El bypass gástrico podría superar a la banda en el largo plazo, según un estudio

 lainformacion.com / Por Genevra PittmanNUEVA YORK (Reuters Health) – Entre las opciones quirúrgicas para adelgazar, el bypass gástrico produce más complicaciones inmediatas que la banda gástrica, pero tiene menos efectos adversos y repeticiones quirúrgicas en el largo plazo.

Además, en un estudio sobre más de 400 pacientes obesos de Suiza, aquellos con bypass gástrico adelgazaron más rápido y muchos lo hicieron sin recuperar el peso perdido.

«Lo ideal con estos procedimientos para adelgazar sería tener la menor cantidad de complicaciones en el largo plazo, en especial las que exigen repetir la cirugía», dijo el coautor del estudio, doctor Michel Suter, cirujano del Hospital de Chablais.

«El bypass tiene problemas, efectos adversos, y tenemos que tenerlos en cuenta», agregó. Aunque aseguró: «Si tuviera que elegir un procedimiento, recomendaría el bypass».

Aun así, un especialista ajeno al estudio explicó que, cuando aparecen, las complicaciones del bypass gástrico son más graves que las de la banda gástrica.

El equipo de Suter revisó las historias clínicas de 442 pacientes obesos operados en sus hospitales entre 1998 y el 2005.

Para la cirugía, todos debían tener un índice de masa corporal (IMC) de por lo menos 40, o 35 si tenían enfermedades asociadas con la obesidad. Eso equivale a una persona de 1,70 metros con, respectivamente, 112,5 o 98,5 kilogramos.

La mitad tenía una banda gástrica, que reduce el tamaño del estómago. A la otra mitad se le había realizado el bypass gástrico, una derivación estomacal para que la comida no recorra una porción del intestino delgado. Ambos grupos tenían en promedio la misma edad y peso iniciales.

Los médicos los controlaron por lo menos dos veces por año durante los seis años posteriores a la cirugía.

Durante el primer mes después de la intervención, las complicaciones (infecciones) fueron más comunes con el bypass que con la banda gástrica. El 17 por ciento de los pacientes con bypass tuvieron un problema posquirúrgico, comparado con el 5 por ciento del grupo con la banda gástrica.

«La operación es un poco más complicada y riesgosa», aclaró Suter.

Pero, a partir de ese momento, el grupo con el bypass adelgazó más rápido, recuperó menos peso perdido y sufrió menos complicaciones en el largo plazo, incluida la repetición de la cirugía, que los participantes con la banda gástrica.

A los seis años, sólo un 12 por ciento de los pacientes con el bypass tenía un IMC superior a 35 (es decir, obesidad mórbida), comparado con un tercio del grupo con la banda.

Y el 13 por ciento necesitó una nueva cirugía debido a una complicación del bypass, a diferencia del 27 por ciento de los pacientes tratados con la banda gástrica.

Las complicaciones más comunes de la banda gástrica fueron por la erosión de la banda y la necesidad de extraerla, la intolerancia alimentaria o el estiramiento del esófago, según detalla el equipo en Archives of Surgery.

El bypass gástrico, en cambio, provocó hernias internas, que son obstrucciones intestinales que pueden poner en riesgo la vida si no se tratan.

Para la cirujana Christine Ren-Fielding, de la Facultad de Medicina de la New York University, las complicaciones del bypass gástrico tienden a ser más graves que las de la banda, aunque destacó que la técnica y la experiencia del cirujano son fundamentales para los resultados de cualquier cirugía.

Las cirugías para adelgazar cuestan unos 20.000 dólares. La banda es más económica que el bypass porque es una operación más sencilla y la internación es más corta, pero Suter comentó que los ajustes de la banda en el tiempo pueden elevar los costos.

Cuando se trata de elegir un procedimiento, Ren-Fielding dijo: «Mi filosofía es ayudar al paciente a lograr un resultado y optimizarlo, sin importar la cirugía, porque todas las operaciones bariátricas tienen sus beneficios en el tratamiento de la obesidad».

