¡Cuidado! con el ‘falso ayuno’ y los excesos

En concreto, el ayuno debe asegurar un aporte calórico mínimo razonable, que debería ser de entre 1.000 y 1.100 kilocalorías (Kcal) diarias

Receta casera con bacalao. Foto de IMEO.

Omar R. Goncebat – EFE | El ayuno eclesiástico que cumplen los católicos en Semana Santa y que implica abstenerse de comer carne, consumir únicamente líquidos o hacer una comida al día, permitiendo lacticinios (lácteos), huevos y productos de grasa animal, puede ser beneficioso para el cuerpo si se efectúa adecuadamente, según el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO).

Algunos de los beneficios del ayuno consisten en propiciar el proceso de eliminación de toxinas y la depuración orgánica y en ayudar al sistema linfático, el intestino, el hígado y los riñones a realizar mejor sus funciones, según los expertos del Instituto (https://imeoobesidad.com).

Sin embargo, «el ayuno en su versión estricta (a base de líquidos) o moderada (realizando una sola comida al día, siendo el resto dieta líquida) no se puede tomar a la ligera y requiere de ciertos conocimientos nutricionales», explica el dietista y experto en nutrición Rubén Bravo, portavoz del Instituto.

En concreto, debe asegurar un aporte calórico mínimo razonable, que debería ser de entre 1.000 y 1.100 kilocalorías (Kcal) diarias, a base de proteínas, grasas saludables, fructosa, vitaminas y minerales, evitando prolongar el ayuno durante más de 48 horas, según Bravo.
En este sentido, ayunar «es desaconsejado para las personas con salud más frágil, embarazadas, lactantes, menores de edad y mayores de 65 años, por el riesgo de provocar deshidratación, desórdenes metabólicos o síntomas de debilidad», advierte.

Por otro lado, los especialistas del IMEO observan que en la práctica existe un tipo de ‘ayuno falso’ que normalmente consiste en no comer carne a lo largo del día, pero en cambio ingerir una abundante cantidad de otros manjares, como platos con bacalao o potaje de garbanzos, así como buñuelos y torrijas (también llamada torreja o tostada francesa), entre otras recetas.

«En el contexto de los excesos gastronómicos que por tradición acompañan la Semana Santa, existe el riesgo de consumir casi el doble de calorías en una sola semana, lo que puede contribuir a un aumento de peso de entre 1 y 2 kilos», según explican.

En este caso «el problema no es solo la elevada ingestión calórica, sino también que una gran parte de ese exceso de calorías ingeridas procede de azúcares, harinas refinadas, mantequillas y alcohol, por lo que el peso que habremos ganado habrá sido en forma de grasa prácticamente en su totalidad», argumenta Bravo.

EL «FALSO» AYUNO.
Carmen Escalada, nutricionista clínica del IMEO señala que un ‘falso ayuno’ se parece más a una ‘fiesta gastronómica’ que a un ayuno estricto o moderado, los cuales podrían ser saludables sin influir en el aumento del peso corporal.

Este tipo de práctica se centra en recetas de la cocina tradicional muy elaboradas, que incluyen primero y segundo platos y postre, las cuales implican un elevado aporte calórico, aunque la carne “brille por su ausencia” en esos platos, según Escalada.

Pero “el hecho de no introducir carne en nuestro menú no significa obligatoriamente que estemos tomando una comida más ligera; además a veces el ayuno se malinterpreta como una manera de ‘hacer dieta’ tras unos días de excesos gastronómicos y celebraciones”, según Escalada.

Según Escalada, un ejemplo de comida típica de lo que sería un «falso ayuno» de Semana Santa, podría estar compuesta por…
…Potaje de garbanzos con cebolla, ajo, huevo, espinacas, pimiento y pan, que aporta una 550 Kcal.
…Bacalao con tomate salsa de tomate casera (en su versión ‘light’ o ligera) que nos aporta unas 257 Kcal, un plato al que le sumaríamos otras 300 Kcal adicionales, si le añadimos 100 gramos de patatas (papas) fritas como guarnición.
…Una ración de buñuelos (2-3 unidades pequeñas) que aportan unas 300 Kcal, aunque su aporte calórico puede aumentar considerablemente, ya que suelen servirse con sirope de chocolate o con nata (crema).

