La obesidad es tan mala como la superpoblación

Ipsnoticias

Los estadounidenses representan casi un tercio del peso de la población mundial, Don HankinsEl consumo excesivo y la obesidad, sobre todo en los países industrializados, amenazan no solo la salud de los individuos, sino también la misma sostenibilidad de la Tierra, alerta un estudio presentado en la conferencia Río+20.

La investigación elaborada por la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (LSHTM, por sus siglas en inglés), y titulada «The weight of nations: an estimation of adult human biomass» (El peso de las naciones: Una estimación de la biomasa humana adulta), confirma que la población de Estados Unidos es la que presenta mayor sobrepeso del planeta.

De hecho, para que la población mundial tenga el mismo índice de biomasa entre personas de la misma edad que Estados Unidos, debería incrementarse en 58 millones de toneladas, lo que equivale a 935 millones de personas.

El aumento de la biomasa mundial por obesidad incrementa a su vez las exigencias de energía en 261 kilocalorías al día por adulto, lo que equivale a los requisitos de 473 millones de adultos.

El estudio, presentado este viernes 22 al cierre de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, conocida como Río+20, advierte que la energía necesaria para mantener la biomasa creada por la obesidad agrava los problemas ecológicos causados por el aumento poblacional.

Los investigadores calcularon la energía alimentaria requerida para sostener la biomasa usando una fórmula y datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Ian Roberts, profesor de epidemiología y salud pública en la LSHTM y autor del estudio, alertó que la obesidad es una amenaza tan grande para el ambiente como la superpoblación.

«La gente tiende a pensar que la mayor amenaza para el ambiente es la creciente población en los países en desarrollo. Pero esta medición de la biomasa es más relevante», dijo Roberts.

«Al considerar cuántas personas puede sostener el mundo, la pregunta no es cuántas bocas hay que alimentar, sino cuánta carne hay que alimentar», añadió.

El estudio estima el promedio de biomasa mundial en 62 kilogramos. Los estadounidenses y canadienses en conjunto pesan un promedio de 80,7 kilos, y los europeos un promedio de 70,1 kilos.

La investigación además señala que, a pesar de solo constituir cinco por ciento de la población mundial, Estados Unidos responde por casi un tercio del peso mundial debido a la obesidad.

En contraste, Asia es hogar de 61 por ciento de la población mundial, pero solo representa 13 por ciento del peso de los habitantes del planeta.

«La creciente biomasa tendrá importante consecuencias para las exigencias mundiales de recursos, incluyendo la demanda de alimentos y la huella ecológica general de nuestras especies», alertó Roberts.

El estudio sugiere que la tendencia mundial al aumento de la biomasa tendrá serias implicaciones en los recursos. El incremento del índice de biomasa recargaría las fuentes de energía del planeta en forma equivalente a la que lo harían 473 millones de personas.

La mayor demanda de comida disparará los precios de los alimentos. Dado el mayor poder de compra de los países industrializados, que también tienen un mayor promedio de biomasa, los peores efectos del aumento de precios los sufrirán los pobres del mundo.

El informe lamenta que el concepto de biomasa rara vez se aplique a la especie humana, aunque «las implicaciones ecológicas de la creciente biomasa son significativas y deben ser tomadas en cuenta a la hora de evaluar las futuras tendencias y la planificación de los futuros desafíos de recursos».

Roberts señaló: «Tratar la gordura de la población podría ser fundamental para la seguridad alimentaria mundial y la sostenibilidad ecológica».

El científico señaló que las personas hoy no necesariamente comen más que hace 50 años. El principal problema, dijo, es que «no movemos nuestros cuerpos tanto, pero estamos biológicamente programados para comer».

Para combatir esta tendencia a la inmovilidad, sugirió que los urbanistas conciban las ciudades de manera de hacerlas más fáciles de transitar a pie o en bicicleta.

«Todos aceptan que el aumento poblacional amenaza la sostenibilidad ambiental. Nuestro estudio muestra que la gordura de la población es también una gran amenaza», dijo Roberts.

«A menos que atendamos tanto el aumento de la población como la gordura, nuestras chances son escasas», alertó.

