Comer de ‘tupper’ sin unas normas nutricionales básicas puede favorecer la obesidad infantil

Europa Press

El portavoz del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), Ruben Bravo, ha advertido de que comer de ‘tupper’ sin establecer unas normas nutricionales básicas puede favorecer la obesidad infantil.

   «Cuando se trata de menores, el concepto ‘del pan de cada día’ va mucho más allá; ya no se trata solo de satisfacer el hambre, sino una serie de necesidades nutricionales que contribuyen en el crecimiento y el desarrollo físico e intelectual», ha remarcado Bravo.

   En su opinión, en el menú diario de un niño no tiene que faltar lo imprescindible: un ‘puñado’ de hidratos de carbono, tres ‘puñados’ de verdura y una proteína del tamaño de la palma de la mano. «La clave es hacer que no se aburran con el mismo plato e ir variando con las recetas, por ejemplo, ofrecer el pollo a la plancha, en trocitos en la ensalada, en una salsa que no engorde, como sopa o en croquetas», ha recomendado

   Dicho esto, ha subrayado la obligación de los padres de transmitir valores y conocimiento a la hora de comer o preparar el ‘tupper’. «Los niños comen más por la vista y podemos explicarles que el hecho de que la verdura, por ejemplo, tenga más color, les indica que también tiene más propiedades», ha señalado.

   En España, el 19 por ciento de los niños son obesos, según datos de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad Politécnica de Madrid; en este sentido, este experto ha lamentado que, durante la última década, se esté atendiendo más casos de obesidad infantil en consulta.

   «Hemos trabajado mucho para corregir malos hábitos y conductas alimenticias en menores e incluso hemos acudido a colegios públicos y campamentos urbanos de verano para supervisar el menú escolar y asegurarnos que éste es equilibrado y saludable», ha asegurado.

   Así, algunos hábitos como comer habitualmente delante del televisor, consumir en exceso bebidas y refrescos azucarados, ingerir muchas golosinas y dulces o llevar una vida sedentaria, fomenta la obesidad. Además, si los escolares duermen menos de las 9 horas recomendadas o comen productos de mala calidad también puede darse este hecho.

La mitad de los españoles sufren síndrome postvacacional

  • 20 minutos/ Europa Press
    Cada vez afecta a más personas: en 2008 era solo el 35%.
  • Se caracteriza por debilidad generalizada y astenia, insomnio y somnolencia.
  • Con la crisis cada vez más personas tienen una vacaciones cortas, lo que aumenta la posibilidad de sufrir síndrome postvacacional. Aunque algunos insisten en que no existe, la ciencia médica parece aceptar que el síndrome postvacacional es una realidad. Se define básicamente por padecer a la vuelta de vacaciones un cuadro de debilidad generalizada y astenia. Además, la persona puede tener problemas de insomnio y somnolencia a lo largo del día.Según expertos del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), la mitad de los españoles sufre síndrome postvacacional. Es decir, el número de españoles que regresan a su puesto de trabajo con malestar y depresión tras disfrutar de sus vacaciones va aumentando en los últimos años.Así, según datos del Instituto Superior de Estudios Psicológicos, mientras que en 2008, un 35% de los españoles por debajo de los 45 años sufría estos síntomas; en 2010, el dato se elevó hasta el 50%.

    Los síntomas de este síndrome serían:

    • Ansiedad
    • Falta de concentración
    • Nerviosismo
    • Indiferencia
    • Irritabilidad
    • Tristeza

    Consejos contra el síndrome

    Según IMEO lo primero que hay que hacer es planificar los viajes futuros, algo que ya hace el 62% de los españoles. Hacerlo «supone un aliciente psicológico», lo que fisiológicamente hace que aumenten los niveles de dopamina, indica el especialista en nutrición y portavoz del IMEO, Rubén Bravo.

    En segundo lugar, los especialistas recomiendan beber entre 2 y 2,5 litros de agua diarios. «Mantener el cerebro en niveles de hidratación óptima, ayudará a que las entre 50 y 100.000 millones de neuronas funcionen a pleno rendimiento», sostiene el experto.

    Es importante organizarse en el primer día de trabajo para evitar un bloqueo. Los niveles de acetilcolina disminuyen en las vacaciones provocando que en los primeros días de trabajo cueste coger el ritmo.

