La obesidad mata a una persona cada 20 minutos en España

El exceso de peso contribuye a matar a una persona cada 20 minutos en España, desencadenando más de 25.000 muertes en total cada año.

Libertad Digital, Manuel Ansede

obesidad-corbisLa «mortalidad atribuible» a esta causa supuso alrededor de un 15% del total de muertes en el país, según calcula un nuevo estudio dirigido por el médico Javier Martín, del hospital madrileño Severo Ochoa.

Los autores del trabajo, recién publicado en la revista Medicina Clínica, consideran que estas cifras de mortalidad «convierten esta epidemia en un grave problema de salud pública que requiere medidas enérgicas para su control y, sobre todo, su prevención». El propio Martín, por teléfono y recién salido del quirófano tras llevar a cabo una operación del aparato digestivo, apunta algunas de estas medidas, sin esconder nombres y apellidos: «Yo eliminaría las bebidas carbonatadas, como la Coca-Cola y la Fanta, que es un factor importantísimo en la obesidad juvenil. Y es necesario fomentar el deporte entre los adolescentes: que no jueguen a la PlayStation, que jueguen al fútbol«.

El análisis de Martín convierte al exceso de peso en «la segunda causa de muerte evitable derivada de hábitos personales«, sólo superada por el tabaquismo. «En pocos años», opinan los autores, «la obesidad y el sobrepeso pasarán a convertirse en la primera causa», ante la reducción en el consumo de tabaco y la llegada de una nueva generación de niños gordos. Más del 26% de la población infantil tiene exceso de peso.

Obesidad y cáncer

Los autores señalan a los kilos de más como uno de los principales culpables de miles de muertes por infarto, derrame cerebral, diabetes y varios tipos de cáncer asociados al sobrepeso y la obesidad, como el de hígado, el de colon y el de mama. «Una de cada seis muertes ocurridas entre los 35 y los 79 años puede ser atribuida al exceso de peso», alertan en su estudio. Más del 50% de estas muertes se debería a enfermedades cardiovasculares, el 15%, a tumores y un 12%, a la diabetes.

Martín aclara que su estudio no pretende señalar a un único culpable de estas 25.000 muertes, sino dejar claro que el exceso de peso actúa de forma sinérgica con otros factores de riesgo, como el tabaco y el alcohol, para desencadenar lo que en muchos casos es un suicidio a cámara lenta, cigarro a cigarro, refresco a refresco y bollo a bollo.

«Estos datos nos ayudan a demostrar que la obesidad no es un problema estético: es una enfermedad. Todavía se dice que labarriguita cervecera aparece por vivir feliz, cuando lo que pasa es que la obesidad mata», clama indignado el endocrinólogo Albert Goday, vicepresidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad y ajeno al nuevo estudio.

Gordos y pobres

Goday cree que las muertes reales asociadas al exceso de peso podrían ser aún más numerosas. Las estimaciones de Martín emplean los datos de 2006 de la Encuesta Nacional de Salud, en la que los ciudadanos no se someten a la báscula y al metro, sino que ellos mismos dicen cuánto pesan y cuánto miden. «Todo el mundo declara un peso menor que el real y una altura mayor», sostiene Goday, jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital del Mar, en Barcelona.

El equipo de Martín cruzó esos datos de exceso de peso con los ficheros de defunciones del Instituto Nacional de Estadística y con los riesgos relativos asociados al sobrepeso y la obesidad, centrándose en individuos de entre 35 y 79 años.

«Ahora, la obesidad se relaciona con estratos socioeconómicos y culturales bajos, al contrario que en otras épocas, que era un signo de opulencia. Ahora es más caro comer sano que comer insano, porque la verdura y la fruta no son baratas», apunta Goday. En España, la frecuencia de personas obesas es mayor en Murcia, Extremadura, Canarias y Andalucía.

Impuesto del 20% a las bebidas azucaradas

El endocrino también exige a las autoridades medidas más contundentes para luchar contra el exceso de peso, como reducir los impuestos de frutas y verduras y aumentarlos en el caso de bollería y bebidas azucaradas. Países como Finlandia, Hungría y Francia han implantado estos impuestos a los refrescos hipercalóricos en los últimos tres años. La Organización Mundial de la Salud sostiene que «el impuesto debe ser de al menos un 20% para tener un impacto en la obesidad y en las enfermedades cardiovasculares». Sin embargo, Goday admite que este camino está plagado de minas. «La industria azucarera es más potente que la del tabaco», remacha.

