Aspectos clave sobre menopausia y aumento de peso

El buen vivir/ El periodista Digital, por Juan Luis Recio

El aumento de la depresión durante los últimos dos años, en época COVID, ha influido para el aumento del peso en las mujeres de cierta edad. Y los riesgos de salud asociados pueden reducir tanto la calidad, como la esperanza de vida de la mujer. La buena noticia es que hay cada vez más concienciación de la importancia de abordar esta etapa, empezando por perder los kilos de más. La verdad es que el aumento de los niveles de ansiedad en los dos últimos años dificulta el mantenimiento de un peso saludable, y se ceba en las mujeres con menopausia por los desajustes hormonales.

Ante ello, con motivo del Día Mundial de la Menopausia, el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) compartió un dato significante y positivo: durante los últimos dos años se han disparado un 38 por ciento las cirugías endoscópicas de reducción de estómago en mujeres con este perfil. Cabe recordar que el aumento de peso asociado a la menopausia puede “abrir la puerta” a otras patologías, como enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, hígado graso, deterioro cognitivo, depresión, ansiedad, demencia, osteoporosis y algunos tipos de cáncer, especialmente de mama o de colon. Por tanto, recalcan los expertos, alcanzar un peso saludable y mantenerlo en el tiempo será decisivo para la salud global de la mujer en esta etapa y de ello dependerá su calidad y esperanza de vida.

“En esta edad las mujeres asumen que ya no se trata de un tema meramente estético, sino de algo complejo que puede afectar su salud global y esperanza de vida, y buscan una solución”, recalca Rubén Bravo, experto en nutrición y portavoz del Instituto, recordando que una de cada tres mujeres fallecen por enfermedades cardiovasculares[1], una de cada dos desarrolla hipertensión en la menopausia[2] y siete de cada diez sufre de depresión durante la transición[3].

Las representantes del sexo femenino suelen quejarse de que durante la menopausia empiezan a coger kilos de más con facilidad, prácticamente comiendo lo mismo y con la misma actividad diaria. “Esto tiene su explicación, ya que la pérdida progresiva de la capacidad de los ovarios para producir hormonas afecta directamente al incremento de la grasa corporal abdominal y la pérdida de masa muscular”, señala la doctora Laura Crespo, médico especialista en aparato digestivo y endoscopia bariátrica del IMEO. Al descender los niveles de estrógenos, que ayudan a metabolizar la grasa, se produce una disminución de la eficacia metabólica y el aumento de la grasa visceral. El descenso en los niveles de testosterona, favorecen la pérdida de masa muscular, a lo que tenemos que añadir una tendencia a retener líquidos. “El metabolismo basal se ralentiza y a partir de cierta edad necesita menos energía para funcionar, de modo que ingiriendo cantidades similares a las de antes, se puede engordar de forma progresiva si no se toman medidas activas”, avisa la experta.

Con la menopausia, sobre todo en el periodo inicial, se observa un aumento de la resistencia a la leptina que provoca un incremento de la tendencia a comer de más, con preferencia por alimentos adictivos como los ricos en grasas, azúcares simples, harinas refinadas, ultrapalatables y altamente calóricos. Por todo ello no extraña la aparición de síntomas depresivos, cambios de humor e irritabilidad, problemas de sueño y un consumo emocional de comida que contribuyen a la tendencia de ganar peso.

Con la disminución en la producción de hormonas a partir de cierta edad, y el impacto en la autoestima, las mujeres se vuelven más propensas a la hora de padecer problemas psicológicos y cognitivos, en concreto depresión, ansiedad, irritabilidad, nerviosismo, tristeza, inquietud, dificultad para concentrarse o memorizar, y pérdida de la libido o afecciones en el sueño.

“La menopausia tiene una comorbilidad con estados depresivos y ansiosos por dos razones principalmente”, explica la psicóloga del IMEO María González. En primer lugar, porque se produce una alteración hormonal, lo cual afecta directamente al estado de ánimo. La mujer se puede sentir más irritable, sufrir alteraciones del sueño y en algunas ocasiones puede notar una pérdida de control sobre su propio cuerpo a nivel psicológico, junto a una sensación de confusión y de no entender.

En segundo lugar, esta depresión generalizada se explica con una creencia socio-psicológica, muy arraigada en el pasado que percibía la menopausia como el fin de la etapa fértil. “Durante muchas generaciones la mujer se ha valorado por su capacidad de procrear y con el cese del ciclo menstrual pasaba a un estatus social menos productivo en todos los sentidos y se relegaba a la posición de cuidadora”, relata la psicóloga. Si a esto se suma un cambio corporal y una subida de peso, aumenta la probabilidad para que la mujer se sienta deprimida, pierda la sensación de atractivo y seguridad en sí misma. Esto la afectaría en todos los aspectos, tanto en cómo le responde su cuerpo, a cómo se ve en su imagen física o su posición social.

“Con el aumento de la calidad de vida y la incorporación de la mujer en la vida laboral, así como de su libertad a la hora de elegir su estatus social y sentimental, esta visión está cambiando y las mujeres pueden seguir aportando y disfrutando de su cuerpo y mundo afectivo sexual durante mucho más tiempo”, recalca González.

No obstante, hoy en día la presión sociocultural hacia la imagen de la mujer es muy fuerte: el éxito profesional y la felicidad van de la mano con un cuerpo delgado que debe lucir más joven de lo que es. Desencajar con este ideal puede causar frustración y enfatizar estas sintomatologías depresivas y ansiosas. En este sentido, “es sumamente importante trabajar para alcanzar un peso saludable y recuperar esa confianza de la mujer en sí misma y en su cuerpo, pero ya no para complacer a los demás, sino por amor propio y bienestar emocional”, concluye la experta.

Perder peso en la menopausia es tarea difícil y contrarreloj. “Cada mujer es “un mundo” y a la hora de elegir el tratamiento más adecuado, es recomendable realizar un estudio en profundidad de su perfil psicológico, emocional y hormonal, así como análisis de su composición corporal y eficacia metabólica”, aconseja el portavoz del Instituto Rubén Bravo. Cuando se necesitan perder entre 15 y 35 kilos, se puede plantear una cirugía endoscópica como el Método Apollo Reforzado, adaptado específicamente para este tipo de perfil de paciente.

Esta cirugía con certificado de la FDA, es una técnica que se realiza por la boca, sin cicatrices externas, que permite reducir la capacidad del estómago hasta un 70% de forma segura. Sus ventajas frente a otras cirugías son muchas: recuperación total en 48 horas, mínimo riesgo quirúrgico y un 84% de éxito en la pérdida total del exceso de peso y en su posterior mantenimiento en los siguientes cuatro años. Parte de este éxito, se debe al seguimiento multidisciplinar de dos años con el objetivo inicial de perder la totalidad de su exceso de peso, y posterior para lograr toda una reeducación en hábitos y aprendizaje en cuanto a la nutrición, la actividad física, la psicología y la medicina preventiva de la mujer en periodo de menopausia.

