Consejos para unas navidades sin kilos de más

Las personas con problemas de sobrepeso y obesidad a falta de control en la ingesta pueden aumentar entre 3 y 5 kilos en estas fechas, avisan los expertos desde el IMEO    

El mes de diciembre acumula más festivos que cualquier otra época del año, en concreto 3 días para toda España –Día de la Constitución, Inmaculada Concepción, el día de Navidad que se traslada al lunes 26–, al que se tienen que sumar las vacaciones escolares que obligan muchos padres a quedarse en casa, las opciones de puentes, teletrabajo y un total de 19 días laborables. Si le añadimos la disminución del poder adquisitivo debido a la recesión causada por la crisis energética y las temperaturas bajas al exterior, existe un alto riesgo de caer en unas fiestas sedentarias en torno a la mesa.

Son factores que elevan el riesgo de engordar, avisan desde el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO). En este sentido, estiman que las personas que no tienen tendencia a engordar y normalmente no hacen dieta pueden llegar a coger entre 1 a 2 kilos. “Los que sí tienen problemas de sobrepeso y obesidad, tranquilamente pueden aumentar entre 3 y 5 kilos en estas fechas”, apunta Rubén Bravo portavoz del Instituto. 

Por esta razón y siguiendo la máxima “más vale prevenir que curar”, los expertos en nutrición y psicología del IMEO brindan sus tradicionales consejos que nos ayudarán a disfrutar de unas Navidades sin excesos, pero también sin renunciar a los festejos gastronómicos.

Consejos nutricionales para evitar los excesos

Reducir las cantidades de la ingesta para evitar lasensación de hinchazón y pesadez. No hay que olvidar que nuestro estómago es un músculo; cuando está sin actividad tiene una capacidad de 50 mililitros, pero en función de la ingesta su volumen puede dilatarse unas 80 veces, dando cabida a unos 4 litros de alimento. “Esto es lo que ocurre en muchos casos cuando llegan las Navidades: comemos por encima de nuestras necesidades hasta el punto de notar que nuestro estómago va a estallar y no pensamos que podemos perjudicarlo gravemente”, advierte la nutricionista clínica Carmen Escalada. Es importante aprender a no llegar a estos extremos, parar de comer cuando hay saciedad y a priorizar entre los alimentos que más apetecen, descartando el resto por mucho que nos lo ofrezcan. Por ello, el primer consejo de los expertos del IMEO es reducir las cantidadesde la ingesta. Un exceso de volumen de comida, indiferente si es saludable o no, va a generarnos sensación de hinchazón y pesadez.

Evitar fritos, picantes y comidas ricas en grasas saturadas que dificultan la digestión. Además, el exceso de cantidad no va a ser la única causa de estas molestias. Hay ciertos alimentos y bebidas que van a potenciarlas, aunque se tomen en menores cantidades. Se trata de las comidas ricas en grasas saturadas como natas, mantequillas, quesos o carnes muy grasas y las recetas elaboradas mediante fritura.

Otro tipo de productos que conviene evitar son los picantes, ya que contienen una sustancia llamada capsaicina que, además de irritar la mucosa gástrica, acelera el tránsito intestinal y la frecuencia cardiaca haciendo que la digestión se vea perjudicada de manera importante.

Tener cuidado con los alimentos crudos para descartar posible intoxicación. Tampoco conviene abusar, especialmente por las noches, de alimentos crudos ya que, además de suponer un mayor riesgo de intoxicación en caso de mala manipulación o conservación, también son más difíciles y lentos de digerir.

No abusar de postres elaborados con sustitutivos del azúcar acalóricos que perjudican la microbiota intestinal. En época navideña es habitual que acabemos las grandes comidas con un postre dulce. En este punto, debido a que cada vez hay más concienciación sobre el control del peso y los niveles de grasa corporal, ha aumentado el número de personas que para elaborarlos utilizan sustitutivos del azúcar acalóricos como son la sacarina, el maltitol o el xilitol. El problema es que todos ellos contribuyen a un empobrecimiento de nuestra microbiota intestinal y a un aumento de la flatulencia.

Evitar el consumo de bebidas con gas o cafeína, porquegeneran sensación de pesadez e hinchazón. Las bebidas con gas favorecen el vientre abultado y el exceso de gases. Por otro lado, el abuso de la cafeína tiene dos problemas evidentes: favorece la producción de ácido por parte del estómago aumentando el grado de acidez y aumenta la probabilidad de padecer estrés y ansiedad.

Reducir el consumo de alcohol, pues aporta calorías vacías e irrita las mucosas del sistema digestivo. Por último, las bebidas alcohólicas también jugarán en nuestra contra ya que irritan la mucosa del estómago aumentando la sensación de dolor e incomodidad. Además, aportan calorías vacías y pueden conducir a un estado de embriaguez.

Intentar visualizar todo lo que comeremos en cada comida de Navidad e ir progresivamente con las ingestas. Para intentar reducir las cantidades de alimento que ingerimos en estas fechas un truco fácil puede ser planificar las comidas con tiempo, visualizando su contenido para no dejarnos llevar por la emoción del momento. Para ello, debemos tener en cuenta que más o menos la mitad de nuestra ingesta total debe estar constituida por el plato principal, siendo lo ideal que sea una carne o pescado con una guarnición de verduras u hortalizas. Para completar, podemos añadir un pequeño aperitivo que constituirá un cuarto de nuestra ingesta y un postre para finalizar.

Huir de algunas tentaciones muy económicas, pero altamente calóricas. A la hora de planificar estos platos o menús es importante que tengamos en cuenta que desde muchas semanas antes de la Navidad estamos bombardeados con productos altamente atractivos cada vez que vayamos al super, encendamos la tele o paseemos por la calle. Lo que hace que estos productos sean tan tentadores es que son muy ricos en grasas saturadas y trans, azúcares sencillos, harinas refinadas y sal que, además, los hacen tremendamente adictivos. Suelen presentarse en ofertas de 2×1 o 3×2, lo que no sólo nos incita a comprarlos, sino a que lo hagamos en mucha más cantidad de la que queremos y debemos.

Ideas para configurar el menú

Es muy fácil caer en los excesos calóricos sin darnos cuenta, por ejemplo, si nuestro menú en la comida de Navidad está elaborado por un aperitivo a base de croquetas, tostadas con quesos curados y mermelada y foie; lo sigue un plato principal de lomo de cerdo con salsa roquefort y acaba con unas cuantas porciones de turrón o mazapán, el aporte calórico de esta comida será muy alto y su valor nutricional muy deficiente”, explica Escalada. En concreto, podemos tomar unas 2.000 kcal (lo que es aproximadamente la media de calorías que un adulto debe tomar en un día entero) en sólo una comida, mientras que nos faltarán nutrientes tan importantes como la fibra, aminoácidos esenciales, vitaminas y minerales.

