leche (500mg Ca), 1 yogur (175mg Ca), 200g de acelgas (225mg Ca), 1 sardina en aceite (125mg Ca) y 30g de queso manchego curado (250mg Ca). Lo ideal es tomar la leche desnatada, enriquecida con calcio y vitamina D.

– Moderar el consumo de frutas hasta 2 piezas al día. Las frutas de carne blanca, como pera o manzana, reducen el riesgo de enfermedad vascular cerebral que aumenta en la mujer con la menopausia, debido a la disminución del estrógeno. La naranja y las fresas son fuentes de bioflavonoides y ayudan a aliviar los síntomas como los sofocos.

– Tomar copos de avena integral o pan de centeno integral en el desayuno, y una o dos veces a la semana legumbres con verduras en las comida.

– Priorizar el consumo de las siguientes verduras y hortalizas: espinacas, brócoli, calabaza, coliflor, col, berenjenas, ajos y cebollas.

– Aumentar el consumo de grasas saludables (aceite de oliva, nueces) y disminuir el consumo de grasas menos recomendadas (embutidos, bollería o fritos).

– Comer dos veces a la semana pescado azul, tanto por sus proteínas de alto nivel biológico, como por su alto contenido en Omega 3.

– Tomar 4 raciones a la semana de carnes blancas como pescado, pechugas de pollo y/o pavo.

– Beber entre 1,5 y 2l de agua al día para lograr una buena hidratación y acompañar la cena con una copa de vino tinto, ya que disminuye el riesgo de depresión e influye positivamente en la salud mental.

– Ajustar los alimentos al ciclo circadiano y biorritmo, concentrando la mayor parte de la ingesta en el desayuno y la comida y disminuir el aporte calórico a partir de la tarde/noche.

Alimentos que conviene priorizar en el menú de la mujer a partir de los 45 años

  • Alimentos ricos en vitaminas del grupo B para mantener y conservar la memoria, como cereales integrales y legumbres.
  • Alimentos ricos en colina, responsable de la secreción de acetilcolina, que entre otras cosas se encarga de regular el sistema nervioso cerebral. Encontramos colina en las legumbres, los cereales integrales, las berenjenas, los ajos y las cebollas.
  • Alimentos ricos en calcio y vitamina D que ayudan a mantener la densidad ósea. En la edad de la menopausia se necesitan alrededor de 1500 mg de calcio al día, puesto que la pérdida de estrógenos de la menopausia dificulta la absorción de este mineral en los huesos. Ricos en calcio son los lácteos, las almendras y verduras como espinacas, brócoli o col.
  • Desde IMEO advierten que hay que tener cuidado con el consumo excesivo de soja –rica en isoflavonas y calcio–, ya que es contraindicada en mujeres con trastornos de la glándula tiroides, así como en cualquier proceso tumoral, ya que pueden contribuir a la proliferación celular anormal.

Desayunar zumo de zanahoria y naranja, comer pescado azul y dar 2 sesiones de yoga semanales ayuda a prevenir la alergia

5,5 millones de españoles padecen alergias

Europa Press

El zumo de naranja y zanahorias es rico en vitaminas A y C y fortalece las defensasDesayunar zumo de zanahoria y naranja; comer entre tres y siete raciones de pescado a la semana; merendar fresas con zumo de naranja; ingerir cebollas, puerros y ajos; o practicar dos sesiones de yoga a la semana, ayuda a prevenir la aparición de la alergia, según ha informado el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO).

Tras estudiar los efectos de las alergias que actualmente sufren 5,5 millones de españoles, un equipo de investigación del IMEO ha elaborado un plan estratégico nutricional y multidisciplinar, cuyo objetivo es preparar a la población para las alergias que, de forma inminente, se comenzarán a sufrir.

Así, basándose en la premisa que un sistema inmunitario reforzado responde mejor ante la amenaza de este mal común, el grupo de expertos ha diseñado una guía de consejos prácticos que se sirve de la «gran riqueza» del botiquín orgánico, suplementación ortomolecular –de micronutrientes–, técnicas de respiración y ritmonutrición.

