¡Cuidado! con el ‘falso ayuno’ y los excesos

En concreto, el ayuno debe asegurar un aporte calórico mínimo razonable, que debería ser de entre 1.000 y 1.100 kilocalorías (Kcal) diarias

Receta casera con bacalao. Foto de IMEO.

Omar R. Goncebat – EFE | El ayuno eclesiástico que cumplen los católicos en Semana Santa y que implica abstenerse de comer carne, consumir únicamente líquidos o hacer una comida al día, permitiendo lacticinios (lácteos), huevos y productos de grasa animal, puede ser beneficioso para el cuerpo si se efectúa adecuadamente, según el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO).

Algunos de los beneficios del ayuno consisten en propiciar el proceso de eliminación de toxinas y la depuración orgánica y en ayudar al sistema linfático, el intestino, el hígado y los riñones a realizar mejor sus funciones, según los expertos del Instituto (https://imeoobesidad.com).

Sin embargo, «el ayuno en su versión estricta (a base de líquidos) o moderada (realizando una sola comida al día, siendo el resto dieta líquida) no se puede tomar a la ligera y requiere de ciertos conocimientos nutricionales», explica el dietista y experto en nutrición Rubén Bravo, portavoz del Instituto.

En concreto, debe asegurar un aporte calórico mínimo razonable, que debería ser de entre 1.000 y 1.100 kilocalorías (Kcal) diarias, a base de proteínas, grasas saludables, fructosa, vitaminas y minerales, evitando prolongar el ayuno durante más de 48 horas, según Bravo.
En este sentido, ayunar «es desaconsejado para las personas con salud más frágil, embarazadas, lactantes, menores de edad y mayores de 65 años, por el riesgo de provocar deshidratación, desórdenes metabólicos o síntomas de debilidad», advierte.

Por otro lado, los especialistas del IMEO observan que en la práctica existe un tipo de ‘ayuno falso’ que normalmente consiste en no comer carne a lo largo del día, pero en cambio ingerir una abundante cantidad de otros manjares, como platos con bacalao o potaje de garbanzos, así como buñuelos y torrijas (también llamada torreja o tostada francesa), entre otras recetas.

«En el contexto de los excesos gastronómicos que por tradición acompañan la Semana Santa, existe el riesgo de consumir casi el doble de calorías en una sola semana, lo que puede contribuir a un aumento de peso de entre 1 y 2 kilos», según explican.

En este caso «el problema no es solo la elevada ingestión calórica, sino también que una gran parte de ese exceso de calorías ingeridas procede de azúcares, harinas refinadas, mantequillas y alcohol, por lo que el peso que habremos ganado habrá sido en forma de grasa prácticamente en su totalidad», argumenta Bravo.

EL «FALSO» AYUNO.
Carmen Escalada, nutricionista clínica del IMEO señala que un ‘falso ayuno’ se parece más a una ‘fiesta gastronómica’ que a un ayuno estricto o moderado, los cuales podrían ser saludables sin influir en el aumento del peso corporal.

Este tipo de práctica se centra en recetas de la cocina tradicional muy elaboradas, que incluyen primero y segundo platos y postre, las cuales implican un elevado aporte calórico, aunque la carne “brille por su ausencia” en esos platos, según Escalada.

Pero “el hecho de no introducir carne en nuestro menú no significa obligatoriamente que estemos tomando una comida más ligera; además a veces el ayuno se malinterpreta como una manera de ‘hacer dieta’ tras unos días de excesos gastronómicos y celebraciones”, según Escalada.

Según Escalada, un ejemplo de comida típica de lo que sería un «falso ayuno» de Semana Santa, podría estar compuesta por…
…Potaje de garbanzos con cebolla, ajo, huevo, espinacas, pimiento y pan, que aporta una 550 Kcal.
…Bacalao con tomate salsa de tomate casera (en su versión ‘light’ o ligera) que nos aporta unas 257 Kcal, un plato al que le sumaríamos otras 300 Kcal adicionales, si le añadimos 100 gramos de patatas (papas) fritas como guarnición.
…Una ración de buñuelos (2-3 unidades pequeñas) que aportan unas 300 Kcal, aunque su aporte calórico puede aumentar considerablemente, ya que suelen servirse con sirope de chocolate o con nata (crema).

“En una sola comida de estas características podemos ingerir unas 1.400 Kcal equivalente a la ingesta calórica diaria recomendada para una importante parte de la población”, señala Escalada.

“Es fácil entender que este tipo de`abstinencia´ (básicamente de carne) no nos ayudará a compensar los excesos gastronómicos en que podamos incurrir otros días de Semana Santa, sino que será un exceso en sí misma”, según la nutricionista del IMEO.