Por ello hemos decidido dar unas pautas más reducidas en calorías y completas en nutrientes, pero al mismo tiempo sabrosas:

Empezar por los aperitivos elaborados a base de vegetales, marisco o carne. Para evitar caer en excesos que disparen nuestra ingesta calórica, debemos planificar nuestro menú de manera que los aperitivos estén elaborados a base de verduras y hortalizas. “Algunos ejemplos pueden ser una ensalada de escarola, queso cottage y granada, unos crudités con hummus o guacamole o chips de alcachofa”, sugiere la nutricionista del IMEO.

En el plato principal, recurrir a proteínas de calidad acompañadas de verduras ya sea en su versión sólida o como salsas. Algunos ejemplos serían trucha rellena de verduras en juliana, pularda asada al romero sobre cama de boniato, cebolla y zanahorias baby o ceviche de mejillones y langostinos con cebolla morada.

Apostar por un postre casero atractivo y de calidad nutricional.

El postre no puede defraudar y no perderá calidad o atractivo, si elaboramos unas brochetas de fruta de temporada con cobertura de chocolate negro, vasitos de yogur natural con compota de manzana y canela o trufas de almendra recubiertas de chocolate negro con crujiente de pistacho. Con todas estas ideas se puede conseguir una saciedad correcta desde el primer momento, mientras disfrutamos de gran variedad de alimentos sabrosos, sin necesidad de restringir drásticamente las cantidades.

Sentirnos a gusto con nosotros mismos

El periodo navideño suele ir cargado de regalos, o al menos, es la relación que genera nuestra mente de manera automática. Pero la Navidad también puede estar repleta de nuevas oportunidades y podría convertirse en el momento idóneo para desconectar, reflexionar, respirar y reencontrarnos con nosotros mismos. En este sentido, la imaginación y la ilusión en las pequeñas cosas nos ayudan a disfrutar el momento. La esperanza y la curiosidad son elecciones que nos permitirán conectar con cada una de las situaciones con motivación, validando nuestras emociones.

“El objetivo de estos días sería vivir y compartir el momento (aquí y ahora), sin prisas y concedernos caprichos sin sentirnos culpables. Permitir a nuestro cuerpo liberar endorfinas y generar sonrisas y placer. El móvil, los mensajes, los correos electrónicos pueden esperar, desconectar para volver a conectar”, según la psicóloga del IMEO, Ángela Fernández. 

Tener presente que la clave para “saber estar”, es saber estar solo. Tomarse un tiempo para plantearse que quizás, uno de los propósitos para el año nuevo sea el de ampliar nuestra red de apoyo.

Clara o tinto de verano, ¿de verdad son buenos para combatir el calor?

Son las estrellas indiscutibles de terrazas y chiringuitos y una muestra inequívoca de la estación estival. Su fama es excelente, tienen un sabor agradable y ‘entran’ de maravilla. Si son la mejor opción contra el calor es otro tema

Alimente El Confidencial, por Ángeles Gómez

Cuando el calor y la sed aprietan, un buen vaso de agua es la elección más acertada, lo que no significa que tenga que ser también la más rica ni la más popular. De hecho, un vistazo por terrazas, barras de bar o chiringuitos nos enseña qué bebidas dominan: la cerveza (sola o con gaseosa) y el vino, especialmente el célebre tinto de verano. Ante el temor de que el ojo nos haya engañado, recurrimos a la inmensa fuente de información que es Google y comprobamos que en 2018 los españoles nos bebimos 2.700 millones de litros de cerveza en establecimientos públicos, frente a los más de 34 millones de litros de tinto de verano, según los datos ofrecidos por Mercasa.

Las dos bebidas nacieron a principios del siglo XX y se popularizaron en los años 50 con la llegada de una célebre gaseosa

El dicho afirma que las comparaciones son odiosas pero, sin quitar una pizca de razón a la sabiduría popular, en Alimente nos gusta enfrentar bebidas y alimentos parecidos y descubrir qué aporta cada uno de ellos. En este caso, y remontándonos a sus orígenes, la clara y el tinto de verano nacieron en la misma época, en la primera mitad del siglo XX, como recoge la Wikipedia, pero no fue hasta pasados los años 50 cuando ganaron popularidad gracias a la llegada de la conocida marca de gaseosa. A partir de ahí, forman parte de nuestra cultura gastronómica.

Cualidades al descubierto

¿Qué aporta cada bebida alcohólica? Según la Base de Datos Española de Composición de los Alimentos (BEDCA), la cerveza contiene algo menos del 4% de su volumen de alcohol, 42 calorías en 100 ml, minerales (calcio, fósforo, potasio, magnesio) y vitaminas (sobre todo E). El vino tiene una proporción etílica del 9,8%, 71 calorías en 100 ml y más potasio que la cerveza (pero menos del resto de minerales).

En cuanto a sus efectos saludables, la cerveza optimiza el perfil lipídico (colesterol y grasas), lo que se traduce en menos riesgo cardiovascular, como encontró una investigación española. También reduce la posibilidad de tener diabetes tipo 2, mejora los huesos y disminuye el riesgo de padecer demencia. Eso sí, todos los beneficios se asocian a un consumo moderado.

En cuanto al vino tinto, es un pilar de nuestra dieta mediterránea, y los taninos y el resveratrol de su composición proporcionan innumerables beneficios, los más notables para la salud cardiovascular, reconocidos por diferentes sociedades científicas, como la Sociedad Española de Cardiología, pero también protege de la depresión, mejora la resistencia a la insulina y defiende frente a algunos tipos de cáncer comunes (colon, próstata y ovario).

Si a la cerveza o el vino se le añade gaseosa (agua con gas edulcorada, pero sin ningún aporte calórico), observando la proporción 1:1, tenemos la fórmula perfecta de la clara y del tinto de verano con las propiedades de sus ingredientes alcohólicos intactas.

Las trampas del alcohol

Hasta aquí todo es positivo, pero ahora llega la parte que nos gusta menos, y Rubén Bravo, dietista y portavoz del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), es quien desvela la realidad: «Tinto de verano y clara se toman para refrescarnos, pero es un gran error porque el alcohol deshidrata«. Y prosigue argumentando: «Cuando tenemos mucho calor, la deshidratación es muy alta y sin darnos cuenta podemos tomar una cantidad muy alta de alcohol con esas bebidas», y la ingesta etílica alta (diaria y en exceso) está «totalmente desaconsejada por los profesionales de la salud».

Foto: iStock.
Foto: iStock.

Bravo explica, además, que «el alcohol nos deshidrata sobre todo a nivel cerebral, y pueden aparecer dolor de cabeza o desmayos». Por ello, propone otras opciones «más sanas y menos calóricas», que parten del agua y siguen por el zumo de tomate o el té con hielo y limón.

