Cómo cuidarse y engordar menos tras la menopausia

La menopausia es un punto de inflexión para las mujeres. Para no ganar peso y mantenerse vital, expertos recomiendan «sencillos» cambios en la alimentación y actividad física.

Efe / Terra

menopausia y sobrepeso, foto ThinkstockLa mujer de hoy tiene mucho terreno ganado en comparación con sus antecesoras, ya que puede ser madre a una edad muy superior a la de hace décadas y «borrar» las arrugas de su cara para aparentar ser más joven. Aunque los avances médicos no han podido detener el reloj biológico que marca la inevitable llegada de la menopausia en torno a los cincuenta, señalan desde el Instituto Médico Europeo de la Obesidad, IMEO.

Según este instituto, los «cincuenta» son un punto de inflexión para “ellas” en términos de sobrepeso ya que, a medida que aumenta la edad, se hace más pronunciada la tendencia a engordar, aunque se mantengan prácticamente los mismos hábitos y dieta.

El grupo de investigación de este organismo ha efectuado un estudio con 126 pacientes para determinar cuánto peso ganan las mujeres entre los 45 y 54 años, comprobando que esas edades, es decir durante la perimenopausia y la menopausia, incrementan una media de 7 kilos su peso inicial y que, al menos la mitad de este exceso, se concentra en la zona abdominal.

«La migración de grasa en la mujer hacia la cintura se relaciona con una mayor incidencia de diabetes, hipertensión, sobrepeso y obesidad en esta etapa», apunta Rubén Bravo, supervisor del estudio y del departamento de nutrición del IMEO.

Según Bravo, cuando comienza la perimenopausia, normalmente entre los 45 y 50 años, “el sistema endocrino de la mujer experimenta una hipofunción en alguna de sus glándulas, disminuyendo en varias de las hormonas, como la tiroidea, que controla nuestro gasto metabólico, o la hormona de crecimiento, provocando una disminución de la masa muscular”, añade.

Además, en esta etapa, los estrógenos y la progesterona disminuyen, por lo tanto la tendencia de acumular grasa se empieza a notar cada vez más, explican desde el IMEO.

Control desde los 45

«A partir de los 45, la mujer empieza a perder parte de su masa muscular, la cual es una beta de oro que resulta imprescindible mantener en cualquier edad, pues es la responsable del 70 por ciento de nuestro consumo calórico diario», remarca Bravo.

cuidado psucilógico en la menopausia, foto Thinkstock«Por esta razón, recomiendo que acuda a un nutricionista especializado en menopausia, ya que se necesita una dieta orientada a mantener esta masa muscular», añade.

Para atajar el sobrepeso en la menopausia, desde el IMEO aconsejan reducir el consumo de grasas saturadas presentes en lácteos enteros, carnes grasas, embutidos, bollería, salsas o ‘snacks’, para evitar la subida del colesterol.

«Los cereales deben consumirse siempre integrales y no refinados, ya que el exceso de índice glucémico de cereales refinados también facilita la formación de depósitos de grasa a nivel abdominal», según Bravo.

Para este experto “el consumo de omega 3, contenido en el pescado azul y los frutos secos como las nueces, resulta esencial en esta etapa, tanto por su actividad antiinflamatoria, como para prevenir la subida del colesterol sanguíneo producto del aumento de la masa grasa abdominal”.

Tratamientos naturales

Los tratamientos naturales hacen la menopausia más llevadera y ayudan a recuperar la vitalidad, según el IMEO, que sugiere a la mujer optar por una terapia nutricional combinada con fitoterapia, para ayudar a corregir el déficit hormonal, siempre y cuando no haya contraindicaciones médicas.

Entre las plantas y remedios naturales más utilizados para la menopausia, y que según el caso ayudan a reducir los sofocos, el cansancio y la sequedad de la piel, así como a prevenir las dolencias cardiovasculares, la osteoporosis,  la artrosis, la depresión, el nerviosismo y la falta de deseo sexual, figuran los Omega 3, el lúpulo, la cimífuga, la maca andina, el dong quai, el aceite de onagra y las isoflavonas de la soja, según el IMEO.

