El peligroso mundo de las bebidas energéticas

Se usan para concentrarse, para rendir más, para mantenerse despiertos… Pero sus riesgos son mucho mayores que sus supuestos beneficios

El Confidencial/ Blog Alimente, escrito por José Manuel López Nicolás, profesor titular de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Murcia

La oferta es cada vez más variada. (iStock)

Si hay un grupo de alimentos que ha aumentado espectacularmente sus ventas en los últimos años, son las bebidas energéticas. Según datos oficiales de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), el 68% de los adolescentes (10 a 18 años) de la UE las consumen. Entre ellos, el 12% presenta un consumo “crónico alto” de siete litros al mes y otro 12% un consumo “agudo alto”. Pero, como decía Superratón, “no se vayan todavía que aún hay más”: el 18% de los niños entre tres y diez años son consumidores de bebidas energéticas. Tremendo.

¿Por qué tienen tanto éxito estas bebidas? Porque se usan para casi todo. Los deportistas para aumentar su rendimiento físico, los alumnos para estudiar, los que deben mantenerse despiertos para no dormirse, los que salen de marcha para mezclarlas con bebidas alcohólicas…; el no va más. Sin embargo, las lagunas existentes acerca de las bebidas energéticas son muchas. Analicemos minuciosamente los componentes de estos productos tan de moda y sepamos si su consumo conlleva riesgos o es beneficioso.

«La cantidad de cafeína presente en las bebidas energéticas puede tener consecuencias graves para la salud»

Todas estas bebidas energéticas son también ricas en cafeína, un alcaloide descubierto por el químico alemán Friedrich Ferdinand Runge en 1819. Además de su consabido efecto para excitarnos…, ¿tiene alguna propiedad más la cafeína? Sí. 75 mg de cafeína mejoran procesos cognitivos relacionados con un aumento de la atención, memoria o aprendizaje. Teniendo en cuenta que muchos de estos productos contienen una concentración de 32 mg/100 ml y que se presentan mayoritariamente en unidades de 500 ml, la cantidad total de cafeína en una sola de estas bebidas es de 160 mg, lo que representa más del doble de los 75 mg que establece la EFSA como límite mínimo para ser efectiva.

Pero la ingesta de la cantidad de cafeína presente en las bebidas energéticas puede tener consecuencias graves para la salud. El consumo de solo dos latas de las bebidas que se presentan en formato de 500 ml provoca que se sobrepase la sobredosis aguda de cafeína. Esta se alcanza al ingerir entre 300 y 400 miligramos, dependiendo del peso corporal y del nivel de tolerancia a este compuesto de la persona que la consuma. Pasado ese umbral, aparecen síntomas de inquietud, nerviosismo, insomnio, trastornos gastrointestinales, etc.

El tercer grupo de componentes de las bebidas energéticas lo componen algunas vitaminas del grupo B que se añaden a estos productos. Me refiero a la niacina, el ácido pantoténico, la vitamina B6 y la vitamina B12. Aunque estos micronutrientes han recibido alegaciones positivas por parte de la EFSA, recientes estudios muestran que los españoles no solo no necesitamos suplementarnos con estos ingredientes, sino que niveles elevados de estas vitaminas se encuentran en alimentos que consumimos diariamente. Dicho de otra manera, su presencia en las bebidas energéticas es ridícula e innecesaria.

He dejado para el final el ingrediente que más me preocupa de estos productos: el azúcar. La actual recomendación de la OMS es que el consumo de azúcares añadidos no debe sobrepasar los 50 g diarios. Por otra parte, un reciente documento de la misma organización indica que si la ingesta diaria de azúcar se reduce a 25 gramos se obtendrán beneficios adicionales. Esto es debido a la correlación directa entre el consumo excesivo y diferentes patologías como obesidad, diabetes, caries, enfermedades cardiovasculares, etc. Pues bien, ¿qué cantidad de azúcar hay en una sola lata de 500 mililitros de la mayoría de estas bebidas energéticas? Casi 75 gramos, el triple de todo el azúcar diario recomendado por la OMS. Para que ustedes se hagan una idea, 75 gramos es la cantidad que hay en 15 sobrecitos. Alucinante.

¿Y cuál es el valor calórico de una bebida energética comparado con el de un refresco tradicional? Una lata de 500 ml de una bebida energética aporta casi 300 kcal, mientras que una lata de un refresco tiene un valor energético de 139 kcal. Esto significa que una bebida energética tiene más del doble del valor energético de un refresco y un porcentaje altísimo del valor calórico medio recomendado para la gran mayoría de las personas. Este dato se torna aun más preocupante si tenemos en cuenta que los consumidores habituales de las bebidas energéticas son la población infantil y juvenil, dos colectivos que presentan en nuestro país altos niveles de obesidad.

«Por tener una ridícula cantidad de vitaminas no se debería permitir el mensaje de que las bebidas energéticas son saludables»

Los datos presentados en este artículo son preocupantes. El consumo no responsable de bebidas energéticas hay que frenarlo y para ello es absolutamente necesario que las autoridades sanitarias tomen medidas urgentes. Aunque son productos legales, su composición debe ser revisada. La gran cantidad de azúcar que lleva, sumada a las elevadas dosis de cafeína, las convierten en auténticas bombas nutricionales. También su publicidad debe ser controlada. Por la presencia de una ridícula cantidad de vitaminas no se debería permitir el mensaje de que las bebidas energéticas son saludables. Incluso aquellos deportistas que son seguidos por millones de jóvenes y que les prestan su imagen a cambio de contratos millonarios deberían replantearse su actitud.

