Estreno del especial Dietas a examen en Antena 3 con Chicote

Antena 3 estrena el lunes, 5 de septiembre, a las 22:30 horas, Dietas a examen, un especial en el que Alberto Chicote, con la ayuda de médicos y expertos en salud y nutrición, comprobará si las dietas más populares en nuestro país son eficaces y si son nocivas para la salud o no.
Antena3

dietasaexamen_chicote-680x382En España, según la OMS, el 23,7% de la población sufre obesidad, es decir, que 11 millones de españoles tienen este problema. Esto explica por qué el 45% de españoles se ha puesto en alguna ocasión a dieta.

El programa analizará científicamente, con la ayuda de los expertos, cada una de las dietas de adelgazamiento más populares en España: la crudivegana, la proteica, la de los días alternos o la paleolítica. ¿Son eficaces?, ¿Ponen en riesgo nuestra salud?, ¿Cómo afecta a nuestros órganos hacer caso de lo que dicen esas dietas? Para comprobarlo, varios voluntarios se someterán al tipo de dieta que ellos mismos han elegido. ¿Lograrán perder los kilos que les sobran? ¿Serán capaces de aguantar los estrictos regímenes que van a seguir?

Chicote, también a dieta

El propio Alberto Chicote ha decidido también ponerse a dieta y con la ayuda de Clotilde Vázquez, Jefa del Servicio Endocrinología y Nutrición de la Fundación Jiménez Díaz (Madrid), intentará perder peso y mejorar su salud. ¿Lo logrará?

Las dietas que se someterán a examen:

– Dieta proteica: Se basa en la ingesta masiva de proteínas, eliminando de nuestra alimentación las fuentes de fibra y carbohidratos. Con ello se pretende que el cuerpo utilice otra energía alternativa a la glucosa y consuma las reservas de grasa del organismo.

– Dieta crudivegana: Este tipo de alimentación se centra en el consumo de frutas y verduras crudas o cocinadas a baja temperatura eliminando grupos alimenticios completos como: carnes, pescados o lácteos. Los crudiveganos piensan que los alimentos pierden sus propiedades nutritivas al ser cocinados.

– Dieta paleolítica: Elimina de nuestra alimentación todos los alimentos procesados y nos remite a las pautas alimenticias de los primeros hombres. Su premisa es que nuestro cuerpo no ha tenido tiempo de adaptarse a los cambios vertiginosos de la sociedad y a los nuevos alimentos que han surgido desde el inicio de la agricultura y la ganadería, que surgieron a partir del neolítico.

– Dieta de días alternos: Divide las pautas alimentarias de la semana en tres tipos de días: días de régimen, en los que se consume poca cantidad de calorías; días depurativos, con una dieta muy ligera a base de caldos depurativos y zumos y días sociales, en los que se puede comer, prácticamente, de todo. Los creadores de esta dieta argumentan que así se compensa la ingesta de calorías y se evita la monotonía, que a veces nos lleva a abandonar los regímenes.

Dieta mediterránea por intercambios de alimentos: Es la dieta que va a seguir Chicote. Está basada en el patrón de alimentación mediterráneo, limitando las calorías que ingerirá cada día y complementando la dieta con el ejercicio físico. Es muy sencilla de seguir, es una dieta clásica que utiliza todos los productos generados por la agricultura y la ganadería de países mediterráneos, como es España. Con ella se ingieren cada día las cantidades diarias recomendadas de cada grupo de alimentación, sin excluir ninguno de ellos y utilizando el aceite de oliva en la cocina y aderezos.