Y es que, en ésta época del año, de tiempo cambiante, cuando la ola de frío retarda la llegada de la primavera, por regla general, hay un descenso en las defensas del sistema inmunológico, aumentando así los casos de algunas alergias, sobre todo las que guardan relación con la dificultad respiratoria, el asma o la rinitis.

«Si al factor estacional sumamos algunas malas prácticas como inactividad física y alimentación inadecuada, más estados anímicos de ansiedad y estrés, la probabilidad de convertirse en un ‘blanco’ para las alergias aumenta», ha indicado el portavoz de IMEO y jefe del estudio, Rubén Bravo.

Por ello, el Instituto ha destacado la importancia de llevar a cabo determinados hábitos con el fin de prevenir la aparición de las alergias. En este sentido, ha recomendado reforzar el sistema inmune realizando cambios en el menú como, por ejemplo, incorporar al desayuno y a la merienda zumo de naranjas y zanahorias o un «puñado» de fresas, ya que estos alimentos son ricos en vitaminas A y C tienen un poder antiinfeccioso y antioxidante.

Asimismo, ha aconsejado tomar antibiótico natural para facilitar la descongestión –cebolla y ajos–, incrementar el consumo de pescado azul por su acción antiinflamatoria, e ingerir probióticos como el ‘kéfir’, por su alto contenido de bacterias que fortalecen las defensas naturales del organismo.

Del mismo modo, el IMEO ha abogado por reducir los niveles de estrés a través de la ritmonutrición, dado que ayuda a controlarlos acompasando las comidas con los ciclos vitales; disminuir la grasa de la zona abdominal, conservando la masa muscular; y acudir a un especialista en homeopatía para tratar no sólo los síntomas de una alergia, sino la raíz del problema hasta lograr su completa desaparición.

Las Navidades del corazón

El consumo prioritario de alimentos cardioprotectores durante las fiestas ayuda a reducir el colesterol y la hipertensión, además de propiciar un equilibrio emocional, aseguran los expertos del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO)

  • El peso excesivo puede elevar los niveles de colesterol LDL (malo) y triglicéridos, causar hipertensión y aumentar el riesgo de enfermedad arterial coronaria, según alerta el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
  • El 80% de la población sufrirá síntomas de ansiedad, estrés o melancolía a lo largo de las fiestas de Navidad, según psicólogos españoles.
  • El estrés psicosocial que aumenta en situaciones de crisis económica es responsable de la quinta parte de los infartos de miocardio en el mundo, según el estudio Interheart descrito en The Lancet.
  • Las enfermedades cardiovasculares se llevarán la vida de casi 25 millones de personas en 2030,  siendo los problemas del corazón principal causa de muerte, según la OMS.

Es durante las Navidades cuando se disparan de forma considerable los casos de hipertensión, colesterol y obesidad. Las largas semanas de copiosas comidas no tardan en pasar factura a quienes postergan el cuidado de su salud para “una vez pasadas las fiestas”. Aunque, no todo mal viene por falta de voluntad ante los suculentos platos. A nivel psicológico, con el cierre del ciclo anual tendemos a hacer autobalances y en función del grado de satisfacción que se experimenta, aumentan nuestra susceptibilidad al estrés y a la ansiedad. La crisis económica no deja de darnos disgustos –desahucios, cierre de empresas, despidos, recorte de las pagas extra, subida de impuestos, etc.–, contribuyendo así al aumento del estrés psicosocial entre la población, que a su vez es responsable de una quinta parte de los infartos de miocardio.

Por todo ello, el Instituto Médico Europeo de la Obesidad incide en la necesidad de vivir estas Navidades pensando en el corazón, tanto en el sentido literal, como figurado. Con esta idea en mente y basándose en el poder cardioprotector de algunos alimentos clave, los expertos del IMEO han trazado cinco pautas principales que nos ayudarán a disfrutar de las Navidades, sin aumentar nuestro peso, buscando el calor familiar y reduciendo el riesgo cardiovascular, pautas que podremos seguir a lo largo del próximo año 2013, como firme propósito para comenzar el nuevo año.