Estimados lectores, hoy he intentado resolver muchas dudas existentes alrededor del controvertido mundo de las bebidas energéticas. Sin embargo, hay una pregunta a la que no sé responder. ¿Cómo es posible que tras lo que han leído un niño pueda comprar una bebida energética sin ningún tipo de impedimento? Que alguien me lo explique.

Suplementos en la dieta, ¿sí o no?

Pueden ayudarnos a mejorar el rendimiento, proteger nuestros huesos o controlar el peso, pero, ¡ojo! siempre hay que consultar a un médico especialista

En forma HOLA, por Julia Girón

¿Debería tomar suplementos deportivos si hago deporte? Seguro que tú también te has planteado esta pregunta en algún momento; sobre todo si vas al gimnasio cada día, practicas running o deportes como el crossfit, donde el consumo de suplementos nutricionales está más extendido -según la última Encuesta sobre los Hábitos Deportivos en España, se estima que unos 360.000 deportistas toman algún tipo de suplemento deportivo-. Pero, ¿realmente son necesarios o una dieta equilibrada es suficiente para conseguir aumentar nuestra masa muscular, mejorar el rendimiento o recuperarnos tras el ejercicio? Una experta resuelve nuestras dudas.

La dieta no siempre es suficiente

Todo va a depender de nuestras necesidades, del deporte que practiquemos, del estilo de vida que llevemos… Por eso, aunque la mayoría de veces, una alimentación equilibrada es suficente para aportar todos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita; puede ser que ese aporte suplementario se requiera en algún momento puntual, como puede ser una competición o, fuera del ámbito deportivo, para mejorar algún aspecto de nuestra salud.

La doctora María Amaro, de la Clínica Feel Good, nos explica: «Existen pruebas científicas y médicas que demuestran que algunos suplementos dietéticos benefician la salud en general y ayudan a controlar algunos trastornos. Algunos ejemplos son el calcio y la vitamina D, muy importantes para mantener los huesos fuertes y reducir la pérdida osea; algo que no sólo es vital en el deporte, sino en la vida. Otros, como el ácido fólico, disminuye el riesgo de ciertos defectos congénitos tomándolos antes y durante el embarazo; y los ácidos grasos omega 3 de los aceites de pescado podrían ayudar a algunas personas con enfermedad cardíaca». Eso sí, puntualiza la experta, ya sea para resolver un problema de salud, para controlar el peso o para realizar deporte, los suplementos nunca deben autosuministrarse y es preciso consultar a un médico especialista.

Los mejores suplementos para deportistas

A veces se asocia el consumo de suplementos en el deporte con el consumo de proteínas para aumentar la masa muscular; pero, en función de la disciplina deportiva, se pueden necesitar suplementos diferentes. Por ejemplo, explica la Dra. Amaro, «alguien que se dedique a practicar culturismo o deportes de lucha querrá aumentar su masa muscular y mejorar la fuerza; por lo que la creatina será la más indicada. Por otra parte, una persona que practique running o deportes con gran consumo cardiovascular (un jugador de fútbol o uno de baloncesto) necesita aumentar su resistencia y cuidar de sus articulaciones; por lo que la cafeína y la glucosamina puede ayudar en ese sentido. En cualquier caso, al igual que ocurre con la dieta, la ingesta de suplementos debe ser un traje a medida y habría que diferenciar qué necesidades se tienen, el rango de edad… Los aportes suplementarios son diferentes».

Según la experta, estos son los suplementos más indicados para deportistas y sus beneficios:

– La creatina. Mejora la fuerza, la masa muscular y está indicada para mejorar también el rendimiento de ejercicios de muy alta intensidad, como el crossfit. La creatina la podemos encontrar en carnes y pescados. En caso de tomar suplemento en batidos, pastillas o barras energéticas no debe sobrepasarse los 5 gramos al día y por ciclos. después de hacer ejercicio, si se toma acompañado de pasta mucho mejor.

– La cafeína. Para aumentar el rendimiento en un ejercicio de resistencia, la cafeína es un buen aliado. Tanto el café como el té verde contienen una alta cantidad. En cápsulas, lo normal sería tomar de 3 a 6 mg por kilos. El café, con 3 tazas diarias sería suficiente y se recomienda tomarlo antes de la competición.

– Los aminoácidos. Recuperan el músculo, potencian la formación de proteínas y dan un equilibro a la glucosa. Normalmente los encontramos en las proteínas del suero de la leche, huevos, carne y pescados. Los suplementos de aminoácidos pueden presentarse líquidos, en geles o cápsulas; cuyo consumo puede realizarse antes, durante o después de la actividad física. También en dosis diarias, pero no más de 20 gramos al día.

– La glucosamina. Sirve para el mantenimiento y fortalecimiento de las articulaciones. Sirve para minimizar el desgaste producido por la actividad y el riesgo de lesiones. Tiene cierta acción antiinflamatoria. Lo podemos encontrar en los crustáceos, hongos y en las menudencias cartilaginosas como los callos, orejas o el morro. En suplementos se encuentra en cápsulas y en polvos y la dosis recomendada diaria no debesuperar los 1500 miligramos.

