El chocolate no engorda sólo si es puro y se controlan las cantidades

Fuentes: El Mundo / Enplenitud.com

Unos investigadores de la Universidad de California  observaron que las personas que más consumen chocolate tienen IMC más bajos que los menos ‘adictos’ al cacao. Este hecho se produce independientemente de la ingesta calórica al día y la práctica de ejercicio. 

El chocolate tiene asociaciones metabólicas favorables con la presión arterial, la sensibilidad a la insulina y los niveles de colesterol. Es rico en antioxidantes fitonutrientes como las catequinas lo que podría contribuir a su acción beneficiosa tanto en la sensibilidad a la insulina como en la presión sanguínea. Dado que el chocolate se consume como dulce y tiene calorías, despierta preocupación relacionada con su ingesta y el aumento de peso.  Se deberían evitar los que incluyen grasas hidrogenada en su elaboración. Lo importante es centrarse en los que estén elaborados con las únicas materias grasas procedentes de la manteca de cacao.

Como curiosidad hay que decir que existe incluso una dieta, La del chocolate que añade al menú al menos una vez al día variados postres elaborados de chocolate (aporta unas 1400 calorías al día, siendo el objetivo perder entre 1-2 kilos a la semana).

Lo que sabemos con certeza es que no engorda el chocolate puro, porque no ha sido procesado. Es cierto que algunos procesos le agregan elementos calóricos al chocolate, pero sin esos procesos las calorías del chocolate puro se convierten en materia grasa y no en energía.

El consumo diario de pequeñas cantidades de chocolate -no más de 30 gramos- tiene un efecto beneficioso para la salud, ya que este alimento tiene una gran cantidad de antioxidantes que protegen al corazón.

El chocolate genera endorfinas, que son las hormonas de la felicidad. Entonces el comerlo nos da una sensación de placer innegable. Ya que el chocolate mezcla la grasa con el azúcar, genera no solo una sensación de placer, sino que al consumirlo hay un efecto metabólico.

Las mujeres son las que más fácilmente caen entre sus redes, lo que se explica por las variaciones hormonales que experimentan, sobre todo en los períodos cercanos a la menstruación cuando necesitan elevar sus niveles de serotonina (neurotransmisor que tiene mucho que ver con el estado de ánimo). La mujer también es más depresiva, entonces tiene una mayor predilección por estos alimentos para sentirse mejor.

Otros estudios han demostrado que las personas con exceso de peso necesitan dosis más altas de este tipo de alimentos para mantener sus niveles de serotonina similares a los de las personas que tienen un peso normal.

Un chocolate que sea beneficioso para la salud tiene que tener sobre un 70% de cacao. Hay otros, en tanto, que tienen mucha cantidad de mantecas vegetales e incluso animales además de leche entera, y finalmente aportan una cantidad de grasa que no es saludable.

El chocolate que es de baja cantidad de cacao aporta solamente grasas de mala calidad y azúcares, lo que puede contribuir a elevar los niveles de colesterol, de triglicéridos y aportar una cantidad de calorías considerable que finalmente favorece el exceso de peso.

Consejos nutricionales para el ayuno de Semana Santa

En estas fechas se practica el ayuno tanto por motivos religiosos como para afrontar el cambio estacional “depurando el cuerpo”, pero no se debe hacer sin conocimiento, advierten los especialistas del Instituto Médico Europeo de la Obesidad

  • Según las directrices de la Iglesia Católica, el Viernes Santo, próximo 6 de abril, es día de abstinencia y ayuno. Entre las recomendaciones que recoge la «ley del ayuno» de la Constitución Apostólica[1] figuran: abstenerse de carne, consumir únicamente líquidos o hacer una comida al día, siendo permitidos lacticinios, huevos y productos de grasa animal.
  • En la actualidad un 75% de los españoles se definen como católicos, pero sólo un 38,7% acata los oficios religiosos con relativa frecuencia, según una encuesta realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas[2].

En la sociedad actual muchas personas ayunan por motivos que no siempre son religiosos: para mejorar su salud, eliminar las toxinas, perder peso, etc. «En muchas ocasiones se quebranta la salud por desconocimiento y falta de cultura nutricional», apunta Rubén Bravo, naturópata y especialista en nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO). El ayuno se interpreta como «dejar de comer y beber un tiempo» o como una ingesta sólo de líquidos, pero sin criterio alguno. No hay que olvidar que se trata de una práctica de tradición milenaria que en su connotación sagrada «purifica el alma y eleva el espíritu»[3] mediante la supresión del aporte de comida. Si se hace de forma saludable, el ayuno sirve para limpiar y descongestionar nuestro aparato digestivo, pero si se lleva al extremo y sin conocimiento, puede ocasionar cuadros de males gástricos, hipoglucemia y hasta desmayos.