“Durante los últimos años, después del Fin de Año, hemos notado en consulta un importante aumento de las visitas relacionadas con problemas de corazón”, comenta Rubén Bravo, portavoz del Instituto Médico Europeo de la Obesidad. A través de un análisis por electroimpedancia sistémica, comprobamos que las personas con grasa visceral (concentrada en la zona del abdomen) que se alimentan de forma descontrolada, que rara vez realizan algún tipo de actividad física y están sometidas a más estrés, tienen un mayor riesgo de sufrir graves episodios cardiovasculares. Vivir en una situación de estrés durante mucho tiempo desencadena una compleja cascada de hormonas –disminuyendo los niveles de serotonina (controla la ansiedad) y dopamina (sensación de felicidad y plenitud)- que provocan importantes cambios en el organismo. Se dispara la tensión arterial y la frecuencia cardiaca, se producen alteraciones metabólicas y en el comportamiento, aumentando el riesgo cardiovascular de forma alarmante. “Es difícil controlar los factores que puedan causarnos estrés psicosocial, puesto que en muchos casos no dependen de nosotros, sino de condicionantes externos”, comenta Bravo. Sin embargo, “hay que incidir en aquellos factores de riesgo cardiovascular que sí son modificables, como son los provocados por una mala alimentación, el sedentarismo, la falta de descanso, la hipertensión o la diabetes; nuestra salud está en juego, y es cuestión de tiempo que nuestro cuerpo nos comience a dar avisos de que nuestro sistema nervioso y cardiovascular se encuentran al límite”, recalca.

A continuación, ofrecemos 5 pautas que nos ayudarán a reducir el riesgo cardiovascular y controlar nuestro peso en Navidades y posteriormente como propósito para el 2013.

 5  pautas de IMEO en estas Navidades del corazón


1.- Compensar las comidas festivas en los días que rodean a éstas.

Debemos mentalizarnos que en Navidad sólo hay 4 comidas que romperán con nuestra rutina diaria, celebrando Nochevieja, Navidad, Año Nuevo y Reyes de forma especial con familiares y amigos. En estas cuatro comidas realmente debemos tener un especial cuidado con los entrantes, los postres y las copas finales, porque suelen ser una inyección de calorías y grasas que elevan nuestro colesterol. Os proponemos las siguientes recomendaciones:

–   Cocinar las cantidades justas para que no queden sobras en los días siguientes.

– Tomar un aperitivo 30 minutos antes de la comida principal, consiguiendo un efecto aperitivo que reducirá nuestro apetito. Este aperitivo bajo en calorías puede ser brochetas de jamón ibérico con bolitas de manzana o lacón magro con pimentón, acompañado de una copita de cava.

–  En los entrantes evitar los fritos, los quesos grasos, los embutidos, o mayonesas. El pulpo a la gallega, la sepia con ajito, el marisco a la plancha o el jamón ibérico son opciones navideñas muy recomendables y saludables.

–  En el plato principal basta con seleccionar la ternera, el redondo de pollo o el pescado en vez del cordero o el cerdo, y decantarnos por el horno, la plancha, el asado o cocido evitando los fritos, rebozados o empanados.

–  En cuanto a los postres, con intentar reducir su consumo a raciones moderadas será suficiente.

Para los días entre festivos, compensar con comidas ligeras trasladando el consumo de hidratos de carbono al desayuno y priorizando con las frutas, verduras, y proteínas bajas en grasa como los lácteos desnatados, el pollo, los pescados, fiambres magros o huevos.

Un ejemplo de menú para los días intermedios sería:

Desayuno:            Un puñado de cereales sin azúcar con leche desnatada.  Un descafeinado.

Media mañana: 1 buen puñado de uvas y 2 nueces.

Comida:                   Escalivada de pimientos rojos y atún.

Media tarde:         2 yogures 0% y 2 nueces.

Cena:                          1 tazón de caldo de verduras, 5 shurimis de pescado a la  plancha, 1 onza de chocolate puro, 1 vaso de tinto.

2.- Entrenar nuestro corazón para manejar el estrés y controlar las emociones. 