Los expertos más destacados que ayudarán a Alberto Chicote a comprobar la eficacia de las dietas serán Clotilde Vázquez (Jefa del Servicio Endocrinología y Nutrición de la Fundación Jiménez Díaz (Madrid), Ángela Candelas (Dietista-nutricionista de la Fundación Jiménez Díaz), Nieves Palacios (Jefa Endocrinología y Nutrición Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte), Irene Bretón (Especialista en endocrinología y nutrición del Hospital Gregorio Marañón (Madrid), Álvaro Campillo (Cirujano digestivo en el Hospital Morales Meseguer de Murcia y experto en dieta proteica), Ana Prieto (Dietista-nutricionista de la Fundación Jiménez Díaz), Cristina Santiago (Nutricionista vegana), Cristina Muñoz (Coach en salud), Estefanía Ramo (Nutricionista del Instituto Médico Europeo de la Obesidad), Paris Fernández (Médico especialista de familia y evolutiva. Experto en dieta paleolítica) y Magda Carlos (Médico nutricionista en el departamento de nutrición de la Clínica Eugin de Barcelona).

Los peligros de la famosa dieta ‘souping’ de los famosos

No ayuda a adelgazar y provoca desequilibrios en la pirámide alimenticia

Ideal.es
dieta soupingNo existen dietas milagro. Partiendo de esta base hay que tener en cuenta que la mejor dieta es comer de todo, de manera racionalizada y equilibrada. Un exceso en algún tipo de nutriente hace que la dieta se altere provocando cambios severos en el organismo.

La denominada dieta ‘souping’ es la última que está causando controversia en ese sentido. Muy popular entre las famosas que incluso la publicitan, dicen de ella que ayuda no solo a desintoxicar el organismo sino a adelgazar. Mediante la ingesta de verduras aseguran que se logra mantener un cuerpo sano y delgado.

Pero eso es una verdad a medias. Primero porque dependiendo del tipo de persona, seguir esta dieta hará que pueda perder más o menos peso. Pero en ningún caso esa pérdida se debe tener en cuenta como algo positivo ya que lo que se rebaja es sobre todo la masa muscular. Con ello se favorece a que una vez terminada la dieta milagrosa se produzca un efecto rebote.

Además de ello, mantener este régimen alimenticio es perjudicial para la salud. Si se consumen exclusivamente verduras, tal y como proponen quienes la recomiendan, se está dejando de lado otros nutrientes que son esenciales para el correcto funcionamiento del cuerpo. El organismo necesita hidratos de carbono, azúcares, proteínas y por supuesto calcio y potasio que en su justa medida sí pueden configurar una dieta adecuada para cada tipo de persona.

Las claves de la alimentación durante la lactancia

En este periodo, las madres necesitan más nutrientes y calorías para generar leche suficiente y de calidad

La Nueva España
lactanciaLa lactancia materna es un periodo en el que la mujer precisa mayores requerimientos nutricionales y un aumento de la ingesta calórica, de unas 500 kilocalorías más al día, ya que afecta significativamente al volumen de leche y a su composición en nutrientes.

Así lo ha señalado la responsable de Nutrición y Salud de la Federación de Industria de Alimentos y Bebidas (FIAB), Carolina Muro, que recuerda no obstante que la calidad de la leche también depende, además de la nutrición materna, del número de veces y la fuerza de la succión del niño y la edad gestacional de la madre en el momento del parto.

En términos generales, las mujeres lactantes producen entre 500 y 700 mililitros de leche al día, con un elevado valor energético y rico contenido en micronutrientes, lo que hace que tengan mayores requerimientos de energía que las mujeres no lactantes.

El consumo de proteínas es fundamental en este periodo y «al menos el 50 por ciento de las proteínas deben ser de alto valor biológico», señala Muro. Además, se recomienda consumir entre un 30-35 por ciento de lípidos, principalmente aquellos que provienen del pescado azul, ya que los lactantes consiguen mejores resultados en las pruebas de evaluación neurológica.

Los hidratos de carbono también son fundamentales en esta etapa pero se puede mantener el mismo porcentaje que las mujeres no lactantes, y deben aportar entre un 50-55 por ciento de las kilocalorías totales ingeridas.

Micronutrientes

Además, esta especialista recuerda que «durante la lactancia los micronutrientes como el hierro, el calcio y el yodo son fundamentales». El hierro se encuentra en alimentos animales y vegetales como la carne, hígado, huevos, pescado, almejas, mejillones, legumbres, acelgas o espinacas.