“En una sola comida de estas características podemos ingerir unas 1.400 Kcal equivalente a la ingesta calórica diaria recomendada para una importante parte de la población”, señala Escalada.

“Es fácil entender que este tipo de`abstinencia´ (básicamente de carne) no nos ayudará a compensar los excesos gastronómicos en que podamos incurrir otros días de Semana Santa, sino que será un exceso en sí misma”, según la nutricionista del IMEO.

CLAVES PARA NO EXCEDERSE EN LAS COMIDAS.
Para disfrutar de la gastronomía manteniendo la moderación, el equipo de nutricionistas del Instituto recomienda…
… Hacer cinco comidas al día (Comer con más frecuencia, pero menos cantidades nos ayuda a elegir mejor lo que comemos, así como evitar caer en los atracones de comida, la pesadez estomacal y una ingestión calórica excesiva).
… Optar por recetas caseras (Así sabremos lo que estamos comiendo y también podremos reducir las calorías, sustituyendo los alimentos poco saludables por otros mejores en términos nutricionales).
…Planificar los menús (Saber de antemano qué vamos a comer cada día nos ayuda a calcular las raciones y evitar que sobre comida. También es recomendable evitar servirnos la comida en platos muy grandes o hacer sobremesas sin retirar la comida).
…Reducir el consumo de alcohol y refrescos (Cada gramo de alcohol aporta 7 Kcal. Lo ideal es reducir su consumo, optando por bebidas de baja graduación como el vino tinto y evitando las ‘copas digestivas’ después de la comida. El agua es la mejor opción, ya que los refrescos contienen mucho azúcar y aditivos, además de gases que dificultan la digestión).

Un ayuno apto para diabéticos

  • Los expertos desaconsejan esta práctica a diabéticos, obesos, menores de edad y mayores de 65 años.
  • Los especialistas del IMEO recomiendan una dieta líquida que asegure los niveles mínimos de glucosa y aconsejan no hacer demasiado ejercicio.

Te interesa.
Desayunar-zanahoria-sesiones-semanales-prevenirEl Viernes Santo es un día para el ayuno y la abstinencia tal y como reza la tradición católica. La carne está totalmente prohibida aunque sí se pueden tomar productos derivados de animales como el huevo o la leche. Pero no por esto hay que descuidar la alimentación ya que puede causar algunos problemas en nuestro cuerpo que nos debiliten.

Mareos o hipoglucemias son algunos de los problemas típicos si no se come como se debe. Y se puede cumplir sin necesidad de comer carne.

Un grupo de especialistas del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) han elaborado un menú completo perfecto para que el Viernes Santo nadie se salte la tradición pero cuidando las necesidades bionutricionales necesarias que complacen el ayuno y que además, favorecen la detoxificación y el equilibrio emocional.

La dieta puede consistir en una alimentación líquida que asegure los niveles mínimos de glucosa. Los expertos desaconsejan esta práctica a diabéticos, obesos, menores de edad y mayores de 65 años.

«Si hacemos bien el ayuno no tiene por qué tener consecuencias. Si se hace de forma saludable, el ayuno sirve para limpiar y descongestionar el aparato digestivo, pero si se lleva al extremo y sin conocimiento, puede ocasionar cuadros de males gástricos, hipoglucemia y hasta desmayos», ha argumentado Rubén Bravo, especialista del IMEO..

Bioayuno perfecto de Viernes Santo de 1020Kcal

Desayuno: un vaso de zumo de naranja y zanahoria y Pastel de Kéfir con un chorrito de miel y dos cucharadas de levadura de cerveza.