Caminar 45 minutos diarios a un buen ritmo acompasando una respiración profunda mientras escuchamos música relajante, mejorará notablemente nuestro estado de ánimo, disminuyendo la depresión y reduciendo el riesgo cardiovascular. El yoga, la meditación o el Pilates, también son buenos aliados para aprender a manejar el estrés.

3.- Priorizar el consumo de alimentos cardioprotectores y reducir las grasas “malas”.

“Sobretodo en Navidad, cuando pasamos más tiempo en la mesa comiendo o picando, debemos evitar el consumo de alimentos que contienen grasas trans o saturadas. Además de engordar, pueden disparar los niveles de colesterol LDL y, según recientes estudios, también nos pueden deprimir. Las grasas trans son presentes en la manteca vegetal, las margarinas y la bollería industrial. Las grasas saturadas generalmente son de origen animal, incluyendo aquí las carnes magras o la manteca de cerdo, aunque también se encuentran en el aceite de palma o de coco. Debemos consumirlas en la menor cantidad posible, porque nuestro hígado las convierte en colesterol muy fácilmente, de modo que a más cantidad de estas grasas tenemos un mayor riesgo para el corazón”, subraya el también experto de nutrición del IMEO.

Desde IMEO, recomendamos
aumentar el consumo de alimentos ricos en potasio (verduras, frutas), calcio y magnesio (frutos secos, lácteos, algas marinas o brócoli), ya que favorecen la disminución de la hipertensión por estrés y suelen tener un efecto relajante muscular que también actúa sobre las arterias.

Los frutos secos (nueces, almendras, avellanas y pistachos) tienen acción antiinflamatoria y antioxidante, además reducen el colesterolen la sangre. Por esta razón “es esencial su consumo diario, recomendando distribuir la toma de entre 6 y 8 frutos secos a lo largo del día”, aconseja Bravo.

El consumo suficiente de agua o éste de frutas y verduras frescas con alto contenido de agua favorece la buena circulación de la sangre, reduce la presión arterial y asegura un buen nivel hídrico.

El aceite de oliva es otro gran aliado del corazón, ya que tiene un fuerte efecto antiinflamatorio en el cuerpo humano, lo cual ayuda a prevenir enfermedades como la aterosclerosis que dificulta el flujo sanguíneo y aumenta la presión arterial.

4.- Brindar con vino tinto favorece el corazón.

Diversos estudios relacionan el consumo moderado del vino tinto con un menor riesgo de padecer enfermedad cardiovascular. Gracias a su poder antioxidante, este elixir de larga vida influye considerablemente en nuestro grado de bienestar, disminuye los niveles de estrés y retarda el envejecimiento celular. El hecho de que el vino tinto sea más beneficioso que el blanco en gran parte se debe a las extraordinarias propiedades de la uva negra. El grano de esta fruta es rico en taninos, unas sustancias naturales, astringentes y amargas que proceden de la maceración de los hollejos y de la crianza en madera.

Durante el proceso de elaboración, el mosto se macera con la piel y las pepitas, permitiendo así que sus beneficiosas sustancias pasen al vino y se conserven durante la crianza en barricas de madera. La uva negra también abunda en ácidos fenólicos que pueden inhibir el colesterol malo que, si se oxida, se depositaría en la pared arterial formando placa. “De modo que tomar una copa de vino tinto en la cena evita que las plaquetas sanguíneas se aglutinen y causen problemas de aterosclerosis a medio y largo plazo”, resume Bravo. La cantidad recomendada para las mujeres es de 150 ml, con un aporte calórico que no alcanza las 100 calorías. En caso de los hombres la cantidad diaria recomendada se limita en dos copas, equivalentes de unas 200 calorías.