Para los que van a guardar ayuno durante este Viernes Santo, el equipo de nutricionistas del IMEO ha ideado un plan de alimentación basado exclusivamente a líquidos que asegura los niveles mínimos de glucosa necesarios para el correcto funcionamiento del organismo. En este caso, es importante comer abundantes verduras y frutas el día antes para que el cuerpo tenga una «reserva» de glucosa. Los días después conviene comer de forma moderada, sin excesos. En cuanto a los típicos dulces de la Semana Santa, se puede optar por recetas de elaboración propia, bajas en calorías, como por ejemplo las torrijas light. Se preparan de pan integral al vapor y se terminan de hacer en el horno, evitando así las frituras y grasa saturada. Si se sustituye la miel por almíbar y se cambia el azúcar por fructosa -tiene igual de calorías, pero endulza casi el doble, por lo que se utiliza una menor cantidad-, nos podemos ahorrar algunas calorías.

«En día de ayuno el aporte calórico nunca debería bajar de unos 1000 – 1100 Kcal diarias», indica Bravo. Por tanto, la actividad física realizada durante el día debe ser más bien baja o limitada a sólo caminar para evitar el riesgo de bajadas de tensión o azúcar.

Tomen nota del menú:

Cuando Qué tomar Por qué
Desayuno Un vaso y medio de zumo de piña recién hecho Fruta digestiva, con efecto diurético. Ejerce una función purificadora del tramo intestinal.
Media mañana Un vaso y medio de yogur bebido 0% grasas Aporta proteínas e hidratos de carbono para paliar el sustento necesario.
Almuerzo Dos tazones de caldo de verduras y pescado Rico en vitaminas, minerales y oligoelementos.
Merienda  Zumo de 3 naranjas Fruta rica en vitamina C. Además de ser un buen antioxidante, ayuda a depurar las toxinas del torrente sanguíneo.
Cena Dos tazones de caldo de verduras y pescado  

Lo que deben tener en cuenta:

– El período de ayuno recomendado no debería superar las 48 horas, ya que estamos sometiendo al  cuerpo a niveles altos de abstinencia y debilidad, poniéndolo al límite de sus capacidades de subsistencia.

– La práctica del ayuno está desaconsejada en diabéticos, hipotensos, hipoglucémicos, personas con obesidad grave, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, menores de edad o en periodo de crecimiento y gente mayor de 65 años. Son grupos con una salud más frágil y tienen mayor riesgo de deshidratación y desórdenes metabólicos.

– Tampoco estaría indicado para personas con síntomas de desnutrición, los enfermos de tuberculosis, cáncer o SIDA, los pacientes con insuficiencias cardiaca, de riñón o hepática y los que padecen trastornos psiquiátricos, entre otros.

– En los demás casos, el ayuno se debería interrumpir, si aparece alguno de los siguientes síntomas: sensación de debilidad, desmayos, sudoración profusa, temblor, taquicardia o fatiga.

Dietas depurativas, ideales para afrontar el cambio estacional

Desde el punto de vista de la Naturopatía, los procesos de detoxificación son efectivos y se recomiendan hacer durante una o dos semanas con cada cambio estacional y siempre bajo la supervisión de un especialista. Mejoran los problemas cutáneos, reducen la sensación de ansiedad, infecciones respiratorias, problemas digestivos, insomnio, dolor de cabeza, dolores musculares, etc.

 «Para realizar una dieta de detoxificación o depurativa no hay que realizar aquellas estrictas centradas en líquidos, sino que debemos evitar los fritos, las harinas refinadas, los lácteos, la sal, los hidratos fuera del desayuno (y dentro siempre integrales), los azúcares, los enlatados, congelados o envasados y los embutidos, mientras que tenemos que dejar de lado el tabaco, dormir entre 8 y 9 horas y beber únicamente agua (entre 2 y 3 litros al día)», indica el naturópata y especialista de nutrición de IMEO.

