Astenia primaveral: consejos para combatirla

DMedicina, por Mar Sevilla Martínez
astenia-primaveralVariaciones de humor, alteraciones del sueño, fatiga o falta de vitalidad y energía son algunas de las características del cansancio, conocido como astenia primaveral, que suele aparecer con el cambio estacional las primeras semanas de la primavera.

Aunque los síntomas de la astenia suelen ser de carácter leve pueden llegar a debilitar el sistema inmunitario, por ese motivo es fundamental cuidar la alimentación para afrontar esta época con fuerza.

“A veces no nos tomamos en serio los cambios estacionales que pueden estar acompañados de variaciones ambientales, físicas y climáticas. Es importante tenerlos en cuenta porque nuestro cuerpo necesita adaptar sus sistemas a ellos provocando que haga un gasto excesivo de energía”, afirma Rubén Bravo, naturópata experto en Nutrición y portavoz del Instituto Médico Europeo de la Obesidad.

Bravo destaca una serie de trucos que pueden ayudar a combatir la falta de vitalidad, como seguir una dieta equilibrada rica en fruta, verduras, pescados, frutos secos, aceite de oliva y carnes magras, regular el ciclo del sueño, “duerme con la persiana abierta”, recomienda; o realizar un mínimo de actividad física y reducir o eliminar el consumo excesivo de alcohol y tabaco. “Sonríe, abraza y practica la gratitud hacia las buenas cosas de la vida”, añade.

Alimentos recomendados

La alimentación puede ser el aliado perfecto para superar esta etapa: las frutas y las verduras se convierten en indispensables ya que proporcionan muchas vitaminas, antioxidantes y minerales y ayudan a combatir la astenia. Bravo recomienda incluir en la dieta:

  • Lentejas: este plato es un gran sustituto de los cereales refinados, el arroz y la patata y son una gran fuente de fibra, vitaminas del grupo B y minerales, como el hierro. “Si las acompañamos de pimientos o un zumo de naranja en el postre, mejoraremos la absorción de hierro”, añade.
  • Quinoa: Rica en fibra, ácido fólicomagnesio, fósforo y manganesio. Según el portavoz de IMEO, es el cereal con mejor valor proteico de todos, permitiendo que una comida con quinoa sea absorbida de forma lenta otorgándole energía constante a lo largo del tiempo y con el ácido fólico mejorar el tono vital cerebral.
  • Frutas y verduras frescas de temporada: este grupo de alimentos ayuda al cuerpo a detoxificar mejor, reducir la sensación de pesadez, aportando frescura, hidratación y sensación de ligereza gracias a su alto contenido en vitaminas y fitoquímicos, indispensables para el buen funcionamiento del organismo.

Alimentos desaconsejados

El experto recomienda reducir o eliminar:

  • Café: la cafeína y los estimulantes obligan al páncreas a producir altos niveles de insulina, desencadenando un alto gasto temporal de azúcar. “Durante un periodo corto de tiempo nos proporciona sensación de vigor y vitalidad. Sin embargo, irá decayendo hasta la somnolencia y falta de vitalidad, pues nuestro cuerpo intentará compensar el efecto producido por la cafeína”, explica.
  • Bollería industrial: la combinación de azúcares, grasas saturadas y harinas refinadas suelen producir en nuestro organismo sensación de decaimiento, cansancio y pesadez generalizada, potenciando la falta de tono vital.
  • Bebidas alcohólicas de alta graduación: el exceso de alcohol aporta sensación de letargo y consigue entorpecer la agilidad física y mental; al perjudicar al sistema cardiovascular, también disminuye la oxigenación celular, especialmente la cerebral.

Por otro lado, desde IMEO señalan que complementos alimenticios, como la maca y la jalea real pueden ayudar a reforzar el sistema inmune. A esto, Bravo añade una planta, la ashwagandha, también denominada  ginseng indio, que es conocida por contribuir al fortalecimiento vital, estimular el sistema inmunitario, y aportar energía.

Por último, el experto recomienda practicar zumba. “Los estudios nos indican que la actividad física divertida, en grupo y donde haya música es un gran método para combatir la falta de vitalidad, la ansiedad y la depresión, pues con ésta práctica se liberan dopamina y serotonina, hormonasrelacionadas con la felicidad y la sensación de plenitud”, explica. “Igualmente, la actividad física aeróbica favorece la oxigenación celular, aumenta nuestro metabolismo y mejora la condición de nuestro sistema cardiovascular”.

 

Baja de peso con la dieta del jamón y vino

El jamón ibérico y el vino tinto, dos componentes estrella de la gastronomía mediterránea, pueden ser grandes aliados para perder los kilos de más acumulados durante la época fría, reforzando la salud del corazón y alegrando el paladar.

EFE / El Universal
dieta_vino_tinto-webCon la llegada de la primavera y el buen tiempo, que invitan a usar ropas más ligeras y exponer más partes de nuestro cuerpo y más centímetros de piel, al aire libre, la mayoría queremos lucir una buena silueta.

Una de las ecuaciones para recuperar la figura y desprenderse del exceso de peso acumulado en el cuerpo durante el otoño y el invierno, es «Vino + Jamón = + Salud y – Sobrepeso», es decir que consumiendo estos alimentos se gana en salud y se pierde peso si se toman con moderación, regularidad y control, de acuerdo al Instituto Médico Europeo de Obesidad, IMEO.

