¿Hay alimentos tóxicos?

CuidatePlus, por Isabel Gallardo Ponce

Una alimentación equilibrada es básica para mantener una buena salud. Pero al planear nuestros menús para la semana, algo que permite huir de picoteos poco saludables, también hay que prestar atención a alimentos que pueden resultar tóxicos. En realidad no se trata de que los alimentos sean tóxicos en sí mismos si no a que una mala conservación o la proliferación de microorganismos puedan provocar una toxicidad. 

Toxiinfección e intoxicación alimentaria

Para entenderlo hay que diferenciar entre dos términos que pueden parecer sinónimos pero que no lo son: toxiinfección o infección alimentaria e intoxicación alimentaria. Según Inmaculada Luengo, nutricionista dietista del Instituto Médico Europeo de la Obesidad, una toxiinfección se produce al ingerir alimentos sobre los cuales han proliferado microorganismos, que al entrar en contacto con el tracto digestivo continúan su ciclo vital, desarrollándose y provocando síntomas digestivos. “Por otro lado, una intoxicación alimentaria se produce cuando se consumen alimentos donde el microorganismo ya ha realizado parte de su ciclo vital liberando toxinas”. 

De esta forma, la contaminación de un alimento puede ser física -producida en restos de envases, en residuos…-, química -por productos desinfectantes, aditivos o metales- o biológica. “Los agentes biológicos pueden causar efectos adversos para la salud. Sin embargo, no necesariamente pueden suponer un riesgo para el consumidor, ya que hay microorganismos patógenos y no patógenos, como pueden ser las bacterias lácticas productoras de fermentaciones beneficiosas como las que se producen en el yogur”. 

Toxicidad de tubérculos como la patata o la yuca

Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan), “los glicoalcaloides son un grupo de compuestos que contienen nitrógeno que se producen naturalmente en varias especies de plantas cultivadas y ornamentales de la familia Solanaceae. Entre las solanáceas se incluyen verduras como las patatas, los tomates, las berenjenas y los pimientos”

La solanina, un glicoalcaloide presente en este tubérculo, es la responsable de que pueda aparecer en la patata, con mayor frecuencia que en el resto de verduras, “una sustancia tóxica como mecanismo de defensa para evitar el ataque de depredadores, insectos y parásitos”, dice Luengo. 

Este contenido de glicoalcaloides, según Miguel Civera, endocrinólogo del área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, varía en función de la variedad de la patata, la madurez y su conservación. Además, la cáscara contiene una mayor cantidad de estos glicoalcaloides. “Las condiciones de almacenamiento, especialmente la luz y la temperatura, son responsables directos de un aumento de solanina, siendo la tasa de formación de glicoalcaloides en oscuridad solo alrededor del 20% de la tasa de formación de las patatas expuestas a la luz”, explica Civera. 

Para inactivar la aparición de los glicoalcaloides de la patata, desde la Aecosan se aconseja cocinarlas a temperaturas de 170ºC o superiores. Civera añade que “pelar, hervir o freír pueden reducir el contenido de glicoalcaloides en los alimentos. Por ejemplo, pelar las patatas puede reducir el contenido entre un 25 y 75%, hervir en agua entre un 5 y un 65% y freír en aceite entre 20 y 90%”. 

¿Qué síntomas puede producir el consumo de estos glicoalcaloides?

Consumir estos glicoalcaloides presentes en la patata sin cocinarlos a las temperaturas recomendadas pueden producir, según la Aecosan y la Autoridad Europea de Salud Alimentaria (EFSA):

  • Síntomas gastrointestinales, como diarrea, vómitos y dolor abdominal si se consumen más de 1 mg/kg de peso corporal o más. 
  • Apatía, confusión, debilidad, alteraciones de la visión, pulso rápido y débil y presión arterial baja. Estos signos pueden producirse de forma secundaria a la deshidratación producida por los síntomas gastrointestinales. 
  • En los casos graves puede aparecer parálisis, insuficiencia respiratoria, insuficiencia cardiaca y muerte. La dosis de 3-6 mg/kg de glicoalcaloides por peso corporal se consideran potencialmente letales.

Toxicidad de las setas y consejos para su recolección

El otoño es el momento más adecuado para el consumo de setas y, para los más atrevidos, para su recolección. Sin embargo, aunque es un alimento con alto contenido en fibra y contiene otros beneficios para la salud, hay que asegurarse de que son comestibles y de que no son tóxicas y, por ende, venenosas. Desde la Aecosan han elaborado el documento Consejos para la recolección y el autoconsumo de setas silvestres, para aquéllos que recogen setas para el consumo doméstico privado. Lo más importante para ello es la prudencia y por ello explican: “No recolectes setas si no tienes la seguridad de que son comestibles. Si tienes dudas, no las consumas hasta consultar con un experto que sepa reconocerlas. Este consejo puede salvarte la vida”. 

Asimismo, el documento también aconseja no recogerlas en zonas que puedan estar contaminadas, como las ciudades, las cunetas de las carreteras, las áreas industriales o agrícolas, jardines o zonas próximas a vertederos. También aconsejan cortar el ejemplar por su base con un cuchillo o navaja y llevarlas limpias a casa. Si hay dudas sobre la identificación de alguna seta lo más sensato y prudente es envolverla en papel de aluminio y mantenerla separada del resto hasta poder consultar con un experto. 

Las setas recogidas no deben transportarse en bolsas de plástico sino en cestas de mimbre u otros contenedores con agujeros. Además, no deben recogerse jóvenes ni muy maduras ni tras abundantes lluvias o heladas. 

“La toxicidad en las setas se produce por micotoxinas (mohos) que crecen en condiciones adecuadas de temperaturas y humedad. Las micotoxinas como son aflotoxinas u ocratoxina A, crecen en alimentos como los cereales, granos de café, frutos secos -como el anacardo-, etc. La importancia patológica reside en que su consumo en determinadas concentraciones puede ser cancerígeno y producir alteraciones en el hígado, los riñones u otros órganos”, añade Luengo. 

No obstante, en el caso de que se produzca una intoxicación, cuyos síntomas varían en función de la especie, estos pueden aparecer a los pocos minutos de la ingesta o a lo largo de varias horas o días tras la ingestión. La mayoría de las intoxicaciones pueden producir cuadros gastrointestinales -vómitos, diarrea y dolor abdominal- pero también puede aparecer sudoración, mareo, vértigo, agitación, alucinaciones, lagrimeo o enrojecimiento de la piel. En el caso de que aparezcan tras el consumo de setas conviene acudir al médico y presentar una muestra de las setas ingeridas. 

Toxicidad por pescado contaminado con mercurio

El consumo de pescado tiene grandes beneficios para la salud, ya que es una fuente de proteínas de alto valor, pero también incluye yodo, seleniocalciovitaminas DAE, B6 y B12 y ácidos grasos Omega-3.  Su consumo es seguro y saludable pero hay que tener en cuenta que el mercurio liberado en el medioambiente y presente en mares y ríos puede producir en los pescados y mariscos un proceso llamado bioacumulación. Este fenómeno hace que los peces depredadores, de mayor tamaño, acumulen mayores concentraciones de este metal pesado en forma de metilmercurio al alimentarse de los más pequeños, como parte de la cadena trófica. Por eso ya desde 2019 el Ministerio de Sanidad recomienda evitar el consumo de especies con alto contenido en mercurio -pez espada o emperador, atún rojo, tiburón y lucio- a mujeres embarazadas o que planean estarlo, a mujeres en lactancia y a los niños hasta los 10 años. Esta ingesta deberá, además, estar limitada a 120 gramos al mes en niños entre 10 y 14 años. 