– La glutamina. Es una ayuda para recuperar después del ejercicio. Sobre todo es indicado en atletas de maratón y largo recorrido. Su consumo en cantidades elevadas evita que las proteínas se degraden, mejorando el sistema inmunitario. La encontramos en las carnes, productos lácteos, verdura de hoja verde (no cocer) y los frutos secos. Una dosis de recuperación de cápsulas, batidos o barras energéticas sería de 8 gramos inmediatamente después de terminar el ejercicio. Si lo que pretendemos es evitar la degradación de las proteínas y mejorar nuestro sistema inmunitario, 20 gramos es una buena dosis.

– El ácido Omega 3. Para el ejercicio físico es esencial para aumentar la fuerza y el rendimiento aeróbico, además de poseer un efecto antiinflamatorio previniendo problemas de articulaciones y ligamentos. Su ayuda al sistema inmune contribuye a mejorar el rendimiento y reducir la fatiga. Colabora en una mejora del aporte de oxígeno a los músculos por su efecto reductor de la viscosidad sanguínea. Lo podemos encontrar en el salmón, atún, aceite o frutos secos entre otros. Como suplemento, en forma de cápsulas para tomar entre una y tres diarias el equivalente a 3.000 mg de aceite de pescado.

– Hierro. En el caso de la mujer deportista, existen algunos complementos que son más necesarios, como son los multivitamínicos para obtener un plus en el aporte de vitaminas cuando se siguen programas intensivos de ejercicio y, especialmente, el hierro. Un entrenamiento continuado y extenso puede reducir el suministro del ciclo menstrual y debilitar el sistema inmunológico; incluso causar anemias.

Las bebidas energéticas, en el punto de mira

¿Y qué hay de las bebidas energéticas? La experta alerta de los efectos negativos en la salud que tienen algunas de estas bebidas, a las que califica como un ‘cóctel explosivo nada recomendable’. «Muchas de ellas combinan la cafeína con la taurina. La cafeína es un estimulante del sistema nervioso central y cardíaco, y la taurina facilita la liberación de catecolaminas como la adrenalina o la dopamina y estimula la vasodilatación. Se ha demostrado que con una ingesta normal o moderada las consecuencia pueden ser contraproducentes al colocar el ritmo cardíaco a más de 200 pulsaciones. No existen dosis a partir de las cuales pueda afirmarse que son perjudiciales; ya que los efectos son casi inmediatos desde la primera lata que se consume.

La OMS pide nuevos impuestos a bebidas azucaradas para frenar la obesidad

El 11% de los hombres y el 15% de las mujeres de la población mundial son considerados obesos

La Razón

image_content_5514685_20161011140605La Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió hoy a los gobiernos que establezcan nuevos impuestos para las bebidas azucaradas, a las que responsabilizó del aumento de la diabetes, las caries y la obesidad, una patología con dimensiones epidémicas en algunos países. Según un estudio presentado hoy, con ocasión del Día Mundial contra la Obesidad, aplicar políticas fiscales que generen un aumento del 20% en el precio final de las bebidas azucaradas supondría una reducción equivalente en el consumo de estos productos.

Los datos aportados por la organización son alarmantes e indican que una de cada tres personas tiene sobrepeso y que 42 millones de niños menores de cinco años entran en esta categoría (once millones más que en el año 2000). El 11% de los hombres y el 15% de las mujeres de la población mundial son considerados obesos.

Paralelamente, la diabetes de tipo 2 se ha multiplicado por cuatro en los últimos treinta años, con 400 millones de adultos con esta enfermedad. Frenar esta tendencia pasa por reducir el consumo de alimentos con azúcar añadida, pero sobre todo de bebidas azucaradas, en las que el contenido de dulce es mayor y que son más populares entre los niños y jóvenes, señaló la OMS. Una lata de refresco contiene 40 gramos de azúcar libre (monosacáridos, como fructuosa o glucosa) o lo que equivale a 10 cucharas de té. Esto significa que con una sola de estas bebidas un adulto ya consume el máximo recomendado de la ingesta diaria de azúcar y el doble de los 20 gramos diarios que la OMS considera realmente saludable.

«Las bebidas azucaradas son muy fáciles de consumir y se han convertido en un producto muy accesible», explicó el doctor Francesco Branca, jefe del Departamento de Nutrición y Salud en la OMS. Pese a la gran cantidad de información disponible sobre los efectos perniciosos del consumo excesivo de azúcar, «su consumo no se está reduciendo y en algunas partes del mundo incluso está aumentando», agregó.

El experto reveló que el mayor consumo de ese tipo de bebidas ha pasado de Estados Unidos a Latinoamérica, con Chile y México como los mayores consumidores del mundo, éste último prácticamente al mismo nivel que EE UU. «Mientras en Estados Unidos vemos cierta reducción en la ingesta de calorías, en los últimos cinco años observamos el movimiento inverso en Latinoamérica», comentó el especialista.

