La dieta keto causa síntomas parecidos a los del coronavirus

Aprovechar los tiempos de pandemia para adelgazar puede ser una opción, pero hay que elegir con cuidado para evitar problemas. Un trabajo constata que este plan puede ocasionar una falsa gripe

Alimente de El Confidencial, por Ángeles Gómez

Foto: Unsplash/@candidbcolette.

No hay otro tema que, a día de hoy, preocupe más a todo el mundo que la expansión del coronavirus. Todos estamos pendientes de una tos, un cuadro asténico, estornudos y, por supuesto, fiebre, y al menor síntoma, el primer pensamiento se dispara hacia ‘lo único’. Sin embargo, esas señales son comunes a catarros, gripes y otros muchos procesos, incluso a la dieta.

Concretamente, la dieta cetogénica puede dar lugar a una serie de síntomas similares a los de la gripe, un cuadro que se conoce como gripe cetogénica y que no es algo extraño para los seguidores de este plan. Pero ahora, un trabajo, que se ha publicado en ‘Frontiers in Nutrition’, pone al descubierto cómo es esa ‘gripe’ y la reacción que provoca en los que la padecen. El gran interés de los resultados es que la información se ha recopilado a partir de lo que comparten los afectados en las redes sociales y los consejos que dan son, cuando menos, controvertidos.

Rastrear la red

El estudio ha sido desarrollado por un equipo de investigadores australianos, compuesto por médicos de salud pública, neurólogos, psiquiatras y especialistas en medicina complementaria. Los autores rastrearon en Google en la búsqueda de foros que hablaran de la gripe keto. «Nos centramos en las redes sociales debido a su uso generalizado para la discusión de temas de salud, lo que hace que sea práctico aprovechar la experiencia de las personas que han probado el tratamiento en cuestión», subraya Emmanuelle Bostock, del Instituto Menzies de Investigación Médica de la Universidad de Tasmania, en Australia, y primer firmante del trabajo. «Para nuestro estudio, utilizamos de manera responsable y respetuosa las publicaciones de foros en línea de dominio público y analizamos su contenido para producir nuevas ideas sobre los efectos secundarios de la dieta cetogénica».

Identificaron 75 foros en línea, pero solo 43 cumplían los criterios de inclusión. En esos foros, había 300 usuarios activos que compartieron más de 448 publicaciones, en las que referían todos los síntomas que iban experimentando a medida que avanzaban con la dieta.

De los 300 participantes, 101 reportaron hasta un total de 58 síntomas: los más habituales, dolor de cabeza, mareo, náuseas, fiebre, debilidad, trastornos gastrointestinales, palpitaciones, etc. La mayoría de los síntomas aparecían a la semana de comenzar la dieta y alcanzaban su pico en esos días para después ir disminuyendo hasta desaparecer a las 4 semanas.

Solo 60 de los participantes calificaron la intensidad de los síntomas, que fue entre moderada y fuerte en 45 casos. Pero, y aquí viene lo paradójico, lejos de persuadir a los seguidores a abandonar la dieta, 121 participantes compartieron 18 trucos para sobrellevar las molestias y seguir adelante con el régimen.

«La experiencia de los síntomas de muchas personas fortalece la evidencia de los efectos secundarios después del inicio de una dieta cetogénica», dice Bostock. «Estos consumidores tienen la experiencia más inmediata de efectos y efectos secundarios, y muchos eligen informar y compartir estos en foros en línea», confirma.

Adaptación keto

Los autores destacan que los resultados de su estudio se limitaron a hilos de conversación en foros en línea y, por lo tanto, las experiencias de los usuarios del foro en línea pueden no ser representativas del grupo más grande de personas que siguen la dieta keto. Sin embargo, los patrones de síntomas producidos pueden indicar líneas clave de cuestionamiento para futuros enfoques basados ​​en encuestas.

«Tomados en conjunto, tales informes pueden enfocar una enfermedad o efectos secundarios y pueden complementar las observaciones clínicas y la investigación basada en cuestionarios», dice Bostock, que ve en estos hallazgos potencial para nuevas investigaciones que ayuden a orientar la atención que requieren estos usuarios.

Rubén Bravo, dietista y portavoz del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), explica a Alimente que la gripe keto “es una mal llamada enfermedad”, que consiste en un conjunto de síntomas que aparecen cuando el cuerpo entra en cetosis. “Normalmente sucede por la falta de agua y de sal. Hay un desequilibrio de electrolitos y el organismo tiene que utilizar urgentemente la grasa como fuente de energía por la escasez de hidratos de carbono (simples o complejos)”.

Este especialista alerta de la gravedad de aconsejar esperar a que todos los síntomas remitan y afirma que “los profesionales desaconsejamos las dietas cetogénicas, pero si en algún caso se van a realizar, que se hagan siempre con el seguimiento médico o de nutricionistas o dietistas”, debido a que hacer este tipo de dieta sin control expone a la aparición de problemas de salud importantes, incluso mortales.

Sobre por qué los síntomas de la gripe tienen una duración variable entre personas, los especialistas aclaran que depende de la genética, la pérdida de electrolitos o cómo cada organismo se adapta a la nueva forma de combustible. Aquellos que generalmente consumen muchos carbohidratos, especialmente carbohidratos refinados como pasta, cereales azucarados y refrescos, pueden tener un momento más difícil al comenzar la dieta cetogénica.

Por lo tanto, la transición a una dieta alta en grasas y muy baja en carbohidratos puede ser una lucha para algunos, mientras que otros pueden cambiar fácilmente entre fuentes de combustible con pocos o ningún síntoma de gripe keto.

Sea como sea, Bravo destaca que “desde el IMEO tenemos catalogada la dieta keto como nada recomendable y puede perjudicar a la salud”.

TB12: revisión de la dieta de Tom Brady

CuidatePlus, por Ana Callejo Mora

“La dieta TB12, que sigue el famoso jugador de fútbol americano Tom Brady, es de corte flexitariano. Las dietas flexitarianas contienen, principalmente, alimentos con un 80% de derivados vegetales y un 20% de derivados animales”, explica a CuídatePlus Rubén Bravo, experto en Nutrición y Dietética del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO)

“Brady, además, lleva una dieta muy rica en vegetales, y alta en legumbres y en grasas saludables. Y, como ocurre en la mayoría de los flexitarianos, cuando eligen ese 20% de alimentos de origen animal escoge siempre opciones más magras y bajas en grasas saturadas (como pescado o pollo orgánico)”, puntualiza Bravo.