Se aconseja al resto de la población un consumo de todas las especies entre 3 y 4 raciones de pescado semanales procurando variar entre pescados blancos y azules. En el caso de las mujeres embarazadas y de los niños hasta los 14 años se aplica la misma recomendación con la salvedad de las especies con mayor contenido de mercurio. 

Según Luengo, el metilmercurio puede afectar al sistema nervioso e inmunitario, al aparato digestivo, a la piel, a los pulmones, a los riñones y a los ojos. “En embarazadas puede producir efectos teratogénicos en el feto y daños neurológicos ya que es capaz de atravesar la barrera hematoencefálica”.

Botulismo

El botulismo está causado por la bacteria Clostridium botulium, que se encuentra en el suelo y aguas contaminadas no tratadas. Según Luengo, “producen esporas que sobreviven en alimentos mal conservados donde generan una toxina. Se encuentran sobre todo en conservas caseras”. 

Por eso, si queremos realizar conservas en el domicilio se deben realizar medidas preventivas, como calentar las conservas previamente a 80ºC durante al menos 20 minutos. Conviene realizar “la limpieza, el tratamiento térmico y el cierre hermético de los envases que vamos a emplear, así como utilizar alimentos como el ajo, especias, hierbas o aceite de oliva virgen extra para impedir la proliferación bacteriana”. 

Aunque, según Civera, la incidencia del botulismo en España es baja, la Aecosan recomienda “a los consumidores desechar consevas -caseras e industriales- que presenten abombamiento, óxido, pérdidas de líquido u olores anómalos”.

Los síntomas que puede provocar la toxina que produce la bacteria Clostridium botulium son cólicos abdominales, dificultad para respirar, visión doble, náuseas, vómitos y debilidad.

Alimentos que ayudan a regular la tensión arterial

En este programa Más Vale Tarde, de la Sexta, es tratado el problema de las bajadas de tensión que a veces se dan con el aumento de las temperaturas en verano. «El calor puede producir una pérdida de líquidos considerable y deshidratación, igual que una circulación más lenta que contribuirán a la bajada de la tensión arterial», apunta Estefanía Ramo, nutricionista del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO). Algunos de los síntomas que podemos sentir en estos casos son mareo o debilidad. Es una una clara señal que algo pasa con nuestra tensión arterial y habríamos que tomar algunas medidas de emergencia.

Toma nota de estos alimentos que te ayudarán a subir la presión arterial de forma natural. De igual modo, es importante que recurras al médico para establecer las causas que pueden estar provocando esta presión baja.

Alimentos para subir la presión arterial baja

Si tu presión se encuentra por debajo de 60 mmHg y de 100 mmHg, se puede decir que la tensión se encuentra baja. Por ello, para tratar de subirla de manera natural es necesario saber cómo hacerlo, y qué alimentos consumir para lograrlo.
Mucho se habla de la presión arterial alta, pero la tensión baja también puede traer complicaciones en la salud. Por ello, si la padeces, es importante que conozcas qué alimentos te pueden ayudar a subirla de manera natural.

Alimentos para subir la presión arterial baja

Agua, el alimento que no debe faltar es el agua. En ocasiones la hipotensión arterial y la deshidratación se relacionan, por ello no olvides tomar dos litros de agua por día.
Las bebidas con electrolitos son sumamente efectivas para elevar la tensión arterial, ya que contienen diferentes minerales como potasio, magnesio y especialmente sodio (mineral sumamente importante y necesario para subir la presión).
Sal, añade sal a tus comidas, no es necesario exagerar, sólo añade un poco más a lo que consumes habitualmente.
Elige alimentos ricos en vitamina B, ya que el déficit de alguna de las subespecies puede provocar hipotensión arterial.
Consume alimentos frescos como vegetales y frutas. Estos alimentos son ricos en vitaminas y minerales que mejoran la circulación de la sangre y mantienen su volumen en condiciones equilibradas.
Bebe zumos de frutas y vegetales frescos y naturales como por ejemplo el zumo de remolacha o el zumo de naranja, toronja, mandarina, kiwi o tomate por su alto contenido en vitamina C.
Toma un vaso de agua con el agregado de 1 cucharadita de sal. Este remedio casero y natural puede ser efectivo.
Consumir una porción de chocolate amargo. Aunque lo recomiendan también para tratar la hipertensión arterial, este alimento contiene cafeína y teobromina, dos sustancias naturales que pueden aumentar levemente la tensión arterial.
Bebe café o té en forma moderada, también puede ayudar a subir un poco la presión, aunque no es bueno abusar, especialmente del café.
Fiambres o embutidos. Estos alimentos pueden ser útiles, especialmente cuando ante un episodio agudo de hipotensión; aunque no hay que abusar de su consumo ya que tienen altas concentraciones de grasas saturadas y colesterol.

Fuentes: La Sexta / Innatia

7 síntomas de que tienes el colesterol por las nubes

La producción natural de colesterol por parte del hígado no supone un factor de riesgo, pero el proveniente de una dieta con elevados niveles de colesterol sí que lo es.
prevenir el colesterolDiario Panorama
Puedes vivir contento y feliz y, de repente, en la revisión de la empresa o en una analítica de control sin importancia descubres que tienes hasta el último vaso sanguíneo del organismo tapado con tanta grasa que estás a los pies de la tumba. Estos son los pistas e indicios para saber sobre el colesterol antes de que te den una pésima noticia.

Ya se sabe que más vale prevenir que curar. Para ir actuando contra las enfermedades coronarias, además de cuidar la dieta, hacer ejercicio moderado y demás consejos que todos sabemos ya, conviene conocer las pistas que deja en nuestro organismo, como por ejemplo el hecho de tener una alta concentración de colesterol plasmático. Poder vitar complicaciones y disfrutar de una mejor calidad de vida depende de saber interpretar los signos que nos deja nuestro cuerpo. Pero debes saber que el colesterol alto no tiene síntomas como tales, sino que deja pistas e indicios. Un análisis de sangre es la única forma certera de detectar un alto nivel de colesterol.

El colesterol es una sustancia vital para nuestro organismo ya que contribuye a la producción de hormonas y de vitamina D, además de ser un componente integral de las membranas celulares. La producción natural de colesterol por parte del hígado no supone un factor de riesgo, pero el proveniente de una dieta con elevados niveles de colesterol sí que lo es.

En realidad los signos de colesterol elevado están emparentados con los síntomas propios de una enfermedad vascular, ya que recordemos que una de las causas del origen de esta enfermedad es la concentración elevada de colesterol LDL -colesterol llamado malo producido por al dieta- en sangre. Te brindamos información sobre cuáles pueden ser los síntomas en la hipercolesterolemia.

