Ranking de las mejores y peores dietas para perder peso en 2020

El IMEO lanza la séptima edición de la clasificación Top 5 de las mejores y peores dietas para perder peso en el 2020, teniendo en cuenta su popularidad, posible efecto rebote y cómo afectan la salud a largo plazo

Por séptimo año consecutivo el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) lanza su tradicional clasificación con algunas de las dietas que han cobrado protagonismo en España a lo largo del último año, dejando claro que no todo lo que está de moda vale para lograr una pérdida de peso saludable. En dos listas independientes, en orden descendente de uno a cinco, los expertos del Instituto enumeran las mejores y peores dietas que seguirán marcando tendencias en 2020.

El Ranking del IMEO está respaldado por una veintena de expertos en obesidad y cuidado de la salud, entre ellos médicos endocrinos y cirujanos bariátricos, nutricionistas clínicos y deportivos, dietistas, psicólogos, terapeutas y entrenadores físicos. Se nutre de casos reales, estudios científicos, novedades y tendencias recogidos de los Medios y las redes sociales, así como de las búsquedas registradas para España en Google Trends.  

Los expertos del IMEO insisten en la necesidad de seguir una dieta equilibrada dentro de un estilo de vida saludable

«Este año nos hemos vistos desbordados por las tendencias en dietética que emergen y rompen con fuerza en las redes sociales y la enorme popularidad entre sus seguidores explica la elección de la gran mayoría de las dietas que componen esta séptima edición de nuestro ranking”, explica Rubén Bravo, portavoz y experto en nutrición del Instituto. Ante los nuevos retos de la nutrición actual, apelan a evitar las “dietas milagro” por sus efectos negativos sobre la salud. Los métodos de adelgazar saludables se basan en evidencias científicas, proponen una pérdida de peso paulatina, no superior a los 1,5Kg por semana y los 6Kg al mes. Se sirven de todos los grupos de alimentos restringiendo sólo las cantidades y son de gran ayuda a la hora de mantener un estilo de vida saludable.

Top 5 de las dietas menos indicadas para 2020

Agresivas y muy restrictivas, prometen perder mucho peso en poco tiempo, siendo insostenibles a largo plazo. Carecen de sustento científico y a menudo recurren a productos “milagro”. Con garantizado efecto rebote y efectos secundarios que comprometen la salud. Desaconsejadas para lograr una pérdida de peso saludable.

Las dietas milagro suelen ser muy agresivas y descompensadas; no funcionan a largo plazo y tienen numerosos efectos adversos en la salud, además de un asegurado efecto rebote.
  1. La dieta del vinagre

Por otro año consecutivo el ranking de las peores dietas del año desaconsejados por IMEO es encabezada por una monodieta que se centra en la ingesta exclusiva de un solo producto durante varios días. Se trata de la dieta del vinagre que se hizo viral debido a la muerte de una joven británica. Puesto que la lista de famosas que respalda este método para adelgazar, se encabeza por nombres, como Miranda Kerr y Victoria Beckham, no debemos subestimar su influencia y riesgos.  

Se trata de una dieta agresiva que explota como fundamento un estudio realizado en Japón hace una década que atribuye la pérdida de peso corporal al efecto del ácido acético del vinagre sobre el metabolismo de los lípidos. “Los resultados demostraron que, con la ingesta diaria de 30 ml de vinagre de manzana, se podían perder unos 150 gramos por semana que es insignificante, lejos de bajar 5 kilos en 3 días augurados por algunos seguidores de esta práctica”, apostilla la nutricionista clínica del IMEO Carmen Escalada. En realidad, combinar ayunos descontrolados con ingestas mínimas y vinagre a diario puede comprometer nuestra salud y agravar enfermedades ocultas o sin detectar, como diabetes, úlcera, gastritis u osteoporosis, entre otras.      

Las monodietas se proponen una bajada de peso sustancial y rápida y normalmente lo consiguen a corto plazo con la reducción drástica de la ingesta calórica. A partir de aquí todo son inconvenientes: riesgo de déficit de nutrientes y energía, pérdida de agua y masa muscular y un temible efecto rebote que nos acecha a largo plazo. Son difícil de encajar en un estilo de vida saludable: empeoran nuestros hábitos y generan ansiedad, irritabilidad y decaimiento.

2. La dieta del polvito

Las dietas con suplementos tipo Pronokal están en auge, debida su accesibilidad y al hecho que prometen perder hasta 4 kilos en una semana. Suelen ofrecer, junto con el asesoramiento nutricional, una amplia gama de productos dietéticos en forma de polvos que se emplean para preparar sopas, tortillas, pasta, chips, salsas, barritas, batidos, galletas, chocolates y postres, a las que hemos de sumar múltiples complejos minerales y vitamínicos.

Son productos excesivamente caros y no por ello justifican que cumplirán su propósito o meta. A largo plazo “la dieta del polvito” es difícil de seguir y tiene un fuerte efecto rebote. En España lo pudimos ver casi en directo con el cambio en la imagen de la presentadora televisiva Carlota Corredera que, tras perder 60 kilos con este método, ha comenzado a recuperar peso.     

“Los suplementos proteicos, habituales en este tipo de dietas, antes se podían adquirir sólo bajo prescripción de un endocrino o nutricionista; ahora se pueden comprar sin receta en tiendas a pie de calle y online”, apunta la nutricionista del IMEO Andrea Marqués. Las personas que desesperadamente desean perder peso muchas veces no son conscientes de los riesgos que ocultan. Tomados sin supervisión pueden empobrecer nuestra dieta y desplazar el consumo de frutas, verduras y proteínas de calidad. Además, los suplementos proteicos no son poco calóricos, por lo que debemos tener cuidado al incluirlos en nuestra alimentación, aunque sea de manera puntual. Nunca deben emplearse para realizar dietas cetogénicas sin supervisión médica o del nutricionista, ya que éstas pueden conllevar riesgos para la salud, como intoxicación hepática y renal, o déficit de vitaminas y minerales. 

3. Keto dieta

Esta dieta seguida por famosas como Kim Kardashian promete bajar hasta 12 kg en 1 mes y fue una de las más buscadas en España según los datos de Google Triends para el año pasado. Se basa en la cetosis, la transformación de las grasas acumuladas en cuerpos cetogénicos para que puedan ser usados como combustible por nuestro organismo. “Cuando remitimos la cantidad de hidratos de carbono –pasa al tercer día de estar tomando menos de 15 gr de carbohidratos diarios–, nuestro glucógeno o reserva energética disminuye, obligando al cuerpo a tirar de las reservas de grasa y así bajar de peso”, explica Estefanía Ramo, nutricionista y dietista del IMEO.

Estamos ante una dieta poco saludable, recalcan los expertos del Instituto que promueve el consumo excesivo de grasas y proteínas que sacian mucho, pero cuestan más ser digeridos que los hidratos de carbono. Eso explica algunos de los síntomas del malestar general y efectos adversos que provoca la cetosis, tales como dolor de cabeza y mareos ante la falta de energía, mal aliento y sequedad en la boca, sudoración fuerte, falta de apetito, náuseas o incluso vómitos, dolor abdominal, dificultad al respirar y decaimiento, pérdida de calcio y riesgo de osteoporosis, aumento del cortisol en sangre cuyo exceso puede llegar a producir sensación de estrés y ansiedad.

Los que de todas formas están decididos en hacen esta dieta, deben seguir un proceso riguroso a la hora de incorporar progresivamente los carbohidratos en su menú, tras finalizar el régimen, para evitar el esperado efecto rebote. Este proceso suele durar desde dos semanas a varios meses, dependiendo del peso que se haya perdido.

4. La dieta del influencer sin titulación

Es un fenómeno que mueve millones y arrasa en plataformas como Instagram, Facebook o YouTube: los influencers de comida y estilo de vida saludable. Sin tener las credenciales correspondientes, se embarcan en el mundo de la nutrición y el deporte, trasladando consejos que ellos mismos no practican sin una cámara delante, incitando al seguidor mediante propuestas hábiles de marketing al consumo de productos naturales o adelgazantes que, en muchas ocasiones, no son tan saludables o cuyos beneficios no son demostrables, constituyendo un arma de doble filo para los profesionales que también trabajan en estas plataformas.  

“A menudo tenemos que desmitificar bulos sobre métodos agresivos para perder 5 kilos en dos semanas”, señala la nutricionista clínica y deportiva del IMEO Sonia Peinado, porque no existe una “fórmula milagrosa” a la hora de bajar de peso. Si nos dejamos guiar a distancia por el éxito ajeno sin un seguimiento profesional, lo más probable es no alcanzar la meta, acabar con más sobrepeso que el inicial, desarrollar un déficit nutricional o algún trastorno alimenticio, comprometiendo nuestro estado de salud a causa del desconocimiento. Para evitar caer en las redes del influencer aficionado, la experta aconseja asegurarse que éste cuenta con un número de colegiado, que al menos las primeras consultas se realicen de forma presencial, que la dieta sea personalizada y que, después de todo, no se trate de la venta de productos adelgazantes que no hayan pasado los controles sanitarios correspondientes.  

5. Dieta paleo

Es la favorita de los deportistas de élite, como los futbolistas Marcos Llorente y Rafa Usín, que permite perder 3 kilos de grasa en 10 días. Como su nombre indica, se trata de un plan de alimentación similar al del cavernícola del paleolítico donde se prioriza el consumo de carnes magras, pescado, huevos, lácteos orgánicos, frutas, vegetales, frutos secos y semillas, y se excluye el grano (trigo, arroz, maíz, avena). Los seguidores de la paleo dieta sostienen que el cuerpo humano es incompatible genéticamente con la alimentación actual que incluye comidas procesadas ricas en azúcares, grasas y sal que hace las personas más susceptibles a enfermedades como la diabetes mellitus, obesidad, enfermedades cardiovasculares, hipertensión o inflamación del colón.

“Con un seguimiento profesional, esta dieta podría funcionar a deportistas o a personas que buscan mejorar su rendimiento físico y muscular”, indica la nutricionista clínica y deportiva del IMEO Inmaculada Luengo. El alto contenido de frutas y verduras asegura unos adecuados niveles de potasio, buena presión arterial y correcta función de los riñones y del músculo. Es una dieta apta para celiacos y previene el estreñimiento, debido a su aporte de fibra. Se realizan un máximo de 3 ingestas al día, con períodos de ayunos intermitentes que permite descansar a nuestro sistema digestivo e inmunitario.

En cuanto a los inconvenientes, un estudio realizado por científicos australianos[1] hace poco reveló que la dieta paleo puede tener un efecto adverso sobre la salud del corazón, además de conducir a otras enfermedades crónicas a largo plazo, debido que excluye del menú los carbohidratos de los granos enteros, lo que influye a tener un inferior número de bacterias beneficiosas en el estómago.

Al ser una dieta con exceso de proteínas, puede doblar la cantidad recomendada de grasas saturadas, aumentar los niveles de colesterol “malo” y afectar el funcionamiento de hígado o riñón. Puede acarrear déficit de calcio, vitaminas D y B. Es más cara y difícil de variar en cuanto a los alimentos, lo que a menudo conlleva a su pronto abandono.

Top 5 de IMEO de las dietas más saludables

Sostenibles en el tiempo y sin efecto rebote. Contribuyen a llevar un estilo de vida saludable. Se proponen una pérdida de peso moderada, hasta 1,5Kg por semana y no más de 6Kg al mes. Se nutren de todos los grupos de alimentos teniendo en cuenta su distribución, biodisponibilidad y las cantidades para garantizar el buen funcionamiento de nuestro organismo. Normalmente monitorizados por endocrinos, nutricionistas o dietistas.

Quemar grasa y definir músculo, son entre los objetivos que buscan los hombres
  1. Método Evolution

Según Rubén Bravo, experto en nutrición y portavoz del IMEO, el Método Evolution “es una apuesta multidisciplinar a corto, medio y largo plazo que incorpora no sólo pautas nutricionales y de actividad física, sino también complementos alimenticios y técnicas de coaching, crecimiento personal y mindfulness como herramientas de ayuda para conseguir objetivos de salud y reforzar la motivación”. Permite perder 5 kilos de grasa en un mes de forma saludable y es aconsejado a personas que buscan compaginar un estilo de vida activo con mejora en la condición física.

El plan de alimentación está orientado a favorecer el uso de grasa como fuente de energía a través de la nutrición inteligente avalada por evidencia científica. Esto implica tomar alimentos de bajo y medio índice glucémico para estabilizar los niveles de azúcar en sangre y propiciar vitalidad y evitar la sensación de hambre; cantidades adecuadas de proteínas de alta biodisponibilidad que alimentan al músculo; grasas saludables que favorecen el sistema hormonal; alimentos de alta densidad nutricional para descartar carencias de micronutrientes o desnutrición.

Si seguimos una dieta descompensada y baja en proteínas, adelgazaremos, pero los kilos que perdamos serán en parte de masa muscular, haciendo que nuestro organismo se ralentice y gaste menos calorías en reposo. “Cuando terminemos la dieta y volvamos a comer normal, nuestro cuerpo, que ahora gasta muchas menos calorías porque tiene menos masa muscular, empezará a almacenar la energía sobrante en forma de grasa y experimentaremos el temido efecto rebote, volviendo a engordar”, explica Bravo. Es por ello que el método plantea tres fases diferentes para acostumbrar y adaptar a nuestro metabolismo a todos los grupos de alimentos: una primera de activación metabólica e iniciación en la actividad física; la segunda, diseñada para aposentar los nuevos hábitos saludables; y una tercera fase fit. “Es la recta final para definir el tono muscular, reducir al máximo la grasa corporal, trabajar para combatir el envejecimiento prematuro, la ansiedad y los problemas de sueño, entrenar la memoria y aumentar las defensas, reforzando la motivación y el pensamiento positivo con técnicas mindfulness, y el afianzamiento en el estilo de vida saludable, activo y preventivo”, concluye el experto.