A las dietas insanas se atribuyen once millones de muertes al año en el mundo y más de cuatro millones por obesidad. «Sabemos que aplicar impuestos a las bebidas azucaradas es una medida muy efectiva para reducir su consumo, lo que contribuye a la reducción de la obesidad y a prevenir la diabetes», declaró por su parte el doctor Temo Waqanivalu, principal responsable del estudio.

Aunque el contenido de azúcar es mayor en los refrescos o bebidas gaseosas, el experto señaló que las medidas fiscales deben aplicarse de manera proporcional a todas las bebidas con contenido de azúcar, incluyendo los zumos de frutas, bebidas energéticas, bebidas para desayunos y a la leche con sabores. Waqanivalu puso a México como ejemplo de un país donde el Gobierno ha tomado medidas para frenar el aumento acelerado de consumo de bebidas azucaradas.

Ello mediante el establecimiento, en enero de 2014, de una tasa especial que causó un incremento del 10% en el precio final del producto. El impacto ya podía medirse a finales de ese mismo año, con una reducción del 6 % del consumo general y de hasta un 17 % en los sectores de menores recursos, detalló Waqanivalu.

Efe

La obesidad amenaza el desarrollo de miles de niños españoles

El exceso de peso provoca dolencias a un 30% de los pequeños y acorta su expectativa vital. Con apenas 4 años, sufren hipertensión, colesterol alto, apnea del sueño y diabetes

El Periódico de Aragón, por Ángeles Gallardó
diabetes I en niñosLos médicos denominan ambiente obesogénico al cúmulo de circunstancias, consustancial al actual momento histórico, que explican por qué la generación de españoles que ronda la adolescencia, y los niños y bebés que han nacido después, están amenazados por una acumulación de peso y grasa corporal que cuestiona su salud futura. Un 14% de la población española menor de 17 años sufre una obesidad avanzada que les provoca trastornos cardiovasculares graves. A otro 20% le ha sido diagnosticado sobrepeso, el proceso metabólico que altera la asimilación de los hidratos de carbono e induce al cuerpo a almacenar grasa y convertirse en obeso.

Ambos fenómenos se han estabilizado en España en unos niveles que superan a los del resto de Europa. Las cifras de afectados no descienden, aunque sí se intensifica el grado de obesidad con que los niños son conducidos al hospital por su pediatra, a la vez que baja la edad en que se inician en el trastorno metabólico. Se ha diagnosticado a niños de 2 años. «Nos llegan a esa edad, ya obesos, y a los 4 años entran en el momento crítico que determinará su futuro; un año después ya sufren obesidad severa», explica Diego Yeste, responsable de endocrinología pediátrica en el Hospital del Vall d’Hebron. «Tengo pacientes que, con apenas 5 años y poco más de un metro de altura, pesan 65 kilos: es muchísimo», asegura Marta Ramon, endocrino en el Hospital de San Juan de Dios.

MECÁNICA Y COMIDA La perspectiva de que esta tendencia se detenga no se percibe. La tecnología ayuda a ganar peso y la industria de la alimentación dispone de aparatos publicitarios imbatibles, contra los que el mensaje dietético choca y fracasa. «Ascensores y escaleras mecánicas por todas partes, comida barata e hipercalórica, bebidas azucaradas que sustituyen al agua, tabletas electrónicas como objeto de juego y un sedentarismo infantil alarmante», enumera Yeste, intentando explicar el origen del problema. «La publicidad engañosa tiene una influencia determinante –añade Marta Ramón–. Anuncian galletas superazucaradas como si fueran dietéticas; venden cruasanes integrales que se confunden con comida saludable, y bebidas energéticas que son bombas de azúcar».

A esto añaden la dificultad de los niños gorditos por emprender algún deporte, dado que, por razones obvias son propensos al esguince y las lesiones. Y suman la predisposición a almacenar grasa que provoca la propia alteración metabólica. «Comiendo un 10% menos de calorías que otro niño, engordan igual», dice Ramón. No auguran mejoras. «El 90% de los niños que lleguen a la adolescencia siendo obesos, lo serán el resto de su vida y su supervivencia será entre cinco y 10 años inferior a lo previsto para su generación en un país occidental», advierte la doctora Ramón. Las consecuencias patológicas de todo esto no son una amenaza sino un hecho. El páncreas de la mayoría de niños obesos muestra signos de agotamiento y cada vez produce menos insulina, la hormona imprescindible para metabolizar la glucosa de los alimentos y evitar que el azúcar se acumule en la sangre. Muchos, ya son diabéticos antes de cumplir 10 años. La carga grasa les causa hipertensión arterial, exceso de colesterol en la sangre, retinopatía, apnea obstructiva del sueño y un bajo aprecio por sí mismos. Para cada uno de esos síntomas, toman medicación.

La influencia genética apenas explica esta expansión de la obesidad, excepto en los colectivos de niños de origen latinoamericano, nacidos o no en España, cuya tendencia a engordar y acumular grasa es un dato conocido en las consultas médicas. «Los niños de origen latino tienen unos genes que los hacen propensos a engordar rápidamente y sufrir una obesidad complicada, con un alto riesgo de diabetes –asegura la doctora Ramón–. Al llegar a España, adoptan el estilo de vida sedentario que predomina aquí, y ganan peso rápidamente». Algo parecido ocurre a los niños procedentes de China, Pakistán e India, añade.

