Qué comer y qué no para entrar en calor y combatir el frío

No todos los alimentos valen para ayudar a nuestro cuerpo a combatir el frío de estos días

El Día, por Jordi Sabaté

Alimentos para combatir la ola de frío Zanna-76 / Pixabay

A tenor del frío polar que nos está arrasando estas últimas semanas, seguramente muchos de nosotros estaremos en casa a resguardo, cerca de la estufa o el radiador, pero aun así pasando algo de frío. Y es que no resulta sencillo mantener la temperatura corporal cuando la casa tiende a enfriarse por todos lados… Y ni hablar ya si tenemos que salir a la calle. 

En estos días nuestro cuerpo está trabajando más de la cuenta en mantener su temperatura normal, y fruto de este trabajo se produce un gasto extra en calorías. Por lo tanto, si estamos mal alimentados, la regulación corporal será más ineficiente, especialmente si tenemos poca grasa; ya se sabe que las delgadas y los delgados pasan más frío, pues la grasa ejerce de aislante.

Tipos de alimentos con beneficios

En consecuencia, es importante observar una buena alimentación que permita a nuestro sistema cardiovascular ejercer bien su función de regulador de la temperatura. En este sentido, el Instituto Médidico contra la Obesidad (IMEO) establece varios tipos de alimentos:

  • por un lado los antiinflamatorios, que permitirán que la sangre circule bien y sin barreras hasta el último punto de nuestro cuerpo, llevando el calor. 
  • Por otro los calóricos (sanos), que ofrecerán energía suficiente para quemar y convertir en calor que nos mantenga debidamente aclimatados.
  • Y también deberemos consumir sustancias (sanas) que aceleren nuestro metabolismo, ya que como resultado se generará un calor adicional que nos beneficiará. 
  • Finalmente, la ingesta de agua es muy importante para mantenernos bien hidratados, puesto que el agua es un mal transmisor del calor y por tanto un tejido bien hidratado pierde menos que otro más seco y por tanto mal hidratado.

Todos los alimentos que cumplan parcial o totalmente con estas cuatro funciones –hidratar, dar energía y calor, acelerar el metabolismo, desinflamar–, serán los indicados. 

Alimentos desaconsejados

Ahora bien, también conviene hacer referencia a aquellos alimentos o costumbres que no se aconsejan en las actuales circunstancias:

  • por un lado el consumo de alcohol es poco recomendable porque por un lado es diurético y por el otro vasodilatador, con lo que llevará el calor a la cara, nariz y orejas, puntos desde donde se perderá con mayor facilidad. 
  • tampoco las comidas en exceso grasas se aconsejan, pues requieren un esfuerzo adicional de digestión y pueden contribuir a concentrar la sangre en la zona del estómago por demasiado tiempo, con lo que las extremidades se enfrían.
  • y lo mismo sucede con las comidas frías, especialmente ensaladas, de baja digestibilidad, especialmente de noche. 
  • finalmente, debemos abstenernos de la comida picante, puesto que la capsaicina, la molécula principal, provoca un aumento de la transpiración y por tanto nos enfría a través del sudor.
  • hay que tener en cuenta que también que el abuso de las sustancias beneficiosas puede hacerlas actuar de modo contrario, precisamente al empeorar la digestión y dar lugar deshidratación. Por lo tanto cualquier alimento debe consumirse con moderación.

Además, todo tipo de bebidas calientes son interesantes al aportar un extra de calor que ayudará a nuestro sistema termorregulador. Ahora bien, si son calientes en exceso podemos conseguir el efecto contrario: que el cuerpo reaccione deteniendo el aporte de calor para compensar dicho exceso. Por lo tanto, calientes pero no mucho. 