“El nexo de unión entre la falta de vitalidad y la tendencia al sobrepeso en la menopausia está en la disminución de la tasa metabólica y su efectividad para utilizar las grasas como fuente de energía”, explica Rubén Bravo.

MENÚ DIARIO PARA EL BIENESTAR

Rubén Bravo proporciona un ejemplo del menú ideal para no engordar y mantener la vitalidad durante la menopausia:.

DESAYUNO.
– Una rebanada de pan integral con una cucharada sopera de aceite de oliva y 3 lonchas de jamón ibérico/serrano.
– Un vaso de leche semidesnatada enriquecida con calcio y vitamina D.
– Un puñado de cerezas.

MEDIA MAÑANA.
– Un puñado de fresas con yogur natural edulcorado.
– Una infusión de Cola de Caballo para mejorar la retención de líquidos.

COMIDA.
– Ensalada de espinacas con 5 anchoas, dos biscotes de pan integral rotos, un huevo duro, tomate, cebolla y 5 aceitunas. Aliñar con una cucharada sopera de aceite de oliva.
– 4 Sardinas a la plancha.
– Un yogur de soja enriquecido con calcio.

MERIENDA.
– 2 nueces.
– Descafeinado con leche semidesnatada.
– 1 Natillas de cacao si azucares añadidos.

CENA.
– Un caldo de verduras.
– Media ración de sepia a la plancha con ajito y peregil.
– Media ración de lacón con pimentón y aceite de oliva.
– Una copa de vino tinto.
– 2 onzas de chocolate negro +70% de pureza.
– Una infusión relax/sueño.

Ejercicio tonificante y divertido

Según este experto, este fenómeno lo provocan  principalmente la reducción de la masa muscular, e indirectamente la bajada progresiva de hormonas relacionadas con el metabolismo lipídico y la sensación de vigor y vitalidad, como son la DHEA, la hormona de crecimiento, los estrógenos y la progesterona.

Para perder los kilos que se ganan en la menopausia, Bravo recomienda ponerse en manos de un especialista o un centro especializado en pérdida de peso para pacientes con menopausia, enfocado en adelgazar, mejorar la masa muscular, equilibrar el perfíl emocional y  un libro personalizado de instrucciones nutricionales y de nuevos hábitos, que le permita mantener su peso, y controlar los síntomas en su nuevo estilo de vida.

El arsenal terapéutico disponible para conseguirlo incluye el tratamiento multidisciplinar de nutrición, la suplementación ortomolecular, la homeopatía, un entrenador personal, un psicólogo, un médico endocrino y el tratamiento estético localizado, según el portavoz del IMEO.

Según Bravo desde un tratamiento multidisciplinar también se  pueden prevenir perfectamente las enfermedades y problemas asociadas a la menopausia como la osteoporosis, el riesgo cardiovascular, el deterioro cognitivo, artrosis o reuma.

«Para mantenerse delgada y vital en esta etapa de su vida, a la mujer le conviene aumentar su actividad física combinando ejercicios tonificantes, como el método Pilates o el yoga, con aeróbicos divertidos como la ‘zumba’, ‘aerobox’ o ‘bodypump’», añade.

Según Bravo, esta combinación de ejercicios no solo ayudará a mejorar el tono muscular y las articulaciones de la mujer, sino que también contribuirá a mejorar su perfil metabólico, algo clave para «quemar” las grasas intraabdominales y reducir la retención de líquidos.

«Por otro lado esta mezcla de actividades físicas influirá directamente y de forma positiva, en su perfil emocional, porque muchos estudios indican que estar en movimiento favorece el tratamiento de la ansiedad y la depresión, tendencias comunes en esta etapa de la vida de las féminas», según Bravo.

15 datos sobre salud de la mujer

Aunque las mujeres tienen mayor esperanza de vida que los hombres en la mayoría de los países, la desigualdad hace que su calidad de vida sea inferior. La discriminación sexual genera muchos peligros para la salud de las mujeres, tales como la violencia física y sexual, las infecciones de transmisión sexual, el VIH/SIDA, entre otras. Fuente: OMS.