El diagnóstico inicial se basa en dos pruebas que ayudan a determinar el perfil de la paciente. En primer lugar, se realiza un estudio de eficacia metabólica y composición corporal, obteniendo los porcentajes de grasa, músculos y líquidos. Esto permite detectar si hay tendencia a la obesidad, riesgo cardiovascular, retención de líquidos, metabolismo lento o ineficaz y la distribución de la grasa localizada.

La segunda prueba que se realiza en IMEO a mujeres con menopausia que necesitan perder peso es un estudio de neurotransmisores y de hormonas como el cortisol, la serotonina y la dopamina, la acetilcolina o la leptina. Esto indica el perfil emocional de la paciente, qué tendencia y capacidad tiene para controlar la ansiedad, el estrés, la sensación de felicidad, su equilibrio emocional o el aprendizaje, así como si existe tendencia a la diabetes tipo dos, qué tipo de conductividad eléctrica hay en el tiroides, para descartar la tendencia a hipotiroidismo o el grado de adicción hacia alimentos ricos en grasas, harinas y azúcares.

[1] Según datos de la Federación Mundial del Corazón (WHF por sus siglas en inglés).

[2] Según datos de la Asociación de Cardiología Clínica de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).

[3] Según una reciente investigación, publicada en la revista Menopause de la Sociedad Norteamericana

¿Quieres controlar tu peso? Levantar pesas podría ayudarte

Las personas que regularmente hacen ejercicios para fortalecer los músculos tienen entre 20 y 30 por ciento menos probabilidades de ser obesas con el tiempo.

The New York Times, por Gretchen Reynolds

Neil Hall/EPA, via Shutterstock

Levantar pesas un par de veces a la semana podría ayudarnos a prevenir la obesidad, según un nuevo e interesante estudio sobre el ejercicio de resistencia y la grasa corporal. Esta investigación muestra que quienes completan ejercicios de entrenamiento muscular de cualquier tipo tienen de un 20 a un 30 por ciento menos probabilidades de llegar a ser obesos que las personas que no los hacen, independientemente de si practican ejercicios aeróbicos o no.

Los hallazgos indican que el entrenamiento con pesas podría ser más relevante para el control de peso de lo que muchos esperábamos y levantar un poco de peso nos podría ayudar a no subirlo después.

La incidencia de obesidad en Estados Unidos está al alza, pues alrededor del 40 por ciento de los adultos cumplen con los criterios estandarizados para ser considerados obesos. Se prevé que esa cifra aumente a más de un 50 por ciento para fines de esta década.

Por desgracia, pocos de nosotros perderemos los kilos de más que ya tenemos. La mayoría de las personas que pierde más del cinco por ciento de su peso corporal lo recupera a los cinco años.

Por eso, es posible que la manera más eficaz de tratar la obesidad sea previniéndola. Y hacer ejercicio con frecuencia ayuda bastante. Muchos estudios muestran que la gente que camina con frecuencia o que hace actividades como correr, andar en bicicleta, nadar o practicar algún ejercicio aeróbico suele subir menos kilos al envejecer que las personas sedentarias, y tiene menos riesgo de llegar a ser obesa.

Sin embargo, no se tiene tanta información sobre si los ejercicios de entrenamiento con pesas también influyen en el peso. Algunas investigaciones pasadas sugieren que el entrenamiento de resistencia ayuda a que las personas retengan masa muscular cuando intentan bajar de peso. Pero no queda muy claro si también podrían controlar la subida de peso a largo plazo y prevenir la obesidad.

Así que, para el nuevo estudio, publicado en junio en PLOS Medicine, un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Iowa en Ames, Iowa, y otras instituciones, decidieron estudiar la posible relación entre las pesas y la circunferencia de las personas. Al inicio, se abocaron a la base de datos, que es grande y muy útil, compilada por el Aerobics Center Longitudinal Study, un famoso proyecto que había realizado un seguimiento del estado médico, de salud y la condición física de decenas de miles de pacientes que visitaron la clínica Cooper en Dallas entre 1987 y 2005. Los hombres y mujeres se sometieron a numerosas pruebas durante sus visitas recurrentes a la clínica.

En esta ocasión, los investigadores de Iowa usaron los registros de más o menos 12.000 de los participantes, la mayoría de los cuales eran de mediana edad. Ninguno era obeso cuando se unió al Aerobics Center, según su índice de masa corporal, o IMC (esta medida calcula de manera indirecta la grasa corporal según la altura y el peso de la persona. Puedes calcular tu IMC aquí).

Estos hombres y mujeres habían completado la típica serie de mediciones de salud y estado físico durante sus visitas a la clínica y también llenaron un cuestionario de ejercicio que indagaba, entre otras cosas, en el entrenamiento con pesas. Se les preguntaba si hacían “ejercicios de fortalecimiento muscular” y, en caso afirmativo, con qué frecuencia y durante cuántos minutos a la semana.

Después, los investigadores empezaron a cotejar los datos, comparando los pesos y otras medidas de las personas entre cada visita a la clínica. Usando el IMC como medida, alrededor del siete por ciento de los hombres y mujeres se habían vuelto obesos en los seis años siguientes a su primera visita a la clínica.

Pero el IMC es una aproximación poco precisa de la constitución corporal y no siempre es una medida exacta de la obesidad. Por eso, los investigadores también examinaron los cambios en el grosor de la cintura y el porcentaje de grasa corporal para determinar si se habían vuelto obesos. Según el criterio de un diámetro de cintura superior a 100 centímetros para los hombres y 90 para las mujeres, o un porcentaje de grasa corporal superior al 25 por ciento para los hombres y el 30 por ciento para las mujeres, hasta el 19 por ciento de los participantes desarrollaron obesidad con el paso de los años.

Consejos para no pasar hambre si estás a dieta

CuidatePlus, por Joanna Guillén Valera

Sólo el 38,7% de los que se ponen a dieta optan por un planteamiento equilibrado.

El 25,5% de los españoles afirma haber realizado una o más dietas para perder peso a lo largo de 2019, según los datos del II Estudio de Salud y Estilo de Vida realizado por Aegon sobre una muestra de más de mil adultos españoles.

Sin embargo, según indica a CuídatePlus Rubén Bravo, nutricionista, dietista y experto en gastronomía del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), “cerca de la mitad de la población está entrando y saliendo asiduamente de diferentes tipos de pautas dietéticas con resultados a corto plazo y volviendo de nuevo a los antiguos malos hábitos”.

De hecho, según el experto “los últimos estudios señalan que los que se ponen a dieta llegan a probar hasta un mínimo de tres enfoques nutricionales diferentes y sólo el 38,7% de los que se ponen a dieta optan por un planteamiento equilibrado“.

Según el estudio de Aegon, entre las más comunes se encuentran las que consisten en eliminar un producto de la dieta habitual (77,9%), reducir la cantidad de comida (67,9%), reducir el consumo de sal (64,8%) y, en menor medida, sustituir comidas por líquidos, batidos, barritas o dietas disociativas.

Sin un control, todas ellas pueden tener repercusiones para la salud que pueden llegar a ser importantes como “desnutrición, pérdida de la efectividad metabólica, problemas hormonales, efectos rebote, pérdida de masa muscular, irritabilidad, falta de vitalidad, debilitamiento de los tejidos y trastornos gastrointestinales”, advierte Bravo.

