Leches vegetales: ¿mejores que la leche de vaca?

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REDACCIÓN.-
En los últimos años las bebidas vegetales como la leche de soja, avena o arroz han experimentado un auge por considerarse más saludables que la leche de vaca. ¿Es cierto?  “La leche y los productos derivados son un grupo de alimentos muy completo y equilibrado, gracias a la diversidad de los nutrientes que aportan. Además de su contenido en proteínas con un alto valor biológico y minerales esenciales como el calcio”, explica Beatriz Castro Pérez, farmacéutica experta en Nutrición de la Farmacia Quintalegre, en Granada.

En su opinión, la leche de vaca es la mejor fuente de calcio frente a las conocidas como leches vegetales ya que su aporte nutricional es pobre. De hecho, las diferencias en su composición hacen que sea más adecuado referirse a ellas como bebidas. “En realidad, las bebidas vegetales no son comparables a la leche, si renunciamos a ésta, estamos renunciando a uno de los alimentos más completos que existen”, especifica Castro.

En cambio, Carmen Escalada, nutricionista clínica del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), considera que los productos de origen vegetal tienen algunas ventajas frente a la leche de vaca, sin olvidar que se tratan de alimentos con propiedades distintas. “Tienen un mejor perfil lipídico: presentan una menor cantidad de ácidos grasos saturados, mientras que su contenido en ácidos grasos insaturados es mayor”, detalla.

Esta experta también subraya que pueden ser una alternativa para las personas con alergia a la proteína de la leche de vaca o con problemas de estreñimiento aunque el porcentaje de fibra varía. “La bebida de soja contiene isoflavonas que pueden ser beneficiosas para las mujeres durante la menopausia y ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares”, añade Escalada.

Tipos de leches vegetales

A la hora de incluir una bebida vegetal en la dieta diaria es importante prestar atención a dos aspectos: la cantidad de azúcares añadidos y si está o no enriquecida con calcio y vitamina D. “Debemos fijarnos en que el calcio aparezca en una concentración mínima del 120mg/100ml y esté en forma de citrato cálcico así como descartar aquellas con más de 5gr/100ml de azúcares sencillos”, detalla la nutricionista de IMEO.

Otro factor a tener en cuenta es que estos productos contienen proteínas con menor valor biológico y los minerales presentes tienen una menor biodisponibilidad, es decir, el organismo los absorbe en menor proporción. Si por gastronomía o exigencias de una dieta vegana se optan por ellas, conviene consultarlo antes con un endocrino o nutricionista.

Leche de soja

Según Escalada, es la más semejante a la leche de vaca con un aporte similar de grasas e hidratos de carbono, además de ser la única con un nivel aceptable de proteínas. Como se ha mencionado, su mayor característica son las isoflavonas recomendadas para mujeres con menopausia y la prevención de enfermedades cardiovasculares.

Leche de avena

Aporta la mitad de proteínas que la leche de vaca aunque su aporte calórico es semejante al de la leche semidesnatada. En general, contiene poca grasa pero su aportación en micronutrientes es muy baja por la escasa presencia de la avena en la elaboración de estas bebidas.

Leche de arroz

Su principal ventaja es que es muy fácil de digerir y suele ser bien tolerada por aquellas personas con alergias o intolerancias alimentarias al no incluir gluten o lactosa. Sin embargo, carece de valor nutricional y contiene elevados niveles de azúcares añadidos.

Leche de quinoa

Al igual que la de arroz, es fácil de digerir porque no contiene lactosa ni gluten y, además, tiene un gran porcentaje de fibra, ácidos grasos esenciales como el omega 3 y 6 y más proteínas que otras bebidas vegetales.

 

Leche de sésamo

Es apta para celiacos, intolerantes a la lactosa y personas con colesterol. “Al obtenerse de las semillas de sésamo o ajonjolí es rica en ácidos grasos insaturados y minerales como el hierro o el zinc”, señala Escalada. Sin embargo, esta nutricionista aconseja evitarla si existen problemas digestivos como la diarrea o los divertículos así como en el embarazo porque tiene lignano, un ingrediente actualmente sometido a estudio.