FUENTE: Archives of Surgery, online 16 de enero del 2012 (Reuters)

Bárbara Bautista pierde 67 kilos en 15 meses gracias a una banda gástrica

Después de hacerse una cirugía restrictiva de estómago esta joven madrileña, que en su momento pesaba 150 kilos, técnicamente se encuentra fuera del grado de obesidad 

  • Entre el 70 y el 75% de los pacientes que recurren a dietas, vuelven a recuperar su peso, o incluso más, en un lapso de dos años.
  • La Banda Gástrica como tratamiento bariátrico tiene cada vez más expansión entre las soluciones contra la obesidad mórbida en el mundo occidental, debido a su eficacia a largo plazo.
  • En las personas operadas de Banda Gástrica, disminuye un 46% la grasa visceral y el metabolismo pasa a ser de inefectivo a equilibrado, según un estudio del Instituto Médico Europeo de la Obesidad realizado con más de 1.200 pacientes.

La conocimos hace más de un año, cuando su caso salió a la luz en las noticias por el Día Mundial de la Obesidad. Entonces, Bárbara Bautista, que llegó a pesar 150 kilos, había declarado su peculiar guerra contra la enfermedad, operándose de Banda Gástrica para deshacerse de los 82 kilos que le sobraban. Tenía 27 años y había más que doblado su peso normal. Desde el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) queremos dar continuidad a su historia, haciendo público su testimonio. Hoy en día esta joven madrileña tiene un Índice de Masa Corporal inferior a 30, que técnicamente la sitúa fuera del rango de «persona obesa» y está decidida a llevar el asunto hasta el final, alcanzando durante los próximos meses su peso ideal de 68Kg.

Es la historia de Bárbara, narrada por ella misma, 15 meses después de someterse a un tratamiento de Banda Gástrica que le ayudó no sólo perder 67 kilos de los 82 que le sobraban, sino también a retomar su vida y recuperar la salud. «La obesidad mórbida puede llegar a condicionarte más de lo que uno se imagina. Te impide hacer muchas cosas, entre ellas vivir la vida a pleno. Cosas tan sencillas como ir a según qué sitios -¡es una cuestión de movilidad y cabida!-, correr o hacer deporte, disfrutar de un parque de atracciones o viajar. Con mis casi 150 kilos sentía que estoy cargando otra persona encima. A veces me faltaban ganas para salir a la calle. Me incomodaba estar en el punto de mira de los demás, y con una talla 64 no era precisamente por sentirme atractiva. Resulta que no sólo pesaba por dos, sino también ocupaba el sitio del otro. Las veces que cogí un avión, tuve que pedir, rabiosa y avergonzada, un cinturón de seguridad añadido, porque en el estándar ya no cabía. Cuando iba al banco, no podía pasar el control de la puerta de seguridad. Siempre salía una voz por megafonía que decía «por favor, pasen de uno en uno». Los sensores del sistema detectaban que allí dentro había dos personas, y no sólo una que pesa por dos.»

Ésta es la parte más perceptible de la historia de esta joven paciente del Instituto Médico Europeo de la Obesidad. La otra parte, «menos visible» que muchas veces queda fuera de foco, trata de la salud. La obesidad mórbida acarrea muchísimos problemas que ya conocemos -cáncer, diabetes II, hipercolesterolemia, problemas articulares, demencia senil y un largo etcétera-, que sitúan a ésta enfermedad entre la primera y la segunda causa de muerte. «Todas las personas que se planteen bajar de peso deberían hacerlo bajo supervisión y guía profesional, ya sea para reducir 5Kg o 80Kg», insiste Rubén Bravo, supervisor del área de Nutrición y Endocrinología de IMEO. Las subidas de peso en el historial de un obeso mórbido suelen realizarse por tramos, partiendo muchas veces de un sobrepeso que ronda los 15Kg. Por diferentes problemas emocionales, en la mayoría de los casos vamos superando éstos tramos, añadiendo con cada problema 10 o 20kg más. Una vez alcanzados los 15Kg. de exceso, deberíamos ponernos muy en serio a solucionar el problema en manos de un equipo multidisciplinar de especialistas.