Algunos de los síndromes cardiovasculares citados –hipertensión e hipercolesterol– se podrían revertir modificando el estilo de vida, coinciden ambos especialistas. De no ocurrir así, en esta generación de niños y adolescentes abundarán los cardiópatas, alertan.

Las bebidas azucaradas son la principal causa de la obesidad entre los hispanos

· Constituyen la principal fuente de calorías que no aportan valor nutricional.
· La OMS anunció nuevas directrices sobre el consumo de aúcares libres.
· Los menores hispanos son uno de los principales objetivos en la publicidad.

EFE, 20minutos
El alto consumo de bebidas azucaradas es una de las principales causas que propician altos índices de obesidad en Estados Unidos, y uno de los grupos que más la consumen, y al que se dirige la publicidad de estas corporaciones, son los hispanos.
azucar EP«Las bebidas azucaradas son la mayor fuente de ingesta de azúcar en los niños estadounidenses, y como sabemos esto está asociado a la obesidad», indicó Sohyun Park, epidemióloga de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) especializada en el tema. Las bebidas azucaradas constituyen la principal fuente de calorías que no aportan valor nutricional o «vacías» en la dieta de los niños y jóvenes en Estados Unidos y en muchos casos son un factor determinante en el desarrollo de obesidad, diabetes, entre otras. El problema ha hecho que la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunciase esta semana nuevas directrices sobre el consumo de azúcares libres o agregadas, para que no superen el 10 por ciento. Las nuevas recomendaciones representarían unos 50 gramos de azúcares para los adultos, y 37 gramos para los niños y las bebidas gaseosas regulares y jugos tienen en promedio entre 24 a 29 gramos de azúcar por cada 8 onzas. De acuerdo con la experta, los hispanos son una de las minorías más propensas a consumir este tipo de bebidas en mayor proporción y a padecer de los efectos negativos que estas conllevan. «El consumo de bebidas azucaradas es alto en los jóvenes, pero es aún más alto en la población hispana», indicó Park. Más publicidad dirigida al público latino La epidemióloga citó entre las causas que inciden en esta disparidad, el hecho de que los menores hispanos son uno de los principales «blancos» en la publicidad de las compañías fabricantes de refrescos. «La industria dirige fuertemente su publicidad hacia los jóvenes latinos y cuando ellos miran estos anuncios en la televisión o en su computadora, quieren tomar estos refrescos. Sería bueno que estas compañías limitaran esta publicidad», dijo Park.
De acuerdo con el estudio «Sugary Drink Facts 2014» de Yale Rudd Center for Food Policy & Obesity, los niños hispanos son uno de los principales blancos de la publicidad de las compañías de refrescos, que en el 2013 gastaron 866 millones de dólares para promocionar bebidas poco saludables. El reporte, financiado por la Fundación Robert Wood Johnson, encontró que la industria de las bebidas azucaradas y energéticas aumentó un 44 por ciento sus gastos de publicidad televisiva en español en 2013 en comparación con 2010. También en 2013, los jóvenes hispanos tuvieron un 93 por ciento más de probabilidades que los jóvenes blancos de visitar los sitios de internet de estas compañías de bebidas, lo que responde a una amplia presencia de estas empresas en las redes sociales. La experta citó además razones culturales, como el hecho de que las personas que provienen de países en los que el agua del grifo no siempre es potable tienden a tomar más bebidas embotelladas.

«Hay estudios que demuestran que las personas que no creen que el agua del grifo donde viven es potable, son más propensas a consumir bebidas azucaradas y los latinos son quienes expresan más desconfianza en este sentido», aseveró la epidemióloga. De acuerdo con datos de los CDC, en 2010 se consumieron 31.5 galones de gaseosas por persona en México, cifra que superó a la cantidad ingerida en Estados Unidos. Park señaló que pese a que en Estados Unidos el agua es potable en la mayoría de los lugares, muchos no logran «romper» con estas prácticas culturales. «Es necesario que las escuelas y los lugares públicos sigan trabajando por ofrecer opciones saludables y limitar las bebidas con alto contenido de azúcar», aseveró la epidemióloga de los CDC.

Las bebidas energéticas contienen hasta 20 cucharadas de azúcar por lata

Un nuevo estudio ha establecido, además, que son hipercalóricas y peligrosas para la salud
ABC
bebidas energeticasCada vez son más queridas entre la población de regiones como Gran Bretaña o Estados Unidos. Pero… ¿realmente son buenas para la salud las bebidas energéticas ? Un nuevo estudio realizado por la organización inglesa «Acción contra el azúcar» cree que no pues, según han podido averiguar, cada uno de estos refrescos puede llegar a contener hasta 20 cucharaditas de azúcar por lata, el triple de lo que se recomienda tomar al día si se pretende estar sano.

Las conclusiones de este estudio –de las que se ha hecho eco el diario en línea «Daily Mail»- explican que, además de los ingentes niveles de cafeína con los que cuentan, estas bebidas se están convirtiendo en el «tabaco» de muchos ciudadanos debido a sus grandes dosis de azúcar. Al parecer, y en palabras de la asociación, su consumo se ha generalizado entre colectivos como los estudiantes, los cuales buscan mantenerse despiertos durante horas con estas bebidas al no conocer sus peligros.