2. Realfooding

La actriz Paz Vega, amante confesa de la comida sana, fresca y orgánica, encajaría en este movimiento social que cuenta con más de 2 millones de seguidores en las redes. El método, bautizado como “realfooding” por el nutricionista Carlos Ríos, apela a suprimir al máximo de nuestro menú los productos ultraprocesados y el efecto adictivo que puedan tener, pasándonos a una alimentación natural y saludable. Por tanto, no estamos ante una dieta, sino ante una propuesta de pautas saludables que nos puede ayudar a perder entre 0,5 y 1 kilo a la semana.

Los que siguen este planteamiento dividen los alimentos en tres grandes grupos en función de su naturaleza, calidad nutricional o la presencia de ingredientes procesados y aditivos. El primer grupo incluye frutas, verduras, hortalizas, legumbres, pescados, mariscos y huevos que serían la base de la alimentación diaria. El segundo está constituido por los procesados saludables, entre leche UHT, aceite de oliva virgen extra, pescados enlatados o pan 100% integral. El tercer grupo se refiere a los ultraprocesados, como refrescos, lácteos azucarados, snacks salados o bollería, que pueden ser nocivos para la salud, debido a las altas concentraciones de azúcares, sal o grasas saturadas que se les han incorporado para aumentar su palatabilidad, duración o atractivo.

“Seguir este método puede ayudarnos para estar sanos, pero no tiene por qué convertirse en una obsesión hasta el punto de recurrir a aplicaciones para escanear la comida y cada bocado que tomamos”, apunta Carmen Escalada, nutricionista clínica del IMEO. No hay que olvidar que, aun comiendo sano, podemos engordar, si se exceden la cantidad de algunos alimentos saludables, pero muy calóricos, como el aguacate, el aceite de oliva o los frutos secos. Si queremos bajar de peso, sería necesario ajustar las ingestas en función de nuestra constitución y el ejercicio físico realizado. 

3. Dieta volumétrica

La actriz Angelina Jolie es una de las famosas que se ha pasado a este tipo de dieta que se sirve de alimentos con mucho volumen, pero bajos en calorías y con un mayor poder saciante. De este modo y con un menú diario que rondaría las 1500 calorías se podrían perder entre 0,5 y 1 kilo a la semana, asegurando una bajada gradual.

La gran ventaja de esta dieta es su capacidad de calmar el apetito y cubrir los requerimientos nutricionales diarios. Para ello, recurre al sabor, textura, forma de preparación y combinación de determinados alimentos que aumentan la sensación de saciedad e incentivan el descenso de peso. A penas tiene efecto rebote, ya que se excluyen muy pocos grupos de alimentos durante la realización de la dieta y, en general, es fácil de seguir.

“Aquí suelen servirse de primero o antes de la comida principal platos que disminuyen el apetito, como la ensalada de hortalizas de hoja ancha o el caldo desgrasado”, explica la nutricionista del IMEO Estefanía Ramo. Se priorizan los alimentos y cocinados más acuosos, como infusiones, cereales cocidos, frutas, hortalizas, sopas y guisos que permiten ingerir más volumen que otros y aumentan la saciedad. La ingesta de hortalizas crudas ricas en carbohidratos complejos garantiza un aporte constante de glucosa y energía, mientras que las frutas nos proporcionarían vitaminas y fructosa que se asimila más lentamente que la glucosa y, por tanto, no provoca bajadas de azúcar. 

Los alimentos de alta densidad calórica, como mayonesa, crema, mantequillas, embutidos, frituras, carnes grasas y lácteos enteros, se sustituyen por otros, de un aporte calórico bajo o moderado, como lácteos desnatados, pollo sin piel, cortes de carne magra (carne desgrasada fría, jamón magro), aderezos light y rocío vegetal.

Los hidratos de carbono de absorción rápida, como patatas, cereales refinados y sus derivados (pan blanco, pastas y arroz blanco) deben ingerirse con moderación, porque favorecen el aumento de los depósitos de grasa corporal, además de dar menor sensación de saciedad y elevar en forma brusca el azúcar en la sangre. Son preferibles los hidratos de carbono de absorción lenta obtenidos de frutas frescas y secas, hortalizas, cereales integrales, semillas y legumbres.

La hidratación en esta dieta es esencial, pues se recomienda beber dos vasos de agua nada más levantarse y alcanzar los 3 litros finalizado el día, pudiendo optar por zumos de frutas o batidos. El alcohol está desaconsejado, por aportar “calóricas vacías” y aumentar la sensación de hambre. Las bebidas azucaradas y con gas están prohibidas, ya que llenan y no sacian.

4. Dieta vegana

Natalie Portman y Brad Pitt son algunos de los famosos que reconocen seguir este tipo de dieta basada en la exclusión de todo tipo de carnes, pescados, mariscos, huevos, lácteos y todos sus derivados. 

“La dieta vegana siempre ha levantado controversia por los posibles déficits asociados, pero si está bien planificada y equilibrada con alimentos de alta calidad puede resultar beneficiosa, reducir el riesgo cardiovascular, equilibrar los niveles de colesterol y mejorar la microbiota intestinal, debido al consumo de fibra de origen vegetal”, explica Sonia Peinado, nutricionista del IMEO. Permite perder entre 1 y 2 kilos a la semana, si se restringe el aceite vegetal.

Con el fin de evitar carencias nutricionales, debería estar supervisada por personal sanitario cualificado, cuando en realidad se estima que sólo un diez por ciento de los veganos acude a consulta.

Los nutrientes que resultan críticos en una dieta vegana, ya sea porque tienen una menor disponibilidad o debido a su difícil absorción, son la Vitamina B12, el hierro, el zinc, el yodo, las proteínas y el ácido graso omega 3. Su déficit puede dar lugar a males mayores, como anemia megaloblástica y enfermedad cardiovascular, e interferir para el correcto desarrollo del sistema nervioso o en las etapas de crecimiento. En este sentido, la clave del éxito reside en un seguimiento profesional realizado por personal sanitario cualificado, donde se asegura una suplementación adecuada basada en preparados de origen vegetal y se minimiza el consumo de croquetas, Nuggets o salchichas aptos para veganos, que no dejan ser productos ultraprocesados. 

5. Dieta del ayuno intermitente

El ayuno intermitente es una de las dietas actuales de mayor auge que permite perder entre 1 y 2 kilos a la semana. Lo practican muchos famosos, entre ellos Ben Affleck y Elsa Pataky.

Consiste en introducir periodos de ayuno dentro de una alimentación equilibrada que pueden durar 12, 16 o más horas al día sin superar las 48 horas seguidas. “Por ser tan prolongados, éstos últimos períodos deben ser supervisados por profesionales”, aconseja la nutricionista del IMEO Andrea Marqués.

Este planteamiento consiste en hacer una dieta equilibrada con días de ayuno entre medio para que nuestro metabolismo optimice el consumo de energía almacenada en forma de grasa. Fisiológicamente, los niveles de glucosa en sangre durante el ayuno disminuyen y se ingieren menos calorías, lo que ayuda para perder peso. Cuando se practica por la noche, el ayuno ayuda a que nuestra microbiota intestinal se mantenga más saludable, favoreciendo la flora positiva y manteniendo a raya la negativa.

“No obstante, si practicamos ayunos intermitentes, es muy importante tener una ingesta de nutrientes adecuada a lo largo del día para no perder masa muscular o exponer a riesgo nuestra salud con un efecto rebote a corto y medio plazo”, advierte Marqués.

Este tipo de ayuno puede ser beneficioso en personas sanas, aquellas con diabetes tipo 2 controlada o los que practican un deporte moderado. Se desaconseja a pacientes con patologías asociadas o trastornos de la conducta alimentaria sin la recomendación y supervisión de un médico o nutricionista.


[1] Estudio, publicado en European Journal of Nutrition en 2019, ha sido llevado a cabo por investigadores de la Edith Cowan University (ECU) de Perth, Australia

Adelgazar en poco tiempo: los peligros de las dietas milagro

Aquí aplica totalmente el ‘lento, pero seguro’

Huffington Post, por Margarita Lázaro

Perder peso en poco tiempo y sin mucho esfuerzo. Ese es el objetivo de uno de muchos mexicanos, y también la razón por la que las dietas milagro están proliferando. —según la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN)— y esa es la razón por la que las dietas milagro están proliferando.
En la actualidad existen alrededor de un centenar en el mercado. Algunas parecidas y otras muy diferentes pero todas con una cosa en común: resultan peligrosas para la salud. El doctor Albert Lecube, coordinador del Grupo de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), advierte que «los milagros no existen» y que todas estas dietas «carecen de evidencia científica que las avale»: «Ha de quedar claro que estas dietas milagro son un riesgo para la salud y se pueden volver en contra del paciente por el efecto rebote».

«Además el objetivo de un tratamiento dietético no puede ser solo la disminución del peso, también hay que llevar a cabo una reeducación alimentaria. La dieta es un proceso de aprendizaje», apunta Luis Alberto Zamora, nutricionista y vocal de comunicación de la Asociación de Dietistas y Nutricionistas de Madrid (Addinma).

Desde la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética insisten en que debemos convencernos de que no hay ninguna fórmula mágica ni milagrosa que en poco tiempo nos haga conseguir una imagen muchas veces inalcanzable. Como señalan desde SEEDO, la única fórmula saludable y eficaz para perder peso es reducir la ingesta energética, sobre todo las grasas y grasas saturadas, y aumentar el volumen de actividad física. Así se evitarán las consecuencias negativas asociadas a las dietas milagro y que van desde diabetes hasta fallos renales o efecto yo-yo. Los especialistas en nutrición aseguran que no hay ninguna que se libre y nos detallan los peligros de las que más triunfan en el mercado.

A continuación analizamos algunas de las más populares centrándonos en qué prometen, en qué consisten y sus peligros.

Dieta 5:2 | Dieta 4:3 | Dieta de los puntos | Dieta Paleo | Dieta de los 17 días | Dieta Flash | Dieta sin gluten| Dieta de los potitos | Dieta Dukan | Dieta de las ocho horas| Nueva dieta AtkinsDIETA 5:2

Qué promete: Es una de las dietas más novedosas y una de las que triunfa actualmente entra las celebrities. Este sistema de adelgazamiento, recogido en el libro The fast diet del británico Michael Mosley, promete a sus seguidores que les ayudará a perder hasta seis kilos en un mes.

En qué consiste: De los siete días de la semana, cinco hay libertad para comer y las restricciones se reservan para los otros dos, que pueden ser no consecutivos. Los hombres reducirían las calorías a 600 mientras que las mujeres tendrían que dejarlas en 500. El principio básico para los días de ayuno es comer solo alimentos ricos en proteínas y fibra (carne, pescado y verduras) y evitar los carbohidratos refinados (pasta, arroz y patatas).

Los peligros: «El primer fallo es que a una persona que trata de perder peso no le puedes decir que durante cinco días puede comer lo que quiera. Ese todo lo que quieras puede ser ilimitado y alguien con sobrepeso u obesidad podría llegar a comerse un solomillo de 1,5 kg», explica el nutricionista Rubén Bravo, del Instituto Médico Europeo de Obesidad (IMEO), quien defiende que en todas las dietas hay que limitar las cantidades. «Por otra lado comer durante dos días solo 500 o 600 calorías es una barbaridad. Todo lo que está por debajo de 800 calorías puede desencadenar graves riesgos para la salud empezando por bajadas de tensión o de azúcar», señala. A esto se sumarían las consecuencias del exceso de consumo de proteínas que se produce durante los dos días de ayuno. «Pueden provocar problemas renales porque obligamos al riñón —encargado de que no se filtren las proteínas— a trabajar más, lo que le haría envejecer más rápido», explica Luis Alberto Zamora. El efecto rebote está garantizado. «Los ayunos intermitentes están asociadas a respuestas metabólicas no deseadas y al incremento de la grasa corporal. El organismo está preparado para autorregular un exceso de energía (una comida muy copiosa un día) pero lo que no es capaz de entender es que le estemos dando 1500 calorías todos los días y de repente le demos 3000 y luego 500 o 600. Ahí es cuando va a tener problemas», señala Giuseppe Russolillo, presidente de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas (AED-N).

DIETA 4:3

Qué promete: Deshacerse de seis kilos en un mes perdiendo grasa y no músculo.

En qué consiste: Es una revisión de la 5:2. El sistema es parecido pero más restrictivo ya que en lugar cinco días de libertad total hay solo cuatro. Se trataría de comer un día todo lo que quieres y al día siguiente reducir las calorías a 500 (las mujeres) o a 600 (los hombres). Para ello, igual que en la 5:2, habría que centrarse en alimentos proteicos y evitar los hidratos de carbono.

Peligros: «Decir que se va a perder grasa y no músculo es erróneo. Además todas las pérdidas superiores a un kilo a la semana suponen una disminución de masa corporal», explica Luis Alberto Zamora, nutricionista de Addinma. «Igual que la 5:2 tiene muchos puntos negativos pero habría que señalar los trastornos renales derivados del exceso de proteína, los riesgo de hipoglucemias o cetosis desencadenada por la restricción de hidratos de carbono y la ‘des-educación’ alimentaria ya que el mensaje que transmiten son ‘come todo lo que quieras, que luego lo solucionas con un par de días de purga'», insiste Zamora quien enumera otros trastornos asociados como «estreñimiento, hinchazón abdominal o desequilibrio en el nivel de insulina». Y sí, también tiene efecto rebote.