CLAVES PARA NO EXCEDERSE EN LAS COMIDAS.
Para disfrutar de la gastronomía manteniendo la moderación, el equipo de nutricionistas del Instituto recomienda…
… Hacer cinco comidas al día (Comer con más frecuencia, pero menos cantidades nos ayuda a elegir mejor lo que comemos, así como evitar caer en los atracones de comida, la pesadez estomacal y una ingestión calórica excesiva).
… Optar por recetas caseras (Así sabremos lo que estamos comiendo y también podremos reducir las calorías, sustituyendo los alimentos poco saludables por otros mejores en términos nutricionales).
…Planificar los menús (Saber de antemano qué vamos a comer cada día nos ayuda a calcular las raciones y evitar que sobre comida. También es recomendable evitar servirnos la comida en platos muy grandes o hacer sobremesas sin retirar la comida).
…Reducir el consumo de alcohol y refrescos (Cada gramo de alcohol aporta 7 Kcal. Lo ideal es reducir su consumo, optando por bebidas de baja graduación como el vino tinto y evitando las ‘copas digestivas’ después de la comida. El agua es la mejor opción, ya que los refrescos contienen mucho azúcar y aditivos, además de gases que dificultan la digestión).

Las 3 deficiencias nutricionales más comunes y cómo combatirlas

La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición lleva años advirtiendo de las ingestas insuficientes de ciertos nutrientes por parte de la población española. Son un problema de salud serio y hay que ponerle fin

Alimente El Confidencial, por Álvaro Hermida

Podemos creer que llevamos una dieta completamente equilibrada, que nuestra alimentación es inmejorable y que, al menos en ese aspecto, lo tenemos todo cubierto. La realidad puede ser bien distinta. Diversos estudios y encuestas muestran que tanto la población mundial como la occidental, como la europea e incluso los propios españoles (que gozamos de nuestra famosísima dieta mediterránea) tenemos serias deficiencias alimentarias que son más que comunes. Ponerles freno es algo fundamental tanto para nuestra salud como para la de aquellos que están a nuestro cargo, como los más mayores o los más pequeños (que son los dos grupos poblacionales que más riesgo tienen de sufrir estas carencias nutricionales).

Es por esto que desde Alimente mostramos cuáles son las insuficiencias más comunes y también los mejores métodos para evitarlas.

Hierro

Es la causa principal de la anemia. Este metal es necesario para nuestra sangre, dado que se une a la hemoglobina para conferir a los glóbulos rojos la capacidad de transportar oxígeno, el gas de la vida.

Según un informe publicado por la Organización Mundial de la Salud, el 25% de la población mundial tiene insuficiencia de este nutriente, y eso es un gran problema. De todos modos, es menos común en los países desarrollados debido a la mayor ingesta de carne. Esto se debe a que existen dos tipos de hierro alimentario:

  • Hierro ‘hemo’. Solo se encuentra en alimentos de origen animal, principalmente en la carne roja. Como se explica en un estudio de Adrian R. West y Phillip S. Oates, de la Universidad del Oeste de Australia, se encuentra en la hemoglobina (el pigmento rojo de las células sanguíneas, que está cargado de este metal). Es el que es más fácil de absorber por parte de nuestro organismo, dado que se encuentra en la misma forma en la que lo vamos a utilizar.
  • Hierro ‘no hemo’. Es el que se halla en los alimentos vegetales. Aunque muchas de estas comidas son extraordinariamente ricas en este nutriente, para nuestro cuerpo es más difícil procesarlo y utilizarlo, por lo que repercutirá menos en nuestra salud.

Aquellas personas que no comen carne, como veganos y vegetarianos, son un grupo en riesgo de padecer deficiencia de hierro debido a que el único que consumen es el ‘no hemo’. Así se ha probado en diferentes estudios, entre los que destaca uno de los investigadores A. WaldmannJ. W. KoschizkeC. Leitzmann y A. Hann, de la Universidad de Hannover, en Alemania. En este trabajo científico se especifica que, a pesar de que las mujeres veganas que formaban el grupo de estudio consumían cantidades diarias de hierro superiores a las recomendadas de forma diaria, el 40% de ellas sufría deficiencia de este micronutriente, lo que implica que «deberían seguir un control más estricto y, en caso necesario, tomar suplementos alimentarios».

Foto: iStock.
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Los síntomas de la anemia, la enfermedad más común provocada por la falta de hierro, que reduce la habilidad que tiene la sangre para transportar oxígeno, son: cansancio, debilidad, sistema inmune debilitado y una menor actividad mental.

Según los National Institutes of Health (NIH) estadounidenses (algo así como nuestro Ministerio de Sanidad), los alimentos que más hierro contienen son los siguientes (100 gramos de cada una):

  • Ostras: 51% de la cantidad diaria recomendada (CDR).
  • Judías blancas: 50% de la CDR
  • Hígado de ternera: 44% de la CDR
  • Lentejas (50g): 20% de la CDR.
  • Sardinas: 15% de la CDR.
  • Guisantes: 14% de la CDR.
Foto: iStock.
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El problema es que la inmensa mayor parte de estos alimentos son vegetales, con lo que tienen hierro ‘no hemo’, más difícil de absorber. Por el contrario, como explican desde el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, un filete de ternera de 100 gramos contiene tan solo 1,85mg de este mineral, lo que supone únicamente el 12% de la CDR. Pero dado que su absorción es mucho mejor que la del hierro de las lentejas, su valor nutricional también es mucho mayor (en lo que a este metal se refiere).