«El vino tinto y el jamón ibérico son dos alimentos muy presentes en el modo de vida mediterráneo en sus aspecto social y gastronómico y podrían ser dos abanderados de la buena alimentación, junto a otros alimentos como las legumbres, las frutas, las verduras y los productos del mar», según Rubén Bravo, experto en Nutrición del IMEO (www.imeoobesidad.com).

Hombres dos copas, la mujer una

Bravo, autor de la ‘Dieta del Vino y el Jamón’ (DVJ), que está centrada en esos dos ingredientes, opina que son claves, por sus beneficios para la salud de los sistemas circulatorio y nervioso, su aporte nutritivo y su contribución al control del peso.

La DVJ dura 4 semanas y permite una pérdida aproximada de peso de entre 4 y 6 kilos, dependiendo de la composición corporal, sexo y actividad física de la persona que la siga. Puede descargarse de forma gratuita y, como muestra, se ofrecen los menús diarios para 7 días, desde la web el IMEO (www.imeoobesidad.com/dietadelvinoyeljamon.php) .

Independientemente de que siga la DVJ, de acuerdo a Bravo, «muchas personas pueden beneficiar su salud y silueta, simplemente incorporando el jamón ibérico y el vino tinto, de forma regular y moderada, a su alimentación del día a día».

«Las recomendaciones sobre el consumo del vino tinto son muy diversas entre unos estudios y otros, pero un buen equilibrio es tomar dos copas diarias distribuidas en ingestas diferentes para los hombres, y una copa, a ser posible en la hora de la cena, en el caso de las mujeres», explica este experto.

En cuanto al jamón ibérico, para Bravo son recomendables unos 120 gramos diarios, tanto para hombres como para mujeres, distribuidos en desayuno y cena, y unos 150 gramos diarios para quienes practiquen deporte.

De acuerdo a este profesional, estos alimentos ofrecen, por separado, una ayuda frente a varias patologías gracias a su composición y, si están juntos en la alimentación, «su potencial terapéutico aumenta, por ejemplo frente a las dolencias cardiovasculares y porque son unos «multivitamínicos reconstituyentes», que benefician el organismo por diferentes vías», indica el dietista.

El vino tiene que ser tinto

«Por eso no es de extrañar que sean dos alimentos recomendados frecuentemente por endocrinólogos, cardiólogos y expertos en nutrición, a aquellos pacientes que padecen enfermedades del corazón o tienen cierto riesgo de padecerlas», recalca.

«El vino tiene que ser tinto, ya que la potencia terapéutica del resveratrol y los taninos, dos compuestos saludables de la uva, se encuentra principalmente en la piel de esta fruta, y en el vino tinto la maceración en su proceso de elaboración se realiza con la uva completa», según Bravo.

En cuanto a la calidad del vino, su añada o sus características organolépticas, para este experto «es suficiente con elegir vinos de calidad media, ya sean jóvenes, reserva o gran reserva y, si cuenta con denominación de origen aún mejor, pues estará asegurada su calidad en todo el proceso de elaboración y embotellado».

En cuanto al jamón, para Bravo es indispensable que sea ibérico y, preferiblemente, ‘de bellota’, pues su contenido en polifenoles, compuestos antioxidantes y antiinflamatorios, es superior en esta variedad y posee un mejor perfil de grasas saludables.

Este especialista destaca que «un reciente estudio del Hospital Ramón y Cajal, de Madrid (España) concluye que el consumo moderado, regular y controlado de jamón ibérico tiene efectos beneficiosos en la salud cardiovascular».

Bravo recomienda tomar el vino tinto al menos en la cena, pues «actúa a favor del sueño reparador y el reposo profundo, al producir una ligera disminución de la presión arterial y de la actividad del sistema nervioso central, aportando una leve cantidad de melatonina, neurotransmisor involucrado en el sueño profundo».

Por otro lado, Bravo señala que su DVJ propone «un desayuno completo, saludable y contundente, que podemos incorporar a nuestros desayunos diarios, eligiendo el jamón ibérico como protagonista».

«Una rebanada de pan integral, con un poco de tomate triturado o entero, un chorrito de aceite de oliva extra, y unos 50 gramos de jamón ibérico», son una buena propuesta, para este experto.

Por otra parte, «el jamón ibérico se puede añadir de forma habitual como ‘picoteo’ o aperitivo en las cenas, una costumbre que se observa cada vez en las personas muy ocupadas y con falta de tiempo preparar platos más elaborados», finaliza.

DIETA IDEAL PARA PRIMAVERA

Según Rubén Bravo del IMEO, seguir la ‘Dieta del Vino y el Jamón’ o simplemente incorporar esto dos alimentos a nuestra alimentación habitual en Primavera, sería un acierto, porque:.

A) Muchas personas comienzan con lo que comúnmente conocemos como «operación bikini» (ponerse en forma y recuperar la silueta de cara a la temporada calida) y esta dieta está diseñada para perder entre 4 kilos y 6 kilos al mes de una forma sencilla y saludable.

B) Algunas personas padecen una astenia que les provoca somnolencia y perjudica su sensación de vitalidad, equilibrio emocional y sistema inmunitario, y el jamón ibérico y el vino tinto son reconstituyentes, al aportar vitaminas, minerales y antioxidantes, que favorecen la vitalidad diurna y el descanso nocturno.

C) Con la retirada del frío cobran auge los encuentros gastronómicos de índole social y esta dieta encaja con estos hábitos, tanto mediterráneos como latinos, ofreciendo combinaciones de raciones frías y templadas como el pulpo, la sepia y el jamón ibérico… aderezadas con una copa de tinto.