    Por último, es importante consumir cinco raciones de fruta y verdura diarias, más hidratos de carbono integrales. En nuestra dieta hay que priorizar los alimentos y elegir aquellos que tengan bajo índice glucémico.

    Algunas recomendaciones laborales

    Según un estudio de Regus, proveedor mundial líder de espacios de trabajo flexible, hay circunstancias derivadas de la actual crisis que pueden hacer más intenso el síndrome postvacacional. Cada vez más personas tienen unas vacaciones cada vez más cortas.

    Este estudio hace cuatro recomendaciones para combatir este síndrome:

    • Incorporarse gradualmente a la rutina laboral
      Trabajar horarios reducidos, o hacerlo desde casa durante unos días, permite al empleado introducirse de forma progresiva al clima y ritmo de trabajo normal.
    • Tratar de evitar los desplazamientos innecesarios
      Con el regreso a la rutina, vuelven también los colapsos en el tráfico, las enormes pérdidas de tiempo en los desplazamientos y con ello un gran aumento del estrés y la irritabilidad.
    • Mejorar la conciliación de la vida laboral y personal
      Es importante tratar de continuar planificando actividades con la familia y los amigos. Se trata de no reservar únicamente el fin de semana para el ocio.
    • Organizarse y coordinarse
      Una vez reincorporados al trabajo es imprescindible dedicar tiempo a organizarse y reunirse con los compañeros para ponerse al día y establecer prioridades.

En verano la población se olvida la ‘operación bikini’ y engorda una media de entre 2 y 3 kilos

Fuentes: La información / Europa Press/ Radio Inter

Con la llegada del buen tiempo, pensando en las vacaciones, la población se prepara durante la primavera para perder aquellos kilos que les sobran y poder lucirse en playas y piscinas. Sin embargo, lo nutricionistas advieten de que, tras unos días de vacaciones, la población se olvida de la ‘operación bikini’ llegando a engordar entre 2 y 3 kilos de media.

Con la llegada del buen tiempo, pensando en las vacaciones, la población se prepara durante la primavera para perder aquellos kilos que les sobran y poder lucirse en playas y piscinas. Sin embargo, lo nutricionistas advieten de que, tras unos días de vacaciones, la población se olvida de la ‘operación bikini’ llegando a engordar entre 2 y 3 kilos de media.

«La gente pierde un poco la conciencia de que tiene que seguir haciendo una vida sana», explica a Europa Press la doctora María Ballesteros, miembro del área de nutrición la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), quien señala que en verano «se pierden los buenos hábitos que se llevan el resto del año».

El peso que se suele aumentar oscila entre 2 y 3 kilos de media, lo que significa que hay gente que no engordará durante las vacaciones y quien si lo hará pudiendo llegar hasta los 5 kilos. El problema, explica, es que «existe últimamente mucha conciencia de cuidarse justo antes de las vacaciones de verano, pero una vez que ha empezado parece que todo vale, lo que conlleva unos kilos de más».

Este peso no se pierde con la misma facilidad que se recupera, además Ballesteros advierte de que, «al igual que las pérdidas, las ganancias de peso rápidas son muy perjudiciales para el organismo desde el punto de vista metabólico».

«Cuando uno gana muy deprisa lo que gana es sólo grasa, con lo cual lo que estamos haciendo es empeorar nuestra composición corporal. Es decir, si cogemos 3 kilos en verano y luego los perdemos muy deprisa, metabolicamente reducimos masa corporal con lo que el porcentaje de grasa es mayor, lo que a largo plazo favorece que uno gane peso con mayor facilidad», explica.

El hecho de que aumenten las comidas fuera de casa y el tiempo que se pasa con la familia y los amigos, para esta experta deberían ser un problema «relativo». Si bien admite que comer fuera de casa puede ser negativo, puesto que «en bares y restaurantes la comida suele ser cocinada con más grasa», recuerda que «siempre hay alternativas».

«Si uno quiere se puede mantener, más o menos, el hábito de comer bien, el problema es que cuando uno sale de casa ya no tiene conciencia de que debe comer bien», reafirma, por este motivo el mayor incremento del peso se produce cuando uno se desplaza unos días de su vivienda habitual.