Por otro lado, el calcio contribuye al mantenimiento de los huesos y su déficit puede aumentar el riesgo de osteoporosis en la madre los años posteriores. Durante la lactancia, las necesidades son especialmente elevadas para la producción de la secreción láctica, por lo que se debe asegurar su aporte recomendando con un consumo diario entre 1200-1500 miligramos al día de calcio en la dieta.

Para ello, se aconseja consumir alimentos ricos en calcio como leche, yogur, cuajada, queso, acelgas, espinacas, escarola, frutos secos (almendras, avellanas, nueces) y legumbres (soja, lentejas, alubias, garbanzos).

Y para que el recién nacido mantenga unos niveles óptimos de hormonas tiroideas, las mujeres lactantes deben tomar como mínimo 200-290 microgramos de yodo diario, que se encuentra en el pescado de mar; caballa, verduras, carne, huevos, marisco, además de utilizar, como recomendación, sal yodada.

Los requerimientos de vitaminas, tanto liposolubles como hidrosolubles, se ven incrementados durante la lactancia, especial relevancia adquiere la vitamina A por su papel en el sistema inmunitario, en la visión y en la diferenciación celular, que debe incrementarse 500 microgramos al día con respecto a una mujer no lactante. La vitamina A predomina en vegetales de hoja verde, así como en tomate, zanahoria y el pimiento.

Las vitaminas hidrosolubles (las del grupo B) deben aumentarse entre un 30 y un 50% con respecto a una mujer adulta no lactante, están presentes en multitud de alimentos como vegetales, frutas, legumbres, cereales, lácteos, carne.

Después del pecho? ¿qué?

Aproximadamente cuando el bebé cumple medio año es necesario el aporte de otros alimentos, al tiempo que se despierta la curiosidad por nuevos sabores y texturas. Por eso, los expertos aconsejan empezar a introducir en su dieta nuevos alimentos.

A partir de los 4-6 meses se introduce de manera gradual, fruta, verduras, hortalizas y cereales sin gluten. Y a partir del sexto mes, ya con gluten. Con medio año de vida se pueden comenzar a incluir en la alimentación carnes magras, quitando la grasa visible y la piel de las aves.

A partir del octavo o noveno mes se pueden introducir pescado y huevos, y al año pueden comenzar a comer legumbres. Hasta los dos años no se deben incorporar las frutas tropicales, y de manera individual para detectar posibles alergias.

Fuentes EP

Las mujeres con menopausia pueden engordar entre 5 y 10 kilos

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En tres de cada cuatro mujeres el tamaño de la cintura aumenta durante la vida adultaLas mujeres con menopausia pueden engordar entre 5 y 10 kilos durante esta etapa por no llevar una alimentación adecuada y unos hábitos de vida saludables.
Coincidiendo con el Día Mundial de la Menopausia, que se celebrará este sábado, el Intituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) recordó que esta etapa es “crucial” para la mujer en el plano biológico porque es donde aumenta el riesgo de sufrir alteraciones físicas, mentales y emocionales, que pueden desencadenar en un aumento de peso significativo de hasta dos tallas de ropa.
Según explicaron los expertos, con la llegada de la perimenopausia, entre los 45 y los 50 años, el cuerpo femenino entra en “declieve” produciendo menos cantidad de estrógeno y progesterona, hormonas que inciden de forma directa en la acumulación de grasa y en la pérdida de masa muscular, algo que se irá acentuando con la edad.
Concretamente, el portavoz del IMEO, Rubén Bravo, dijo que la mujer sufre un desorden endocrino durante la menopausia que favorece la pérdida de masa muscular, así como el aumento de los adipócitos grasos en número y tamaño, junto a la ralentización de la tasa metabólica y la disminución del metabolismo basal, es decir, el cuerpo de la mujer durante esta nueva etapa pierde eficacia para utilizar la grasa almacenada como fuente de energía.
Asimismo, aseguró que estos desórdenes trascienden al perfil emocional de la mujer provocando, en muchos casos, ansiedad y depresión que pueden derivar en trastornos relacionados con la alimentación.
Para evitar este aumento de peso, los expertos recomendaron realizar ejercicio físico de manera habitual, al tiempo que destacaron la necesidad de incrementar la dosis de consumo de calcio.
También aconsejaron moderar el consumo de frutas, priorizar el consumo de verduras (espinacas, brócoli, calabaza, coliflor o berenjenas), así como aumentar el consumo de grasas saludables, como el aceite de oliva, y disminuir el consumo de grasas menos recomendadas, como embutidos, bollería y fritos, entre otras recomendaciones.