DIETA DE LOS PUNTOS

Qué promete: El presentador Jorge Javier Vázquez perdió cinco kilos (dos tallas menos) con El método entulínea de Weight Watchers (Editorial Planeta). Este sistema promete ayudar a adelgazar sin recuperar el peso perdido, sin pasar hambre y comiendo de todo.

En qué consiste: Se basa en un sistema de puntos llamado ProPoints. Estos se le asignan a los alimentos, dependiendo de sus proteínas, hidratos de carbono, fibras y grasas, y también a las personas. Cada uno tiene un saldo, según sus características físicas —edad, sexo, altura y peso— y actividad (para calcular los tuyos debes entrar aquí), para consumir diariamente y que pueden distribuir de la forma que quieran. Además cada uno tiene un capital extra semanal de 49 puntos para ocasiones especiales o cuando el hambre te pide más cantidad de determinado capricho. Quienes la siguen pueden asistir a las reuniones informativas que se organizan semanalmente y en las que se trata de fomentar unas pautas de vida saludables.

Peligros: «El principal problema es que los seguidores de la dieta podrían canjear los puntos a su gusto y sin seguir recomendaciones. De este modo podrían gastarlos todos comiendo aquello que más les gusta sin importarles si siguen una dieta equilibrada, variada y suficiente en nutrientes», explica el mismo Luis Alberto Zamora. Eso mismo señala Rubén Bravo y pone como ejemplo de menú bueno para la dieta y no para el individuo uno compuesto por café con leche entera (3 puntos), un croissant (9 puntos), un bocadillo de jamón y queso (8 puntos) y dos yogures naturales (4 puntos). «Los efectos negativos a corto, medio y largo plazo pueden ser de lo más variados: desde estreñimientos o diarreas, hasta hígados grasos, hipoglucemias, déficit de vitaminas y minerales con sintomatología o sin ella, etc», añade Zamora. «Además puede conducir a una obsesión por la comida porque te pasas el día calculando», agrega Bravo para el que este tipo de alimentación solo sería válida si la supervisa un especialista y se acude a las reuniones formativas de entulinea.

DIETA PALEO

Qué promete: Basada en el libro Las mujeres paleolíticas no engordan, de la nutricionista Esther Blum, garantiza que quienes la siguen conseguirán un cuerpo esbelto y saludable, como el de las mujeres de las cavernas, en menos de tiempo de lo que se imaginan.

En qué consiste: Existen en internet multitud de entradas que explican al detalle este método seguido por famosas como Natalie Portman, Uma Thurman, Jessica Biel o Beyoncé y que reduce al máximo el consumo de carbohidratos. La paleochic defiende seguir la dieta de nuestros antepasados de la Edad de Piedra basada en el consumo de plantas y animales. Se pueden comer proteínas, grasas, frutas, verduras y frutos secos y se limitan los carbohidratos. Quedarían prohibidos los alimentos procesados (harina, trigo, cereales, pastas y pan), el azúcar, los zumos y los refrescos. En días ‘especiales’ se puede tomar café, algún lácteo, alcohol, arroz integral y legumbres. En el blog paleostyleparatodos hay recetas, consejos y hasta tablas de ejercicios.

Peligros: «A priori puede parecer una dieta saludable sin embargo el prohibir los cereales no es positivo par la salud. Especialmente en el caso de los cereales integrales que previenen del sobrepeso u obesidad e incluso puede ayudar a combatirlo», explica Russolillo. Para el presidente de la AEDN hay otro problema: «En la cáscara de los cereales es donde se encuentran unas sustancias llamadas fitoquímicos vegetales o compuestos bioactivos, también presentes en frutas, hortalizas y verduras, que previenen de numerosas patologías como la enfermedad cardiovascular, la diabetes, el sobrepeso y la obesidad, la hipertensión arterial y también del cáncer». A esto se sumarían los riesgos propios de las dietas hiperproteicas como la 4:3 y 5:2. «Además se obvian cosas como que en el paleolítico la esperanza de vida era menor que actualmente, lo que puede ser causa y consecuencia de la alimentación; y el nivel de actividad física era muy superior al actual, motivo también que influye (y mucho) a la hora de perder o mantener el peso», añade Luis Alberto Zamora para el que no hay evidencias científicas que sostenga esta dieta milagro.

DIETA DE LOS 17 DÍAS

Qué promete: El régimen del televisivo doctor Travis Stork ayuda a perder hasta 7 kilos en dos semanas.

En qué consiste: La dieta consta de cuatro ciclos de 17 días. Durante el primero (Accelerate) es cuando se pierde más peso y para ellos se deben consumir 1200 calorías diarias (se elimina el azúcar y se permite la ingesta de yogur griego, té verde, huevos, pescado, pollo, frutas frescas y verduras). En el segundo (Activate) se estimula la quema de grasa mientras se incorpora a la lista de alimentos permitidos mariscos, carnes magras, almidones naturales, legumbres y verduras con almidón. En el tercer ciclo (Achieve) se empiezan a introducir alimentos tradicionales y más variados como son aves, tocino de pavo, cereales ricos en fibra y pasta. Y por último, en el cuarto ciclo (Arrive), al que llegamos cuando alcanzamos el peso deseado, se permite comer nuestras comidas favoritas en fin de semana mientras que de lunes a viernes hay que seguir la dieta de la fase anterior.

Los peligros: Para Luis Alberto Zamora el gran problema es que se presenta como «otro milagro de adelgazamiento» que conlleva una «depleción del músculo, además de someter a un estrés metabólico al organismo». Según este nutricionista, la dieta resulta demasiado restrictiva, especialmente en las primeras dos fases, «lo que ya nos indica la gran probabilidad de carencia de nutrientes y los efectos negativos que eso conlleva». Hay que añadir también que no estimula una educación alimentaria para que la persona pueda no caer en los errores que le hicieron aumentar de peso.

DIETA FLASH

Qué promete: no está indicada para bajar solos unos kilitos, el autor de esta dieta y autor del libro homónimo, el doctor Manuel Jiménez Ucero, asegura que siguiéndola se pueden llegar a perder 10 kilos en un mes y hasta 30 en tres o cuatro.

En qué consiste: La idea general es reducir los hidratos de carbono al máximo y centrarse en el consumo de proteínas (se conoce con el nombre de régimen hiperproteinado), permitiendo a su vez la ingesta de verduras, legumbres, frutas y cereales integrales. «Hay que huir del pan y de todos los dulces. El volumen de grasa que tomamos al comer jamón es mínimo si lo comparamos con el de azúcares y harinas», asegura el autor. Este sistema tiene tres fases: iniciación (dura mes y medio y durante ésta se produce la pérdida drástica de kilos. Se combinan batidos y zumos hiperproteícos con el consumo de proteínas vegetales, frutas, verduras y hortalizas. Los alimentos procesados quedan prohibidos, también la leche, la carne y los huevos), reeducación (se incluyen algunos de los alimentos prohibidos) y mantenimiento (para equilibrar el metabolismo y evitar el temido efecto rebote).

Los peligros: La AEDN asegura que es totalmente desaconsejable por ser una dieta «proteinada», «sin fundamento científicos» y en la que es necesaria la compra de productos de adelgazamiento. «Es una dieta peligrosísima para la salud porque se reduce muchísimo el consumo de hidratos de carbono. Hay que pensar que el organismo solo funciona con éstos y cuando bajamos por debajo del 15 o 20 por ciento empieza a suponer un riesgo importante y cuando bajamos del 10 el organismo empieza a sintetizar cuerpos cetónicos para poder funcionar y al final estamos comprometiendo la sangre y los órganos principales como el riñón, el bazo, el corazón… y provocando efectos metabólicos no deseados», explica su presente Giuseppe Russolillo. Entre los riesgos que se asocian a esta dieta se incluyen: debilidad, fracturas óseas, síndrome metabólico, daño renal y desórdenes gastrointestinales.

DIETA SIN GLUTEN

Qué promete: Este método que hace furor entre famosas como Lady Gaga, Victoria Beckham y Miley Cyrus ayuda a perder hasta tres kilos en nueve días.

En qué consiste: Se trata de seguir la alimentación de los celíacos (alimentos sin gluten o específicos para personas con esta intolerancia) pero sin serlo basándose en la creencia esta comida es light o baja en calorías, disminuye la hinchazón abdominal y es más saludables. Así quienes siguen esta dieta deben consumir carne, pescado, fruta, legumbres, verduras, tubérculos, lácteos, frutos secos, huevos, cereales sin gluten, aceites, mantequilla, azúcar…

Los peligros: Luis Alberto Zamora apunta que esta dieta se basa en una idea totalmente descabellada: los alimentos sin gluten no son menos calóricos, no son más saludables, ni tampoco disminuyen la hinchazón abdominal. Si se consigue adelgazar es porque al no haber tantas opciones para no celíacos, especialmente cuando salimos fuera de casa, se terminan restringiendo los alimentos. «Es una dieta buena para celíacos pero al resto de la gente el gluten no le hace ningún daño», sentencia Rubén Bravo.

DIETA DE LOS POTITOS O BABY FOOD DIET

Qué promete: La actriz Jennifer Aniston asegura que este método le ahizo a perder 3 kilos a la semana.

En qué consiste: La dieta de los potitos, también seguida por Madonna, Shakira y Courteney Cox, consiste en alimentarse cada día con 14 potitos de bebés de distinto tipo (frutas, crema de cereales, purés de verduras…) y realizar una cena sólida con carne magra y verduras.

Los peligros: El nutricionista Luis Alberto Zamora asegura que uno de sus principales problemas es la monotonía: «Cuando se come todos los días lo mismo por un tiempo prolongado, el cuerpo empieza a rechazar ese alimento (como mecanismo de defensa para evitar una dieta carente de los nutrientes) y se prefiere no comer al hecho de volver a tomar más potitos». A este déficit de nutrientes se deberían añadir efectos psicológicos como ansiedad o alteraciones de humor. «Además es muy poco sociable. Resulta muy difícil compaginarla con una vida social. Imagina que tus amigos están comiendo un solomillo y tú mientras tomando potitos», señala Rubén Bravo para el que comer purés no proporciona ningún beneficio extra: «Tu cuerpo consume menos calorías para metabolizar el alimento porque al masticar también hacemos gasto calórico». A todo ello hay que añadir que la recuperación del peso perdido está garantizada una vez que la abandonas, apunta Russolillo.

DIETA DUKAN

Qué promete: El supuesto doctor francés Pierre Dukan —el colegio médico francés lo expulsó el pasado mes de enero— asegura que quien sigue este método puede llegar a perder hasta 10 kilos en dos meses.

En qué consiste: El método Dukan se distribuye en cuatro fases: la primera es la hiperproteica durante la que se le atribuye el efecto inicial de mayor pérdida (fase de ataque sin carbohidratos y solo se consumen proteínas puras: de 3 a 5 kilos en 7 días), la segunda fase (de crucero, en la que se equilibran verduras y proteínas: se pierde menos peso), tercera fase (consolidación para prevenir el aumento de peso generado tras una pérdida brusca. Dura 10 días por kilo perdido) y cuarta fase (estabilización, se come lo que quiera todos los días menos uno que se sigue la regla de sólo proteíca)

Peligros: Giuseppe Russolillo lo tiene claro: la dieta Dukan es un fraude. «Las proteínas no ayudan a perder peso mientras que su consumo en exceso es peligroso porque puede producir fallos renales a la vez que incrementa el riesgo de mortalidad por enfermedad cardiovascular». Según este especialista, la dieta hace todo lo contrario a lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) que insiste en que deberíamos «seguir una dieta rica en alimentos de origen vegetal como frutas, verduras, frutos secos, productos integrales y aceites de semilla y reducir el consumo de carnes, huevos, embutidos, quesos y pescados, siendo éstos los más recomendados del grupo».

DIETA OCHO HORAS

Qué promete: El lema es ‘mira los kilos desaparecer sin mirar lo que comes’ y asegura que ayuda a perder hasta cuatro kilos en una semana.

En qué consiste: Permite comer todo lo que quieran pero con una condición: las comidas se distribuyen durante 8 horas y después hay que hace 16 horas de ayuno, recomendando que la ingesta sea de 9 a 17 horas. Es recomendable empezar siguiéndola durante tres días para llegar a conseguir seguirla a diario. Aunque no se restringen alimentos sí se recomiendan algunos para que la dieta sea equilibrada.

Peligros: Es una dieta con efecto yo-yo garantizado. «Al pasar 16 horas sin comer le obligamos al organismo que se ponga en situación defensiva y así cuando llega el momento del desayuno se almacena grasa para aguantar el día», explica Rubén Bravo quien la define como la dieta perfecta para cambiar masa muscular por grasa. «Además si se sigue durante un periodo de tiempo prolongado puede producir trastornos endocrinos», añade Zamora.

NUEVA DIETA ATKINS

Qué promete: Asegura que ayuda a perder peso mientras garantiza a sus seguidores que no sufrirán bajones repentinos de energía y no tendrán sensación de estómago vacio.