Yodo

Este elemento es fundamental para el correcto funcionamiento de nuestra glándula tiroides, una de las más importantes de nuestro organismo. Su deficiencia produce una enfermedad llamada bocio (aunque no es su única causa), que consiste en un crecimiento descontrolado de la glándula. Las hormonas tiroideas, que controlan en gran medida nuestro metabolismo, se basan en el yodo, con lo que su deficiencia también afecta al resto de reacciones químicas que tienen lugar en nuestro organismo.

Un único gramo de alga kombu contiene 2.353 microgramos de yodo, un 1.568% de la CDR

Según la encuesta ENIDE, elaborada por el Ministerio de Sanidad y la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), que evalúa la calidad nutricional de la dieta de los españoles, «el déficit de yodo se considera un problema sanitario grave en nuestro país, especialmente en mujeres en edad fértil«. Según este informe, dependiendo del género y la edad de la población, el porcentaje con deficiencia de yodo oscila entre el 21% y el 34%.

Pero otro problema que tiene este nutriente es la dificultad que tenemos para obtenerlo. Los alimentos realmente ricos en este nutriente son escasos y todos tienen una procedencia marina. Por ejemplo, el alimento que mayor cantidad de yodo contiene es el kelp (una serie de ‘algas’ -que en realidad no lo son- de las que la kombu forma parte). Según un estudio publicado por los investigadores Theodore T. Zava y David T. Zava, del ZRT Laboratory, en Estados Unidos, un único gramo de alga kombu contiene 2.353 microgramos de yodo, un 1.568% de la CDR.

Foto: iStock.
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De todos modos, no es el único alimento rico en este micronutriente. También destacan:

  • Bacalao (100 gramos): 77% de la CDR.
  • Yogur (245 g): 50% de la cantidad diaria recomendada.
  • Huevos (1): 16% de la CDR.

Por último, una de las mejores fuentes de este mineral es la sal, pero no cualquiera vale. Más de una vez habremos visto a la hora de comprar el típico ‘saco’ de 1 kg que pone ‘sal yodada’. Básicamente es sal enriquecida, porque el aumento de este elemento no altera su sabor y se une muy bien a este condimento. Se popularizó su consumo ya en el siglo pasado debido a que la carencia de yodo en la población europea era muy preocupante. Si sustituimos nuestra sal corriente por la versión más nutritiva, nos estaremos haciendo un favor.

El problema es que, según el profesor Henry Völzke, de la Universidad de Greifswald, en Alemania, que es coordinador del proyecto EUTHYROID, «en Europa, tan solo el 27% de los hogares tiene acceso a sal yodada, dejando a unos 350 millones de ciudadanos expuestos a la deficiencia de este mineral y sus consecuencias». Según el profesor, legislar es lo más importante: «Las políticas de fortificación con yodo voluntarias no están funcionando y la industria recibe mensajes contradictorios. Necesitamos unos niveles controlados de yodo en toda la sal (la de mesa, la de la industria alimentaria y la de la industria ganadera). Sin restricciones. Nececesitamos legislación«.

Vitamina D

Es una de la que más hablamos. Esto se debe a que es, con diferencia, la más difícil de conseguir. Muy pocos alimentos la contienen en cantidad suficiente y, aunque también podemos metabolizarla gracias al efecto de los rayos solares en nuestra piel, esto solo surte efecto en meses muy soleados, y tampoco lo hace con la eficacia ideal.

«Se advierte que la población española tiene una ingesta deficitaria de vitamina D»

Según la encuesta ENIDE anteriormente mencionada, los españoles no vamos bien en lo que a vitamina D se refiere: «Se comprueba que no se alcanzan los niveles de referencia, en especial para los tramos de edad más avanzados, en concreto en mujeres entre 45 y 65 años, donde solo se observan ingestas del 19% de la cantidad diaria recomendada. Dado que las ingestas por debajo del 80% de la CDR son indicativo de deficiencia, se advierte que la población española tiene ingestas deficitarias de vitamina D».

Foto: iStock.
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La pregunta que no podemos evitar hacernos ahora es: ¿cómo podemos evitarlo? Decíamos más arriba que no hay una gran cantidad de comidas ricas en vitamina D, por lo que tiende a suplementarse con complementos alimentarios. De todos modos, si queremos hacerlo a la ‘vieja usanza‘, estas son las comidas que más contienen:

  • Aceite de hígado de bacalao. La línea divisoria entre lo que es complemento alimentario y lo que es comida está muy borrosa en este caso. Una cucharada sopera contiene el 227% de la cantidad diaria recomendada, según datos de la base de datos de composición de alimentos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).
  • Pescado azul. Ya sabíamos que era muy nutritivo. Sus grasas, aunque abundantes, son buenas para nuestra salud cardiovascular, como ya se ha demostrado con anterioridad. Pero también podemos recurrir a caballas, salmones, sardinas y truchas para suplir nuestra carencia de vitamina D. Por ejemplo, como explican desde el USDA85 gramos de salmón (cocinado) contienen el 75% de la CDR, lo que está más que bien.
  • Huevos. En el caso de que no soportemos los productos marinos, nuestra única opción será echar mano de este producto avícola. Da igual que nos hinchemos a claras, pues la vitamina D solo se encuentra en la yema. Esta parte del huevo, al menos en un ejemplar grande, contiene el 7% de la CDR, lo que no es demasiado, pero es aceptable.