Por lo que es fundamental el asesoramiento de expertos y el control y seguimiento de especialistas que, además de evitar problemas de salud garantizarán que el paciente no pase hambre durante el proceso.

Y es que, pasar hambre es una de las principales razones para abandonar la dieta y esto ocurre porque, según Bravo, no existe una buena planificación. “Si la dieta está bien configurada el paciente no debería pasar hambre, ya que éste es uno de los factores que se deben tener en cuenta a la hora de configurar un plan personalizado”, apunta Bravo.

No debería ser normal pasar hambre cuando estamos a dieta”, asegura Guillermo V. Rodriguez, vicedecano del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad de Madrid (Codinma).

Aunque es cierto que hay veces que, aun siguiendo un plan bien estructurado, hay personas que sienten hambre sobre todo la que tienen cierta adicción a determinados alimentos. “Es muy probable que si la persona que comienza una dieta equilibrada tiene cierto grado de adicción hacia los alimentos procesados, ricos en azúcares, harinas y/o grasas saturadas… tendrá un periodo inicial de hambre emocional o cierta ansiedad” que es importante conocer para poder controlarlo y “adaptar la alimentación a esta sensación”, indica Rodríguez.

Las claves

Para luchar contra ello, Bravo aconseja plantearlo como una adicción. “Tenemos que tener en cuenta que el azúcar es tan adictivo como la cocaína y por lo tanto al retirar ciertos alimentos se produce una reducción temporal de los niveles de dopamina y serotonina, dos neurotransmisores involucrados en el control de la ansiedad y la sensación de felicidad”.

Su consejo es “sustituir los dulces o salados por alternativas sin azúcares añadidos o mucho menos calóricas, que poco a poco se deberán ir retirando”. Según él, “es importante trabajar un plan progresivo e ir retirando poco a poco ciertos alimentos”.

El consejo de Rodríguez es no prohibir en ningún caso el consumo de ciertos alimentos menos sanos. “No hay que eliminarlos por completo, porque en el momento que prohíbes un alimento más te apetece”, informa. Es importante tener en cuenta esto para evitar la ansiedad que produce no poder consumir lo prohibido.

Otro consejo suyo sería realizar entre cinco o seis comidas a lo largo del día, es decir “pasar de una gran comida y una gran cena a comidas menos copiosas y más distribuidas a lo largo del día”, indica Rodríguez. Esto ayudará a controlar el hambre.

Además, según Bravo, sería interesante “apoyarnos en plantas reguladoras del apetito y de la ansiedad como la garcinia o la griffonia”.

Por su parte, Andrea Marqués, nutricionista y dietista experta e gastronomía del IMEO, aconseja comer lento y esperar para estar saciados. “Hay que tener en cuenta que a la hora de seguir una dieta es importante saber que nuestro sistema digestivo tarda unos 20 minutos en comenzar a enviar al cerebro las señales de saciedad”, explica. Por ello, aconseja utilizar esto “para engañar al estómago e ingerir menos cantidades y calorías”.

Otra recomendación suya es elegir alimentos que ayuden a controlar esta sensación y a sentirse más saciado.

Así, Marqués propone esta lista de alimentos saciantes:

  • Menta: el olor y sabor de la menta ayudarán a reducir el apetito. Los chicles sin azúcar de menta pueden ser buenos aliados. Además se ha demostrado que mascar chicle, ayuda a controlar el apetito.
     
  • Nueces: Tienen una gran fuente de proteínas, ayudan a regular el colesterol y poseen una gran cantidad de fibra, por lo que ayudan a controlar el apetito. Además se digieren de forma muy lenta, por lo que la sensación de hambre también tarda más en aparecer.
     
  • Avena: Tan sólo en media taza de avena, ya tenemos 5 gramos de fibra pura, además ayuda a aumentar la producción de la colecistoquinina en el organismo que también ayuda a controlar el apetito en algunas personas.
     
  • Té verde: gracias a las catequinas, que son unos potentes antioxidantes, ayuda a acelerar el metabolismo y a facilitar la combustión de las grasas, pero además es que afecta de forma directa a la producción de la leptina, por lo que es ideal para combatir el hambre.
     
  • Zanahorias: según un estudio de la Universidad de Wagening, en Países Bajos, las zanahorias contienen unas fibras especiales que ayudan a perder peso y a reducir el apetito hasta en un 60%.
     
  • Aguacate: es también rico en fibras, pero además en grasas monoinsaturadas que controlan el apetito siempre y cuando se consuman con moderación.
     
  • Además añade otros como legumbres, caldos y huevo.

Más consejos para adelgazar con éxito

Luchar contra el hambre cuando estamos a dieta no sólo hace que ésta sea un éxito sino que también hay que tener en cuenta otros consejos como:

  1. Acudir a un dietista o nutricionista para establecer un plan nutricional personalizado, equilibrado y adaptado al estilo de vida de la persona, edad, objetivos, horarios, gustos nutricionales y vida social.
     
  2. Hacer consultas y controles semanales para ir corrigiendo y evaluando los progresos paulatinamente.
     
  3. Dar la misma importancia al plan de pérdida de peso como al plan de mantenimiento.
     
  4. Apoyarnos en la actividad física y el coaching para complementar la dieta.
     
  5. Cambiar el objetivo de «perder peso» por «cuidarnos más».
     
  6. Centrarnos en la pérdida de grasa corporal y en el aumento de la masa muscular, más que en el peso en sí.
     
  7. Darle gran importancia a la educación nutricional en un estilo de vida saludable a largo plazo y no tanto a conseguir un objetivo a corto plazo.
     
  8. Regular el biorritmo mejorando la vitalidad diurna y el descanso nocturno.

Fallos que hacen que la báscula mida mal tu peso

CuidatePlus, por Ana Callejo Mora

Subirse a la báscula es algo que preocupa a más de uno. Antes de enfrentarse a este momento conviene saber cuáles son los fallos que pueden hacer que el peso mostrado no corresponda con la realidad. ¿Es mejor pesarse por la mañana o por la noche? ¿Cada cuánto tiempo? ¿Todos los tipos de báscula son igual de fiables? Responden para CuídatePlus tres nutricionistas del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO).

Para no alterar las mediciones de la báscula sería bueno seguir estos siete consejos que ofrece Sonia Peinado, nutricionista del citado centro.

  1. Intentar estar desnudo o con la menor ropa posible (en ropa interior).
  2. Haber ayunado tres horas antes de la medición.
  3. No ingerir bebidas alcohólicas, diuréticos o bebidas altas en cafeína o teína de 12 a 24 horas antes.
  4. Evitar cremas o polvos desodorantes/antifúngicos para los pies que puedan interferir con el paso de la corriente.
  5. Está prohibido el uso de básculas eléctricas de grasa corporal en pacientes portadores de marcapasos o de estimuladores cardíacos.
  6. Los resultados pueden verse afectados en los casos de pacientes que puedan tener edemas en miembros inferiores, así como en pacientes en diálisis.
  7. Procurar no tomar las mediciones en el periodo de ovulación y menstruación de las mujeres para evitar la retención de líquidos.