Seis alimentos buenos para entrar en calor

  • Infusiones de café y té: cumplen con tres de las funciones principales, al calentar, hidratar y a a vez acelerar el metabolismo. Totalmente recomendables de buena mañana, no tanto por la noche, ya que son excitantes. 
  • Chocolate: su teobromina es otro excitante natural que acelera el metabolismo y nos hace entrar en confort, además de tener el efecto de hacernos más felices. Un buen chocolate caliente es la alternativa ideal al café y el té para las noches. 
  • Legumbres: sobre todo en estofados, junto con otras verduras e hidratos de carbono. Nos calientan, nos hidratan y nos ofrecen energía. No obstante conviene no abusar porque al tener abundante fibra vegetal pueden resultar indigestas. 
  • Fruta: el Ministerio de Sanidad ha emitido una recomendación en la que recomienda el consumo de fruta como medio de hidratación y a la vez aprovechar sus virtudes antiinflamatorias. 
  • Caldos y consomés templados con ajo, cebolla o jengibre: en realidad los caldos ligeros de todo tipo son útiles, no así las sopas grasas y pesadas. Pero estos tres alimentos vegetales tienen importantes virtudes antinflamatorias, y en el caso del jengibre de aceleración del metabolismo. 
  • Frutos secos: destacan por aportar grasas sanas y de alto valor calórico, como los ácidos grasos omega 3, que son además antiinflamatorios. Con un puñado hay suficiente, no conviene abusar. 

¿Qué bebidas te ayudarán a adelgazar este verano?

Granizados, batidos verdes, zumos… ¿qué tomar para ingerir menos calorías?

Telva, por Carolina G. Nombela

A pesar de que ya está aquí el verano y la operación bikini ha llegado a su fin, seguir cuidando nuestra dieta es algo fundamental para convertirlo en una costumbre y no perder los resultados conseguidos con mucho esfuerzo durante los meses de invierno. Algunos caprichos de los que durante el invierno ni nos acordamos como un buen helado o una bebida fría, en verano se vuelven irresistibles. Te enseñamos las bebidas que puedes incluir en tu dieta veraniega para seguir cuidando tu línea.
En una dieta es tan importante lo que comemos como lo que bebemos, aunque a veces no prestemos mucha atención a lo segundo. Durante el verano el consumo de granizados, batidos, refrescos y yogures helados se dispara ante nuestros ojos y comienza a aparecer la duda: qué si y qué no.
Las bebidas y recetas que te ayudarán a adelgazar en verano
Con el buen tiempo y la caída del sol, sentarse en una terraza para tomar un refriego se convierte en algo más que habitual, pero cuidado, no hay que dar vacaciones a nuestro hábitos saludables. Entre las bebidas que puedes consumir diariamente están el agua, infusiones, café con leche desnatada, horchata, zumo de fruta natural, zumo de tomate con pimienta, refrescos light o zero, cerveza (light, rubia o sin alcohol), tinto sólo o con gaseosa 0% o vino blanco. Entre las bebidas que debes evitar a toda costa a la hora que cuidar tu línea están las bebidas alcohólicas de alta graduación acompañadas con refrescos azucarados, según el Instituto Médico Europeo de la Obesidad.

De los zumos naturales a los detox

¡Cuidado con los zumos naturales! No hay duda de que los zumos naturales de frutas y verduras nos aportan un alto porcentaje de fibra y vitaminas, pero contienen bastante contenido de azúcar, por lo que existen mejores opciones para adelgazar.

El consumo de fruta diario es fundamental en una dieta equilibrada según la OMS y la FAO, que aconsejan la ingesta de alrededor de 400g diarios, pero de fruta en pieza o cortada, no en zumo, ya que aporta más calorías y menos nutrientes.

Los zumos detox como los creados por Drink6 o Coldpress nos ofrecen una amplísima gama de sabores deliciosos para refrescarnos esquivando los azúcares.

Para los más exquisitos os dejamos también una opción que, además de ayudarnos en el cuidado interno, lo hace también en el externo: zumos con colágeno. El colágeno es la proteína más abundante en la piel (70%) y su función es asegurar el grosor de la dermis y mantener tersa la piel aportando resistencia y flexibilidad a los tejidos en forma de fibras. Esta tendencias japonesa ha llegado hasta nuestro país con las bebidas Beauty&go que no solamente mejoran la salud y aspecto de la piel, sino que también ayudan a fortalecer los huesos y las articulaciones, y a mejorar la calidad del pelo y las uñas.

Para los amantes del té

El té es una bebida que suele incluirse en todas las dietas para adelgazar por sus poderes drenantes y antioxidantes. Algunos clásicos como el té rojo, el té verde y la cola de caballo son ya unos clásicos en los hábitos saludables, pero hay otras opciones más allá de ellos. Los Smooteas creados por Tea Shop se han convertido en la respuesta de los amantes del té al furor de los smoothies. Se trata de un híbrido entre ambos: batidos de frutas y verduras con un base de té en lugar de agua o bebidas vegetales.