Llevar una dieta equilibrada requiere esfuerzo y dedicación. Pero está claro que hay ciertos nutrientes que no ingerimos en la cantidad que deberíamos. Hacer frente a este problema de salud pública es muy importante para nuestra salud y para la de los que nos rodean.

Los españoles engordaremos entre tres y cinco kilos estas navidades

Según el Instituto Médico Europeo de la Obesidad

Teinteresa / Esto me suena RNE

  • No se es una época en la que ponerte a dieta ya que los excesos están a la orden del día.
  • La ingesta de bebidas alcohólicas tiene que realizarse forma moderada y no abusar de ellas.
Los españoles engordarán entre tres y cinco kilos estas Navidades, según datos del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), que recordó que saber qué comer o beber y cuándo hacerlo es clave para no entrar en el año nuevo pesando más de la cuenta.
Cena-tipica-NavidadEl portavoz del IMEO, Rubén Bravo, manifestó en un comunicado que en España la gente se sale de la rutina diaria, en lo que respecta a su comida, en Navidades y dijo que “el problema no es la celebración de los días navideños en sí, sino la tendencia de seguir comiendo igual en los días que los rodean”.Asimismo, el experto en nutrición subrayó que al repetir el mismo patrón permisivo una y otra vez, se recurre al autoengaño, al “ahora como de todo, en enero me pongo a dieta”, para acallar así el sentimiento de culpabilidad generado por el empacho.Bravo dijo que las navidades no son una fecha indicada para ponerse a régimen, pero afirmó que sí son idóneas para plantearse objetivos reales, como mantenerse en el peso actual o intentar no coger más de un kilo, que luego, apuntó, será más difícil perder.

En este sentido, alertó que “para una persona que está en el límite, los cinco kilos cogidos a lo largo de este mes pueden significar traspasar la barrera del sobrepeso a la obesidad y esto acarrea serios problemas para la salud”.

RECOMENDACIONES PARA ENGORDAR LO MÍNIMO EN NAVIDAD

Por este motivo, los especialistas en nutrición recomiendan empezar a comprar los dulces navideños a partir del 20 de diciembre y en cantidades “justas”, ya que, según estiman, el 63% de los españoles comienzan a comprar este tipo de productos a partir de la primera semana de diciembre lo que supone que se sigan consumiendo después de las fiestas porque “sobran en grandes cantidades”.

Asimismo, los expertos aconsejan tomar un “ligero” aperitivo 20 minutos antes de las comidas y las cenas navideñas para “engañar al estómago” y esquivar los kilos de más en Navidad, ya que, según explican, “el sistema digestivo tarda unos 20 minutos en comenzar a enviar al cerebro las señales de saciedad que le indican que ya hemos comido suficiente, por lo que sí tomamos algo ligero, afrontaremos la comida posterior con menos apetito”.

Bravo también dijo que hay que tomar bebidas alcohólicas “con inteligencia” y añadió que “si sabemos elegir bien, podemos reducir su aporte calórico hasta un 60% sin tener que renunciar a ellas” y ejemplificó esto recomendando utilizar mezclas ‘light’ o sustituyendo las bebidas alcohólicas tradicionales, como el ron o el vodka, por variedades con menos aporte calórico, como el ron light o el licor soju.

En relación a los platos de comida, el nutricionista recomendó apostar por carnes y pescados blancos, como el pavo, la merluza o el bacalao, que son, a su juicio, de presupuesto razonable, alta calidad nutricional y bajo aporte calórico. Asimismo, añadió que “hay que saber calcular las cantidades y raciones según el número de comensales para no tener que afrontar, además, la tentativa de las sobras en los días posteriores a la celebración”.

El portavoz del Instituto Médico Europeo de la Obesidad sugirió que “no se trata de pasar la festividad a dos velas, sin probar bocado fuera del régimen, sino de disfrutar la comida con cierta moderación y el día siguiente compensar con una dieta restrictiva”.

Vino y jamón ibérico, ayudan a cumplir la dieta

Europa Press

jamón jamónEl Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) ha desarrollado una dieta que incluye el vino y el jamón ibérico y que permite perder una media de cinco kilos de peso en un mes de forma saludable, y es que «complace al paladar y al corazón».

Aunque las bebidas alcohólicas y los productos de porcino, «generalmente, son desaconsejados en las dietas indicadas para perder peso», estudios recientes «atribuyen por persona y año una media de 3,2 kilos de jamón y 21 litros de vino» de consumo, indican.

A juicio de los miembros del IMEO, estos dos productos pueden ser beneficiosos tomados con moderación y dentro de una tabla de alimentos compatibles debido «a su riesgo cardioprotector». Así lo señala el portavoz de este instituto, Rubén Bravo, que añade que la prohibición de comer ciertos alimentos presentes en los actos sociales «casi siempre conlleva el rechazo de la dieta o un posterior efecto rebote».