1.- Adormecimiento de las extremidades: Puede deberse a causas neurológicas, como la migraña, pero conviene saber que puede deberse también a un problema circulatorio que no sea asociado, necesariamente, con el colesterol alto. Por ello, es muy difícil establecer si este síntoma es consecuencia de ello. Desde el punto de vista de la influencia de la nutrición, los problemas de circulación se pueden deber a falta de vitamina E, el exceso de sodio, la falta de potasio, el abuso de alimentos ácidos, poca fibra en la dieta o deshidratación.

2.- Hinchazón de extremidades: Es una consecuencia natural. La inflamación es un proceso de nuestro organismo que nos ayuda a defendernos cuando se ve agredido por un golpe o un traumatismo, o bien por la afección de una toxina o un agente infeccioso. A la hinchazón le suele acompañar el dolor y el enrojecimiento, como procesos naturales de reparación del daño.

Esta sería la inflamación aguda, pero el problema viene cuando esta inflamación en principio natural y buena, no sirve para eliminar el proceso que lo produce, aquí empiezan la Inflamación Silenciosa, asociada a problemas circulatorios en los que puede concurrir el colesterol alto.

Este tipo de inflamación no causa dolor por lo tanto no haces nada para detenerlo y está asociado a los hábitos alimenticios inadecuados por excesivo consumo de hidratos de carbono de absorción rápida y cereales refinados. O también al excesivo consumo de ácidos grasos omega 6, aceites de cómo el de girasol, soja, coco o maíz, el abandono de la dieta mediterránea y el consumo de comida industrializada y preparada que comemos y que contiene demasiado omega 6. Y Como resultado de este exceso de omega 6 los tejidos se taponan y se inflaman. La inflamación es el síntoma principal de muchas enfermedades, desde la enfermedad cardiovascular hasta la artritis, alergias o el asma.

3.-Mareos: El colesterol alto es el preludio de las enfermedades coronarias. De este modo,los mareos y dolores de cabeza son síntomas de que algo no marcha del todo bien en nuestro corazón. Además, niveles altos de grasas en el plasma son un factor de riesgo de accidente cerebrovascular. Los mareos suelen concurrir unidos a una sensación de falta de fuerza, falta de equilibrio y visión difusa.

La razón es muy sencilla: La sangre no circula de manera fluida. Además, tu hígado esta inflamado, al inflamarse evita que la sangre que transporta la vena fluya de forma adecuada.

4.- Pérdida de equilibrio y problemas de oído: A veces se confunde con el vértigo, pero son situaciones distintas que vendrían definidas por mareos, inestabilidad y en ocasiones, desfallecimientos muy puntuales. Además de los problemas circulatorios en pequeños vasos sanguíneos que riegan el cerebro, esos problemas de equilibrio que a veces se confunden con los famosos vértigos, tienen que ver con problemas en el oído. ¿En el oído? Sí, y están relacionados también con el altos niveles de colesterol en sangre.

Y es que elevadas cifras de glucosa, colesterol y triglicéridos son responsables de diabetes, infartos y daño en el riñón, pero también es cierto que antes de que se presente cualquiera de estos problemas, su primera víctima puede ser el oído. Y con ello, el equilibrio. Además, antes provocaría ruidos o zumbidos en el oído (acúfenos) y disminución en la capacidad de distinguir sonidos (hipoacusia), todo provocado por los hábitos alimenticios que llevamos.

5.- Visión borrosa: Más de 153 millones de personas sufren defectos o errores de refracción como hipermetropía, miopía y astigmatismo. El 75% de las causas de ceguera son prevenibles o tratables lo señala la Organización Mundial de la Salud (OMS). ¿Por qué? Es sencillo: Factores como los valores altos del colesterol y de los triglicéridos elevados pueden dar síntomas de visión borrosa, por ello es importante tener un control médico y oftalmológico.

Ocurre por una leve arteriopatía carotídea, es decir, cuando las arterias carótidas resultan levemente estrechas y el riego sanguíneo principal al cerebro disminuye levemente por una ateroesclerosis por tabaquismo, hipertensión y lo que nos ocupa, colesterol alto. Hay que tener cuidado, puede ser un aviso de que puede ocurrir un accidente cerebral.

6.- Dolor en el pecho: No es lo mismo el dolor de pecho con 20 años que con 65. Así, existen una serie de factores denominados de riesgo, que en el caso de estar presentes cuando una persona sufre dolores en el pecho suponen mayor peligro. Entre estos factores se encuentran la hipertensión arterial, el colesterol elevado, la diabetes, el tabaco, así como el sobrepeso-obesidad y el sedentarismo.

Si se tratase de un dolor que persistiera más de tres minutos, se extendiese por casi toda la zona central del pecho y se presenta en una persona hipertensa y/o diabética, sedentaria y con sobrepeso entorno al 15% tendríamos que pensar en una consulta con su médico en cuanto tuviese ocasión, incluso aunque el dolor se hubiese producido en una ocasión aislada.

7.- Xantomas y agitación al caminar o realizar las actividades físicas diarias: Comenzamos por lo último. Si tras los días intensos en que se ha caminado más de la cuenta o se ha tenido más actividad laboral observas que te es difícil volver a la calma o continúas con cierta excitación podríamos pensar en el colesterol, aunque ya sabes que este factor descrito, por si mismo no significa mucho.

Otra cosa es la presencia de xantomas, que son afecciones cutáneas por las cuales ciertas grasas se acumulan debajo de la superficie de la piel. Son comunes, especialmente entre los adultos mayores y entre las personas con niveles altos de lípidos en la sangre. Los xantomas varían en tamaño. Algunos son muy pequeños, mientras que otros son mayores a 7.5 cm de diámetro. Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero se observan con mayor frecuencia en los codos, las articulaciones, los tendones, las rodillas, las manos, los pies o los glúteos.

Un xantoma aparece como una inflamación o protuberancia bajo la piel y generalmente es plano, suave al tacto y de color amarillo, con bordes claramente definidos.

Top 10 de IMEO de las dietas menos indicadas para perder peso para el 2014

Top 10 de IMEO de las peores dietas para 2014Se caracterizan por ser extremadamente agresivas. Prometen perder mucho peso en poco tiempo, hasta 15 kilos al mes o, incluso, un kilo por día. Muchas de ellas utilizan  productos o remedios milagro (lombriz, bacteria, parche de lengua), o se basan en el consumo excesivo de un producto (sirope de savia, agua marina, limón, manzana).  Además de múltiples efectos secundarios que deterioran la salud, estas dietas arrastran un importante efecto rebote y son totalmente desaconsejadas para adelgazar.

Para elaborar este ranking de las dietas menos indicadas para perder peso, el equipo de IMEO, formado por más de 30 expertos en el cuidado de la salud, nutrición y dietética, entre médicos, nutricionistas,psicólogos y cirujanos, se ha basado, en buena parte, en las experiencias ajenas vividas de cerca, donde parece que ‘todo vale’ para desprenderse de los kilos de más en tiempo récord. Por esta razón hemos calificado como la peor dieta de todos los tiempos, si es que se le puede considerar como tal, la dieta de la solitaria que consiste en tragarse una cápsula con huevos de lombriz solitaria con el único propósito de perder peso. Este método es extremadamente peligroso y podría causar una gran cantidad de efectos secundarios indeseables como la desnutrición o incluso la muerte.

