9 recomendaciones de alimentación en viajes para las personas con diabetes

Obesidad y DiabetesEl verano es la época del año en la que más se viaja pero la planificación de estos viajessuele comenzar unas semanas o meses antes de su inicio, por eso, es necesario tener previstas muchas cosas, como los billetes de avión, la ruta, los hoteles o incluso renovar el pasaporte. Pero además, en el caso de las personas con diabetes también es inevitable pensar en algunos cuidados extra que hay que tener en cuenta para que durante el viaje no haya contratiempos relacionados con la enfermedad.

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En este sentido, Serafín Murillo, asesor en Nutrición y Deporte de la Fundación para la Diabetes, dietista-nutricionista e investigador del CIBERDEM, ha explicado que “en los viajes, la adaptación a la alimentación de cada país es sumamente compleja pues se consumen productos diferentes a los habituales, cocinados de otras formas a las que se está acostumbrado y, todo ello, solamente durante unos pocos días”. Así mismo, junto a la alimentación, Serafín Murillo ha calificado como aspectos básicos a tener en cuenta para una persona con diabetes la preparación previa así como el horario y la duración de los desplazamientos.

Por ello, la Fundación para la Diabetes, junto a su asesor en Nutrición y Deporte, ha elaborado una serie de recomendaciones sobre alimentación para las personas con diabetes con el fin de ayudarles a preparar su viaje de este verano de la forma más adecuada.

Información. En la fase previa al viaje es recomendable buscar toda la información necesaria sobre el tipo de cultura alimentaria existente en el país de destino. Por ejemplo, las personas que utilizan insulina rápida en cada comida pueden encontrar información sobre el contenido en raciones de hidratos de carbono de algunos alimentos más habituales en cada país.

 Desplazamientos. Los horariosde los desplazamientos pueden modificarse de forma imprevista debido a retrasos o cambios de última hora, por lo que es aconsejable tener a mano suplementos que contengan hidratos de carbono, en forma de líquido o de alimento sólido, como barritas o un pequeño bocadillo, para evitar problemas en los controles de los aeropuertos.

Educación diabetológica. Una de las bases de la alimentación en el tratamiento de la diabetes es saber reconocer aquellos alimentos que contienen hidratos de carbono y poder diferenciarlos de aquellos otros que prácticamente no los contienen. En este sentido, la Fundación para la Diabetes cuenta en su web con un amplio listado de alimentos que contienen hidratos de carbono y su cantidad.

Raciones de hidratos de carbono. Las raciones de hidratos de carbono también pueden variar según cada país. En España una ración contiene 10g de hidratos de carbono, mientras que en otros países como en Estados Unidos, México o gran parte de Lationamérica contiene 15g.

Etiquetado. Aprender a leer las etiquetas de los alimentos en otros idiomas es fundamental para poder identificar la palabra hidratos de carbono o carbohidrato en el idioma del país de destino.

Cantidad de hidratos de carbono. Es importante que la cantidad de hidratos de carbono sea similar a la que se toma de forma habitual. Con esto se consigue evitar desequilibrios en los niveles de glucemia.

Actividad física. En aquellas situaciones en las que se realiza más actividad física de lo habitual, como una ruta de trekking o la visita a una gran ciudad con largas caminatas, se puede incluir una cantidad de hidratos de carbono algo mayor, preferentemente en forma de alimentos de bajo contenido calórico como frutas o pequeños bocadillos, evitando la bollería. En este caso, se recomienda aumentar el número de controles de glucemia para adaptar el aporte de hidratos de carbono según sea la actividad que se realice.

Distribución. Otra dificultad añadida es la forma en que cada cultura alimentaria mezcla o distribuye los alimentos, lo que puede dificultar su identificación. Por ejemplo, en algunos países no se reparten los alimentos en porciones individuales, sino que se come directamente de un plato o fuente principal. En otros lugares, se toman pequeñas porciones de muchos alimentos (al estilo de las tapas españolas), lo que dificulta el control de la cantidad consumida. Si es posible, es mejor seleccionar la cantidad de alimento que se va a tomar y colocarla en un plato, pues esto ayudará a reconocer y medir de forma visual la cantidad.

Precaución. Durante los viajes pueden llegar a tomarse alimentos contaminados, dando lugar a alteraciones gastrointestinales. Esto puede causar un fuerte desequilibrio en los niveles de glucemia, con un aumento del riesgo de hipoglucemia. Para evitarlo, es recomendable tomar agua preferentemente embotelladay evitar los alimentos crudos (ensaladas o frutas), pues podrían haber sido lavados con agua contaminada.

Consejos para evitar la obesidad

Los nutricionistas y diferentes organizaciones insisten en la necesidad de controlar el sobrepeso y la obesidad para evitar las enfermedades cuyo porcentaje aumenta considerablemente por cada kilogramo de más. Las principales consecuencias, según la Organización Mundial de la Salud, son la diabetes, trastornos del aparato locomotor como la osteoartritis, una mayor incidencia de enfermedades cardiovasculares e, incluso, algunos cánceres como el de mama, colon, esófago, riñón o endometrio, principalmente.

Salamanca 24horas, por Javier Vicente

04_obesidadLa llaman la epidemia del siglo XXI. Es una enfermedad no dolorosa que puede traer otras mucho más peligrosas. Es un multiplicador de problemas. Por ello, todos los nutricionistas y diferentes organizaciones como la Organización Mundial de la Salud o el Instituto Médico Europeo de la Obesidad realizan una serie de consideraciones a tener en cuenta para evitar este problema cada vez más común.