Leche de trigo sarraceno

Según Castro esta bebida es rica en carbohidratos, vitaminas del grupo B, tritófano y magnesio. También es una fuente de antioxidantes, beneficioso para pacientes con problemas como hipertensión o altos niveles de colesterol.

 

Leche de frutos secos

En este grupo se engloban bebidas de almendra, avellana o nueces que aportan ácidos grasos insaturados, vitaminas, minerales y fibra. En cambio, estos productos apenas tienen calcio, hierro, sodio y proteínas mientras que les añaden muchos azúcares. Tampoco hay que olvidar que los frutos secos son uno de los alimentos que más alergias producen.

Leche de coco

Es la bebida de origen vegetal más calórica con gran cantidad de grasas saturadas e hidratos de carbono y se obtiene al triturar la carne del coco maduro. Como punto positivo, en su composición se encuentran vitaminas del grupo B, fibra y minerales como el calcio, el fósforo o el magnesio. En cualquier caso, no se recomienda su consumo diario.

Leche de cáñamo

Se obtiene de la mezcla de semillas de cáñamo molidas y agua. “Su principal ventaja es que tienen ácidos grasos omega 3 y omega 6 que actúan como antiinflamatorios naturales, por lo que resulta útil en enfermedades como la artritis o dermatitis. Es importante saber que las semillas de cáñamo apenas contienen cannabinoides ni THC, por lo que no tienen los efectos hipnóticos de la marihuana”, comenta Escalada. En este caso, Castro destaca que su valor nutricional es escaso por lo que no hay evidencia de sí existen contraindicaciones.

Ambas expertas coinciden en que existen etapas de la vida como la infancia en que las no se debe prescindir de la leche de vaca ya que es esencial para el desarrollo cognitivo y el fortalecimiento de la estructura ósea y muscular.

Fuente: CuidatePlus

Leches vegetales: propiedades y beneficios

Clarin, por Alicia Crocco
funcionamiento-minerales-necesario-musculos-cardiovascular_CLAIMA20160531_0117_28Las leches vegetales son muy nutritivas y constituyen una excelente opción para remplazar las bebidas azucaradas. En este sentido se las puede considerar un alimento muy valioso, no obstante lo cual hay que recalcar que no deben sustituir los lácteos en el aporte de calcio.

¿Algunas de sus propiedades? Son fácilmente digeribles. Elaboradas con agua, no contienen colesterol ni lactosa: las pueden consumir quienes tienen intolerancia o alergia a estas dos sustancias.

Presentan menos grasas que la leche de vaca, y entre éstas se encuentran las grasas saludables (mono y poliinsaturadas), que favorecen la función cardiovascular.

Son ricas en vitamina B, esencial para el correcto funcionamiento cerebral, y en minerales como el potasio, necesario para la función cerebral, los músculos y la función cardiovascular.

Bajas en sodio, constituyen una excelente opción de bebida para los hipertensos. Son también bajas en calorías.

Son ideales para personas que presentan colon irritable, constipación, digestiones lentas, intolerancia a la lactosa.

Ricas en fibra, son beneficiosas para evitar el estreñimiento, las digestiones lentas, el colon irritable y la diverticulitis.

Advertencias:

– Calcio: no es tan absorbible como el que se obtiene de la leche de vaca.

– Proteínas incompletas: no presentan todos los aminoácidos esenciales, a diferencia de la leche de vaca, un dato fundamental que deben tener en cuenta quienes utilizan estas bebidas como reemplazo de los lácteos. Esta advertencia es crucial en chicos y jóvenes: los lácteos son los que aportan el calcio de mayor absorción, necesario para el crecimiento y desarrollo en las dos etapas más fundamentales de la vida (niñez y adolescencia).