¿En qué momento del día es mejor pesarse?

“El momento del día en el que obtendremos un peso más ajustado a la realidad es la primera hora de la mañana”, afirma Carmen Escalada, nutricionista clínica del IMEO, especificando que  deberemos estar en ayunas y haber ido al baño previamente.

Factores que influyen en las variaciones de peso a lo largo del día o de la semana

Hay varios factores que pueden hacer que nuestro peso varíe a lo largo del día, la semana e incluso, especialmente en el caso de las mujeres, al mes. Por ello, no conviene pesarnos más de una vez a la semana. De esta manera, obtendremos una progresión de resultados que se ajuste más a la realidad.

Según Escalada, esto son los factores influyentes en las variaciones de peso:

En primer lugar, lo que comamos y bebamos a lo largo del día. Conviene que nos pesemos antes de haber comido y bebido nada, ya que el peso de estos alimentos afectará al nuestro.

La retención de líquidos también es un factor importante. A lo largo del día, el consumo de alimentos ricos en sal, no beber suficiente agua o un estilo de vida sedentario hacen que nuestro sistema circulatorio no funcione adecuadamente y que aumente de manera excesiva nuestro volumen de líquido corporal provocando un aumento de nuestro peso.

Otro factor influyente en nuestro peso es el ejercicio. No deberemos pesarnos justo después de hacer ejercicio, puesto que habremos perdido un importante volumen de líquidos y, por ello, nuestro peso no será real.

Tampoco obtendremos un peso fiable en nuestra báscula si nos pesamos en el periodo premenstrual o durante los días de menstruación, ya que por acción de las hormonas nuestro cuerpo tenderá a retener más líquidos.

Cada cuánto tiempo

Aquellas personas que se pesan todos los días pueden ver subidas y bajadas bruscas en su báscula sin sentido para ellos. Mireia Elías, nutricionista del IMEO, lo explica de la siguiente manera: “Esto se debe a que nuestro peso corporal está compuesto por masa grasa, masa muscular, huesos y agua que pueden fluctuar independientemente. Por este motivo, cualquier cambio en la hidratación, en la retención de líquidos, en la regularidad para ir al baño, en el aumento o disminución de masa muscular o en la masa grasa pueden provocar estos cambios. Para obtener datos reales en la báscula es conveniente dejar pasar al menos una semana entre peso y peso”.

Aun así, esto va a depender también de si la persona persigue algún objetivo con una pauta marcada más específica (aumentar masa muscular, bajar grasa…). En estos casos, los cambios se verán más marcados.

¿El peso de una persona es cíclico?

“El peso de una persona no es cíclico, puesto que no depende del mes sino de los factores que hemos hablado anteriormente”, señala Elías. Estos parámetros están influenciados por la alimentación que lleve la persona; el ejercicio físico que realice, tanto planificado como no; su grado de hidratación; el momento fisiológico de su vida en el que se encuentre, como, por ejemplo, embarazo o menopausia; la calidad de su sueño y descanso, o diversas patologías que pueda padecer.

Tipos de básculas y cuál se recomienda tener en casa

El análisis de la composición corporal es una parte fundamental para valorar el estado nutricional del paciente y, por ello, es una técnica muy utilizada en nutrición, así como en el ámbito sanitario. Cada vez más estudios muestran una correlación entre este patrón con el crecimiento, envejecimiento y estado de salud o enfermedad.

“Existen varias formas de poder realizar estas mediciones, pero no todas pueden realizarse en el hogar y otras requieren de personal adecuadamente entrenado. Sin embargo, con unas pautas generales podemos intentar disminuir el error de medida y que no dé tanto miedo subir a la báscula”, dice Peinado.

En primer lugar, contamos con las básculas de “estar por casa”, es decir, aquéllas que tienen la capacidad de medir nuestro peso total sin diferenciar entre las distintas masas. El inconveniente de este tipo de básculas sin duda reside en la falta de datos disponibles (edad, sexo o talla) de la persona que se pesa. Algunas determinan el índice de masa corporal (IMC)añadiendo los datos de forma mecánica. Esto puede traer algunos inconvenientes ya que estamos acostumbrados a decir que medimos más o que pesamos menos. Y en segundo lugar, como ya sabemos por diversos estudios, el IMC es un índice con poca sensibilidad para diagnosticar la obesidad por sus limitaciones para diferenciar la masa grasa y la masa libre de grasa.

Posteriormente a estas últimas básculas aparecieron en el mercado los medidores de composición corporal, y estos se elegirán según la exactitud que requiera el momento (por ejemplo en estudios científicos deberán aportar datos más exactos y ser lo más fiables posibles). Los más sencillos, manejables y económicos serían los analizadores duales (mano-mano o pie-pie), explica esta experta. Por sus condiciones suelen ser los más vendidos, además de tener escasa dificultad técnica, pero los más recomendados en este nivel por aportar datos más fiables, según la Sociedad Europea de Nutrición Clínica, son los de mano-pie, ya que la corriente se distribuirá de forma más homogénea, mientras que en los primeros se tiende a infraestimar la medida grasa de la parte superior o inferior (dependiendo del aparato escogido).

Los aparatos que juegan en otra liga son de tres y cuatro componentes, como la densitometría, hidrometría o absorciometría dual de rayos X, que son altamente precisos, pero requieren de una alta capacitación para su manejo y tienen elevado coste”, cuenta Peinado.

Además de la importancia de la elección de la báscula correcta (ajustándola a nuestras necesidades y presupuestos), recuerda la nutricionista, siempre es recomendable acudir, en caso de tener en mente la pérdida de peso de forma saludable, a centros o personal especializado y capacitado para informarse debidamente.

Alimentación sana y ejercicio, claves para reducir los riesgos de la menopausia

En España hay más de 23,5 millones de mujeres, de las cuales 3,5 millones tienen entre 45 y 54 años, edad en la que la gran mayoría ya ha alcanzado la menopausia.

Heraldo / Europa Press
Llevar una alimentación sana y practicar ejercicio físico ayuda a reducir los riesgos asociados a la menopausia como, por ejemplo, aumento de peso, descalificación ósea, colesterol alto o enfermedad cardiovascular, según ha puesto de manifiesto el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) con motivo de la celebración, el próximo 18 de octubre, del Día Mundial de la Menopausia.

Actualmente en España hay más de 23,5 millones de mujeres, de las cuales 3,5 millones tienen entre 45 y 54 años, edad en la que la gran mayoría ya ha alcanzado la menopausia. De hecho, la última Encuesta de Salud Europea reveló que en esta franja de edad un 38,1 por ciento de las españolas muestra unos hábitos de vida sedentarios y un 58,8 por ciento reconoce que no dedica ni un día a la semana de su tiempo de ocio para la práctica de ejercicio físico regular.

En este sentido, el organismo ha informado de que casi el 45 por ciento de las mujeres en edad de menopausia en España tiene problemas de sobrepeso u obesidad (28,84%, sobrepeso y un 15,94%, obesidad) debido a unos hábitos de vida sedentarios.

