7 formas de aumentar tu fuerza de voluntad

voluntad¿Qué podemos hacer cuándo la voluntad flaquea? Los científicos han descubierto varias estrategias útiles para aumentar la fuerza de voluntad.

Cambiar hábitos. De acuerdo con un estudio de la Universidad de Case Western Reserve (EE UU), basta con pequeños cambios en hábitos cotidianos, por ejemplo lavarnos los dientes durante varios días con la mano contraria a la que solemos usar (la izquierda en el caso de los diestros), para fortalecer la voluntad.

Tensión muscular. Iris W. Hung, de la Universidad de Singapur, ha descubierto un curioso truco para ejercer el autocontrol: si cuando notamos que se nos hace la boca agua ante un pastel tensamos los bíceps o los músculos de la mano durante un minuto, nos resultará más sencillo evitar la tentación. «La mente y el cuerpo están tan estrechamente unidos que simplemente apretando los músculos se puede activar la fuerza de voluntad», concluía en la revista Journal of Consumer Research.

Buenas acciones. Por su parte, Kurt Gray, de la Universidad de Harvard, ha demostrado que hacer una buena acción aumenta nuestra fuerza de voluntad y nuestra resistencia física. «Tal vez la mejor manera de resistirse a un donut a media mañana es donar el dinero que costaría para una buena causa», sostiene Gray, que dió a conocer sus conclusiones en la revista Social Psychological and Personality Science.

Exponerse a la tentación. Aunque puede parecer contradictorio, para aumentar la fuerza de voluntad es mejor exponerse a tentaciones reales. En una serie de experimentos, científicos de la Universidad de Chicago demostraron que si una persona está a dieta fortalecerá mejor su voluntad si tiene pasteles o caramelos en la cocina, al alcance de la mano, y evita comerlos, que cuando solamente ve imágenes de chocolate y golosinas en las revistas o en la televisión.

Distracción. La distracción también es una buena estrategia, como han demostrado investigadores de la Universidad de Columbia (EE UU). Si canturreamos o pensamos conscientemente en otra cosa cuando algo nos tienta, nos costará menos controlarnos.

Uno a uno. Cumplir a la vez varios objetivos que exijan mucho autocontrol puede resultar casi imposible. Según Sandra Aamodt, editora jefe de la prestigiosa revista Nature Neuroscience, hay varias actividades que pueden agotar rápidamente nuestra fuerza de voluntad: resistirnos a probar ciertas comidas o bebidas, reprimir respuestas emocionales, hacer un examen, dormir poco y tratar de impresionar a alguien. Y, por lo tanto, es mejor no hacerlas todas a la vez.

Cinco comidas al día. Cuando nos falta glucosa en sangre nuestra capacidad de autocontrol se resiente, según demostró hace poco Roy F. Baumeister, de la Universidad de Florida (EE UU). De ahí que los expertos recomienden no saltarse ninguna comida para conservar la fuerza de voluntad que necesitamos para hacer ejercicio físico, dejar de fumar, estudiar, adquirir algún hábito como ir en bicicleta al trabajo, e incluso perserverar en una dieta de adelgazamiento. 

Fuente: Muy interesante, por Elena Sanz

La obesidad infantil, una asignatura pendiente a retomar con la vuelta al cole

EL sobrepeso en la adolescencia es malo para la autoestimaPrestar especial atención al desayuno y a la cena ayudará a lidiar con el problema desde casa, según los expertos del IMEO que ofrecen ejemplos de menús para inculcar hábitos saludables a los menores

  • Uno de cada tres niños van al colegio sin desayunar y sólo un 8% realiza un desayuno completo, cifras que fomentan y explican parte del problema de la obesidad en edad escolar.[1]
  • Casi un 45% de los menores de entre seis y nueve años en nuestro país sufre exceso de peso.[2]

Según atestiguan los últimos datos, uno de cada tres niños van al colegio sin desayunar y sólo un 8% realiza un desayuno completo. Algo que a la larga engrosa las cifras de sobrepeso que hoy por hoy sitúan España a la cabeza de obesidad infantil en Europa.

