¿Cuánto engorda una torrija?

torrijasDirecto al paladar

La Semana Santa se celebra en muchos países y en nuestro país tiene sin duda un significado muy especial, se sigan más o menos los preceptos religiosos. Gastronómicamente hablando también es una época especial para los golosos, con dulces típicos en cada región. Pero las torrijas son las grandes protagonistas de estas fechas, dulce tradicional donde los haya, del que cada casa tiene su receta especial. Eso sí, no nos podemos engañar: son bombas calóricas. Pero, ¿cuánto engorda una torrija? ¿Es posible hacerlas más ligeras?

Como tantas recetas surgidas de las cocinas humildes y de la escasez, en tiempos en los que de verdad había que ganarse el pan con el sudor de la frente, las torrijas parten de una base muy simple de ingredientes para proporcionar un alimento muy energético, saciante y calórico, lleno de hidratos de carbono y grasas. Si queremos darnos un capricho y disfrutarlas en su esplendor –una vez al año no hace dado- no merece la pena mortificarse. ¿Y cómo saber cuánto engordan? La respuesta depende de muchos factores, pero podemos analizar su composición nutricional para hacernos una idea de hasta qué nivel nos pueden estropear la dieta.

La torrija básica, sus ingredientes y su valor nutritivo

Pan, leche, azúcar, huevos y aceite, más los aromas, son los ingredientes esenciales de los que se compone una torrija. La base es el pan, que tradicionalmente se usaba de barra -o el que había en casa- que se había quedado duro, ya que en otros tiempos no estaban las cosas para tirar comida. Esto se traduce en que las torrijas son, de entrada, energéticas por su alto contenido en hidratos de carbono, y hay que añadirles las proteínas y grasas de la leche y el huevo, los azúcares del azúcar y la grasa del aceite de la fritura.

En definitiva, una torrija es un bocado muy energético, con poca fibra pero muchos azúcares de absorción rápida, y con un alto contenido en grasas. También hay que reconocer que contienen vitaminas y minerales esenciales como calcio, ácido fólico, niacina o potasio las mencionadas proteínas y ácidos grasos saludables. No está de más mencionar que tanto los hidratos como las grasas también forman parte de una alimentación equilibrada, dentro de una dieta saludable y en su justa medida.

Factores que pueden variar las calorías de una torrija

El primer factor diferencial es el tamaño, pero además los problemas empiezan cuando usamos otro pan para las torrijas. Son frecuentes los más tiernos, como los panes de molde, enriquecidos, los tipo brioche o masas ya muy calóricas como los bollos suizos. Estos panes son los más usados hoy en día porque así salen más ricas y absorben mejor la leche, pero como consecuencia también multiplican las calorías. Si partimos de una rebanada de pan que ya va cargado de grasas y azúcares, la torrija final engordará mucho más.

También depende un poco de si usamos leche entera o desnatada, si añadimos un poco de nata o si incorporamos más o menos azúcar a la mezcla. La fritura es otro punto crítico, pues si no está bien ejecutada cada pieza puede absorber mucha grasa, y además serán más indigestas. Es importante emplear un aceite de oliva de calidad y controlar la temperatura y el tiempo. Por último, hay quien no se corta rebozando las torrijas fritas en nubes de azúcar, de nuevo sumando calorías, o bañándolas en demasiada miel.

Entonces, ¿engordan tanto?

Es difícil calcular de forma genérica las calorías exactas de una torrija, por las variables mencionadas y porque el tamaño de la ración puede cambiar mucho el resultado. Tampoco me gusta reducir el valor de un alimento a su aporte energético, ya que nos hace obsesionarnos en exceso y no es la mejor manera de controlar la dieta porque nos puede llevar a engaños y errores. Sin embargo, según diferentes fuentes unos 100 g de torrija aportarían entre 203 y 229 kcal.

Es poco probable que encontremos una torrija con un peso de 100 g, así que más bien estamos hablando de entre 350 kcal y hasta incluso 580 kcal por ración. Tendrían menos calorías las torrijas caseras hechas con pan de barra sin rebozarlas en demasiado azúcar, mientras que las comerciales o de panadería de gran tamaño, hechas con pan brioche, podrían hasta casi doblar su contenido calórico. Gran parte de ese conteido energético proviene de los azúcares o hidratos de carbono, y de las grasas.

¿Es demasiado? Depende. Está claro que no son un dulce para tomar todos los días, pero son admisibles dentro de una alimentación equilibrada, y limitadas a unas pocas ocasiones al año. Una torrija no nos va a estropear la dieta por sí sola, y no nos va a hacer engordar, siempre que llevemos una dieta saludable y practiquemos ejercicio regularmente. Siempre es mejor escoger las variedades menos calóricas y los tamaños más pequeños, y si es posible, prepararlas caseras.

Cómo hacer torrijas más ligeras

La idea es cocinar nuestras propias torrijas reduciendo un poco las calorías, los azúcares y las grasas, pero sin que su sabor se resienta demasiado al final. ¿Qué sentido tendría hacer torrijas que nadie querría comerse? Como comentaba al principio, mejor elegir un pan de barra, puede estar un poco duro pero procurando que la miga no tenga demasiados alveolos. Lo ideal es que la barra no sea muy ancha y cortaremos rebanadas del grosor justo, para servir porciones razonables.