El consejo del dietista es muy bueno, pero ¿quién se plantea sentarse en un chiringuito playero a tomar té con hielo? Ante esta objeción, el portavoz del IMEO expone: «Primamos el vino tinto con gaseosa porque la cantidad que se bebe es menor y además hay más evidencia científica sobre los beneficios del vino tinto por su efecto antioxidante». En el caso de la clara, afirma que «es verdad que se han encontrado beneficios y un ligero efecto antioxidante, pero siempre vamos a beber más cerveza con gaseosa que vino tinto con gaseosa (y por tanto más alcohol)».

Para finalizar, aunque en realidad es el punto de partida, «tanto para el tinto de verano como para la clara hay que usar gaseosa, que no contiene calorías, en lugar de refresco de limón». Bueno, y haciendo una última concesión, «una limonada con cero calorías«.

En definitiva, como decíamos al principio del artículo, para refrescarnos e hidratarnos en verano el agua ha de ser la primera elección o, en su defecto, una infusión bien cargada de hielo, pero si seguimos con la determinación de una bebida alcohólica, «vino con gaseosa y una rodaja de limón, ya que así la cantidad de alcohol es menor que en el tinto de verano», defiende Rubén Bravo. ¡Ah!, y hielo, mucho hielo.

Operación bikini en 1 mes

Cómo perder entre 4 y 6 kilos en treinta días de la mano de los expertos del IMEO que ofrecen ejemplos de menú y alternativas saludables de bebidas y comidas hipercalóricas, así como pautas orientativas de actividad física

Como cada año, a pocas semanas de las vacaciones veraniegas, nos encontramos en la recta final de la ‘operación bikini’, una tendencia arraigada en el estilo de vida de la mujer actual que se esfuerza en una carrera contrarreloj a lograr su mejor forma física. El deseo de quitarse los kilos de más es positivo en el fondo, defienden los expertos del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), pero no hay que olvidar que un exceso de peso es consecuencia y resultado de unos hábitos de vida concretos, por tanto, lo ideal sería afrontar el problema a largo plazo donde el objetivo sea alcanzar y mantener un peso y nivel de grasa saludable a lo largo del todo el año.

“Como profesionales, apunta Rubén Bravo portavoz del Instituto, no podemos ignorar esta tendencia que nutre el negocio millonario de los productos adelgazantes seudo farmacéuticos y las dietas “milagro” que pueden comprometer la salud de quienes recurren a ellos en busca de soluciones rápidas, pero sí, queremos ver el lado bueno de las cosas y ofrecer pautas de nutrición y actividad física válidas, a manos de los profesionales.” Con este fin IMEO ha promovido la iniciativa Operación bikini en 1 mes para perder hasta 6 kg, que se puede descargar de forma gratuita desde la web del Instituto, que ofrece tanto pautas a nivel general, como variantes de menú para una dieta saludable, sugerencias de alternativas bajas en calorías de comidas y bebidas hipercalóricas y consejos en cuanto a la actividad físicas indoor y outdoor recomendada. Toda una herramienta para conseguir unos buenos resultados, sin “tirar dinero”, ni excesos.

Pautas generales para entrar con buen pie en el verano

– Descartar aquellas dietas que te hacen pasar hambre y afectan a tu estado de ánimo. Es la primera regla que te ayudará a distinguir entre un método fraudulento, difícil de mantener a largo plazo y un patrón de alimentación saludable que te ayudará a corregir hábitos.

– Hacer las 5 comidas diarias. Es fundamental que hagamos tomas pequeñas y frecuentes en lugar de sólo comida y/o cena muy abundantes. De esta manera controlaremos el hambre y la ansiedad y reduciremos el impulso de ingerir alimentos excesivamente calóricos e insanos.

– Priorizar los alimentos frescos. Cuanto más procesado sea un producto, más probable es de que lleve en su composición ingredientes como azúcares, grasas poco saludables o sal en exceso. Por suerte, al apretar el calor apetecen más ensaladas y alimentos fríos en su estado natural.

– Convertir las frutas, verduras y hortalizas en nuestro “pan de cada día”. Las opciones son múltiples: brochetas o macedonias de frutas, ensaladas variadas, crudités de verduras con salsa de yogur y especias, gazpacho, etc.

– Para beber, agua. La óptima hidratación es muy importante en los días de calor, además es sumamente funcional, tanto si queremos bajar de peso, como si nos proponemos a seguir unos hábitos saludables. Se recomienda restringir al máximo el consumo de bebidas alcohólicas y los refrescos, ya que nos estarán aportando calorías vacías y nos alejarán de nuestra meta. Para variar de sabores, se puede tomar agua con gas o infusiones frías, con hielo, limón o menta.

– Reducir el consumo de sal para disminuir la sensación de pesadez o hinchazón en las extremidades inferiores causada por la retención de líquidos. Podemos aderezar nuestros platos con especias y así ganar en sabor sin aumentar su valor calórico.

– Una cena ligera y el móvil desconectado contribuyen al buen descanso y recuperación. Además de dormir las horas necesarias, podemos ganar calidad de sueño tomando una cena ligera, pero completa, constituida fundamentalmente por alimentos ricos en proteínas, como el pescado, el marisco o los huevos y evitar alimentos que nos produzcan pesadez, como las carnes grasas y las salsas cremosas, o flatulencia provocada por la ingesta de lechugas o coles.

– Prescindir de los fritos y los rebozados. Las técnicas de cocinado también son importantes en esta operación biquini. Deberemos evitar aquellas que aportan excesiva grasa a los alimentos y sustituirlos por otras, más apetecibles en verano que hagan los alimentos más refrescantes y ligeros como, por ejemplo, carpaccios, ceviches, encurtidos o vinagretas.

– A la hora del tapeo, apuesta por aperitivos saludables. Las frecuentes salidas a terrazas, típicas de esta época, no son incompatibles con estar a régimen. Siempre y cuando la apuesta sea la adecuada: mejillones o berberechos al natural o en escabeche, gambas cocidas o a la plancha, pulpo con pimentón, banderillas de encurtidos, tapas de sardinas asadas, boquerones en vinagre, jamón ibérico, salpicón de marisco o aceitunas.

Ejemplos de menú en una dieta saludable
Para elegir una de estas opciones elaborados por Carmen Escalada, nutricionista clínica del IMEO

Desayunos
Descafeinado con leche semidesnatada, barrita de pan integral con unas gotitas de aceite de oliva virgen extra, tomate triturado y una loncha de jamón serrano.
Vaso de bebida vegetal sin azúcar añadido, tostada de pan de centeno con guacamole y semillas de chía.
Yogur natural, 1 pieza de fruta y 3 nueces.

Opciones para media mañana
Macedonia de frutas, preferiblemente de manzanas, peras, fresas, melocotón o albaricoque. Nos saciará y refrescará aportando muy pocas calorías.
Palitos de verduras con salsa de yogur o queso batido 0% y especias.
5-6 nueces o almendras o avellanas naturales o tostadas.