“No hay que olvidar que los niños con sobrepeso y obesidad presentan más problemas óseos y musculares; tienen mayor riesgo de desarrollar diabetes, hígado graso y asma; entran en la pubertad antes que sus compañeros y en general muestran una autoestima más baja”, apostilla Rubén Bravo, experto en nutrición y portavoz del Instituto Médico Europeo de la Obesidad. El comienzo del curso escolar es un momento crucial para lidiar con el problema desde casa, donde los menores realizan dos de las comidas más importantes del día –desayuno y cena–, y para buscar formas que nos permitan inculcarles hábitos saludables desde edad temprana. Con el fin de ayudar a los padres en esta tarea, el Departamento de Nutrición del IMEO ha elaborado un patrón nutricional, fácil de seguir, que propone ideas de menús para la primera y la última toma del día, ya que el almuerzo suele ir a cargo del centro educativo.

“Muchos niños omiten el desayuno por varios motivos: las prisas de los padres para ir a trabajar, porque en esta hora de la madrugada tienen más sueño que hambre o por estar hartos de comer el mismo plato cada día”, anota Bravo. En consecuencia, se enfrentan a “una falta de combustible” que les impide rendir bien durante las clases. Comenzar la jornada con el estómago vacío genera en el pequeño un estado de ansiedad que puede tornarse en agresividad cuando alcanza la adolescencia alterando su comportamiento lineal. Además, a la hora del descanso el hambre hará que el menor sea más susceptible a la bollería industrial y las chucherías que suelen estar presentes en las máquinas expendedoras y que provocan estímulos fuertes por las subidas de azúcar pudiendo inducir cierta “dependencia”. En este sentido, la infancia y la adolescencia son determinantes, ya que en esta edad se forman las células grasas que pueden convertir a un niño “rellenito” en obeso para toda la vida.

Un niño de 3 años, por ejemplo, necesita unas 1.300 calorías diarias, y si tiene 12 años, cerca de 2.200. Podemos calcular la cantidad de calorías recomendada, partiendo de una base de 1.000 calorías y añadiendo 100 por cada año de edad en el proceso de crecimiento. “La clave para proporcionar una equilibrada alimentación a nuestros hijos reside en la correcta distribución del Valor Energético Total (VET) en las 5 tomas que se realizan a lo largo del día”, recalca el experto del IMEO. En este sentido recomendamos que el desayuno represente un 30% del aporte total, la comida principal un 35%, la cena un 15%, mientras que los tentempiés de media mañana y tarde representen un 10% del VET cada uno.

 

[1] Según datos de la SEEN y el Ministerio de Sanidad y Política Social de España.

[2] Según el estudio ‘Aladino’.

Recomendaciones para una dieta saludable y equilibrada en el Día Mundial contra la Obesidad

Actualidad Ainia

El 12 de noviembre se celebra el Día Mundial contra la obesidad  con una iniciativa propuesta por el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (Imeo): ‘ La Semana de Apoyo a la Mujer Obesa’. Desde España estamos trabajando desde hace más de 7 años en la Estrategia NAOS (Estrategia para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad) desde el Ministerio de Sanidad y Consumo, puesta en marcha a través de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN). El objetivo principal es sensibilizar a la población del problema que la obesidad representa para la salud, y de impulsar todas las iniciativas que contribuyan a lograr que los ciudadanos adopten hábitos de vida saludables, principalmente a través de una alimentación saludable. Desde ainia proponemos 10 recomendaciones a seguir para asegurar que la dieta de nuestros hijos sea saludable y equilibrada.

La nueva normativa que autoriza a los colegios e institutos la posibilidad de implantar servicios de fiambrera como alternativa al comedor escolar convencional ha despertado la preocupación entre los expertos en materia de nutrición infantil.  Esta medida da respuesta a la petición por parte de algunas asociaciones de madres y padres de alumnos para hacer frente a la crisis económica. Sin embargo, los expertos consideran complicado que los niños mantengan una alimentación saludable y completa si llevan comida de casa al colegio. Desde ainia, proponemos algunos útiles consejos para asegurarnos que los menús sean equilibrados y nutritivos.

Fiambreras saludables al colegio

Madres, padres, o tutores, a continuación, proponemos 10 recomendaciones a seguir para asegurar que la dieta de nuestros hijos sea saludable y equilibrada:

1-Los menús de nuestros hijos han de incluir de todo, pues cuanta mayor variedad de alimentos exista en su dieta, mayor es la posibilidad de que sea equilibrada y contenga los nutrientes que necesitan.