Durante la terapia de detoxificación se recomienda tomar un par de frutas al día. Las ciruelas aumentan las defensas, las cerezas favorecen el tránsito intestinal, el limón tiene propiedades diuréticas, depurativas y antisépticas, y la manzana es rica en fibra que ayuda en la absorción de las toxinas. A la hora de comer o cenar podemos tomar unos 150 gramos de proteínas bajas en grasa, como pescado, marisco, huevo, pollo, conejo o pavo. La guarnición, en ambos casos, debe ser de tres puñados de verdura en comida y dos puñados en cena.

En el tiempo que dure el régimen, es bueno movernos un poquito más (caminar una hora diaria) y que nos dé el sol al menos durante 4 o 5 horas al día. Si dentro de nuestros objetivos está el reducir grasas sin perder a penas masa muscular, el ejercicio indicado sería la musculación muy moderada con descansos entre series de 2 minutos para potenciar el consumo de grasas como fuente de energía, sustituyendo los niveles limitados de glucosa. Podemos acompañar ésta terapia de detoxificación con productos homeopáticos como la Nux Vómica (detoxificación hepática, digestión y estreñimiento) y Berberis (eliminación de líquidos, limpieza del sistema linfático y riñones).

Una persona que está en proceso de detoxificación se siente más liviana y con menos sensación de pesadez o inflamación. Mental y emocionalmente se encuentra estable. La hipertensión y la respuesta de la insulina también mejoran por utilizar alimentos de bajo índice glucémico.


[1] Según la Constitución Apostólica Paenitemini de 1966.

[2] Estudio nº 2.932 del CIS. Barómetro de febrero  2012.

[3] «El ayuno purifica el alma, eleva el espíritu, sujeta la carne al espíritu, da al corazón contrición y humildad, disipa las tinieblas de la concupiscencia, aplaca los ardores del placer y enciende la luz de la castidad». San Agustín, Sermón 73.

Las palomitas de maíz sin sal son un aperitivo saludable

Fuentes: ABC.es / ABC Radio

Según un reciente estudio, el maíz inflado es mejor antioxidante que las frutas, los frutos secos y los vegetales. Los niveles de polifenoles -sustancias que luchan contra la oxidación natural del organismo- hallados en las palomitas compiten con los que se encuentran en las nueces y superan los 300 miligramos en una ración frente a los 160 miligramos que se pueden obtener en una fruta.

El autor de este estudio, Joe Vinson de la Universidad de Scranton en Pensilvania, especifica que el poder antioxidante de las palomitas de maíz está la cascarilla marrón que concentra gran parte de polifenoles y de fibra.  

Para Vinson, no hay duda: «Las palomitas de maíz pueden ser un aperitivo perfecto. Es el único snack del que realmente se come todo el grano sin procesar, sin otros ingredientes que diluyen sus propiedades. Una porción puede proporcionar más del 70 por ciento de las necesidades diarias de cereales y además hacerlo con placer».

«El problema de las palomitas no es el cereal en sí, sino cómo lo preparamos: con mantequilla, con aceites vegetales, mucha sal o incluso azúcar», explica Rubén Bravo, especialista en nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO). Si las cocinamos en una sartén con unas gotas de aceite de oliva y sin sal, sólo podemos ganar en salud. Ojo con las bolsas que se venden para microondas. Estas palomitas contienen casi el doble de grasa de las que se preparan en casa.

El poder antioxidante que tienen las palomitas de maíz son del sumo beneficio ya que «ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro, la diabetes y una serie de enfermedades inflamatorias y degenerativas». concluye Bravo.    

Para escuchar el audio del programa «Queremos hablar con Javier Silvestre» de ABC Radio, pulsa PLAY.

Hormonas del hambre, claves para entender la obesidad

Tim Usborne / BBC Horizon

Las hormonas que controlan nuestro apetito pueden revelar nuevas maneras de luchar contra la obesidad, de acuerdo con un grupo de científicos que analiza cómo el cerebro ayuda a regular lo que comemos.

Marilyn Walsh, una londinense de 38 años y 133 kilos, sintió que había perdido la batalla contra su peso y tenía cierto aire fatalista sobre su futuro.

«Mi tío pesaba 222 kilos», dijo. «Sufrió por cuenta de su peso toda su vida: tuvo problemas en sus piernas, dejó de caminar, desarrolló diabetes y tuvo muchos otros problemas. Y sí, murió por su peso».

Con el antecedente claro de su tío, ¿por qué Marilyn no era capaz de reducir su peso con dietas?