Comidas
Ensalada fría de quinoa con pepino, cebolleta dulce, tomates cherry, pimientos variados y gambas. Aliñada con vinagreta.
Dorada al horno con limón y eneldo sobre cama de cebolla y pimientos.
Carpaccio de ternera acompañado de tomatitos cherry, orégano y burrata. 

Meriendas
Brochetas de queso fresco y tomates cherry.
Verduras al horno a modo de chips caseros. Se les pueden añadir especias como orégano, cúrcuma o romero para darles más sabor.
Banderillas de encurtidos, como pepinillos, cebolletas o berenjenas.

Cenas
Revuelto de jamón, setas y ajetes.
Gazpacho y salpicón de marisco.
Caballa a la plancha con picadillo de tomate y cebolla.

Alternativas saludables a comidas y bebidas hipercalóricas

Algunas sugerencias de Rubén Bravo, experto en nutrición y gastronomía del IMEO, a la hora de hacer la vida social cuidando la dieta 

tabla de intercambios comidas y bebidas

Actividad física outdoor e indoor

A nivel de ejercicio, podemos practicar deporte como tal, apuntarnos a un gimnasio o, simplemente, abrazar una vida activa como filosofía donde todo esfuerzo suma. Hay opciones infinitas en este sentido que no requieren de una inversión especial y nos ayudarían a ganar terreno frente al sedentarismo, quemando calorías extra. Podemos aprovechar las distancias más cortas para caminar, en lugar de ir en coche o con el transporte público; subir las escaleras, en vez de recurrir a las mecánicas o al ascensor; romper la monotonía del fin de semana realizando senderismo, paseos en bici en la naturaleza, bordear a pie el paseo marítimo o la zona verde de la ciudad; sin olvidar los distintos juegos en equipo que se pueden practicar al aire libre, como fútbol, pádel, baloncesto o vóley playa.

“La actividad física regular tiene beneficios sobre nuestra salud y equilibrio emocional más que demostrados, nos ayuda a liberar endorfinas, crea sensación de bienestar y disminuye los niveles de estrés, sin olvidar las mejoras a nivel físico, pues fortalece las articulaciones, los músculos y el sistema cardiovascular”, apunta Nacho Simón Díaz, preparador físico del IMEO.

Los centros deportivos de cercanía son una gran ventaja y dentro de sus instalaciones ofrecen múltiples actividades dirigidas en distintas franjas horarias de las que podemos sacar provecho, pero ¿por dónde empezar? El experto aconseja, en primer lugar, establecer cuál sería nuestro objetivo: tonificar, reducir grasa y perder peso o aumentar la masa muscular. Una vez tenerlo claro, podemos dar el siguiente paso y trazar una agenda semanal de actividades concretas, de intensidad media o alta, y practicarlas 4 veces a la semana una hora al día. Como regla general, es preferible alternar el trabajo cardio o aeróbico con ejercicios de estiramientos y tonificación muscular, evitando realizarlos en días seguidos. Para los que no son habituadas al deporte en gimnasio, siempre se recomienda contratar una primera consulta con el entrenador personal que asegurará la correcta planificación de la rutina.

Para el resto, damos una orientación general:

Tonificación muscular

Si nos proponemos perder grasa y definir músculo, hay que elegir una combinación de ejercicios que impliquen el trabajo de un mayor número de grupos musculares. Contar con un entrenador personal sería una gran ventaja, aunque las clases dirigidas en grupo también pueden ser de ayuda. Normalmente, se aconseja practicar una hora diaria 4 días a la semana actividades que combinan ejercicios aeróbicos con estiramiento y tonificación muscular, siempre en función de la capacidad y a un nivel adecuado.
Las sesiones de intensidad media bailables con coreografía, tipo zumba, d-move, ballet fit o danza de vientre, a las que podemos añadir las escuelas de bailes para no profesionales que ofrecen clases de salsa, tango u otros, compaginan la actividad física con diversión y son una buena opción para las personas más reticentes al deporte.
Actividades que combinan ejercicios de estiramientos y tonificación muscular, como pilates, yoga o aquagym son adecuados para cualquier edad, ya que tienen beneficios terapéuticos y corrigen malos hábitos posturales.
Los entrenamientos de alta intensidad, como bodycombat, bootcamp, crossfit o animal fit, son muy eficaces a la hora de esculpir los músculos, pero no son aptos para todo el mundo y requieren de una buena preparación física.


Reducción de grasa

Si se busca perder peso, hay que promover el uso de grasa como fuente de energía a través de la activación del sistema cardiovascular y la termogénesis. En este sentido, es muy importante comenzar a partir de un nivel adecuado. Si hablamos de actividades outdoor, caminar a buen ritmo de 20 a 60 minutos diarios sería ideal para iniciarse, los expertos, a cambio, pueden correr realizando series de alta velocidad con descansos controlados.
En cuanto a las actividades dirigidas, se podría optar por sesiones cardio, como spinning, step, bodypumpsesiones que trabajan la zona de glúteos, piernas y abdomen (GAP) o entrenamientos de intervalo de alta intensidad (HIIT) que ayudan a quemar la grasa en poco tiempo y aumentan la resistencia.

Aumento de la masa muscular (normalmente para hombres)

El aumento de masa muscular acelerará nuestra efectividad metabólica y favorecerá la eliminación de grasa corporal. Se puede conseguir a través de un entrenamiento funcional (con el propio cuerpo) o bien a través del entrenamiento de hipertrofia en sala de musculación, siendo muy recomendable consultar a un profesional en el inicio. Esta parte es más sacrificada, ya que se entrena de 4 a 6 días a la semana, realizando, como mínimo, de 3 a 5 series de ejercicios con 6 a 10 repeticiones, con descansos de 1 a 2 minutos entre las series.

Nutrición en los colegios, más fruta y menos bollería

Con el inicio del nuevo curso escolar, los responsables de algunos institutos españoles han decidido vaciar sus máquinas expendedoras de bollería industrial y alimentos grasos y sustituirlos por otros más saludables como la fruta fresca, el pan integral o los frutos secos no fritos. ¿Ha llegado esta corriente saludable en los centros escolares para quedarse?

EFE Salud

Es, por ejemplo, el caso de la Comunidad Valenciana, donde el gobierno regional está elaborando un decreto ley según el cual en los institutos solo podrá haber máquinas expendedoras que ofrezcan alimentos saludables como leche desnatada y semidesnatada, yogures bajos en grasas y sin azúcar añadido, pan integral y fruta fresca, entre otros.

Y solo se podrán vender otros productos si la porción no supera las 200 kilocalorías y de este total, las grasas no exceden el 35 %, explican a Efe fuentes del ejecutivo autonómico.