Otra peculiaridad de la TB12, en la línea de la dieta flexitariana, es que tiene muy en cuenta el origen de los alimentos, si son bio o son eco y qué ingredientes tienen. 

El jugador de fútbol americano introduce en la dieta TB12 dos conceptos de su cosecha, tal y como repasa Bravo: “El consumo de bebidas con electrolitos y de dos, tres o cuatro batidos diarios ricos en proteínas vegetales (en su caso derivadas de los guisantes). La ingesta de batidos sustitutivos de alguna comida o de apoyo a la nutrición es muy habitual en gente que practica mucho deporte”.

Para el experto en Nutrición y Dietética del IMEO en la dieta de Brady se hace un reparto adecuado de las proteínas “no solo por cómo realiza las ingestas, sino también porque reparte a lo largo del día esos batidos de proteínas de guisante que toma”.

Otra idea que introduce Brady en su dieta es dejar de comer antes de llegar a estar lleno, es decir, quedándose con un poco de hambre, para que el organismo haga un mayor uso de los alimentos que ha comido y una mejor absorción y metabolización de nutrientes. “No hay evidencia científica que avale esta decisión”, comenta Bravo.

Ventajas e inconvenientes de la dieta TB12

“Las ventajas para la salud de la dieta TB12 son elevadas, ya que, como todos sabemos, los vegetales son muy ricos en vitaminas y minerales y no aportan demasiadas calorías. Estas vitaminas y minerales nos ayudan a que todos los sistemas corporales tengan un rendimiento óptimo. Igualmente, las dietas con una cantidad importante de vegetales se asocian a mayor longevidad y menores problemas cardiovasculares”, dice el experto del IMEO.  

Asimismo, la de Brady es una dieta baja en proteínas animales, lo que también reduce el riesgo cardiovascular y otra serie de problemas de salud, como podría ser el cáncer.

El principal inconveniente de la dieta TB12 es que hay que ser muy estricto siguiendo el plan y que trae consigo limitaciones a nivel social.

¿Qué es el agua con electrolitos?

“El agua de electrolitos es un agua al que se le añade un extra de minerales, sobre todo sodio y potasio. A algunas de estas bebidas también se le añaden vitaminas, que ayudan a reducir la oxidación que se produce durante el deporte o a aumentar la sensación de vitalidad”, comenta Bravo. 

El experto explica que “otras bebidas incluyen aminoácidos, como la arginina, que tiene un efecto vasodilatador y hace que todos estos micronutrientes lleguen de una manera más eficaz y haya menos oxidación en los sistemas cardiovasculares periféricos. Fundamentalmente, hay menos cansancio y una mayor recuperación durante el entrenamiento”.

El polvo de ‘açaí’: otro ‘superalimento’

En la dieta que sigue Brady, además de las frutas y verduras, se incluyen algunos alimentos como el polvo de açaí, un fruto de aspecto parecido al del arándano. “El açaí procede del Amazonas y es muy rico en vitamina C y en polifenoles. Sin embargo, se trata de un superalimento al que, de alguna manera, le intentan dar propiedades milagrosas, como en su momento fue la chía o las bayas de Goji”, concluye Bravo.

Por qué con la pandemia de Covid-19 urge más que nunca perder los kilos que nos sobran

La obesidad duplica la probabilidad de ser ingresado en un hospital y eleva en un 48% la mortalidad

ABC, por Miguel A. Martínez González y Francisca Lahortiga Ramos

La conocida cuesta de enero de este año -en cuanto a quitarse kilos se refiere- se unió al reto de afrontar la tercera ola de la pandemia. La razón es triple: la obesidad eleva en casi un 50% la probabilidad de infectarse por Covid-19, duplica la probabilidad de ser ingresado en un hospital y eleva en un 48% la mortalidad. Con esos datos, parece indiscutible que nunca ha sido tan necesario como ahora protegerse y volver al peso saludable.

Lo grave del asunto es que el número de obesos en el mundo se ha incrementado desde unos 100 millones en 1975 a 700 millones actualmente. Como contamos en el libro «¿QUÉ COMES? Ciencia y conciencia para resistir» (Planeta, 2020), la pandemia de coronavirus pasará a la historia, pero desaparecerá; la de obesidad parece que está aquí para quedarse.

La mejor evaluación del daño que hace el exceso de peso la proporciona el «Global Burden of Disease» (GBD-2017). En este estudio valoraron a 68,5 millones de niños y adultos en 195 países entre 1980 y 2015, y cuantificaron la carga de enfermedad relacionada con un alto índice de masa corporal (IMC). Concluyeron que nada menos que 4 millones de muertes anuales en el mundo se debían al alto IMC.

Aunque el IMC no es un indicador perfecto, ya que puede elevarse en personas con mucha masa muscular, es el más usado y práctico. Se calcula dividiendo el peso (en kilos) entre la talla (en metros) elevada al cuadrado. Así, una persona que pese 80 kg y mida 1,70 m tendrá un IMC de 27,68 (porque 80 entre 1,7 al cuadrado es igual a 27,68).

Lo ideal es que el IMC esté aproximadamente en 22. El sobrepeso se define como un IMC superior a 25 y la obesidad, a 30. En el estudio GBD-2017, casi el 40% del exceso de muertes se daba en personas con sobrepeso u obesidad.

Comer menos

Podríamos seguir décadas hablando de genes y moléculas -buscando los culpables de la obesidad- mientras se constata lo mal que se están ejerciendo las acciones más básicas de prevención y salud pública. La paradoja es que en ningún otro país se ha investigado tanto en estos genes y moléculas como en EE.UU., que es donde más suben las tasas de obesidad mórbida. Uno de cada 12 estadounidenses ya es candidato a cirugía bariátrica –popularmente conocida como «reducción de estómago»–.

No hay que engañarse culpando a genes y moléculas. La rama no puede tapar el bosque. Lo que hay que hacer es comer menos (el mensaje que a ninguna industria alimentaria le interesa). Hace falta fuerza de voluntad. Empeño. Decisión libre. Control. Pero esto parece cada vez más difícil en una cultura dominada por un materialismo atroz y donde los ciudadanos son poco más que minions o títeres en manos de poderosos intereses comerciales de esas grandes corporaciones que venden comida y bebida basura.

El reto de superar la obesidad no es solo fisiológico, sino psicológico y cultural. Una cultura consumista y hedonista deja indefenso al ciudadano y propicia las conductas obesogénicas. Quizás falta decisión, valentía y radicalidad para confrontar en sus raíces un profundo déficit cultural.