1. Falta prevención
El cáncer de cuello de útero, el de mama y los trastornos mentales, que son algunas de las principales causas de muerte entre las mujeres, podrían reducir sus tasas de mortandad con algo tan simple como la prevención. Pero aún prevalecen prejuicios que dificultan la transparencia de la información y el acceso tan necesario a las pruebas de diagnóstico.

2. Abuso de sustancias
Las tasas de tabaquismo tienden a ser 10 veces mayores en los hombres que en las mujeres. Sin embargo, el consumo de tabaco entre las mujeres jóvenes de los países en desarrollo está aumentando rápidamente debido a enérgicas campañas comerciales dirigidas a las mujeres (algo similar ocurre con el consumo de alcohol). OMS también asegura que las tasas de éxito del abandono del hábito son menores en las mujeres y las recaídas son más frecuentes que en los hombres.

3. VIH/sida
El 61% de los adultos infectados por el VIH en el África subsahariana son mujeres. En el Caribe, la proporción de mujeres infectadas es del 43%. Aunque menor, el número de mujeres infectadas también está en aumento en América Latina, Asia y Europa Oriental.

4. Papiloma y cáncer
El Virus del Papiloma Humano (HPV) causa el 99% de los casos de cáncer de cuello de útero, que a su vez es el segundo cáncer que más afecta a las mujeres en todo el mundo. Se calcula que este virus afecta a cerca del 80% de las mujeres alguna vez en la vida. Hay vacunas para algunos tipos de este virus que algunos países administran gratuitamente a las jóvenes aún no sexualmente activas. A pesar de que pueden salvar vidas, en países como EE.UU. han generado polémica por «incitar» a conductas sexuales «poco responsables».

5. Violencia machista
El 35% de las mujeres padecerán violencia machista a lo largo de su vida (incluida la psicológica), algo que les dejará consecuencias que pueden ser físicas o psicosociales. Entre un 15% y un 71% de las mujeres han sufrido violencia física o sexual infligida por su pareja en algún momento de sus vidas.

6. Abuso sexual
Algunos estudios revelan que hasta un quinto de las mujeres refieren haber sufrido abusos sexuales antes de los 15 años. Estos abusos, que se dan en todas las clases sociales y en todos los niveles económicos, tienen graves consecuencias para la salud de la mujer, ya sea en forma de embarazos no deseados o de infecciones de transmisión sexual, depresión o enfermedades crónicas.

7. Menores
Aunque los casamientos a edades tempranas están disminuyendo, se calcula que 100 millones de niñas se casarán antes de los 18 años a lo largo de los próximos 10 años. Esto representa un tercio de las adolescentes de los países en desarrollo (excluida China). Las niñas que se casan jóvenes a menudo carecen de conocimientos sobre el sexo y el riesgo contraer el VIH/SIDA y otras infecciones de transmisión sexual.

8. Embarazo adolescente
Cada año 14 millones de adolescentes se convierten en madres. Más del 90% de estas madres muy jóvenes viven en países en desarrollo.

9. Complicaciones en embarazo y parto
Diariamente, 1600 mujeres y más de 10.000 recién nacidos mueren de complicaciones prevenibles del embarazo y del parto. Cerca del 99% de la mortalidad materna y del 90% de la mortalidad neonatal se produce en el mundo en desarrollo.

10. Problemas psicológicos
Las mujeres predominan entre las personas afectadas por los desórdenes más comunes, como la depresión, la ansiedad y las dolencias psicosomáticas. Para la OMS, esta predominancia femenina se debe a desequilibrios como la violencia contra las mujeres, disparidad en la renta (las mujeres son más pobres) y de poder (por la subordinación de la mujer) y la responsabilidad por el cuidado de los otros.

11. Depresión
La depresión, por ejemplo, es el doble de habitual entre mujeres que entre hombres. No solo es más común, sino más persistente.