Las personas con problemas de obesidad a menudo sueñan con un cambio radical, obviando su imagen de «antes» para quedarse lo antes posible con la foto de «después» donde lucen su mejor aspecto: una figura delgada, talla de ropa acorde y una autoestima irrefutable. Pero entre estas dos instantáneas hay un largo camino a recorrer y pacientes como Bárbara saben que el punto de partida es la consulta del médico, cuando de verdad plantas cara al problema.

«Hice muchas dietas por mi cuenta, lógicas e ilógicas, pero en ninguna encontré la solución. Era capaz de perder 30 kilos y al cabo de unos meses había subido 50. Acudí a clínicas que supuestamente eran «buenas» y ofrecían resultados rápidos. Me ponían a régimen y apenas comía. Recuerdo que durante varios días desayunaba un vaso de leche, a media mañana tomaba un caramelo, el almuerzo consistía en cuatro anchoas y un tomate, merendaba un yogur y cenaba un par de tomates. El gran «premio» era la post cena: una onza de chocolate. A parte de pasar hambre, me sometía a unas corrientes para controlar la ansiedad y acupuntura. Conozco muchos «inventos» para adelgazar, algunos salían en programas de cámara oculta. Uno de estos remedios de efecto dudoso eran unas pastillas de carbono activo, las llamaban «amalgama». Se les atribuía poderes milagrosos, ya que después de tomarlas te decían que podías comer lo que quisieras durante 50 minutos, sin engordar. Nada de esto sirvió.»

«En el caso de Bárbara, que se operó de Banda Gástrica con 27 años, nos permitió evitar problemas a largo plazo relacionados con la obesidad que posiblemente se hubieran desarrollado, si ella hubiera aplazado la cirugía hasta cumplir 30, 40 ó 50 años de edad», puntualiza Bravo. Los resultados de esta paciente mejoraron de forma irrebatible en un plazo relativamente corto. El alto riesgo cardiovascular inicial que tenía la paciente -equivalente a un Índice de Grasa Visceral 17- se ha corregido varios puntos por debajo del que se considera de riesgo, alcanzando a un saludable Índice de Grasa Visceral 6. Así mismo ha pasado de tener un IMC 53,6 inicial a un IMC 29,9 actual. Además, se ha pasado de tener un metabolismo inefectivo a un metabolismo equilibrado. Antes de implantarse la Banda Gástrica hace quince meses Bárbara pesaba unos 149,4 Kg y llevaba una talla de ropa 64. En el primer año del tratamiento la joven perdió sus primeros 50Kg. Actualmente se encuentra por debajo de los 84Kg, habiendo perdido unos 67 kilos y utiliza una talla 50 de ropa. El planteamiento para éste año es conseguir los 68Kg para así ubicarse en su normopeso.

«Cuando voy al supermercado, me fijo más en las calorías que lleva cada producto y siempre estoy calculando, de modo que al final del día sé exactamente lo que he ingerido. Ya no hago compras compulsivas y evito las calorías vacías que «esconden» las patatas fritas o el helado, por ejemplo. Antes de dejarme seducir por un trozo de tarta, pienso sobre todo el trabajo que he hecho durante estos quince meses. Ha cambiado mi forma de pensar y sobretodo la relación con la comida. Ahora soy consciente de que comer es un placer, pero también un vicio en el que no hay que caer.»

La Banda Gástrica es la más «light» de las cirugías bariátricas

En la actualidad, existen varios métodos para bajar de peso. Pero las estadísticas médicas a nivel mundial indican que entre el 70 y el 75% de los pacientes que recurren a dietas vuelven a recuperar su peso, o incluso más, en un lapso de dos años. Ante los fracasos de las dietas, la cirugía de la obesidad se presenta como una alternativa segura, eficaz y definitiva. Según datos del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), alrededor del 80% de los pacientes que se sometió a una cirugía bariátrica ha alcanzado la meta del tratamiento, que es bajar el 60% del exceso de peso. Pero más importante aún es que a los cinco años casi el 70% aún mantiene ese descenso.