Para los más golosos seguidores de las costumbres veraniegas os proponemos la manera más novedosa de tomaros vuestro té: helado teatox.

Los helados teatox de Douglas son una nueva alternativa healthy. Puedes prepararlo en tu casa con el sabor de la infusión Daytox Tea que más te apetezca. Puedes añadir un chorro de leche para que queda aún más cremoso.

Agua de coco

Beber al menos dos litros de agua al día es un hábito obligatorio estés o no a dieta, pero si el ingerir tanta cantidad de agua mineral al día se te hace demasiado monótono, puedes buscar alguna alternativa sana y más sabrosa, como el agua de coco.

El coco es una buena fuente de vitamina C y en el agua de coco encontramos hasta 25 mg de esta vitamina, que supone el 31% de la cantidad diaria recomendada.

El agua de coco se ha convertido en la nueva bebida del verano porque es más natural, saludable y menos manipulada que menos manipulada que cualquier otra opción. Vita Coco Pure es una buena elección para sustituir el agua mineral en algunas ocasiones ya que es rica en electrolitos naturales, potasio, vitaminas, aminoácidos, antioxidantes, fitonutrientes, y además es baja en calorías. ¡Son todo ventajas!

Superaguas

La nueva bebida detox del verano que está revolucionando el mundo healthy son las superaguas de la marca de jarras depuradoras Brita. Se trata de una bebida detox a base de agua filtrada, frutas y plantas.

Según un estudio realizado por Brita, sólo un 23,38% de los españoles asegura beber más de 2 litros al día mientras que lo recomendable es ingerir entre 2 y 2,5.

Con este producto se pretende fomentar la ingesta de agua a través de deliciosas y saludables recetas que te ayuden a beber la cantidad diaria de agua recomendada. Te proponemos cuatro recetas de superaguas:

1. El agua detox por excelencia: agua filtrada, 5 rodajas de manzana, 3 rodajas de pepino, y 1 rodaja de jengibre. Es ideal para tratar la retención de líquidos gracias al potasio que contiene la manzana, un excelente diurético que ayuda a eliminar toxinas.

2.Anti-aging: agua filtrada, 1 puñado de frambuesas, granada, 2 rodajas de carambola y 1 bolsita de hibisco seco. Ayuda a mejorar el aspecto de la piel y el cabello, dejando la piel tersa, hidratada y sin manchas, así como un pelo más fuerte y sano.

3. Buen despertar: agua filtrada, 1 rodaja de limón, 1 rodaja de pomelo, 5 rodajas de manzana y rama de apio. Además de ser una fuente importante de vitamina C, existe la creencia de que beber un vaso de agua con zumo de limón en ayunas ayuda a activar el metabolismo. Su ácido cítrico facilita la digestión y la activación de otros ácidos encargados de eliminar las bacterias y parásitos que ingerimos en las comidas.

4. Defensas power: agua filtrada, 2 rodajas de naranja, 5 rodajas de zanahoria y 2 rodajas de jengibre. La virtud más conocida de la naranja es la de fortalecer el sistema inmunológico. Sus propiedades antivirales y antibacterianas protegen nuestro organismo durante los cambios estacionales.

Alimentos que nos ayudan a entrar en calor sin descuidar la línea

Los expertos en nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad ofrecen 10 consejos para combatir el frío y cuidar la línea

Alimentos que nos ayudan a entrar en calor_bajaLa caída generalizada de las temperaturas en invierno, agudizada por la reciente ola de frío que congeló la Península Ibérica, hizo que los expertos en nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) se planteen una pregunta: ¿Irrumpe el frío en nuestros hábitos alimenticios a la hora de cuidarnos?