Podemos usar leche semidesnatada o desnatada y endulzarla poco, compensándolo con un buen uso de la canela y la corteza de limón. Otra opción son las bebidas vegetales sin colesterol o usar edulcorantes. Los huevos no tienen versión light pero, si podemos, mejor usar de gallinas felices, que además saldrán más ricas. Es importante usar un aceite de oliva virgen extra y controlar la temperatura a la hora de freír, alrededor de 170ºC. Se deben dorar por ambos lados, alrededor de un minuto por cada cara, y nunca sobrecargar la sartén.

Una vez fritas conviene dejarlas sobre papel absorbente para evitar el exceso de aceite, y después añadir sólo el azúcar necesario, mejor si está mezclado con canela. Otra opción es servirlas con miel, de nuevo sin pasarnos, o con un almíbar casero. Para complementarlas de forma ligera podemos servirlas con fruta o yogur natural, en lugar de las tradicionales natillas o helado. Más allá de la receta tradicional podemos emplear métodos diferentes, como cocinarlas a la plancha o en el horno. Sobra decir que si las rellenamos de crema o chocolate engordarán bastante más.

¿Conclusiones? Sí, las torrijas engordan -bueno, engordamos nosotros-, pero tampoco mucho más que otros dulces que tanta gente come casi a diario. No hay más que compararlas con un trozo de tarta, un dónut, un muffins o magdalenas, un paquete de galletas o una chocolatina. Al menos una torrija artesana nos aporta también nutrientes saludables, por eso no hay que fijarse sólo en las calorías que contienen. Si te gustan las torrijas disfruta de ellas esta Semana Santa, siempre que sea con moderación y mucho mejor si son caseras.

 

Navidad: ¿Cómo no engordar en estas fechas? 5 reglas útiles

«La Navidad no es la fecha más indicada para ponerse a régimen, pero sí que es idónea para plantearse objetivos realistas, como mantenerse en el peso actual o intentar no aumentar más de un kilo».

EFE / Terra estilo de vida
Las Naviades nos invitan a engordarр bajaAperitivo, Bebidas, Compensar, Dulces y Economía. Son las cinco palabras claves o ‘regla ABCDE ’ que debemos tener mente, si queremos que la multitud de cenas, comidas y celebraciones que ocurren entre las vísperas del 24 de diciembre y el  6 de enero, no repercutan en nuestro peso, salud y silueta.

«Las fiestas navideñas, que en algunos países se «alargan» con la presencia de otros días festivos y no laborables, es cuando más sobrepeso se gana, entre 3 y 5 kilos de media», sostienen los expertos del Instituto Médico Europeo de la Obesidad, IMEO.

“El problema no es la celebración en sí, sino la tendencia a seguir comiendo igual en los días que la rodean y motivos no faltan: lo que el calendario deja “en blanco” se rellena con reuniones de familia, cenas de empresa y salidas con amigos”, especifica el experto en nutrición Rubén Bravo, del IMEO.

Según este experto, para una persona que está en el límite, los kilos aumentados durante esta etapa festiva «pueden significar traspasar la barrera del sobrepeso a la obesidad y esto acarrea serios problemas para la salud». Para evitar pasarse de la raya el equipo de nutricionistas del IMEO explica cinco reglas que nos ayudarán a celebrar la Navidad sin ganar más peso de la cuenta.

familia cenando pavo en Navidad2REGLA ‘ABCDE’ PARA ENGORDAR LO MÍNIMO 

A(peritivo). 20 minutos antes de una comida o cena.

“A todos nos habrá ocurrido que, después de un aperitivo o picoteo típico de un domingo, afrontamos la comida posterior con mucho menos hambre”, señala Bravo.

“Si utilizamos este truco para “engañar al estómago” y esquivar así  los kilos de más, entraremos en la comida y cena principal con mucha menos hambre y reduciremos las cantidades y las calorías ingeridas”, añade.

B(ebidas). Afrontar el alcohol con inteligencia.

Según Bravo, “si sabemos elegir bien, podemos reducir el aporte calórico de las bebidas alcohólicas hasta en un 60%, sin tener que renunciar a ellas”.

Para conseguirlo, el IMEO recomienda añadir gaseosa al vino o la cerveza; tomar el ron ‘light’ (existen variedades con la mitad de calorías sin perder su sabor) con un refresco «cero calorías» o «light); así como sustituir los «chupitos» (sorbitos de bebidas alcohólicas como el tequila) por una copa de champán o cava; y el vodka, por el soju, un licor coreano menos calórico.

C(ompensar). Un día restrictivo después de una comida copiosa.

Dia de compensación tras una comida copiosa IMEO
“Cuando nos sentamos a la mesa los platos apetitosos, junto con la euforia de la celebración y lo embriagador de las bebidas, merman nuestra voluntad y nos hacen olvidar las promesas de adelgazar o perder peso”, señala Bravo.

Reconoce que “no se trata de pasar la festividad sin probar bocado fuera del régimen, sino de disfrutar la comida con cierta moderación y, el día siguiente, compensarlo con una dieta restrictiva” (Ver la foto «Día de compensación»).

D(ulces). Consumirlos a partir del 20 de Diciembre.

turrones_bajaDe acuerdo a Bravo,  “muchas familias comienzan a comprar dulces navideños a partir de la primera semana de diciembre, incluso algunos a finales de noviembre.