Y es que, a partir de los 45 años la mujer empieza a perder fibra y tono muscular. Así, con la llegada de la menopausia, el cuerpo femenino entra en cierto declive y produce menos cantidad de estrógeno y progesterona. El déficit de estas hormonas incide de forma directa en la tendencia a perder masa muscular y acumular grasa alrededor de la cintura, lo que está relacionado con el incremento del riesgo cardiovascular o algunos tipos de cáncer, como el de mama y útero, al igual que la incidencia de diabetes tipo II, hígado graso, colesterol alto o hipertensión.

El ejercicio físico también mejora el funcionamiento mental

«Es por ello tan importante adaptar nuestra alimentación a la necesidad de mantener esta masa muscular, dando prioridad a las proteínas y grasas saludables y a los hidratos de carbono en sus versiones integrales, desechando los alimentos perjudiciales para la salud. El 38 por ciento de las mujeres que acuden al centro en busca de ayuda profesional apuntan a un perfil condicionado por la transición menopáusica», ha comentado el portavoz del IMEO, Rubén Bravo.

Por otra parte, el experto ha destacado la importancia del ejercicio físico, ya que repercute positivamente sobre el estado de ánimo, mejora el funcionamiento mental y propicia tanto el sueño profundo, como la reparación celular.

Por este motivo, y con el fin de combatir los hábitos de vida sedentarios, ha recomendado seguir una rutina semanal de cuatro días de actividad física, compuesta por dos sesiones de 45 minutos de ejercicio aeróbico moderado como zumba, spinning, bicicleta, natación o aquagym, alternadas con dos sesiones de 45 minutos de gimnasia orientada a fortalecimiento muscular y flexibilidad, tipo pesas, abdominales, yoga o pilates.

Además, en la menopausia la necesidad de hidratación se hace más importante, no sólo por el tema del envejecimiento cutáneo, sino porque ayuda a aliviar algunos de los síntomas, como sofocos, sudoración y mareos. En este sentido, se aconseja beber agua antes, durante y después del ejercicio, en pequeños sorbos y nunca a temperaturas extremas para evitar pérdidas de electrolitos y minerales.

Dieta Hipocalórica

Revista Belleza Médica, número de abril -mayo 2016
Carmen Escalada del IMEOCarmen Escalada es nutricionista clínica del Instituto Medico Europeo de la Obesidad (IMEO). En su consulta emplea la dieta hipocalórica como herramienta de pérdida de peso, con una serie de claves que aumentan su eficacia: la personalización y el apoyo a través de ejercicio físico y tratamientos medico-estéticos.

La experta explica que “la base de la dieta hipocalórica es establecer un plan de alimentación que aporte menos calorías que las que el paciente va a quemar, de modo que pierda peso por un balance energético negativo. Por mucho que modernicemos el sistema, este planteamiento debe mantenerse”.

La nutricionista destaca que “estas dietas siempre deben ser supervisadas por un especialista en Nutrición que las adapte al gasto energético, ritmo de vida, ejercicio físico que practica el paciente y patologías que tenga asociadas a su sobrepeso. Esta supervisión, que en las dietas hipocalóricas tradicionales no se hacía, sirve para evitar deficiencias de distinta índole que pueden llegar a ser graves si no se controlan”.

Una buena comunicación con el paciente, fundamental para el éxito

Carmen Escalada destaca que “cuando se pauta una dieta es fundamental explicar al paciente que no se trata solo de bajar de peso, sino de disminuir la grasa corporal, que es la que realmente produce enfermedades.

El paciente debe contarnos sus hábitos, su forma de vida, que alimentos le gustan… y en función de todo eso planear la dieta”.

La experta aclara que “hay que tener muy en cuenta el ritmo de trabajo que lleva el paciente (si come o no en casa, si va a diario a un restaurante o se lleva comida al trabajo…). Otros elementos que hay que considerar son la cantidad de fibra que la dieta aporta y la consistencia de los alimentos, ya que los más consistentes aumentan la sensación de saciedad, así como la temperatura (lo alimentos calientes retrasan el vaciado gástrico), el agua, la sal…”.

Herramientas de apoyo

Para el seguimiento de la dieta, la nutricionista explica que “realizamos análisis de composición corporal para comprobar que el paciente pierde grasa además de peso, y saber si está debidamente hidratado o si

retiene líquidos. También hacemos diversas pruebas para comprobar su situación hormonal, ya que influye en el hambre y la saciedad y el estrés que le puede generar la dieta”.

Otras herramientas de apoyo que emplean son la psicoterapia, el entrenamiento físico personalizado y los tratamientos medico-estéticos. También ofrecen la opción de la cirugía bariátrica “para pacientes que

necesitan perder mucho peso, quienes son resistentes a las dietas o aquellos que tienen mucha sensación de hambre, ya que la intervención actúa sobre la grelina y logra disminuirla mucho”, añade.

En cuanto al ejercicio físico, Carmen Escalada apunta que “hemos comprobado que ayuda mucho a la pérdida de peso, pero sobre todo al mantenimiento del musculo. Esto es muy positivo a largo plazo, para el bienestar general del paciente (físico y anímico) y para el mantenimiento del peso perdido”.

Los tratamientos medico-estéticos de apoyo que emplean son “el LipoContour, un sistema laser para tratar la grasa localizada; el Vela Smooth para ablandar y movilizar la grasa; la radiofrecuencia INDIBA

para reafirmar y regenerar el tejido, y la termoestimulación, un tratamiento de gimnasia pasiva para la reafirmación del musculo que combina calor con corrientes”, concluye la experta.

5 recetas de batidos para entrenar

Batidos para deportistas

Telva, por Gloria Vázquez Sacristán

Carmen Japaz, nutricionista de Nutriblis que colabora con Oster Versa (la batidora en vaso con la que prepararás tus batidos en tiempo record) nos propone 5 recetas para tu jornada fitness.

Smoothie pre-entrenamiento

Foto Country Cleaver1 cucharada de proteína en polvo; 1 taza de espinacas; 1 plátano o 10 fresas; 1 cucharada de semillas de lino; 1 taza de agua o leche de almendras sin azúcar.

Propiedades:
1. Ayuda a mantener la energía.
2. Mejora el rendimiento.
3. Hidrata.
4. Preserva la masa muscular.
5. Facilita la recuperación.

Bebida isotónica sin aditivos

Tasty-yummies1 litro de agua; el zumo de 2 limones o 2 naranjas; 2 cucharadas de miel; 1 pizca de sal;
y media cucharadita de bicarbonato sódico.

Propiedades:
1. Mantiene la hidratación.
2. Proporciona energía inmediata al organismo.
3. Mejora el rendimiento.
4. Preserva la masa muscular.
5. Facilita la recuperación.


Smoothie post-entrenamiento

Foto Bakerbynature1 taza de leche de almendras sin azúcar; 2 cucharadas de caseína en polvo; 1 taza de espinacas; ½ yogur de vainilla desnatado; 1 plátano; 1 cucharada de cacahuetes;1 cucharada de avena; coco rallado; hielo.