Cómo nos benefician

A continuación, los beneficios que aportan tres de estas bebidas, además de los que comparten con todas las llamadas «leches vegetales».

Leche de soja

Leche-soja_CLAIMA20160527_0157_17Se elabora a partir de la soja remojada y triturada con agua y en muchos productos se encuentra saborizada. Con soja se elaboran también alimentos como el tofu o la yuba.

La soja es la única legumbre que tiene todos los aminoácidos esenciales que el organismo necesita. Se digiere fácilmente y contiene:

– Lecitina: favorece la circulación sanguínea, con lo cual previene enfermedades cardiovasculares.

– Isoflavonas: estrógenos vegetales con menor acción que los verdaderos estrógenos corporales. Hay teorías que le atribuyen un mecanismo protector frente al cáncer de mama. Además, son beneficiosas para la prevención de otras enfermedades.

– Proteínas: su contenido es similar al de la leche de vaca.

– Vitamina E y vitaminas del complejo B (especialmente B6 y ácido fólico), fósforo, magnesio, hierro, ácidos grasos omega 3, cantidades mínimas de grasas saturadas.

– Calcio: muchos productos se encuentran fortificados con carbonato de calcio en cantidades similares a las encontradas en la leche de vaca. No obstante, el calcio presente en esta bebida es de baja disponibilidad; esto significa que no se absorbe como el que proviene de la leche de vaca. De ahí la importancia de aclarar que no es un correcto reemplazo de calcio en lugar del de la leche de vaca.

¿Quiénes la pueden consumir y quienes no?

Jóvenes, adultos, adultos mayores, diabéticos e  hipertensos. Su consumo debe ser moderado y -vale la pena reiterarlo- no debe reemplazar a la leche de vaca por la cantidad de calcio.

No se recomienda en niños menores de 5 años.

Bebida de avena

Avena1_CLAIMA20160527_0246_17Se obtiene a partir de la cocción de los granos de avena enteros, molidos, limpios y triturados y contiene:

– Fibra soluble beta-glutano: pesenta la misma acción que realizan los lactobacilos. Es más adecuada que la bebida de arroz para disminuir el colesterol y en los casos de intolerancia a la lactosa. Al presentar fibra y grasas insaturadas (las buenas omega 4), favorece la disminución del colesterol malo (LDL) y aumenta la fracción buena HDL.

– Pobre en proteínas: la leche de vaca presenta 6 gramos de proteínas por cada vaso y esta bebida contiene solo 2 gramos por vaso.

– Rica en vitaminas B1, B2, B5 y B6: favorece el sistema nervioso por la presencia de avenina, un alcaloide que tiene acción tranquilizante. Además contiene vitamina E.

– Hierro, magnesio, zinc y manganeso.

Es Ideal para disminuir la ansiedad, el estrés, el insomnio y alteraciones digestivas producidas por nervios. También beneficia a deportistas y a personas de la tercera edad que sufren desgaste físico.

La avena es un cereal que ocasiona menores reacciones alérgicasque el trigo, la cebada o el centeno. Contiene avenina y no gliadina. Por eso, las personas sensibles al gluten que toleran la avenina y no la gliadina pueden tomar leche de avena.

Bebida de almendras

Leche-almendras_CLAIMA20160527_0158_17– Bajo valor calórico: 1 taza aporta sólo 30 calorías sin el agregado de azúcar.

– Vitaminas D, A, B2. Esta última favorece la salud de las uñas y el cabello y que la hidratación de la piel.

– Ácidos grasos omega 6.

– Minerales como el zinc, el magnesio y el potasio. Este último es ideal para casos diarreicos, vómitos y en terapias donde se pierda potasio (tratamientos con diuréticos).

– Es una bebida astringente.

– Sin gluten: apta para celíacos.

– Baja los niveles de glucemia.

– Disminuye el colesterol malo (LDL) y los triglicéridos y aumenta el colesterol bueno (HDL).

