Refrescos para el corazón

Diario de León, por Ricardo Segura (EFE)

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Tendencias. El calor puede afectar a la salud cardiovascular. Un experto describe las comidas y bebidas que protegen nuestros latidos en verano

¿Sabía que las altas temperaturas de la primavera y el verano también pueden afectar nuestra salud cardiovascular? Aunque las patologías del corazón están principalmente asociadas al frío, también pueden producirse problemas asociados a una exposición al calor excesivo, debido a que las personas pueden deshidratarse, acentuándose el riesgo cardiovascular, según la Fundación Española del Corazón. «Pensar en la alimentación como una fuente de salud para nuestro corazón es la mejor inversión a largo plazo que podemos hacer y que nos proporcionará, no solo mayor esperanza de vida, sino también calidad», reitera Rubén Bravo, experto en nutrición y portavoz del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (Imeo). Bravo traslada a Efe la recomendación de consumir regularmente, y con moderación, diez alimentos con un efecto cardioprotector especialmente indicados para la época de calor. Vino tinto «La potencia terapéutica del resveratrol y los taninos se encuentra principalmente en la piel de la uva, y en la elaboración del vino tinto la maceración se realiza con la uva completa. Los beneficios de la ingesta moderada de caldos tintos radica en sus polifenoles, que tienen poder antioxidante, efecto antiinflamatorio y reducen la presión arterial», según Bravo. Pescado azul Los pescados como la sardina, la caballa, el salmón o el atún, tienen de media unos 10 gramos de grasa rica en ácidos grasos poliinsaturados de la serie omega-3, y poseen gran capacidad para disminuir los triglicéridos plasmáticos, aumentar la vasodilatación arterial, reducir el riesgo de trombosis y la tensión arterial. Aceite de oliva «Su variedad extra virgen es rica en antioxidantes, ácidos grasos monoinsaturados, vitamina E y fitosteroles, todos ellos compuestos cardioprotectores. Nueces Dos de los compuestos de las nueces, el ácido linolénico que el organismo transforma en ácidos grasos omega 3 y los fitosteroles, juegan un papel importante en la reducción del colesterol. Jamón ibérico «Esta carne, preferiblemente «de bellota», es un superalimento que nos aporta hierro y vitaminas del grupo B, que permiten el buen funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso. Legumbres «Algunos fitoquímicos de las judías, habas, guisantes, lentejas y garbanzos, como las lectinas y saponinas, están implicados de forma directa en la reducción del colesterol sérico y en la prevención de la formación de la capa de ateroma que degenera en enfermedades cardiovasculares», recalca Bravo. Cereales integrales La fibra es un componente alimenticio que ayuda a reducir significativamente los niveles de colesterol y que se encuentra en los cereales integrales, el salvado de avena, el germen de trigo, la avena integral, el pan integral y el arroz integral. Frutos rojos «Las mujeres que siguen una dieta rica en frutos rojos, tomando fresas y/o arándanos tres o más veces por semana, reducen en un 32 por ciento el riesgo de padecer un infarto, según la Escuela de Salud Pública de Harvard (EE UU). Sandía Bravo recalca que esta fruta presenta un alto contenido en citrulina que, al convertirse en el aminoácido arginina, favorece la dilatación y flexibilidad arterial combatiendo la arterioesclerosis. Ajo Es un alimento muy rico en minerales como selenio, potasio, fósforo, magnesio, zinc y yodo, al igual que en vitaminas del grupo B, con influencia directa sobre la reducción de la presión arterial.