Diferentes estudios[1] apuntan que consumimos más calorías mientras más expuestos al frío estamos[2]. Pese a ello, no se da un gasto calórico importante, porque contrarrestamos dichos efectos con medidas para entrar en calor: pasamos menos tiempo fuera, nos abrigados más y hacemos buen uso de la calefacción. Según Rubén Bravo, portavoz del IMEO y experto en nutrición, «el frío exige a nuestro cuerpo un esfuerzo extra para mantener una temperatura constante alrededor de los 37ºC, teniendo que activar los mecanismos de la termogénesis para generar calor interno y contrarestar de ésta manera el descenso de la temperatura que marca el exterior».

«Dado que los alimentos que ingerimos suelen consumir en diferentes procesos digestivos casi el 15 por ciento de la energía consumida, en época de frío el cuerpo nos pide más alimentos calientes y energéticos que ayudan a mantener la temperatura corporal constante, aumentan nuestras defensas y son una valiosa herramienta para combatir los resfriados», argumenta Bravo.

No obstante, los platos de puchero y potajes hipercalóricos –que son lo que más se consume en estas fechas– esconden cierto riesgo de engordar y no siempre son la mejor opción. Por esta razón, los especialistas en nutrición del IMEO han marcado diez puntos, en forma de consejos prácticos, que nos ayudarán a entrar en calor, sin descuidar la línea.

Para no desviarse de los hábitos saludables, desde IMEO recomiendan basar el menú de cada día en un 50% de hidratos de carbono, en un 30% de grasas saludables y en un 20% de proteínas sobre las calorías totales diarias.

La comida caliente y la práctica regular de ejercicio físico son una forma natural del organismo humano para entrar en calor y, además, ayudan para alejar por un tiempo la sensación de hambre.
lubina con esparragos y arroz_baja

10 consejos prácticos que nos ayudan a entrar en calor en el invierno sin descuidar la línea

1. Añadir a las sopas, caldos, cremas y purés abundante cantidad de vegetales y hortalizas. Los caldos nos hidratan y ayudan al organismo a mantener la temperatura corporal adecuada. Los ingredientes indispensables para combatir el frío son: cebolla, ajo, jengibre, alcachofas, acelgas, espárragos, espinacas, zanahoria, lentejas, arroz, puerro, apio, calabacín, calabaza, berenjena, entre otros. La sopa Juliana y el caldo de verduras depurativo son la opción menos calórica.

Se desaconseja «potenciar el sabor» del plato añadiendo patatas, pastillas colorantes, quesos o nata, porque aportan calorías extras. Si se tiene mucha hambre, es mejor consumir las verduras en parrillada o rehogadas, por su efecto saciante.

2. Tomar a diario cebolla, ajo y jengibre para reforzar las defensas. Sus efectos antibióticos, antioxidntes y antiinflamatorios los convierten gran aliado contra los resfriados.

3. Servirse de súper especias como el comino, tomillo y pimienta. Además de ser un buen condimento, tienen pronunciadas propiedades antigripales. La pimienta de Cayena en sopas y guisos, por ejemplo, aumenta ligeramente el metabolismo, estimulando el uso de las grasas como fuente de energía.

4. En comida y cena priorizar las grasas saludables y omega-3 que se encuentran sobre todo en el pescado azul (sardinas, lubina, besugo).

«Hay que tener especial cuidado con las grasas, si queremos cuidar la línea: aunque son nuestra principal «gasolina» tenemos que limitar su consumo al 30 por ciento de las calorías totales diarias, que es el equivalente de cuatro cucharas soperas de aceite de oliva virgen», recalca Rubén Bravo.

5. Legumbres e hidratos de carbono, en su justa medida. Se trata de alimentos que nos suministran energía de forma rápida y son indispensables para una alimentación equilibrada, pero también esconden riesgo, si se toman en cantidades desmesuradas. Las legumbres (lentejas, guisantes, garbanzos, judías) hay que tomarlas un par a la semana. En cuanto al consumo de pastas, patatas, arroz y cereales, si es un plato principal completo, se aconseja comerlo una vez a la semana como excepción. «En el caso contrario se pueden utilizar pequeñas cantidades como guarnición todos los días», explica Bravo.

6. Las proteínas deben constituir un 20 por ciento de las calorías totales diarias. La carne, el pescado, los huevos y los lácteos son alimentos indispensables para el correcto funcionamiento de nuestro organismo y, además, ayudan a fortalecer el sistema inmunitario.