– Vitamina E: sustancias antioxidantes naturales, que ayuda a retrasar los procesos de envejecimiento celular y a prevenir el cáncer, siempre y cuando se verifique en el rótulo la no existencia de aditivos cancerígenos.

Contraindicaciones

– No pueden consumir esta bebida quienes sean alérgicos a las frutas secas.

– En aquellos que tienen alteraciones de las glándulas tiroides (causan bocio), ya que contienen sustancias químicas naturales que pueden inhibir la absorción adecuada y el aprovechamiento del yodo y esto puede dañar las glándulas.

– El consumo excesivo de almendras puede ocasionar tumores debido a que los productos químicos presentes en estos alimentos, que bloquean el yodo. Esto no sucede en personas sanas, sin patologías de tiroides, ya que los bociógenos son beneficiosos para el sistema inmunológico.

– No hay que administrarla a bebés, ya que no aporta los nutrientes necesarios y ocasiona complicaciones perdurables en la salud.

– Supervisar siempre las etiquetas nutricionales, para verificar que no presenten aditivos cancerígenos que además producen inflamación.

Las bebidas de almendras y ciertos lácteos pueden tener en su composición química un aditivo potencialmente cancerígeno llamado «carragenanos» extraído de las algas rojas de mar. Se utiliza mucho en la industria alimentaria para aglutinar, espesar y estabilizar muchos alimentos.

La carragenina (E- 407) tiene la desventaja de actuar como una sustancia potencialmente inflamatoria. Se ha comprobado su capacidad de inflamación en animales de laboratorio. Sin embargo, la Agencia de Seguridad Alimentaria de EE.UU. (FDA) afirma que es un producto seguro.

Alimentos para no sufrir la menopausia

EFE / Mujer hoy, por Isabel Martínez Pita

Mujer y menopausiaLa mayoría de los ginecólogos y endocrinólogos aún no recetan a sus pacientes una terapia basada en la dieta para disminuir los “golpes de calor” “sofocos” o “calores” climatéricos y contrarrestar los posibles trastornos de la salud que puede ocasionar la menopausia. Pero hay evidencias científicas que sugieren que la alimentación puede ser tan eficaz como los suplementos hormonales para controlar estos desórdenes.

Los expertos que están a la vanguardia de las investigaciones sobre la menopausia ya admiten que las pautas de alimentación pueden explicar porqué las mujeres de algunas culturas asiáticas son menos propensas a sufrir los episodios de calor que suelen padecer las mujeres occidentales, como consecuencia de la cesación natural de la menstruación a determinada edad.

Las mujeres asiáticas tampoco parecen sufrir los efectos posmenopáusicos de largo plazo relacionados con la disminución de los niveles de estrógenos en el organismo, ya que se hayan mucho menos propensas a padecer trastornos cardíacos y fracturas de cadera, en comparación con las mujeres del mundo occidental.

Una alimentación más vegetariana, que incluya comidas de soja, tiene un alto contenido de una serie de compuestos naturales denominados fitoestrógenos, los cuales son transformados en el intestino en sustancias similares a las hormonas que el organismo femenino puede “confundir” con los estrógenos.

Las principales fuentes de fitoestrógenos son las comidas de soja, como el “tofu” (requesón de soja) y la leche de soja, así como los cereales enteros, con su salvado, y el germen de lino. Las frutas y verduras contienen estas sustancias en menores cantidades.

Según los expertos, no se trata de consumir grandes cantidades de fitoestrógenos. La dieta de las mujeres asiáticas contiene un promedio de 100 gramos de comida de soja al día, lo que les aporta de 25 a 40 miligramos de isoflavonos, uno de los principales grupos de fitoestrógenos. En cambio, las mujeres de los países desarrollados consumen mucho menos isoflavonos.

Algunos especialistas incluso advierten de que las comidas que contienen fitoestrógenos pueden llegar a ser muy potentes y a tener efectos similares a los de un medicamento.