Propiedades:
1. Hidrata.
2. Repone energía.
3. Ayuda a la formación del músculo.
4. Mejora el rendimiento futuro.

Foto kneadtocookBatido de recuperación

1 taza de espinacas; 1 tomate (bien lavado); 1 taza de caldo casero; 2 cucharadas de leche desnatada en polvo; 1 cucharada de salvado de avena; 1 cucharada de levadura de cerveza; 1 cucharada de cacahuetes; 1 cucharada de aceite de oliva; y 1 cucharada de vinagre balsámico.

 

Batido rico en proteínas

Foto A Simple Pantry1 taza de leche desnatada; 2 cucharadas de leche desnatada en polvo; 2 cucharadas de salvado de avena; 1 plátano; 2 nueces; Edulcorante a gusto… mezclar todo en la Oster Versa que nos recomienda la nutricionista, 30 segundos y ¡batido preparado!

Propiedades:
1. Hidrata.
2. Repone energía.
3. Ayuda a la formación del músculo.
4. Mejora el rendimiento futuro.

En esta otra entrada de la revista Telva, https://stopalaobesidad.com/2015/07/08/son-buenos-los…-para-entrenar/, podéis encontrar algunos consejos de Rubén Bravo, experto de nutrición del IMEO, sobre el extenso y trendy mundo de los batidos verdes o ¡de colores!

¿Son buenos los batidos para entrenar?

Los smoothhies, suplemento ideal al deporte y la dietaGreen Smoothies y más variaciones con frutas

Los batidos verdes están muy de moda. Todas las celebrities están engachadas a ellos y las cuentas de instagram de bloggers y trendestters rebosan de vasos transparentes de colores. Pero llega la pregunta, ¿son buenos?, ¿son aconsejbles? Ahondamos un poco más en esta cuestión y te damos recetas para que los hagas desde casa y los tomes muy fresquitos.
Telva, por Gloria Vázquez Saristán

Nos ponemos en manos de Rubén Bravo, director del departamento de nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (91 737 7070), a quién le preguntamos todas las dudas sobre el extenso y trendy mundo de los batidos verdes o ¡de colores! Chicas fitness… ¡esto os interesa!

¿Cuándo se recomiendan?

Cualquier deportista puede perfectamente acudir a los batidos naturales o smoothies como hábito saludable para realizar un desayuno, media mañana o merienda, aunque especialmente está recomendado para los siguientes perfiles:

1. Deportista con poco tiempo para cocinar, o bien para realizar sus comidas diarias.
2. Aquellas que tengan una demanda calórica muy elevada ya sea por realizar una actividad física muy intensa o de larga duración, o bien sean personas de complexión fuerte y un gasto energético alto.
3. Para las que les aburre comer fruta y verdura, y normalmente evitan estos alimentos.

¿Con qué frecuencia debemos tomarlos?

Podríamos tomar hasta tres batidos al día, incluyéndolos en desayuno, media mañana y merienda, intentando no abusar de ellos, pues el exceso de fruta y verdura podría producir una hipervitaminosis.

¿Qué aportan?

Dependerá mucho de los alimentos que utilicemos para elaborarlos. La idea es preparar batidos completos, no sólo de frutas y verduras, pues estaríamos aportando únicamente hidratos de carbono, obviando los otros 2 macronutrientes fundamentales como las proteínas y las grasas saludables. Podemos seleccionar unas frutas/verduras u otras para conseguir «efectos beneficiosos» como favorecer la eliminación de líquidos retenidos, preparar nuestra piel para el sol, combatir el estreñimiento… La forma más saludable para endulzar el smoothie es añadiéndole azúcar moreno, estevia o especias con un toque dulce, como canela, cúrcuma, jengibre, vainilla o té verde.

La canela es ideal para personas con manifestada sensación de apetito y diabéticos. Este condimento ayuda mantener los niveles de azúcar estables en la sangre gracias a los fitonutrientes que contiene.

La cúrcuma, también conocida como azafrán de raíz, es un antiinflamatorio natural que metaboliza la grasa y reduce el colesterol. Daría a nuestro coctel un característico sabor picante.

El jengibre se puede añadir, si hay inflamación abdominal. Mejora la permeabilidad intestinal protegiéndonos de la formación de úlceras y parásitos intestinales. Mejora la digestión de las proteínas y calma las molestias de estómago.

La vainilla es un tranquilizante natural y iría muy bien en un smoothie tomado a media tarde. El té verde es aconsejable para problemas de retención de líquidos.

¿Batidos para deportistas?

Los batidos pueden ser un gran aliado para aquellas mujeres que normalmente no tomen el mínimo de proteínas recomendadas, sobre todo en aquellas que realizan actividad física y tienen mayor desgaste. Para ello debemos movernos entre 1grs de proteínas diarias por cada kilo de peso a 1,5grs, dependiendo de la actividad y la intensidad del deporte que realicemos semanalmente. El queso batido 0%, la leche desnatada o los yogures light son muy socorridos para configurar nuestros batidos, ya que a parte de aportar proteínas de alto valor biológico, también añadirán mucho sabor y cremosidad.

No es aconsejable añadir claras de huevo a los preparados, un error que muchos deportistas cometen. Hay estudios que demuestran que las proteínas consumidas a partir de huevos crudos pierden de un 50 a 65% de biodisponibilidad. Además, ingerir de forma habitual clara cruda puede interferir en la absorción de biotina, causando caída de cabello y envejecimiento prematuro.

En cuanto a las grasas, un par de frutos secos por batido, como las almendras o las nueces, añadirán grasas saludables a nuestra dieta, imprescindibles para prevenir las enfermedades del corazón, y tener un funcionamiento hormonal adecuado.

¿Son sustitutos de la alimentación?

No los recomiendo para sustituir ni el almuerzo ni la cena, pues estaríamos desechando la oportunidad de comer alimentos esenciales como el arroz o la pasta integral, el aceite de oliva, carnes y pescados… en cambio perfectamente podrían sustituir un desayuno, media mañana y/o merienda.

¿Nos ayudan a adelgazar?

Los smoothies no son comida líquida para adelgazar, además al ingerir la fruta y verdura triturada, omitimos una parte del proceso de la digestión, que son la masticación y la insalivación, que puede influir en el afecto de saciedad y acentuar la sensación de hambre. Además tenemos que tener en cuenta que la fruta aporta una gran cantidad de azúcar natural en forma de fructosa, y si nos excedemos en cantidad, o eligiendo frutas muy calóricas, podríamos hasta engordar.

Igualmente deberíamos excluir los ingredientes que engordan y aportan un exceso de calorías vacías. Existen muchas recetas de smoothies que proliferan en la red y no son, precisamente, indicadas para adelgazar. Si pretendemos perder peso o mantenerlo, se deberían descartar, de entrada, ingredientes como azúcar, miel, sirope, cacao en polvo, lácteos enteros como leche y yogur griego, nata, mantequilla de maní, etc.