7. Comenzar el día con un café o té y a la tarde-noche tomar infusiones. Además de hidratar y dejarnos con buen sabor en la boca, estas bebidas calientes de tradición milenaria ejercen efectos terapeúticos sobre nuestro organismo y estado de ánimo si se usan correctamente. Pueden relajarnos (extracto de menta-poleo, pasionaria, valeriana o lúpulo), activar el metabolismo y contribuir a la pérdida de peso (te verde, rojo, rooibos) o mejorar la digestión (infusiones con manzanilla, hinojo o comino). Además, ayudan a combatir los resfriados, alivian el dolor de garganta y la congestión nasal.

En cuanto a las bebidas estimulantes como café y té, los expertos en nutrición advierten que no hay que abusar de ellas, porque puede provocar nerviosismo, insomnio o estados de ansiedad. «Hoy en día sabemos que se trata de la misma molécula, con la diferencia que los polifenoles presentes en gran cantidad en el té ralentizan el ritmo de absorción de la cafeína, con lo cual su efecto es más lento pero más duradero en el té», explica Bravo.

8. Aumentar las raciones de fruta en invierno, sobre todo de cítricos y temporada con altas dosis de vitamina C. Son el remedio natural por excelencia para prevenir los resfriados y reducir sus síntomas.

Es preferible comer la pieza entera, con piel o pulpa, que contiene entre 60 y 70 porcientos de sus apreciados nutrientes. De esta manera nos saciaremos antes que tomando un zumo que contiene tres veces más frutas y mucho más calorías.

9. Incluir en el menú ansiolíticos naturales como el chocolate negro o semillas de griffonia. Durante el invierno tenemos días más cortos y disfrutamos de menos horas de luz solar. Esto contribuye a que disminuyan nuestros niveles de serotonina, hormona del bienestar, y que a su vez sintamos más necesidad de comer para oprimir los ataques de ansiedad y depresión.

Un truco para aumentar nuestros niveles de serotonina sería añadir al aliño de la ensalada semillas de griffonia, una planta africana que contribuye a reducir los estados ansioso y depresivos sin afectar al funcionamiento del cerebro ni crear adicción.

El chocolate caliente conviene prepararlo en casa con leche desnatada y una onza de chocolate negro puro.

10. Al ser posible, hacer deporte en el exterior. Cuando se realicen ejercicios aeróbicos y el deportista está en movimiento constante, se queman más calorías al aire libre y en un ambiente frío que en un gimnasio o ambientes climatizados. Eso sí, hay que tomar medidas para no coger algún resfriado, como utilizar ropa para absorber la humedad, proteger debidamente los vías respiratorias y no dejar que el sudor se enfríe.

Estudios realizados con habitantes de países con climas más fríos han demostrado que correr al aire libre en el invierno resulta saludable, ya que mejora el estado de ánimo de quienes lo practican y disminuye el riesgo de desarrollar el denominado “trastorno afectivo estacional”.

[1] Dauncey MJ. Influence of mild cold on 24 h energy expenditure, resting metabolism and diet-induced thermogenesis. Br J Nutr. 1981 Mar;45(2):257-67.

[2] A.M.J. van Ooijen, W.D. van Marken Lichtenbelt, A.A. van Steenhoven, K.R. Westerterp. Seasonal changes in metabolic and temperature responses to cold air in humans. Physiology & Behavior 82 (2004) 545–553.

 

El 2012 nos obsequió con nuevas técnicas para adelgazar

Serguéi Petujov, RIA Novosti
Foto de Irina ovchinnikova Ria NovostiLa dietética es más que una simple ciencia: en ella ponen sus esperanzas millones de personas por todo el mundo.

Aunque en 2012 los científicos no han inventado ninguna panacea en la lucha contra el exceso de peso, algunos descubrimientos merecen ser tenidos en cuenta. Y de los fracasos del año se podrían sacar las necesarias conclusiones para no repetir errores de otra gente.

Podría calificarse como esperanza del año la bastante exitosa aplicación de los “teléfonos inteligentes”, los smartphones, para el autocontrol de quienes desean perder hasta 3 kilos al mes.

La banalidad del año serían las dietas de turno y los productos quemagrasas, el escándalo del año, el reconocimiento por la comunidad médica del hecho de que dejar de fumar podría suponer un riesgo real de engordar. Y la tendencia del año sería la disminución de la demanda de los preparados para adelgazar.

