De boxeador a obeso mórbido

Es la historia del púgil bonaerense Angel Martínez, quien llegó a pesar 300 kilos y sufrir serias complicaciones. Había salido de su casa gracias a la ayuda de Defensa Civil. Sin embargo, hoy recibe atención médica y, con mucho esfuerzo, se recupera en el marco de un programa provincial

El Día, diario de Argentina

El ex boxeador bonaerense Angel Jorge Martínez, hospitalizado hace 50 días con serias complicaciones de salud, tras llegar a pesar 300 kilos y ser auxiliado por personal de Defensa Civil, se recupera favorablemente en el hospital Bocalandro de Tres de Febrero ,donde recibe un tratamiento en el marco del programa provincial Alimentación Saludable.

Está en el hospital Bocalandro, uno de los 4 de la Provincia en los que ya se operaron más de 80 obesos en 6 meses, como parte del nuevo Programa de Alimentación Saludable. Los pacientes requieren una ardua preparación psicológica, actividad física y dieta estricta.

Angel José Martínez estaba tan mal que tuvo que ir Defensa Civil a sacarlo de su casa para trasladarlo hasta el hospital. Pesaba 300 kilos. Siete personas ingresaron a su habitación, donde estaba postrado, le ayudaron a sentarse en una silla de ruedas adaptada a sus dimensiones y lo subieron a la ambulancia.

Hoy, a un mes y 20 días desde su ingreso al hospital provincial Bocalandro de Tres de Febrero, Ángel, de 55 años, bajó más de 20 kilos y se prepara para una cirugía bariátrica “con la misma disciplina que tenía a los 19, cuando hacía boxeo amateur en la Federación Argentina de Box”. Por aquel entonces, rememora, “pesaba 78 kilos de ‘puro músculo’ y como mido 1,78 tenía un cuerpo perfecto”.

Tanto es así “que me sumaron al staff de modelos de Ante Garmaz”, cuenta Ángel sentado en la cama de la habitación del hospital y, enseguida, muestra las fotos que lo documentan para no dar lugar a los incrédulos.

Martínez es uno de los pacientes del nuevo *Programa de Alimentación Saludable* del ministerio de Salud de la Provincia que incluye, como parte del tratamiento, las cirugías bariátricas gratuitas.

Desde abril hasta ahora ya se hicieron 82 operaciones de este tipo en los hospitales Bocalandro de Tres de Febrero, El Cruce de Florencio Varela, San Martín y Gutiérrez de La Plata y otros 115 obesos mórbidos están en tratamiento y podrían ser candidatos a operaciones de este tipo, que achican la capacidad del estómago.

“Ante todo hay que tener en claro que estas operaciones son una herramienta más del tratamiento pero no constituyen soluciones mágicas”, advirtió el ministro de Salud de la Provincia, Alejandro Collia, quien promovió e hizo posible el traslado de Angel al hospital Bocalandro. Por eso, agregó, “en cada hospital donde se hacen estas operaciones el paciente es tratado por nutricionistas, psicólogos, fisioterapeutas, kinesiólogos y clínicos antes de entrar al quirófano”.

Adicto a la comida

“Si había pizza me comía cinco yo solo”, recuerda Ángel de sus épocas como cocinero en el club Primera Junta, de Capital Federal. Ya corría la década de 1980 y los tiempos de modelo, boxeador, vendedor y buscavidas tras quedar desocupado habían quedado atrás.

“La debacle empezó cuando entré a trabajar como cocinero en el club, a los 29 años”, cuenta. Para ese entonces ya estaba casado con Marisa, su actual mujer, y tenían dos hijas pequeñas. Dejó de hacer las 4 comidas diarias y las reemplazó por una suerte de banquete permanente: “Simplemente comía y tomaba gaseosa todo el día, desde que me levantaba hasta la madrugada, cuando salía del club”. Ocho meses más tarde ya no le entraban los pantalones.

Hace dos años todo empeoró, la compulsión a comer hizo que su peso trepe a 300 kilos, lo que le impidió moverse. Se instaló en la cama, cortó su vida social y cayó en una profunda depresión. Llegó un punto en que no podía ni levantarse para ir al baño y al moverse sentía que iba a morir asfixiado.

“Un día que estaba solo me caí de la cama, no pude levantarme y ahí dije ‘yo estoy reloco’, me sentí tan impotente, tan dependiente de los demás, tan destruido que quise morirme”, asegura. Desde ese momento se puso a dieta y algo logró, pero nada sustancial.