Esta experta recomienda evitar los postres excesivamente elaborados, los cocinados que puedan tener mucha grasa, como son los fritos, los rebozados y las salsas, y recomienda eliminar el consumo de alcohol en exceso; todas recomendaciones que se incluyen en cualquier dieta sana y equilibrada.

Ballesteros, que es especialista en Endocrinología y Nutrición del Complejo Asistencial Universitario de León, admite que los buffet son una «tentación» para gran parte de la población pero «no son un problema», ya que «en la mayor parte hay comida sana y equilibrada».

«El problema es la selección de alimentos que hacemos, la gente que no tiene ningún problema tiene derecho a comer lo que quiera», explica. No obstante, la población con problemas de salud debe de tener en cuenta ésta cuestión en su destino vacacional.

«Si uno sigue diariamente unos hábitos de alimentación más correctos porque tiene un problema de salud como es un problema cardiovascular, el colesterol o la diabetes, tiene que saber que las vacaciones no lo son para la enfermedad», añade.

En cualquier caso, señala, se trata de mantener una dieta equilibrada lo que no supone «privarse» de aquello que se considera alimento menos saludable. «Una dieta adecuada no supone una dieta restrictiva», afirma, tras aconsejar el consumo de frutas y verduras; una hidratación adecuada; y, como no, «aprovechar que se tiene más tiempo en vacaciones para practicar algo de deporte».

«NEVERITA CARDIOSALUDABLE»

No obstante, si aún existe alguna duda la experta en salud y nutrición del Programa NUSA, Meritxell Gómez, apunta algunos sencillos consejos que permitirán preparar una «neverita cardiosaludable» para disfrutar de la comida en la playa o, en general, fuera de casa.

Así, su primer consejo es beber mucha agua y aprovechar la gran variedad de alimentos saludables que ofrece la dieta mediterránea. Además de aportar vitaminas y antioxidantes, ayudan a estar hidratados durante los días de más calor.

A la hora de salir de casa, recomienda bocadillos de pan integral con alimentos bajos en grasas saturadas como es el queso fresco, las carnes blancas, embutidos magros o atún; y complementarlos con verduras y hortalizas crudas.

En los aliños, destaca el uso del tomate y aceite de oliva para; como tentempié los frutos secos para picar entre horas; y señala el uso de yogures bebibles como una buena opción para este verano.

El abordaje de la obesidad en mujeres precisa tratamiento psicológico

Europa Press
El tratamiento psicológico en el abordaje de la obesidad en mujeres es «fundamental» puesto que, en su aparición, influyen elementos emocionales que, en hombres, no tienen tanto peso, sostiene Rubén Bravo, portavoz del Instituto Médico Europeo de la Obesidad, entidad que ha presentado un estudio que mide el grado de tolerancia de ambos sexos ante la obesidad con motivo del Día Europeo de esta problemática, que tiene lugar este sábado.

   Este experto, en declaraciones a Europa Press, ha reconocido que en hombres el detonante del sobrepeso y la obesidad es «más sencillo», puesto que suele ser solamente la comida, pero en mujeres radica en ocasiones en «un problema de ansiedad, de no saber gestionar (la situación), y de buscar la felicidad».

   No obstante, la encuesta, en la que han participado 380 personas (216 mujeres y 164 hombres) de las que el 52 por ciento estaban en su peso normal, el 37 por ciento tenía sobrepeso, y el 11 por ciento obesidad, revela que las mujeres suelen ser más intolerantes con sus homólogas obesas, al no entender que su aparición atiende a una enfermedad.

   «Las mujeres que están acostumbradas a cuidarse en su día a día se muestran poco comprensibles hacia las mujeres obesas, porque ya dan por hecho que se trata de una falta de voluntad y dejadez», ha precisado Bravo. Además, el 41 por ciento de las mujeres creen que la obesidad supone un problema estético frente al 21 por ciento de los hombres.

TRABAS EN EL MUNDO LABORAL

   Por otro lado, respeto a la cuestión laboral, las mujeres son más reticentes a que una persona obesa ocupe un puesto de trabajo cara al público (el 76%) que los hombres (un 14%). En este sentido, el portavoz del Instituto Médico Europeo de la Obesidad describe las situaciones a las que tienen que enfrentarse muchas personas obesas que, aun teniendo un currículum brillante, encuentran trabas por su aspecto físico a la hora de realizar una entrevista con el directivo o gente de la empresa.