Media Mañana: un vaso de zumo de naranja y zanahoria y dos nueces.

Comida: De primer plato, un caldo de verduras preparado con cuatro ramas de apio, un ramillete de perejil, un kilo y media de cebolla, una cucharadita de diente de león y 2,5 litros de agua. Aconsejable no añadir sal. De segundo plato, hummus griego con un chorrito de aceite de oliva y pimentón rojo. Para beber una copa de mosto tinto sin alcohol. Como postre, tomar una infusión de Azahar.

Merienda: 2 nueces, infusión de Azahar y 1 onza de chocolate negro puro.

Cena: Caldo de verduras depurativas como plato único. Para beber, una copa de mosto tinto sin alcohol. De postre, 1 onza de chocolate negro puro y una Infusión de Azahar.

Su aporte calórico es de unas 1020Kcal y, por tanto, no conviene realizar mucha actividad física, para evitar posibles bajadas de tensión o azúcar. Las raciones están distribuidas en cinco comidas diarias y se toman en pequeñas cantidades para asegurarnos suficiente energía que nos permitirá concluir la jornada sin incidentes.

Es muy importante la toma de azúcares, de modo que se incorpora al menú miel, naranja, mosto sin alcohol y chocolate negro. Los lácteos como el kéfir, con demostradas propiedades sobre el sistema inmunitario, ayuda a mejorar la flora y prevenir desequilibrios intestinales.

Los caldos de verduras depurativas, como el apio y la cebolla, contribuyen a reducir los niveles del colesterol y propician la detoxificación del hígado y del sistema linfático.

Los diabéticos también pueden cumplir con la tradición

El especialista Rubén Bravo también ha adaptado dos dietas para que las personas diabéticas puedan respetar la tradición de ayuno. Cuenta que los diabéticos de tipo 1 tienen que tener cuidado con las bajadas de azúcar, por lo que «incluimos alimentos de bajo índice glucémico pero alta carga glucémica, y de ésta manera evitar la más mínima probabilidad de sufrir una hipoglucemia».

En el caso de los diabéticos tipo 2, «justo debemos controlar todo lo contrario, el exceso de azúcares podrían provocar una subida de azúcar, fatal para la salud y con posibles consecuencias graves».

Adaptación BIOAyuno para Diabéticos tipo 1

Desayuno: 1 vaso de zumo de naranja y zanahoria y Pastel de Kéfir con un dos cucharadas soperas de miel y dos cucharadas de levadura de cerveza.

Media Mañana: 1 vaso de zumo de naranja y zanahoria y 2 nueces.

Comida: De primer plato, un puré de verduras depurativas preparado con 4 ramas de apio, 1 ramillete de perejil, un kilo y medio de cebolla, una cucharadita de diente de león, medio boniato dulce y 2,5 litros de agua. Aconsejable no añadir sal. De segundo plato, hummus griego con un chorrito de aceite de oliva y pimentón rojo. Para beber una copa de mosto tinto sin alcohol. Como postre, tomar una infusión de Azahar.

Merienda: 2 nueces, una infusión de Azahar, 2 onzas de chocolate negro puro y una copa de mosto tinto sin alcohol.

Cena: Un puré de verduras depurativas preparado con 4 ramas de apio, 1 ramillete de perejil, un kilo y medio de cebolla, una cucharadita de diente de león, medio boniato dulce y 2,5 litros de agua. Para beber, una copa de mosto tinto sin alcohol. De postre, 2 onzas de chocolate negro puro y una Infusión de Azahar.

Adaptación BIOAyuno para Diabéticos tipo 2

Desayuno: 1 vaso de zumo de naranja y zanahoria y Pastel de Kéfir con un sobrecito de Estevia y dos cucharadas de levadura de cerveza.

Media Mañana: 1 vaso de zumo de naranja y zanahoria y 2 nueces.