1. Dieta de la solitaria

Si se le considera una dieta, podemos decir que es extremadamente extrema. Ha sido llevada a cabo por algunas mujeres y consiste en tragarse una lombriz de solitaria con el único propósito de perder peso. Lo más peligroso de la solitaria radica en que puede absorber suficiente comida como para provocar desnutrición en la persona parasitada. Ingerir lombrices solitarias es extremadamente peligroso y podría causar una gran cantidad de efectos secundarios indeseables, incluyendo la muerte.

2. Dieta de E.coli

Esta dieta (si es que se le puede considerar dieta) consiste en introducir al organismo una bacteria que en la mayoría de los pacientes provoca síntomas leves a nivel gastrointestinal en forma de diarreas, produciendo en algunos casos deshidratación. Existen muchas cepas de E. coli, sin embargo, hay una variedad peligrosa, la E. coli O157:H7, que produce una poderosa toxina (Shiga) que puede originar graves enfermedades, como el Síndrome Urémico Hemolítico, que puede desencadenar un fallo renal.

3. Dieta del parche de lengua para adelgazar

La malla es cosida en ciertas zonas de la lengua para que la persona disminuya su ansiedad por comer y pierda el gusto por los alimentos. También impide masticar comida sólida casi por completo. Mientras tiene puesto el dispositivo, la persona casi solo puede ingerir líquidos, que no siempre contienen los nutrientes necesarios para una adecuada alimentación.

La publicidad de este producto promete reducir hasta 15 kilogramos en un mes. Su uso representa riesgos desde el punto de vista nutricional, pero además puede causar dolor, mal aliento, atrofia en las papilas gustativas e infecciones que pueden poner en peligro la salud del usuario.

4. Dieta de la sonda

Esta dieta, que se está popularizando en Estados Unidos, promete adelgazar 10 kilos en 10 días sin probar bocado y sin tener sensación de hambre. Causa especial interés entre las novias que quieren adelgazar rápido y sin esfuerzo días antes de la boda. Esta dieta consiste en suministrar al paciente 800 Kcal diarias (el mínimo diario necesario para subsistir) a través de una sonda nasal. El método ha originado una gran controversia porque muchos especialistas en nutrición consideran esta dieta “muy agresiva”. Como cualquier dieta milagro tiene un efecto rebote sobre nuestro organismo.

5. Dieta del ayuno

Existen todo tipo de ayunos, desde un día a varias semanas. El ayuno durante 12-24 horas o más puede ocasionar mareos, fatiga y debilidad muscular. Cuando el organismo reacciona a este ayuno extremo va a quemar la menor cantidad posible de calorías, reduciendo la velocidad del metabolismo.

6. Dieta del delfín

Como cualquier dieta milagro tiene un efecto rebote sobre nuestro organismo. Su principal efecto negativo es la deshidratación, además de hipertensión y cálculos renales. Se caracteriza principalmente por el consumo de agua de mar. La sal va a ir disminuyendo el índice de líquido de nuestro organismo, pudiendo provocar una deshidratación (en forma de diarrea).

7. Dieta Flash/ Express

La dieta Flash o Express es una dieta hipocalórica de aproximadamente 800 Kcal diarias (el mínimo diario necesario para subsistir). Está compuesta de 3 fases: iniciación (en esta fase es donde más pérdida de peso se produce y consiste en combinar batidos y zumos hiperproteicos con el consumo de proteínas vegetales, frutas, verduras y hortalizas y, se prohíben todo tipo de alimentos procesados como carne, leche, pan y huevos), educación (durante esta fase se continua perdiendo peso y se permiten algunos de los alimentos prohibidos en la fase de iniciación) y mantenimiento (en esta fase se pretende equilibrar el metabolismo). Permite perder un buen número de kilos en muy poco tiempo y también tiene un gran efecto rebote. Puede producir dolores de cabeza, fatiga y mareos ocasionales.

8. Dieta del sirope de savia

Se trata de una dieta extrema que consiste en alimentarse durante uno o varios días solamente a base de Sirope de Savia de Arce. Es una dieta para perder mucho peso en muy poco tiempo y desatiende por completo las necesidades de nuestro organismo. Como cualquier dieta rápida y especialmente las dietas extremas, está totalmente contraindicada para adolescentes o persona en edad de crecimiento.

9. Dieta del limón

Es un excelente desintoxicante, y desinflamarte y contiene grandes cantidades de vitamina C con propiedades antioxidantes. Aunque el limón contiene muchos nutrientes no llega a cubrir todas las necesidades de nuestro organismo. Esta dieta, al ser tan rápida, tiene un gran efecto rebote. El exceso a la hora de consumirlo es perjudicial, es un ácido potente que obliga a nuestro organismo a utilizar sus sistemas de compensación (sistemas tampón) consumiendo muchos oligoelementos. El limón está contraindicado en personas con problemas de reflujo, acidez de estómago, ácido úrico elevado o estreñimiento.

10. Dieta de la manzana

La dieta de la manzana resulta aburrida, monótona y crea en el paciente momentos de ansiedad. Aunque las manzanas contienen muchos nutrientes no llegan a cubrir todas las necesidades de nuestro organismo. Durante los 5 días que dura la dieta estamos forzando al organismo y consumiendo reservas de nutrientes, minerales… que creará un efecto rebote y problemas de salud. Las manzanas no contienen proteínas, por lo que a la hora de perder peso sólo eliminaremos masa muscular y cuándo terminemos la dieta volveremos a recuperar el peso con gran facilidad. Aunque las manzanas tienen pocas calorías, tiene aporte calórico por lo que algunas personas que realicen esta dieta no van a perder peso, sino todo lo contrario.

Para ver Top 10 de IMEO de las mejores dietas para 2014, haz clic en este link: https://stopalaobesidad.com/2014/01/30/top-10-de-imeo-de-las-mejores-dietas-para-perder-peso-en-2014/

Las dietas más raras y sus consecuencias mortales

  • Se practicaban desde hace muchos años; son regímenes alimenticios que ponían en peligro su vida, pero que realizaban con tal de perder peso.
  • En la actualidad cambiaron las técnicas, pero son igual de dañinas

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la dieta de la manzana y el atúnDiciembre es el mes de las dietas porque entre los propósitos de Año Nuevo casi siempre está: adelgazar. El gimnasio se satura y la heladera se llena de comida saludable con tal de tener el cuerpo ideal para el verano. Pero eso sí, hay quienes recurren a más que el ejercicio y la comida sana para bajar de peso con tal de hacerlo rápido. De ahí que incluso llegan a poner sus vidas en peligro. Y es que, ¿de cuántas dietas extremas no hemos escuchado hablar?
A continuación te presentamos una serie de ellas que a pesar de que fueron populares no son buenas para la salud.