En qué consiste: Es la nueva versión de la clásica dieta Atkins. Llegó al mercado para competir con la Dukan que le había robado cuota de mercado. Esta dieta tiene cuatro fases. En la primera se haría 3 comidas grandes al día (o 4-5 pequeñas) y reduciría el consumo de carbohidratos a 20 gramos diarios, de los cuales 12-15 tendrían que estar en verduras (aquí puedes mirar cuántos carbohidratos tiene cada producto). En esta fase se deben comer 115-175 gramos de proteínas por comida, sin necesidad de quitarle la grasa, y se permite el consumo de mantequilla, aceite de oliva, aceite de girasol, queso (menos requesón y ricota), aceitunas y aguacates. Hay además que tomar pastillas multivitaminadas y suplementos con omega 3. La segunda etapa se centra en aumentar los carbohidratos progresivamente (5 gramos a la semana) y así aumentar la variedad de comidas incorporando alimentos como nueves, semillas y moras. Durante la fase 3 (de mantenimiento previo) ya se pueden incorporar los carbohidratos integrales, el objetivo aquí es perder los últimos 4,5 kilos que nos sobran. Por último, en la fase 4 o de mantenimiento, se trata de estabilizarse en ese peso, 2,2 kilos arriba, 2,2 kilos abajo, utilizando para ello lo aprendido sobre nuestro metabolismo en la etapa anterior. Quien sigue esta dieta puede comprar barritas y batidos específicos (Daybreak, Advantage y Endulge) para hacer frente a los momentos de bajón.

Peligros: Luis Alberto Zamora señala que ésta es una dieta hiperproteica más que genera los mismos trastornos que otras como la antigua Atkins: «Se comenta que el doctor Atkins se murió a causa de seguir su propia dieta». EL nutricionista asegura que «es una dieta desequilibrada, que causa carencia de nutrientes, sobrecarga proteica del sistema renal y que, al igual que la dieta Dukan, está totalmente desaconsejada para personas con trastornos renales». Detrás hay un interés económico porque va a asociada con el consumo de productos específicos, «lo que también nos puede indicar el interés más económico que de salud». Rubén Bravo añade a estos peligros que puede provocar subidas de colesterol, ralentización del metabolismo, desnutrición, sustitución de la masa muscular por grasa y efecto rebote.

Le diete sì

Benvenute paleo diet, metodo dei giorni alterni e dieta vegana. Ecco i regimi alimentari da seguire secondo gli esperti

GLAMOUR

L’Instituto Médico Europeo de la Obesidad di Madrid ha stilato un ranking con le migliori diete da seguire in questo 2016. Regimi alimentari che promettono di far perdere peso senza cadere nel tranello di diete miracolose e dannose per la salute, evitando soprattutto quelle che promettono dimagrimenti lampo ma, appunto, solo momentanei. E con il rischio di recuperare tutti i chili presi, se non di più.

a dietaInsomma, qui non si parla solo di claim invitanti, ma di alimentazione sana. Il semaforo verde secondo l’IMEO va  alla dieta mediterranea, la più completa e varia in assoluto; il metodo dei giorni alterni che consente di perdere fino a sei chili in due mesi ma in modo pià soft a livello psicologico secondo uno studio realizzato dall’Universi­tà dell’Illinois a Chicago e pubblicato sull’American Journal of Clini­cal Nutrition. Questa dieta, infatti, prevede di alternare i giorni della settimana a ridotto apporto calorico, concedendo qualche strappo alla regole in quelle liberi.

E poi ancora sì alla dieta antinfiammatoria del dottor Perricone che elimina dalla routine alimentare quei cibi che producono infiammazione e che quindi accelerano l’invecchiamento e l’accumulo di peso; alla dieta paleo, che prevede di non mangiare alimenti raffinati e latticini e alla dieta vegana, che si proprone come uno stile alimentare etico e in grado di prevenire malattie cardiovascolari.

1 / 5 – La dieta mediterranea Più che una vera e propria dieta, è uno stile di vita sano da seguire. I vantaggi? Con questo tipo di alimentazione si riduce il rischio di contrarre malattie cardiovascolari e tumori grazie a un maggiore consumo di proteine vegetali rispetto a quelle animali, alla riduzione dei grassi saturi a favore di quelli insaturi e al consumo maggiore di carne bianca rispetto a quella rossa.

2 / 5 – La dieta dei giorni alterni Una dieta che divide la settimana in giorni di dieta ferrea e giorni liberi, seppur con apporto calorico contenuto. Tutti gli alimenti sono concessi e gli obiettivi sono reali, ma soprattutto questo regime permette di concedersi qualche strappo alla regola perdendo circa sei chili in due mesi.

3 / 5 – La dieta anti-age del dottor Perricone Nicholas V. Perricone, dermatologo e professore presso l’università del Michigan, è autore della Teoria dell’invecchiamento causato dall’infiammazione. Nel suo regime alimentare che non punta al dimagrimento ma a un benessere generale di corpo e mente, individua dei particolari alimenti dalle proprietà antinfiammatorie e che dovrebbero prevenire quindi l’invecchiamento e l’aumento di peso: gli acidi grassi, ovvero i grassi poli-insaturi che prevengono le infiammazioni, i polifenoli, che sono antiossidanti naturali, i probiotici, batteri buoni che regolano l’intestino, e gli alimenti vegetali, importanti per detossinare il fegato.

4 / 5 – La paleo diet In realtà non è una novità, perché la dieta paleolitica si ispira al modo di mangiare dei cavernicoli ed è essenzialmente proteica. Prevede di mangiare solo carne, pesce e frutta e verdura freschi. Niente latticini, legumi, cibi raffinati, processati e zucchero. Con questo tipo di alimentazione non si perde massa muscolare e si tiene sotto controllo il colesterolo.

5 / 5  La dieta vegana Più che di una dieta si tratta di uno stile di vita etico. Il regime alimentare vegano prevede di eliminare completamente tutti gli alimenti di origine animale, latticini, miele e uova comprese. I benefici per la salute sarebbero molteplici come la prevenzione verso alcuni tipi di tumore, la diminuzione del colesterolo e del rischio di malattie cardiocircolatorie. Bisogna, però, fare attenzione alle eventuali mancanze di ferro, calcio, vitamina D, vitamina B12, zinco e Omega 3.

Las malas noticias de la ciencia para las dietas bajas en carbohidratos

Puede que tengan muy mala reputación entre muchos de los interesados en bajar de peso, pero todo indica que hace miles de años los alimentos ricos en carbohidratos –como los tubérculos– fueron claves para que nos hiciéramos más inteligentes.

chips_fries_thinkstockEsa es al menos la conclusión de un estudio realizado por investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona, el University College of London y la Universidad de Sidney, quienes afirman que el consumo de plantas ricas en almidones fue fundamental para la evolución de nuestra especie.

La razón es sencilla: la glucosa es uno de los principales combustibles del cerebro.

Y, según el estudio, el desarrollo de nuestra capacidad para obtener azúcares de los carbohidratos –y en particular de los almidones– fue lo que sostuvo el acelerado crecimiento del cerebro «que empezó a notarse a partir del pleistoceno medio».

«La capacidad para aprovechar raíces y tubérculos ricos en almidón en la dieta de los primeros homínidos es considerada un paso potencialmente crucial en la diferenciación de los primeros Australopitecinos de otros homínidos», se lee en el reporte, publicado en la más reciente edición de The Quarterly Review of Technology.

Lo que en un lenguaje más sencillo quiere decir que una dieta rica en alimentos ricos en carbohidratos les dio a nuestros antepasados una importante ventaja evolutiva (que algunas de las dietas modernas de moda hoy parecen estar obviando).

De hecho, los humanos tenemos tres veces más copias del gen que crea las amilasas salivares –las enzimas que ayudan a transformar los carbohidratos en azúcares– que el resto de primates.

Y esa adaptación, dicen los investigadores, empezó a producirse hace aproximadamente un millón de años.

La importancia de la cocina

Para ese entonces los humanos ya habían aprendido a cocinar.

Y la multiplicación de las amilasas salivares habría sido una de las respuestas de nuestro organismo a las posibilidades abiertas por el uso del fuego, pues los tubérculos crudos son mucho más difíciles de procesar y transformar en azúcares utilizables.

chips_fries_papas_thinkstockSegún el equipo liderado por la Dra. Karen Hardy, de la Universidad Autónoma de Barcelona, esto confirma la importancia de la cocina en la evolución humana (lo que viene a ser una mala noticia para los proponentes de las dietas crudívoras).

Pero una de sus hipótesis principales –la idea de que sin los carbohidratos la nueva dieta no habría generado el combustible necesario para nuestra rápida evolución– también les ha dado nuevos argumentos a los críticos de la llamada «dieta paleolítica» o «dieta paleo».

Esta «dieta del hombre de las cavernas» está basada en la idea de que la dieta de nuestros antepasados estaba principalmente integrada por plantas silvestres y animales salvajes.

Y por lo general excluye alimentos ricos en almidón, a los que responsabiliza por buena parte de la obesidad que afecta a la sociedad moderna.

Hardy y su equipo, sin embargo, creen que ese no es un retrato adecuado de la verdadera dieta de nuestros antepasados.

«Alimentos provenientes de plantas ricas en almidón eran una parte abundante, confiable e importante de la dieta», argumentan en «La importancia de la dieta de carbohidratos en la evolución humana».

Y, sostiene, estos carbohidratos no sólo eran algo común, sino que también fueron definitivos para la evolución humana. Pero además siguen siendo necesarios.

«Los humanos modernos requieren una fuente confiable de carbohidratos glicémicos para sostener el funcionamiento adecuado de nuestro cerebro, médula renal, glóbulos rojos y tejidos reproductivos», explican.

Lo que no significa que reducir el consumo de calorías no pueda ser saludable. Pero ciertamente confirma que antes de empezar cualquier dieta, una consulta honesta con el médico es un paso necesario.

Fuente: BBC Mundo

Pierde peso sin riesgos

Revista Clara, número 276

revista clara agosto 2015Perder peso en poco tiempo y sin mucho esfuerzo. Este es el objetivo de uno de cada cuatro españoles, según la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y esa es la causa por la que las dietas milagro están de moda. ¡Que levante la mano la que no se ha dejado seducir por las promesas de una de ellas!

LÁS MÁS POPULARES

De la alcachofa, el pomelo, a las Atkins o la Zona… Estas triunfaron hace unos  años y todavía tienen un nombre, pero cada verano parece tener sus dietas “infalibles”. Hoy son los zumos detox, la paleo, la sin gluten o la 5.2. Y es que la lista es interminable y cada año se les añaden nuevas revolucionarias fórmulas a cuenta del consumo de un determinado alimento, de la prohibición de otros, o de la manera de cocinar los platos, o del orden o el momento del día en el que se consumen, etc. , prometen una drástica pérdida de peso en tiempo récord.

LO QUE NO TE CUENTAN

Todas estas dietas milagrosas prometen resultados que al principio parecen cumplirse de forma muy llamativa, pues en corto plazo consiguen que el cuerpo pierda líquidos y masa muscular, lo que se traduce en algunos kilos menos.

Pero no se pierde grasa, así que uno de los principales problemas es el “efecto rebote”. Según advierte la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan), “las situaciones de ayuno ponen en marcha potentes mecanismos nerviosos y hormonales que se oponen a la pérdida de peso. Estos mecanismos conducen a una rápida recuperación del peso perdido en cuanto se vuelve a comer de forma habitual”.

La mayoría de estos regímenes alterar nuestro organismo por la restricción de alimentos y por seguirlos durante un tiempo prolongado, lo que también puede “provocar deficiencias de proteínas, vitaminas o minerales” e, incluso, pueden llegar a dañar el hígado o el riñón.

¿CÓMO IDENTIFICARLAS?

La Dra. Irene Bretón, miembro del área de Nutrición y Obesidad de la SEEN, lo describe: “La promesa de una pérdida de peso rápida (más de cinco kilos al mes), sin esfuerzos y sin “riesgos” para la salud son los tres signos que permiten reconocer una dieta milagro. Otra característica que las define es que suelen ir avaladas por personajes populares o suelen también estar respaldadas por argumentos seudocientíficos”.

¿POR QUÉ CAEMOS EN LAS DIETAS EXPRÉS?

Alejandra Alonso, psicóloga de la Unidad de Trastornos de la Alimentación del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), describe muy bien este fenómeno: ”Un gran número de personas están enganchadas a las dietas milagro, porque las eligen como una forma de castigarse o premiarse”.

Según explica, “este perfil de pacientes no tiene problema en aguantar varios días con ayunos o alimentándose a base de un solo producto, como pueden ser las uvas o las manzanas. Se autoconvencen con el argumento de que tras pasar unas semanas de restricción y necesidad, podrán posteriormente dar rienda suelta a su “adicción” por la comida”.

Además de una relación poco saludable con la comida, el ciclo nunca se cierra, pues dice la psicóloga que “en cuanto recuperan el peso perdido, caen de nuevo en el proceso de castigo con otro plan insano de alimentación, pero de rápida pérdida de kilos. Al final, con el paso del tiempo, se dan cuenta de que tanto las dietas milagro como los atracones posteriores son dos formas diferentes de castigarse y suele ser el momento en que acuden a un especialista en nutrición”.

DIETA DEL TÉ VERDE: anemia y debilidad

En este régimen es fundamental tomarse tres tazas de té diarias.

Cuándo tomarlas. La primera, en ayunas, lo más caliente que se pueda, exprimiendo el zumo de un limón. La segunda, 20 minutos después de la comida principal, sin endulzar y se debe evitar comer nada después. Y la tercera, después de la cena y una hora y media antes de acostarse.