En 2011, se aprobó la Ley de seguridad alimentaria y nutrición que prohibía la venta en colegios de infantil y primaria de alimentos y bebidas con alto contenido en ácidos grasos saturados y trans, sal y azúcares.

Aunque el origen de esta iniciativa se remonta a 2005, cuando el Ministerio de Sanidad y Consumo, encabezado por Elena Salgado, impulsó la Estrategia para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad (NAOS) con el objetivo de mejorar los hábitos alimentarios, en especial, durante la etapa infantil.

Máquinas expendedoras saludables: Radiografía por CC.AA

Siguiendo esta corriente saludable, en la mayoría de las comunidades, los institutos españoles han retirado las máquinas expendedoras o éstas ofrecen alimentos que cumplen con los requisitos establecidos por su consejería correspondiente.

Así, la consejería de Educación y Universidades del Gobierno de Canarias trabaja junto con la Dirección General de Salud Pública en la elaboración de un inventario de aquellos centros educativos que disponen de máquinas expendedoras para comprobar que se está cumpliendo la normativa.

Diferente es el caso del País Vasco, La Rioja, Cataluña, Andalucía, Castilla-La Mancha o la Comunidad Foral de Navarra donde es la dirección del propio centro la que decide el tipo de máquina, así como los productos ofertados.

Y aunque en las Islas Baleares la existencia de una máquina de vending en el instituto es una decisión conjunta del centro y su consejo escolar, la dirección de Salud Pública de la Consejería de Salud Balear ya ha elaborado un borrador de decreto para prohibir la venta de aquellos productos que considera perjudiciales.

En el caso de Castilla y León, pese a que todavía no se han tomado medidas sobre las máquinas expendedoras, desde la Consejería de Educación aseguran que cumplen “escrupulosamente” con la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición para los comedores escolares.

Destaca el caso de Cantabria donde su Consejería solo tiene registrada la contratación de una máquina expendedora de alimentos, a la que se exigirán los requisitos de la normativa vigente cuando renueve la concesión.

La Consejería de Educación de la Junta de Galicia no dispone de un inventario de las máquinas expendedoras que hay en sus institutos pero inciden en que “son pocas”.

Y mientras que Asturias no cuenta con ninguna de estas máquinas en sus centros de secundaria, en Extremadura, se han retirado la mayoría gracias a diversos programas de concienciación.

Desde la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid inciden en la escasa existencia de este tipo de máquinas en los institutos, -que están instaladas dentro de las cafeterías-, y sobre las que esta administración no lleva ningún tipo de control.

Por su parte, la Región de Murcia prohibió en 2010 la venta de bollería y bebidas azucaradas en todos los centros educativos no universitarios, ya sea en máquinas expendedoras, cantinas o cafeterías.

En este contexto, el presidente del Colegio Oficial de Dietistas- Nutricionistas de las Islas Baleares, Manuel Moñino, cree que la obesidad infantil es un reto que “todavía queda por superar” y aboga por crear entornos donde se facilite el consumo de alimentos saludables.

“Sería incoherente que en la máquina hubiera un perfil nutricional de los alimentos impecable y que luego no se sirva fruta en el comedor escolar”, añade.

Así, Moñino cree que si bien estos alimentos no deben excluirse de la dieta, apunta que se deben tomar de manera ocasional. “Si tomamos doce refrescos al año no va a pasar nada”, sostiene.

Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, el 41,3 % de los niños españoles sufre exceso de peso (correspondientes a 2015).

Llega a España la batalla para reducir las porciones de comida y combatir las calorías

El objetivo es reducir la ingesta y mitigar los índices de obesidad

ABC, por Isabel Miranda

A todos nos han enseñado desde pequeños a no dejar nada en el plato, pero es una costumbre que puede volverse en nuestra contra. Al menos, si la porción es demasiado grande. En Estados Unidos llevan tiempo tratando de reducir el tamaño de las bebidas, mientras que en Reino Unido, aunque los productos en los supermercados han experimentado cierta reducción, las recomendaciones no han surtido aún efecto en los restaurantes de comida para llevar. Ya hay estudios que apuntan a que, de extenderse esta estrategia, la ingesta calórica diaria podría reducirse en un 12-16% entre los adultos de Reino Unido y en un 22-29% entre los de EE. UU.

En España, la disminución de las cantidades de alimentos es otra de las cuestiones que está abordando la industria y la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan) de cara a la elaboración de un marco general en la lucha contra el sobrepeso.

«Puedes dejar a medias un plato, pero cuando uno paga por algo es casi instintivo querer acabarlo. Hacer porciones grandes alienta al consumo», explica el catedrático Miguel Ángel Martínez González. El experto, que asegura que hoy lo excepcional es tener un Índice de Masa Corporal normal, advierte de que la combinación de la ingesta de bebidas y porciones inmensas «es mortal». «Es una pandemia mundial y lo vamos a pagar muy caro en términos de salud».

 Un estudio publicado en 2015 concluyó que desde 1950, los tamaños de porciones, envases y hasta vajillas habían incrementado hasta en un 50%, provocando el aumento del consumo de calorías. Ahora, muchas compañías incluyen la disminución del tamaño como parte de su estrategia: ocurre con Nestlé, que lo ha introducido en sus 10 objetivos nutricionales, así como proyectos de educación, mientras en Mondelez apuestan por mejorar la información nutricional sobre las porciones recomendadas por consumidor.

Los ‘smoothies’ son recomendables para mantener una adecuada hidratación, cuando aumentan las temperaturas y la sudoración

Terra Estilo y Vida, por Omar Segura

smoothie saludable foto istockHan sido bautizados como «smoothies» (derivado de ‘smooth drink’ o bebida suave, en inglés) y se han puesto de moda entre los amantes de la vida saludable. Para los expertos en nutrición, son una excelente opción para hidratarse y asegurar el buen funcionamiento del organismo, sin descuidar la línea, cuando arrecia el calor.

«En verano, debido a las altas temperaturas y la sudoración abundante perdemos más líquidos y sales minerales que habitualmente, y los ‘smoothies’ o combinados naturales de frutas, verduras y vegetales con un toque de hielo, son muy apetecibles y recomendables para mantener una adecuada hidratación», según Rubén Bravo, experto en nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad .

“Su nombre se le atribuye a la nutricionista norteamericana Kimberly Snyder , que inventó un preparado para que la gente que no era muy amante de la fruta y la verdura pudiera cubrir las cantidades diarias necesarias, al que denominó ‘Glowing Green Smoothie’ y que consistía en una mezcla de verduras y frutas de color verde brillante que prometía mejorar la piel, el pelo y el tránsito intestinal», señala Bravo.