12. Trastornos alimenticios
Trastornos como la anorexia y la bulimia afectan principalmente a las mujeres, aunque no solo a ellas. La ansiedad está entre las muchas causas, pero además, asociaciones de pacientes y familiares han denunciado en numerosas ocasiones que el uso constante, sexualizado e idealizado de la imagen de la mujer en medios, publicidad o pasarelas supone un riesgo para la salud.

13. Enfermedades cardiacas
Aunque son un problema tradicionalmente «masculino», las enfermedades cardíacas son las que más matan a las mujeres en todo el mundo, dice la OMS. Varios factores contribuyen a la alta tasa de dolencias del corazón entre las mujeres, como la menopausia, la obesidad, la diabetes, el estrés y el tabaquismo.

14. Discapacidad visual
El riesgo de discapacidad visual es significativamente mayor en la mujer que en el hombre a todas las edades y en todo el mundo. A pesar de ello, las mujeres no tienen el mismo acceso al tratamiento de las enfermedades oculares, a menudo por la imposibilidad de viajar sin compañía hasta los servicios de salud y por las diferencias culturales con respecto a la percepción del valor de la cirugía o de otros tratamientos para las mujeres.

15. Las mujeres duermen peor
Los problemas para dormir son comunes a cualquier edad, pero más en las mujeres. Los cambios hormonales de los ciclos menstruales o la menopausia serían solo parcialmente responsables. Los trastornos del sueño están asociados con una baja calidad de vida, enfermedades crónicas y uso de medicamentos, según un estudio divulgado por Reuters. También el estrés ataca particularmente a las mujeres, sobrecargadas por la necesidad de conciliar la vida laboral y familiar.

Endocrinos, nutricionistas, psicólogos: ¿Quién me ayuda a adelgazar?

La preocupación por bajar de peso hace que muchas veces recurramos a personas, centros, métodos o dietas poco adecuadas, ineficaces e incluso peligrosas para la salud. Los expertos del Instituto Médico Europeo de la Obesidad nos aclaran quiénes son los profesionales que pueden ayudarnos a adelgazar.

Una dieta que ves en una revista, un centro donde te dan “productos naturales” sin siquiera un análisis sanguíneo de por medio, un producto de venta en herbolarios o incluso métodos “caseros” como saltarse comidas o reducir drásticamente la ingesta de ciertos alimentos sin ningún criterio justificado… Mucha gente es capaz de cualquier cosa para adelgazar, lo que les lleva a caer en el temido “efecto yo-yó”, a poner en peligro su salud, y a pasarse la vida a dieta sin conseguir resultados.

Para adelgazar de forma segura y efectiva hay que ponerse en manos de los profesionales adecuados, aunque se trate de perder poco peso, ya que tal vez lo que necesitemos sea, simplemente, que nos enseñen a comer adecuadamente. Cuando se trata de sobrepeso real e incluso obesidad, se hace totalmente obligatorio recurrir a los especialistas en este tema. Para saber quiénes son los profesionales a los que debemos acudir, hemos hablado con Rubén Bravo, director de comunicación y marketing del Instituto Médico Europeo de la Obesidad, y experto en nutrición deportiva.

Acude a estos profesionales

Endocrinos (cuyos estudios universitarios son de 5 años) y nutricionistas (que cursan estudios universitarios son de tres años) son los expertos que, legal y médicamente, están cualificados para ayudarnos a adelgazar. “Al nutricionista podemos acudir cuando se trata de un problema de sobrepeso leve y no existe ninguna patología médica, por ejemplo, cuando hemos cogido un par de kilos en verano o Navidad; mientras que el endocrino es el profesional que debe ayudarnos si estamos frente a un problema de sobrepeso grave, obesidad o patologías como diabetes, hipertensión, ansiedad etc.”, nos explica Rubén Bravo. “Estas enfermedades también son causadas por la propia obesidad”, añade. Según Rubén, pesar entre 15 y 18 kilos más de nuestro peso se considera sobrepeso; por encima hablamos de obesidad.