Desde hace un mes y medio, cuando Defensa Civil lo rescató, ingresó al Bocalandro sin poder caminar, con diabetes, hipertensión, úlceras en las piernas y pies. “Por la misma obesidad sufría de una inflamación de los testículos: parecían una pelota de fútbol cinco: el dolor era indecible”, enfatizó Ángel.

Tras haber bajado más de 20 kilos hoy dice que está comprometido con el tratamiento, que le volvió la disciplina de su juventud y que cuando el proceso termine “va a ser como nacer otra vez”.

Alberto Ferreres, el cirujano que estará a cargo de la cirugía bariátrica de Ángel, dijo que aún tiene que bajar varios kilos más para intervenirlo y que la operación se hará en dos etapas.

“Primero le colocaremos un balón gástrico que es un método reversible para que baje más de peso y recién en una segunda etapa evaluaremos la posibilidad de un by pass que, de todos modos, requiere de mucha disciplina en el postoperatorio”, dijo Ferreres.

Por eso la preparación psicológica de estos pacientes compulsivos es clave. En el hospital una psicóloga tiene dos encuentros semanales con Ángel y es monitoreado por médicos, kinesiólogos que le indican actividad física, y nutricionistas.

Come raciones de 1.800 calorías diarias que, por ejemplo, contienen a modo de almuerzo una hamburguesa, zanahoria hervida, caldo y dos gelatinas. Ángel no se queja y asegura que está motivado “para dar la pelea más difícil de su vida”.

¿Qué es la Banda Gástrica ajustable y cómo se implanta?

A continuación le mostramos un video ilustrativo elaborado por el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) que explica paso tras paso cómo se realiza la implantación de Bánda Gátrica.

Primero se accede al estómago a través de tres pequeñas incisiones. Se realiza la implantación mediante microcirugía laparoscópica. Después, el cirujano bariátrico posiciona la Banda Gástrica ajustable en la parte superior del estómago. El puerto de ajuste queda en región subcutánea para acceder a él con facilidad.

Finalmente se termina de implantar el anillo fijándolo al estómago.  Acto seguido, se aplica una solución salina que ajustará la banda al estómago. Posteriormente, la Banda ajustable permite regular los niveles de restricción alimenticia. De este modo el paciente se obliga a comer más despacio sintiendo antes la sensación de saciedad.

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Una menor de 100 kilos pide operación de estómago

Una chica de 14 años y 100 kilos de peso quiere someterse a una operación de reducción de peso, pero su padre se niega. ¿Lo conseguirá?

Fuente: Telecinco

Es la cuestión que se plantea el equipo en este programa de DE BUENA LEY de Telecinco. La hija de María y Pedro tiene 14 años y 100 kilos de peso. Su madre quiere someterla a una operación de reducción de estómago. Su padre se niega. La menor quiere operarse pero sus padres no se ponen de acuerdo.

En España, el 63% de los hombres y el 45% de las mujeres tienen sobrepeso. Pero más alarmante aún es que el 33% de los niños tienen muchos kilos de más, con los problemas de salud que esto conlleva.

María quiere que su hija deje de sufrir la discriminación por ser obesa, además de velar por su salud. Para Pedro, su hija tiene unos kilos de más y hay muchas dietas que probar. ¿Podrá la niña hacerse una reducción de estómago? Salud, felicidad y unos kilos de más… ¿Qué hacer en este caso?

Rubén Bravo, supervisor en nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), nos dará las claves en este caso. ¿Qué opinan los expertos sobre el sobrepeso de los españoles? ; ¿Vale cualquier dieta? ; ¿Por qué los niños de hoy tienen tanto sobrepeso?

Charo Reina y Marta López más enfrentadas que nunca en este caso donde la salud y la felicidad de una menor está en juego. ¿Son más felices los delgados? ; ¿Nos obsesiona el peso? ; ¿Qué serías capaz de hacer para perder esos kilos de más?

Gustavo Larraz tiene la difícil decisión en sus manos: ¿Podrá la hija de María y Pedro someterse a una reducción de estómago?

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Madrid Directo: Bárbara vence la obesidad

Bárbara Bautista vuelve al programa Madrid Directo quince meses después y con 67 kilos menos. Esta joven madrileña de 28 años, que ha llegado a pesar 150 kilos, pudo vencer la obesidad gracias a una banda gástrica que se implantado en el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO). «El objetivo para este año es llegar a mi peso normal, unos 68 kilos», señala la paciente. «Cuando conocía a Bárbara, ella llevaba una talla de ropa 64, ahora utiliza una 50», especifica Rubén Bravo, jefe del área de Nutrición y

Endocrinología de IMEO. Para ver el programa completo, pulsa PLAY.