Añade Bravo que ese término «después se generalizó y los ‘smoothies’ también han ganado fama gracias a las celebridades, estrellas de cine y supermodelos que se han dejado ver en la calle con un ‘smoothie’ en la mano, como Dakota Johnson, Irina Shayk , Alessandra Ambrosio, Anne Hathaway, Reese Witherspoon o Rosie Huntington».

EXCLUYA LOS INGREDIENTES QUE ENGORDAN

«Existen muchas recetas de ‘smoothies’ y no son, precisamente, indicadas para todo el mundo. Si se quiere perder peso o mantener el que ya se tiene, se deberían descartar, de entrada, ingredientes como azúcar, miel, sirope, cacao en polvo, lácteos enteros como leche o yogur griego, nata o mantequilla de maní”, señala Rubén Bravo.

PONGA MÁS FRUTA QUE VERDURA Y TRITÚRELAS CON PIEL

Bravo recomienda preparar los ‘smoothies’ mixtos, con un 60 por ciento de fruta y 40 por ciento de verdura, y “puesto que el 80 por ciento de los micronutrientes se encuentran en la pulpa y en la piel, es muy importante triturarlos, siempre que sea posible, enteros y consumirlos en los siguientes 20 minutos”.

LA FRUTA CONGELADA, MÁS ECONÓMICA

“Las espinacas y las frutas del bosque se conservan muy bien en el refrigerador, y en algunos establecimientos los arándanos, que son cardioprotectores, se venden congelados a precio económico, preservando todas sus propiedades y sin contener bacterias debidas al mal estado, lo que es una ventaja», añade Bravo.

NUNCA MÁS DE 150 KILOCALORÍAS POR VASO

“Las frutas son más calóricas que las verduras y hay que vigilar las proporciones. Unos 250 mililitros (ml) de esta bebida tendrían alrededor de 150 kilocalorías ( Kcal), algo aceptable en un desayuno, merienda o como un tentempié de media mañana”,  según Bravo, que aconseja no tomar más de 3 vasos diarios, para no incurrir en una hipervitaminosis o un exceso de calorías.

“Cada 100 gramos (grs), los lácteos desnatados 0%  contienen unas 50Kcal;  las verduras frescas contienen 30 Kcal y las frutas contienen 60 Kcal, mientras que una unidad de fruto seco crudo contiene alrededor de 30 Kcal”, explica este experto.

ADEMÁS DE HIDRATAR SON PROTECTORES

“Aunque no resolverán ningún problema por sí solos, ciertos jugos pueden beneficiar la salud si se toman con regularidad: los de color verde (espinacas, apio, pepino, puerro) tienen más fibra y calcio y pueden ayudar frente a enfermedades degenerativas, y ejercer un efecto depurativo. Los de un color rojo  (sandia, fresas, frambuesas, arándanos) son antioxidantes y favorecen la salud cardiovascular, y los de color naranja (naranjas, zanahorias, mango) ayudan a prevenir el cáncer”, señala Bravo.

NO SUSTITUYEN A LAS COMIDAS

“Los ‘smoothies’ no son un comida líquida para adelgazar  ni cumplen con los requerimientos nutricionales y proteicos de una comida principal. Al ingerir la fruta y verdura trituradas omitimos la masticación y la insalivación, una parte del proceso digestivo que puede influir en el afecto de saciedad y acentuar la sensación de hambre», apunta este experto en nutrición.

SABORICE CON ESPECIAS

«La forma más saludable para endulzar el ‘smoothie’ es añadiéndole azúcar moreno, estevia o especias con un toque dulce, como jengibre, vainilla, té verde o canela, o también se les puede conferir un sabor  picante, con la cúrcuma, ingredientes todo ellos, cuyos fitocompuestos  aportan distintos beneficios específicos para la salud, como ayudar a regular los niveles de las grasas y azúcares en la sangre», según Bravo.

ESPECIALES CONTRA EL CALOR

Bravo sugiere este ‘smoothie’ para favorecer el sistema inmunitario, estimular las funciones cerebrales y, durante el verano, ayuda a la buena salud de la piel frente a la exposición solar, además de mantener un buen equilibrio entre vitaminas, proteínas y grasas saludables: 5 uvas rojas, 1/4 de boniato, 3 zanahorias, 2 nueces y 150grs de queso batido 0% de grasa.

Un estudio afirma que los que consumen refrescos light aumentan su barriga más que los que no los beben

/ Yahoo
alimentos_lightLas personas que adquieren y consumen productos light lo hace sobre todo con la intención de no engordar. Pero aunque las etiquetas se lea que contienen cero calorías, poca sal o poca grasa, parece que los que los toman no paran de aumentar su masa corporal. Sobre todo en el caso de los refrescos light.

Así lo demuestra un estudio llevado a cabo por la Universidad de Texas, y cuya principal conclusión es que las personas que más consumen refrescos light son también las que mayor perímetro de la cintura tienen. Una manera elegante de decir que son los que más barriga tienen. Este aumento se produce porque las reservas de grasa abdominal se disparan a medio y largo plazo.

Para llegar a esta conclusión, el grupo de investigadores analizaron los hábitos y las medidas corporales de 749 personas durante nueve años. Esta población fue dividida en tres grupos: Los bebedores habituales de refrescos, los bebedores ocasionales de refrescos, y por último, los que nunca consumían este tipo de bebidas. También se hizo un seguimiento exhaustivo del tipo de bebidas que ingerían, para saber si contenían o no azúcar (si eran light o no).

Al final de la etapa de investigación, al rededor de 500 personas seguían vivas. Los autores del trabajo midieron el contorno de su tripa y hallaron que los que solían beber refrescos light habían aumentado su perímetro en más de 7 centímetros. Los que bebían de vez en cuando refrescos de este tipo, lo habían hecho en unos 4 centímetros de media. Y por último, los que no bebían refrescos light solo habían ganado alrededor de 2 centímetros.

Como explica la doctora Sharon Fowler al Daily Mail, una de las investigadores jefe del estudio, “los que suelen beber refrescos light habían aumentado hasta tres veces más el perímetro de su barriga que los que no bebían nada de este tipo de bebidas”. Y tal y como recuerda la doctora Fowler, este aumento correlaciona con serios problemas de salud como “diabetes, ataques al corazón y otros problemas que pueden causar la muerte”. Además, los sujetos que experimentaron un mayor aumento fueron los que sufrían de obesidad.

Pequeños consejos para evitar los problemas estomacales en Navidad

Según un estudio, el 13% de españoles sufre molestias digestivas en estas fechas.