«Sería un poco como preguntar por qué un alcohólico no puede dejar de beber o por qué un fumador no puede dejar de fumar. Es exactamente igual», dijo esta ama de casa.

«Es algo que he tenido toda mi vida. Siempre estoy con hambre y siempre quiero comida».

Deseo constante

Todo el mundo sabe lo que se siente tener hambre, pero no todos pueden entender lo que significa tener un deseo constante de comida e incapacidad para sentirse satisfecho, de la manera en que lo describió Marilyn.

¿Pero qué es lo que es tan distinto en personas como esta británica?

En los últimos seis meses, Marilyn se sometió a una operación para reducir su peso, pero no sólo ella salió beneficiada. De paso, el procedimiento ayudó a revelar algunos aspectos sorprendentes sobre los mecanismos que controlan nuestro apetito.

Carel Le Roux, de la facultad de medicina del Imperial College y doctor del hospital King’s College, ambos en Londres, estudia la obesidad y los procesos subyacentes que ayudan a controlar las decisiones que tomamos para comer (o para comer demasiado).

En 2001, la unidad de investigación en Imperial College descubrió pistas clave. Identificaron dos hormonas previamente desconocidas llamadas PYY (péptido YY) y ghrelina, que parecen jugar un papel en nuestras sensaciones de llenura y hambre.

La ghrelina se vinculó con la sensación de hambre y el PYY, con la llenura.

«Esto comenzó totalmente un nuevo capítulo porque por primera vez entendimos que la barriga puede hablar con el cerebro e influenciar cuán hambrientos o llenos estamos», dice Le Roux.

Le Roux encontró que la concentración de hormonas del hambre es en algunos casos significativamente diferente en muchos pacientes obesos, si se compara con personas delgadas.

Su PYY, que debería decirles cuándo parar de comer, no funciona bien. En vez de ello, sus hormonas están generando que se sientan siempre hambrientos, tal como lo describió Marilyn.

Intervención drástica

En octubre del año pasado, Marilyn se sometió a un bypass gástrico. Ella y sus doctores habían decidido que para un caso como el de ella, una operación podía ser la única posibilidad.
El procedimiento quirúrgico consistió en cortar su estómago en dos partes y conectar sólo la parte más pequeña a su intestino delgado. En términos prácticos, su estómago pasó de tener el tamaño de un puño al de un pulgar.

Es una operación drástica. Por un lado, ella nunca podrá volver a comerse un plato completo. Por el otro, afectará su peso de manera radical.

Pero Le Roux tenía una intención adicional cuando hizo la operación. De acuerdo con su investigación, este procedimiento tiene un efecto secundario poderoso e inesperado.

Además de reducir el estómago del paciente, la operación también reorganiza el balance de las hormonas.

Lo que significa que, por primera vez en su vida, Marilyn está en capacidad de dejar de pensar como una persona gorda y pensar (y comportarse) como una delgada.

Actividad cerebral

Algunas semanas después de su operación, Marilyn ya había perdido más de 25 kilos. Pero lo que parecía más importante era cómo había cambiado su gusto.

«Ya no me gusta lo dulce ni lo grasoso. Lo grasoso no me apetece más», dice.

«Y la grasa en el paladar, eso era horrible. Tratar de eliminar eso toma mucho tiempo».

El cambio de Marilyn no es inusual, según Le Roux.

«Los pacientes dicen: ‘doctor, ¿acaso dónde fue la operación? ¿Operaron mi estómago o mi cerebro? Pues yo ya no me siento con hambre. Cuando sí como me siento lleno, y todos esos cambios han ocurrido verdaderamente en mi cabeza'».

La siquiatra Samantha Scholtz ha estado investigando cómo el cerebro responde frente a diferentes tipos de comida.

Les muestra a sus pacientes imágenes de comida «saludable» y «no saludable» mientras una resonancia magnética mide cómo reacciona el cerebro.

Encontró que los pacientes obesos tienen una actividad cerebral considerable. Áreas del cerebro estimuladas incluyen la corteza orbitofrontal -asociada con la retribución- y otras áreas asociadas con la adicción y con una respuesta emocional a la comida.

Pero lo que sorprendió fue cómo esa respuesta cambió en pacientes que habían tenido una operación de bypass gástrico. Su actividad cerebral cambió totalmente.

En efecto, con la operación de bypass gástrico estamos cambiando fundamentalmente el cerebro de una persona», dice Scholtz.