Pero en el proceso de adelgazamiento también puede ser necesario recurrir a otros especialistas, como psicólogos, cirujanos, fisioterapeutas e incluso esteticistas. Dependiendo de la complejidad del problema, puede ser necesario que todos trabajen en colaboración con el endocrino o nutricionista. ¿Y los homeópatas, a los que muchas personas recurren ahora para adelgazar? Según Rubén Bravo, se trata de un especialista secundario que puede apoyar al endocrino o al nutricionista pero no sustituirlo. “De hecho, en nuestro centro los endocrinos prescriben medicación homeopática”, dice.

Las personas con sobrepeso y las que nunca consiguen adelgazar por mucho que se pongan a dieta, suelen presentar problemas de ansiedad, depresión e incluso trastornos alimenticios. “En este caso, es necesario el refuerzo del psicólogo”, añade.

Pero en casos de problemas graves de sobrepeso u obesidad, puede ser imprescindible el trabajo conjunto de distintos profesionales de la salud e incluso la estética. Por ello, en el Instituto Médico Europeo de la Obesidad cuentan con un equipo médico y profesional formado por endocrinos, nutricionistas, psicólogos, cirujanos vasculares y estéticos, fisioterapeutas y esteticistas. “Muchas veces hay que atacar el problema desde distintos frentes, dice Rubén. “Lo primero es diagnosticar al paciente para ver por qué tiene sobrepeso: metabolismo ‘machacado’, sedentarismo, ansiedad, depresión…”.

Así, en el Instituto Médico Europeo de la Obesidad, tras el diagnóstico del endocrino, se ayuda al paciente desde diversos frentes: enseñándole como debe comer (“no hablamos de dieta porque muchas veces pedimos al paciente que coma más que antes”), apoyándole con terapia psicológica individual o de grupo, prescribiéndole sesiones de ejercicio con nuestros fisioterapeutas (tonificación, método Pilates), ofreciéndoles tratamientos de estética para solucionar problemas de flaccidez (aparece al perder mucho peso), celulitis, retención de líquidos, etc. En casos de obesidad, los cirujanos del centro pueden colocar a los pacientes balones gástricos (recomendados para pacientes con un sobrepeso de 30 o 40 kg) o bandas gástricas (para problemas mayores de obesidad), cuyas intervenciones se derivan a los hospitales con los que trabajan.

“Por nuestro centro pasan desde famosos que quieren tener un cuerpo perfecto, gente con sobrepeso u obesidad, hasta personas que sólo quieren perder un par de kilos localizados en la tripa o las caderas y no lo consiguen por mucha dietas o ejercicio que hagan”, dice Rubén.

Cuida tu metabolismo

Según Rubén Bravo, las dietas drásticas, hipocalóricas o desequilibradas, pueden bajar nuestro metabolismo basal hasta tal punto que no sólo no consigamos adelgazar sino que incluso engordemos aunque comamos muy poco. Ésta es la explicación del famoso “efecto yo-yó”. “Las necesidades calóricas diarias de una mujer están alrededor de las 1.700 kcal”, dice Rubén. “Si hacemos muchas dietas desequilibradas, por ejemplo, comer a base de ensaladas, fruta y dulces (que acabamos comiendo por ansiedad), nuestro metabolismo se acostumbra a funcionar con tan pocas calorías, que al volver a comer de forma normal engordamos, y aunque hagamos dieta estricta no conseguimos adelgazar”, explica. “Corregir el metabolismo es muy complicado”, añade.

No comemos bien

Para Rubén Bravo, experto en nutrición deportiva, muchos problemas de sobrepeso, leves o graves, son debidos a que no sabemos comer bien. “A partir de los 35 años tanto hombres como mujeres vamos engordando progresivamente aunque nuestro hábitos alimenticios o de vida sean los mismos, por lo que es necesario cuidar más la alimentación y aumentar la actividad física”, dice. “Para las mujeres, el momento crucial es la menopausia, cuando en sólo un año pueden engordar de forma descontrolada y sin motivo aparente”.