Plan de intercambios saludables para estas Navidades

RNE, Marca España

Estas Navidades nos brindan 17 días no laborables, contados desde 1 de diciembre hasta concluida la semana de Reyes. A seis semanas de posibles excesos gastronómicos, evalúan el riesgo de estas Navidades los expertos en nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), pudiendo ganar entre 4 y 6 kilos de más. Cada comilona de Navidad o Año Nuevo asciende a unas 3000 Kcal., es decir, al  equivalente a dos días de dieta normal. Por esta razón, el Departamento de Nutrición del Instituto ha elaborado un plan de intercambios saludables que nos permitirá reducir las calorías a menos de la mitad.
En esta edición del programa Marca España, del RNE, interviene Rubén Bravo, experto en nutrición y portavoz del IMEO que nos brina una serie de consejos prácticos que nos permitirán disfrutar las navidades sin kilos de más.
Para escuchar el programa, pulsa play.

Los peligrosos caldos milagro para adelgazar, la última moda en las dietas

El peligro de las dietas ‘milagro’ es cada vez mayor por las modas que surgen en el mundo de la pérdida de peso. La nueva tendencia son los caldos prometedores y rápidos, con sus efectos negativos ignorados por muchos.
Qué
thumbEl tema de los kilos de más y la comida es uno de los más preocupantes en nuestra sociedad. Llega la Navidad  con esos langostinos y ese jamón serrano que nos vamos a comer en las múltiples cenas de la temporada. Nos trae de cabeza y cada vez son más las personas, sobre todo las mujeres, que se apuntan a la moda de las dietas, sobre todo a las‘milagrosas’, aunque lo de pasar hambre no le gusta a nadie.

Hay dietas muy locas y poco recomendadas entre los nutricionistas profesionales, por no decir demonizadas. No es para menos, la salud se resiente a medida que se pierde peso de manera poco saludable o rápida. Quienes optan por adelgazar mucho en muy pocos días ignoran los efectos adversos que pueden llegar a tener las prácticas que hagan a la hora de la comida.

Miles de webs  dan consejos para que se haga de forma sana, siguiendo una tabla de ejercicios y una dieta equilibrada con todos los alimentos que necesita el cuerpo humano. El peligro llega con las que comercializan los milagros, el negocio de los kilos que ‘sobran’.

Comer poco, mal, desprenderse de algunos alimentos básicos, como la pasta o el arroz, o incluir en exceso otros, son algunas de las cosas más comunes en las dietas que se ponen de moda. ¿Dónde está el beneficio? Resultados increíbles de manera inmediata, como si se tratara de un anuncio publicitario.

Un beneficio encubierto de peligrosos y desventajas para el organismo que puede afectar a nuestro día a día, tanto en secuelas fisiológicas como psicológicas. Adelgazar en tiempo récord puede tener efecto rebote y vernos, poco tiempo después, con más kilos  de los que teníamos antes de hacer el régimen. Y eso afecta, también, de forma directa a la salud mental.

LOS CALDOS ‘DEPURATIVOS’

La nueva moda en alza entre quienes quieren perder peso es hacerlo de forma más rápida, rica y engañosa a la vez. Los batidos, zumos y caldos son la nueva tendencia de ‘alimentarse’ y perder hasta dos kilos en apenas una semana. Algunos se venden como complemento alimenticio, otros como plato en solitario.

Se venden como ‘depurativos’, como eliminadores de toxinas, como baños naturales para dentro del organismo. Consisten en disminuir la retención de líquidos, una de las causas más comunes del aumento de peso, y se toman junto con las comidas, dos o tres vasos al día. Otros, los más alarmantes para los expertos, son la única comida de una persona durante un corto periodo de tiempo.

La gran parte se venden como combinaciones de frutas, verduras que contienen propiedades de descongestión del hígado, de pérdida de grasa corporal, y la consecuencia inevitable y deseada del peso.

El experto en nutrición del IMEO, Rubén Bravo, advierte continuamente a sus pacientes de los peligros que tienen estos caldos «irreales». «No nos podemos plantear perder grasa con esto porque no es real y los problemas que causan son diversos», afirma preocupado.

«Lo que en realidad disminuyen es el glucógeno muscular», explica Bravo cuando habla de estos caldos que los tacha de «barbaridades». Muchas webs se dedican a enseñar cómo cocinarlos en nuestra propia casa, a modo de receta y son como una sopa. Aunque estos no suponen tanto peligro como los preparados, el experto advierte de la mentira que se puede vender junto con ellos.