Para comer, ni proteína, ni grasa. Los menús diarios se dividen en tres comidas que se basan exclusivamente en el consumo de verduras y frutas. Las proteínas (carne, pescado, huevo), los hidratos de carbono (pan, pasta, arroz) y las legumbres están prohibidos, así como los azúcares y las grasas. ¿Tiempo de realización? Hasta que la báscula indique la pérdida de peso deseada.

RIESGOS

Rubén Bravo, naturopata y experto en nutrición del IMEO señala: “En esta dieta existe una gran carencia de proteínas e hidratos de carbono, por lo que la mayoría del peso que perdemos es a costa de reducir masa muscular y agua”. Además, subraya que “la teína que contiene el té verde es un excitante. Al disparar esta sustancia los niveles de insulina dificultará a nuestro cuerpo que utilice la grasa como fuente de energía, mermando a su vez el glucógeno muscular, y provocando que orinemos en exceso, por lo que los niveles diuréticos nos pueden reducir en exceso los minerales, creando mareos y sensación de debilidad.” Además,  ”tomar un excitante de teína en la cena provocará que no durmamos correctamente, pues alterará nuestro sistema nervioso”.

Por su parte, la Dra.  Irene Bretón indica que en este régimen de adelgazamiento “faltan los macronutrientes que nos proporcionarán las proteínas de la carne, los huevos y el pescado y los hidratos de carbono. Si se mantiene en el tiempo esta pauta alimentaria puede provocar importantes estados de gran debilidad”.

Dieta de zumos detox: efecto rebote inmediato

EN QUÉ CONSISTE

Las dietas a base de jugo de frutas y verduras están en auge. El objetivo principal es ayudar al organismo a expulsar toxinas consumiendo estas bebidas. Se trata de alimentarse únicamente a base de zumos de frutas y verduras (unos 5 batidos diarios). Puede seguirse durante un par de días, aunque hay dietas que propugnan llevar esta clase de alimentación durante una semana o más, combinada o no con cremas y ensaladas.

RIESGOS

La Dra. Gómez Candela, jefa del servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario La Paz, afirma que estas dietas «se pueden considerar peligrosas para la salud, ya que ocasionarían déficits importantes. El resultado es que solo ayudan a perder líquidos, no grasa, y el efecto rebote una vez las abandonamos es inmediato».
Rubén Bravo, naturopata-experto en nutrición y portavoz del IMEO, insiste además en que «alteran el metabolismo, dificultando aún más la pérdida de peso tras tanta subida y bajada de kilos» y que provocan «debilidad e irritabilidad porque faltan nutrientes».

DIETA 5.2: muy desequilibrada
De los siete días  de la semana, en cinco se puede comer lo que se quiera y las restricciones se reservan para las otras dos jornadas, que no tienen por qué ser consecutivas. Durante los días de ayuno, se aconseja tomar mucho líquido en forma de caldos, infusiones y frutas, donde el aporte calórico diario recomendado es de apenas 500 calorías.

RIESGOS

Para la Dra. Irene Bretón, «la reducción drástica de calorías durante dos días de ayuno priva al cuerpo de la energía suficiente que necesita para emprender la vida cotidiana, provocando que la persona se fatigue, esté irascible y sienta mucha debilidad». Y el efecto rebote está asegurado, porque lo que pierde es líquido, no grasa».  Además, una dieta por debajo de 800 calorías diarias puede provocar «hipoglucemia o una bajada de tensión», explica Bravo.

Para leer el reportaje completo, así como la dieta más saludable sugerida por la Revista CLARA, ver la edición impresa, número 276 de agosto 2015.

La Dieta de los Días Alternos o cómo perder peso sin renunciar a los manjares del fin de semana

Avalada por los expertos en nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad como una de las dietas de pérdida de peso más actuales y comprometidas con el estilo de vida moderno y la salud, ayudando a prevenir trastornos cardiovasculares, diabetes o enfermedades neurodegenerativas

Dieta de los Días Alternos by Rubén BravoEn pleno arranque de la tradicional operación bikini que marca, como cada año, modas y tendencias también en el campo de la dietética y la nutrición, nos llega esta dieta de la mano de Rubén Bravo, su creador, quien, alentado por su éxito, la ha plasmado en un libro digital, práctico titulado Dieta de los Días Alternos. Y no es para menos, desde que ha visto luz el sitio web dietadiasalternos.es recibe más de 5 mil visitas a diario.

«Está claro que no hay nada mejor que una alimentación equilibrada y saludable, pero, antes de poder disfrutarla, las personas obesas o con sobrepeso importante deben recorrer un camino largo e incierto; y sólo uno de cada 5 individuos consigue el objetivo final, es decir, llega a perder más del 10% de su peso inicial y mantiene esa pérdida al menos un año «, indica Bravo, experto en nutrición y gastronomía, y portavoz del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO).

En este sentido, la dieta de los días alternos surge como respuesta a una demanda. Se adapta a las exigencias nutricionales y sociales de las personas con sobrepeso y obesidad; encaja en el entorno actual del individuo; es compatible con una vida social, laboral y familiar. Ofrece una pérdida de peso importante, entre 16 y 23 kilos en 4 meses, y su principal ‘bondad’ a largo plazo es enseñar a comer de forma saludable, cambiando a mejor los hábitos que dieron origen al problema.

«La predisposición genética a la obesidad, sin duda, es un condicionante, pero no por ello determina que por ‘nacer obeso’ hay que vivir obeso», apunta Bravo y reconoce que en el pasado él mismo había experimentado problemas de exceso de peso. «A lo largo de mi vida he probado muchas dietas y, a nivel profesional, he estudiado decenas. La dieta de los días alternos incorpora lo mejor de cada una, basándose en las últimas investigaciones en nutrición y deporte, teniendo en cuenta tanto las tendencias actuales, como las evidencias científicas», resume.

Actualmente el número de individuos con problemas de sobrepeso supera el número de personas que padecen hambruna; es lo que llamamos fenómeno de la malnutrición. La pregunta que debemos hacernos es: ¿Qué estamos haciendo mal los profesionales públicos y privados, las universidades, los hospitales o la industria alimenticia para que estas cifras sigan en aumento?

Si analizamos los conceptos básicos que planteamos en el paradigma teórico nutricional, nos damos cuenta que muchos de ellos o están obsoletos, o no son realistas. Un claro ejemplo es el hecho que seguimos utilizando prácticamente la misma pirámide nutricional que en los años 60 vio la luz en forma de recomendaciones por parte del Departamento de Agricultura de EEUU. Esto es un grave error, ya que nuestros hábitos de vida y actividad diaria han cambiado radicalmente. Un sólo ejemplo: si un hombre adulto medio (de 18 a 35 años con 75Kg y una actividad física moderada) comiera todos los hidratos de carbono recomendados, para mantener su peso (55% de 3.260Kcal = 1.793Kcal), en forma de patatas al horno (105Kcal cada 100grs), haciendo el cálculo nos saldrían aproximadamente 1,7Kg de patatas al horno diarias. «En mi opinión, comiendo esta cantidad de hidratos de carbono atentaría contra cualquier esfuerzo para mantener un peso saludable. No da igual, si las patatas se consumen por la noche o por la mañana. Los carbohidratos nos engordarían más, si no son integrales, si tienen un índice glucémico alto y si los acompañamos con un café», ilustra con ejemplos Bravo.

Tratar muchos años con pacientes con sobrepeso y obesidad ayuda a comprender por qué y cuándo «dan por misión perdida» un régimen de alimentación. Esto sucede cuando la dieta resulte monótona y, por tanto, reprime las emociones, al no proporcionar placer, ni sabores apetecibles para el paladar. El estrés y la ansiedad también son más presentes en el intervalo tarde-noche y en muchas ocasiones se manifiestan en apetecencia por el dulce; es lo que menos conviene a estas horas, porque no lo podremos quemar, pero prohibirlo propicia el abandono del régimen. También hay que entender los motivos de quienes se saltan la dieta el fin de semana por ‘comodidad’, pues consideran que les impide a desarrollar sus relaciones sociales, es una realidad que hay que incluir en un plan nutricional.

La dieta de los días alternos es mucho más que una dieta para perder peso. Trabaja sobre tres pilares fundamentales: la nutrición, las emociones y la salud. Es un ‘almanaque’ de alimentación saludable que nos ayuda a encontrar aquel balance físico y mental denominado por Bravo “el punto zen de la alimentación”.

Desde el Paleolítico, hace 200 mil años, nuestra genética se ha ido moldeando y configurando, instaurando diferentes mecanismos metabólicos para ajustarse a las épocas de hambruna, alimentos cazados o recolectados en las regiones tribales, cuyo objetivo final era la supervivencia de la raza humana y su posterior evolución. Es por ello que muchas personas que se han sometido a regímenes desequilibrados, demasiado hipocalóricos o restrictivos, o aquellos que eliminan algún grupo de alimentos, poco a poco han ido experimentando un efecto rebote que les ha llevado a recuperar el peso perdido, además de algunos kilos extras, cambiando con cada fracaso masa muscular por grasa.

Cuando restringimos en exceso la comida, nuestro cuerpo se adapta a la situación, poniendo en marcha sus mecanismos de supervivencia, ralentizando el metabolismo y aumentando su capacidad de almacenar energía en forma de grasa, al igual que ocurría con nuestros antepasados en la antigüedad cuando se enfrentaban a una temporada escasa de alimentos. Por esto es tan importante comer en periodos de 3 o 4 horas, es un modo de indicar a nuestro organismo que no nos hallamos en escasez de alimentos, por lo que no pondrá en marcha sus mecanismos de ahorro energético.

A lo largo de las tres fases que componen la dieta se combinan tres tipos de días diferentes de forma alterna, creando un motor de tres tiempos que obligue a nuestro organismo a llegar al peso saludable, sin que en ningún momento active sus mecanismos de defensa y supervivencia. Es por ello que nunca se realizan dos días depurativos seguidos, y siempre irán alternos y sincronizados con los días de régimen y los días sociales del fin de semana. Por explicarlo de forma sencilla, “cuando nuestro cuerpo comience a sospechar, le sorprenderemos con un día de comida completa y equilibrada”, resume el experto.

Un método moderno, llevadero y adaptado a la sociedad actual

La Dieta de los Días Alternos favorece las comidas sociales en el fin de semanaLa dieta de los días alternos está diseñada para satisfacer las necesidades que muchos pacientes en consulta manifestaban. Por ello, desde las primeras semanas ofrece una rápida pérdida de peso, imprescindible para motivar al paciente a seguir con el régimen. A largo plazo, inculca cambios saludables en los hábitos de vida.

Se ajusta al ciclo biológico del cuerpo, potenciando la sensación de vitalidad en las horas diurnas, y el proceso de reparación y descanso en el periodo de tarde-noche.

Favorece la regularización de serotonina y dopamina, neurotransmisores involucrados en el equilibrio emocional.

Potencia la pérdida de grasa manteniendo o mejorando los niveles de masa muscular y fortaleza física.

Ayuda a mejorar los peligrosos factores del síndrome metabólico, entre ellos la hipercolesterolemia, la hipertensión o la diabetes tipo 2.

Permite a la semana varias comidas sociales. Son muy arraigadas en nuestra cultura, imprescindibles para relajarse, comunicarse y disfrutar del tiempo libre. Por esta razón la dieta de los días alternos contempla el consumo esporádico de una copa de bebida espirituosa (brandy, whisky, ron, ginebra, vodka o licores), siempre y cuando es moderado y puntual. Las personas que no toman bebidas espirituosas, podrán sustituirlas por una ración pequeña de tarta de bizcocho y chocolate, o similar.

La Dieta de los Días alternos, paso a paso

El libro práctico tiene como objetivo ayudar al lector a llegar a su peso saludable y mantenerlo, enseñarle a prevenir las enfermedades degenerativas a través de la nutrición y el equilibrio emocional, para así proporcionarle más años de vida y más vida a sus años.

La pérdida de peso objetiva varía entre 16,5Kg a 23,5Kg en 4 meses, dependiendo de edad, sexo, composición corporal, actividad física y características individuales. La dieta está dividida en tres fases que describen la forma en que se plantea perder peso –Fast (a un ritmo rápido), Evolution (constante) y Controller (de mantenimiento)– que duran, respectivamente, tres, nueve y cuatro semanas.

Durante la Fase Fast de la Dieta de los Días Alternos se pierden hasta 2 kg por semanaPrimera FASE FAST

Duración: 3 semanas
Pérdida de peso estimada: entre 4,5Kg y 6Kg
Objetivo: prevenir la retención de líquidos, mejorar la función del hígado, detoxfiicación multiorgánica.

El 55% del peso que queremos perder se pierde durante la Fase EvolutionSegunda FASE EVOLUTION

Duración: 9 semanas
Pérdida de peso estimada: entre 9Kg y 13,5Kg
Objetivo: reducir los niveles de colesterol, fortalecer el sistema inmune y prevenir el riesgo cardiovascular.

La tercera fase Contoller de la Dieta de los Días Alternos nos enseña como mantener el peso perdidoTercera FASE CONTROLLER

Duración: 4 semanas
Pérdida de peso estimada: entre 3Kg y 4Kg
Objetivo: favorecer el equilibrio emocional, aumentar la vitalidad y la fortaleza física, favorecer el sueño profundo, combatir el envejecimiento prematuro, equilibrar los niveles de azúcar y prevenir la diabetes tipo 2.