La solitaria. Muchos bromean con tener una «solitaria» en el estómago, pero resulta que la broma en realidad viene de principios de 1900, cuando se acostumbraba a tomar píldoras que contenían huevos de lombriz solitaria. ¡Aunque no lo creas! La gente esperaba a que las lombrices crecieran dentro del intestino para que se alimentaran de la comida que ellos ingerían y así bajar de peso a causa de las diarreas y vómito que esto provocaba. Cuando lograban obtener los kilos de menos que querían, se desparasitaban, pero no era tan fácil porque hacerlo traía fuertes dolores abdominales y rectales. Eso lo hacían sin tomar en cuenta que una solitaria puede llegar a medir hasta 9 metros, provocar epilepsia, demencia, problemas de vista y otras complicaciones. Aun así fue una dieta muy exitosa.

Arsénico. ¿Aún los encontramos? Hace algunos años, había hombres vendiendo productos que aseguraban bajar de peso casi mágicamente. El ingrediente secreto era arsénico y la gente no lo sabía, así que muchas personas seguramente murieron envenenadas al tomar más de lo debido de este producto «mágico».

Vinagre. En la época del romanticismo, Lord Byron, conocido como uno de los poetas más versátiles de la época, cuidaba mucho su figura y recurría a una dieta que terminó haciéndose famosa: la dieta del vinagre; consistía en beber todos los días una taza de vinagre y comer papas. La idea era purgar el organismo, así que eran varias las personas que decidían seguir este método con tal de tener unja figura esbelta.

Masticar y escupir. La idea es quitarle todos los nutrientes a la comida por medio de estarla masticando; cuando lo habían logrado, masticar hasta dejar muy bien molido todo, era momento de escupir, porque así la materia fibrosa no entraba al organismo y no se engordaba. Las personas que seguían esta técnica lograban defecar apenas una vez cada dos semanas porque realmente no comían nada. Franz Kafka fue un seguidor de la dieta.

Caucho. No se lo comían, pero lo usaban para hacer corsés y hasta calzones que hicieran presión y causaran sudoración para bajar de peso. Lo malo es que la piel se dañaba debido a la humedad y se hacía mucho más propensa a tener infecciones. Cuando llegó la Primera Guerra Mundial, esta moda desapareció.

Atún y manzana. Se trata de un régimen alimenticio donde únicamente se ingiere eso: una manzana y una lata de atún, durante todo el día. Esta fue la que siguió el actor Christian Bale para el papel que interpretó en la cinta El Maquinista (2004).

Parche en la lengua. La idea es coser una malla de polietileno en la lengua para producir dolor al momento de comer alimentos sólidos, lo que obliga a las personas a llevar una dieta líquida. Una dieta que augura enfermedad, ya que para llevar una dieta sana hay que ingerir todo tipo de alimentos para no dañar el organismo.

Inyecciones de orina. Se supone que la orina que proviene de mujeres embarazadas es la ideal, porque ésta tiene una hormona que ayuda al metabolismo a ser más rápido. Se dice que se pueden perder hasta 20 kilos en seis meses. La dieta se complementa al consumir apenas 500 calorías diarias. Sin embargo, este régimen alimenticio es de los más peligrosos que existen porque inyectar orina a la sangre puede provocar la muerte a causa de septicemia, casi instantánea. Además, se engaña al cuerpo y se le hace creer que está en proceso de embarazo y crear desequilibrio en las personas. Por otro lado, consumir apenas 500 calorías es lo que realmente hace bajar de peso y no la inyección.

Comer por la nariz. Olvídate de comer… por la boca. Lo que se hace es aplicar una mezcla de proteínas, grasas y agua por un tubo de goteo que se introduce por la nariz hasta llegar al estómago. Se tiene que traer puesto el tubo durante las 24 horas y se consumen 800 calorías al día. Una dieta que además de extraña, resulta ser la provocadora de diferentes males como deshidratación, dolor de cabeza, cálculos renales, estreñimiento y hasta mal aliento. Con esto, dicen, se pueden reducir hasta 9 kilos en 10 días.

Anillo para adelgazar. Al igual que el caucho, hoy en día las personas buscan cualquier cosa que les prometa bajar de peso, así que muchos han confiado en un supuesto anillo que adelgaza. Se supone está hecho con imanes y metales especiales que actúan en el cuerpo. Se dice que es un tratamiento milenario que inventaron monjes chinos al mezclar la acupuntura y la magnetoterapia.

Flacos favores, el fraude de las dietas milagrosas

QUE / P. Manzanarez

Para seguir luciendo palmito, ponernos en forma antes de salir de vacaciones o recuperar la figura tras la vuelta muchos elegirán dietas rápidas para quitarse esos kilitos de más. Pero según los expertos esto no es posible porque la grasa no se va de la noche a la mañana y la bajada de peso inmediata se debe más a la pérdida de agua y de masa muscular.

De entre estas dietas que prometen unos resultados increíbles en un tiempo récord destacan, por estar de moda y ser las más rápidas, las llamadas hiperproteicas (como la dieta Dukan).

¿Cómo es posible perder peso tan rápido?

Al ser dietas basadas esencialmente en una ingesta muy elevada de proteínas y una mínima, y a veces nula, ingesta de hidratos de carbono, perdemos peso por los mecanismos que nuestro organismo se ve obligado a poner en marcha para producir combustible energético para los órganos y las células: «Cuando una persona está varios días sin tomar hidratos de carbono, el organismo comienza a tirar, en primer lugar, de los depósitos de glucógeno, que es la forma en la cual se almacenan en nuestro cuerpo los hidratos de carbono», explica la experta Ana María Montero, profesora de Nutrición de la Universidad San Pablo CEU.

El glucógeno tiene una peculiaridad, que es la de almacenarse junto a agua, con lo que al haber una caída de estos depósitos se produce una pérdida de agua que, desde el primer momento, se traduce en una pérdida de peso. Aunque hay células, como las nerviosas, cuyo combustible es la glucosa, otros órganos pueden tirar de otras fuentes, es entonces cuando el organismo comienza a movilizar grasas: «Eso, a priori, es lo interesante de una dieta. El problema es que en este caso la movilización de grasas es un poco incontrolada», afirma la experta.

Lo que sucede entonces es que estos ácidos grasos se transforman en el hígado en cuerpos cetónicos, como resultado de que nuestro cuerpo utiliza las grasas en lugar de los azúcares para generar esa energía de la que resulta el combustible necesario: «Se produce lo que se llama una acidosis metabólica que, a la vez, da lugar a una pérdida de apetito, algo que también es interesante en ese tipo de régimen de adelgazamiento» señala Montero, pero «como el organismo sigue necesitando glucosa comienza a movilizar masa muscular para producirla a partir de los aminoácidos».

De este modo, nos encontramos con dietas de adelgazamiento en las que hay una bajada de peso muy grande porque ha habido una pérdida de agua y de masa muscular. Así estas dietas, a largo plazo, pueden suponer un riesgo «porque como te dejan tomar alimentos hiperproteicos normalmente hay una ingesta elevada de aquellos que son de origen animal que, además de proteínas tienen grasas saturadas que puede producir problemas de aterogénesis (cardiovasculares)», señala Montero.

No es el único problema cuando alargamos en el tiempo estas dietas, ya que al metabolizar tanta proteína, que de por sí es alta en nuestra dieta habitual, se puede dar una sobrecarga hepática y renal, amén de problemas de deshidratación y, en el caso de mujeres que están en la menopausia, la acidosis metabólica de la que hemos hablado puede producir problemas óseos o agravar la osteoporosis.