Remodelación corporal: dieta, suplementación, plan sport y tratamientos médico estéticos

Debemos entender que no es lo mismo perder peso que adelgazar: perder peso es simplemente reducir kilos; adelgazar nos obliga a que estos kilos perdidos sean en su gran mayoría de grasa, recalcan los expertos del IMEO

BellezaMédica, Monográfico abril-mayo 2014

Rubén Bravo del IMEOOtro de los pilares básicos de la remodelación corporal es la dieta, combinada con la suplementación en algunos casos. Rubén Bravo es portavoz del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) y colaborador docente del Practicum Grado de Nutrición y Dietética de la Universidad de Navarra, la Universidad San Pablo CEU y la Universidad Autónoma de Madrid.

Respecto a las dietas más adecuadas, lo primero que nos deja claro es que “debemos entender es que no es lo mismo perder peso que adelgazar. Perder peso es simplemente reducir kilos; adelgazar nos obliga a que estos kilos perdidos sean en su gran mayoría de grasa. En nuestros más de diez años de experiencia hemos comprobado que, aplicando la nutrición, sumada a una actividad física específica y un tratamiento fisioestético determinado podemos hacer que el paciente pierda grasa de forma segura y mantenida en el tiempo, hasta que llegue a un porcentaje de grasa saludable, marcando pautas que incidan en el cambio de hábitos y por lo tanto en el mantenimiento de dicha composición corporal”.

“A fecha de hoy, destaca el experto, conocemos más de 150 dietas para adelgazar que cuentan con nombre propio. Por esta razón, desde el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) hemos reunido en un ranking las dietas más y menos indicadas para quienes se proponen perder peso.

Porque antes de apostar por una dieta que se ha puesto de moda o que nos recomienda alguien, debemos recordar que una dieta saludable nunca nos exigirá máximo sacrificio para conseguir óptimos resultados a corto plazo. Siempre buscará una pérdida de peso moderada, fácil de mantener en el tiempo para así evitar un inminente efecto rebote. Una dieta saludable suele incluir casi todos los grupos de alimentos y restringe las cantidades de forma razonable. También es importante saber, de entrada, para quién está indicada o qué problemas viene a tratar (mujeres en menopausia, vegetarianos, personas con hipertensión o retención de líquidos)”.
A la cabeza del Ranking del IMEO de las mejores dietas para perder peso se encuentran la Dieta del Vino y el Jamón, la dieta DASH, la Dieta Bioproteinada y la Dieta Disociada.

“Prácticamente no tienen contraindicaciones ni efecto yo-yo. Además, a la larga contribuyen tanto a una mejora en la salud como en la reeducación de hábitos” añade Rubén Bravo.

Pérdida de peso por fases

“Un plan de adelgazamiento serio y profesional debe contemplar las pautas a seguir en el mantenimiento de la composición corporal saludable alcanzada, algo tan importante como conseguir llegar al porcentaje de grasa saludable” explica el experto.

“En IMEO, una vez llegamos a completar la fase de adelgazamiento, comenzamos con la fase de mantenimiento, incluyendo cada semana platos o alimentos más calóricos, que el paciente echaba de menos en su plan nutricional anterior, y que de alguna manera le facilitan seguir con sus nuevos hábitos adquiridos. Esto supone realizar mediciones antropométricas semanales con cada nueva modificación, hasta comprobar que el paciente no sigue perdiendo más peso y su composición corporal se estabiliza. Algo que nos funciona muy bien y que los pacientes aceptan con mucho agrado es realizar una pauta nutricional más restrictiva de lunes a viernes y concentrar los alimentos más calóricos en el fin de semana”.

La personalización: clave en la pérdida de peso

remodelación corporal IMEORubén Bravo explica que “cada paciente tiene sus peculiaridades, tanto en hábitos y gustos como en comportamiento bioquímico y metabólico hacia el abanico terapeútico de opciones nutricionales, de actividad física y de fisioestética de las que disponemos, por lo que es imprescindible evitar el comportamiento mecánico y programado y personalizar de verdad los tratamientos.

Para ello, es imperativo basarnos en pruebas diagnósticas iniciales, periódicas y finales como la impedancia TANITA Medical Multifrecuencial, los ElectroIntersticial Scann hormonales y emocionales y el Scanner iDexa. Estas pruebas orientarán nuestra primera propuesta de tratamiento y nos indicarán en las evaluaciones semanales que la pérdida de peso es de adipocito graso y que los perfiles de ansiedad (serotonina– dopamina) se están corrigiendo.

Con pequeñas modificaciones semanales y con las pruebas apropiadas podremos definir con precisión ‘el tratamiento perfecto’ para cada paciente, reduciendo su grasa mientras mantenemos o mejoramos su masa muscular”.

Suplementación

Rubén Bravo apunta que “la suplementación ortomolecular, los nutracéticos y la fitoterapia cada vez tienen más relevancia en los tratamientos de adelgazamiento y en enfoques antiaging y medicina preventiva. Para ello, es importante que los profesionales que la vayan a prescribir mejoren con formación complementaria sus conocimientos en estas áreas y eviten las modas o los productos ‘milagrosos’. Debemos ceñirnos a aquellos que demuestran su efectividad con rigor y evidencia científica, para evitar efectos indeseados y también ineficacia, que generará descontento en los pacientes, pues normalmente estos suplementos no son precisamente baratos”.

El experto afirma que “la suplementación bien manejada será una gran aliada no sólo para potenciar la pérdida de grasa, sino también para moderar la sensación de hambre y ansiedad, o aportar mejorías en patologías añadidas encuadradas dentro del Síndrome Metabólico o dentro del grupo de las enfermedades crónicas”.

Tratamiento multidisciplinar en IMEO: dieta+ejercicio+aparatología médico-estética

 

Para una remodelación corporal eficaz y duradera, IMEO combina la dieta de pérdida de peso con algunos tratamientos médico-estéticos y ejercicio físico, para eliminar la grasa localizada de las zonas en las que solo la dieta no basta.

  • PlanSport diseñado para mejorar la masa muscular en las regiones donde el paciente acumula grasa localizada, para potenciar la demanda energética en esa región y favorecer la transformación de grasa en el ATP o unidad energética, sustituyendo con el tiempo la grasa por musculo.
  • Tratamiento Médico Estético localizado como la mesoterapia.
  • Apoyo en la última generación de aparatología fisioestética, como cavitación, radiofrecuencia, infrarrojos, vacumterapia, presoterapia…
  • Y en casos muy pronunciados donde la combinación de las técnicas anteriores no terminan de solucionar la asimetría, acudiremos a la liposucción o la lipoescultura.