La investigación, concretamente, ha analizado 197 bebidas de las más famosas que se pueden hallar en el mercado y ha encontrado niveles de hasta 15,6 gramos de esta sustancia en cada 100 ml de algunas marcas. Esto implica que, aquellas compañías que vendan latas de 500 ml, estarían ofreciendo a sus clientes nada menos que 85 gramos de azúcar (el equivalente a entre 18 y 20 cucharaditas).

Graham MacGregor, profesor de medicina cardiovascular de la Universidad Queen Mary y uno de los mayores detractores de tomar azúcar en grandes cantidades, ha señalado que esta cantidad es tres veces superior a la máxima que se aconseja ingerir al día para estar sano. «Los niños son blancos de la publicidad de estas bebidas, piensan que van a mejorar su rendimiento en la escuela, mejorar en los deportes… y solo toman una peligrosa cantidad de azúcar», destaca.

Por otro lado, la investigación ha puesto de manifiesto también lo calóricas que son estas bebidas, las cuales pueden llegar a albergar más de 325 calorías por lata. Esta cantidad es extrema si se considera que, a día de hoy, la dieta de un adulto debe (aproximadamente) contar con entre 1.750 y 2.250 calorías por jornada para ser saludable.

Los diez alimentos que no debes picotear (si no quieres engordar)

El Confidencial

chips que engordanA todo el mundo le gusta picar entre horas, y los fabricantes de aperitivos lo saben. Por eso crean pequeñas raciones alimenticias, altamente adictivas, ante las que nadie puede resistirse. Los snacks son los alimentos menos saludables de toda la pirámide alimenticia, algo que incluso se recuerda en las propias bolsas que contienen estos. A veces parecen poca cosa, escondidos en pequeñas recipientes que aún así doblan su tamaño, pero siguen siendo una bomba para tu salud, con grasas nada saludables y mucha sal.

Pero hay algo peor que los snacks tradicionales; los supuestos “snacks sanos”, dos palabras del todo contradictorias que nunca deberían ir de la mano. Mucha gente cree que las barritas de muesli, las tortas de arroz, o las galletas con fibra no engordan, y se pueden tomar alegremente. Nada más lejos de la realidad, estos snacks son si cabe más peligrosos, pues creemos que son sanos y nos atiborramos de ellos, sin darnos cuenta de que, en realidad, tienen casi las mismas calorías que el resto.

Estos son los 10 aperitivos que deberías evitar si quieres cuidar tu salud.

1. Patatas fritas

El rey de reyes de los aperitivos es también el menos saludable. Apenas tiene algo bueno: un alto contenido en grasas, los carbohidratos menos saludables, y muchísima sal. Las patatas fritas industriales son cuatro veces más calóricas que las cocinadas al estilo tradicional, ya que tienen mucha menos agua. Según un estudio sobre los snack de patata realizado por Consumer Eroski en 2005, las patatas fritas convencionales aportan entre 530 y 600 calorías cada cien gramos, mientras que las light se quedan en 470 calorías; tienen entre el 30% y el 43% de grasa (en las light, el 20%) y, además, contienen abundante sal: entre el 0,6% y el 2% en las “normales” y el 2,5% de sal en las light que, de media, son el doble de saladas que las normales.

Por si fuera poco, las patatas fritas son el alimento con mayor presencia de acrilamida, una sustancia potencialmente cancerígena que aparece cuando los productos ricos en almidón, como las patatas, se cocinan a altas temperaturas. Habría que comer 6 kilos de patatas fritas al día para superar el límite de acrilamida que la Organización Mundial de la Salud considera peligroso, pero está claro que, en cualquier caso, no es conveniente abusar de este tipo de productos.

2. Barritas de cereales

Aunque la composición de las barritas de cereales varía enormemente entre modelos y marcas, son alimentos basados principalmente en hidratos de carbono, que no son recomendables para la pérdida de peso. Las barritas son alimentos completos muy útiles cuando se hace deporte, pues ofrecen mucha energía en poco espacio, pero no tienen nada de saludable. Muchas de ellas tienen, además, todo tipo de frutos secos y azúcares (hasta 25-40 gramos de azúcar por cada 100 gramos) que te harán engordar en muy poco tiempo.

3. Frutos secos tostados

Los frutos secos tostados no sólo tienen muchísimas calorías, además contienen una cantidad ingente de sal. El proceso de tostado de los frutos secos acaba con la mayor parte de nutrientes saludables presenten en estos. La alternativa es evidente: los frutos secos sin tostar son un snack que sí resulta saludable en pequeñas cantidades, ya que contiene ácidos grasos beneficiosos para nuestro organismo. El malo entre los malos de los frutos secos tostados es el cacahuete con miel y sal que contiene 548 Kcal por cada 100 gramos.

4. Tortitas de arroz

El snack predilecto de las dietas es, paradójicamente, uno de los más peligrosos. Está hecho con arroz inflado y deshidratado que, básicamente, es hidrato de carbono en estado puro, cuando no lleva, además, recubrimientos con sal, que suele ser bastante abundante, o azúcar. En realidad las tortitas de arroz no tienen nada de sano y son un engañabobos que pueden llevarnos a comer unos hidratos que no necesitamos, pensando que se trata de un alimento saludable.