Generalmente, en días festivos tomamos más alcohol, ya sea para participar en los brindis o para acompañar cada plato con la bebida más adecuada. “Si ingerimos más cantidad de la recomendada, dificultaremos el trabajo del hígado que, mientras procede a degradar el alcohol, aplaza la quema de grasas “buenas” que el proceso del organismo precisa para su buen funcionamiento”, explica Rubén Bravo. Además, la ingesta de alcohol afecta al proceso hormonal de nuestro organismo y hace que sintamos más hambre. Para no subir de peso en las Navidades, es importante evitar las bebidas de mayor graduación alcohólica, como el ron o el whisky que aportan gran cantidad de “calorías vacías”, unas 244 por 100 ml, y priorizar las de bajo aporte calórico, siendo la mejor opción como el tinto, la cerveza y la cava.

5.- Propiciarnos un buen fondo emocional, aumentando los niveles de serotonina y dopamina, hormonas del bienestar. Estos dos neurotransmisores son los encargados de regular, entre otras cosas, nuestras emociones, apetito y estado de ánimo. Mantener la serotonina y la dopamina en unos niveles adecuados nos permite combatir problemas de ansiedad y depresión, además, nos procura un buen fondo emocional. “En invierno, por regla general, tenemos los niveles de serotonina más bajos, debido a la disminución de la luz natural”, explica Bravo. No obstante, podemos influir de forma positiva en la secreción de esta hormona de la que depende, en gran medida, nuestro bienestar, aprovechando las horas de sol para realizar todas nuestras actividades diarias, y la noche procurar la calma y propiciar el descanso reparador”. Adaptar la nutrición a nuestro biorritmo es una de las claves para obtener el equilibrio emocional.

ESTUDIO METABÓLICO GRATUITO (del 22 al 29 de septiembre)

– En España dos de cada tres hombres tienen sobrepeso y una de cada seis personas es obesa. Fuente: Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)

– Más de dos millones españoles padecen obesidad severa, de ellos, menos del 1 por ciento, alrededor de 4.000 personas, se han sometidos a cirugía de la obesidad o bariátrica. Fuente: Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO)

– La obesidad está relacionada con seis de cada diez muertes debidas a enfermedades no contagiosas y, de media, reduce en diez años la vida de quienes la padecen. Fuente: Organización Mundial de la Salud (OMS)

Del 22 al 29 de septiembre el Instituto Médico Europeo de la Obesidad realizará un estudio antropométrico por electroimpedancia TANITA a todos los interesados que acuden a la clínica. Es un análisis que mide el porcentaje de agua, grasa y masa muscular de la persona, su peso, IMC, retención de líquidos, grasa visceral, distribución corporal y metabolismo basal. Los interesados en realizarse este estudio podrán reservar su consulta llamando al 91 745 17 96 hasta el próximo jueves.

«Muchas veces, siguiendo la corriente mediática y el culto al «cuerpo diez», nos olvidamos que la obesidad tan indeseada es una enfermedad metabólica que radica en la salud y no es sólo cuestión de estética», señala Rubén Bravo, jefe del área de nutrición de IMEO. Igual que mantenemos el sano hábito de visitar el médico de forma periódica, deberíamos consultar asiduamente el endocrino, sobre todo cuando se trata de un considerable exceso de peso, recomienda el especialista. Una consulta a tiempo nos dará más margen de actuar y tratar el problema, antes de que el sobrepeso se haya convertido en obesidad.

Por una parte, el análisis antropométrico por electroimpedancia nos permite, en pocos minutos, estimar la distribución de la grasa corporal del paciente y nos da en cifras la cantidad de masa grasa, masa magra y líquido corporal del paciente. En función de estos resultados, recomendamos un u otro tipo de tratamiento. El objetivo básico de todo programa de pérdida de peso es la reducción de la masa grasa, minimizando en lo posible la pérdida de masa magra que no debe exceder el 25% del peso total perdido en una semana. Esto explica porque fracasan las dietas «milagro» que se caracterizan con una rápida pérdida de peso y un inminente efecto rebote.

Por otra parte, el análisis de la distribución de la grasa corporal resulta de vital importancia para el paciente, ya que detecta de forma inequívoca la presencia de obesidad androide, con acúmulo de grasa en el tronco, que se asocia a mayor riesgo vascular y desarrollo de síndrome metabólico y diabetes. La obesidad mórbida afecta cada vez más a personas jóvenes en edad reproductiva, recortando la expectativa de vida entre 10 y 15 años. «En los pacientes con IMC superior a 40, por ejemplo, existe entre 6 y 12 veces más riesgo de mortalidad que se asocia con enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, diabetes tipo II, cáncer de Colón o artritis», afirma Rubén Bravo, especialista en nutrición de IMEO.