Evidentemente nos estamos refiriendo a situaciones en que la obesidad no es consecuencia de una patología orgánica (por ej. un trastorno hipotalámico) o una enfermedad psiquiátrica (por ej. una bulimia nerviosa o un trastorno por atracones). Aquí no es sólo el ejercicio de la voluntad, sino que será necesario poner remedio a la enfermedad para solucionar la obesidad.

Otra excepción es cuando existen trastornos depresivos, y, sobre todo, trastornos de ansiedad, que dan lugar a sobreingestas o incluso atracones de comida que llevan a un estado de obesidad. En estos casos la resolución de la ansiedad será la única forma de atajar la obesidad. Evidentemente, estas son situaciones que explican sólo un pequeño porcentaje de los casos de obesidad.

Informar sin estigmatizar

Pero decir que en el siglo XXI el Homo sapiens ha dejado de alimentarse sabiamente y que los excesos se pagan, podría interpretarse como un ejercicio de crueldad equivalente a culpabilizar a las víctimas. ¿Se está estigmatizando a los obesos al decirles que quitarse ese sobrepeso pertenece a su libre albedrío? El estigma es dañino. Puede crear un círculo vicioso al aumentar la ansiedad y la depresión que a su vez podrá acompañarse de atracones.

Debe distinguirse el estigma –que sería toda representación o comentario peyorativo, despectivo o inculpador–, del derecho a poder decir la verdad científica. No se puede invocar el miedo al estigma para acallar la verdad científicamente demostrada. Siempre se puede decir la verdad con respeto, empatía y afecto. No se podría hacer educación nutricional si no se admitiese que los seres humanos somos libres y tenemos en nuestra voluntad las riendas de nuestra conducta.

Es preciso confrontar los determinantes económicos, sociales y culturales que han creado ambientes obesogénicos. Cierto. No todo es educación para cambiar conductas personales. Pero tampoco todo es estructura y economicismo. Hay que actuar a ambos niveles (educación personal y acción de abogacía social). Siempre con respeto, tacto, empatía, sinergia y brindando el oportuno apoyo psicológico.

Miguel A. Martínez González. Catedrático de Salud Pública, Universidad de Navarra.

Francisca Lahortiga Ramos. Consultor Clínico, Universidad de Navarra.

Este artículo fue publicado originalmente en The Converstion.

Tomar un café bien cargado media hora antes de hacer ejercicio aumenta la quema de grasa, según estudio

Científicos de la Universidad de Granada demuestran, además, que si el ejercicio se realiza por la tarde, los efectos de la cafeína se notan más que si se hace por la mañana

Ideal.es

Científicos de la Universidad de Granada, pertenecientes al departamento de Fisiología, han demostrado que la ingesta de cafeína (unos 3 mg / kg, el equivalente a un café bien cargado) media hora antes de realizar ejercicio aeróbico aumenta notablemente la quema de grasa. Además, si este ejercicio se realiza por la tarde, los efectos de la cafeína se notan más que si se hace por la mañana.

En un trabajo publicado en la revista Journal of the International Society of Sports Nutrition, los investigadores se plantearon averiguar si la cafeína, una de las sustancias ergogénicas más consumida en el mundo para mejorar el rendimiento deportivo, realmente incrementa la oxidación o «quema» de grasas durante el ejercicio. Y es que, a pesar de que su consumo en forma de suplementos es muy habitual, la fundamentación científica es escasa.

«Está muy extendido dentro del ámbito práctico recomendar hacer ejercicio en ayunas por la mañana para incrementar la oxidación de grasas durante el ejercicio. Sin embargo, esta recomendación podría carecer de base científica, ya que se desconoce si este aumento es debido a la realización en sí de ejercicio en horario de mañanas o por el hecho de permanecer en ayunas durante un prolongado periodo temporal», explica el autor principal de esta investigación, Francisco José Amaro-Gahete, del departamento de Fisiología de la UGR.

En la investigación participaron un total de 15 hombres (de 32 años de edad media), que completaron una prueba de ejercicio cuatro veces en intervalos separados por siete días. Los sujetos ingirieron 3 mg / kg de cafeína o un placebo a las 8 de la mañana y a las 5 de la tarde (cada sujeto completó las pruebas en las cuatro condiciones en un orden aleatorio). Se estandarizaron estrictamente las condiciones previas a cada prueba de ejercicio (horas de ayuno, realización de ejercicio físico o consumo de sustancias estimulantes), y se calculó, en respuesta a la misma, la oxidación de grasas durante el ejercicio.

Máxima oxidación de grasas

«Los resultados de nuestro estudio pusieron de manifiesto que la ingestión aguda de cafeína 30 minutos antes de realizar una prueba de ejercicio aeróbico aumentó la máxima oxidación de grasas durante el ejercicio independientemente de la hora del día», explica Francisco J. Amaro.

Además, se confirmó la existencia de una variación diurna en la oxidación de grasas durante el ejercicio, siendo los valores más altos por la tarde que por la mañana a igualdad de horas de ayuno.

Estos resultados también muestran que la cafeína aumenta la oxidación de las grasas durante el ejercicio por la mañana de forma similar a lo observado sin ingesta de cafeína por la tarde.

En resumen, los hallazgos de este estudio sugieren que la combinación de la ingesta aguda de cafeína y ejercicio aeróbico realizado a intensidad moderada por la tarde proporciona el mejor escenario para las personas que buscan aumentar la oxidación de grasas durante el ejercicio físico.

Así falla Nutriscore, el semáforo nutricional validado por la OMS que implantará el Gobierno

Yahoo Sports / Estilo de Vida, por Javier Sánchez
El etiquetado de los alimentos ha ido evolucionando con los tiempos. Hace unas cuantas décadas, teníamos que conformarnos con saber los ingredientes que tenía un producto y ya ¡como mucho! (cierto es que no había ni una millonésima parte de los aditivos y conservantes que hoy se utilizan). Poco a poco, se fue incluyendo información nutricional detallada por cada 100 gramos y ración estimada de producto. Es esa información que se encuentra al dorso, en letra pequeña y a la que casi nunca hacemos caso… A la búsqueda de un Pepito Grillo capaz de contarnos de una manera visual si lo que vamos a comernos es saludable o todo lo contrario, nació hace unos años el llamado semáforo nutricional, Nutriscore.