Desde el  IMEO recomiendan comprar los dulces navideños a partir del 20 de diciembre y en cantidades justas, ya que “es preferible hacer la compra en dos veces, para evitar que sobren después de las fiestas”, puntualiza Bravo.

E(conomizar). Platos deliciosos, saludables y baratos.

bacalao en Navidad bajo en calorías“Tanto para nuestra economía, como para nuestra salud es importante calcular las cantidades y raciones según el número de comensales para no tener que afrontar, además, la tentación de ingerir las sobras en los días posteriores a la celebración», destaca Bravo.

Para reducir el gasto de las familias en Navidad, este experto sugiere apostar por las carnes y pescados blancos, como el pavo, la merluza o el bacalao, que son de presupuesto razonable, alta calidad nutricional y bajo aporte calórico.

A estás cinco medidas podría agregarse una sexta recomendación encaminada a preservar nuestro ánimo durante los días festivos, según el IMEO.

Tapas saludables de autor con un notable en términos de nutrición

Un menú de tapas saludables elaboradas por Javier Muñoz-Calero, chef de Tartan Roof de Madrid, y evaluados por Rubén Bravo, experto en nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad

Un reportaje de Mar Villalobos, del programa Aquí tierra de TVE


«En verano, generalmente comemos menos cantidad de comida, pero esta cantidad que tomamos suele ser muy calórica», señala Rubén Bravo, portavoz del IMEO y da como ejemplo la tapa menos recomendada para los que tienen problemas de sobrepeso: patatas con alioli. Media ración de este aperitivo con el que solemos acompañar la cerveza podría llegar a unas 700 calorías, advierte el experto en nutrición.
Por este motivo, desde el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) os dejamos algunas sugerencias de tapas saludables, muy recomendables para el verano, elaborados con productos frescos, pescado, verduras y fruta.
Son fáciles de hacer incluso en casa y tienen una serie de ventajas en términos de salud: bajan el colesterol, nos hidratan, nos aportan hierro y, además, son una ayuda extra si tenemos osteoporosis.

SALPICON DE PULPO
Ingredientes: pulpo, vinagre arroz-sidra, pimiento verde, pimiento rojo, pimiento amarillo, cebolla morada, aceite de oliva virgen extra, limón, azúcar moreno, berros.
Según Rubén Bravo, experto en nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), se trata de «una tapa metabólica, porque corrige los niveles de colesterol y también de azúcar en la sangre y en este sentido es muy recomendada para diabéticos o para personas con el colesterol muy alto». Su aporte calórico no llega a 100 calorías.

TARTAR DE SALMÓN ENROLLADO EN LECHUGA
Ingredientes: salmón, aguacate, cebolleta, alcaparrón, limón, sal, aceite de oliva, lechuga o cogollo.
«Es una tapa ideal para personas que tienen colesterol alto, aporta grasas muy buenas, reduce el colesterol malo y aumenta el colesterol bueno. Aporta unas 150 calorías.

FRUTA PREPARADA
Ingredientes: frutos rojos, menta, limón, miel, arándanos, yogurt griego natural, pistacho.
Aporta menos de 60 calorías. Es un plato, muy rico en calcio y nos ayuda a prevenir la osteoporosis. Los piñones, en particular, tienen mucho hierro y ayudan a aquellas personas que tienen anemia.

El bioayuno, ideal para la Semana Santa

Una propuesta nutricional de IMEO para esta Semana Santa que incorpora las últimas tendencias en dietoterapia favoreciendo la detoxificación y el equilibrio emocional

jornada de ayuno baja
Según la tradición católica, el próximo 18 de abril, Viernes Santo, es día de procesiones, ayuno y abstinencia. Algunas de las recomendaciones que recoge la «ley del ayuno» de la Constitución Apostólica son: abstenerse de carne, consumir únicamente líquidos o hacer una comida al día, siendo permitidos los lacticinios, huevos y productos de grasa animal. Desde un punto de vista nutricional el ayuno, igual que la alimentación, requiere obrar con medida y control para evitar problemas digestivos, astenia, hipoglucemia, mareos y desmayos. Por ello, los especialistas del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) han elaborado un menú completo, indicado para este día que cubre las necesidades bionutricionales de los que guardan ayuno y, además, favorece la detoxificación y el equilibrio emocional.

Bioayuno del IMEO de 1020Kcal

Desayuno: 1 vaso de zumo de naranja y zanahoria y Pastel de Kéfir con un chorrito de miel y dos cucharadas de levadura de cerveza.

Media Mañana: 1 vaso de zumo de naranja y zanahoria y 2 nueces.

Comida: De primer plato, un caldo de verduras depurativas preparado con 4 ramas de apio, 1 ramillete de perejil, un kilo y media de cebolla, una cucharadita de diente de león y 2,5 litros de agua. Aconsejable no añadir sal. De segundo plato, hummus griego con un chorrito de aceite de oliva y pimentón rojo. Para beber una copa de mosto tinto sin alcohol. Como postre, tomar una infusión de Azahar.

Merienda: 2 nueces, infusión de Azahar y 1 onza de chocolate negro puro.

Cena: Caldo de verduras depurativas como plato único. Para beber, una copa de mosto tinto sin alcohol. De postre, 1 onza de chocolate negro puro y una Infusión de Azahar.