Comida: De primer plato, un tazón de caldo de verduras depurativas preparado con 4 ramas de apio, 1 ramillete de perejil, un kilo y medio de cebolla, una cucharadita de diente de león, y 2,5 litros de agua. Aconsejable no añadir sal. De segundo plato, hummus griego con un chorrito de aceite de oliva y pimentón rojo. Para beber una infusión fría de frutos rojos y Azahar. Como postre, un vaso de yogur bebido 0% sin azucares añadidos.

Merienda: 2 nueces con una infusión de Azahar y 1 onza de chocolate negro puro 70% o mayor.

Cena: un tazón de caldo de verduras depurativas preparado con 4 ramas de apio, 1 ramillete de perejil, un kilo y medio de cebolla, una cucharadita de diente de león, y 2,5 litros de agua. Para beber una infusión fría de frutos rojos y Azahar. 1 onza de chocolate negro puro 70% o mayor.

Las personas muy delgadas podrían sufrir mareos si realizan el ayuno el Viernes Santo

  • La ingesta mínima en esta jornada de la Semana Santa debe ser de al menos 1.000 kilocalorías.
  • El ayuno puede provocar un déficit muy alto de kilocalorías.

Europa Press

Las personas muy delgadas podrían sufrir mareos y bajadas de tensión si realizan el ayuno el Viernes Santo, según ha explicado a Europa Press el experto en Nutrición y portavoz del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) Rubén Bravo.

A pesar de que realizar el ayuno propio de la religión católica durante sólo un día hace «difícil» que provoque problemas en las personas, el experto sí considera que éste pueda repercutir en los devotos de bajo peso. Para él, éstas personas sí podrían padecer síntomas, como «problemas digestivos, dolores de cabeza o bajadas de azúcar».

La gente muy delgada «son personas de riesgo que, al reducir mucho la ingesta de alimentos, andarían en un déficit muy alto de kilocalorías al no tener reservas», continúa Bravo, que manifiesta que las personas con algo de sobrepeso si las conservan.

De cualquier forma, el experto señala que la clave es «estar muy hidratados», ya que un ayuno mal llevado y con falta de líquidos puede acarrear «pequeños desmayos» y hacer que no se tenga la suficiente energía. Además, si éste se va alargar en más de un día, como seguimiento de la cuaresma, apuesta por «ir a un especialista».

Actualmente, los católicos practicantes tienen tres opciones para realizar el ayuno, siendo la primera de ellas la consistente en «evitar la carne y las bebidas alcohólicas», explica. Las otras se basan en «hacer una sola comida al día y realizar una dieta líquida», eliminando ambas también los productos cárnicos y las bebidas espirituosas, sostiene.

Para ellas, Bravo aconseja el consumo de «frutas, verduras, pescados y lácteos», a lo que se puede añadir en la comida «legumbres como los purés de lentejas». Para el transcurrir de la jornada, subraya la importancia de los zumos de frutas, que regulan nos niveles de azúcares.

DEBEN ABSTENERSE DEL AYUNO CONTINUADO EMBARAZADAS E HIPERTENSOS

En cuanto a las personas que deben de abstenerse del ayuno continuado, el representante del IMEO señala a «diabéticos, mujeres embarazadas, hipertensos, mayores de 70 o 75 años y niños pequeños». Sin embargo, especifica que si los diabéticos siguen las pautas ofrecidas no deben tener problemas si deciden ayunar el Viernes Santo, ya que «es una dieta prevista «para que los niveles de glucosa en sangre sean estables».

Lo que sí reconoce es que ésta debe sufrir alguna medicación, pues se deben hacer «alguna pequeña ingesta más durante el día», sobre todo en los diabéticos tipo I. Lo que descarta es el consumo único de caldos o la realización de una única comida, ya que podría provocar «una bajada de glucosa».