Qué beber, si practicamos deporte en el invierno

¿Es necesario ingerir líquidos durante el ejercicio?, ¿qué cantidad?, ¿es mejor tomar agua o bebidas isotónicas?, ¿qué diferencia hay?… Tome nota de lo que recomiendan los especialistas.

Subetudeporte, por Ágata Alvárez

BEBIDAS ISOTÓNICASMucha gente se pregunta si debería beber si hace ejercicio y qué beber: beber es necesario, vital e imprescindible si estamos entrenando, y el agua sigue siendo la mejor hidratante ya que nos ayuda a eliminar toxinas y a regular la temperatura corporal.

Para mantenerse bien hidratado durante el ejercicio físico, el Colegio Americano de Medicina Deportiva recomienda que:

  • Se tome aproximadamente 2 o 3 vasos  de agua durante las dos o tres horas antes del entrenamiento.
  • Se puede beber entre  ½  y 1 vaso  de agua cada 15 a 20 minutos durante el tiempo que dure al actividad.

La cantidad puede variar dependiendo del tamaño de la persona y el clima en el que se haga el ejercicio físico. Ahora en invierno la hidratación sigue siendo importante, pero las necesidades de líquido suelen disminuir porque normalmente se suda menos. Según la velocista y saltadora Loles Vives: “hay personas que pese al frío siguen teniendo tasas de sudoración altas y necesitan hidratarse casi igual que en verano”. Por eso hay que prestar atención al hecho de ir muy abrigado, a veces se utiliza un tipo de prendas poco transpirables con las que se suda incluso más y en estos casos también la hidratación es importante y debe cuidarse: “Aunque haga frío siempre se suda algo. Incluso los nadadores especialistas de aguas abiertas sufren deshidrataciones” , asegura la deportista además bióloga especialista en nutrición deportiva. Se pueden tomar aproximadamente 2 o 3 vasos  de agua después del entrenamiento por cada 0,5 kg de peso que se pierda durante los ejercicios. Sin embargo, si se hace ejercicio durante más de 60 minutos se puede recurrir a una bebida isotónica para recuperar la hidratación tras largas sesiones o actividad muy exigente asegura Loles Vives, recordwoman mundial 60m y primera mujer española en romper la barrera de los 12 segundos en 100 metros.

Una hora de ejercicio intenso suele producir un gasto energético de unas 750Kcal. “Todo depende de las características de la persona y la intensidad del ejercicio” confirma Rubén Bravo, nutricionista del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO).

Las bebidas isotónicas pueden ayudar a mantener el equilibrio electrolítico del organismo y darle un poco más de energía porque contienen sodio, azúcar y minerales. Las bebidas rehidratantes o deportivas pueden hacerse en casa, sólo hace falta: sal, bicarbonato sódico y azúcar en un zumo de frutas natural. Otra cosa muy distinta son las bebidas energizantes, una bebida energética suele aportar unas 150 Kcal, están compuestas por taurina, cafeína y azúcares simples. Son potentes estimuladores de la insulina, cuya función es acelerar el uso de nuestra glucosa para generar energía, por lo que desde el Instituto Médico Europeo de la Obesidad se desaconseja estas bebidas en aquellas personas que busquen la pérdida de grasa corporal realizando actividad física, al igual que en personas con riesgo cardiovascular, ya que éstas bebidas aumentan considerablemente el ritmo cardiaco.