«Su reacción al ver comida con muchas calorías es diferente, y eso es lo que en últimas impulsaría sus decisiones de comida para que puedan dejar de tener esa pelea con los alimentos».

La cirugía gástrica es una intervención drástica, además de controvertida. Pero Le Roux cree que en unos pocos años puede ser posible que se cambie la forma en que las personas obesas responden a la comida.

«Tal vez podamos usar otros métodos. Podemos poner cosas en el intestino grueso o podemos usar inyecciones o pastillas que hagan lo que ahora están logrando las operaciones. Si hacemos eso, eso abre toda la ciencia de la obesidad».

«La obesidad es tan perjudicial para el hígado y el colon como el alcohol»

Fermín Apezteguia | Hoy.es

No sólo el alcohol y la predisposición genética dañan el hígado y el colon. El exceso de peso también los devora, hasta el punto de favorecer la aparición de cánceres en ambos órganos, según alerta la investigadora californiana Shelley C. Lu, directora adjunta del Centro de Investigación de Enfermedades Hepáticas de la Universidad del Sur de California (USC). «La obesidad es tan perjudicial para el hígado y el colon como el alcohol».

«Muy pronto, el factor de riesgo más importante para el cáncer de hígado no va a ser ya el alcoholismo ni los virus de la hepatitis, sino la obesidad, que es ya una de las causas más comunes de los trasplantes de hígado», relató la investigadora estadounidense.

Los cánceres de colon y de hígado figuran entre los tres más comunes del mundo, junto con los de pulmón. Lo peor de todo es la tendencia. Un tercio de la población de Estados Unidos -y Europa sigue un patrón muy parecido- tiene problemas de sobrepeso y obesidad, lo que significa que viven con hígados demasiado grasos para el bienestar de su salud. La investigadora llamó la atención sobre la situación de la infancia, que cada vez está peor alimentada y realiza menos ejercicio.

En España, la obesidad afecta al 13,9% de la población infantil y el sobrepeso a otro 12,4%. «Algunos niños comienzan a tener ya signos de cirrosis hepática y de fibrosis, que es un estadío anterior», advirtió la investigadora. La cantidad de enfermedades ligadas al exceso de peso es tal que Shelly Lu no dudó en calificar la obesidad como «el asesino número uno». Infartos, derrames cerebrales, cardiopatías, cánceres…

Sus investigaciones se centran en el conocimiento de un metabolito -una molécula que aparece como consecuencia del normal funcionamiento del cuerpo humano- llamado SAMe. Se sabe que protege contra el cáncer de hígado y también parece tener un efecto protector sobre el de colon.

Cogemos hasta 1,5Kg en el picoteo futbolero de un solo partido

Fuente: La Sexta

Son partidos en los que no cuidamos precisamente la alimentación. Nos hinchamos de cervezas, patatas fritas, montaditos de chorizo, frutos secos, pizas y un largo etcétera de suma y sigue. En 90 minutos nos metemos cerca de 2000 calorías. Los nutricionistas nos aseguran que en cada partido podríamos llegar a engordar hasta un kilo y medio.  

«Nuestros pacientes meten la pata justo en los partidos de fútbol y si encima gana su partido, ni se imaginan lo que suben de peso en un sólo día», señala Rubén Bravo, especialista en nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO).

Durante los Champions y las campeonatos de liga nos pasamos en picoteo. Un ejemplo, 100 gramos de frutos secos nos aportan 610 Kcal; 100 gramos de aceitunas 294 Kcal; media razón de calamares, 600 Kcal; 3 cervezas, 270 Kcal, con lo que fácilmente llegamos a los 1.774 Kcal en 90 minutos de partido.

En estos momentos cargadas de emociones en los que no nos controlamos en lo que comemos, es recomendable «descartar desde un principio la comida rápida: las pizzas, la comida china, las hamburguesas y las patatas fritas», añade Bravo.
El equipo de la Sexta ha acudido a una especialista en restauración para pedir sus recomendaciones para un picoteo «futbolero» sano. Chips de verduras, aperitivo de brochetas de salmón y de tomate, mozarela, una ración de jamón a la española sin pan, chupitos de gazpacho, roles de pollo con verduras y para brindar una copa de vino.