«El menú del bioayuno que hemos elaborado para este Viernes Santo incorpora las últimas tendencias en dietoterapia, pero respetando las tradiciones centenarias de la Constitución Apostólica. Se puede practicar, una vez concluida la Semana Santa, con cierta regularidad –un día a la semana y nunca más de dos días seguidos– con fines terapéuticos y depurativos», comenta Rubén Bravo, portavoz del centro y experto en nutrición. Su aporte calórico es de unas 1020Kcal y, por tanto, no conviene realizar mucha actividad física, para evitar posibles bajadas de tensión o azúcar.

Meditación al aire libre bajaLas raciones están distribuidas en cinco comidas diarias y se toman en pequeñas cantidades para asegurarnos suficiente energía que nos permitirá concluir la jornada sin incidentes. Es muy importante la toma de azúcares, de modo que hemos incorporado al menú miel, naranja, mosto sin alcohol y chocolate negro. Los lácteos como el kéfir, con demostradas propiedades sobre el sistema inmunitario, ayuda a mejorar la flora y prevenir desequilibrios intestinales. Los caldos de verduras depurativas, como el apio y la cebolla, contribuyen a reducir los niveles del colesterol y propician la detoxificación del hígado y del sistema linfático.

Incorporar una onza de chocolate negro en la merienda y en la cena favorece el aumento de los niveles de serotonina y la dopamina en el cerebro proporcionándonos una sensación de bienestar, y una reducción de la ansiedad o el estrés.

El Bioayuno también cuenta con algunos alimentos con pronunciado efecto anti estrés, como son las nueces, los garbanzos presentes en el hummus griego, la infusión de azahar y la levadura de cerveza.

Además, para facilitar el proceso de depuración del organismo, necesitamos dormir las ocho horas diarias, beber entre 2 y 3 litros de agua y olvidarnos de los cigarrillos y las bebidas graduadas.

La meditación, el organizar las ideas y el “ruido mental” es altamente recomendado, ya que “influye positivamente sobre el buen humor y el equilibrio, además de mejorar el optimismo en cuanto a la perspectiva de vida”, recuerda el especialista.

BOTIQUÍN NATURAL CONTRA LAS ENFERMEDADES DEGENERATIVAS

zumoZumo natural de naranja y zanahoria. Este elixir de tinte naranja arma nuestras defensas con grandes cantidades de vitamina C y fotoquímicos que aumentan el sistema inmune. Por un lado tenemos la naranja que es un potente antioxidante, beneficiosa para nuestra vista, piel y aparato respiratorio. La zanahoria, por otra parte, es un alimento alcalinizante que ayuda a depurar la sangre. Favorece la limpieza hepática, mejora la estructura muscular, de huesos y dientes. También es un aliado contra la diabetes, al equilibrar los niveles de azúcar en la sangre. «Por esta razón, recomendamos tomar dos vasos a lo largo de la mañana para asegurarnos un punto de partida cargado de suficiente energía para la larga jornada de ayuno a la que haremos frente», concluye Bravo.

kefir de lecheKéfir. Este hongo digestivo de propiedades milenarias aumenta el valor biológico de las proteínas de la leche y tiene múltiples virtudes curativos. Es rico en calcio, magnesio, vitaminas del grupo B y triptófano, con alta concentración de bacterias intestinales. Se emplea generalmente para mejorar la digestión y en casos de estreñimiento o enfermedad inflamatoria del intestino. En el período de astenia primaveral ayuda a estimular el sistema inmunológico y controlar el estrés.

Miel. Desde tiempos remotos, la miel es apreciada por su naturaleza antimicrobiana y cicatrizante. Es recomendada por la OMS como remedio natural contra la tos, resfriados e infecciones de garganta. Una o dos cucharitas en el desayuno ayuda a comenzar el día con energía, gracias a sus azúcares de rápida asimilación.

Levadura de cerveza. Este suplemento, muy completo en su composición y rico en vitaminas del grupo B, es imprescindible para el buen funcionamiento del sistema nervioso y recomendado contra depresión, ansiedad o estrés.

nueces bajaNueces. Las propiedades de estos frutos secos son tantas que han pasado a recetarse en las consultas de los cardiólogos. Sus ácidos grasos Omega 3 juegan un papel importante en la prevención de enfermedad cardíaca, pudiendo reducir el riesgo hasta un 50%. Asimismo se toman como un alimento anti estrés, debido que contribuyen para el aumento de melatonina en sangre, favoreciendo el descanso y el equilibrio emocional.

caldo depurativo bajaCaldo de verduras depurativas. Conocido coloquialmente como sopa anticelulitis o ‘quemagrasas’, este plato de sabor potente tiene mucho que ofrecer a los que se proponen a perder peso. Según la leyenda urbana, la mismísima Marilyn Monroe seguía una dieta basada en verduras depurativas para evitar la retención de líquidos y mantenerse en forma.

El apio y la cebolla son diuréticos naturales por excelencia con múltiples propiedades terapéuticos. Ayudan a reducir los niveles del colesterol en el cuerpo y favorecen la detoxificación del hígado y del sistema linfático. Además, relajan el sistema nervioso y ayudan a reconciliar el sueño.

hummus griego con pimenton bajaHummus griego. Tomado en los banquetes fúnebres de la antigua Grecia fue trasladado posteriormente a las celebraciones del Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo. Se trata de un puré consistente preparado de garbanzos machacados, aceite de oliva y pimentón rojo. «Este legumbre, rico en magnesio, folatos, zinc y triptófano, ayuda a disminuir el estrés y, en este sentido, incide directamente en el estado de ánimo», explica el especialista en nutrición.