Por contra, manifiesta que si se sigue un régimen que gusta y no aburre, donde la comida es variada y destaca por su sabor, textura, aspecto y olor, «es mucho más probable que ésta se lleve a cabo con éxito».

En cuanto a los beneficios de ambos productos, desde el IMEO se destaca que el vino tinto «puede reducir considerablemente el riesgo de enfermedad coronaria, arterioesclerosis, Alzheimer o demencia senil», además de que provoca «capacidad de retrasar el envejecimiento celular del organismo».

EL JAMÓN AYUDA AL FUNCIONAMIENTO DEL CEREBRO

El jamón ibérico, que es consumido en el hogar por 9 de cada 10 españoles, es «la fuente perfecta de hierro y vitaminas del grupo B», indican. Estos elemento son necesarias «para el correcto funcionamiento del sistema nervioso y el cerebro, y para mantener la masa muscular sin carencias en aminoácidos esenciales», señalan.

Además, su perfil lipídico «destaca por su bajo contenido en grasas saturadas y alto en ácidos grasos monoinsaturados, como el ácido oleico», explican al tiempo que afirman que el jamón de bellota «es la mejor opción entre los ibéricos». Por todo ello, se ha desarrollado este régimen, el cual consta de estos elementos «todos los días».

Para desayunar, los expertos afirman que «no puede faltar el pan y el jamón, ni la fruta»; aunque de ésta se desaconseja «el plátano, el mango y el melón». Por su parte, el café se debe tomar «sólo o con leche desnatada», señalan.

A la hora de comer, destacan el consumo de verdura, «ya sea en forma de ensalada o puré, rehogada o al horno», y la presencia de un plato principal consiste en pescado o carne. En este último se pueden incluir «salmón, anchoas, rape, merluza, panga, sepia, almejas, bacalao, atún, pollo, pavo, conejo, ternera y solomillo de buey o carne magra de cerdo», pero hay que evitar el pan.

Para beber, el patrón de consumo diario recomendado de tinto «es de una copa de 150 miligramos en el caso de las mujeres y hasta dos copas de la misma cantidad en los hombres». Estas cantidades deben repartirse entre la comida y la cena.

Precisamente, en la última toma del día, se aconseja un caldo, dos lonchas de jamón ibérico y una cantidad de entre 80y 150 gramos de carne o pescado. Por último, se puede consumir una onza de chocolate negro puro sin azúcar.