Sustancias cancerígenas en los alimentos

Fuente: la Sexta

Investigadores españoles han creado un spray que evita las sustancias cancerígenas acrilamida e hidroximetilfurfural que se generan de manera natural a partir de la reacción de azúcares y aminoácidos durante el cocinado de los alimentos, principalmente en los horneados de productos de panadería y en los fritos. Pan, patatas fritas, bollería e incluso el café son algunos alimentos que al cocinar se puedan desarrollar estas dos sustancias potencialmente cancerígenas que pueden suponer un peligro para nuestra salud. Si se ingieren con poca frecuencia, el cuerpo los puede eliminar. Además, «generan muchos radicales libres en nuestro cuerpo con lo cual nos envejecen rápidamente y esto muchas veces si lo unimos a otras causas hace que el nuestro sistema inmunitario no pueda combatirlas», añade Rubén Bravo, especialista en nutrición y portavoz del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO).

Por esto, los científicos españoles del CSIC en el Instituto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos y Nutrición han desarrollado este producto de origen natural que reduce en hasta un 98% la presencia de los dos compuestos cancerígenos en los alimentos y que será, sin duda, de gran ayuda para el consumidor final.

Los más barrigudos de España

la Sexta

Murcia, Andalucía, Extremadura y Castilla la Mancha son las comunidades autónomas que superan la media con Un estilo de vida sedentario, la mala alimentación, el estrés, el tabaco, y grandes dosis de café y alcohol, provocan la acumulación de grasa en el abdomenlas barrigas más generosas. Y tú, ¿puedes entrar en el ranking?

Según el estudio DARIOS del Instituto de Investigación del Hospital del Mar de Barcelona, (IMIM), las comunidades autónomas cuyos habitantes cuentan con el mayor perímetro abdominal de España son Murcia, Andalucía, Extremadura y Castilla la Mancha. En el caso de las mujeres, además, también en Canarias y Castilla y León superan la media.

Por el contrario, los hombres de Castilla y León, a diferencia de sus mujeres, son los que más se cuidan el abdomen junto con los de Madrid y Cataluña, y las mujeres con más cintura de avispa de España las encontramos en Madrid y Baleares.

¿Superas la media?

El perímetro abdominal medio de los hombres en España está situado entre los 99 y 102 centímetros, y el de las mujeres entre los 88 y 91 centímetros. Sin embargo, el 34% de los hombres y el 53% de las mujeres españoles superan estas cifras.

Si te acabas de dar cuenta de que has pasado al grupo oficial de barrigudos españoles, haz algo para remediarlo, porque según asegura Rubén Bravo, del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), las personas con una elevada acumulación de grasa abdominal pueden sufrir envejecimiento prematuro junto con alteraciones del estado de ánimo.

La grasa visceral elevada, que se acumula en el interior del abdomen alrededor de los órganos vitales, contiene un «alto riesgo» para la salud que se expresa en enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión y algunos tipos de cáncer.

Bravo explica que un estilo de vida sedentario junto con el estrés, tabaco, grandes dosis de café y alcohol, además de una alimentación inadecuada, hace, entre otras cosas, que se acumule en el interior del abdomen, alrededor de los órganos vitales, una especie de grasa que no siempre está a la vista.

Sin embargo, es posible eliminarla, consiguiendo una pérdida de medio kilo por semana, si se hace una dieta antiinflamatoria apropiada y se combina con ejercicios adecuados. «Muchos hombres se equivocan en pensar que haciendo abdominales, reducirán la grasa acumulada en la zona de la barriga, más bien sería un ejercicio contraproducente y hasta peligroso en casos extremos», asegura Bravo.

En la primera etapa hay que hacer un ejercicio mixto, aeróbico y anaeróbico moderado y, según el experto, «al subir cuestas, nadar o hacer un footing ligero al menos 30 minutos en la mayoría de los días de la semana, potenciamos la creación de masa muscular y facilitamos la quema de grasa visceral».

La obesidad materna influye en el desarrollo cognitivo del bebé

ABC / S. Gutiérrez

Que la salud de la madre influye en el desarrollo de su hijo es algo que se sabe desde hace tiempo. Son muchas las recomendaciones que se hacen a una mujer embarazada; no fumar, llevar una vida sana, no beber alcohol. Ahora, a tenor de los datos de un estudio realizado en el Centro Médico Baptista Wake Forest (EE.UU.), habrá que tener especial cuidado también con la obesidad. Según el trabajo, que se publica en Pediatrics, la obesidad materna puede contribuir al deterioro cognitivo en los bebés extremadamente prematuros.