Aunque tomarlos dos o tres días no tienen efectos secundarios, según el nutricionista, también advierte de que «son parches, entran dentro de la categoría de dietas radicales y extremas. Crean problemas en el metabolismo que luego son los responsables, precisamente, del aumento de peso desmesurado en algunas personas». «Si no te alimentas bien, vas a engordar», asegura Bravo.

EL CALDO FAT FLUSH

El reconocido doctor y escritor de ‘bestsellers’, Mark Hyman, ha creado el llamado caldo ‘Fat Flush’, con el que se consigue adelgazar dos kilos en tres días. Una pócima mágica que consiste en tomar ácido graso omega 3 por las mañanas con tres puñados de nueces o semillas de calabaza para acompañar al desayuno. El batido que recomienda tomar con el desayuno lleva leche de almendras sin azúcar, media taza de almendras y una cucharada de mantequilla de almendras.

A la hora de la comida y la cena priman las proteínas y la fibra junto al preparado de cebolla, zanahorias, rábano, calabaza, col, nabo, apio, algas secas, repollo, jengibre, ajo y hongos shiitake. Tres o cuatro tazas de esto al día en las comidas para, además de perder peso, saciar el apetito y no picar entre horas.

Rubén Bravo ha escuchado hablar de esta dieta y no la ve eficaz, a pesar de señalar que en pocos días el efecto negativo es mínimo. «El efecto rebote de volver a coger los dos kilos se puede sumar a coger el doble», advierte.

«En estas dietas milagro no se habla de elementos básicos como el colesterol, la glucosa o de algunos alimentos necesarios en todos los platos, tipo el aceite de oliva o el arroz, que tiene hidratos de carbono», explica el nutricionista. La solución no son estos caldos y los milagros no existen.

LA RESACA NAVIDEÑA, LA MÁS PROPENSA A LAS DIETAS

Como bien decíamos al principio, los días posteriores a las comilonas de Navidad son los más propensos a practicar este tipo de regímenes. El aumento de peso puede ser considerable y muchos optan por lo más rápido para volver a caber en los vaqueros de hace un mes.

Rubén Bravo recomienda que, posterior termine la época navideña, comamos menos y hagamos ejercicio diario. Aunque parece ser algo muy básico, no cala hondo en las personas preocupadas por el peso. Si se quiere mantener la línea, no ganar kilos en un futuro y, en definitiva, estar sano por dentro y por fuera, «debemos desechar estas dietas extremadamente peligrosas», dice el experto del IMEO. Desechemos las grasas, los azúcares y que en nuestro plato nunca falte de nada.

 

En verano se engorda entre tres y cinco kilos

Ruben Bravo de IMEOEuropa Press Tv
Volver a los hábitos previos al periodo vacacional, establecer un plan programado y combinarlo con una dieta equilibrada y ejercicio físico es lo que recomiendan los expertos en nutrición a la hora de regresar de las vacaciones con el fin de perder los kilos de más que se cogen durante los meses de descanso, evitando así recurrir a un ‘plan rápido’ de pérdida de peso.

En declaraciones a Europa Press TV, el especialista en nutrición y gastronomía del Instituto Médico Europeo de Obesidad (IMEO), Rubén Bravo, ha declarado que durante el verano se suele engordar una media de entre tres y cinco kilos por persona y lo achaca debido a que los españoles se dan también «vacaciones gastronómicas»; se come menos pero peor.

«Los datos que manejamos en el Instituto son de entre tres y cinco kilos de media los que cogen los españoles en esta época del año. El problema es que esta cantidad posiblemente en kilos de grasa sea más y perderla es mucho más difícil, por lo que al final nuestro metabolismo se ve perjudicado porque estamos bajando nutrientes necesarios en la dieta», destaca el experto.