Correo Farmacéutico, por Joanna Guillén Valera
brindar con tinto, lo más saludable en NavidadMás de un tercio de la población reconoce cometer excesos de comida y bebida en Navidad, según un estudio realizado por el Centro de Investigación sobre Fitoterapia (Infito) y la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (Sedca), en más de 2.400 españoles. Como consecuencia, «un 13 por ciento de ellos sufre molestias digestivas asociadas a estos excesos». Para evitarlo, expertos de Infito y la Sedca recomiendan controlar las cantidades y el consumo de dulces y alcohol, beber mucha agua durante la comida y «tomar preparados farmacéuticos de plantas medicinales como el cardo mariano o la alcachofa para depurar el organismo y eliminar toxinas», según señaló la semana pasada Teresa Ortega, profesora de Farmacología de la Universidad Complutense de Madrid, durante la presentación del estudio en Madrid.

SUSTITUIR ELEMENTOS
Con este mismo objetivo, el Departamento de Nutrición del Instituto Médico de la Obesidad (IMEO) ha elaborado un plan de intercambios saludables.

En aperitivos y entrantes se recomienda sustituir los fritos, quesos y pastas para untar por fiambres magros (jamón, lacón o cecina), marisco y pescados. En la comida, se recomienda sustituir las fuentes de proteínas grasas (cochinillo, cordero, cabrito, pato, salmón) con otras de proteínas magras (ternera, pavo, pulpo, besugo o lubina). «Las proteínas magras son el macronutriente que mayor gasto calórico provoca al digerirse y sólo aportan 4 calorías por gramo», puntualiza Rubén Bravo, experto en nutrición del IMEO. «Al aumentar el consumo de proteínas magras, contribuimos a reducir la sensación de hambre, ya que la metabolización de las proteínas genera un alto consumo calórico, ayuda a mantener niveles apropiados de azúcar en sangre y ayuda a mantener el apetito a ralla en estas fechas».

La fruta y verdura es primordial, por su aporte en fibra y deberán consumirse antes de las comidas, para favorecer el proceso digestivo, y disminuir la absorción de grasas y prevenir aumento del colesterol.

CON QUÉ BRINDAR Y QUÉ PEDIR DE POSTRE
Algunos consejos alimenticios para mitigar los efectos navideños.

  •  Aperitivos: sustituir los fritos, quesos y pastas para untar por fiambres magros (jamón, lacón o cecina), marisco y pescados.
  •  Comidas: sustituir las proteínas grasas (cochinillo, cordero, cabrito, pato, salmón) por proteínas magras (ternera, pavo, pulpo, besugo o lubina).
  •  Bebidas: el consumo moderado de vino tinto, rosado y cava en lugar de bebidas espirituosas de alta graduación.
  •  Postre: sustituir los dulces elaborados a base de frutos secos, azúcares, grasas y harina refinada por flan de huevo, natillas o roscón sin relleno.

Edulcorantes artificiales: con moderación hasta que se conozcan mejor sus efectos fisiológicos

A pesar de que todavía no se sabe a ciencia cierta (y con evidencia científica) cómo actúan los edulcorantes de origen artificial en el organismo y si acarrean riesgos o no, los expertos consultados por CF aconsejan una ingesta controlada de estas sustancias. Algunas investigaciones apuntan que las bebidas edulcoradas artificialmente podrían traer consigo riesgos antes achacados al propio azúcar, como es la obesidad. Así que, contención hasta nueva orden.

Correo Farmacéutico (número 2-9 de agosto), por Ana Callejo Mora

Para algunas personas un sobre de ázucar va acompañado de una señal de stop. En su lugar suelen elegir entre las variantes que existen en el mercado de edulcorantes artificiales (ver cuadro). Si estos productos son más sanos o no es algo que ha sido, y será, ampliamente debatido. Ahora, un artículo de opinión publicado en la edición electrónica de Trends in Endocrinology&Metabolism y firmado por Susan E. Swithers, profesora de Neurociencias del Comportamiento de la Universidad de Purdue, en Indiana (Estados Unidos), revisa -lo que la autora llama- “el lado oscuro” de los edulcorantes artificiales.

“El consumo de bebidas endulzadas con azúcar ha sido ligado a obesidad, diabetes tipo 2 y síndrome metabólico. Como resultado, la mayoría de estadounidenses ha pasado a consumir edulcorantes artificiales. Sin embargo, algunos estudios en humanos han mostrado que las bebidas con estos edulcorantes también se asocian a estas patologías”, destaca la  profesora de la citada universidad.

Los expertos consultados por CF afirman no tener una opinión completamente conformada al respecto, puesto que es un tema controvertido y sobre el que todavía no existe evidencia científica. Además, “el de los edulcorantes dietéticos es un asunto muy nuevo como para poder hacer una recomendación. Sí podemos decir que debemos tomarlos con moderación hasta que se conozcan mejor sus efectos fisiológicos”, comenta Marta Garaulet, catedrática de Fisiología y Bases Fisiológicas de la Nutrición de la Universidad de Murcia.

“Son necesarios ensayos clínicos prospectivos bien controlados en los que se demuestre con mayor nivel de evidencia que las bebidas con edulcorantes artificiales son nocivas”, añade Dolores Corella, catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Valencia. Es más, un artículo publicado el pasado julio en Nutrition Reviews por un grupo de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Minnesota, Estados Unidos, “concluye que no existe mayor riesgo para la salud debido al consumo de bebidas edulcoradas con edulcorantes artificiales”, dice Corella.

Otro estudio de este año, publicado en American Journal of Clinical Nutrition por la científica española Carmen Piernas junto con el profesor Barry Popkin, en la Universidad de Carolina del Norte, “ha demostrado que si se sigue una dieta para adelgazar controlada en calorías, aquellos individuos a los que se les permite ingerir bebidas edulcoradas toman menos energía en forma de postre que aquellos que sólo pueden beber agua”, resume Garaulet.

En el caso de los diabéticos y prediabéticos, el uso de edulcorantes bajos o sin calorías “puede facilitarles el control de sus niveles de glucosa y la pérdida de peso”, según plasma Craig Johnston, de la Facultad de Medicina de Baylor (Houston), en un artículo publicado en el último número de US Endocrinology.

ALTERACIÓN CEREBRAL

Volviendo al lado oscuro, “las personas que regularmente consumen edulcorantes artificiales muestran patrones de activación alterados en los centros de placer del cerebro en respuesta al sabor dulce, lo que sugiere que estos productos no satisfacen el deseo de dulces”, explica Swithers. Igualmente, apunta, “estudios en ratones y ratas han demostrado que el consumo de edulcorantes no calóricos disminuye la respuesta fisiológica al sabor dulce, provocando que los animales se atiborren de comida rica en calorías y dulce”. Dicho esto, quizás en el día a día, señala Garaulet, “en la dieta habitual, las bebidas edulcoradas no sean de utilidad, ya que a la larga sí producen una compensación de la ingesta energética”.

Rubén Bravo, director del Departamento de Nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad  (IMEO), también da la razón a este razonamiento del artículo de opinión de Trends in Endocrinology&Metabolism. “Vivimos en una sociedad con sobresaturación gustativa alimentaria, que ha educado a nuestras papilas gustativas a que todos los alimentos posean un sabor intenso y predominante, que ha anestesiado el gusto por los matices y el sabor de un alimento natural”.