Invierno y primavera: dando pasos hacia ninguna parte y haciendo listas sin sentido

El 2012 empezó con la aparición de una instrucción “paso a paso” para perder peso en doce semanas y una vez por todas. El comienzo de la maratón se fijó para el “lunes de arroz”, el 2 de enero de 2012. El proceso se prolongaría hasta el domingo, 18 de marzo, y acabaría con la figura esbelta totalmente recuperada.

Luegoб en las actividades dietéticas hubo una pausa que duró quince semanas. Sin lugar a dudas, era necesaria para que todos pudieran probar el método y ver los resultados. Los siguientes descubrimientos del mundo de la nutrición fueron hechos ya en abril: era una lista de veinticinco productos milagrosos que, de acuerdo con un estudio encargado por la revista Health, ayudaban a quemar grasas y a perder peso. Las combinaciones provocaron bastante desconcierto: salmón y avena, chocolate y brócoli, plátanos y cebada, peras y lentejas…

Las recomendaciones de los nutricionistas rusos eran más simples y contundentes: más avena y trigo sarraceno, nada de perascomer en la misma hora

ni de plátanos y, por supuesto, de barbacoas al aire libre…

Verano: estómagos reducidos quirúrgicamente y apuntes diarios

El verano pasado trajo consigo una inesperada revelación de los científicos estadounidenses: la reducción quirúrgica del estómago, a la que se someten en el país miles de personas: de ellas, un 79% son mujeres y un 87% de éstas, de raza blanca, se encuentra en directa dependencia de la adicción posterior al alcohol. Sin embargo, hubo un descubrimiento que dio motivos para el optimismo: años de observaciones a las mujeres que estaban a régimen por su cuenta demostraron que conseguían su meta aquellas que, primero, comían siempre a la misma hora, segundo, descartaban la comida basura y tercero, apuntaban minuciosamente todo lo comido a lo largo del día.

Los primeros dos puntos parecen banales a más no poder. El último, no obstante, resultó ser una sorpresa para los expertos en dietética estadounidenses. De haber conocido los avances de sus compañeros de oficio rusos no habrían tenido que descubrir una cosa que todo el mundo ya sabe.

En el Instituto de Nutrición (Rusia) a todos los pacientes que desean someterse a un curso de adelgazamiento se les propone escribir en un papel todo lo que comieron el día anterior. Uno suele indignarse y con la palabras “Y eso, ¿para qué? Si ayer no comí casi nada” se pone a redactar la lista. Al llegar a la segunda decena de productos, se sonroja. Y los expertos están muy pendientes: cuanto más intenso es el color de la cara, más posibilidades tiene de adelgazar.

Otoño: visitas nocturnas a la nevera, diferentes tipos de calorías y el humo del adelgazamiento

La llegada del otoño estuvo marcada por el siguiente descubrimiento de los científicos canadienses: la falta de sueño obstaculiza el adelgazamiento, dado que “estimula un mayor consumo de productos alimenticios y aumenta la secreción de hormonas que regulan el apetito”.

Por desgracia, al igual que en el caso anterior, no se trata más que de un plagio: el síndrome del comedor nocturno es conocido desde los años cincuenta del siglo pasado y estudiado de manera pormenorizada. Se probó en más de una ocasión que si una persona no duerme por la noche o sufre de alteraciones de sueño, a menudo recurre a la comida. A nivel mundial estaríamos hablando del 9% de la población, uno de cada once habitantes de la Tierra.

Otro descubrimiento del otoño de 2012 merece un mayor interés: resulta que para un adelgazamiento eficiente no basta con contar las calorías, es necesario tener en cuenta su tipo. Es decir, un trocito de chocolate y un plato de repollo crudo podrían tener la misma cantidad de calorías, pero el chocolate se convierte en grasa casi por completo, mientras que para masticar y digerir el repollo se gastan tantas calorías que al final el trocito de chocolate ya no equivale a un plato, sino a una ensaladera de repollo cortado.

La conclusión es que las calorías pueden ser de distintos tipos, de modo que no hay que sorprenderse si con las reglamentarias 2.000 calorías uno podría seguir aumentando de peso. No parece muy eficiente adelgazar comiendo cosas ricas, porque se queman mejor las calorías que se contienen en productos no refinados y, por lo tanto, menos sabrosos.