El semáforo Nutriscore ya está implantado en varios países europeos. Foto: TheRedBurn/Wikipedia (CC)
El semáforo Nutriscore ya está implantado en varios países europeos. Foto: TheRedBurn/Wikipedia (CC)

Desarrollado en 2005 por un equipo de investigación de Oxford y validado por la OMS, lo que propone el Nutriscore es un etiquetado en la parte frontal de los alimentos para informar de un vistazo al consumidor sobre lo que se va a llevar a casa. Va del verde al rojo y de la letra A a la E, en una escala donde la A verde significa que se trata de un producto nutricionalmente óptimo y la E roja quiere decir que se trata de un ultraprocesado del que nos conviene pasar. El Ministerio de Consumo español ha anunciado su entrada en vigor en España en 2021, aunque, de hecho, hay ya muchos productos que lo incluyen. Tiene, además, carácter “voluntario”, por lo que las propias marcas son las encargadas de decidir si se adhieren o no a él. Para ponerle la calificación a un producto, el Nutriscore distingue entre lo que considera negativo, como las calorías, azúcares simples, ácidos grasos saturados y contenido en sal y lo positivo, incluyendo proteínas, fibras y cantidad de verduras y frutas, así como leguminosas y frutos secos.

El Nutriscore no se aplica a productos frescos y hay otros que también están exentos como el café o el té. La primera polémica en España surgió hace unos meses, cuando se comprobó que el aceite de oliva, de seguir el método nutriscoriano podía llevarse una deshonrosa D. ¿El motivo? Que el aceite es básicamente grasa y no se tenía en cuenta si era saludable o no y que la medición se hace en base a 100 gramos de producto, lo que condenaba al aceite de oliva al purgatorio cuando nadie se va a tomar 100 gramos de aceite de una sentada (salvo que aliñe una ensalada para medio barrio).

Un vistazo a Open Food Facts, el proyecto colaborativo que ofrece información sobre productos alimenticios de todo el mundo, y sendas visitas al súper nos dejan ojipláticos. Hemos encontrado ejemplos de productos a los que el semáforo deja en verde pero nosotros no incluiríamos en el terreno de lo saludable ni de casualidad. He aquí algunos ejemplos que trolean a lo grande al semáforo.

Pan de perrito caliente con letra A. Foto: Javier Sánchez
Pan de perrito caliente con letra A. Foto: Javier Sánchez

Pan de hot dog. Estupor es lo que nos provoca que un pan destinado a albergar en su interior una salchicha y salsas variadas obtenga una A. ¿Cómo es posible? Pues lo que ocurre aquí es que Nutriscore estima que hay pocas grasas saturadas, azúcares y sal, lo que eleva su consideración. Además, tiene en cuenta que las proteínas de origen vegetal del pan están al completo, al igual que la fibra dietética (suponemos que en la categoría de harinas refinadas, porque respecto al pan integral no sería comparable). El resultado es una A que podría llevar a algún incauto a pensar que puede tomarlo a diario e incluso sustituir el pan de masa madre e integral por esta opción.

Cereales de desayuno con chocolate y letra B. Foto: Javier Sánchez
Cereales de desayuno con chocolate y letra B. Foto: Javier Sánchez

Cereales de desayuno. Una B adorna parte de los paquetes de cereales de desayuno, incluyendo aquellos que contienen chocolate. El porqué de esta cuestión tan llamativa tiene que ver, de nuevo, con cómo realiza el Nutriscore el análisis. De nueva la fibra y proteína de los cereales cotiza al alza y no llega a obtener una A como un templo porque las calorías y los azúcares tiran para abajo la nota. Lo cierto es que de cada 100 gramos de producto, casi un tercio es azúcar, lo que hace muy sorprendente que este producto se mantenga en la parte verde de la tabla…

El cacao soluble es otro producto en el punto de mira. Foto: Open Food Facts (CC).
El cacao soluble es otro producto en el punto de mira. Foto: Open Food Facts (CC).

Cacao soluble. Decimos “cacao”, aunque muchas veces estas soluciones para disolver en leche se caracterizan más por tratarse de un azúcar “teñido” por una parte de manteca de cacao. La fibra y la proteína del cereal que contiene vuelve a tirar para arriba y el azúcar, aunque elevado (prácticamente todas las grasas que contiene son azúcares y es el primer ingrediente que aparece en la lista, con lo que es el que en mayor proporción se encuentra) le otorgan una B. Y por no hablar de las versiones bajas en azúcar, que llegan a conseguir una A, cuando estos preparados son ultraprocesados de libro.

Las patatas fritas bajas en grasa rascan una B en Nutriscore. Foto. Open Food Facts (CC).
Las patatas fritas bajas en grasa rascan una B en Nutriscore. Foto. Open Food Facts (CC).

Patatas fritas. Que un producto ultraprocesado, con un alto contenido calórico (casi 500 kilojulios en 100 gramos) y bastante sal consiga una B, como en el caso de algunas patatas fritas con contenido reducido en materia grasa, resulta todo un misterio. Un examen atento vuelve a mostrarnos lo tolerante que es el Nutriscore con los aportes de fibra y proteína. Y, vale, que aquí no hay azúcar, eso está claro. Pero es que se trata de patatas fritas y eso es algo que no podemos obviar.

Pizzas de verduras con calificación A. Foto: Open Food Facts (CC).
Pizzas de verduras con calificación A. Foto: Open Food Facts (CC).

Pizza. ¿Puede una pizza congelada de supermercado alzarse con una A y demostrar que está lista para ser devorada a diario? Sí, si sabe cómo torear alegremente al semáforo nutricional. Es lo que ocurre con algunas ejemplos hallados en Open Food Facts que lo logran a base de mantener a raya el contenido de sodio, grasa y azúcar. El resto se consigue racaneando un poco con el queso e incluyendo opciones entre los toppings como verduras a la brasa, o trozos de pollo, que siempre obtiene buenos resultados por ser una carne baja en calorías. Increíble, pero cierto.

Tras examinar estos llamativos ‘fails’ de Nutriscore solo nos queda concluir que es “un buen punto de partida que aún puede mejorarse”, tal y como afirman en su documento “¿Verde? Adelante, producto saludable”. Además, deberíamos considerar el semáforo como un referente dentro de su propia categoría. Es decir; si vamos a tomar unos cereales de desayuno sí o sí, mejor optar por los que sacan una B en lugar que por los que obtienen una D o una E. Por otro lado, Nutriscore no debería arrinconar la sana costumbre de leer el etiquetado nutricional, porque hay consumidores que necesitan sacrificar antes el azúcar que la sal o viceversa. Y eso no hay semáforo nutricional que lo controle.