La dieta de los días alternos tiene una expresión numérica de sobrenombre, 2.3.2, y es porque divide la semana en tres bloques: 2 días de régimen, 3 días de depuración y 2 días de alimentación normal. Cada una de las tres fases utiliza determinados ‘alimentos estrella’, debido a sus extraordinarias propiedades y múltiples beneficios que tienen para la salud, que el usuario incorporará de forma habitual a sus menús diarios.

Días depurativos (lunes, miércoles y viernes): Son días calóricamente muy restrictivos, donde se utilizan alimentos susceptibles de ayudar al sistema linfático, intestino, hígado y riñón a realizar mejor sus funciones, favoreciendo la detoxificación y la depuración. Nunca se deben hacer dos días seguidos.

Días de régimen (martes y jueves): Días orientados en un plan equilibrado, saciante y apetitoso, a marcar un estilo de alimentación saludable, tanto en la elección de los platos como en la forma de cocinarlos y distribuirlos a lo largo del día.

Días sociales (sábado y domingo): Pensados para los fines de semana, donde los alimentos y opciones a escoger nos permitirán comer fuera de casa o degustar esos alimentos más calóricos que en la mayoría de las dietas suelen prohibir.

Entre los superalimentos destinados a mejorar el bienestar general se encuentran el kefir (mejora nuestras defensas y facilita la digestión), el chocolate negro (disminuye la ansiedad), el vino tinto (con efecto cardioprotector) y la miel de Manuka (por su capacidad antibacteriana y antibiótica).

Como regla general, se recomienda sustituir el café natural o expreso por descafeinado. Además de equilibrar los niveles de azúcar en sangre, mejora el tránsito intestinal, ayuda a estabilizar la sensación de vitalidad y equilibrio emocional, disminuye la probabilidad de padecer diabetes y favorece la utilización de la grasa almacenada como fuente de energía.

La verdad acerca de 3 dietas populares

Te prometen pérdida de peso, salud y bienestar emocional, pero ¿cumplen lo que prometen?
¿Eres uno de los millones que intentaron la dieta de Atkins de alto contenido de proteínas y bajo contenido de carbohidratos para bajar de peso o recurriste a la dieta Paleo para obtener más energía? ¿Comes solo alimentos sin grasas para bajar el colesterol o compras solo productos sin gluten porque tu estómago es sensible?

El Diario NY/ Consumer Reports
dieta-saludableEsos regímenes tan divulgados se ven promisorios; no es de extrañar que muchos de nosotros los hayamos probado o, al menos, hayamos pensado en la posibilidad de seguirlos. Pero, ¿la ciencia avala lo que pregonan? Hablamos con médicos y dietistas y leímos las investigaciones. Aquí encontrarás lo que necesitas saber antes de iniciar una dieta con alto contenido de proteínas, bajo contenido de grasas o sin gluten.

Alto contenido de proteínas

La promesa: ¿Recuerdas la dieta Scarsdale y la dieta Stillman? Esas dietas con alto contenido de proteínas y bajo contenido de carbohidratos dejaron de estar de moda, pero la dieta Atkins, publicada inicialmente en 1972, continúa vigente. Los productos con abundantes proteínas inundan las tiendas y la lista de dietas ricas en proteínas más populares (Paleo, Zone y más) continúa creciendo. Todas prometen que bajarás de peso, te sentirás más dinámico y que se reducirá el riesgo de que sufras una enfermedad cardíaca.

La verdad: La gente baja de peso con los planes con alto contenido de proteínas porque ingieren menos calorías, no porque se concentren en las proteínas. “Las dietas solo funcionan cuando se reduce la ingesta calórica”, dice el doctor David Seres, director de nutrición clínica del Centro Médico de Columbia University en New York y miembro del consejo asesor médico de Consumer Reports. “No importa de dónde provengan las calorías”.

Además de aumentar el consumo de proteínas, muchos de estos planes recomiendan reducir, o eliminar por completo, el consumo de carbohidratos. Consume menos de 50 gramos de carbohidratos por día (la cantidad que hay en 2 manzanas) durante 3 o 4 días corridos y tu cuerpo comenzará a sacar lo que necesita de su propia grasa y músculos para obtener energía en lugar de su fuente habitual, que es la glucosa derivada de los carbohidratos. Esto puede sonar como una buena manera de perder peso, pero puede tener consecuencias serias para tu salud. “Estás alterando tu metabolismo, sacándolo de la normalidad para privarlo de comida”, dice Seres. “Las personas privadas de comida experimentan problemas con el funcionamiento de su cerebro”.

Una dieta con alto contenido de proteínas también hace trabajar demasiado a los riñones. Esto es particularmente preocupante en las personas con enfermedad renal y puede predisponer a quien tiene riñones sanos a que se le formen cálculos renales. El consumo excesivo de proteínas durante períodos prolongados puede agotar el calcio de los huesos y producir osteoporosis.

Lejos de aumentar la energía, este estilo de alimentación puede dejarte fatigado y con náusea. El estreñimiento también puede ser un problema ya que las proteínas de origen animal aportan una cantidad mínima o nula de fibras.

Y si se trata de enfermedades cardíacas, la carne roja cargada de grasas saturadas, que es parte de muchas dietas con alto contenido de proteínas, también puede incrementar el riesgo. Según un estudio de Harvard de más de 120,000 personas a las que se les realizó un seguimiento por más de 20 años, una dieta a base de carne y con bajo contenido de carbohidratos aumentó en 14% el riesgo de morir por enfermedad cardiovascular.

Conclusión: Según nuestros expertos, probablemente lo mejor sea mantenerse alejado de las dietas con alto contenido proteínico. No tienen beneficios comprobados a largo plazo y están asociadas a una serie de posibles problemas para la salud.

Bajo contenido de grasas o nada de grasas

La promesa: Los partidarios sostienen que estas dietas pueden prevenir o reducir las enfermedades cardíacas, bajar los niveles de colesterol, controlar la presión arterial y ayudarte a bajar de peso y mantenerlo.

La verdad: Sin algo de grasa en la dieta, puedes tener deficiencia de ácidos grasos esenciales y tener dificultades para absorber las vitaminas solubles en grasa. Y ciertos tipos de grasas, las insaturadas, ayudan a proteger el corazón, reducen el riesgo de diabetes tipo 2 y tienen otros beneficios.

Por ejemplo, en una revisión de estudios realizada en 2012 por la Colaboración independiente de Cochrane se observó que reemplazar las grasas saturadas (que se encuentran en los productos de origen animal, como la mantequilla y la carne molida) por grasas insaturadas (provenientes de aceites vegetales como el aceite de oliva, los pescados grasos, el aguacate y las nueces) redujo el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cardiovasculares.

Si tu objetivo es bajar de peso, debes saber que los alimentos con bajo contenido de grasa o sin grasa no siempre tienen menos calorías. “A veces, la versión con bajo contenido de grasa o sin grasa de un producto tiene azúcar y almidón agregados para mejorar el sabor y la textura”, dice la dietista Maxine Siegel, que dirige las investigaciones sobre alimentación y nutrición de Consumer Reports.

Conclusión: Evita las dietas sin grasa o con muy bajo contenido de grasa; al final de cuentas, pueden ser perjudiciales. Pero si eres como la mayoría de los estadounidenses y consumes más de un tercio de tus calorías en forma de grasas, dice Seres, especialmente de las menos saludables, probablemente lo mejor sea reducir la ingesta total y elegir las grasas que resulten buenas para ti.

Alimentos sin gluten

La promesa: Los dedicados a esta forma de comer dicen que mejora la salud intestinal, cura los problemas estomacales, ayuda a bajar de peso y es energizante. Un informe reciente del Centro Nacional de Investigaciones de Consumer Reports determinó que el 63% de los estadounidenses creen que eliminar el consumo de gluten beneficia su salud física y mental. Más de un tercio piensa que les ayuda a bajar de peso.

La verdad: Para la mayoría de la gente, no hay nada poco saludable en el gluten, las proteínas que se encuentran en la cebada, el centeno y el trigo. Las únicas personas que deben eliminar el gluten de su dieta son el 1% de los estadounidenses que se estima que tienen enfermedad celíaca o hasta el 6% que tienen sensibilidad al gluten pero no son celíacos.

De hecho, hay pruebas que sugieren que el gluten puede ayudar a combatir las enfermedades cardíacas ya que reduce los niveles de triglicéridos (grasas que circulan en la sangre junto con el colesterol). También puede ayudar a bajar la presión arterial.

Según un estudio de la revista médica Journal of Medicinal Food, cuando se trata de bajar de peso, una dieta sin gluten puede ser contraproducente. Muchos alimentos sin gluten tienen mayor contenido de calorías, grasas y azúcar que las versiones a base de trigo. Por ejemplo, un bagel regular de Thomas de 3 oz tiene 270 calorías, 2 g de grasa y 7 g de azúcar. Un bagel Glutino Original New York Style de 4 oz tiene 340 calorías, 7 g de grasa y 14 g de azúcar.

Y muchos productos sin gluten contienen pequeñas cantidades de arsénico, un carcinógeno que se encuentra en el arroz que a menudo se utiliza para reemplazar a las harinas que contienen gluten. En 2012, Consumer Reports analizó más de 60 muestras de arroz y de alimentos envasados que contenían arroz, incluso pasta, galletas saladas y dulces a base de arroz. Casi todas contenían niveles medibles de arsénico.

La dieta sin gluten tampoco es saludable para la billetera porque los productos sin gluten pueden ser más caros que las versiones típicas de los productos envasados. Por ejemplo, la mezcla tradicional para brownies Duncan Hines, cuesta aproximadamente 8 centavos por porción; la versión sin gluten de Betty Crocker cuesta 28 centavos por porción.

Conclusión: No elimines el gluten totalmente de tu dieta, a menos que seas celíaco o tengas sensibilidad al gluten. Si estás en uno de estos dos grupos, trata de comprar alimentos sin gluten que sean frescos y no procesados. Y, cuando compres productos envasados, busca los productos sin gluten que no contengan arroz y que tengan bajo contenido agregado de azúcar, sal y calorías.

Guía rápida para una alimentación inteligente de Consumer Reports

“Los programas de alimentación que glorifican o denigran a un grupo de alimentos en particular no resultan saludables a largo plazo”, dice la dietista Maxine Siegel. “Debes incluir alimentos muy variados (cereales, diferentes frutas y vegetales frescos y proteínas magras) para asegurarte que estás ingiriendo todos los nutrientes que necesitas”. Para tener un estilo de vida saludable:

Cuenta las calorías: Según los Institutos Nacionales de Salud, una mujer adulta moderadamente activa necesita alrededor de 1,800 calorías diarias; un hombre adulto, entre 2,200 y 2,400. Si eres una persona sedentaria, resta 200 a tu ración diaria y, si eres sumamente activo, agrega hasta 400.
Ingiere proteínas magras: En promedio, las mujeres necesitan alrededor de 46 gramos diarios; los hombres, 56 gramos. Ingiere carnes magras, como pescados (29 g en 4 oz de salmón cocido), aves sin piel (35 g en 4 oz de ave cocida), lácteos (20 g por vaso de yogur griego con bajo contenido de grasa) y opciones vegetarianas, tales como las mantequillas de nueces (3.5 a 4 g por cucharada).

Escoge las grasas adecuadas: No más del 30% de las calorías diarias que ingieres deberían provenir de las grasas (cada gramo de grasa tiene 9 calorías). Consume como máximo 22 gramos diarios de grasas saturadas, evita las grasas trans (que se encuentran en algunos alimentos procesados, como galletas dulces o saladas), y concéntrate en las grasas que son buenas para ti. La mitad de un aguacate tiene alrededor de 15 gramos; todas, excepto 2, son grasas saludables. Media taza de almendras fileteadas contiene 22.5 gramos de grasas; 20 son insaturadas.

Elige los carbohidratos complejos: Las mujeres deberían consumir de 202 a 293 gramos diarios; los hombres, de 259 a 374. En vez de obtenerlos de carbohidratos refinados, como los azúcares agregados y los provenientes de las harinas blancas, es preferible consumir carbohidratos complejos; son nutritivos, producen sensación de llenura y están repletos de fibras (las mujeres de más de 50 años deben ingerir 21 gramos de fibra por día; los hombres, 30 gramos).

Los alimentos con alto contenido de carbohidratos complejos son las frutas y verduras, los legumbres como los garbanzos (media taza contiene 23 gramos de carbohidratos y 6 gramos de fibra) y los productos elaborados con cereales integrales, tales como el pan integral (14 gramos de carbohidratos y 1.9 gramos de fibra por rebanada). El programa ChooseMyPlate del gobierno sugiere que al menos la mitad de los cereales que consumimos sean integrales.

¿Realmente deberíamos comer como los cavernícolas?

Un nuevo análisis dental de antiguos fósiles descubrió que los primeros humanos ampliaron su dieta hace unos 3,5 millones de años para incluir hierbas. Hace poco se han revelado los resultados de un análisis hecho en la Universidad de La Laguna de las Islas Canarias de las más antiguas heces humanas que se tienen que mostró que, además de carne, los neandertales comían vegetales.

BBC, por Claudia Hammond

dieta_cavernicolaNo consumían pizzas ni curry. Nunca probaron ni una sola rebanada de pastel. Cazaban animales por su carne, capturaban peces y recolectaban frutos secos y bayas del bosque.
Y según algunos, estos primeros seres humanos del paleolítico -que vivieron entre 2,5 millones y 10.000 años atrás- tenían la dieta adecuada para los tiempos modernos.