«Como por lo general estas dietas se hacen en cortos periodos de tiempo y las personas que las llevan a cabo están sanas no suelen producir problemas, pero a largo plazo estos como hemos visto pueden ser graves», indica la experta en Nutrición a la par que indica que «hay gente que está a favor de estas dietas porque dicen que motivan al paciente, pero siempre y cuando vayan acompañadas de una buena educación nutricional y de una dieta de mantenimiento que incluya todos los grupos de alimentos».

El problema de las dietas ricas en hidratos de carbono y las disociadas

Dentro de este grupo de dietas excluyentes se encuentran también las ricas en hidratos de carbono pero sin grasas y sin proteínas (como la del Dr. Haas), cuyos resultados se deben a que son dietas hipocalóricas que puede ocasionar carencias en vitaminas hiposolubles y proteínas, y las ricas en grasas (como la Atkins) que se basan en eliminar casi por completo los hidratos de carbono, por lo que funcionan como las hiperproteicas.

Estas dietas cetógenas pueden producir aumentos del colesterol y los triglicéridos, entre otros daños, y producen sensación de náusea (debido a la cetosis) que conducen al que las practica a comer poco.

Tras estas, se registran otros dos grupos de dietas: las disociadas y las hipocalóricas. Las dietas llamada disociadas que hay en el mercado se basan «en la incompatibilidad que tienen los nutrientes al absorberse y que engordan según su combinación. El problema es que, a priori, esto no es cierto porque por combinar alimentos sin más no se engorda más o menos», explica Montero.

Estas dietas permiten ingestas sin límites, pero sin mezclar hidratos de carbono con grasas o proteínas, algo muy difícil de llevar a cabo, y conllevan un riesgo basado en que para mantener el suministro de glucosa se produce una pérdida de proteínas, tal y como indica la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO).

Además, y como señala la experta de la San Pablo CEU, en la mayoría de ellas se vuelve al caso de las anteriores ya que suelen limitar la ingesta de hidratos de carbono al prohibir alimentos como el pan, la pasta o el arroz. Solo podrían ser adecuadas si no eran restrictivas.

Las hipocalóricas

El tercer grupo de dietas lo componen las hipocalóricas, que son las usadas en el tratamiento contra la obesidad. Las dietas bajas en calorías pretenden conseguir un balance energético negativo, es decir, que entren menos calorías de las que salen. «Debe ser equilibrada en cuanto a los nutrientes, y se debe adecuar a los gustos, costumbres y horarios de los pacientes. Hay que procurar que no represente una ruptura con la dieta anterior o, por lo menos, que la transición sea progresiva. Es importante que sea variada, para que el paciente no caiga en la monotonía y abandone el tratamiento», informa la SEEDO.

El problema de estas dietas llega cuando son desequilibradas, se hacen sin una supervisión médica, se disminuye drásticamente la ingesta de energía o, incluso, se saltan comidas y se practican ayunos poco recomendables.

Es entonces cuando son altamente peligrosas y pueden causar, entre otros trastornos, deficiencias de nutrientes y llegado a un extremo desnutrición. Al final, tal y como señala el doctor Jesús Román, presidente de la Fundación Alimentación Saludable y de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación, «todas las dietas ?mágicas? que aparecen cada cierto tiempo son coincidentes: restringen grupos amplios de alimentos y lo que realmente hacen es, por esta causa, reducir el total de energía (calorías) ingerida. Por esa restricción, a medio y largo plazo, pueden ser contraproducentes para la salud al producirse malnutrición».

Efecto yoyó

Se estima que la obesidad, y no todos los que se ponen a dieta voluntariamente tienen ese problema, afecta a 150 millones de adultos y 15 millones de niños en Europa, en resumen al 20 y al 10 por ciento de la población respectivamente. El problema preocupa y mucho a los expertos, que no dudan en señalar que si bien hay que concienciar a la población de la importancia de tener un peso normal, esto no se debe conseguir de ninguna manera a cualquier precio. La recuperación del peso perdido tras una dieta de adelgazamiento es un fenómeno habitual que repercute muy negativamente sobre la salud y al que con frecuencia no se da importancia, y eso es lo que suele suceder con todas estas dietas llamadas yoyó.

Este efecto se produce porque el balance energético que regula el peso corporal reduce o aumenta el gasto energético dependiendo de la ingesta, pero con una clara tendencia al ahorro de energía, de forma que si se aumenta la ingesta se incrementa levemente el gasto, mientras que si se aminora la ingesta la reducción del gasto es mucho mayor.

Es decir, la respuesta tiende claramente a preservar la grasa corporal como reserva energética. Además de este efecto yoyó, estas dietas no equilibradas «pueden causar problemas sobre el metabolismo, la función renal, ocasionan deficiencias vitamínicas y caída del cabello, entre otros efectos nocivos», previene la doctora Susana Monereo, coordinadora del Grupo de Trabajo de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), y añade: «Solo se debe perder el peso que uno vaya a ser capaz de mantener en función de los cambios que sea capaz de realizar en su estilo de vida».

Lo mejor para adelgazar es saber que una dieta solo es efectiva si la podemos incorporar a nuestra vida social y que siempre debe esta supervisada por un especialista.

Comer por la nariz: una dieta cara, peligrosa e ilegal

Astrid Garcia / Blogs Antena3
Sus resultados son inmediatos pero no permanentes. Comer exclusivamente a través de una sonda durante diez días para perder peso puede acarrear serias complicaciones y va en contra del Real Decreto 1901/2000, que limita esta práctica a enfermos con problemas para alimentarse de otra forma.

Después de cuatro meses de cañas, tapitas y helados, llegan los remordimientos. Hemos recuperado todo lo perdido durante la ‘operación bikini’ y, si no nos damos prisa, el turrón conseguirá conquistarnos antes de lograr quitarnos de encima los kilitos del verano.

Tras el fracaso comprobado de los regímenes proteicos, tipo Dukan, que terminan aburriendo por la falta de variedad de sus menús, los más impacientes se apuntan este otoño a la ya conocida como ‘dieta de la mochila’.

Promete una elevada pérdida de peso (unos diez kilos) en tan sólo diez días, con el único sacrificio de llevar contigo una mochila a todas partes. Como si estuvieras hospitalizado, la ingestión de calorías se realiza exclusivamente a través de una sonda nasal, que te aporta todos los nutrientes para un día (glúcidos, grasas, proteínas y vitaminas).

Quienes se han sometido a esta dieta aseguran que la sensación de apetito es inexistente, debido a que el cuerpo recibe alimento de manera constante. Sin embargo, no todo son maravillas.

Además de que no es apta para todos los bolsillos, pues supone un desembolso inicial de entre 3.000 y 5.000 euros, las asociaciones de nutricionistas advierten de que esta práctica puede ocasionar complicaciones, como la obstrucción de la sonda, deshidratación y diarreas, e incluso infecciones por contaminación bacteriana.