¿Por qué «tiene» mayor calidad un refresco que el aceite de oliva?

¿Por qué «tiene» mayor calidad un refresco que el aceite de oliva?, se preguntan los españoles al ver la calificación de Nutriscore. «Está basada únicamente en la cantidad de grasas (saludables), sin tener en cuenta sus beneficios; un error que se repite en el caso del atún en aceite o de las aceitunas (por su elevada cantidad de sal). Sin embargo, en otros productos, como alguna de las marcas más vendidas de spaghetti se omite dicha calificación, señala el experto en nutrición del IMEO, Rubén Bravo y sugiere siempre tener en cuenta el valor total nutricional de cada producto a la hora de hacer la compra.
(Fuente: La Sexta Noticias)

Cena íntima por San Valentín, elige la mejor opción saludable y afrodisíaca

En tiempos de coronavirus los expertos en nutrición proponen las mejores opciones de comidas con entrega a domicilio que ofrece la cocina internacional, para disfrutar de un San Valentín diferente pero igualmente especial

Por EFE / Mundo Sano

San Valentín es una fecha señalada en el calendario del amor y celebrarlo con nuestra pareja este año tan diferente con una cena en la intimidad de nuestra casa en vez de ir al restaurante, puede ser una opción tan deliciosa como inolvidable. 

“Para que la celebración de enamorados resulte lo más saludable y apetitosa posible es recomendable tener en cuenta algunas recomendaciones” señala Estefanía Ramo, nutricionista experta en tecnología de alimentos y gastronomía.

“Al elegir los platos de comida internacional con entrega a domicilio hay que considerar aspectos tan importantes como la presentación, la combinación de sabores agradables  y que a la vez aporten un toque afrodisíaco y picante a la velada”, según esta experta del Instituto Médico Europeo de la Obesidad, IMEO. 

Ramo recomienda compartir “platos con ingredientes que conquisten el paladar con una explosión de color, sabor, textura y sensaciones afrodisiacas para este día”. 

“Para ello, los alimentos deben contener nutrientes que tengan función vasodilatadora o que estén implicados en un proceso hormonal, estimulen el apetito sexual y disparen la libido”, apunta Ramo. 

En el Día de San Valentín puedes tener una excelente cena para dos con opciones saludables, deliciosas y afrodisíacas.
En el Día de San Valentín puedes tener una excelente cena para dos con opciones
saludables, deliciosas y afrodisíacas.

Esta nutricionista describe algunas opciones gastronómicas de la cocina internacionales ideales para el domingo 14 de febrero, incluido el postre, el plato estrella de ese día, seleccionadas por su contenido en vitaminas, minerales, grasas saludables, aminoácidos esenciales y otros compuestos estimulantes de la actividad erótica. 

La opción japonesa

“En el sushi y el sashimi se utilizan algas, a las que se les atribuyen propiedades afrodisíacas y la capacidad de fomentar el aumento de la producción de hormonas sexuales. Estos dos platos también aportan compuestos que pueden tener efectos positivos sobre el estado de ánimo”, según Ramo. 

Señala que otro ingrediente frecuente en la comida japonesa es el aguacate, a cuya planta los aztecas llamaban  el “árbol del testículo”, por su curioso parecido con esta parte de la anatomía masculina, y que contiene nutrientes con una función vasodilatadora y estimula el apetito sexual debido a su textura. 

Ramo destaca como otro ingrediente típico en los platos japoneses, el salmón, “incluye compuestos con función vasodilatadora, y conforma un plato muy vistoso y de potente sabor acompañado del wasabi, un condimento cuyo sabor picante es considerado estimulante de la libido, al aumentar la frecuencia cardíaca, el metabolismo y la sudoración”.

La frondosa gastronomía brasileña

Ramo sugiere, si se opta por la opción americana una ‘parrillada de carnes de Brasil con fruta asada y ensalada mixta”, y señala que en este tipo de comida “se destacarían las frutas asadas como el plátano, cuyos compuestos actúan sobre los neurotransmisores cerebrales que controlan la libido, el estado de ánimo y la autoestima”. 

“Un ingrediente destacable de su ensalada mixta, es la rúcula, muy utilizada por los antiguos romanos como afrodisíaco”, enfatiza.

Vámonos a Italia
El “steak tartar” (filete tártaro) italiano es un plato muy vistoso por sus colores y tiene un potente sabor y olor, según Ramo quien destaca entre sus ingredientes “el tabasco y la pimienta negra, unos picantes que provocan un calentamiento del cuerpo y un aumento del flujo sanguíneo”. 

“Sus ingredientes también pueden estimular la liberación a nivel cerebral de endorfinas, unas hormonas que producen sensación de bienestar, y producir cambios físicos externos en mejillas (más rosadas) y labios (más carnosos)”, asegura. 

Añade que el aliño del “steak tartar” contiene ajo, “que a su vez contiene alicina, una sustancia que incrementa el flujo sanguíneo provocando mayor nivel de energía sexual”.

La fina cocina francesa

Ramo sugiere el “magret de pato, abierto y fileteado con salsa de mango”. Se trada de una comida “en la que destaca la salsa de mango, una fruta que contiene sustancias que afectan a la producción de hormonas y que pueden mejorar el deseo. Además equilibran los niveles de estrógenos y testosterona, además de estimular  la producción de esperma”, indica la experta. 

En otro plato francés que propone es  el “gratín de patatas con tana”, en el que destaca el queso, “alimento rico en un aminoácido esencial precursor de la serotonina, conocida como la hormona del placer y la felicidad, porque ayuda a mejorar el estado de ánimo y el bienestar, lo cual es importante en la velada de San Valentín”, señala Ramo.

Perú, con ajo y pimienta
Una opción gastronómica peruana recomendada por la nutricionista son los “langostinos con verduras y leche de tigre”, un jugo de ceviche con trozos de pescado.

“La “leche de tigre” utiliza como ingrediente principal el pescado, que contiene un aminoácido esencial que fomenta la liberación de serotonina. Otros ingredientes, el ajo y la pimienta, pueden tener un efecto afrodisíaco, ya que su ligero sabor picante y ácido provoca un calentamiento corporal e incrementa el flujo sanguíneo”, según Ramo.

Piensas cenar en casa en este Día de San Valentín?

México y sus picantes
“La comida mexicana combina sabores picantes y los “langostinos a la diabla” son un ejemplo de ello, al incluir el tabasco, un potente picante que aumenta la frecuencia cardíaca, la sudoración y el metabolismo y, por consiguiente, el calor corporal, estimulando además la liberación de hormonas que producen sensación de bienestar”, afirma la especialista. 