Por otra parte, Bravo señala que durante el Viernes Santo se puede perder «un kilo o un kilo y un poco más». No obstante, considera que no es una pérdida «real o efectiva» en cuanto a pérdida de grasa, y es que se recupera «cuando se vuelva a recuperar el hábito normal de alimentación».

El experto, que manifiesta que la ingesta mínima debe ser de 1.000 kilocalorías, sostiene que el ayuno provoca «una limpieza orgánica», especialmente en el aparato digestivo y en el urinario. Así, expone que se somete a menos trabajo a los riñones, el hígado, el intestino y el estómago, además de que se ingieren alimentos «con menos toxinas».

Todo ello provoca una sensación de «ligereza, plenitud mental, relajación y meditación», a lo que se une «alcanzar una introspección y un análisis interior», afirma. Por todo ello, Bravo concluye que el ayuno ayuda «a bajar los niveles depresivos, de ansiedad y de estrés».

El ayuno extremo no tiene sentido alguno

El peso perdido con esta práctica se recupera rápidamente y es perjudicial para la salud. Los expertos aconsejan que, en caso de hacerlo, como método ‘depurativo’ o por creencias religiosas, debe ser más moderado (sin bajar de las 1.000 kilocalorías)

Ana Callejo Mora
Sección de Medicina del Correo Farmacéutico

Los zumos de verdura son muy importantes por su aporte vitamínico durante el ayunoEn Cuaresma y Semana Santa vuelve a sonar la expresión ayuno. Más allá de este simbólico gesto religioso, hay quien recurre al ayuno con fines depurativos o para adelgazar. ¿Es una medida saludable? No para los expertos en nutrición que han sido consultados por CF. Al menos el ayuno extremo.

Para Javier Aranceta, presidente del comité científico de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC),“ayunar es alterar, de alguna manera, el protocolo del organismo. El ayuno total o dieta cero, consistente en agua y caldos sin calorías, es agresivo y poco justificado”.

Marta Garaulet, catedrática de Fisiología y Bases Fisiológicas de la Nutrición de la Universidad de Murcia, explica que“ si lo que se intenta es perder unos kilos, el ayuno no es eficaz porque acarrea un efecto rebote, por el cual el que ayuna un día come el doble al día siguiente. Además, provoca estrés metabólico”.

Rubén Bravo, director del Departamento de Nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), está de acuerdo: “El ayuno extremo no tiene beneficios, puesto que lleva al organismo a desnutrición. Nunca debe hacerse con el objetivo de perder peso, porque la mayoría de lo que se pierde es agua, masa muscular y un poco de grasa. Este peso se recuperará rápidamente”.

Aranceta establece en un segundo nivel, que se sitúa por debajo del ayuno absoluto, lo que algunas clínicas especializadas -bajo supervisión de nutricionistas y médicos- denominan “ayuno terapéutico”, y explica que “los individuos que se someten a este método ingieren agua, zumos de frutas y algún tipo de complemento, llegando así a las 250 kilocalorías, como mínimo, al día. Es imprescindible que lo prescriba y controle un profesional, ya que se da un balance negativo de proteínas. Suele hacerse un fin de semana para desintoxicar”.

Bravo eleva las kilocalorías mínimas diarias necesarias en ”un ayuno en condiciones” a 1.000 ó 1.100. “Para desintoxicar es básico beber mucha agua, moderar la actividad física y nunca retirar las frutas y verduras porque el cerebro funciona con la glucosa”.

Garaulet disiente en el concepto de limpieza. “El organismo no es una casa. No es bueno privar a los órganos de energía. El propio ayuno provoca toxicidad, debido a la producción de cuerpos cetónicos”. Otra cosa es el tercer nivel: la restricción calórica (ver tabla de alimentos). Sin ser exactamente un ayuno es más eficaz en la pérdida de peso y en otros aspectos. “Hay que individualizar. Si calculamos que una persona necesita 2.500 kilocalorías al día le damos unas 1.800. Algunos estudios apuntan ya que esta pauta prolonga la vida”, dice el presidente de la SENC.