¿Se puede hacer ejercicio si hemos bebido la noche anterior? El ejercicio físico aumenta la velocidad de metabolización del alcohol, pero esto no se aprecia hasta pasadas al menos dos horas nos asegura Rubén Bravo. Si se consumen un par de copas o más, el hígado las metaboliza en acetato, un elemento residual utilizado por el cuerpo utiliza en lugar de las grasas como combustible.

La práctica de ejercicio físico ayudaría al organismo a quemar más rápido el acetato y volver a la normalidad. Si hemos bebido más de la cuenta en la cena, han pasado unas 7 horas durante cuales hemos dormido, pero aún sentimos la resaca, estaría bien procurarnos una buena hidratación y media hora de ejercicio moderado. Correr en la cinta o en el parque,  pedalear (ir en bici o utilizar la estática), hacer remo o el patinaje son buena opción, ya que estimularían el aparato cardiorrespiratorio y nos ayudaría a eliminar las toxinas del organismo.

Dieta Dukan: no funciona en el 80% de los casos

La popular dieta Dukan sigue recibiendo críticas. La gota que colma el vaso es la primera encuesta seria y amplia sobre el tema. Los resultados son contundentes: un 80% de los que la hacen recuperan todo el peso perdido antes de que pasen 4 años desde el momento en que se pusieron a régimen.

Fuente: Web oficial de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU)

Probablemente el nutricionista francés Pierre Dukan no pasará a la historia por hacer milagros. Su método promete espectaculares y duraderas pérdidas de peso, pero lo único que acumula son críticas y alertas emitidas por autoridades científicas y sanitarias.

Tanto la Agencia de Seguridad Alimentaria y Nutrición como la Asociación Española de Dietistas y Nutricionistas han considerado pertinente avisar de los efectos perniciosos de la dieta Dukan, que ha aterrizado este año en nuestro país, acompañada de una hábil estrategia de marketing y de la fuerte presencia de los libros de Pierre Dukan en las tiendas.

Dukan tampoco es profeta en su tierra. En Francia, los expertos de la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria no se limitan a desaconsejar este «régimen desequilibrado», sino que lo asocian al posible desarrollo de cánceres y enfermedades cardiovasculares a largo plazo.

La primera encuesta seria sobre el método Dukan

La escasez de estudios científicos sobre el método Dukan ha motivado que el grupo francés CCM Benchmark, con gran reputación en la investigación e información sobre nutrición, haya realizado una amplia encuesta. El principal objetivo era comprobar si las personas que seguían esta dieta (en su mayoría mujeres), eran capaces de perder peso y no recuperarlo con el paso de los años. 

Casi 5.000 «dukanianos» respondieron a la encuesta, que ha sido publicada en la revista médica Obésité del mes de junio. Los resultados hablan por sí solos.  

Dejando a un lado sus peligrosos efectos secundarios y contraindicaciones, la dieta Dukan sirve para perder peso. En ocasiones, mucho peso. Pero pasado un tiempo todos esos kilos se recuperan:

  • Menos de un año después de empezar la dieta Dukan, el 35% de los encuestados ya había recuperado todo el peso perdido.
  • Pasado un año, el 48% había vuelto a ganar los kilos que se había quitado.
  • Cuando habían transcurrido 2 años, el 64% de los encuestados había recuperado el peso perdido.
  • Tres años después de Dukan, el 70% de sus fieles volvía a su peso habitual.
  • Cuatro años después de sumarse al régimen Dukan, el 80% de los encuestados pesaba igual o más que antes de empezarlo.

Estos datos concuerdan con los pocos precedentes científicos sobre Dukan que existen. En su análisis de 2009, las autoridades francesas eran aún más tajantes: el 80% recuperaba peso durante el año siguiente a la finalización del método Dukan. Y el estudio de Anderson (2001) destaca que la recuperación de peso se acelera durante los años siguientes.

Si no lo consigues… será por tu culpa

La encuesta de CCM Benchmark presenta un panorama en el que prácticamente la mitad de las personas que hacen la dieta Dukan recuperan el peso perdido en menos de un año. Y otros datos que indican que, a medio y largo plazo, este método es tan poco eficaz como el resto de dietas restrictivas. 