Tratamiento de Balón y Banda Gástricos

Para los casos de obesidad avanzada hoy en día existen tratamientos muy eficaces, como son el Balón y la Banda gástricos. Con el fin de mejorar el resultado final, en IMEO hemos ampliado la duración del tratamiento de Balón Intragástrico hasta 3 años, añadiendo consultas trimestrales con el endocrino en la última fase para asegurarnos que el paciente no recuperará el peso perdido. El Balón Intragástrico que utilizamos en IMEO está diseñado para permanecer en el estómago 12 meses y permite al paciente perder hasta 30 kilos. Se trata de un globo medio inflado, implantado mediante una laparoscopia, sin cirugía, que reduce la sensación de apetito, gracias al volumen que ocupa. Otro beneficio de este sistema de adelgazamiento es que enlentece el vaciado gástrico, manteniendo más estables los niveles de insulina y glucosa en la sangre.

La Banda gástrica está pensada para pacientes con obesidad mórbida que necesitan perder más de 35 kilos de su peso corporal. Se trata de un anillo fabricado en titanio y envuelto en un colchón de silicona, no tóxico. Se coloca mediante laparoscopia en la entrada del estómago con el fin de reducir la cantidad de las ingestas y regular el apetito.

¿Gordito pero feliz?

17.04.2011 | Noticias y protagonistas
Según últimos estudios realizados, las personas con obesidad visceral o elevada acumulación de grasa abdominal presentan alteraciones hormonales características de un envejecimiento prematuro junto con alteraciones del estado de ánimo.
Nos comunicamos con Rubén Bravo, experto de nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad, quien explica cómo afecta la grasa abdominal a la vida cotidiana.

Noticias & Protagonistas: Usted es especialista en nutrición y obesidad visceral, un tema que toma cada vez más importancia. ¿Es verdad que cada vez hay más chicos y adolescentes obesos?
Rubén Bravo: Es verdad, los datos se disparan, ya están en un 15 o 20% de los niños, y esto engrosará los datos actuales, que ya son alarmantes. Es un problema muy grave.

N&P: Se sabía desde hace tiempo que la grasa abdominal era nociva para la salud, pero en los últimos estudios realizados por ustedes aparecieron otros factores, incluso los emotivos. ¿Qué encontraron?
RB: Exactamente estamos viendo que la obesidad, esa grasa visceral detrás del abdomen, conduce a un círculo vicioso. Los pacientes se sentían depresivos, con ansiedad, estrés, y haciendo análisis bioquímicos vimos que en esos casos la dopamina, que es la hormona que produce estrés, era muy alta. Eso hace que la neurotoxina, un transmisor que regula los niveles de ansiedad, estuviera también muy desajustada, y esa ansiedad les hacía difícil seguir las dietas. Por un lado querían perder peso, pero al final su propia bioquímica interior se los impedía.

N&P: La dieta actual de gran parte de la humanidad induce la aparición de lo que algunos consideran una obesidad mórbida. En Estados Unidos es el lugar en el que se hace más visible, pero se está extendiendo por todo el orbe…
RB: Se está convirtiendo en la primera causa de muerte en los países desarrollados, no por la obesidad en sí misma, pero sí por las enfermedades que acarrea, como diabetes tipo II, o enfermedades degenerativas como el cáncer, el infarto tanto cerebral como de corazón, o la hipertensión, que no sólo llevan a la muerte a los 60 años, sino que además llegan a esa edad con muy baja calidad de vida y dependiendo de medicamentos para sobrellevar problemas de salud y anímicos también.

N&P:
¿Se da más en hombres que en mujeres?
RB: A partir de los 35 años los hombres acumulamos grasa visceral. Y con la mujer el proceso se da luego de la menopausia, alrededor de los 55 años, cuando llevan grasa a esa parte del cuerpo. El hombre tiene necesidad de comer mejor, de hacer deporte; a la mujer se le viene encima más de golpe, y se acompaña con una baja de la autoestima y un shock de dietas.