Aranceta y Garaulet coinciden en que en niños, mayores, embarazadas y mujeres en periodo de lactancia estas soluciones no tienen sentido, salvo en algún caso de obesidad.

LA IMPORTANCIA DEL CUÁNDO

La experta en nutrición recomienda hacer, de vez en cuando, un “reseteo del reloj circadiano. Las vacaciones son un buen momento para, además de hacer una dieta hipocalórica controlada, salir a caminar, tener horarios más fijos y organizados y dormir, al menos, ocho horas diarias. También deberíamos adelantar la hora de la comida a las 13:30 ó 14:00 horas y la de la cena a las 20:30 ó 21:00 horas”.

El equipo de Garaulet comprobó esta idea en un trabajo en el que observaron que comiendo lo mismo y moviéndose igual, las personas que comían tarde, después de las 15 horas, perdían menos peso que las que comían pronto. De los 420 participantes, los que comían sobre las 14:30 horas perdían unos 12 kilos y los que lo hacían pasadas las 15 horas adelgazaban 8 kilos. Según Garaulet, en general, “el número de comidas recomendadas son, como mínimo, tres. Desayuno, comida  y cena”. Su explicación es simple: cuantas más veces comes más oportunidades hay de ingerir mayor cantidad de alimentos, un riesgo para obesidad.

En la población general hay extendidas diversas formas de actuar tras una comilona. “El mensaje principal es que no hay que saltarse ninguna comida porque esto desencadenaría el mencionado efecto rebote”, concluye Garaulet.

SI NO SE COME CARNE

En cuanto a la abstinencia de carne en determinados momentos, como esta época del año según el calendario católico, Aranceta comenta que “se pueden sustituir las proteínas animales por pescado, huevos o soja”. Otra opción, planteada por la especialista de la Universidad de Murcia, es “una combinación de legumbres y cereales, como las lentejas con arroz”.

CLAVES DEL TRUEQUE ALIMENTICIO SI SE QUIERE PERDER PESO

Lista de alimentos sustituibles para llevar una dieta de restricción calórica saludable y completa.

Leche entera por descremada
Con este cambio se evita lo peor de la leche, que es la grasa láctea. Además de reducir la cantidad de esta grasa negativa y restar calorías, la leche descremada aporta proteínas e hidratos de carbono que  están más limpios de impurezas.

Carne grasa por carne magra (ya sea blanca o roja)
Se cambian las carnes más grasientas por carnes más magras. Es independiente de que la carne sea roja o blanca, pero normalmente las rojas -como ternera, cordero, etc.- suelen tener más grasa que las blancas -pollo, pavo o conejo-. Así, se mejora el colesterol y se añaden proteínas libres de grasa y hierro.

Pan blanco por pan integral
Esto conlleva tres beneficios: da al organismo más micronutrientes (oligoelementos, minerales y vitaminas). Un trozo de pan blanco tiene entre 8 y 10 micronutrientes y el integral entre 500 y 800. Su índice glucémico es más bajo y también aporta fibra.

Frutas: plátano y uvas por el resto (sobre todo manzanas)
El plátano, la uva, el melón y el mango son frutas más calóricas y con un índice glucémico muy alto, es decir, o se queman rápido mediante ejercicio físico o se convierten en grasa en el organismo. Por tanto, se aconseja tomar manzana, pera, fresa, cereza, melocotón, mandarina y naranja.

Patata y calabaza por el resto
La patata está en el top one de las verduras más calóricas. Le sigue la calabaza. La zanahoria es un caso extraño, como la cebolla: si se cocina a más de 120 grados de temperatura su índice glucémico se dispara. Pero crudas son recomendables.

Aceite de cocinar: chorro por pulverización
Para cocinar a la plancha es mejor usar un pulverizador que un chorro de aceite. Para las ensaladas, sólo una cucharada sopera. Este plato bañado en aceite no tiene sentido. Pueden añadirse hierbas aromáticas para aportar sabor.