Por su composición en ácidos grasos, el aceite de oliva virgen o extra es el alimento más similar a la leche materna. Su consumo moderado favorece la salud cardiovascular, el funcionamiento del hígado y la vesícula biliar. La elevada cantidad de polifenoles (un antioxidante natural) que contiene este ‘oro verde’ ayuda a prevenir enfermedades degenerativas como el Alzheimer, el cáncer o la diabetes, y actúa contra el envejecimiento celular.

Mosto tinto sin alcohol bajaMosto tinto. En esta bebida encontramos los beneficios del vino tinto sin fermentar con 0% alcohol. Gracias a su alto contenido en polifenoles y taninos, actúa como antinflamatorio y reductor del colesterol malo LDL.

Infusión de Azahar. Posee propiedades calmantes, hipnóticas e inductoras de la relajación, recomendada en períodos de nerviosismo, insomnio o calambres musculares.

Una onza de chocolate y una taza de cafe al día aumentan el rendimiento, crédito Gregory Gerber I ShutterstockChocolate negro. Este ‘dulce amargo’ es capaz de desatar una cadena de reacciones químicas en el organismo humano, aumentando la producción de feniletilamina, serotonina y dopamina, creando así una sensación de placidez que dura horas. Es por ello que en la antigüedad fue considerado «comida de los dioses» y los Incas, los Mayas y los Aztecas lo utilizaron como fuente de poder, energía y curación.

Hoy en día sabemos a qué se debe la sensación de «subidón» que experimentamos tras consumirlo: es debido a una alteración en la función de un neurotransmisor, denominado anandamida –derivado de la palabra ‘felicidad’ en Sánscrito–, que a nivel cerebral y de forma temporal bloquea los sentimientos de depresión y dolor. Por esta razón es muy importante controlar las cantidades para evitar a caer en una necesidad adictiva.

No obstante, en el IMEO a la hora de diseñar una dieta personalizada, a menudo recurrimos al chocolate negro, recomendable en merienda y cena, para disminuir posibles cuadros de ansiedad y facilitar la sensación de bienestar y relajación en el paciente. Además, este manjar amargo, rico en flavonoides, actúa como un potente antioxidante y protege al organismo frente a las enfermedades cardiovasculares y degenerativas, frenando el envejecimiento de las células.

Cómo podemos ahorrar en la comida, sin perder la silueta

La obesidad gana terreno a nivel mundial y la crisis económica que sufren algunos países no ayuda.
Amas de casa y expertos en nutrición coinciden en que comer sano y barato es posible, y explican cómo economizar de forma responsable al comprar y cocinar.

Eugenio Frater, EFE/Reportajes

  • «El sobrepeso u obesidad en una persona no significa que esté bien alimentada, ya que las deficiencias de algunos minerales y vitaminas en combinación con la grasa abdominal, favorecen los males de corazón, el «hígado graso» y el desarrollo de células anormales», explica Rubén Bravo, del Instituto Médico Europeo de la Obesidad, IMEO.
  • Según el informe ‘Generación XXL’ de la consultora IPSOS, en varios países la crisis ha empujado a los consumidores a buscar productos más baratos y menos nutritivos, como galletas o pizza en detrimento de la ingesta de carne, vegetales frescos o fruta.
  • «La plancha genera un gasto energético reducido comparado con el horno o el microondas, por lo que es aconsejable no abusar de estas dos últimas formas de cocinar, o utilizarlas preparando platos para varios días como los guisos u horneados», aconseja el experto del IMEO, en entrevista con Efe.

comrar sano low cost IMEOAhorrar en la compra de los alimentos es buena idea ante la «cuesta arriba de enero», lapso en que nuestros bolsillos y cuentas corrientes están desinfladas, debido a los gastos de las fiestas navideñas y las vacaciones de final de año.

En muchos hogares, sobre todo en aquellos con familias numerosas e ingresos ajustados, ahorrar en la cesta de la compra se ha convertido en una necesidad a lo largo de todo el año.

Sin embargo, no hay que economizar a costa de mermar la salud y fomentar el sobrepeso, advierten los expertos del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), destacando un reciente estudio.

Según el informe ‘Generación XXL’ elaborado por IPSOS, la tercera compañía global de investigación de mercados, «la crisis económica global es uno de los principales factores del auge de casos de obesidad a nivel mundial en los últimos años».

Según IPSOS, en varios países la crisis ha empujado a los consumidores a buscar productos más baratos y, en consecuencia, menos nutritivos.

Un ejemplo es el Reino Unido, donde las ventas de carne de cordero, vegetales frescos y fruta han bajado de forma considerable, mientras que productos envasados como galletas o pizza han crecido en los últimos 5 años.

En Gran Bretaña, el mismo informe indica que «el 23 por ciento de la población es obesa, y el 61 por ciento tiene sobrepeso». También afirman que las ventas de productos orgánicos cayeron un 15 por ciento de 2011 a 2012, y el 23 por ciento de los consumidores se dio de baja en del gimnasio.

A nivel global, el 17 por ciento de los encuestados señaló que una de las principales barreras a la hora de llevar a cabo un estilo de vida más saludable, es que «resulta caro», y el 79 por ciento apunta que «vivir mejor» es hoy en día más difícil que nunca.