Cirugía bariátrica, una alternativa ‘de peso’ para controlar la obesidad

La obesidad es una enfermedad crónica de origen multifactorial que se caracteriza por la acumulación exagerada de grasa en el tejido subcutáneo y entre los órganos internos del cuerpo. Esta patología se convierte en el quinto factor de riesgo de muerte en el mundo, cada año fallecen por lo menos 2,8 millones de personas adultas como consecuencia del sobrepeso y la obesidad.

Vanguardia

cirugía de la obesidadSon muchos los factores que influyen en el paciente que se enfrenta a la obesidad, entre ellos se encuentran los hereditarios, familiares, físicos, ambientales, sociales y psicológicos. Estos factores, en conjunto con muchos otros, influyen en la persona causando un desequilibrio en el sistema básico de alimentación, ocasionando desórdenes que desencadenan la obesidad.

Sin embargo, hay enfermedades como las alteraciones endocrinas, que influyen en el metabolismo general y causan tendencia a la obesidad; por esto, deben ser identificadas y tratadas para equilibrar lo mejor posible el metabolismo y disminuir su acción.

El desorden de la alimentación, que es el resultado de la conjunción de los factores anteriores, es la principal causa de la obesidad. Por esto, es común que la persona con obesidad no controle los factores básicos de la alimentación que son: la cantidad, la calidad y la frecuencia en la toma de los alimentos, ya que se come sin medida, sin valorar el alimento y a cualquier hora del día, desencadenando la enfermedad y profundizando su permanencia.

Todo esto se asocia, además, a unos mínimos porcentajes de actividad física que con llevan a un nulo gasto de energía, haciendo que las calorías ingeridas no logren su gasto efectivo y se almacenen como grasa para incrementar los niveles de obesidad.

Las manifestaciones y formas del paciente con obesidad se identifican de varias maneras: obesidad global, cuando el evento se distribuye en toda la superficie del cuerpo y es la característica del súper obeso; de tipo ginecoide o en forma de pera, cuando la gordura es predominante en la mitad inferior del cuerpo, caderas, muslos y piernas, es la más frecuente en la mujer; de tipo androide o en forma de manzana, cuando está distribuida en la mitad superior del cuerpo, es decir, en la cara, cuello, brazos, tórax y abdomen, y es más frecuente en el hombre. Esta última se relaciona con una mayor acumulación de grasa visceral que tiene mayor incidencia en la enfermedad cardiovascular.

Complicaciones relacionadas con la obesidad

– Edad de 16 a 65 años.

– Porcentaje de sobrepeso mayor del 40%.

– Índice de masa corporal mayor de 40 kg/m2 o mayor de 32, si tiene problemas secundarios directamente de su obesidad.

– Tener más de cinco años de padecer obesidad.

– Haber intentado otros métodos no quirúrgicos para el control de su obesidad sin éxito.

– Riesgo quirúrgico bajo o disminuido.

– No adicción a drogas ni alcoholismo.

– Estabilidad psicológica ( no padecer ninguna enfermedad psiquiátrica)

– Entendimiento completo de todos los puntos del tratamiento.

– Disposición completa a seguir todas las instrucciones del médico.

– Visión positiva hacia el tratamiento.

Criterio de selección del paciente

La obesidad mórbida es la que engendra enfermedades y complicaciones que afectan la calidad de vida del paciente, su estabilidad física y psicológica, hasta llegar a poner en riesgo su vida.

Las consecuencias que la obesidad genera para la salud pueden ser o no evidentes. Existen personas con obesidad que no padecen enfermedades ni complicaciones físicas secundarias, en estos casos se puede aplicar un tratamiento a nivel preventivo, porque la obesidad llevará al paciente, irremediablemente, al deterioro de su calidad de vida y, tal vez, a una muerte temprana. Las siguientes son enfermedades y complicaciones relacionadas con la obesidad:

– Enfermedades y complicaciones cardiovasculares: hipertensión arterial, várices y flebitis, y esclerosis arterial.

– Complicaciones respiratorias: síndrome de insuficiencia respiratoria, apnea del sueño, somnolencia (sueño y cansancio por falta de oxígeno), bronquitis y acúmulo de secreciones pulmonares.

– Complicaciones digestivas: cálculos de la vesícula biliar, cirrosis del hígado y cáncer de colon.

– Complicaciones mecánicas: artrosis de la cadera, artrosis de las rodillas y artrosis y deformación de la columna vertebral.

– Complicaciones endocrinas o metabólicas: diabetes, trastornos de la menstruación en la mujer, impotencia en el hombre e infertilidad en la mujer.