   En este sentido, todas las mujeres encuestadas que padecían problemas de obesidad denunciaron haber experimentado algún tipo de rechazo en el ámbito laboral frente al 36 por ciento de los hombres.

   En relación al plano sentimental, el sondeo revela que, a pesar de que todos entablarían amistad con una persona obesa, el 67 por ciento de las mujeres con peso normal o sobrepeso remediable no se casaría con una persona obesa. Esta opinión contrasta claramente con la de los hombres, quienes no tienen tantas reticencias a la hora de llegar al altar con una mujer con sobrepeso u obesidad (el 17%).

   «Este hecho no nos debe extrañar tanto, sabiendo que las españolas se colocan entre las mujeres que más se cuidan y menos obesidad tienen en la Unión Europea», ha declarado Bravo. Los hombres españoles, sin embargo, «tienden más a mimar la barriga de la felicidad» y son los que más problemas de obesidad presentan en toda la Unión Europea, ha señalado.

INTOLERANCIA A LOS KILOS

   Por otra parte, a medida que las mujeres aumentan de peso son más intolerantes con los kilos que sobran: el 76 por ciento de las mujeres con normopeso, el 94 por ciento con un sobrepeso remediable y un 96 con problemas de obesidad muestran su rechazo.  

   «Profundizando en los resultados, nos damos cuenta que cuanto más aumenta el exceso de peso, la intolerancia hacia los propios kilos y los kilos de los demás también aumenta, sobre todo en las mujeres, existiendo autocracias profunda y disconformidad», ha señalado este experto.

   En general, sus afectados, bien sean hombres y mujeres, «no se conforman con ser obesos, no lo asumen, se sienten mal y luchan por dejar de serlo», ha aclarado, en relación al número creciente de personas con esta problemática que decide someterse a un tratamiento. A pesar de que la media de edad de estos pacientes ronda los 35-45 años, ha advertido de que cada vez hay más adolescentes que acuden al especialista para seguir un tratamiento, a consecuencia del estilo de vida actual.

Los pacientes obesos tienen casi la mitad de probabilidades de fallecer por insuficiencia cardiaca

Europa Press
Los pacientes obesos tienen casi la mitad de probabilidades, un 49 por ciento en concreto, de fallecer por insuficiencia cardiaca, según un estudio de cinco hospitales madrileños publicado por la Revista Española de Cardiología (REC) que edita la Sociedad Española de Cardiología (SEC).

   El estudio ha sido realizado por los departamentos de Medicina Interna del Hospital Universitario de Fuenlabrada (Madrid), el Hospital Infanta Cristina de Parla (Madrid), el Hospital Universitario Fundación Alcorcón, de la localidad madrileña del mismo nombre, el Hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid) y el Hospital Clínico San Carlos (Madrid). Además, también ha intervenido el servicio de Endocrinología y Nutrición del hospital fuenlabreño.

   Así, el análisis ha evidenciado que las personas obesas con insuficiencia cardiaca «tienen un mejor pronóstico de la enfermedad», explican los autores. Además, el análisis realizado arroja el dato de que el riesgo de reingreso «es un 19 por ciento menor» en estos pacientes.

   Este efecto es conocido en el mundo científico como «la paradoja de la obesidad», por la cual, en procesos agudos y enfermedades crónicas, actúa «como factor de buen pronóstico en los casos de insuficiencia cardiaca», manifiesta la jefa del departamento de Medicina Interna del Hospital Rey Juan Carlos de Madrid, la doctora Raquel Barba. Todo ello se produce a pesar de que la obesidad es un factor de riesgo de enfermedad cardiovascular que cada año causa en España 28.000 muertes.

Cuanto más peso, más supervivencia a las descompensaciones agudas

   Una explicación a este fenómeno la encuentran los expertos en la aparición precoz de la insuficiencia cardiaca en estos pacientes obesos y su consecuente tratamiento. No obstante, también ayuda que el mayor peso venga acompañado con una mayor reserva metabólica, «lo que permite una mayor supervivencia a las descompensaciones agudas por enfermedad crónica», señalan desde la SEC.

   Los enfermos que si salen mal parados respecto a su comparativa con los pacientes de peso normal son los desnutridos. Según la publicación, éstos «tienen el doble de probabilidades de fallecer por insuficiencia cardiaca y un riesgo de reingreso un 36 por ciento superior» a los aquejados con un peso estándar.