El argumento a favor de la denominada «dieta paleolítica» es el siguiente: el cuerpo humano se adaptó a la vida en la Edad de Piedra y como nuestra genética ha cambiado muy poco desde entonces, esto significa que, desde el punto de vista biológico, estamos mucho mejor adaptados a la dieta de los cazadores-recolectores que existía antes de la agricultura.

Los detalles varían de dieta en dieta, pero en términos generales recomiendan evitar todos los productos lácteos, los alimentos a base de cereales como pasta, pan o arroz y en algunas versiones no se permiten las lentejas ni los frijoles.

Sus defensores sostienen que los trastornos modernos, como las enfermedades cardiacas, la diabetes y el cáncer, han surgido principalmente debido a la incompatibilidad entre nuestra dieta actual y nuestra anatomía prehistórica.

dieta_cavernicola_comida_chatarraPero ¿cuál es la evidencia para sostener que comer como un cavernícola es mejor?

Hay dos cuestiones que examinar.

En primer lugar, ¿es cierto que somos biológicamente idénticos a los humanos de la Edad de Piedra? Y, en segundo lugar, ¿significa esto que deberíamos consumir los mismos alimentos y que esa prehistórica dieta es más sana para nosotros?

¿Cavernícola yo?

Los adeptos de la dieta paleolítica dicen que la razón por la que deberíamos seguir este modo de vida es que nuestro sistema digestivo evolucionó para digerir ese tipo de alimentos. Argumentan que el consumo de productos lácteos o de cualquier otra cosa disponible antes de la aparición de la agricultura, es un desafío tanto para la evolución como para nuestros cuerpos.

Los biólogos evolucionistas sostienen lo contrario.

Marlene Zuk de la Universidad de Minnesota en Estados Unidos y autora del libro «Paleofantasía», dice que debido a que diversos genes cambian a ritmos distintos, no hay razón alguna para esperar que seamos genéticamente idénticos a las personas que vivieron en el período Pleistoceno. La evolución no se produjo así. No fue que un día se llegó al ser humano perfecto y las cosas se quedaron allí. Los seres humanos han estado en constante evolución.

«Algunos de los genes que tuvimos en el Pleistoceno eran los mismos que tuvimos cuando la vida era acuática y nadie sugiere que comencemos a alimentarnos por filtración», señala.

La ventaja de la leche

dieta_cavernicola_vacas_thinkstockUn ejemplo de un cambio genético relativamente reciente, (y por reciente me refiero a hace unos 7.000 años), es la persistencia de la lactasa.

Los bebés sobrevivían con leche, pero después del destete era poco usual que la toleraran y podía causar síntomas tales como dolor de estómago y diarrea.

La ganadería empezó por la carne y piel de los animales, no la leche. Sin embargo, aquellos que podían digerir productos lácteos sin molestias, empezaron a beber leche de vaca. Esto les dio una ventaja evolutiva, ya que no solo tenían una fuente adicional de comida, sino una bebida no contaminada. Así que ellos sobrevivieron y transmitieron a sus hijos la variante genética que tolera la leche. En corto tiempo, más adultos podían tomar leche, en diferentes lugares.

Peras con manzanas

Seamos o no genéticamente idénticos a los cavernícolas, sigue siendo posible que la dieta paleolítica sea lo mejor para nosotros.

Son pocos los que podrían argumentar que el consumo de alimentos altamente procesados es bueno todo el tiempo, o que no nos beneficia comer más frutas y verduras.

Pero como los detalles varían de una dieta a otra, es difícil evaluarlas científicamente. No obstante, si se realizara un estudio para comparar una dieta repleta de comida chatarra con la dieta paleolítica, cabe esperar que la dieta paleolítica resulte triunfadora. Pero ¿qué pasa si la comparamos con una dieta sana?

Se han realizado unos pocos estudios al respecto. Muestran que se tiende a perder peso más rápido con la dieta paleolítica; sin embargo, la mayoría son a muy corto plazo, ya que hacen que las personas sigan la dieta durante apenas tres semanas aproximadamente y con un número muy reducido de participantes. En una revisión de estudios, se incluyen tamaños de muestra de apenas 10, 29, 14 y 13 personas.

Persuadir a las personas a seguir la dieta no siempre resulta fácil. Uno de los estudios se tuvo que finalizar antes de tiempo porque durante seis meses no hubo ni un solo participante nuevo.

Noticias

A comienzos de este año, aparecieron titulares que proclamaban que por fin había pruebas de que deberíamos comer como los seres humanos de la Edad de Piedra.

La razón era que se había llevado a cabo un ensayo controlado aleatorio a largo plazo. Sólo duró dos años, pero fue largo en comparación con los estudios anteriores.

La muestra también fue mayor. Participaron 70 mujeres obesas posmenopáusicas, con una edad promedio de 60.

Se dividieron en dos grupos y durante dos años a uno de ellos siguió una dieta de tipo paleolítico y al otro una dieta nórdica baja en grasa, que no excluía ningún alimento, pero que consistía esencialmente en productos lácteos bajos en grasa y alimentos ricos en fibra tales como cereales integrales. Para cada dieta se fijaron objetivos en las proporciones ideales de proteínas, grasas y carbohidratos para comer.

¿Qué pasó?

dieta_cavernicola_comiendoAmbos grupos bajaron de peso, pero después de seis meses, las mujeres que seguían la dieta paleolítica habían adelgazado más y sus cinturas ahora medían menos que las que seguían la dieta nórdica.

Parecía que esta dieta era mejor, pero luego las cosas cambiaron.

Después de dos años no había diferencia de peso entre los dos grupos. La única diferencia radicaba en los niveles de las grasas dañinas de la sangre, los triglicéridos, pero aún así, también se encontraban dentro de los niveles que se consideran normales y seguros en las personas que seguían la dieta nórdica.

Ambos grupos tuvieron dificultades para manejar las dietas y la mayoría no alcanzó los objetivos de comer las cantidades adecuadas de cada grupo de alimentos.

Por lo tanto…

Todavía no hay pruebas contundentes de que deberíamos comer como los cavernícolas.

Por supuesto, es poco sano consumir una dieta compuesta principalmente de alimentos altamente procesados como el pan blanco y los cereales azucarados, pero esto no significa que se deben evitar todos los productos lácteos y granos, a menos que se tenga problemas concretos con ellos.

Cuando se trata de bajar de peso, el consejo es bastante simple: comer menos y hacer más ejercicio. Aunque es probablemente por eso que parece atractiva cualquier dieta que asegure haber encontrado una alternativa.

Por desgracia, parece que aún no existe una solución mágica.

Adelgazar en poco tiempo: los peligros de las dietas milagro

Perder peso en poco tiempo y sin mucho esfuerzo. Ese es el objetivo de uno de cada cuatro españoles —según la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN)— y esa es la razón por la que las dietas milagro están proliferando.

Huffington Post, por Margarita Lázaro

perder peso en poco tiempoEn la actualidad existen alrededor de un centenar en el mercado. Algunas parecidas y otras muy diferentes pero todas con una cosa en común: resultan peligrosas para la salud. El doctor Albert Lecube, coordinador del Grupo de Obesidad de la SEEN, advierte que «los milagros no existen» y que todas estas dietas «carecen de evidencia científica que las avale»: «Ha de quedar claro que estas dietas milagro son un riesgo para la salud y se pueden volver en contra del paciente por el efecto rebote». «Además el objetivo de un tratamiento dietético no puede ser solo la disminución del peso, también hay que llevar a cabo una reeducación alimentaria. La dieta es un proceso de aprendizaje», apunta Luis Alberto Zamora, nutricionista y vocal de comunicación de la Asociación de Dietistas y Nutricionistas de Madrid (Addinma).

Desde la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética insisten en que debemos convencernos de que no hay ninguna fórmula mágica ni milagrosa que en poco tiempo nos haga conseguir una imagen muchas veces inalcanzable. Como señalan desde SEEDO, la única fórmula saludable y eficaz para perder peso es reducir la ingesta energética, sobre todo las grasas y grasas saturadas, y aumentar el volumen de actividad física. Así se evitarán las consecuencias negativas asociadas a las dietas milagro y que van desde diabetes hasta fallos renales o efecto yo-yo. Los especialistas en nutrición aseguran que no hay ninguna que se libre y nos detallan los peligros de las que más triunfan en el mercado.

A continuación analizamos algunas de las más populares centrándonos en qué prometen, en qué consisten y sus peligros.

Dieta 5:2 | Dieta 4:3 | Dieta de los puntos | Dieta Paleo | Dieta de los 17 días | Dieta Flash | Dieta sin gluten| Dieta de los potitos | Dieta Dukan | Dieta de las ocho horas| Nueva dieta Atkins

DIETA 5:2

Qué promete: Es una de las dietas más novedosas y una de las que triunfa actualmente entra las celebrities. Este sistema de adelgazamiento, recogido en el libro The fast diet del británico Michael Mosley, promete a sus seguidores que les ayudará a perder hasta seis kilos en un mes.

En qué consiste: De los siete días de la semana, cinco hay libertad para comer y las restricciones se reservan para los otros dos, que pueden ser no consecutivos. Los hombres reducirían las calorías a 600 mientras que las mujeres tendrían que dejarlas en 500. El principio básico para los días de ayuno es comer solo alimentos ricos en proteínas y fibra (carne, pescado y verduras) y evitar los carbohidratos refinados (pasta, arroz y patatas).

Los peligros: “El primer fallo es que a una persona que trata de perder peso no le puedes decir que durante cinco días puede comer lo que quiera. Ese todo lo que quieras puede ser ilimitado y alguien con sobrepeso u obesidad podría llegar a comerse un solomillo de 1,5 kg”, explica el experto en nutrición Rubén Bravo, del Instituto Médico Europeo de Obesidad (IMEO), quien defiende que en todas las dietas hay que limitar las cantidades. “Por otra lado comer durante dos días solo 500 o 600 calorías es una barbaridad. Todo lo que está por debajo de 800 calorías puede desencadenar graves riesgos para la salud empezando por bajadas de tensión o de azúcar”, señala. A esto se sumarían las consecuencias del exceso de consumo de proteínas que se produce durante los dos días de ayuno. “Pueden provocar problemas renales porque obligamos al riñón —encargado de que no se filtren las proteínas— a trabajar más, lo que le haría envejecer más rápido”, explica Luis Alberto Zamora. El efecto rebote está garantizado. “Los ayunos intermitentes están asociadas a respuestas metabólicas no deseadas y al incremento de la grasa corporal. El organismo está preparado para autorregular un exceso de energía (una comida muy copiosa un día) pero lo que no es capaz de entender es que le estemos dando 1500 calorías todos los días y de repente le demos 3000 y luego 500 o 600. Ahí es cuando va a tener problemas”, señala Giuseppe Russolillo, presidente de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas (AED-N).

DIETA 4:3

Qué promete: Deshacerse de seis kilos en un mes perdiendo grasa y no músculo.

En qué consiste: Es una revisión de la 5:2. El sistema es parecido pero más restrictivo ya que en lugar cinco días de libertad total hay solo cuatro. Se trataría de comer un día todo lo que quieres y al día siguiente reducir las calorías a 500 (las mujeres) o a 600 (los hombres). Para ello, igual que en la 5:2, habría que centrarse en alimentos proteicos y evitar los hidratos de carbono.

Peligros: “Decir que se va a perder grasa y no músculo es erróneo. Además todas las pérdidas superiores a un kilo a la semana suponen una disminución de masa corporal”, explica Luis Alberto Zamora, nutricionista de Addinma. “Igual que la 5:2 tiene muchos puntos negativos pero habría que señalar los trastornos renales derivados del exceso de proteína, los riesgo de hipoglucemias o cetosis desencadenada por la restricción de hidratos de carbono y la ‘des-educación’ alimentaria ya que el mensaje que transmiten son ‘come todo lo que quieras, que luego lo solucionas con un par de días de purga’”, insiste Zamora quien enumera otros trastornos asociados como “estreñimiento, hinchazón abdominal o desequilibrio en el nivel de insulina”. Y sí, también tiene efecto rebote.

DIETA DE LOS PUNTOS

Qué promete: El presentador Jorge Javier Vázquez perdió cinco kilos (dos tallas menos) con El método entulínea de Weight Watchers (Editorial Planeta). Este sistema promete ayudar a adelgazar sin recuperar el peso perdido, sin pasar hambre y comiendo de todo.

En qué consiste: Se basa en un sistema de puntos llamado ProPoints. Estos se le asignan a los alimentos, dependiendo de sus proteínas, hidratos de carbono, fibras y grasas, y también a las personas. Cada uno tiene un saldo, según sus características físicas —edad, sexo, altura y peso— y actividad (para calcular los tuyos debes entrar aquí), para consumir diariamente y que pueden distribuir de la forma que quieran. Además cada uno tiene un capital extra semanal de 49 puntos para ocasiones especiales o cuando el hambre te pide más cantidad de determinado capricho.

Peligros: “El principal problema es la falta de educación alimentaria que sufre la persona que la sigue porque puede canjear los puntos a su gusto y sin seguir recomendaciones. De este modo podrían gastarlos todos comiendo aquello que más les gusta sin importarles si siguen una dieta equilibrada, variada y suficiente en nutrientes», explica el mismo Luis Alberto Zamora. Eso mismo señala Rubén Bravo y pone como ejemplo de menú bueno para la dieta y no para el individuo uno compuesto por café con leche entera (3 puntos), un croissant (9 puntos), un bocadillo de jamón y queso (8 puntos) y dos yogures naturales (4 puntos). “Los efectos negativos a corto, medio y largo plazo pueden ser de lo más variados: desde estreñimientos o diarreas, hasta hígados grasos, hipoglucemias, déficit de vitaminas y minerales con sintomatología o sin ella, etc”, añade Zamora. “Además puede conducir a una obsesión por la comida porque te pasas el día calculando”, agrega Bravo para el que este tipo de alimentación solo sería válida si la supervisa un especialista.