Ranking de las 10 tapas más saludables de IMEO para este verano

1.  Banderilla de pepinillo, anchoa ó boquerón, cebolleta y aceituna
banderillaLos pescados azules como la anchoa y el boquerón son ricos en ácidos grasos omega 3, pero sobre todo, destacan por su elevado contenido en Calcio, beneficioso para nuestros huesos, especialmente en mujeres en edad de perimenopausia (el periodo de transición antes de que la menstruación pare) o menopausia. Ambos períodos son muy importantes por la gran fluctuación de hormonas que se producen en el cuerpo femenino. Una tapa altamente recomendada para la mujer a partir de los cuarenta años de edad.  50-60 Kcal.
2.  Un vaso de gazpacho (125 ml)
tomateEl ingrediente estrella del gazpacho, el tomate, es rico en licopeno, carotinoide que le otorga su color rojo característico y ayuda a proteger nuestra piel, además de ser un apreciado antioxidante natural.
Una excelente tapa para los meses de verano que puede beneficiar a los amantes de la playa, ya que contribuye a tener un bronceado perfecto y protege del sol y del envejecimiento que provoca éste en la piel. 75-85 Kcal.
3.  Salpicón de marisco (100 gr.)
salpicon de mariscoLos mariscos son una fuente de proteínas de alto valor biológico además de ser bajos en grasa, por lo que son un alimento ideal con el que podemos disfrutar de nuestra dieta. La media calórica por 100 gramos dispuestos para el consumo gira alrededor de 100 kilocalorías, de modo que un salpicón de marisco constituye la tapa perfecta para los que están a régimen. Alternando su consumo con el del pescado, el marisco puede contribuir a que nuestra dieta sea más cardiosaludable. No obstante, es recomendable no consumir mariscos crudos si se padecen enfermedades hepáticas, alteraciones inmunológicas (sida, cáncer…) o problemas gastrointestinales. 100 Kcal.
sepia a la plancha4.  Sepia a la plancha con ajito (100 gr)
La sepia es uno de los moluscos que más valor energético aporta al cuerpo humano. Tiene alto contenido de fósforo y potasio. El potasio es un mineral clave para el funcionamiento celular, mientras que el fósforo es el segundo mineral más abundante en nuestro organismo y se encuentra combinado con el calcio de nuestros huesos. En naturopatía la tinta de sepia se utiliza para tratar depresión, agotamiento o fatiga. Asimismo, sirve para aliviar los síntomas del síndrome premenstrual en la mujer y el estrés en el postparto. La sepia a la plancha con ajito es una tapa muy nutritiva de la que no deberían abusar las personas con problemas de colesterol y triglicéridos. 106 Kcal.
5.  Mejillones a la vinagreta: 2 unidades
mejillones a la vinagretaEl mejillón cabe destacarlo por su nivel de selenio, antioxidante natural que junto con la vitamina E protege de la enfermedad coronaria e incluso de algunos tipos de cáncer. También tiene una cantidad apreciable de ácido fólico muy importante durante el embarazo para la división celular. Por tanto, las mejillones a la vinagreta es un verdadero delicatesen, tanto para el paladar, como para el corazón y la salud, en general. Es una tapa rica en hierro que conviene en el período de gestación. 120 Kcal.
6.  Revuelto de champiñones o setas con ajito (100 gr) y una rebanada de pan
revuelto de champiñonesEl ajo que da sabor a nuestro revuelto es rico en quercetina, un flavonoide beneficioso para la salud en cuanto a su actividad antitumoral y protección cardiovascular. Además la clara del huevo también es una fuente proteica de alto valor biológico y exenta de grasa. Es una tapa completa que sacia el hambre y proporciona suficiente energía para mantenernos activos en verano: ir en bici, nadar, o hacer largos paseos por la playa. 130 Kcal.
7.  Pimiento relleno de bacalao: 1 unidad
pimiento rellenoEl pimiento rojo es muy rico en carotinoides y vitamina A (equivalentes de retinol) que, igual que en el tomate, ayudan a proteger nuestra piel y mucosas. Una excelente tapa para los meses de verano, ideal para los playeros, con muchos beneficios para nuestra piel, igual que el gazpacho, aunque algo más calórica.  140 Kcal.
8.  Pulpo a la gallega (100 gr)
pulpo a la gallegaEs un plato bajo en calorías, pero con un alto valor nutritivo. El pulpo es muy rico en yodo, esencial para el crecimiento y el desarrollo cerebral de los niños. Ayuda al correcto funcionamiento de la glándula tiroides y regula el metabolismo. Fortalece el cabello, la piel y las uñas. Es una gran tapa que también nos aporta vitamina B2 y su consumo de forma regular puede reducir las tasas de accidentes cerebrovasculares, ataques al corazón y muertes por enfermedades cardiacas. Es un plato ideal para toda la familia. 140 Kcal.
9.  Atún con pimiento de piquillo y una rebanada de pan
atún con pimientoPor ser uno de los pescados más apetecidos a nivel mundial, el atún se ha ganado el calificativo «ternera del mar». Es rico en proteínas y bajo en grasas y calorías. Se estima que 170gr de atún aportan una tercera parte del requerimiento diario de proteínas en una persona adulta. Este pescado azul también se caracteriza por su contenido en ácidos grasos poliinsaturados de alta calidad, de la familia omega 3, que ayudan a proteger nuestra salud cardiovascular.  156 Kcal.
10.  Tapa de Jamón ibérico con tomate
jamon ibéricoFinalizamos nuestro Ranking de tapas saludable con nuestra tapa nacional por excelencia, el jamón ibérico. Unas cuantas lonchas de este preciado alimento sería la fuente perfecta de vitaminas del grupo B, tan necesarias para el correcto funcionamiento del sistema nervioso y el cerebro. Además, el perfil lipídico del jamón ibérico destaca por su bajo contenido en grasas saturadas y un alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados, como el ácido oleico, también beneficioso para nuestra salud cardiovascular. Es una tapa altamente recomendada para todo el mundo y prácticamente sin contraindicaciones.  150 Kcal.

Las banderillas, el gazpacho, el salpicón de marisco y la sepia a la plancha con ajo son las tapas más saludables

Ranking del Instituto Médico Europeo de la Obesidad
Europa Press

in restaurantLas banderillas de pepinillo, anchoa o boquerón, cebolleta y aceituna; el gazpacho; el salpicón de marisco y la sepia a la plancha con ajo son las tapas más saludables, según el ránking de las mejores tapas y bebidas para la salud, elaborado por el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO).

A estas tapas le siguen los mejillones a la vinagreta; el revuelto de champiñones o setas con ajo y una rebanada de pan; el pimiento relleno de bacalao; la tapa de atún con pimiento de piquillo y pan; y el jamón con tomate.

«Gracias a esta tabla cuando nos sentemos en el chiringuito de la playa o en el bar de siempre, sabremos qué tomar y en qué cantidades, sin riesgo de engordar. Y es que, en consulta a menudo observamos que cuesta más compaginar la dieta con las vacaciones y, a la hora de pedir el menú, la gente se deja llevar por lo que piden los demás, porque huele bien o apetece, sin pensar en las consecuencias que a la larga puedan ejercer sobre la salud», ha comentado el presidente de IMEO, Rubén Bravo.

De hecho, se estima que de media los españoles consumen entre 1 y 5 tapas por persona y tapeo, aunque esta cantidad se dispara durante el fin de semana a 10 tapas por cabeza. El tiempo que pasamos de tapas y cañas ronda desde los treinta minutos hasta dos horas, coincidiendo con los horarios de la comida o cena.

