Los ejercicios que te ayudarán a envejecer mejor a partir de los 30

BBC News Mundo

A partir de los 30 empieza el declive natural de nuestra fuerza muscular y ósea.

Hacer ejercicio sirve para mantenerse en forma y evitar enfermedades cardiovasculares, pero hay un tipo de actividades clave que ayudan a envejecer mejor que parecen haberse quedado en el olvido.

Se trata de los ejercicios para el fortalecimiento de los músculos y los huesos,y las actividades para el equilibrio.

Es más, un informe de la agencia de salud de Inglaterra en conjunto con el Centro para un Mejor Envejecimiento califica a estos ejercicios como «la guía olvidada» de la salud.

El informe destaca los beneficios para mantener y mejorar la salud que este tipo de ejercicios producen en todos los adultos, no solo en los mayores, y recomiendan incorporarlos a la rutina al menos dos veces por semana.

«Además del ejercicio aeróbico, como caminar rápido, todos los adultos deberían tratar de hacer actividades de equilibrio y fortalecimiento dos veces por semana», dijo la doctora Alison Tedstone, directora del departamento de dieta, obesidad y actividad física de Public Health England.

«En promedio todos estamos viviendo más tiempo y esta mezcla de actividades físicas nos ayudará a estar bien en nuestra juventud y a mantenernos independientes a medida que envejecemos».

Músculos, huesos y equilibrio

Las autoridades inglesas creen que los ciudadanos no tienen claro lo importante que es cuidar la fortaleza del cuerpo, en particular la de los músculos y los huesos, para la salud general.

Según los expertos la masa ósea y la masa muscular tienden a alcanzar su punto más alto antes de llegar a los 30.

A partir de esa edad empieza un declive natural.

Entre los 18 y los 30 años, este tipo de ejercicios potencia la fortaleza de los músculos y de los huesos.

Entre los 30 y los 60 mantienen la fortaleza y ralentizan el declive natural.

A partir de los 65 años preservan la fortaleza y mantienen la independencia.

Además, dice el informe, los ejercicios de fortaleza y equilibrio también pueden mejorar los resultados futuros tras momentos de transición clave en nuestras vidas, como el embarazo, la menopausia, el diagnóstico de enfermedades, la jubilación o un período postoperatorio.

Por otro lado, destacan, estas actividades ayudan a mejorar el estado de ánimo, los patrones de sueño, aumentan los niveles de energía y reducen el riesgo de muerte prematura.

¿En qué consisten estos ejercicios?

El informe recomienda:

  • ejercicios de resistencia, como levantamientos de peso o utilizando el propio peso corporal
  • juegos con raquetas, como tenis, ping pong o bádminton
  • danza
  • juegos con pelota
  • marcha o caminata nórdica (con bastones)

Los ejercicios específicos y su intensidad, recomienda el informe, deberían ajustarse al estado de salud y función física de cada individuo.

Además, dicen los expertos que actividades como el yoga o el taichí son buenas para los huesos, los músculos y el equilibrio.

El fortalecimiento de los músculos y los huesos puede prevenir las caídas, que causan el 95% de las fracturas de cadera, según datos del informe británico.

Por otro lado, dicen, la debilidad muscular aumenta el riesgo de caídas en un 76%, y quienes ya se cayeron una vez tienen el triple de probabilidades de volver a caerse.

El simple plan de 7 días para reducir el azúcar en tu dieta y adelgazar

Aunque su sabor haya conquistado los paladares a lo largo de la historia y sea una de las sustancias más consumidas en todo el mundo, es de las más peligrosas para la salud

El Confidencial

Tomamos mucho más azúcar de la que necesitamos. Hay demasiados alimentos que, sin que seas consciente, contienen esta dulce sustancia. La identificamos en las bebidas azucaradas, los caramelos o la bollería, pero también está oculta en yogures de sabores, cereales, panes de molde o salsas como el kétchup.

Aunque su sabor haya conquistado los paladares a lo largo de la historia y sea una de las sustancias más consumidas en todo el mundo, lo cierto es que también es una de las más peligrosas para la salud. Proporciona calorías sin aporte nutritivo y su ingesta elevada está vinculada al aumento de peso y a enfermedades cardiovasculares, obesidad o diabetes tipo II.

Cuando aparezca la necesidad de tomar algo dulce, detente y piensa de dónde viene ese sentimiento. Puede que solo estés cansado o tengas sueño.

Al respecto, la ONU recomienda que limitemos su consumo por debajo del 5% (equivalente a unos 25 gramos o seis cucharaditas). Lo notaremos en la salud: tendremos menos caries dentales, más facilidad para conciliar el sueño y un peso más equilibrado, entre otros muchos beneficios.

Dado que el azúcar ha sido el culpable de la mayoría de las crisis de salud de los últimos años, es hora de tomar cartas en el asunto y comenzar a reducir su consumo. Brooke Alpert, autora de ‘The Sugar Detox’, ha ideado un plan de 7 días para romper tu adicción a esta sustancia poco a poco y para siempre.

Atento:

Lunes: hacer limpia en casa

Es hora de deshacerse de los brownies, del alijo de dulces que tienes en el cajón de la oficina y de las galletas de chocolate que guardas en el armario. También de esa barra de cereales aparentemente light y del zumo bajo en grasa. Además de quitarte el azúcar, recortarás un montón de calorías innecesarias de tu dieta.