   En cuanto a las incidencias que produce la enfermedad, los expertos señalan que produce «elevados marcadores de inflamación crónica y del factor de necrosis tumoral alfa». Esto supone la alteración de la absorción de nutrientes en el tubo digestivo, «lo que contribuye, junto con otros factores, a la presencia de malnutrición en pacientes con enfermedad cardiológica avanzada», indican.

   Sin embargo, la SEC recuerda que la obesidad y el sobrepeso «siguen considerándose como uno de los principales factores de riesgo cardiovascular». Por ello, sus expertos recomiendan «un mejor control del peso y el seguimiento de una dieta saludable».

El pan no está relacionado con la aparición de sobrepeso u obesidad

Europa Press

El consumo de pan no está relacionado con la aparición de sobrepeso u obesidad, según un estudio realizado por investigadores del Departamento de Ciencias Clínicas de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, cuyos resultados han sido publicados en ‘Nutrition Reviews’.

   En concreto, la investigación ‘Relación entre el consumo de pan, el peso corporal y la distribución de la grasa abdominal: Evidencia de los estudios epidemiológicos’ evalúa si los patrones de alimentación que incluye el pan se asocia con la obesidad general o el exceso de adiposidad abdominal.

   Para ello, los investigadores analizaron los artículos científicos publicados durante los últimos 30 años que se centraron en patrones dietéticos que incluyen pan –grano entero y refinado– y su asociación con la obesidad.

   De esta manera, los resultados de los 38 estudios epidemiológicos analizados determinaron que los patrones dietéticos que incluyeron grano entero de pan no influyen positivamente en el aumento de peso y puede ser, incluso, beneficioso para el estado ponderal.

   Respecto a los hábitos alimentarios que incluyen pan refinado, la mayoría de los estudios transversales indican efectos beneficiosos, mientras que los de cohortes bien diseñados indican una posible relación con el exceso de grasa abdominal.

   «A pesar de que muchos profesionales recomiendan que los obesos excluyan el pan de su dieta, la realidad es que la evidencia científica no apoya esta medida. La mayor parte de los estudios revisados sitúan al pan en una posición neutra respecto a la obesidad, y al pan integral en una posición claramente ventajosa», ha argumentado el catedrático de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Lluís Serra, uno de los investigadores.

   Por último, este experto ha apostado por reducir el consumo de azúcares y dulces y fomentar el uso de harinas menos refinadas, y «nunca reducir el consumo de pan».

Cómo debe ser el ayuno de Viernes Santo

Los especialistas recomiendan que sea una dieta líquida que garantice los niveles mínimos de glucosa.

Europa Press / Heraldo de Aragón

El especialista en Nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad, Ruben Bravo, ha recomendado que el ayuno de Viernes Santo consista en una dieta líquida que asegure los niveles mínimos de glucosa y ha desaconsejado esta práctica en diabéticos, obesos, menores de edad, y mayores de 65 años.

Este experto ha explicado que el ayuno, según la religión católica, puede consistir en una sola comida compuesta por lactéos, huevos y verduras o una dieta líquida, y ha aconsejado que los feligres ingieran, ese día, un zumo de piña, yogur bebido –que aporta proteínas e hidratos de carbono–, caldo de verduras y pescado.

Bravo ha aconsejado además «comer sano» y realizar una dieta «rica en frutas y verduras» el día antes del ayuno para que genere una reserva de glucosa y ha alertado de que la abstinencia no debe de exceder, en cualquier caso, de las 48 horas.

«Si hacemos bien el ayuno no tiene por qué tener consecuencias. Si se hace de forma saludable, el ayuno sirve para limpiar y descongestionar el aparato digestivo, pero si se lleva al extremo y sin conocimiento, puede ocasionar cuadros de males gástricos, hipoglucemia y hasta desmayos», ha argumentado.

En este sentido, este experto ha señalado que, en caso de experimentar sensación de debilidad, desmayos, sudoración, temblor, taquicardia o fatiga, debe interrumpirse el ayuno. Asimismo, ha precisado que hipotensos, hipoglucemicos, mujeres en época de lactancia y enfermos de tuberculosis, cáncer o SIDA deben abstenerse de realizar esta práctica religiosa.