“Estos efectos internos en el organismo pueden aumentar el rubor de las mejillas y la carnosidad de los labios, por lo cual se le considera un plato afrodisíaco”, añade. 

“Otro plato, “tacos de atún rojo”’ contienen sustancias importantes para mantener un buen estado de ánimo y dotarnos de energía”, enfatiza Ramo. 

“En México la guayaba se utiliza como afrodisíaco, ya que en su conjunto estimula la circulación sanguínea de la zona genital en los hombres y aumenta la excitación y la sensibilidad al tacto en las mujeres, por lo cual los platos que incluyen este ingrediente, como el “pastel de guayaba”’, pueden ser una buena opción para San Valentín”, según Ramo. 

Postre: El plato estrella
Estas son las sugerencias de postres deliciosos y especialmente estimulantes, que propone Ramo para esa fecha señalada:.

Fresas con chocolate negro:. 
“Los nutrientes de las fresas estimulan las glándulas endocrinas y el sistema nervioso central, liberando el estrés del organismo, mientras que el chocolate contiene sustancias estimulantes y vasodilatadoras que pueden aumentar el nivel de deseo, la excitación y la satisfacción sexual femenina”, según Ramo. 

“Además contiene triptófano, un compuesto que ayuda a secretar serotonina, un neurotrasmisor que regula el estado de ánimo”, agrega.

Chocolate negro con sandía:.
“En este postre  a la sandía se la atribuyen propiedades afrodisíacas por su contenido en citrilina, que fomenta un efecto vasodilatador que mejora la circulación sanguínea, pudiendo aumentar la excitación”, señala.

Chocolate negro con almendras:
La experta explica que “las almendras contienen ácidos grasos esenciales y se atribuye su aroma con un aumento de la libido”.

Fresas con canela:.
“La canela presenta propiedades afrodisíacas que hacen que mejore la circulación sanguínea y, por tanto, que  aumente la libido y el apetito sexual”, según la nutricionista del IMEO.

Un plan “de moda”: Luces y sombras de la dieta keto

Clarín, por Vanesa López

Por su bajo contenido de hidratos de carbono, varios especialistas alertan sobre los riesgos para la salud.

Palta y huevo, dos estrellas de la dieta keto. Foto Shutterstock.

Adelgazar comiendo grasas es el sueño de muchos. Eso es lo que promete la dieta keto difundida por famosos, “influencers”, y algunos nutricionistas argentinos. Aunque también están quienes alertan sobre los riesgos para la salud.

Empecemos por el principio. La dieta cetogénica es un tratamiento médico que se indica, desde 1924, en niños con epilepsia de difícil control. Tiempo después, por los años 70, cobró popularidad como método para adelgazar, con diferentes nombres.  

Su principal atractivo es que se puede bajar mucho peso de golpe: entre 2 y 3 kilos en una semana y hasta 12 kilos en un mes.

Hay distintas versiones de la dieta keto. La más habitual indica consumir un 75% de grasas, priorizando las saludables, como aceite de oliva, nueces, semillas, palta, y pescado azul. El problema es que, debido al elevado porcentaje requerido, es común terminar consumiendo grasas saturadas. 

Alta ingesta de grasas saludables y mínima ingesta de carbohidratos es la base de la dieta keto. Foto Archivo.

Alta ingesta de grasas saludables y mínima ingesta de carbohidratos es la base de la dieta keto. Foto Archivo.

Además, se deben incorporar un 20% de proteínas (carnes y huevos) y solo un 5% de hidratos de carbono (pan, pasta, legumbres, papas, harinas, arroz, frutas y verduras). Es todo lo contrario a las dietas más tradicionales, donde la mitad de las calorías proviene de los carbohidratos.

Tiene similitudes con la dieta Atkins y la Dukan. En todos los casos -conocidos como «low-carb»- se limita al cuerpo a unos pocos gramos de carbohidratos por día. Entonces entra “en cetosis”, un estado metabólico donde comienza a depender de las reservas de grasas, lo que permite el rápido descenso de peso.

Muchos la miran con malos ojos. El Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) la incluyó entre las cinco peores dietas del 2021. Lo hizo en la octava edición de su ranking creado por nutricionistas, endocrinólogos, cirujanos bariátricos, psicólogos, y entrenadores físicos.

La dieta keto permite incorporar solo un 5% de hidratos de carbono. Foto: Shutterstock.

La dieta keto permite incorporar solo un 5% de hidratos de carbono. Foto: Shutterstock.

“Tiene diferentes efectos nocivos como cefaleas, mareos, fatiga, vómitos, mal aliento, cálculos renales, pérdida de masa ósea y muscular o arritmias”, alertó Carmen Escalada, nutricionista del IMEO, según lo difundido por Europa Press.

Tampoco sacó buena nota en la clasificación de las “mejores dietas 2021” que hizo el sitio estadounidense US News junto a un panel de nutricionistas y especialistas en obesidad, diabetes y cardiología.

Por cuarto año consecutivo, la dieta mediterránea fue seleccionada como la número uno. Mientras que la dieta keto fue desplazada al puesto 35 entre 39 planes alimenticios. Sus dos principales contras: es restrictiva y los carbohidratos son muy limitados.

Según algunos expertos, es difícil de mantener y luego podemos superar el peso que teníamos. Foto Shutterstock.

Según algunos expertos, es difícil de mantener y luego podemos superar el peso que teníamos. Foto Shutterstock.

Para la endocrinóloga Juliana Mociulsky, miembro titular de la Sociedad Argentina de Diabetes (SAD) y Jefa de Nutrición del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA), cualquier patrón alimentario que evite o restrinja algún grupo de alimentos puede generar alguna carencia. En este caso, la principal falta es de fibras, vitaminas y minerales.

Además -continúa Mociulsky- la cetosis puede provocar dolor de cabeza, cansancio, mareos, náuseas, mal humor y mal aliento, especialmente al iniciar este tipo de alimentación.

Por la falta de fibra –completa la especialista- suele asociarse a constipación. Mientras que la escasa diversidad de fibras, cereales y granos enteros impacta negativamente sobre la microbiota intestinal, que es la población bacteriana del intestino.

“Es importante considerar el tipo de grasa que se consume, ya que el exceso de grasa saturada (de origen animal) es desfavorable para los niveles de colesterol y la salud cardiovascular”, dice la endocrinóloga. Y remarca que las personas con diabetes deberían siempre consultar al médico, porque la cetosis puede precipitar una descompensación metabólica.