Debemos tener también en cuenta que la legislación española limita este modo de nutrición a pacientes que tengan problemas para «ingerir, digerir, absorber, metabolizar o excretar alimentos normales», algo que las clínicas que ofertan esta dieta se saltan por completo. La ingestión de calorías a través de una sonda se utiliza para enfermos en estado de coma, algunos casos de anorexia o para pacientes con cáncer, que reciben quimioterapia y tienen dificultades para comer. Nada que ver con un capricho estético.

No olvidemos además que, siempre que se pierde peso a gran velocidad, se recupera igual de rápido. ¿Cuántas veces estarías dispuesto a pasar por este proceso, con el correspondiente gasto de 5.000 euros? Probablemente, lo único que te lleves de esta experiencia serán unas cuantas estrías más.

En verano comemos menos pero peor, los aliados perfectos de la diabetes y el colesterol

El excesivo consumo de “comida chatarra”, tapas y alcohol dispararán los niveles de colesterol y tendencia a la diabetes de nuestros españoles más playeros, advierten del Instituto Médico Europeo de la Obesidad

Con el inicio del período vacacional, es la zona playera y de tapas la más afectada por la abundante oferta de “comida chatarra”, de escaso valor nutricional, alta en calorías y de difícil digestión. Tapas fritas con mucho pan y mayonesa, patatas bravas, pinchos picantes y entrantes muy salados que mitigamos con cañas de cerveza y refrescos azucarados. Es sólo parte de la larga lista de manjares que sirven a los veraneantes en sus días de descanso y calificados por el Instituto Médico Europeo de la Obesidad como comida “ODC”, es decir, comida que propicia los males de la Obesidad, la Diabetes y el Colesterol.

“Es un hecho real: en verano comemos menos, pero mal y de peor calidad”, reivindica Rubén Bravo, especialista en nutrición de IMEO y portavoz de la entidad. Ingerimos más calorías incrementando la ingesta de hidratos de carbono y grasas, reduciendo las proteínas y empeorando las formas de cocinar o acompañar a los platos, con clara tendencia hacia los fritos, los panes, dulces o salsas. Claramente habrá un leve aumento del peso total, aunque una fuerte caída de la masa muscular que será reemplazada por una importante subida de los niveles de grasa corporales. Por otro lado, las digestiones pesadas, estreñimiento, y problemas digestivos están a la orden del día.

El cambio de escenario y la interrupción de hábitos establecidos a la hora de comer nos juegan una mala pasada. “Ante las innumerables tentaciones –buffet libre del tipo continental en la mañana con variedad infinita de bollería, fiambre, quesos, bacon frito, salchichas frankfurt o mermeladas; menú económico al mediodía compuesto normalmente de un arroz o pasta y un segundo de pescado frito o rebozado; cañas y helados entre horas; tapas con una base de pan y un añadido de mayonesa, a los que se suman unas cenas tardías–, nos encontramos con una sobredosis de comida poco sana que a lo largo de los días comenzará generar molestias innecesarias”, argumenta el especialista. 

“No se trata ni mucho menos de estar a dieta en vacaciones, sino de buscar un equilibrio en el día tanto con la alimentación como con la actividad física, para que nuestra salud y nuestro físico no decaiga durante el periodo vacacional”, explica Bravo. Para ello el Instituto Médico Europeo de la Obesidad ha elaborado estos sencillos consejos, que nos ayudarán sentirnos ligeros en verano, proteger nuestra salud frente a indigestiones, y mantener nuestra masa muscular y niveles de grasa, sin mermar el disfrute de las vacaciones veraniegas.

  1. Intenta aumentar tu actividad física diaria. Ni mucho menos hablamos de ir al gimnasio o a correr, sino de evitar estar tumbado debajo de la sombrilla, y cambiarlo por paseos por la playa, nadar en mar o piscina, jugar al vóley playa o palas con hijos o amigos, es decir mantenernos activos por la mañana y realizar actividades divertidas.
  2. Como premio a nuestra actividad matutina, y dado que son las horas más peligrosas de exposición solar, después de comer podemos aprovechar perfectamente a echarnos una buena siesta. Si lo hemos hecho bien por la mañana, nos la hemos ganado. 
  3. Alcohol, sol y altas temperaturas no son buena combinación, pues nos deshidrataremos sin darnos cuenta y el riesgo de insolación aumenta exponencialmente. La ingesta de agua no debería ser inferior nunca a los 2,5 litros en verano, sobre todo si pasamos tiempo en la playa.
     
  4. Planifiquemos nuestras comidas entre horas, sobre todo incluyendo una media mañana y una merienda. Podemos combinar una pieza de fruta y algo de fiambre bajo en grasa por ejemplo. Evitaremos el picoteo de patatas fritas, las visitas innecesarias al “chiringuito”, y por otro lado un ahorro considerable en nuestro bolsillo. Por otro lado al ingerir alimentos saciantes entre las comidas principales, llegaremos a comida y cena con mucho menos apetito.
     
  5. Si vamos a tapear o pasar tiempo en una terraza, sugerimos utilizar la cerveza o el tinto de verano como fuente de hidrato de carbono y elegir raciones de contenido proteico como ibéricos, marisco, pescado, boquerones en vinagre, sepia a la plancha, pulpo a la gallega. Es importante evitar el pan, la mayonesa y los fritos para poder disfrutar y al mismo tiempo alimentarnos correctamente.
     
  6. El refrán nos lo deja muy claro, y en vacaciones es muy útil “desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo”. Podemos desayunar más de lo habitual, si estamos en un bufet incluso incluir alguna salchicha o revuelto de huevos. Si hemos hecho una media mañana, llegaremos con menos apetito a la comida. Recomendamos empezar con una buena ensalada y alguna ración de contenido proteico. Cuando lleguemos a los segundos y a los postres tendremos muy poco apetito y será más fácil tomar una cantidad moderada de alimentos más calóricos. La cena es imprescindible hacerla ligera, un gazpacho o salmorejo con huevo y jamón ibérico picado es una muy buena opción. Si pensamos en paellas, barbacoas y demás, dejemos éstas opciones para la comida y cenemos algo menos pesado.
     
  7. En cuanto a las bebidas, la cerveza suele ser la reina por excelencia en verano, las versiones light o cero alcohol suelen tener un 30-40% menos de Kcal, entre una cerveza y otra podemos incluir alguna de estas opciones, o refresco cero. No es un gran esfuerzo, pero si sumamos Kcal ahorradas en una semana nos sorprenderemos gratamente.
     
  8. Por último, si somos unos fanáticos de los helados os proponemos realizarlos de forma casera, tanto helados como polos de hielo. Sólo tendremos que comprar los moldes y leer estas dos recetas:
  • Helado natural: Cogiendo yogur 0% de sabor, fruta del mismo sabor y añadiendo algo de leche semidesnatada, tendremos helados de menos de 60Kcal, naturales y con un sabor exquisito.
  • Polo sin azúcar: Actualmente hay productos de Cola y bebidas refrescantes 0%, si las quitamos el gas, las echamos en nuestros moldes y las metemos unas horas al congelador, tendremos refrescantes polos 0% de Cola, Limón o Naranja.