«No hay que tener miedo a la tapa, ya que si seleccionamos bien, su aporte calórico puede ser bajo y hasta ‘matar nuestro apetito’ antes de comer –entre 50 y 100 kilocalorías la unidad–. Pero eso sí, debemos recordar que el consumo calórico recomendado al día para las mujeres es entre 1.300 y 1.400 kilocalorías, mientras que para los hombres éste varía entre 1.500 y 1.800 kilocalorías», ha apostillado el experto.

Por ello, ha aconsejado consumir las tapas de verduras frescas y mariscos por elevado valor nutritivo y omega 3 y ha recordado que los montaditos con pan y mayonesa, así como los fritos, son los que más engordan. En este sentido, el experto ha informado que, como norma general, se recomienda consumir los hidratos de carbono en la cerveza y el vino tinto y las proteínas en las zapas. «La cerveza es mejor tomarla por el día, ya que nos abre el apetito y a la noche tomar la tapa con una copa de vino tinto porque favorece el descanso», ha apostillado.

LAS 10 MEJORES BEBIDAS PARA EL VERANO

Por otra parte, IMEO ha elaborado un ránking con las diez mejores bebidas para el verano. Así, ha colocado en el primer escalón al té con hielo y limón por sus propiedades antioxidantes, seguido del zumo de tomate comercial y la cerveza con casera y con limón.

Asimismo, el vino tino, que mejora la salud cardiovascular; la tónica, que favorece la digestión; el zumo de melocotón comercial; la coca-cola, que mejora la atención ante un largo viaje; el gin tonic, es el combinado menos calórico; y el ron con coca-cola, completan la lista de las bebidas recomendadas por le instituto.

Recetas bajas en calorías para no engordar en Semana Santa

Reinventa los potajes de vigilia, las torrijas o las recetas de bacalao para comer sano en estas fechas

Mujerdeelite.com

Desde hace cientos de años, la época de la Cuaresma y la Semana Santa se caracterizan por una serie de tradiciones culinarias que aún se conservan en el recetario español, dando salida a platos populares como los Potajes de Vigilia, las recetas de Bacalao o las Torrijas.

Ya puedes elaborar las recetas de la abuela, pero sin ganar calorías, sobre todo, en estas fechas en que gran parte de la población aprovecha para el descanso y la diversión, y en la que se cometen demasiados excesos.

Para caer en la tentación sin remordimientos, te proponemos las tradiciones culinarias de esos platos de la cultura mediterránea que tanto bien hacen a la salud y los reinventamos con menos calorías para que no falten en las mesas durante estos días sin que sean ‘una comida de pecado‘.

Platos o recetas como el Potaje Vigilia, la Sopa de Ajo, recetas de Bacalao como pescado estrella o el postre más repetido por excelencia, las Torrijas, son algunas de las comidas de la cocina tradicional en las que se han variado algunos ingredientes o detalles en su técnica de cocción para que resulten menos calóricas.

Potaje Vigilia
potaje de vigiliaEsta receta se prepara de un modo rápido y por lo tanto de manera más sencilla que la tradicional la cual suele llevar varias horas. Aquí contamos con unos garbanzos ya cocidos. Las espinacas congeladas las herviremos en agua de 5 a 7 minutos. El bacalao lo introduciremos en el horno con una sola cucharada de aceite, sin aportar más grasas. Después uniremos todos los ingredientes. De esta manera evitamos los caldos más grasos que suelen unirse a esta receta y sus principales ingredientes están elaborados con técnicas de cocción que no implican ningún inconveniente para una dieta de control de peso.

También recordamos que este plato se servirá como plato único, junto a un postre como una fruta o yogur obtendremos una comida completa, ya que se incluyen verduras, proteínas de alta calidad y legumbres ricas también en hidratos, que puedes preparan gracias a diferentes y riquísimas recetas.

Ingredientes:
•    150 gramos de garbanzos cocidos de bote
•    200 gramos de bacalao desalado
•    1 hoja de laurel
•    300 gramos de espinacas congeladas
•    2 cucharadas de aceite de oliva
•    3 dientes de ajo
•    1 cucharada de perejil picado
•    2 huevos
•    Pimentón dulce (opcional)
•    Azafrán (opcional)

Elaboración:
Una vez cocidas las espinacas durante unos 5 minutos las escurrimos. En una sartén con un par de cucharadas de aceite doramos un poco los ajos y añadimos las espinacas, mezclamos dando unas vueltas. Cocemos un huevo en agua, durante 10 minutos una vez empiece a hervir el agua. Pasado el tiempo lo refrescamos o dejamos enfriar y reservamos. En la bandeja de horno con los garbanzos ponemos sobre ella las tajadas de bacalao con una cucharadita de aceite de oliva por encima y lo introducimos al horno unos 8 minutos.

Sopa de ajo con huevo
sopa de ajo con huevoEsta receta cumple una función muy saciante. Principalmente lo que hacemos es reducir la cantidad de pan a menos de la mitad de lo que en las recetas tradicionales se le viene añadiendo, con esto reduciremos mucho su aporte de calorías provenientes de los hidratos de carbono, por lo demás es una receta perfectamente compatible dentro de una dieta saludable.

Y es que el ajo es uno de los tantos remedios naturales, que existen contra la presión arterial alta. Equilibra la presión, es un tónico cardiovascular natural y también nivela el colesterol, además de ser un gran bactericida. Sin duda, la sopa de ajo es una receta sana, sencilla y deliciosa.