Entre 5 y 10 Kg pueden aumentar su peso las mujeres en el período de transición a la menopausia

Más de un millón y medio de mujeres en España, en edad entre 45 y 50 años, pueden aumentar de una a dos tallas de ropa por no llevar una alimentación adecuada y hábitos de vida saludables

3 de cada 4 mujeres con riesgo de aumentar hasta 10 kilos en la perimenopausiaCon el motivo del Día Mundial de la Menopausia que se celebra este sábado, 18 de octubre, el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) recuerda que es una edad ‘crucial’ para la mujer, en el plano biológico, donde aumenta el riesgo de sufrir alteraciones en la salud física, mental y emocional, pudiendo acarrear un aumentar de peso significativo. Actualmente, en España hay más de dos millones doscientas mil mujeres en edad entre 45 y 50 años. Según estima el Instituto, más de un millón y medio de ellas tienen riesgo de aumentar su peso corporal entre 5 y 10 kilos en el período de transición a la menopausia, que sería el equivalente de dos tallas de ropa. Un riesgo que se puede reducir considerablemente, realizando cambios oportunos en la alimentación y actividad física que permite mantener la masa muscular y la grasa en niveles adecuados.

Mientras los hombres comienzan a coger peso a partir de los 35 años, a un ritmo aproximado de medio kilo por año concentrada principalmente en la zona del abdomen, la mujer está ‘protegida’ por las hormonas femeninas durante su etapa reproductiva. Con la llegada de la perimenopausia, entre los 45 y 50 años, el cuerpo femenino entra en cierto declive y produce menos cantidad de estrógeno y progesterona. El déficit de estas hormonas incide de forma directa en la tendencia a acumular grasa y perder masa muscular, y se acentúa con la edad. Según algunos estudios, en tres de cada cuatro mujeres se produce un aumento del tamaño de la cintura durante la edad adulta. Cabe recordar que la grasa visceral acumulada en esta zona está relacionada directamente con el incremento del riesgo cardiovascular o algunos tipos de cáncer que se dan en la mujer, como el cáncer de mamá y útero entre otros, al igual que la diabetes tipo II, el hígado graso, hipercolesterolemia e hipertensión.

Según Rubén Bravo, experto en nutrición y portavoz del IMEO, durante la menopausia varios factores propician este aumento de peso en la mujer. En primer lugar, nos encontramos con un desorden endocrino que favorece la pérdida de masa muscular, así como el aumento de los adipócitos grasos en número y tamaño, junto a una ralentización de la tasa metabólica y disminución del metabolismo basal, es decir, la cantidad de energía mínima que necesitamos para subsistir y la eficacia de nuestro cuerpo para utilizar la grasa almacenada como fuente de energía. En segundo lugar, estos desordenes trascienden al perfil emocional de la mujer, imponiendo una tendencia a la ansiedad y a la depresión que puede derivar en trastornos relacionados con la alimentación.

Los ejercicios aeróbicos acuáticos para los adultos mayores causan menos impacto sobre las articulaciones«A partir de los 45 la mujer empieza a perder fibra y tono muscular, que es una beta de oro imprescindible para mantenerla o mejorarla en cualquier edad, pues es la responsable del 70% de nuestro gasto calórico diario», apunta Bravo. Por esta razón, recomienda acudir a un nutricionista especializado en menopausia, ya que se necesita una alimentación orientada a mantener esta masa muscular, que se sirva de las proteínas y grasas saludables y enfoque los hidratos de carbono en sus versiones completas e integrales, desechando las grasas perjudiciales para la salud.

Llevar un estilo de vida activo en esta edad nos ayudará a mantener un peso saludable y disminuirá el riesgo de enfermedades cardiovasculares o cáncer. La práctica de ejercicio físico repercute positivamente sobre nuestro estado de ánimo, mejora el funcionamiento mental y propicia tanto el sueño profundo, como la reparación celular. Los expertos de IMEO recomiendan una rutina semanal basada en 2 sesiones de 45 minutos de actividad física aeróbica moderada (bailar, montar en bicicleta, nadar, aqua aerobic) y 2 sesiones de 45 minutos de actividad de fortalecimiento muscular y flexibilidad (gimnasia de mantenimiento, pesas, abdominales, yoga, Pilates). La hidratación antes, durante y después del ejercicio es muy importante. Hay que beber el agua en pequeños sorbos y nunca a temperaturas extremas para evitar pérdidas de electrolitos y minerales.

Pautas nutricionales a partir de la perimenopausia

Lácteos, almendras, brocoli, salmón y aguacate - fuente principal de calcioDesde el departamento de nutrición del IMEO recomiendan seguir las siguientes pautas en esta etapa combinando dieta equilibrada con ejercicio físico:

– Incrementar la dosis de calcio a 1500mg al día. Equivaldría a 2 vasos de leche (500mg Ca), 1 yogur (175mg Ca), 200g de acelgas (225mg Ca), 1 sardina en aceite (125mg Ca) y 30g de queso manchego curado (250mg Ca). Lo ideal es tomar la leche desnatada, enriquecida con calcio y vitamina D.

– Moderar el consumo de frutas hasta 2 piezas al día. Las frutas de carne blanca, como pera o manzana, reducen el riesgo de enfermedad vascular cerebral que aumenta en la mujer con la menopausia, debido a la disminución del estrógeno. La naranja y las fresas son fuentes de bioflavonoides y ayudan a aliviar los síntomas como los sofocos.

– Tomar copos de avena integral o pan de centeno integral en el desayuno, y una o dos veces a la semana legumbres con verduras en las comida.

– Priorizar el consumo de las siguientes verduras y hortalizas: espinacas, brócoli, calabaza, coliflor, col, berenjenas, ajos y cebollas.

– Aumentar el consumo de grasas saludables (aceite de oliva, nueces) y disminuir el consumo de grasas menos recomendadas (embutidos, bollería o fritos).

– Comer dos veces a la semana pescado azul, tanto por sus proteínas de alto nivel biológico, como por su alto contenido en Omega 3.

– Tomar 4 raciones a la semana de carnes blancas como pescado, pechugas de pollo y/o pavo.

– Beber entre 1,5 y 2l de agua al día para lograr una buena hidratación y acompañar la cena con una copa de vino tinto, ya que disminuye el riesgo de depresión e influye positivamente en la salud mental.

– Ajustar los alimentos al ciclo circadiano y biorritmo, concentrando la mayor parte de la ingesta en el desayuno y la comida y disminuir el aporte calórico a partir de la tarde/noche.

Alimentos que conviene priorizar en el menú de la mujer a partir de los 45 años

  • Alimentos ricos en vitaminas del grupo B para mantener y conservar la memoria, como cereales integrales y legumbres.
  • Alimentos ricos en colina, responsable de la secreción de acetilcolina, que entre otras cosas se encarga de regular el sistema nervioso cerebral. Encontramos colina en las legumbres, los cereales integrales, las berenjenas, los ajos y las cebollas.
  • Alimentos ricos en calcio y vitamina D que ayudan a mantener la densidad ósea. En la edad de la menopausia se necesitan alrededor de 1500 mg de calcio al día, puesto que la pérdida de estrógenos de la menopausia dificulta la absorción de este mineral en los huesos. Ricos en calcio son los lácteos, las almendras y verduras como espinacas, brócoli o col.
  • Desde IMEO advierten que hay que tener cuidado con el consumo excesivo de soja –rica en isoflavonas y calcio–, ya que es contraindicada en mujeres con trastornos de la glándula tiroides, así como en cualquier proceso tumoral, ya que pueden contribuir a la proliferación celular anormal.