N&P:
Algo sucede con el ser humano, porque a pesar de la cuantiosa información, la mala conducta alimentaria y el rechazo a las frutas y verduras crece, mientras las cadenas de fast food florecen…
RB: Sí, algo pasa a nivel emotivo, ético, moral, basta ver la TV. La gente no está en equilibrio, no es alegre, no disfruta de la vida; vive con mucho estrés y muchas cosas se pagan con la comida, que se desnaturalizó muchísimo. No es como la de los abuelos, del huerto familiar; al tener que dar de comer a tanta gente, se llegaron a utilizar métodos que no son sanos, que están llenos de buen sabor y satisfacen, pero hacen mucho mal a la salud, engordan, como por ejemplo las hamburguesas, el exceso de grasas, de hidratos de carbono.

N&P: Ustedes afirman que existe una concepción equivocada en la gente, que en lugar de realizar una dieta apropiada, se lanza a una actividad rigurosa pasándose al otro extremo, ¿verdad?
RB: Sí. Normalmente cuando uno piensa en bajar la barriga, sale a correr y hace abdominales; lo vemos todos los días. Una dieta estricta no es comer poco sino retirar hidratos como arroz, pastas, pan, papas, zanahorias, con eso empezaríamos. Con esas dietas bajas quitamos proteínas, no quitamos peso, y cuando las hacemos mal lo que se baja es la  masa muscular que es la que, paradójicamente, quema calorías, por lo que terminamos a la larga con un metabolismo mucho menos efectivo.

N&P: ¿Y con el ejercicio físico?
RB: Con respecto al deporte, hay personas con grasa abdominal que tienen un alto índice de problemas vasculares, por lo que saturamos al corazón si lo ponemos a correr. Y hacer abdominales es otro error tremendo, porque esa grasa visceral está acotada por la masa muscular, y por arriba por el diafragma. Si metemos ese globo para adentro con los abdominales, hacemos que la grasa apriete los órganos, el hígado, el páncreas, las arterias principales que comunican el corazón con las piernas, y aceleramos la tendencia a la diabetes, al hígado graso, problemas de cáncer, comunicación entre hormonas y demás.  Sugerimos una dieta equilibrada retirando lo que se convierte en grasa, y el deporte moderado, los abdominales fuera hasta que nos quede muy poco, y realizar un ejercicio como caminar rápido, algo de levantamiento de pesas, natación ligera, poco a poco, hasta ir bajando.

N&P:
Hay más de 500 millones de gordos en el mundo, tanto en las sociedades desarrolladas como en las que no lo son tanto. ¿Cómo juega el alcohol en esta enfermedad?
RB: El alcohol representa calorías muertas. Una copa de alcohol son 400 calorías que equivale a un solomillo, esa ternera tan buena que tienen ustedes en Argentina. El tabaco también es importante, porque hace que nada funcione bien. El café, que tomamos a diario y varias veces, no hace que engordemos pero hace que no perdamos grasa. Esa grasa visceral se pierde cuando hay niveles bajos de insulina; si no, se usa la glucosa como fuente de energía, y el café la estimula. Deberíamos tender a un descafeinado, o a lo sumo tomar uno a la mañana, pero hay gente que toma cuatro o cinco por día y eso es malo en todo sentido. Quitarlo baja el volumen de ansiedad y permite eliminar grasas.

N&P:
En realidad, no imaginábamos lo del café…
RB: Pues tiene mucha influencia, porque además incrementa los niveles de insulina, que estimulan mucho. Cuando esos niveles bajan, lo sentimos y nos deprimimos. A la larga produce un trastorno bipolar: primero estoy contento y luego muy triste. Vamos creando situaciones de agresividad, un comportamiento casi bipolar que se ve continuamente.

Los más barrigudos de España

Murcia, Andalucía, Extremadura y Castilla la Mancha son las comunidades autónomas que superan la media con las barrigas más generosas. Y tú, ¿puedes entrar en el ranking?