– Complicaciones dermatológicas: infección con hongos, manchas rojas, irritación en las coyunturas y cortaduras.

– Trastornos psicológicos: dificultad para vestirse, imposibilidad para seguir la moda, estar expuesto a impertinencias de gente y repercusiones en la vida afectiva y sexual.

Indicaciones para la cirugía

Cumpliendo con los criterios de selección del paciente es posible ofrecer un tratamiento quirúrgico para esta enfermedad, que de no ser controlada adecuadamente puede producir severos problemas de salud, dado que es una enfermedad crónica y que genera un deterioro progresivo del paciente. Los criterios de selección de los pacientes diabéticos tipo II, candidatos para cirugía bariátrica son:

– Edad entre 19 y 70 años.

– Índice de masa corporal mayor de 32.

– Diabetes mellitus tipo II insulino requiriente por más de siete años.

– No control adecuado con tratamiento médico.

– Los pacientes de diabetes tipo I, es decir, quienes comienzan desde la juventud y dependen de la insulina permanente, no son candidatos para el tratamiento quirúrgico.

¿Se puede adelgazar mientras dormimos?

El insomnio se asocia con un aumento del perímetro de la cintura de 6.7 centímetros en los hombres y de 5.4 en las mujeres.

El País, Vanguardía de México

dormida_310513España. La población descansaba unas nueve horas en 1960; hoy, seis. El problema es que la carencia de sueño está relacionada con el aumento de peso, según varios estudios, entre ellos una revisión en 2008 de 30 trabajos de la Universidad de Warwick (Reino Unido).“Los niños que más duermen durante los primeros 11 años tienen menor riesgo de engordar. Además, en un experimento realizado a 68 mil 183 mujeres adultas, aquellas que pernoctaban cinco horas o menos ganaron 4,3 kilos más que las que dormían siete”, afirma Albert Lecube, coordinador de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición.

El insomnio se asocia con un aumento del perímetro de la cintura de 6.7 centímetros en los hombres y de 5.4 en las mujeres.

La leptina, que inhibe la sensación de hambre, y la grelina, que la estimula, son dos hormonas que se modifican de noche. Entre menos tiempo se duerma, se disminuye considerablemente la primera y, en cambio, la segunda se ve incrementada en forma proporcional.

A la rica proteína

La dieta de la noche (The Overnight Diet), creada por Caroline Apovian, directora de Nutrición del Centro Médico Boston, arrasa en EE UU.

Este método, se basa en la descomposición de los nutrientes y en el funcionamiento de la insulina, una hormona capaz de regular el almacenamiento de grasa.

Su teoría: cuanto más azúcar tenga una comida, más se intensifica esta hormona y más se engorda.

Esta dieta no mezcla hidratos de carbono con proteínas, porque juntos aumentan los niveles insulínicos.

El pescado, la carne o los huevos se reservan para la cena, menos un día a la semana en el que se consumen batidos proteínicos.

“Al descansar, el organismo gasta las reservas de glucosa y de grasa”, razona Paula Rosso, nutricionista de M+C. En la cena, están prohibidos azúcares y harinas.

“El organismo los transforma en grasa mientras se duerme”, dice Rosso. Al no tener reserva de carbohidratos al llegar a la cama, el metabolismo tira de grasas.

Cosmética de turno de noche

Existe la creencia de que aplicarse cremas anticelulíticas de noche es más efectivo que de día. ¿Mito o realidad?

“No hay evidencia científica, pero es lógico pensar que estar en reposo aumenta la acción de los anticelulíticos”, responde Lola Bou, miembro de la Academia Española de Dermatología.

Mientras pernoctamos, el flujo sanguíneo disminuye y esto hace que los ingredientes de los productos penetren mejor.

Además, la posición horizontal favorece la eliminación de líquidos y de residuos, lo que oxigena los tejidos y evita problemas de circulación y la piel de naranja. Un consejo: masajear bien la zona a tratar con la crema.

Acelerar el metabolismo

Debemos aumentar el metabolismo con el deporte. Después de ir al gimnasio, el organismo sigue quemando grasas y consumiendo calorías, incluso en reposo. “La clave está en realizar ejercicios de fuerza, como coger pesas y combinarlos con actividades de alta intensidad, como correr”, sugiere Jordi Notario, de Gimnasios Dir. También es importante reducir las calorías que se consumen para no generar reservas de grasa.