En América, Brasil es uno de los países con el porcentaje más alto de personas que luchan por mejorar sus condiciones y hábitos vitales, mientras que la obesidad comienza a ser alarmante en Estados Unidos, donde el 34 por ciento de la población es obesa y el 75 por ciento sufre algún tipo de sobrepeso, según recoge el estudio.

ESTAR GORDO NO EQUIVALE A ESTAR NUTRIDO

Rubén Bravo de IMEO«Es inevitable que en una situación de crisis económica nos mostremos más susceptibles al precio y apostemos por el formato «pack familiar», «segunda unidad a mitad del precio» o los cupones con descuento promocionales, olvidando que el precio no es lo único que importa cuando se trata de comer bien», indica Rubén Bravo, portavoz del IMEO.

Según Bravo, en los países europeos más afectados por la crisis, «el creciente número de desempleados impulsa a muchas familias a recortar del presupuesto destinado a la comida, basando su dieta en productos baratos y básicos».

«En muchos casos se trata de pizzas, zumos envasados y refrescos con altos niveles de azúcar; bollería industrial y precocinados de poco precio, pero escasa calidad e índices calóricos muy elevados, lo que puede repercutir en un incremento de los casos de obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares», señala este experto.

Además, la presencia de sobrepeso y obesidad en una persona no significa que esté más saludable. Según este profesional, la deficiencia de hierro, calcio, zinc y vitaminas, en combinación con una grasa predominante visceral, es decir en la zona del abdomen, favorece los males de corazón, el hígado graso y el desarrollo de células anormales.

No obstante, «sabemos que, aún con escasos recursos, se puede hacer la cesta de compra de manera responsable y esto es beneficioso tanto para el bolsillo, como para la salud», explica el portavoz del IMEO.

Consultado por Efe sobre cómo evitar el gasto debido a que algunas comidas o bebidas se estropeen y haya que tirarlas, Bravo responde que, para no desperdiciar ningún alimento, «recomendamos realizar la compra semanalmente con un plan de menús determinados, comprando solo los alimentos y las cantidades justas».

Por otro lado, según el experto de IMEO es conveniente «aprovechar las ofertas estilo «2 x 3″ en productos susceptibles de ser congelados o no perecederos con fecha de caducidad amplia».

¿Cómo se asegura el consumidor de que está comprando un producto barato pero de una calidad aceptable para su salud?

Según Bravo, en muchos países «las asociaciones de consumidores desarrollan mensualmente una revista online y en papel, realizando comparativos de diferentes productos y grandes superficies donde analizan las mejores opciones calidad/precio de una gran gama de alimentos preparados o industrializados».

«Darse de alta o subscribirse a estas publicaciones nos aportará un punto de vista objetivo y profesional sobre las mejores opciones para nuestro carrito de la compra», sugiere.

Para comer sano a bajo precio, al elaborar y cocinar los platos «podemos reducir el coste y rebajar el riesgo de sobrepeso, utilizando una cucharada sopera de aceite en las comidas, en vez de rociar directamente desde la botella y evitar en lo posible las freidoras, que demandan gran cantidad de aceite y eso dispara el gasto mensual en aceite y coste», añade.

Respecto del ahorro derivado de la forma de preparar los platos, Bravo señala que la plancha genera un gasto energético reducido, si lo comparamos con el horno o el microondas, cuyo coste en electricidad es muy alto, por lo que es aconsejable no abusar de estas dos últimas formas de cocinar y, en caso de utilizarlas, realizar la preparación para varios días como es el caso de los guisos u horneados.

DECÁLOGO PARA COMER SANO A BAJO PRECIO

la cesta de compra de IMEOCon la colaboración de un grupo de amas de casa pertenecientes a un foro de ayuda para personas con problemas de obesidad, www.bandeados.es, el IMEO ha elaborado un decálogo de consejos para beneficiar el bolsillo, la salud y la silueta:

1.- Debemos comprar sin hambre. Cuando el apetito manda, solemos decantarnos por comida rápida de preparar, como pizzas, bollos, bebidas azucaradas o alimentos precocinados de poco precio pero escasa calidad.

2.- Ir a la compra sin prisa. Es primordial para poder procesar mejor la información del etiquetado y elegir el producto más indicado.

3.- Planificar la compra para los menús de la semana y evitar tirar las sobras. Si la familia se compone de una o dos personas, podemos usar las monodosis y comprar «packs» de tres o cuatro lonchas de embutido o postres unitarios.
Las tostadas integrales duran más que una barra de pan y permiten controlar las cantidades.

4.- Comprar la verdura y la fruta a última hora de la tarde. En algunos mercados o supermercados suelen hacer muy buenas ofertas a estas horas para no tirar el sobrante.

5.- Adquirir los yogures de medio litro en lugar de en raciones individuales. Este envase sale más económico.

6.- Comprar los productos no perecederos –leche, aceite, latas de pescado, botes de verdura, galletas…– en gran cantidad, cuando hay buenas ofertas.

7.- Los frescos, mejor por unidad. Si necesitamos dos manzanas o dos filetes, ¿por qué llevarnos un kilo o más? Adquirir un producto fresco tiene sentido solo si se consume al poco tiempo.