La dieta keto debe incorporar un 20% de proteínas, como carnes y huevos. Foto Rafael Mario Quinteros.

La dieta keto debe incorporar un 20% de proteínas, como carnes y huevos. Foto Rafael Mario Quinteros.

Otra duda que surge es si la dieta keto realmente sirve para adelgazar. Virginia Busnelli, médica especialista en nutrición y directora del Centro de Endocrinología y Nutrición CRENYF, opina que todas las dietas restrictivas funcionan, ya que modifican nuestra forma de comer de manera abrupta.

El tema es si esto puede sostenerse en el tiempo. «Aquí está el verdadero problema. Perseverar alimentándonos con las opciones que nos brinda este tipo de dieta puede ser fácil al comienzo, pero el estrés y el propio descenso de peso van a incitar a retomar nuestra forma habitual de comer«, señala Busnelli.

Según la especialista, es entonces cuando recuperamos los kilos perdidos de manera más simple, en forma de grasa, y por lo general superando el peso que teníamos anteriormente. Y ahí viene la frustración, con sus posibles trastornos asociados.

Al seguir la dieta keto, preocupa que se consuma grandes cantidades de grasas saturadas no saludables. Foto Archivo.

Al seguir la dieta keto, preocupa que se consuma grandes cantidades de grasas saturadas no saludables. Foto Archivo.

Ante la consulta de cuáles son los aspectos positivos de esta dieta, Busnelli destaca dos cosas. La primera es que las investigaciones demuestran que provoca un descenso de peso muy rápido y que podría ser una alternativa para tratar ciertas condiciones de salud. «Pero no hay estudios a largo plazo sobre esto y, además, sabemos que no es posible de mantener en el tiempo», señala.

La segunda es que nuestra sociedad se caracteriza por el consumo abundante de hidratos de carbono, por lo que reducirlo a una cantidad acorde a nuestro requerimiento diario es una «excelente estrategia» para favorecer al descenso de peso. Aunque esto se debe realizar de la mano de un profesional y -según Busnelli- no lo puede hacer una dieta.

En ese sentido, debemos estar atentos a Instagram, donde basta escribir “#dietaketo” para acceder a miles de posteos. “Veo con preocupación cuando las personas siguen a ‘influencers’ en las redes sociales que practican alguno de estos patrones alimentarios de moda y se toman como verdad absoluta”, comenta Mociulsky.

Según la endocrinóloga, todas las dietas deben ser indicadas por un profesional matriculado en nutrición, para evitar consecuencias no sólo en la salud física, sino también mental.

Comida a domicilio: las opciones más saludables de la cocina internacional

Con las nuevas plataformas de pedido online y las restricciones del estado de alarma, las comidas a domicilio están en alza, pero dentro de las cocinas internacionales hay platos que a nivel nutricional encajarían mejor en una dieta equilibrada, recalcan los expertos del IMEO y destacan las opciones más saludables

Selective focus on the burrito half

·         Durante la pandemia de coronavirus las empresas dedicadas al reparto de comida a domicilio han crecido un 225% y uno de cada diez españoles ha recurrido a sus servicios, siendo mayor la demanda en  Madrid, Cataluña y Asturias[1].

El cierre temporal de bares y restaurantes y el toque de queda nocturno son unas de las medidas más contundentes tomadas por las autoridades españolas para limitar la interacción social y contener la propagación del coronavirus. Muchos establecimientos han tenido que bajar persianas, reducir aforo y horarios y reinventarse para salir adelante. En este contexto, el servicio de comida a domicilio se está imponiendo como alternativa al picoteo en terrazas y cobra especial protagonismo dentro del actual estado de alarma y los períodos de cuarentena y confinamientos. Por esta razón, los expertos en nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) destacan aquellas opciones de la cocina internacional que se adaptan a la modalidad para llevar o recoger y que a nivel nutricional encajarían mejor en una dieta equilibrada.

“En primer lugar, hay que reconocer que la comida a domicilio ha cambiado mucho en los últimos años. Antes, la oferta se limitaba sobre todo a fast food de baja calidad; ahora con las plataformas digitales que agrupan establecimientos que ofrecen la opción para llevar o recoger, podemos tener acceso a platos de casi cualquier restaurante”, reflexiona Rubén Bravo, dietista experto en gastronomía, portavoz del IMEO. Además, apunta, ciertos tipos de cocina internacional se han adaptado mejor al servicio a domicilio, como la asiática, la mediterránea, la latinoamericana, la norteamericana o la árabe.

“Puesto que en cada tipo de cocina existen platos que por su perfil nutricional pueden situarse en los extremos de lo que definimos como saludable o no saludable, es preciso fijarnos tanto en las técnicas de elaboración –cuánto más sencillas, mejor–, como en la composición del plato que son un buen indicador de la calidad”, puntualiza Estefanía Ramo, nutricionista especializada en la tecnología de los alimentos del IMEO. Lo ideal sería que la mitad de los ingredientes sean verduras y hortalizas (excepto patatas) y que la otra mitad esté compuesta, en partes iguales, por proteínas de alto valor biológico (huevos, pescados, legumbres, carnes blancas y rojas mínimamente procesadas) y granos integrales, que en su conjunto nos proporcionarán nutrientes esenciales y sensación de saciedad.    

Las opciones menos saludables serían aquellas que destacan por un mayor procesado industrial de los alimentos. Suelen abundar en grasas saturadas e hidrogenadas y dentro de un consumo frecuente pueden desencadenar enfermedades cardiovasculares, colesterol malo y obesidad. Están presentes en quesos, embutidos, salchichas, carnes precocinadas o enlatadas, aperitivos envasados, artículos horneados, bollería industrial y comida rápida a base de frituras y rebozados.

Las salsas prefabricadas (mayonesa, ketchup, barbacoa, mostaza, salsa de soja química o china) son otro punto que restaría valor nutricional a nuestro plato, debido a su alto contenido en sal, grasas, azúcares, saborizantes y otros aditivos que se les añaden para estimular el apetito y que con el tiempo pueden crear hábito, recalca Ramo.

Opciones saludables de comidas internacionales “a domicilio”

  1. Comida japonesa de calidad
Man taking a picture of sushi food

“Aunque la comida asiática más popular que podemos pedir a domicilio es la china, rara vez sería una opción saludable, ya que muchas veces no respeta la forma de cocina tradicional (al vapor o cocción al agua), abusa del aceite reutilizado, y las salsas, escondiendo muchas veces ingredientes de mala calidad”, avisa Rubén Bravo, dietista experto en gastronomía del IMEO.