Según Rubén, “mucha gente no sabe comer de forma correcta”. “En nuestra alimentación abusamos, en general, de los hidratos de carbono saturados (pan, pasta, arroz…) y comemos pocas proteínas de calidad (pescado, aves, huevos), fundamentales para mantener la masa muscular y evitar la flaccidez”, explica.

“Con los menús que diseñan nuestros expertos los pacientes no pasan hambre, incluso van a comer más y se van a sentir más saciados, ya que se aumenta la ingesta de proteínas”, dice. Según Rubén, en realidad se podría prescindir de la mayoría de los hidratos de carbono saturados y sustituirlos por verduras, los alimentos más ricos nutricionalmente y menos calóricos. “Incluso es más recomendable comer más verdura que fruta, ya que ésta contiene mucha fructosa, sobre todo plátanos, uvas o aguacates”.

Según Rubén también es muy importante saber cómo y cuándo hacer las ingestas calóricas, sobre todo en función de la actividad física que vayamos a realizar. Por ejemplo, para quienes van a entrenar al gimnasio, este experto en nutrición deportiva recomienda comer hidratos de carbono (en este caso sí pueden ser saturados) unas dos horas antes si lo que vamos a hacer es ejercicio de musculación, ya que necesitaremos energía inmediata. Después, es importante tomar proteínas para preservar la masa muscular. Si lo que vamos a hacer es ejercicio cardiovascular, podemos hacer una comida en la que primen las proteínas, y unas tres horas antes. “Si queremos potenciar el efecto del ejercicio aeróbico, lo más eficaz es hacerlo en ayunas, ya que tras la noche, los niveles de glucógeno del cuerpo están muy bajos y empezaremos a quemar las grasas acumuladas; después, lo ideal es esperar una hora antes de desayunar, para seguir quemando”, explica.

Los consejos del experto

Para conseguir mantener un peso estable y saludable, Rubén Bravo nos hace estas recomendaciones:

– A partir de los 35 años, cuando el cuerpo empieza a decaer, controlar más la alimentación y aumentar la actividad física.
– Con la llegada de la menopausia, acudir a un experto para controlar el aumento de peso.
– Adoptar y ser constantes con unos buenos hábitos alimenticios. Las verduras, las proteínas bajas en grasa y el pescado deben ser los alimentos estrella de nuestra dieta.
– Reducir la ingesta de hidratos de carbono saturados y potenciar la de proteínas de alta calidad (pescados, aves, clara de huevo).
– Reducir el consumo de lácteos enteros o sustituirlos por desnatados.
– Hacer entre 5 y 6 ingestas diarias de cantidades moderadas de alimento. “Cada tres o cuatro horas el cuerpo puede asimilar una cantidad determinada de alimentos. Al hacer menos comidas y más copiosas no sólo no asimilarás todos los nutrientes sino que se acumularán en forma de grasas. Repartiendo los alimentos en más ingestas estaremos mejor alimentados y no engordaremos.
– Cuidado con los productos bajos en calorías: “que ponga light no quiere decir que no engorden”.

Estética inteligente

Según Rubén Bravo, hay numerosos tratamientos de estética que pueden servirnos de apoyo para adelgazar, sobre todo para perder volumen. “Pero debemos asegurarnos de que las/os profesionales que los realizan estén cualificados, ya que de ello depende su eficacia. Según este experto, “para que algunas máquinas sean efectivas, hay que ir en ayunas y después hacer deporte, ya que con el ejercicio eliminamos las toxinas de forma natural, tiene efecto de liposucción”. “Seguir estas pautas para emplear una máquina puede hacernos perder hasta 1,5 centímetros de volumen, mientras que en un centro de estética donde no nos hagan este tipo de recomendaciones sólo estaremos consiguiendo reducir entre 0,25 y 0,50 cm”, dice.

Más info. Instituto Médico Europeo de la Obesidad. C/ Rodríguez San Pedro, 21. Madrid. Tel. 91 7451795. C/ Sants, 146. Tel. 93 4090243. Barcelona. http://www.imeo.es

Publicado en:
Terra. Amalia Panea/Sport Managers
Fuente: http://mujer.terra.es/muj/articulo/html/mu219717.htm