Ingredientes:
•    Una cabeza de ajo
•    4 rebanadas pan tostado
•    1 guindilla Cayena
•    1 cucharada de pimentón dulce
•    2 cucharadas de pulpa de Pimiento Choricero o Ñora
•    1 litro de agua
•    1 Huevo cocido o escalfado
•    2 cucharadas de aceite
•    2 cucharadas de tomate natural
•    1 pizca de sal
•    1 loncha de jamón serrano

Elaboración:
Picar los ajos en láminas y la loncha de jamón en tiras y reservamos. Hervimos un huevo 10 minutos o lo escalfamos cascado durante 3 minutos. Ponemos el aceite en una cazuela, echando los ajos laminados y la guindilla hasta dorar un poco sin que se quemen. Añadimos las rodajas de pan tostado. Rehoga, añade el pimentón, el tomate natural y cubre con el caldo. Cuece a fuego medio durante 25-30 minutos. Tritura con la batidora y sazona. En un plato hondo colocamos en el centro el huevo cocido o escalfado y cubrimos alrededor con la sopa. Sobre el huevo coloca las tiras de jamón y una ramita de perejil.

Bacalao con pimientos
bacalao con pimientosOtra receta muy sencilla para elaborar un excelente pescado bajo en calorías como lo es el bacalao. Para su cocción emplearemos el horno y para su guarnición de verdura primeramente serán salteadas con un poco de aceite de oliva terminándose junto al bacalao en el horno.

El bacalao una vez desalado o fresco es un excelente pescado para dietas de control de peso, dado que no es rico en grasas.

Ingredientes:
•    300 gramos de bacalao (para 2 personas)
•    1/4 Unidad pimiento rojo
•    1/4 Unidad pimiento verde
•    1/4 Unidad pimiento amarillo
•    Media cebolla
•    2 cucharadas de aceite de oliva virgen
•    Una pizca de pimienta negra
•    1 pizca de sal

Elaboración:
Dispondremos de unas tajadas de bacalao desaladas. Picamos los pimientos y la cebolla en tiras. Precalentamos el horno a 180 grados. En una sartén con una cucharada de aceite de oliva, salteamos unos minutos los pimientos y la cebolla en tiras añadiendo una pizca de sal. Seguidamente en una fuente o bandejita de horno colocamos el bacalao, al que podemos añadir una pizca de pimienta. Colocamos sobre las tajadas de bacalao unas montañitas de la verdura salteada, una cucharada de aceite e introducimos en el horno a 180 ºC durante unos 15 minutos.

Con ayuda de una pala puedes pasar la tajada con su guarnición de verduras recién sacada del horno, de la fuente al plato, el cual podemos acompañar con una pequeña ensalada simple de lechuga aliñada.

Torrija de pan
torrijas al hornoLa principal novedad en esta receta es que el método de cocción a utilizar es quien reduce ostensiblemente las calorías del plato, ya que las Torrijas se elaborarán en el horno en lugar de fritas en aceite. Además de no utilizar ni una gota de grasa, sustituimos el azúcar refinado que normalmente se utiliza, por unas cucharadas de miel, que nutricionalmente hablando siempre será más aconsejable.

Así podremos obtener una ‘Torrija sin pecado’. También hay que recordar que siempre son más saludables todos aquellos postres elaborados en casa de la manera tradicional que cualquier otro creado a gran escala como la bollería industrial.

Ingredientes:
•    1/4 litro leche desnatada
•    4 cucharadas de miel
•    1 corteza de limón
•    1 corteza de naranja
•    Canela en rama y canela en polvo
•    2 fresas
•    1 huevo
•    2 rodajas de pan

Elaboración:
Cortamos 2 rebanadas de pan del mismo día, con un grosor de 1,5 cm (menos de 2 dedos). Calentamos la leche con la rama de canela, las cortezas de limón y naranja, más la miel hasta que esta quede bien disuelta. Después dejamos enfriar el conjunto. Encendemos el grill del horno para que vaya cogiendo calor a unos 210ºC y ponemos sobre una placa papel de horno o una lámina de silicona especial para horno.

En un plato hondo, vertemos la leche y colocamos las rodajas de pan durante 10 minutos. Batimos un huevo en otro plato hondo y pasamos por él las rebanadas de pan que previamente habíamos puesto en la leche aromatizada. Directamente ponemos las torrijas sobre el papel de horno o silicona que hayamos colocado sobre la placa de horno. El horno tiene que estar con su grill al rojo. Después de 4 ó 5 minutos en el horno, cuando veamos que la parte superior de las torrijas se ha dorado, las damos la vuelta para dorar la otra parte.

Para presentarlas, colocamos una torrija en un plato de postre y encima de la torrija ponemos una fresa decorativa. Espolvoreamos por encima con canela en polvo al gusto.

Con esta forma de elaborar la torrija se reducen las calorías a la mitad respecto a una torrija convencional, debido tanto a la técnica de cocción como el cambio de algunos ingredientes en su elaboración.