Como el papel de los fitoestrógenos nutricionales en la salud todavía es un área de investigación relativamente nueva, los científicos están estudiando cuál es su proporción en los distintos tipos de comida de soja y cuál es la dosis diaria ideal para la salud.

Ingerir una o dos pequeñas raciones cotidianas de alimentos de soja como el “tofu” es un objetivo razonable para diseñar una dieta bien balanceada y saludable, según los nuevos nutricionistas.

Además de este rasgo característico de muchas dietas asiáticas, los investigadores han observado que cuando las mujeres de aquellas culturas, con alrededor de 50 años de edad, gozan de una salud fuerte y robusta, sus dietas contienen muy pocas proteínas animales y son extremadamente bajas en sustancias grasas, sobre todo las saturadas.

En los países donde la ingestión de proteínas, sobre todo las de origen animal, es más baja, se registra una menor incidencia de las fracturas de cadera, comparado con la población de las naciones occidentales, según un estudio del médico estadounidense Mark Messina, especialistas en dietas de soja.

Según este experto, este efecto “osteoprotector” puede deberse a que las proteínas de soja influyen en que el organismo pierda menos calcio a través de la orina.

Diversos estudios científicos demuestran que los requerimientos diarios de calcio de un organismo sano se sitúan en torno a los 1.500 miligramos. Por eso resulta aconsejable tomar algún suplemento de este mineral, como el citrato de calcio (sólo), o el carbonato cálcico (junto con las comidas).

Para lograr una mejor absorción del calcio es conveniente distribuir la ingestión diaria de esta sustancia (tanto la que proviene de los alimentos como la de los suplementos), a lo largo de la jornada, de modo que no se tomen más de 500 o 600 miligramos de una sola vez.

Después de la menopausia, la mujer no requiere las mismas cantidades de hierro. A partir de los 50 años, el aporte nutricional recomendado desciende desde los 15 miligramos hasta los 10 miligramos, con lo que desaparece una de las principales razones que tenía para comer carne, la cual aporta hierro.

Además, comparada incluso con la carne roja más magra, las comidas de soja -que de por sí representan un excelente sustituto de la carne-, tienen un contenido más bajo de grasas saturadas.

Apenas el 14 por ciento de las sustancias grasas presentes en la mayoría de los “tofu” son saturadas, y las versiones “ligth” o de “bajas calorías” de este producto tienen aún menos grasa. Algunas marcas comerciales, incluso brindan una considerable dosis de calcio adicional, debido a que su “tofu” está elaborado con granos de soja que contienen compuestos cálcicos.

No obstante, algunas comidas como las hamburguesas vegetarianas o las de soja, no son tan favorables, ya que se elaboran con “proteínas de soja concentrada”, las cuales casi no contienen los benéficos isoflavonos.

Las ventajas de que una mujer con menopausia adopte una dieta de tipo asiático todavía deben demostrarse, pero muchos de sus componentes nutricionales ya han sido identificados por los expertos como algunas de las llaves para prevenir el cáncer, por lo que no está de más intentar “matar dos pájaros” de un tiro.

Aunque todavía hay que efectuar más investigaciones para confirmar definitivamente que la comida puede influir en la menopausia femenina, algunos especialistas creen que la alimentación asiática clásica puede guardar claves importantes en este sentido y sugieren llevar una dieta que contenga menos del 20 por ciento de calorías en materia grasa, tenga un contenido reducido de carnes, y sea rica en variedad de frutas, verduras y cereales completos, los cuales son fuentes abundantes de fitoestrógenos,

Además debe incluir al menos una pequeña ración al día de “tofu” u otra comida a base de soja.

Las comidas “ardientes”, tanto las calentadas al fuego como las condimentadas con pimienta o picantes, elevan la temperatura del cuerpo y producen una oleada de calor que ruboriza la cara y el pecho. El alcohol y la cafeína también pueden causar rubores.

Por ello, los expertos recomiendan a las mujeres con menopausia evitar la ingestión, tanto de las comidas que elevan el calor corporal, como la de café, té, refrescos y chocolate.