«Este estudio muestra que la obesidad no sólo afecta a la salud de la madre, sino que también podrían afectar el desarrollo del bebé», explica Jennifer Helderman, coordinadora del trabajo.

A pesar de que en la última década los avances médicos han mejorado la tasa de supervivencia de los bebés nacidos con menos de siete meses, éstos siguen teniendo un alto riesgo de retraso en el desarrollo mental en comparación con los bebés nacidos a término.

A los 2 años

El estudio ha analizado a 921 niños nacidos antes de las 28 semanas de gestación durante 2002 y 2004 en 14 centros. Los investigadores evaluaron la placenta de los bebés para identificar infección u otras anomalías; entrevistaron a las madres y revisaron sus expedientes médicos. A los dos años de edad se valoraron las capacidades cognitivas de los niños mediante una medida de uso común.

Los científicos encontraron que tanto la obesidad materna y la falta de educación secundaria se asociaba con deterioro de la función cognitiva temprana. «No estábamos especialmente sorprendidos por los factores socio-económicos, porque anteriormente ya se ha demostrado en repetidas ocasiones que las desventajas sociales predicen peores resultados en el recién nacido», dijo Helderman. Sin embargo, reconoce, el hecho de que la obesidad sea un factor determinante es de especial interés porque cada vez es «más frecuente» y es un factor «potencialmente modificable durante el periodo previo a la concepción y el embarazo».

La obesidad se ha relacionado con la inflamación, un evento que puede dañar el cerebro en desarrollo, dice Helderman. Lo que no se sabe es si la inflamación relacionada con la obesidad en la madre se transmite al feto. «Son pocos los estudios que han abordado los factores prenatales de riesgo de deterioro cognitivo en los niños nacidos prematuramente». El objetivo, señalan los investigadores, es utilizar la información de estudios como el éste para desarrollar tratamientos que eviten el deterioro cognitivo en bebés extremadamente prematuros.

Hamburguesas de laboratorio

La primera ración de carne sintética costará 250.000 euros, según sus creadores

Fuentes: la Sexta / El Público 

La primera hamburguesa sintética preparada en la asepsia de un laboratorio estará lista este otoño, según el investigador holandés Mark Post. El equipo de este experto de la Universidad de Maastricht (Holanda) es uno de los más adelantados en crear filetes, salchichas y hamburguesas sintéticas a base de células madre que estarían libres de infecciones, añadidos indeseables y emisiones de CO2 asociadas a la ganadería actual. Desde hace unos años, la carne de probeta es uno de los productos más esperados por los grupos animalistas, hasta el punto que uno de ellos (PETA) ofrece un millón de dólares al grupo que logre la primera pechuga de pollo artificial.

«En octubre tendremos una prueba de concepto para demostrar que podemos hacer un producto con aspecto, textura y sabor a carne y que ha sido desarrollado con métodos in vitro, a base de células madre», ha explicado Post durante el congreso de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia, que se celebró hasta ayer en Vancouver (Canadá).

Por ahora, las hamburguesas de Post no dan ni para un canapé. Se trata de tiras blanquecinas de unos dos centímetros de largo hechas con células de músculo de vaca. Post no las ha probado, pero sí lo hizo un periodista de la televisión rusa que dijo que el plato era «masticable e insípido», según explicó el investigador a Nature. Post quiere ahora mezclar sus hilillos de vacuno con grasa y sangre para hacerlos más apetecibles y voluminosos. Sus estudios, que han sido financiados por el Gobierno holandés y la marca de salchichas Stegeman, van dirigidos a crear filetes artificiales que, de media, necesitarían un 40% menos de gasto que el bistec corriente. Por el momento se trata sólo de un sueño, ya que la primera hamburguesa de Post habrá costado 250.000 euros.

«Veo complicado que pueda crearla en octubre, pero supongo que usando por ejemplo un 15% de carne y el resto grasa y agua no sería una idea tan loca», explica a este diario Manuel Salmerón-Sánchez, subdirector del Centro de Biomateriales e Ingeniería Tisular de la Universidad Politécnica de Valencia. Salmerón-Sánchez explica que las técnicas que usa Post son muy parecidas a las que usan otros investigadores que intentan generar cartílago, músculo y otros tejidos humanos para curar enfermedades. La de la carne sintética se trata de «una aplicación más inmediata y que podría llegar a ser competitiva», detalla el investigador. «Yo me comería esta hamburguesa más tranquilo que la de una vaca actual», asegura.