La cirugía de tipo restrictivo es la vía más común a la que acude la medicina para solucionar problemas de obesidad mórbida. Técnicas, como la Banda Gástrica Ajustable y el Tubo o Manga Gástrica, están pensadas con el fin de disminuir la ingesta excesiva de alimentos y así contribuir a bajar de peso. El Balón Intragástrico no es un procedimiento quirúrgico, pero también se encuentra dentro de las técnicas restrictivas contra la obesidad, generalmente cuando el sobrepeso de un paciente no supere los 30Kg. La cirugía malabsortiva produce una desviación de los alimentos de tal forma, que su absorción es limitada, aunque se mantiene la cantidad de alimento ingerido. La cirugía mixta combina las técnicas restrictivas y malabsortivas. El Bypass gástrico es un ejemplo ilustrativo de este tipo de técnica combinada.

La Banda Gástrica es la más «light» de todas las cirugías bariátricas. Se trata de un anillo fabricado en titanio y envuelto en un colchón de silicona que se coloca alrededor de la entrada del estómago mediante una laparoscopia, de modo que el estómago no se corta, ni se deforma. Se tarda entre media y una hora en colocarla y se pasa sólo una noche ingresado en el hospital. La sensación de saciedad es desde el primer momento. «Somos consientes que hay casos en los que no se puede aplicar esta técnica y lo primero que hacemos es descartar que haya un trastorno profundo de la alimentación», especifica Carmen Arribas, Directora Técnica y Asistencial de IMEO. Se realizan una serie de pruebas de salud para descartar las posibles contraindicaciones que puedan arriesgar la intervención.

«La gran ventaja de la Banda Gástrica es su amplio rango, se puede poner desde el momento que tu intuyes que vas a seguir subiendo de peso y que esto no tiene freno, a partir de un IMC moderado que puede ser 31 hasta un IMC de más de 50», añade Arribas. En este último caso, lo habitual antes era hacer la reducción de estomago con un By pass, pero ahora se pueden perder perfectamente los 70, 80 kilos que sobran con la Banda. Después de que el cirujano bariátrico coloque la Banda, interviene un equipo multidisciplinar de especialistas encargado de hacer un seguimiento, mínimo de dos años, para supervisar todos los cambios que se irán produciendo en el organismo hasta que el metabolismo se haga eficaz.

El éxito de un tratamiento también depende del grado de aceptación y actitud positiva del paciente. «La cirugía es una herramienta para hacer cambios en el estilo de vida más fácilmente y los que se someten a la operación restrictiva del estómago deben entender esto y enfrentarlo con madurez», concluye la especialista.

«Si mamá no me hubiese pagado la banda gástrica con 14 años no podría salir de casa»

Katie se convirtió en la británica más joven en someterse a una operación así

La vida de Katie Hill cambió cuando tenía catorce años y luchaba contra el asma y las burlas crueles de sus compañeros. Esta joven pensaba mas de 114 kilos y temía que si continuaba así no podría volver a salir de su casa nunca más. Su madre decidió tomar cartas en el asunto y le pagó una operación gracias a la que Katie ha perdido más de 63 kilos. La joven se convirtió en la mujer más joven del Reino Unido en someterse a una intervención de este tipo y ahora disfruta de una nueva vida.

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Después de sufrir innumerables dietas, de luchar contra el asma y los problemas físicos y de soportar las crueles burlas de sus compañeros de clase, Katie decidió pedir ayuda a su madre para dar un giro a su vida.

Según informa el diario Daily Mail, Julieta decidió someter a su hija a una operación para implantarle una banda gástrica, convirtiendo a Katie en la británica más joven en someterse a una intervención de este tipo.

A pesar de la polémica que suscitó la operación de Katie, por su corta edad, su vida ha dado un giro de 180 grados. Cuatro años después de la intervención, la joven ha perdido más de 63 kilos y se ha convertido en una atractiva joven de 18 años.

Julieta recibió muchas críticas por someter a su hija a esta operación siendo tan joven pero, según el diario británico, Katie asegura que es lo mejor que ha hecho en su vida.