8.- Las legumbres engordan menos que los hidratos y cuestan más o menos lo mismo. La regla de oro que debemos utilizar, si no se quiere engordar, es más lentejas y menos arroz.

9.- El pescado es caro, pero necesario. Es fuente de Omega 3 y previene de enfermedades del corazón. Hay que consumir pescado. Si no se quiere gastar en jurel, salmón, arenque, bacalao o mariscos, se puede optar por la panga o el atún enlatado.

10.- Cuidado con el envase antes de pesar el producto. En algunos establecimientos nos pesan el producto con papeles gruesos de estraza, que pesan unos 20 o 30 gramos. Según lo que uno compra, le puedan cobrar el papel o el envase de plástico a precio de embutido, carne o pescado.

Las banderillas, el gazpacho, el salpicón de marisco y la sepia a la plancha con ajo son las tapas más saludables

Ranking del Instituto Médico Europeo de la Obesidad
Europa Press

in restaurantLas banderillas de pepinillo, anchoa o boquerón, cebolleta y aceituna; el gazpacho; el salpicón de marisco y la sepia a la plancha con ajo son las tapas más saludables, según el ránking de las mejores tapas y bebidas para la salud, elaborado por el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO).

A estas tapas le siguen los mejillones a la vinagreta; el revuelto de champiñones o setas con ajo y una rebanada de pan; el pimiento relleno de bacalao; la tapa de atún con pimiento de piquillo y pan; y el jamón con tomate.

«Gracias a esta tabla cuando nos sentemos en el chiringuito de la playa o en el bar de siempre, sabremos qué tomar y en qué cantidades, sin riesgo de engordar. Y es que, en consulta a menudo observamos que cuesta más compaginar la dieta con las vacaciones y, a la hora de pedir el menú, la gente se deja llevar por lo que piden los demás, porque huele bien o apetece, sin pensar en las consecuencias que a la larga puedan ejercer sobre la salud», ha comentado el presidente de IMEO, Rubén Bravo.

De hecho, se estima que de media los españoles consumen entre 1 y 5 tapas por persona y tapeo, aunque esta cantidad se dispara durante el fin de semana a 10 tapas por cabeza. El tiempo que pasamos de tapas y cañas ronda desde los treinta minutos hasta dos horas, coincidiendo con los horarios de la comida o cena.

«No hay que tener miedo a la tapa, ya que si seleccionamos bien, su aporte calórico puede ser bajo y hasta ‘matar nuestro apetito’ antes de comer –entre 50 y 100 kilocalorías la unidad–. Pero eso sí, debemos recordar que el consumo calórico recomendado al día para las mujeres es entre 1.300 y 1.400 kilocalorías, mientras que para los hombres éste varía entre 1.500 y 1.800 kilocalorías», ha apostillado el experto.

Por ello, ha aconsejado consumir las tapas de verduras frescas y mariscos por elevado valor nutritivo y omega 3 y ha recordado que los montaditos con pan y mayonesa, así como los fritos, son los que más engordan. En este sentido, el experto ha informado que, como norma general, se recomienda consumir los hidratos de carbono en la cerveza y el vino tinto y las proteínas en las zapas. «La cerveza es mejor tomarla por el día, ya que nos abre el apetito y a la noche tomar la tapa con una copa de vino tinto porque favorece el descanso», ha apostillado.

LAS 10 MEJORES BEBIDAS PARA EL VERANO

Por otra parte, IMEO ha elaborado un ránking con las diez mejores bebidas para el verano. Así, ha colocado en el primer escalón al té con hielo y limón por sus propiedades antioxidantes, seguido del zumo de tomate comercial y la cerveza con casera y con limón.

Asimismo, el vino tino, que mejora la salud cardiovascular; la tónica, que favorece la digestión; el zumo de melocotón comercial; la coca-cola, que mejora la atención ante un largo viaje; el gin tonic, es el combinado menos calórico; y el ron con coca-cola, completan la lista de las bebidas recomendadas por le instituto.

¿Cuáles son las bebidas que más engordan?

Si somos aficionados a tomar refrescos edulcorados, notaremos una bajada de peso con solo eliminarlos de nuestra dieta

Las Provincias

Los refrescos nos engordanUna manera inteligente de eliminar los kilos de más sin someternos a una dieta muy estricta es quitar de nuestros hábitos alimentarios aquellos productos que nos hacen engordar en mayor medida. Eliminar las grasas y azúcares, un exceso de pan u otros hidratos de carbono o sustituir los peores tentempiés por frutas son las opciones más ocurrentes, pero también podemos probar a modificar los hábitos a la hora de elegir qué bebemos.

El alcohol tiene mucha incidencia en aumentar de peso. Esto puede explicarse observando la actividad del hígado: mientras está trabajando para quemar el alcohol que el cuerpo ingiere, no puede quemar las grasas que el proceso del organismo precisa. Además, la ingesta de alcohol afecta al proceso hormonal y una de sus consecuencias es que hace que sintamos más hambre.
 
Por otro lado, si somos aficionados a tomar refrescos edulcorados, notaremos una bajada de peso con solo eliminarlos de nuestra dieta. Los azúcares añadidos significan calorías directas y más aún con los siropes de jarabe de maíz que se usan actualmente en muchas bebidas y cuyos efectos están siendo estudiados como causantes de la obesidad epidémica en Estados Unidos. Según la Asociación Americana del Corazón, los refrescos y otras bebidas con azúcar son la principal fuente de azúcares en las dietas de los estadounidenses.
 