5. Palomitas de microondas

Las palomitas de microondas tienen muchas calorías, una cantidad ingente de sal, y la grasa menos saludable del mercado, incluyendo ácidos grasos trans. Según un estudio que comparó los valores nutricionales de ocho marcas distintas de palomitas, cien gramos de éstas aportan unas 500 calorías y su contenido en grasa pasa del 4% que tenía el grano de maíz original a entre el 19% y el 27% cuando se consumen tras pasar por el microondas.

6. Bebidas energéticas

Aunque las bebidas energéticas no son, en sentido estricto, un aperitivo, si es algo que ingerimos entre comidas para calmar nuestra ansiedad, sentirnos mejor o no aburrirnos. Ya sea en su versión “normal” o light, las bebidas energéticas son una mala elección si queremos cuidar nuestra dieta. Tienen muchísimo azúcar –o aspartamo, que tampoco es saludable– y no es un alimento que pueda consumirse a diario. Además, las bebidas energéticas elevan la frecuencia cardiaca y la presión sanguínea, y son una bomba de relojería para personas con problemas cardiovasculares.

7. Galletas

Poca gente puede resistirse al encanto de una galleta entre horas, pero es un alimento alto en calorías, grasa y azúcar. Si las tomamos con moderación, no hay problema, pero cada vez son más habituales las galletas de apariencia light (aunque no puedan etiquetarse como tal) que tienen prácticamente las mismas calorías qugalletas light

e las variedades convencionales. Respecto a las galletas hay que seguir una norma: la fibra es saludable para personas con determinados problemas digestivos, pero no engorda menos.

8. Yogures

El yogur es un alimento rico en grasas que, no obstante, tiene cierta apariencia “sana” debido a la gran cantidad de variedades light presentes en el mercado. La realidad es que el yogur es un alimento rico en grasas. Hay que decir, no obstante, que no todas las variedades desnatadas son iguales. Los yogures naturales desnatados sí tienen pocas calorías, el problema es que siempre acabamos tomándolo con una gran cantidad de azúcar. De lo que hay que huir sin duda es de los yogures con sabores, también los desnatados, que no no tienen grasa, pero sí, necesariamente, azúcar o edulcorante.

9. Frutas en almíbar

En una escena de los Simpsons, Homer justifica la ingesta de rosquillas explicando que están rellenas de fruta, y la fruta es sana. No es la persona adecuada para dar consejos nutricionales. La fruta no siempre es sana, sobre todo si ha sido previamente congelada y está inmersa en un sirope de azúcar. Las frutas en almíbar son una bomba calórica, con una enorme cantidad de azúcar, más del doble que en su versión fresca.

10. Refrescos light

Los refrescos light están en el punto de mira de numerosos científicos que aseguran que son incluso peores para la salud que sus variedades convencionales. El consumo excesivo de estas bebidas confunde al organismo y perjudica el seguimiento de una dieta, haciéndonos comer más, además, los edulcorantes podrían tener efectos perniciosos para la salud, elevando notablemente el riesgo de padecer diabetes. Un estudio asegura que es preferible tomar refrescos no light, siempre y cuando el consumo no supere el litro y medio por semana.

Una nutrición adecuada ayuda a aprobar los exámenes

En época de exámenes los estudiantes se encuentran sometidos a una serie de factores poco favorables para el estado general de la salud: presión constante, muchas horas de estudio, estrés, un intenso esfuerzo psíquico e intelectual que no tarda a pasar factura al cuerpo. ¿Qué podemos hacer para amortiguar estos efectos negativos y qué remedios naturales nos conviene tomar para mejorar la memoria o la concentración? Para contestar a estas preguntas, la revista Gaceta ha acudido a Rubén Bravo, especialista en nutrición y naturópata del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO).

Eva Costo, La Gaceta

– ¿Qué tipo de alimentación básica debe llevar una persona que se encuentre en un periodo de esfuerzo intelectual intenso? ¿Existe algún alimento o vitamina que ayude a mejorar la memoria? ¿Y la concentración?

Rubén Bravo: Tenemos que tener en cuenta que la glucosa es la principal fuente de energía de nuestro cerebro, y ésta proviene principalmente de los hidratos de carbono simples y complejos, y las frutas.

La alimentación indicada debería contener por un lado hidratos de carbono polisacáridos de bajo índice glucémico para proporcionen al intelecto una entrada continua pero estable de glucosa, como son los cereales integrales, avena o centeno. Y en momentos donde se requiera un esfuerzo excepción las frutas o dulces son un importante aliado.

Por otro lado sugerimos una dieta equilibrada rica en macronutrientes y micronutrientes, como es la dieta mediterránea, completa y variada. La correcta alimentación es básica para conservar la memoria activa y mantenerla en condiciones durante muchos años. La toma de algunas vitaminas en concreto asegura que las neuronas tengan un funcionamiento adecuado. Los alimentos ricos en vitamina B y ácido fólico, por ejemplo, ayudan a conservar la memoria y estimulan la capacidad de concentración. Mientas que la colina -que se encuentra en el ajo, la cebolla, los espárragos, el arroz, la soja, las habas y las judías- ayuda a combatir los problemas emocionales y desajustes en el cerebro.

La presencia de alimentos antioxidantes, ricos en vitamina C en el menú diario, como son las frutas, hortalizas y verduras, ayudan a evitar la oxidación de las células y su posterior envejecimiento. 