2-El menú de un niño en edad escolar debe contemplar alimentos ricos en proteínas de origen animal: lácteos, carnes, huevos y pescados, en equilibrio con alimentos de origen vegetal: cereales, legumbres, verduras y frutas.

3-Las formas de preparación de los alimentos han de ser diversas: hervidos, a la plancha, guisados, asados y no abusar de los fritos. Además fomentar el consumo de alimentos crudos (ensaladas, gazpacho, sopas de verduras frías…).

4-Los alimentos ricos en hidratos de carbono  (pan, pasta, arroz, legumbres) son esenciales en una buena nutrición por su aporte de energía y deben formar parte de las dietas habituales de los escolares.

5-Los alimentos deben distribuirse a lo largo del día para que el cuerpo tenga los nutrientes necesarios en cada momento.

6- Evite que su hijo pase largos períodos en ayunas. Se recomienda hacer 5 comidas al día.

7-Deben abundar las frutas y ensaladas.

8-Recordarles que han de beber agua… y ésta es la mejor forma de acompañar las comidas.

9-El consumo de dulces, refrescos y “snacks” debe ser moderado, pues, si bien no existen buenos ni malos alimentos, la moderación en la comida debe ser la norma.

10-Controlar el exceso de grasas, azúcar y sal.

¿Cómo distribuir los alimentos a lo largo del día?
  •  El desayuno: antes de ir al colegio y a media mañana

No te saltes el desayuno, se trata de una de las tomas del día más importantes y debería cubrir, al menos, el 25% de las necesidades nutritivas del escolar. Las prisas por llegar a la escuela y la somnolencia de los primeros momentos de la mañana, en ocasiones impiden realizar la primera comida del día correctamente, lo que puede provocar una disminución de la atención y del rendimiento en las primeras horas de clase.

El desayuno admite una oferta de alimentos variada, pero para que tenga las mejores cualidades nutricionales debe incluir: un lácteo (leche con o sin azúcar o cacao, yogur, queso de cualquier modalidad, evitando los muy grasos…); pan, tostadas, copos de cereales, galletas, magdalenas, bizcochos; una fruta o su zumo (cualquier variedad); mermeladas, miel; una grasa de complemento (aceite de oliva,mantequilla, margarina…); y, en ocasiones, jamón o un tipo de fiambre.

A media mañana se puede tomar, como refuerzo de los alimentos consumidos en la primera hora del día, una fruta, un yogur o un bocadillo de pan con queso, jamón o un tipo de fiambre.

Con cierta frecuencia, los niños que desayunan mal llegan hambrientos a la hora del recreo y entonces comen demasiado y no siempre lo conveniente, y en ocasiones les quitan el apetito en la hora de la comida donde se han de cubrir necesidades nutricionales importantes.

  • La comida

En los hábitos alimentarios españoles, la comida del mediodía es la más consistente. Al menos, ha de cubrir del 35 al 40% de las necesidades nutricionales diarias de la persona. En el plan de comidas debe haber una presencia de alimentos ricos en proteínas de origen animal: lácteos, carnes, huevos y pescados, en equilibrio con alimentos de origen vegetal: cereales, legumbres, verduras y frutas. 

  • La merienda

La merienda suele ser muy bien aceptada por los niños y puede complementar la dieta, porque permite incluir productos de gran interés nutricional: lácteos, frutas naturales, bocadillos diversos… La merienda no debe ser excesiva, para que los niños mantengan el apetito a la hora de la cena. La denominada “merienda cena” es una opción nutricional aceptable cuando se incluyen alimentos suficientes y variados y se practica ocasionalmente. El consumo, por ejemplo, de un bocadillo de tortilla francesa y queso con una fruta y, antes de ir a la cama, un vaso de leche, puede ser una alternativa eventual a la merienda y la cena.

  • La cena

La cena se elegirá en función de los alimentos ya tomados en las otras comidas del día. Debe ser consumida a una hora no muy tardía para evitar que la proximidad al momento del sueño impida que los niños duerman bien. Como platos propios de la cena se sugieren purés, sopa o ensaladas, y, como complemento, carnes, huevos y pescados dependiendo de lo que se haya tomado en la comida del mediodía. Como postre: fruta y lácteos.