13/04/2011 – laSexta|Noticias

· Un estilo de vida sedentario, la mala alimentación, el estrés, el tabaco, y grandes dosis de café y alcohol, provocan la acumulación de grasa en el abdomen.

Según el estudio DARIOS del Instituto de Investigación del Hospital del Mar de Barcelona, (IMIM), las comunidades autónomas cuyos habitantes cuentan con el mayor perímetro abdominal de España son Murcia, Andalucía, Extremadura y Castilla la Mancha. En el caso de las mujeres, además, también en Canarias y Castilla y León superan la media.

Por el contrario, los hombres de Castilla y León, a diferencia de sus mujeres, son los que más se cuidan el abdomen junto con los de Madrid y Cataluña, y las mujeres con más cintura de avispa de España las encontramos en Madrid y Baleares.

¿Superas la media?

El perímetro abdominal medio de los hombres en España está situado entre los 99 y 102 centímetros, y el de las mujeres entre los 88 y 91 centímetros. Sin embargo, el 34% de los hombres y el 53% de las mujeres españoles superan estas cifras.

Si te acabas de dar cuenta de que has pasado al grupo oficial de barrigudos españoles, haz algo para remediarlo, porque según asegura Rubén Bravo, del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), las personas con una elevada acumulación de grasa abdominal pueden sufrir envejecimiento prematuro junto con alteraciones del estado de ánimo.

La grasa visceral elevada, que se acumula en el interior del abdomen alrededor de los órganos vitales, contiene un «alto riesgo» para la salud que se expresa en enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión y algunos tipos de cáncer.

Bravo explica que un estilo de vida sedentario junto con el estrés, tabaco, grandes dosis de café y alcohol, además de una alimentación inadecuada, hace, entre otras cosas, que se acumule en el interior del abdomen, alrededor de los órganos vitales, una especie de grasa que no siempre está a la vista.

Sin embargo, es posible eliminarla, consiguiendo una pérdida de medio kilo por semana, si se hace una dieta antiinflamatoria apropiada y se combina con ejercicios adecuados. «Muchos hombres se equivocan en pensar que haciendo abdominales, reducirán la grasa acumulada en la zona de la barriga, más bien sería un ejercicio contraproducente y hasta peligroso en casos extremos», asegura Bravo.

En la primera etapa hay que hacer un ejercicio mixto, aeróbico y anaeróbico moderado y, según el experto, «al subir cuestas, nadar o hacer un footing ligero al menos 30 minutos en la mayoría de los días de la semana, potenciamos la creación de masa muscular y facilitamos la quema de grasa visceral».

Rubén Bravo de IMEO en Radio Extremadura

Muchossex símbolos’ de los años 90, hoy lucen la antiestética barriga que caracteriza a los hombres a partir de los cincuenta años de edad. Entre los nuevos obesos de Hollywood se encuentran Val Kilmer, quien en su momento tuvo romances con Cher, Cindy Crawford y Drew Barrimore, Alek Baldwin, el ex marido de Kim Basinger y Mikey Rourke quien sigue en portada gracias al atractivo de su actual novia, la joven modelo rusa Elena Kuletskaya. ¿Por qué se exige tanto que la mujer esté delgada, y en cambio, al hombre se le perdona la tan denostada barriga, siendo la grasa visceral un factor de riesgo tan importante?, plantean la pregunta los especialistas del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO).

La grasa visceral elevada, que se acumula en el interior del abdomen alrededor de los órganos vitales, contiene un alto riesgo para la salud que se expresa en enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión y algunos tipos de cáncer. Representa un 20% de la grasa corporal total en el hombre y el 6% en la mujer. Del 30% al 60% de la grasa visceral se hereda genéticamente. Sin embargo, se puede neutralizar con una dieta equilibrada y actividad física regular.

En este programa de Esquina Viva, de Radio Extremadura, Rubén Bravo, nutricionista y naturopata del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) nos ofrece algunos consejos para quemar la grasa visceral y evitar la tan denostada barriga.