El otoño acabó con una noticia de calado; los científicos rusos reconocieron que el riesgo de subir de peso aumenta de forma real en caso de dejar de fumar. La gente lo sospechaba antes, pero los expertos preferían no confirmarlo ni desmentirlo, para no hacer propaganda del consumo de tabaco como una forma eficaz de mantenerse en forma. Sin embargo, al empezar a cobrar fuerza la campaña antitabaco lanzada por el Gobierno ruso, los médicos decidieron romper el silencio y asegurar que el consumo de tabaco ayuda a adelgazar, pero el mecanismo de acción es muy parecido al detectado en las enfermedades oncológicas y la tuberculosis.

La lógica parece cojear, también se puede asegurar que numerosas dietas tienen el mismo mecanismo que la alimentación baja en calorías y con productos no refinados propia de los campos de concentración. Con todo y eso la declaración de los científicos volvió a llamar la atención sobre el peligro de las técnicas de adelgazamiento excesivamente estrictas para la salud e incluso para la vida.

Invierno: altas tecnologías al acecho del sobrepeso

Y, por último, en diciembre los nutricionistas estadounidenses hicieron públicos los resultados de sus estudios acerca de la eficiencia del uso de dispositivos electrónicos en la lucha contra el sobrepeso. A primera vista una aplicación para el smartphone que registra la alimentación diaria de una persona y el nivel del esfuerzo físico no se diferencia mucho de los apuntes en un diario. Sin embargo, sí que existe una importante diferencia: el dispositivo envía a diario los datos al nutricionista, que no tarda en introducir correcciones al curso de tratamiento. Y si uno quiere perder peso por su cuenta, el teléfono le informa a su dueño de que está infringiendo uno u otro principio de la pérdida de peso.

Pese a su sencillez, el método ha resultado increíblemente eficaz, tan sólo un mes de este control diario permite perder un promedio de tres kilos. Parece ser el resultado práctico más significativo en el desarrollo de la ciencia del adelgazamiento en 2012. Demuestra lo poco que se necesita en realidad para adquirir una figura esbelta.

Crisis de la pastilla contra bollos y dulces

En los años 2000, la píldora para perder peso más famosa del mundo, el Xenical, la estaban tomando más de 40 millones de personas. En el mejor momento de sus ventas su fabricante suizo, la empresa F.Hoffmann – La Roche Ltd., junto con la británica GlaxoSmithKline PLC, presentó la versión de la píldora para el Reino Unido y Estados Unidos. La marca comercial de ésta última era Alli. Ambos fabricantes ganaban con el tratamiento algo menos de 1.000 millones de dólares anuales.

Pero en 2010, los medios de comunicación difundieron datos sobre el daño que causaba dicha píldora en el hígado y el volumen de ventas no tardó en caer, tendencia que se mantuvo a lo largo de 2011. Y en 2012 las pérdidas de ambas empresas alcanzaron el índice del 84%.

Es verdad que estos datos se refieren a la píldoras de fabricación suiza y británica y a los deseosos de recibir tratamiento en países europeos y en Norteamérica. Los genéricos de estas píldoras se fabrican en muchos países. La India  suministra su producto a medio mundo y Rusia también. En este caso sería imposible buscar informes exhaustivos, de modo que no se pueden sacar conclusiones sobre la crisis del consumo de las píldoras para adelgazar. Todo parece ser cuestión de las experiencias personales de quienes están a régimen.

Así, una de las principiantes de este método escribió en un foro: “Perdí quince kilos. Estuve tomando las píldoras durante cinco meses. El efecto se hizo más visible después de descartar los dulces y la bollería. Ha acabado el curso, pero sigo sin comer bollos y dulces y he perdido dos kilos más”.

Es muy posible que en un futuro no muy lejano esta observación particular se imponga en las mentes de los deseosos de adelgazar y muchos de ellos acaben perdiendo el exceso de peso de manera definitiva. Deseo a todos que ocurra en 2013 y, de paso, ¡buen provecho durante estas fiestas!

La opinión del autor no coincide necesariamente con la de RIA NOVOSTI.