La opción más saludable, sin duda, sería la japonesa, mundialmente reconocida por sus nutrientes que ayudan a retrasar el envejecimiento celular. Destaca por un sencillo procesado de los alimentos que permite saber a simple vista si los ingredientes son de buena o de mala calidad.

El plato estrella es el sushi, que se elabora a base de arroz, vinagre y sal, y se combina con pescado crudo, verduras, huevos en tortilla o carne roja y se adorna con algas comestibles y crujientes.

Otra opción menos calórica sería el sashimi que se prepara sin arroz a base de pescado crudo o cocido, como pulpo, sepia, rodaballo, atún, salmón y moluscos. Se sirven en rodajas finas con una ligera salsa de soja, wasabi (crema de rábano), caldo de algas o tofu.

  1. Comida mediterránea de calidad (española, francesa e italiana)  

La comida mediterránea de calidad es aquella que refleja lo mejor de nuestra dieta mediterránea. “Aquí, de entrada, debemos descartar fritos (croquetas, patatas), empanados (calamares, tiritas de pollo), salsas (kétchup, barbacoa, ali-oli) y platos muy elaborados (cocidos, guisos), porque además de ser ricos en grasas poco saludables, permiten camuflar fácilmente un mal ingrediente”, argumenta Bravo. En este sentido, aconseja apostar por lo más similar a una comida española casera, con acento en parrilladas de carne, pescado y marisco, elaboradas con alimentos naturales y primarios, en lugar de sus variantes más procesadas (salchichas, hamburguesas, beicon). De guarnición, hay que buscar alternativas a las patatas fritas, centrándonos en verduras, hortalizas y legumbres en forma de salteados, cremas, ensaladas de temporada o al horno. 

Las opciones más saludables de las típicas tapas españolas serían: sepia a la plancha, montaditos de guacamole y gambas, brochetas de marisco, pincho de encurtidos o tabla de jamón ibérico.

De la cocina francesa, el experto en gastronomía del IMEO destaca el steak tartar o el de salmón ahumado y el magret de pato, que son muy sabrosos y nutritivos.

“Respecto a la cocina italiana, es recomendable huir de la pizza, sobre todo cuando es “a domicilio”, debido a su excesivo aporte calórico a base de grasas saturadas, salsas e ingredientes de baja calidad”, apunta Bravo y recuerda que la gastronomía italiana tiene una gran variedad de platos típicos abundantes en verduras, frutas, carnes, pescados y arroz y destaca por la calidad suprema de su aceite virgen extra de oliva. En este sentido, una apuesta segura sería el carpaccio de ternera o atún, el entrecot con verduras, la ensalada con gambas o el pollo asado.    

  1. Comida basada en carnes asadas de Argentina, Uruguay y Brasil

Son carnes muy jugosas que, por sus condiciones de pastoreo, tienen un alto valor nutricional y son ricos en omega 3, ácido fólico y vitaminas del grupo B. “De promedio contienen 20 gramos de proteína animal por cada 100gr de producto, por esto se deben consumir con moderación y evitando enderezar con salsas”, apunta Ramo. La forma más saludable de comerlas es en forma de asado a la parrilla, a la brasa, en grill y barbacoas, yendo a cortes y piezas, evitando derivados (salchichas, morcillas, chorizos).

En general, la cocina sudamericana recurre a menudo a especias, salsas y guarniciones a base de hidratos de carbono (plátano, gandules, frijoles, patata o maíz) que pueden disparar en su conjunto el aporte calórico del plato. Por tanto, sería preferible acompañar la carne con vegetales crudos, hojas verdes o frutas asadas (piña, mango, manzana, persimon) que facilitan la digestión.

  1. Comida norteamericana de calidad

Hablando de comida americana, de entrada, habría que huir de todas las creaciones culinarias que dieron origen al término comida basura (junk food) y que se caracterizan por sus fritos, rebozados, grasas saturadas y trans, azúcares añadidos y sal, toda una bomba de relojería para el sistema cardiovascular. Suelen tener un precio muy económico y raciones gigantescas. Los conocemos como hamburguesas XXL, pizzas en promoción “3×2”, platos tex-mex, nuggets y tiras de pollo frito o kebabs de composición difícil de identificar. “Si a esto le sumamos todo lo demás que acompaña el plato, incluidos refresco, guarniciones de patatas fritas, salsas (mayonesa, kétchup, mostaza), batido y postre colmado de azúcar… podemos fácilmente traspasar las mil calorías por una sola comida y terminar con una sensación de “empacho”, recalca Bravo. 

La comida norteamericana de calidad, en cambio, se centra en especialidades gourmet, recurre a un procesado más sencillo de los alimentos y no abusa de colores y sabores fuertes creados en laboratorios. Entre los platos destacados por los expertos del IMEO figuran el pavo dorado con finas hierbas y verduras asadas, las ensaladas, las hamburguesas de carne de vacuno con pan rústico o en su versión vegana a base de arroz integral, soja, quinoa y frijoles.

5.       Comidas espaciadas y muy elaboradas (india, árabe, mexicana)

Son comidas potentes en cuanto al sabor, a veces picante, y tienden a abusar de frituras, aceite y salsas. Por esto, se aconsejan para un consumo muy puntual.

La cocina india, en general, prescinde de la carne bovina y porcina y muchos de sus platos son aptos para vegetarianos. Dentro de las opciones más saludables destacan el pollo con sus variantes tikka masala (con leche de coco), shashi-korma (con castañas, almendras o anacardos) y tandoori (con jengibre y especias) que se pueden acompañar de samosa de verduras.

En la cocina árabe (libanesa y turca) se prefiere más la verdura a la carne y especias, como el curry o la cúrcuma. El plato estrella para llevar sería el falafel, elaborado a base de albóndigas o croquetas de legumbres. Se suele acompañar con verduras encurtidas, salsa y pan de pita. Otras opciones recomendadas serían el humus, a base de paté de garbanzo y las cremas de verduras (berenjena o pimiento rojo y tomate), las brochetas de pollo o carne y las ensaladas.

La cocina mexicana en su versión más popular, representada por nachos, burritos, tacos, quesadillas o fajitas, es una de las más demandadas, pero no por ello la más saludable. Dentro de la oferta de comidas a domicilio podemos optar por la salsa de guacamole, los jalapeños, las tortillas de maíz, ricos en fibra y aptas para celíacos, con relleno de pollo.