A las ya conocidas medidas como la de comer equilibradamente y hacer ejercicio habitualmente, la OMS también pide a las diferentes administraciones que se involucren para promover los hábitos de vida más saludables haciéndolos más accesibles y baratos, y a la industria alimentaria que colabore reduciendo la grasa, azúcar y sal de los alimentos elaborados. Pero lejos de esto, ¿qué puedo hacer yo para evitar la obesidad?

Evita el exceso de cantidad y las comilonas. Cuanto más comas, más elástico se hará el estómago por lo que la sensación de saciedad llegará más tarde y cada vez se necesitarán mayores cantidades de comida.

Muchas veces, poca cantidad. Es preferible comer muchas veces a lo largo del día, de cinco a siete, que hacer solo tres comidas. Se evitará llegar con mucha hambre a las comidas.

No es lo mismo hambre que ansiedad. Hay que aprender a diferenciar el hambre fisiológico del psicológico. Puede aparecer hambre por estrés, depresión o aburrimiento, entre otros.

Combinar los nutrientes. Las dietas faltas de alguno de los llamados macronutrientes no son buenas. Hay que conseguir una dieta equilibrada que incluya hidratos de carbono, proteínas y grasas saludables.

Grasas saludables no son grasas saturadas. Hay que evitar, en la medida de lo posible, todo tipo de dulces e hidratos de carbono que no sean integrales.

Haz una planificación. Si sigues una dieta escrita, será más fácil evitar comer a deshoras algo que no debes.

Llévate comida de casa. Una pieza de fruta, un yogurt, una barra de cereales… Así evitarás las tentaciones de comprar a media mañana ese dulce.

La cafeína no es buena. Las sustancias psicoactivas no ayudan para adelgazar como se tiene pensado en algunas dietas. Estas sustancias, como también el té o las bebidas energéticas, provocan estrés, lo que aumenta la ansiedad y el hambre psicológico.

Chocolate, en su justa medida. No todas las sustancias malas son realmente malas. El chocolate puro puede ser consumido en muy poca cantidad, dos o tres onzas por día, por la misma razón que hay que evitar la cafeína. Produce bienestar y evita el estrés.

La relación entre dormir y comer existe. Cuanto menos se duerme, más horas de hambre hay al día y más hambre tienes. Numerosos estudios indican que hay que dormir de siete a ocho horas al día. Esto evitará ansiedad y quitará hambre.

Agua para el deporte. Para la sed, agua. La moda actual de tomar bebidas isotónicas después de practicar deporte no es buena desde el punto de vista de la obesidad. Las bebidas azucaradas suponen un importante aporte de calorías.

Nada de sedentarismo. Correr, nadar, bicicleta o incluso andar, pero algo. Los expertos cifran en mínimo 20 minutos diarios de deporte como forma imprescindible de rebajar las altas cifras de obesidad que existen. Unos 150 minutos a la semana es suficiente.

Pautas para perder peso

El Huffington Post ennumera algunas pautas para perder peso. Toma nota de estas 12 sencillas pautas, elaboradas por los expertos en nutrición.

a00594393 1611.- Evita el exceso de cantidad y las comilonas
Es un aspecto sumamente importante porque a más cantidad de alimentos por comida, más flexible y elástico se hace el estómago, encontrando la sensación de saciedad cada vez más tarde y necesitando cantidades mayores para eliminar la sensación de hambre. “Si acostumbramos al estómago a recibir las cantidades justas de comida, se volverá más rígido y nos será mucho más fácil controlar el apetito”, explica Rubén Bravo de IMEO.

2.- Muchas veces y poca cantidad
Es mejor comer de 5 a 7 veces al día que hacer solo tres comidas. Así nos aseguramos no tener tanta hambre y por tanto que la ingesta calórica sea menor.

3.- Distinguir entre el hambre y la ansiedad
El Instituto Médico Europeo de la Obesidad señala que no es lo mismo la necesidad fisiológica que el hambre originado por la ansiedad. Este es un hambre psicológico, nutrido muchas veces el estrés, la tendencia depresiva, la glotonería o el simple aburrimiento.

4.- Combinar los tres macronutrientes
Las comidas deben ser completas e incluir hidratos, proteínas y grasas saludables.

5.- Evitar los dulces…
… y los hidratos de carbono simples o refinados que no sean integrales.

6.- Planifícate
Si tienes tu menú organizado, es mucho más fácil evitar la improvisación cuando sentimos hambre y por tanto las calorías fáciles.

llevate la comida7.- Llévate la comida
Ya sea una pieza de fruta o un yogurt para media mañana o directamente la comida de mediodía. Así no caeremos en la tentación de ir a la máquina.

8.- Evita la cafeína
Suprimir la cafeína, el té o las bebidas energéticas ayudarán a mantener el estrés a raya y a controlar la cantidad de calorías ingeridas.

9.- Pequeñas dosis de chocolate
De la misma manera que evitar el café ayuda a limitar el estrés, también ayuda comer dos onzas de chocolate con 70% de cacao puro al día. Es un buena forma de potenciar nuestro bienestar emocional y disminuir la sensación de ansiedad.

10.- Dormir de siete a ocho horas al día
También como forma de evitar la ansiedad.

11.- Agua para la sed
Aplacar la sed con agua y no con bebidas azucaradas. Estas últimas suponen un aporte importante de calorías vacías de nutrientes.

12.- Ejercicio
Tampoco hace falta ir a nadar todos los días ni ponerse a correr si no lo has hecho nunca antes. Solo hace falta incrementar la actividad física y acabar con los altos datos de sedentarismo. Bastaría con salir a caminar una media de 150 minutos a la semana.