«No quiero ni pensar qué habría sucedido si no me hubiese operado. Aumentaba de peso a tal ritmo que probablemente ahora pesaría más de 120 kilos y no podría ni salir de casa», afirma la joven.

Katie fue la pionera, pero el número de adolescentes que se someten a estas operaciones se ha cuadruplicado en los últimos 3 años.

«Cuando Katie se sometió a la operación me llamaron mala madre», explica Julieta, «no tomé esa decisión a la ligera y ahora la vida de mi hija ha cambiado». «Hace cuatro años, mi hija casi no podía subir las escaleras, su confianza estaba por los suelos y pensaba que no tenía futuro. Me aterrorizaba pensar que iba a morir joven, ahora tiene un futuro feliz y saludable», afirma.

¿Qué es el By-pass gástrico?

El by-pass gástrico es una técnica que consiste en reducir la capacidad del estómago. De forma esquemática y resumida podríamos decir que a partir de un estómago normal se confecciona un estómago mucho más pequeño al que llamamos reservorio. Una vez creado este reservorio lo unimos al resto del intestino para permitir el paso de los alimentos.

¿CÓMO SE REALIZA?

El by-pass gástrico se puede realizar mediante abordaje laparoscópico, es decir, utilizando una microcámara que colocamos en el interior del organismo a través de pequeños orificios (vídeocirugía), evitando de esta manera realizar grandes incisiones.

¿CÓMO FUNCIONA?

El procedimiento consiste en dividir el estómago en dos partes, separándolas a través de grapas. El efecto neto de la operación es una técnica en la cual se deja un pequeño estómago de 15 a 30 ml. de capacidad, que se conecta directamente al intestino delgado y la comida pasa directamente a él disminuyendo así la absorción calórica. El objetivo que se consigue es que la cantidad de comida que se ingiere deba ser reducida al tener una bolsita mucho más pequeña.

¿PARA QUÉ PACIENTES ESTÁ INDICADO?

Se trata de una técnica especialmente recomendada para pacientes que padecen obesidad mórbida y malos hábitos alimentarios como picoteadores o golosos. Los resultados acostumbran a ser muy buenos, sin embargo es importante mantener controles médicos periódicos sobre los niveles de vitaminas y minerales.

PREOPERATORIO

Además de señalar los antecedentes médicos completos, el especialista puede necesitar realizar un examen físico completo para asegurarse que se encuentra en buen estado de salud antes de practicar la cirugía. Se le pedirá que ayune durante ocho horas antes de procedimiento. Si está embarazada o sospecha estarlo, debe notificarlo a su médico. También deberá avisar si es sensible o alérgico a algún fármaco, látex, yodo, cinta o agentes anestésicos.

DURACIÓN INTERVENCIÓN
Depende de cada individuo y la técnica utilizada. Entre 3 y 6 horas.

ANESTESIA
Se aplica anestesia general.

INCISIONES
Sin grandes incisiones.

HOSPITALIZACIÓN
Si la técnica se realiza por vía laparoscópica, normalmente el paciente puede ser dado de alta a partir del tercer día.

POSTOPERATORIO
El paciente recupera su actividad habitual y laboral en pocas semanas y puede comer una alimentación completamente normal.

CUIDADOS
El paciente recibe atención médica y dietética personalizada tras la intervención y durante el primer mes es controlado. En el Instituto Médico Europeo de la Obesidad recomendamos que al paciente que modificamos una ingesta de los alimentos, nos visite regularmente, incluso al cabo de los años. Durante las primeras semanas experimentará nuevas sensaciones porque deberá seguir una dieta líquida y de batidos.

RESULTADOS
Es el tratamiento más efectivo para llegar a perder más de 40 kilos de forma rápida. Muestra una baja de peso consistente del 65-70% del sobrepeso en 5 años de seguimiento. Los resultados más significativos se observan durante el primer año post cirugía.

EFECTOS SECUNDARIOS
Como en cualquier procedimiento quirúrgico, pueden surgir complicaciones. Algunas posibles son infecciones, coágulos de sangre, neumonía, úlcera hemorrágica o cálculos biliares.

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