Aunque no hay todavía investigaciones concluyentes al respecto, lo cierto es que existe una posibilidad de que las bebidas bajas en calorías influyan en la subida de peso. Para compensar la falta de azúcar, estas bebidas se basan en edulcorantes artificiales además de contener un exceso de sodio (un 200% más), lo que provoca que se retenga líquido. En consecuencia, además de aumentar peso, esto es un problema para los riñones y el hígado. Por otro lado, aunque los edulcorantes artificiales no sean a priori calóricos, causan unas bacterias en el intestino que interfieren en el metabolismo. Sin embargo, estas bebidas acaban suponiendo un problema para perder peso y para la propia salud solo si se consumen de una manera excesiva.
 
Por otro lado, las bebidas gaseosas colaboran al hecho de que comamos más y, por lo tanto, a que engordemos. Si ingerimos bebidas gaseosas cuando comemos, nos llenamos antes y creemos que estamos llenos cuando simplemente sentimos una falsa sensación de saciedad, pero fácilmente podremos volver a tener hambre al cabo de poco tiempo.
 
A diferencia de las bebidas alcohólicas o gaseosas, el té verde es una excelente opción para tomar en cualquier hora del día. Las catechinas, un ingrediente antioxidante de la bebida, estimulan que el cuerpo queme calorías. Las catechinas también se encuentran presentes en las manzanas y las moras y, aunque no sean adecuados en dietas, también en el chocolate y el vino tinto.

Disfrutar del fin de semana aunque estés a dieta ¡es posible!

Mujer de Elite / Por: Alma Borge Montoya

¿Te quedas en casa sin salir los fines de semana porque te has puesto a dieta? ¿Estás harta de echar por tierra todos los esfuerzos de la semana con los aperitivos y copas del sábado más la comilona del domingo? Deja de sufrir y descubre cómo puedes disfrutar del fin de semana sin perder de vista tu objetivo de adelgazamiento.

Si te estás preparando para el verano y te encuentras en plena dieta ¡enhorabuena! Porque vamos a contarte todos los trucos para que no tengas que renunciar a las terrazas y al tapeo aunque estés llevando un régimen para perder esos kilitos de más y presumir de cuerpazo en bikini.

De lunes a jueves seguro que no encuentras problemas, pero cuando llega el fin de semana la cosa se complica. Es más que probable que en ocasiones hayas rechazado un plan muy apetecible para no echar por tierra todos los esfuerzos de la semana. Pero vas a descubrir cómo poder disfrutar del fin de semana sin perder de vista tu objetivo de adelgazamiento.

Las bebidas

Lo primero es saber qué bebidas son las que pueden echar por tierra la pérdida de peso por su gran aporte calórico o porque te puedan hacer sentir hinchada: lo ideal es recurrir a los zumos de frutas (mejor si son naturales sin azúcares añadidos): una fuente de vitaminas como un buen zumo de naranja o un apetecible y fresco zumo de tomate son buenas opciones que no aportan grasa a tu organismo ni un exceso de azúcar.

Pero si te decantas por un refresco, la elección es sencilla ya que la oferta existente te permite elegir entre una amplia variedad de refrescos sin azúcar y con un aporte calórico de prácticamente cero. Lo ideal, que el refresco sea sin gas, pues nos puede hacer sentir hinchadas y además repercute en la acumulación de líquidos en el organismo.

Y si eres de las que no puede renunciar a una buena caña, ¡estás de suerte! Un pequeño vaso de cerveza aporta muy pocas calorías, es saludable por su bajo aporte de alcohol y también nutre, ya que no debemos olvidar que se trata de cebada, un cereal que aporta minerales y nutrientes a nuestro cuerpo. Eso sí, contiene un aporte calórico mayor y gas, además de alcohol, por tanto, no te excedas, con una cerveza es suficiente.

Una copa de vino también es una buena opción, pero recuerda, ¡siempre con moderación! Olvídate de los combinados con alto contenido en alcohol y acompañados de un azucarado refresco.

La comida

Pero a la hora de tapear o comer, también puedes elegir aquellos alimentos que menos calorías y grasas nos aporten. Olvídate de los frutos secos que suelen servirse en bares, terrazas y chiringuitos, suelen estar cargados de sal, y al estar fritos, contienen un elevado contenido en grasas.

Descarta también las frituras como las clásicas patatas fritas o rebozados (croquetas, calamares…), es mejor que elijas entre unas frescas tapas con pocas calorías como pepinillos o cebolletas con algunas aceitunas, además de los siempre deliciosos y nutritivos mejillones al vapor. ¡Son placeres que no pesan!

Olvídate de las tostas, especialmente las compuestas de salsas y carnes o quesos grasos, y aún mejor si tienes la oportunidad, pide una refrescante ensalada mixta, que además resulta muy apetecible en la época estival.

Otras opciones son el marisco, rico en proteínas y con muy poco aporte calórico, y en comidas o cenas opta por carnes de ave y pescados sin salsas, mejor al horno o plancha, acompañados de verduras o ensalada dejando aparte los arroces o patatas tan comunes en este tipo de platos.

Como verás, poniendo un poco de atención a lo que consumimos puedes seguir disfrutando del fin de semana de una manera deliciosa y sin descuidar tu dieta.