Bollería industrial por repostería casera
Hay que evitar la bollería industrial a toda costa por su contenido en grasa y azúcar. Si la repostería se hace en casa se puede emplear harina integral, y para endulzar: azúcar moreno, miel o edulcorante natural, como el que procede de la planta Stevia.

Pasta, cereales y arroz no integral por integral
Aunque los cereales, la pasta y el arroz sean integrales nunca deben tomarse en la merienda ni en la cena, ya que a partir de las 18:00 horas y hasta las 6 de la mañana el organismo no necesita energía y lo transforma en grasa.

Salmón por pescados azules y blancos sin piel
Las grasas que aportan los pescados, los omega 3, son beneficiosas. Sin embargo, si lo que se quiere es adelgazar hay que controlar la cantidad de salmón y sustituirlo por pescados azules y blancos sin piel.

Cómo debe ser el ayuno de Viernes Santo

Los especialistas recomiendan que sea una dieta líquida que garantice los niveles mínimos de glucosa.

Europa Press / Heraldo de Aragón

El especialista en Nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad, Ruben Bravo, ha recomendado que el ayuno de Viernes Santo consista en una dieta líquida que asegure los niveles mínimos de glucosa y ha desaconsejado esta práctica en diabéticos, obesos, menores de edad, y mayores de 65 años.

Este experto ha explicado que el ayuno, según la religión católica, puede consistir en una sola comida compuesta por lactéos, huevos y verduras o una dieta líquida, y ha aconsejado que los feligres ingieran, ese día, un zumo de piña, yogur bebido –que aporta proteínas e hidratos de carbono–, caldo de verduras y pescado.

Bravo ha aconsejado además «comer sano» y realizar una dieta «rica en frutas y verduras» el día antes del ayuno para que genere una reserva de glucosa y ha alertado de que la abstinencia no debe de exceder, en cualquier caso, de las 48 horas.

«Si hacemos bien el ayuno no tiene por qué tener consecuencias. Si se hace de forma saludable, el ayuno sirve para limpiar y descongestionar el aparato digestivo, pero si se lleva al extremo y sin conocimiento, puede ocasionar cuadros de males gástricos, hipoglucemia y hasta desmayos», ha argumentado.

En este sentido, este experto ha señalado que, en caso de experimentar sensación de debilidad, desmayos, sudoración, temblor, taquicardia o fatiga, debe interrumpirse el ayuno. Asimismo, ha precisado que hipotensos, hipoglucemicos, mujeres en época de lactancia y enfermos de tuberculosis, cáncer o SIDA deben abstenerse de realizar esta práctica religiosa.

«En día de ayuno el aporte calórico nunca debería bajar de unos 1000 – 1100 Kilocalorias diarias», ha insistido el nutricionista, quien ha precisado que la actividad física realizada debe limitarse a caminar para evitar el riesgo de bajadas de tensión o azúcar.

Menos calorías

En cuanto a la ingesta de dulces típicos de esta festividad religiosa, Bravo ha señalado que se puede optar por recetas de elaboración propia, bajas en calorías. De esta manera, ha recomendado la torrijas ‘light’, preparadas con pan integral al vapor y al horno.

La miel tiene que ser sustituida por almíbar y el azúcar, por fructosa. «Hay que saber diferenciar entre un ayuno y un proceso de detoxicación», ha afirmado Bravo, quien ha detallado que éstos deben realizarse con cada cambio estacional y «durante una o dos semanas».

Así, estas dietas, que consisten en evitar el alcohol, tabaco, la carne magra y los productos industrializados, «se suele realizar con el cambio estacional para entrar en la siguiente estación con una limpieza física y con vitalidad», ha señalado. Su seguimiento ayuda a mejorar problemas cutáneos y a reducir la sensación de ansiedad, las infecciones respiratorias, los problemas digestivos, el insomnio y dolor de cabeza.