Una nutrición adecuada ayuda a aprobar los exámenes

En época de exámenes los estudiantes se encuentran sometidos a una serie de factores poco favorables para el estado general de la salud: presión constante, muchas horas de estudio, estrés, un intenso esfuerzo psíquico e intelectual que no tarda a pasar factura al cuerpo. ¿Qué podemos hacer para amortiguar estos efectos negativos y qué remedios naturales nos conviene tomar para mejorar la memoria o la concentración? Para contestar a estas preguntas, la revista Gaceta ha acudido a Rubén Bravo, especialista en nutrición y naturópata del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO).

Eva Costo, La Gaceta

– ¿Qué tipo de alimentación básica debe llevar una persona que se encuentre en un periodo de esfuerzo intelectual intenso? ¿Existe algún alimento o vitamina que ayude a mejorar la memoria? ¿Y la concentración?

Rubén Bravo: Tenemos que tener en cuenta que la glucosa es la principal fuente de energía de nuestro cerebro, y ésta proviene principalmente de los hidratos de carbono simples y complejos, y las frutas.

La alimentación indicada debería contener por un lado hidratos de carbono polisacáridos de bajo índice glucémico para proporcionen al intelecto una entrada continua pero estable de glucosa, como son los cereales integrales, avena o centeno. Y en momentos donde se requiera un esfuerzo excepción las frutas o dulces son un importante aliado.

Por otro lado sugerimos una dieta equilibrada rica en macronutrientes y micronutrientes, como es la dieta mediterránea, completa y variada. La correcta alimentación es básica para conservar la memoria activa y mantenerla en condiciones durante muchos años. La toma de algunas vitaminas en concreto asegura que las neuronas tengan un funcionamiento adecuado. Los alimentos ricos en vitamina B y ácido fólico, por ejemplo, ayudan a conservar la memoria y estimulan la capacidad de concentración. Mientas que la colina -que se encuentra en el ajo, la cebolla, los espárragos, el arroz, la soja, las habas y las judías- ayuda a combatir los problemas emocionales y desajustes en el cerebro.

La presencia de alimentos antioxidantes, ricos en vitamina C en el menú diario, como son las frutas, hortalizas y verduras, ayudan a evitar la oxidación de las células y su posterior envejecimiento. 

La toma de omega 3 también es muy importante, ya que ayuda a prevenir la mala circulación, disminuye el colesterol y la alta presión arterial. Por esta razón, una dieta rica en aceite de sésamo o soja, pescado azul, nueces, espinacas o lechugas nos ayudará a estar en condiciones a nivel mental y también nos permitirá disfrutar de una buena salud.

El tomar algún multivitamínico específico que contenga estas vitaminas fundamentales como la Vitamina C, las del grupo B, la E, el oligoelemento Selenio, el Mineral Quelado Zinc y el Ácido Graso Omega 3. En fitoterapia es conocida la eficacia del Wild Yam y la Acerola.

– ¿Qué opinión tiene de los estudiantes que recurren a las bebidas energéticas en época de exámenes?

RB: En éste caso, debemos plantearnos la pregunta de otra manera: ¿se puede estudiar de forma efectiva con sensación de taquicardia, euforia e hiperactividad?

Al contrario de lo que creen los adictos, las bebidas energéticas no mejoran el rendimiento físico e intelectual y no ayudan a aprobar un examen. Es verdad que a primera vista se siente un subidón, de golpe desaparece la somnolencia, pero esto tiene su explicación lógica y es debido a la alta dosis de azúcares simples, cafeína y taurina ingeridos con la bebida. Una vez pasado su efecto, llegan los efectos secundarios, un cansancio agotador, baja anímica, temblores o incluso arritmias. Todo esto puede resultar dañino para nuestro cuerpo, si se registra una sobredosis. Por esta razón la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado a los fabricantes denominar a estas bebidas estimulantes, en lugar de energéticas. De todas formas, aconsejaría que no se tomen por personas con problemas cardíacos o un alto nivel de hipertensión.

Me oriento más hacia una alimentación equilibrada y de incisión en la insulina estable.

– Los estudiantes abusan del café para aguantar despiertos más tiempo, ¿qué aporta de bueno y de malo esta sustancia?

RB: El efecto es muy similar al experimentado por la bebidas estimulantes, pues la cafeína produce una estimulación directa en la insulina provocando una subida exponencial de glucosa, que deriva en un aumento del ritmo cardiaco, sensación de excitación, euforia… lo bueno es que nos puede mantener despiertos durante bastante tiempo funcionando a un ritmo superior, pero el cuerpo siempre tiende a compensar las sobrestimulaciones con caídas en picado que derivan en los efectos contrarios a los experimentados como la hipotensión, sensación extrema de fatiga, tendencia depresiva, aspecto emocional negativo, falta de retención y concentración, sueño…

– Se suele aconsejar a los que se enfrentan ante grandes esfuerzos intelectuales beber dos o tres litros de agua al día. Sabemos que el agua es buena para la salud, pero ¿por qué es buena en este caso?

RB: No se trata sólo de beber agua, sino de hidratarse, bebiendo 2 o 3 litros de líquidos al día, lo que ayuda a conservar fresca la memoria y aumentar la capacidad de concentración. Además de agua y sobretodo en la época de verano, recomendaría tomar más zumos naturales recién exprimidos, té frío, infusiones y lácteos que ayudan a estar bien hidratados no sólo para rendir intelectualmente, sino porque favorecen la salud en general.

El líquido cefalorraquídeo se compone principalmente de agua, y es el encargado de transportar los nutrientes al cerebro, eliminar los desechos que la actividad de éste produce, y soportarlo en un medio acuoso, hidratándolo, nutriéndolo, refrescándolo…

Los estudiantes, que se están preparando para los exámenes, deben prestar especial atención a su nivel de hidratación, ya que a medida que el cuerpo pierde líquido se reducen las funciones cognitivas que afectan el desempeño mental. Con pérdidas de líquidos del 1% en nuestro cuerpo disminuye la memoria, a partir del 2%, además, disminuye la atención, las respuestas reflejas, la coordinación psicomotriz, la voluntad y pensamiento, la coordinación visual y motora. Superando el 3% de pérdida de líquidos corporales, aparecen dolores de cabeza, desorientación y disminuye drásticamente el funcionamiento mental. Por eso, es recomendable tomar de 2 a 3 litros de líquidos al día, no esperar a tener sed, descansar 5 minutos cada hora de estudio o trabajo intelectual para despejar la mente.

– Las épocas de exámenes traen consigo episodios de estrés y ansiedad. ¿Se pueden combatir con alimentación? ¿Cómo?

RB: Simplemente manteniendo una alimentación equilibrada como hemos indicado anteriormente, evitando los excitantes que alimentarán aún más nuestros niveles de estrés y ansiedad, y proporcionando al cuerpo una ingesta de hidratos de carbono integrales que favorecerán el bienestar y la estabilidad emocional.

Por otro lado recomiendo ingerir un puñado de frutos secos al día, pues son una fuente muy rica de magnesio. Las almendras sin cáscara, pistachos y avellanas nos proporcionarán un gran aliado contra el estrés, ya que el magnesio actúa directamente sobre nuestro sistema nervioso central, relajando los músculos y equilibrando nuestra actividad emocional, combatiendo ansiedad, insomnio, estrés y miedos, sin atenuar nuestras capacidades cognitivas como la memoria, la concentración o la atención.