Una de las principales razones es que muchos de los que la hacen no consiguen llegar a la llamada fase de «estabilización», un periodo que según las teorías de Pierre Dukan sirve para consolidar y mantener la pérdida de peso. Dos terceras partes  de los «dukanianos» que fracasan durante el régimen no llegan a estabilizarse jamás, y lo que es más grave: un 60% interpreta que ha sido por su culpa

Los sentimientos de culpa son solo algunas de las consecuencias psicológicas asociadas a las dietas restrictivas y que están bien documentadas en la literatura científica. Otras son el descenso de la autoestima y los síntomas depresivos. Ajeno a toda crítica, Pierre Dukan plantea su método como un esfuerzo de superación en el que, si fallas, es tu culpa; y si consigues perder y mantener peso, es mérito del autoproclamado «nutricionista más leído de todos los tiempos en Francia».

Teoría de la conspiración y efecto yoyó

En medio de la polémica, la reacción del propio Dukan provoca desconcierto. En lugar de refutar con argumentos, habla de una conspiración en su contra, según él organizada por médicos, nutricionistas, autoridades sanitarias… En Internet y redes sociales se ha difundido la idea de que el método ha crecido gracias al boca a boca, sin ayuda de campañas promocionales. Incluso es posible encontrar comentarios que aseguran que los libros de Dukan son gratis, algo difícil de conciliar con su presencia en los estantes más visibles de las principales librerías y grandes superficies de España.  

Adentrarse en una senda de pérdida de peso que luego se recupera. ¿A cambio de qué? Los especialistas, como Javier Aranceta, presidente de la Sociedad Española de Nutrición, hablan de «sobrecarga importante en el organismo» como consecuencia de realizar la dieta Dukan. A esto hay que sumar que una tercera parte de los que fracasan con Dukan vuelve a intentarlo, según datos de la encuesta de CCM Benchmark. ¿Una dieta adictiva?

Es el llamado «efecto yoyó«: el obeso cae en un círculo vicioso en el que primero pierde mucho peso en poco tiempo, después lo recupera y se culpabiliza, finalmente vuelve a los brazos de su dietólogo de cabecera y el círculo empieza de nuevo. 

Los consejos de la OCU: menos dogmas, más realismo

La OCU desaconseja la dieta Dukan y otras dietas restrictivas debido a sus efectos indeseables, y coincide con Boris Hansel, endocrino del hospital parisino Pitié-Salpêtrière, cuando dice: «Si es necesaria una pérdida de peso importante se debe consultar a un experto en obesidad. Cuando se trata de perder unos pocos kilos, hay que evitar las dietas restrictivas y sugerir un cambio en el estilo de vida, poniendo especial énfasis en la actividad física». Actividad física moderada y progresiva, que nos ponga en forma sin perder el aliento. 

Promesas que no se cumplen: ¿una cuestión de fe?

La incredulidad de muchos «dukanianos» hace que sigan a su líder sin dar crédito a las repetidas advertencias de autoridades y eminencias. El endocrino Boris Hansel lo explica así: «Es lógico que las personas busquen un tratamiento eficaz a corto plazo. Es tentador seguir este tipo de regímenes bien escritos, populares y que dan resultados rápidamente. En cambio, poner en cuestión un estilo de vida es un proceso difícil, largo y cuyos efectos son menos espectaculares. No es culpa de la gente, es humano». 

Los nutricionistas explican que la supresión de los carbohidratos prescrita por Dukan provocará primero una gran perdida de agua, después masa muscular, y solo al final perderemos grasa. ¿Y si nos dejamos la autoestima por el camino?

Un régimen que se nos vende como una solución a nuestro estilo de vida, algo que durará «para siempre» (en palabras del doctor Dukan). Pero la realidad nos dice que un 80% de las personas que lo llevaron a cabo recuperaron todo el peso perdido en un máximo de 4 años. En el milagro del doctor Dukan hay algo que no cuadra.