El médico Enrique Galve, de la Sociedad Española de Cardiología, también se muestra inquieto por la epidemia. «Estoy preocupado, porque nuestro país ha ido a más en sobrepeso y obesidad. Cada vez a edades más tempranas tenemos niños que se comen los Donettes en el colegio en vez de un bocadillo de atún, que sería mucho más sano», sostiene. El cardiólogo aboga por subir los impuestos a los establecimientos de comida rápida y también pide limitar el contenido de grasas trans o de azúcares de determinados alimentos, «igual que se limita la velocidad en una carretera».

Pese a las campañas de empresas como Coca-Cola para pregonar que el consumo de bebidas azucaradas no está asociado con el exceso de peso, una reciente revisión de estudios científicos financiada por la Organización Mundial de la Salud ha dejado claro que «el consumo de bebidas azucaradas se asocia a obesidad».

¿Cómo influye la obesidad en el cáncer de mama?

Un elevado índice de masa corporal puede empeorar el pronóstico de la enfermedad

Hola.com

obesidad y cancer de mama¿Sabías que la obesidad puede influir  en la evolución de una mujer con cáncer de mama? Y el dúo obesidad-cáncer de mama no parece ser demasiado positivo. ¿La razón? Según se recoge en un estudio del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM), que se ha presentado en la Reunión Anual de la Sociedad Americana de Oncología Médica (ASCO), el Índice de Masa Corporal (IMC) condiciona el pronóstico en las pacientes con este proceso tumoral, asociándose con más riesgo de mortalidad y recurrencia de la enfermedad en mujeres obesas cuyo IMC es igual o superior a 35.

Para llegar a estas conclusiones, se han realizado cuatro ensayos clínicos, con un seguimiento de más de siete años en los que han participado 5.863 pacientes con cáncer de mama operable a las que posteriormente se les administró quimioterapia. “El estudio evidencia que la obesidad origina un efecto pronóstico negativo frente a la mortalidad global, la mortalidad por cáncer de mama y la recurrencia de los tumores en las pacientes con un IMC igual o superior a 35, es decir en aquellas más obesas”, apunta la doctora doctora Marina Pollán, investigadora principal y jefa de servicio de Epidemiología del Cáncer del Instituto de Salud Carlos III.

Cifras poco elevadas
Esa es la mala noticia, pero también hay una lectura positiva, y es que en la investigación tan sólo el 8% de las mujeres estudiadas eran obesas y presentaban un IMC superior o igual a 35 –es decir, obesidad- en el momento de empezar el tratamiento algo que para la investigadora supone “una buena noticia, ya que el porcentaje de pacientes con cáncer de mama con obesidad moderada y grave es por ahora bajo, y el estudio muestra que en las mujeres con sobrepeso y obesidad leve (con IMC<35) no presentan un peor pronóstico”.

El estudio liderado por GEICAM también ha abordado la influencia de la obesidad en el tratamiento pautado en la quimioterapia. “La dosis óptima de fármacos está íntimamente relacionada con el IMC y, a pesar de que en el estudio no hemos encontrado cifras altas de infratratamiento, si hemos observado una asociación entre el IMC y el infratratamiento, algo que podría explicar por qué otros estudios en pacientes con cáncer de mama no incluidas en ensayos clínicos encuentran un peor pronóstico también en mujeres con sobrepeso y obesidad leve”, concluye la doctora Pollán.

El cáncer de mama, en cifras
El cáncer de mama es el tumor más frecuente en las mujeres en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), después del cáncer de pulmón, el de mama es el más frecuente en ambos sexos. En todo el mundo se producen más de un millón de nuevos casos al año de cáncer de mama y más de 400.000 mujeres fallecen por esta causa. En nuestro país, una de cada diez mujeres sufrirá un cáncer de mama y cada año se diagnostican cerca de 26.000 nuevos casos.