Cuando aparezca la necesidad de tomar algo dulce, detente y piensa de dónde viene ese sentimiento. Las situaciones más comunes que han podido llevarte a desarrollar el antojo son las siguientes:

  • Tu nivel de azúcar en la sangre es demasiado bajo. Eso significa que es probable que te saltes comidas o que las espacies demasiado, o que no comas suficiente proteína para estabilizar el azúcar en sangre. Como remedio, combina un refrigerio azucarado con nueces mixtas similares a proteínas y frutas deshidratadas sin azúcar. Las grasas saludables en las nueces absorben lentamente los azúcares naturales de la fruta para que recuperes el equilibrio y los antojos desaparezcan.
  • Estás cansado. Tienes sueño, porque duermes mal y/o poco. En lugar de buscar algo azucarado para aumentar tu energía, opta por un café o un té; ambos son beneficiosos para la salud.
  • Tienes síndrome premenstrual o perimenopausia. En caso de que seas mujer, este puede ser tu caso. Niveles inadecuados de progesterona o estrógeno desencadenan los antojos de dulces, ya que dejan de producirse determinadas sustancias químicas necesarias para que el cerebro se sienta bien, como son la serotonina, la dopamina y la norepinefrina. Todo ello provoca insomnio, dolores de cabeza, fatiga o depresión leve. Si este es tu caso, trata de comer vainas de soja, pues contienen unos compuestos llamados isoflavonas que imitan al estrógeno. Si esto no reduce los antojos de azúcar, opta por productos dulces y sanos como una naranja o dos cuadraditos de chocolate negro.

Martes: tira los edulcorantes

Ya es hora de deshacerse de todos los edulcorantes que tengas por casa. Tu cuerpo es extremadamente rápido en la descomposición de azúcares simples como este. ¿El problema? Aunque no tengan apenas calorías, un consumo excesivo provoca picos de azúcar en sangre, lo que hace que quieras consumir más.

Limita asimismo el uso de endulzantes naturales como el agave o la miel: tu cuerpo los procesa de la misma manera. Al café, por ejemplo, puedes ponerle canela.

Cuidado con el vino tinto: puede tener fitoquímicos buenos para la salud, pero cuando tomamos alcohol, se convierte en azúcar en nuestro cuerpo

Los azúcares artificiales «son más dulces que el azúcar y tu cuerpo tiene la misma respuesta hormonal, como si fuera azúcar normal», dice Alpert. «Por eso no los recomiendan para perder peso».

Prueba con el extracto de vainilla, el coco o crea contraste con la sal (una pizca de esta sustancia puede endulzar el plato en cuestión; solo se puede aplicar a alimentos que no son naturalmente dulces, como la sopa de calabaza o las rodajas de fruta).

Miércoles: corta el gas

Las bebidas con gas no son buenas para tu salud, según asegura la experta en ‘Prevention’, pero además contienen mucha azúcar. Incluso las light. «Estas han sido endulzadas con jarabe, por eso están tan buenas», añade.

Si estás habituado a consumir estas bebidas, lo mejor será que las reemplaces: te será más fácil eliminarlas de tu dieta. El psicólogo James Claiborn, autor de ‘The Habit Change Workbook’, sugiere optar por reemplazos que choquen con el comportamiento que se está tratando de cambiar. Piénsalo: si tus bebidas gaseosas son con cafeína, puedes sustituirlas por un café o un té.

Jueves: leer etiquetas

Comienza a leer las etiquetas de ingredientes de todo lo que consumas como si te fueras a examinar de ello. Cambia el yogur de sabores o la leche de almendras por las versiones simples.

Igual no lo sabes, pero algunos yogures de frutas con sabor contienen casi 6 cucharaditas de azúcar añadida en sus pequeños envases, que es la cantidad que la American Heart Association sugiere que consumas en un día entero. En su lugar, endulza tus comidas favoritas con frutas enteras. «Y estate atento: los aderezos, la salsa de pasta, las galletas, la mantequilla y las sopas son también fuentes comunes de azúcar oculta».

Viernes: cuidado con los hidratos

«La harina blanca, el arroz blanco y el pan blanco son básicamente azúcar», dice Alpert. De hecho, es posible que no pienses que eres goloso, pero si comes bagels y pasta regularmente, probablemente te estás engañando a ti mismo. «La pizza es básicamente un postre. Para tu cuerpo es como un trozo de pastel», añade la experta.

La solución: come carbohidratos, pero siempre integrales. El arroz integral, el pan de grano germinado y la quinua se tienen que convertir en tus mejores amigos. Este es el esquema que tienes que grabarte a fuego:

  • Granos refinados: comer raramente.
  • Granos enteros: con moderación.
  • Legumbres: con moderación.

Sábado: modera el alcohol

Si eres de los que toma una copa de vino cuando sale o cena fuera, es hora de que, según Alpert, recuerdes que «el vino tinto puede tener fitoquímicos y beneficios para la salud, pero la verdad es que cuando tomamos alcohol, este se convierte en azúcar en nuestro cuerpo».

Si decides tomar una bebida, elije una cerveza ligera, un vino o una copa de bebidas espirituosas (vodka, ginebra, ron, whisky escocés, bourbon), sin mezcla. La mayoría de los refrescos, incluso la tónica, tienen azúcar añadida o proceden de jugos de frutas. Y como último consejo, limita tus bebidas a un máximo de dos por semana.

Domingo: limita las frutas

La excesiva cantidad de azúcar presente en la fruta, derivada de la fructosa naturalmente presente en esta, desestabiliza los niveles en sangre y puede conducir al letargo, a caer en los antojos, a la falta de concentración o a acabar con un microbioma alterado. Por eso es bueno limitar su consumo o decidirse por las menos calóricas.