DIETA PALEO

Qué promete: Basada en el libro Las mujeres paleolíticas no engordan, de la nutricionista Esther Blum, garantiza que quienes la siguen conseguirán un cuerpo esbelto y saludable, como el de las mujeres de las cavernas, en menos de tiempo de lo que se imaginan.

En qué consiste: Existen en internet multitud de entradas que explican al detalle este método seguido por famosas como Natalie Portman, Uma Thurman, Jessica Biel o Beyoncé y que reduce al máximo el consumo de carbohidratos. La paleochic defiende seguir la dieta de nuestros antepasados de la Edad de Piedra basada en el consumo de plantas y animales. Se pueden comer proteínas, grasas, frutas, verduras y frutos secos y se limitan los carbohidratos. Quedarían prohibidos los alimentos procesados (harina, trigo, cereales, pastas y pan), el azúcar, los zumos y los refrescos. En días ‘especiales’ se puede tomar café, algún lácteo, alcohol, arroz integral y legumbres. En el blog paleostyleparatodos hay recetas, consejos y hasta tablas de ejercicios.

Peligros: “A priori puede parecer una dieta saludable sin embargo el prohibir los cereales no es positivo par la salud. Especialmente en el caso de los cereales integrales que previenen del sobrepeso u obesidad e incluso puede ayudar a combatirlo”, explica Russolillo. Para el presidente de la AEDN hay otro problema: “En la cáscara de los cereales es donde se encuentran unas sustancias llamadas fitoquímicos vegetales o compuestos bioactivos, también presentes en frutas, hortalizas y verduras, que previenen de numerosas patologías como la enfermedad cardiovascular, la diabetes, el sobrepeso y la obesidad, la hipertensión arterial y también del cáncer”. A esto se sumarían los riesgos propios de las dietas hiperproteicas como la 4:3 y 5:2. ”Además se obvian cosas como que en el paleolítico la esperanza de vida era menor que actualmente, lo que puede ser causa y consecuencia de la alimentación; y el nivel de actividad física era muy superior al actual, motivo también que influye (y mucho) a la hora de perder o mantener el peso”, añade Luis Alberto Zamora para el que no hay evidencias científicas que sostenga esta dieta milagro.

DIETA DE LOS 17 DÍAS

Qué promete: El régimen del televisivo doctor Travis Stork ayuda a perder hasta 7 kilos en dos semanas.

En qué consiste: La dieta consta de cuatro ciclos de 17 días. Durante el primero (Accelerate) es cuando se pierde más peso y para ellos se deben consumir 1200 calorías diarias (se elimina el azúcar y se permite la ingesta de yogur griego, té verde, huevos, pescado, pollo, frutas frescas y verduras). En el segundo (Activate) se estimula la quema de grasa mientras se incorpora a la lista de alimentos permitidos mariscos, carnes magras, almidones naturales, legumbres y verduras con almidón. En el tercer ciclo (Achieve) se empiezan a introducir alimentos tradicionales y más variados como son aves, tocino de pavo, cereales ricos en fibra y pasta. Y por último, en el cuarto ciclo (Arrive), al que llegamos cuando alcanzamos el peso deseado, se permite comer nuestras comidas favoritas en fin de semana mientras que de lunes a viernes hay que seguir la dieta de la fase anterior.

Los peligros: Para Luis Alberto Zamora el gran problema es que se presenta como “otro milagro de adelgazamiento” que conlleva una “depleción del músculo, además de someter a un estrés metabólico al organismo”. Según este nutricionista, la dieta resulta demasiado restrictiva, especialmente en las primeras dos fases, “lo que ya nos indica la gran probabilidad de carencia de nutrientes y los efectos negativos que eso conlleva”. Hay que añadir también que no estimula una educación alimentaria para que la persona pueda no caer en los errores que le hicieron aumentar de peso.

DIETA FLASH

Qué promete: no está indicada para bajar solos unos kilitos, el autor de esta dieta y autor del libro homónimo, el doctor Manuel Jiménez Ucero, asegura que siguiéndola se pueden llegar a perder 10 kilos en un mes y hasta 30 en tres o cuatro.

En qué consiste: La idea general es reducir los hidratos de carbono al máximo y centrarse en el consumo de proteínas (se conoce con el nombre de régimen hiperproteinado), permitiendo a su vez la ingesta de verduras, legumbres, frutas y cereales integrales. “Hay que huir del pan y de todos los dulces. El volumen de grasa que tomamos al comer jamón es mínimo si lo comparamos con el de azúcares y harinas”, asegura el autor. Este sistema tiene tres fases: iniciación (dura mes y medio y durante ésta se produce la pérdida drástica de kilos. Se combinan batidos y zumos hiperproteícos con el consumo de proteínas vegetales, frutas, verduras y hortalizas. Los alimentos procesados quedan prohibidos, también la leche, la carne y los huevos), reeducación (se incluyen algunos de los alimentos prohibidos) y mantenimiento (para equilibrar el metabolismo y evitar el temido efecto rebote).

Los peligros: La AEDN asegura que es totalmente desaconsejable por ser una dieta “proteinada”, “sin fundamento científicos” y en la que es necesaria la compra de productos de adelgazamiento. “Es una dieta peligrosísima para la salud porque se reduce muchísimo el consumo de hidratos de carbono. Hay que pensar que el organismo solo funciona con éstos y cuando bajamos por debajo del 15 o 20 por ciento empieza a suponer un riesgo importante y cuando bajamos del 10 el organismo empieza a sintetizar cuerpos cetónicos para poder funcionar y al final estamos comprometiendo la sangre y los órganos principales como el riñón, el bazo, el corazón… y provocando efectos metabólicos no deseados”, explica su presente Giuseppe Russolillo. Entre los riesgos que se asocian a esta dieta se incluyen: debilidad, fracturas óseas, síndrome metabólico, daño renal y desórdenes gastrointestinales.

DIETA SIN GLUTEN

Qué promete: Este método que hace furor entre famosas como Lady Gaga, Victoria Beckham y Miley Cyrus ayuda a perder hasta tres kilos en nueve días.

En qué consiste: Se trata de seguir la alimentación de los celíacos (alimentos sin gluten o específicos para personas con esta intolerancia) pero sin serlo basándose en la creencia esta comida es light o baja en calorías, disminuye la hinchazón abdominal y es más saludables. Así quienes siguen esta dieta deben consumir carne, pescado, fruta, legumbres, verduras, tubérculos, lácteos, frutos secos, huevos, cereales sin gluten, aceites, mantequilla, azúcar…

Los peligros: Luis Alberto Zamora apunta que esta dieta se basa en una idea totalmente descabellada: los alimentos sin gluten no son menos calóricos, no son más saludables, ni tampoco disminuyen la hinchazón abdominal. Si se consigue adelgazar es porque al no haber tantas opciones para no celíacos, especialmente cuando salimos fuera de casa, se terminan restringiendo los alimentos. “Es una dieta buena para celíacos pero al resto de la gente el gluten no le hace ningún daño”, sentencia Rubén Bravo.

DIETA DE LOS POTITOS O BABY FOOD DIET

Qué promete: La actriz Jennifer Aniston asegura que este método le ahizo a perder 3 kilos a la semana.

En qué consiste: La dieta de los potitos, también seguida por Madonna, Shakira y Courteney Cox, consiste en alimentarse cada día con 14 potitos de bebés de distinto tipo (frutas, crema de cereales, purés de verduras…) y realizar una cena sólida con carne magra y verduras.

Los peligros: El nutricionista Luis Alberto Zamora asegura que uno de sus principales problemas es la monotonía: “Cuando se come todos los días lo mismo por un tiempo prolongado, el cuerpo empieza a rechazar ese alimento (como mecanismo de defensa para evitar una dieta carente de los nutrientes) y se prefiere no comer al hecho de volver a tomar más potitos”. A este déficit de nutrientes se deberían añadir efectos psicológicos como ansiedad o alteraciones de humor. “Además es muy poco sociable. Resulta muy difícil compaginarla con una vida social. Imagina que tus amigos están comiendo un solomillo y tú mientras tomando potitos”, señala Rubén Bravo para el que comer purés no proporciona ningún beneficio extra: “Tu cuerpo consume menos calorías para metabolizar el alimento porque al masticar también hacemos gasto calórico”. A todo ello hay que añadir que la recuperación del peso perdido está garantizada una vez que la abandonas, apunta Russolillo.

DIETA DUKAN

Qué promete: El supuesto doctor francés Pierre Dukan —el colegio médico francés lo expulsó el pasado mes de enero— asegura que quien sigue este método puede llegar a perder hasta 10 kilos en dos meses.

En qué consiste: El método Dukan se distribuye en cuatro fases: la primera es la hiperproteica durante la que se le atribuye el efecto inicial de mayor pérdida (fase de ataque sin carbohidratos y solo se consumen proteínas puras: de 3 a 5 kilos en 7 días), la segunda fase (de crucero, en la que se equilibran verduras y proteínas: se pierde menos peso), tercera fase (consolidación para prevenir el aumento de peso generado tras una pérdida brusca. Dura 10 días por kilo perdido) y cuarta fase (estabilización, se come lo que quiera todos los días menos uno que se sigue la regla de sólo proteíca)

Peligros: Giuseppe Russolillo lo tiene claro: la dieta Dukan es un fraude. «Las proteínas no ayudan a perder peso mientras que su consumo en exceso es peligroso porque puede producir fallos renales a la vez que incrementa el riesgo de mortalidad por enfermedad cardiovascular». Según este especialista, la dieta hace todo lo contrario a lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) que insiste en que deberíamos «seguir una dieta rica en alimentos de origen vegetal como frutas, verduras, frutos secos, productos integrales y aceites de semilla y reducir el consumo de carnes, huevos, embutidos, quesos y pescados, siendo éstos los más recomendados del grupo».

DIETA OCHO HORAS

Qué promete: El lema es ‘mira los kilos desaparecer sin mirar lo que comes’ y asegura que ayuda a perder hasta cuatro kilos en una semana.

En qué consiste: Permite comer todo lo que quieran pero con una condición: las comidas se distribuyen durante 8 horas y después hay que hace 16 horas de ayuno, recomendando que la ingesta sea de 9 a 17 horas. Es recomendable empezar siguiéndola durante tres días para llegar a conseguir seguirla a diario. Aunque no se restringen alimentos sí se recomiendan algunos para que la dieta sea equilibrada.

Peligros: Es una dieta con efecto yo-yo garantizado. «Al pasar 16 horas sin comer le obligamos al organismo que se ponga en situación defensiva y así cuando llega el momento del desayuno se almacena grasa para aguantar el día», explica Rubén Bravo quien la define como la dieta perfecta para cambiar masa muscular por grasa. «Además si se sigue durante un periodo de tiempo prolongado puede producir trastornos endocrinos», añade Zamora.

NUEVA DIETA ATKINS

Qué promete: Asegura que ayuda a perder peso mientras garantiza a sus seguidores que no sufrirán bajones repentinos de energía y no tendrán sensación de estómago vacio.

En qué consiste: Es la nueva versión de la clásica dieta Atkins. Llegó al mercado para competir con la Dukan que le había robado cuota de mercado. Esta dieta tiene cuatro fases. En la primera se haría 3 comidas grandes al día (o 4-5 pequeñas) y reduciría el consumo de carbohidratos a 20 gramos diarios, de los cuales 12-15 tendrían que estar en verduras (aquí puedes mirar cuántos carbohidratos tiene cada producto). En esta fase se deben comer 115-175 gramos de proteínas por comida, sin necesidad de quitarle la grasa, y se permite el consumo de mantequilla, aceite de oliva, aceite de girasol, queso (menos requesón y ricota), aceitunas y aguacates. Hay además que tomar pastillas multivitaminadas y suplementos con omega 3. La segunda etapa se centra en aumentar los carbohidratos progresivamente (5 gramos a la semana) y así aumentar la variedad de comidas incorporando alimentos como nueves, semillas y moras. Durante la fase 3 (de mantenimiento previo) ya se pueden incorporar los carbohidratos integrales, el objetivo aquí es perder los últimos 4,5 kilos que nos sobran. Por último, en la fase 4 o de mantenimiento, se trata de estabilizarse en ese peso, 2,2 kilos arriba, 2,2 kilos abajo, utilizando para ello lo aprendido sobre nuestro metabolismo en la etapa anterior. Quien sigue esta dieta puede comprar barritas y batidos específicos (Daybreak, Advantage y Endulge) para hacer frente a los momentos de bajón.

Peligros: Luis Alberto Zamora señala que ésta es una dieta hiperproteica más que genera los mismos trastornos que otras como la antigua Atkins: «Se comenta que el doctor Atkins se murió a causa de seguir su propia dieta». EL nutricionista asegura que «es una dieta desequilibrada, que causa carencia de nutrientes, sobrecarga proteica del sistema renal y que, al igual que la dieta Dukan, está totalmente desaconsejada para personas con trastornos renales». Detrás hay un interés económico porque va a asociada con el consumo de productos específicos, «lo que también nos puede indicar el interés más económico que de salud». Rubén Bravo añade a estos peligros que puede provocar subidas de colesterol, ralentización del metabolismo, desnutrición, sustitución de la masa muscular por grasa y efecto rebote.