«En día de ayuno el aporte calórico nunca debería bajar de unos 1000 – 1100 Kilocalorias diarias», ha insistido el nutricionista, quien ha precisado que la actividad física realizada debe limitarse a caminar para evitar el riesgo de bajadas de tensión o azúcar.

Menos calorías

En cuanto a la ingesta de dulces típicos de esta festividad religiosa, Bravo ha señalado que se puede optar por recetas de elaboración propia, bajas en calorías. De esta manera, ha recomendado la torrijas ‘light’, preparadas con pan integral al vapor y al horno.

La miel tiene que ser sustituida por almíbar y el azúcar, por fructosa. «Hay que saber diferenciar entre un ayuno y un proceso de detoxicación», ha afirmado Bravo, quien ha detallado que éstos deben realizarse con cada cambio estacional y «durante una o dos semanas».

Así, estas dietas, que consisten en evitar el alcohol, tabaco, la carne magra y los productos industrializados, «se suele realizar con el cambio estacional para entrar en la siguiente estación con una limpieza física y con vitalidad», ha señalado. Su seguimiento ayuda a mejorar problemas cutáneos y a reducir la sensación de ansiedad, las infecciones respiratorias, los problemas digestivos, el insomnio y dolor de cabeza.

Los días no festivos de Navidad deben realizarse «comidas ligeras» para compensar los excesos de las fiestas

Según el Instituto Médico Europeo de la Obesidad

MADRID, 14 Dic. (EUROPA PRESS) –

   El supervisor del departamento de Endocrinología y Nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), Rubén Bravo, ha advertido de que la ingesta excesiva de alcohol y dulces durante las fiestas de Navidad puede hacer que los hombres aumenten su peso entre tres y cuatro kilos de media, mientras que las mujeres consigan entre dos y tres kilos de más. Por este motivo, ha recomendado optar por comidas ligeras los días que no son festivos para compensar la ingesta calórica de los días señalados.  

   «Planteémonos este período como un juego de ‘suma y resta calorías’, donde guardamos la suma para los días señalados y la resta para los días que los rodean», ha señalado Bravo, quien ha afirmado que este hecho compensará los excesos de las comidas y cenas navideñas, «sin privarse de nada».

   De esta manera, ha recomendado que, durante los días intermedios, las personas ingieran proteínas bajas en grasa, como pollo, pescados, fiambres, huevos, lácteos, frutas y verduras de bajo índice glucémico. «Nos dejamos una cantidad escasa de hidrato de carbono únicamente en el desayuno que pueden ser dos biscotes de pan, un puñado de cereales o una tostada», ha añadido.

   Asimismo, ha explicado que los caldos calientes son una «alternativa más que válida» para las cenas, «porque sacian y aportan escasas calorías en el momento donde la ingesta debe ser menor». «Realizando cinco comidas diarias con éstas indicaciones a los que añadimos dos litros de agua diarios, nos ayudará a sobrecompensar las ‘comilonas puntuales'», ha argumentado.

MENÚS NAVIDEÑOS

   Bravo ha reconocido que el «principal problema» de los menús navideños no se centra en el plato principal, sino en los entrantes, los postres y las copas finales. «No es complicado reemplazar los primeros por versiones menos calóricas, sustituyendo croquetas por gambas a la plancha, o los frutos secos por verdura al horno», ha señalado. «En cuanto a los postres y las copas, con evitar reducir el consumo será suficiente», ha añadido.

   «Otro error es omitir comidas en el día de los eventos, cuya única consecuencia es que lleguemos hambrientos a la comida principal. Para compensar ya tenemos los días entre festivos», ha explicado.

   Asimismo, Bravo ha apostado por carnes, pescados y mariscos, acompañados con vegetales. «Como siempre los alimentos deben elaborarse con técnicas culinarias que impliquen poca grasa, como horneado, plancha, asado o cocido, limitando fritos, empanados y rebozados», ha precisado.

   Por último, ha informado de que las bebidas con una mayor graduación alcohólica contienen más calorías. «Nuestra recomendación es sencilla, sustituye o disminuye las copas de bebidas espirituosas por el vino tinto, el cava o la cerveza», ha señalado. «Si te decides por una copa añade bastante hielo y evita mezclarla con refrescos con cafeína», ha apostillado.