Bravo prosigue diciendo que “si nos centramos en los sabores dulces y en las bebidas edulcoradas, rápidamente me viene a la cabeza la tendencia de encontrarnos en consulta a pacientes a los que no les gusta el agua y necesitan que todas sus bebidas y comidas del día lleven uno u otro sabor. De aquí, las frecuentes dicciones hacia las bebidas de cola o similares en personas con sobrepeso u obesidad”.

El miembro del IMEO comenta que los estudios que muestran la repercusión que determinados alimentos tienen sobre las hormonas y neurotransmisores “comienza a evidenciar cómo el abuso de los edulcorantes y endulzantes de sabores intensos provocan picos de insulina y dopamina en el consumidor, sumiéndole, durante un breve periodo de tiempo, en una sensación agradable de plenitud y actividad, que se tornará en fatiga y tristeza en cuanto la insulina y dopamina caigan vertiginosamente, obligando al consumidor a buscar una nueva dosis”.

En definitiva, para Garaulet, “hay muchos factores que pueden estar influyendo en la respuesta a las bebidas edulcoradas. En la Universidad de Harvard estamos viendo que la hora a la que se consumen podría cambiar su efecto sobre nuestra fisiología”.

EN 5 IDEAS

1. SUPLANTAR EL AZÚCAR

El consumo de bebidas con azúcar se ha ligado a obesidad, diabetes tipo 2 y síndrome metabólico. Por ello, la mayoría de estadounidenses consume ahora edulcorantes artificiales.

2. ASUNTO AÚN MUY ‘VERDE’

El asunto de los edulcorantes dietéticos es todavía muy nuevo como para poder hacer una recomendación. Son necesarios ensayos clínicos prospectivos con más evidencia.

3. POSIBLE UTILIDAD EN DIETA

Según la Universidad de Carolina del Norte, en una dieta para adelgazar controlada en calorías los individuos que pueden ingerir bebidas edulcoradas toman menos postre.

4. RESPUESTA ALTERADA

Los que suelen tomar edulcorantes artificiales muestran patrones de activación alterados en los centros de placer del cerebro en respuesta al sabor dulce, no satisfaciendo su deseo.

5. SATURACIÓN DEL GUSTO

La sobresaturación gustativa educa a las papilas gustativas a que todos los alimentos posean un sabor intenso, lo que anestesia el gusto por el sabor de un alimento natural.

CÓMO Y CUÁNTO ENDULZAN LA VIDA LOS SUSTITUTOS DEL AZÚCAR

Tipos de edulcorantes artificiales que se utilizan en lugar de los endulzantes con azúcar.

El aspartamo es una combinación de fenilalanina y ácido aspártico, que son dos aminoácidos.
El aspartamo es 220 veces más dulce que el azúcar y pierde su dulzor cuando se expone al calor. Se ha estudiado bien y no ha mostrado ningún efecto secundario serio.

La sucralosa es 600 veces más dulce que el azúcar.  Es termoestable, lo cual significa que no se descompone al cocinarse u hornearse. Se emplea en muchos alimentos y bebidas dietéticas.
La sucralosa también se encuentra en la goma de mascar, postres de leche congelados, jugo de fruta y gelatina. También se utiliza como un edulcorante para agregar a los alimentos en la mesa.

La sacarina es de 200 a 700 veces más dulce que el azúcar.
Se emplea en muchos alimentos y bebidas dietéticas. Puede tener un sabor amargo o saborcillo metálico en algunos líquidos.
No se utiliza para cocinar ni para hornear.

La stevia, un edulcorante no calórico, se obtiene de la planta Stevia rebaudiana, que se cultiva por sus hojas dulces.
Comúnmente se conoce como hierba dulce, hierba de azúcar o simplemente estevia.
El extracto de la stevia rebaudiana está aprobado como un aditivo para alimentos y se considera un suplemento dietético.

El acesulfamo K es un edulcorante artificial.
Es termoestable y puede usarse para cocinar y hornear. También está disponible como edulcorante de mesa.
Está aprobado por la FDA y se usa junto con otros edulcorantes, tales como la sacarina, en bebidas carbonatadas y otros productos bajos en calorías.

El neotamo es un edulcorante artificial usado en muchos alimentos y bebidas dietéticas.

Los ciclamatos son 30 veces más dulces que el azúcar.
Están prohibidos en Estados Unidos debido a que en el año 1970 se demostró que causaban cáncer de vejiga en animales.

¿Toman nuestros hijos demasiados refrescos?

Rubén Bravo, experto en nutrición del Instituto Médico de la Obesidad, ha hablado en La Mañana sobre el desorden alimenticio que se produce en los niños durante el verano. Asegura que el excesivo consumo de bebidas con gas puede provocar déficit de atención.

La Mañana de COPE, por Patricia Serrano González

Los niños y adolescentes son más propensos a engordar durante el periodo estival por los continuos cambios en los hábitos nutricionales, ya que comen más cantidad, más veces y a horas inadecuadas.

«Los niños abusan de la comida basura, sobre todo en verano. Y el problema lo tienen los padres, que les favorecen a que lo hagan», ha señalado el experto en nutrición Rubén Bravo asegurando que es en estos en los que radica el principal problema.

Y es que es la falta de tiempo o la dejadez de los padres lo que les lleva a recurrir a lo sencillo: «cocina fácil, pedidos que se traen a casa, platos de fabricación rápida, congelados, comida rápida de restaurantes…, hacen que no comamos bien», ha subrayado.

Para mantener un habito nutricional correcto hay que «elaborar un plan para la semana y realizar la compra con respecto a este plan, de manera que dediquemos más tiempo y cocinemos platos más saludables y elaborados».

En lo que concierne a bebidas con gas, el consumo excesivo de este tipo de bebidas puede provocar déficit de atención en los niños. Además, según un estudio realizado por la Universidad de Columbia y publicado por una revista de pediatría, el abuso de este consumo  también conduce a la agrasividad y retraimiento en los menores.

«Tanto en adultos como en niños, si no se limita este consumo, a largo plazo puede incurrir en problemas de riñón», ha señalado Rubén Bravo, haciendo especial hincapié en los niños, en los que ha avisado que «este exceso modifica el estado de ánimo, emociones y atención de los niños, capaces de tener ataques de agresividad e inquitud».

Cafeína, gas y azucar son los tres ingredientes suficientes para perjudicar la salud y actitud de algunas personas. «Conllevan a una hiperactividad e inquietud; subidas y bajadas en el estado de animo de algunos niños», ha subrayado.

Lo que hay que tener en cuenta es que no debemos abusar de estas bebidas, no ingerirlas todos los días. Y niños tienen que beberlas controlados por sus padres.