La toma de omega 3 también es muy importante, ya que ayuda a prevenir la mala circulación, disminuye el colesterol y la alta presión arterial. Por esta razón, una dieta rica en aceite de sésamo o soja, pescado azul, nueces, espinacas o lechugas nos ayudará a estar en condiciones a nivel mental y también nos permitirá disfrutar de una buena salud.

El tomar algún multivitamínico específico que contenga estas vitaminas fundamentales como la Vitamina C, las del grupo B, la E, el oligoelemento Selenio, el Mineral Quelado Zinc y el Ácido Graso Omega 3. En fitoterapia es conocida la eficacia del Wild Yam y la Acerola.

– ¿Qué opinión tiene de los estudiantes que recurren a las bebidas energéticas en época de exámenes?

RB: En éste caso, debemos plantearnos la pregunta de otra manera: ¿se puede estudiar de forma efectiva con sensación de taquicardia, euforia e hiperactividad?

Al contrario de lo que creen los adictos, las bebidas energéticas no mejoran el rendimiento físico e intelectual y no ayudan a aprobar un examen. Es verdad que a primera vista se siente un subidón, de golpe desaparece la somnolencia, pero esto tiene su explicación lógica y es debido a la alta dosis de azúcares simples, cafeína y taurina ingeridos con la bebida. Una vez pasado su efecto, llegan los efectos secundarios, un cansancio agotador, baja anímica, temblores o incluso arritmias. Todo esto puede resultar dañino para nuestro cuerpo, si se registra una sobredosis. Por esta razón la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado a los fabricantes denominar a estas bebidas estimulantes, en lugar de energéticas. De todas formas, aconsejaría que no se tomen por personas con problemas cardíacos o un alto nivel de hipertensión.

Me oriento más hacia una alimentación equilibrada y de incisión en la insulina estable.

– Los estudiantes abusan del café para aguantar despiertos más tiempo, ¿qué aporta de bueno y de malo esta sustancia?

RB: El efecto es muy similar al experimentado por la bebidas estimulantes, pues la cafeína produce una estimulación directa en la insulina provocando una subida exponencial de glucosa, que deriva en un aumento del ritmo cardiaco, sensación de excitación, euforia… lo bueno es que nos puede mantener despiertos durante bastante tiempo funcionando a un ritmo superior, pero el cuerpo siempre tiende a compensar las sobrestimulaciones con caídas en picado que derivan en los efectos contrarios a los experimentados como la hipotensión, sensación extrema de fatiga, tendencia depresiva, aspecto emocional negativo, falta de retención y concentración, sueño…

– Se suele aconsejar a los que se enfrentan ante grandes esfuerzos intelectuales beber dos o tres litros de agua al día. Sabemos que el agua es buena para la salud, pero ¿por qué es buena en este caso?

RB: No se trata sólo de beber agua, sino de hidratarse, bebiendo 2 o 3 litros de líquidos al día, lo que ayuda a conservar fresca la memoria y aumentar la capacidad de concentración. Además de agua y sobretodo en la época de verano, recomendaría tomar más zumos naturales recién exprimidos, té frío, infusiones y lácteos que ayudan a estar bien hidratados no sólo para rendir intelectualmente, sino porque favorecen la salud en general.

El líquido cefalorraquídeo se compone principalmente de agua, y es el encargado de transportar los nutrientes al cerebro, eliminar los desechos que la actividad de éste produce, y soportarlo en un medio acuoso, hidratándolo, nutriéndolo, refrescándolo…

Los estudiantes, que se están preparando para los exámenes, deben prestar especial atención a su nivel de hidratación, ya que a medida que el cuerpo pierde líquido se reducen las funciones cognitivas que afectan el desempeño mental. Con pérdidas de líquidos del 1% en nuestro cuerpo disminuye la memoria, a partir del 2%, además, disminuye la atención, las respuestas reflejas, la coordinación psicomotriz, la voluntad y pensamiento, la coordinación visual y motora. Superando el 3% de pérdida de líquidos corporales, aparecen dolores de cabeza, desorientación y disminuye drásticamente el funcionamiento mental. Por eso, es recomendable tomar de 2 a 3 litros de líquidos al día, no esperar a tener sed, descansar 5 minutos cada hora de estudio o trabajo intelectual para despejar la mente.

– Las épocas de exámenes traen consigo episodios de estrés y ansiedad. ¿Se pueden combatir con alimentación? ¿Cómo?

RB: Simplemente manteniendo una alimentación equilibrada como hemos indicado anteriormente, evitando los excitantes que alimentarán aún más nuestros niveles de estrés y ansiedad, y proporcionando al cuerpo una ingesta de hidratos de carbono integrales que favorecerán el bienestar y la estabilidad emocional.

Por otro lado recomiendo ingerir un puñado de frutos secos al día, pues son una fuente muy rica de magnesio. Las almendras sin cáscara, pistachos y avellanas nos proporcionarán un gran aliado contra el estrés, ya que el magnesio actúa directamente sobre nuestro sistema nervioso central, relajando los músculos y equilibrando nuestra actividad emocional, combatiendo ansiedad, insomnio, estrés y miedos, sin atenuar nuestras capacidades cognitivas como la memoria, la concentración o la atención.