Los hombres españoles, entre los más obesos de la UE

Las españolas se sitúan en el puesto 14

BRUSELAS, 24 Nov. (EUROPA PRESS) –
Los hombres españoles están entre los que más problemas de obesidad presentan en la Unión Europea, de acuerdo a los datos publicados este jueves por la Oficina europea de estadística (Eurostat), que coloca a los españoles en el séptimo puesto de un ranking de los hombres más obesos, por detrás de Malta, Reino Unido, Hungría, República Checa, Grecia y Polonia.

En el caso de las mujeres, el resultado es inverso ya que las féminas españolas se colocan entre las menos obesas de los países de la Unión Europea tenidos en cuenta para esta encuesta. Las españolas ocupan el puesto 14 con un porcentaje del 14,4 por ciento.

Además, dentro de España el porcentaje de hombres obesos también supera la cifra femenina, y son el 17 por ciento de españoles los que presentan obesidad, frente al 14,4 por ciento de las españolas. De los países estudiados, Reino Unido y Malta son los que mayor población obesa registra.

En el caso de las mujeres, el 23,9 de las británicas y el 21,1 de las maltesas sufren obesidad, mientras que los mismos problemas de peso los sufren el 24,7 por ciento de los hombres en Malta y el 22,1 por ciento de los británicos. La oficina de estadística europea apunta también que la proporción de personas con problemas de obesidad aumenta según el tramo de edad que se estudia, pero tiende a disminuir cuanto mayor es el nivel educativo.

En el estudio participan 19 países de la Unión Europea y quedan fuera del análisis Dinamarca, Irlanda, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal, Finlandia y Suecia.

Más de la mitad de los adultos españoles tiene sobrepeso y uno de cada seis sufre obesidad

MADRID, 11 Nov. 2011 (EUROPA PRESS)

Más de la mitad de los adultos españoles tiene sobrepeso y uno de cada seis sufre obesidad, según la Encuesta Europea de la Salud y datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), respectivamente. Las cifras aumentan cada año «nutridas por los nuevos casos de obesidad infantil y adolescente».

   Así ha informado, en declaraciones a Europa Press, Rubén Bravo, supervisor del departamento de Endocrinología y Nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), que, en el marco del Día Mundial contra la Obesidad, que se celebra este sábado, 12 de noviembre, ha lanzado la campaña ‘Soluciones contra la Obesidad’.

El 45,5 por ciento de los hombres adultos y el 29,9 por ciento de las mujeres adultas presentan sobrepeso. Por su parte, el 17, 3 por ciento de los hombres y el 14,7 por ciento de las mujeres sufren obesidad. En definitiva, una sexta parte de la población adulta es obesa y un tercio tiene obesidad abdominal, según el estudio Enrica.

   La diferencia entre las cifras de hombres y mujeres se justifica por una razón de afección social. «Las mujeres se cuidan más y están más pendientes de este tema: en IMEO, el 70-75 por ciento de los pacientes son mujeres y el 25-30 por ciento son hombres», ha indicado Bravo.

UN 8,2% DE LOS NIÑOS SON OBESOS

   Los pacientes con obesidad crecen cada año. «Hace dos años, la cifra era un 3 ó 4 por ciento menor», ha señalado Bravo. En gran medida, esta situación se debe al aumento de casos de obesidad infantil y adolescente. En España, el 21,1 por ciento de los niños de 3 a 12 años tiene sobrepreso y el 8,2 por ciento son obesos.

El sedentarismo no es la única causa de este incremento. Los niños no se alimentan correctamente, en primer lugar, por «el estrés del día a día», ha dicho el experto. «Muchas mujeres antes dedicaban más tiempo a los niños y los alimentaban mejor. Ahora, por ejemplo, los desayunos son rápidos y escasos», ha añadido.

   Según ha explicado Bravo, el 8 por ciento de los niños acuden al colegio sin haber desayunado y sólo el 7,5 por ciento lo hace correctamente. La cantidad de comida recomendada en el desayuno debe corresponder a una tercera parte de la ingesta total diaria, ya que, según la cronobiología del organismo, éste necesita más energía de 5 de la mañana a 5 de la tarde, coincidiendo con la salida y puesta de sol.

   A partir de entonces, el cuerpo no necesita tanto alimento, pues inicia una fase de reparación en la que cobra más protagonismo el sistema inmunitario.