Diez datos sobre la dieta mediterránea

Muy interesante

El aceite-de-oliva es báscio en la dieta mediterranea¿Se puede perder peso durmiendo poco? ¿Engorda comer rápido? ¿Y comer delante de una pantalla? ¿Qué alimentos ayudan a adelgazar? ¿Cómo afecta la perdida de peso al cerebro? ¿Son buenas las dietas basadas en proteínas? Repasamos 11 estudios científicos recientes que deberías tener en cuenta a la hora de iniciar un régimen para perder peso.

Yogur y frutos secos. A largo plazo, comer yogur y frutos secos de cáscara dura, como las nueces o las almendras, ayuda a bajar de peso más que la fruta o las verduras, según se desprendía de un estudio llevado a cabo en la Escuela de Salud Pública de Harvard y publicado en la revista New England Journal of Medicine.

Sueño antigrasa. De acuerdo con un estudio de la Universidad de Chicago, mientras hacemos una dieta para adelgazar, dormir durante toda la noche hace que se pierda más cantidad de grasa. Concretamente, si reducimos nuestro sueño a sólo 5,5 horas perdemos el mismo peso que tras un sueño de 8,5 horas, pero la quema de grasas se reduce a la mitad.

Contra los antojos, imaginación. Un grupo de científicos de la Universidad Carnegie Mellon (Pittsburgh, EE UU) descubrió hace poco que, ante el deseo de comer chocolate y dulces, imaginarse tomando grandes cantidades de estos productos puede ser suficiente para calmar el apetito.

Bebe agua para adelgazar. Un ensayo clínico presentado durante un encuentro de la Sociedad Americana de Química (ACS por sus siglas en inglés) reveló que beber dos tazas de agua antes de comer ayuda a perder peso y combatir la obesidad.

Si comes no navegues. Comer delante de la pantalla de un videojuego o trabajando con el ordenador puede aumentar nuestro apetito a lo largo del día, fomentando el sobrepeso, según revelaba un trabajo publicado en la revista American Journal of Clinical Nutrition.

Los peligros de tomar sólo proteínas. La Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas desaconseja encarecidamente el «método» o «dieta» de adelgazamiento propuesto por Pierre Dukan ya que no existen pruebas que sustenten que una dieta con un mayor contenido en proteínas ayude a la pérdida de peso y el consumo prolongado de dietas pobres en carbohidratos y ricas en proteínas se asocia con un incremento en la mortalidad.

Échale pimienta… roja. Según una investigación de la Universidad de Purdue (EE UU), consumir pimienta roja de Cayena puede «ayudar a reducir el apetito y a quemar más calorías de lo habitual después de cada comida, especialmente si no solemos consumir esta especia regularmente», explica Richard Mattes, coautor del trabajo.

Atentos a las etiquetas. Leer las etiquetas de los alimentos que compramos nos ayuda a perder peso, de acuerdo con un reciente estudio de la Universidad Estatal de Washington publicado en la revista Journal of Consumer Affairs. Las mujeres entre 37 y 50 años son las que más han incorporado este hábito a la hora de hacer la compra.

Mejor pasar un poco de frío. Si te pones a dieta en invierno, no abuses de la calefacción. Según un estudio publicado en la revista Obesity Reviews, abusar de la calefacción en el invierno podría estar contribuyendo al aumento de la obesidad en Reino Unido, Estados Unidos y otros países desarrollados. Según los autores, reducir la exposición al frío reduce la necesidad de consumir energía para permanecer calientes y reduce la capacidad del cuerpo para producir calor.

¿Rápido o lento? Comer rápido, en comparación con hacerlo lentamente, reduce la segregación de unas hormonas que provocan la sensación de estar «lleno». La reducción de dichas hormonas nos llevaría a comer en exceso y, por lo tanto, a engordar, según un estudio reciente.

Perder peso mejora la memoria. Además de adelgazar, cuando pierdes peso mejora tu memoria y tu capacidad de concentración, de acuerdo con una investigación de la Universidad Kent State (EE UU). Según Johns Gunstad, coautor del trabajo, muchos facotres que acompañan a la obesidad – hipertension, diabetes tipo 2, apnea del sueño- están vinculados a daños en el cerebro, por lo que para el investigador es lógico que «si estos problemas desaparecen, la memoria funcione mejor».