   En este sentido, los niños y adolescentes «comen muy mal», según el experto, y si desayunan, toman alimentos muy glucosos «que provocan subidas muy fuertes de energía que vienen seguidas de bajadas que generan depresión y cansancio, lo que puede derivar a la larga en un comportamiento leve bipolar».

LA CRISIS HA DISPARADO LAS CONSULTAS

   «No existe una concienciación social de la obesidad, puesto que los casos aumentan cada año. Con estos problemas, se busca algo rápido, efectivo y barato. Estos atajos no son sanos. Son eficaces a corto plazo pero dañinos a medio y largo plazo. El efecto rebote se produce porque el organismo se pone a la defensiva y ralentiza el metabolismo», ha comentado el experto.

   Sin embargo, se han disparado las consultas causadas por la ansiedad producida por la crisis económica.

   «Los datos europeos demuestran que las consultas han crecido entre un 30 y un 40 por ciento cada año desde 2009 debido a la ansiedad y a la depresión que derivan en problemas de trastorno alimenticio», ha afirmado Bravo.

LA PREDISPOSICIÓN GENÉTICA «ESTÁ DEMOSTRADA»

   Según Rubén Bravo, la predisposición genética hacia la obesidad está demostrada en relación con el metabolismo. El organismo puede priorizar el consumo de grasa o de glucosa (azúcares). «Si prioriza los azúcares, no utiliza la grasa y, además, tiene tendencia a pedir más azúcar que convertirá en grasa si no es utilizado. En cambio, si prioriza en grasa, la consume como fuente de energía y la persona puede consumir todo el azúcar que quiera porque su cuerpo no lo retiene», ha informado.

   «La parte genética es muy importante. Hay un estudio con ratas en Estados Unidos, liderado por el doctor Barry Sears. A unas les dan grasas Omega 3, saludables, y a otras Omega 6. En la primera generación no se percibe ningún cambio; tampoco en la tercera. Es en  la cuarta generación cuando comienzan los problemas de obesidad: el hígado graso, aumento de un 50 por ciento de su tamaño, acumulación de grasa… A partir de esa cuarta generación, hay obesos y tendencia a acumular grasa y a desarrollar un metabolismo graso», ha apuntado.

LA BANDA GÁSTRICA AUMENTA EL ÍNDICE DE TASA METABÓLICA

   El Índice de Tasa Metabólica indica la efectividad del metabolismo para quemar grasa. Va del 1 al 15. Los obesos suelen presentar una tasa de 1 ó 2. A un metabolismo equilibrado le corresponde una tasa de 5 a 10.

La banda gástrica es la solución que propone IMEO para alcanzar el Índice de Tasa Metabólica normal y consiste en un anillo de silicona que se coloca en la parte superior del estómago que puede ser regulado para que el paciente coma más o menos. «Si toma demasiado alimento, siente náuseas y, así, aprende a comer despacio, porque se sacia antes», ha dicho Bravo.

   Para comprobar la efectividad de este tratamiento, IMEO realizó un estudio sobre una muestra de pacientes de edad comprendida entre los 18 y los 65 años, con más de 95 kilos de peso inicial, siendo un 70 por ciento mujeres y un 30 por ciento hombres.

   Los resultados han indicado que el Índice de Tasa Metabólica subió casi tres veces (278%) en el caso de los hombres y una vez y media (165%) en las mujeres.

   Pese a ello, existe un 4 ó 5 por ciento de pacientes, «mujeres sobre todo, que pueden desarrollar una tendencia a la anorexia», ha apuntado el experto.

   «Son pacientes perdidos a los que hay que llevar de la mano para que se vayan regulando. Es fundamental, por ello, el tratamiento multidisciplinar: psicólogo, nutricionista y endocrino deben trabajar de la mano con el paciente para mejorar su metabolismo», ha continuado.

La campaña bajo el nombre ‘Soluciones contra la Obesidad’ ha centrado sus esfuerzos en «mostrar la banda gástrica como una solución real para personas con sobrepeso y obesidad. Además, hemos puesto a disposición del que lo desee y de forma gratuita un escáner corporal para que cada paciente pueda detectar el problema de obesidad que tiene. Para curar la obesidad es muy importante detectar el problema que subyace: ansiedad, niveles altos de serotonina, genética…», ha concluido Rubén Bravo.