Por ese motivo ha recomendado trazar un «plan programado» que incluye una dieta equilibrada y ejercicio regular. «Si vamos a un plan rápido en el que queramos perder peso a celeridad alta al final tendremos efecto rebote y no vamos a tener los tres o cuatro que hemos cogido en verano sino que se van a sumar otros y podemos llegar a navidad con ocho kilos de más«, ha advertido.

Así, Bravo ha asegurado de que los españoles «no se toman del todo en serio» la necesidad de llevar una alimentación equilibrada y solo ponen remedio al problema cuando los malos hábitos resienten la salud. «Los datos reflejan que entre el 60 y 65 por ciento de españoles tienen problemas de obesidad y el 30 por ciento de población infantil; hasta que no se ve el problema no saltan las alarmas», ha lamentado.

Por ese motivo ha indicado de que «con el actual carro de obesidad infantil» el nivel de obesidad adulta va a ser muy elevado en los próximos años; además, asegura que la Seguridad Social no va a poder encontrar soluciones a este «problema de pandemia importante» en el largo plazo.

«HAY QUE TOMAR MEDIDAS REALES»

«A veces me dicen que hay que disfrutar un poco también (con la comida) pero hay cosas con las que no se puede bromear porque hay gente que se está muriendo de esto. Las principales causas de muerte en los países desarrollados es por fallo cardiovascular que se produce principalmente por los niveles de obesidad y se trata de una pandemia. Mueren cientos de miles de personas por esto, por lo que hay que empezar a tomárselo en serio, concienciarnos y tomar medidas reales«, ha subrayado.

Finalmente ha recordado que existen dietas, como la ‘del vino tinto y jamón’, que promueven en IMEO, que demuestran que se puede comer «muy sano» con una alimentación muy variada que ayude a controlar el peso o a disminuirlo si es necesario.

3 peligros de la diabesidad

el peligro del sobrepeso y la diabesidadTiempo en línea.
Dos de las enfermedades muy relacionadas que deterioran el bienestar de las personas son la obesidad y la diabetes tipo 2; cuando ambas se padecen al mismo tiempo hay consecuencias importantes para la salud. Los especialistas explican ¿cuáles son los peligros de la diabesidad?
Este es un término para referir el estado que se produce cuando se padece diabetes tipo 2 y obesidad pero que implican doble riesgo para la salud. Una persona que padece obesidad tiene mayores probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2, detalla el Instituto Médico Europeo de la Obesidad.
El sobrepeso es el principal factor de riesgo para la aparición de una diabetes mellitus tipo 2, ya que la grasa acumulada en la zona abdominal produce diversas sustancias como las adipoquinas que dificulta la función de la insulina, explica Albert Lecube, médico de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).

Un dúo muy peligroso
Entre algunas complicaciones se mencionan los problemas para dormir, pérdida de visión, depresión, daño en el sistema nervioso, insuficiencia renal y hasta infartos o embolias. Conoce detalles de otras enfermedades que pueden desencadenar.
1. Infartos y embolias. Son las principales consecuencias de la obesidad y la diabetes tipo 2, ya que las alteraciones metabólicas y hormonales ocasionan mayor esfuerzo del corazón, aceleran el ritmo y crecimiento de este órgano, afirma Saúl Salinas Orozco, endocrinólogo del IMSS.
Para disminuir el riesgo de estos problemas se recomiendan caminar todos los días 30 minutos o realizar alguna actividad física, evitar comer productos con azúcar refinada y grasas saturadas, así como el tabaquismo.
2. Cáncer. La obesidad está asociada con diversos tipos de cáncer como el de esófago, páncreas, colon y recto, seno después de la menopausia, riñón, tiroides y vesícula biliar, resume el Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos.
Agrega que este riesgo surge porque la obesidad provoca inflamación crónica baja o subaguda, lo cual está asociado a un mayor riesgo de cáncer. Además, en esta condición hay exceso de estrógenos y su acumulación genera cáncer. A ello se agrega el factor de resistencia a la insulina, que favorece la presencia de algunos tumores.
3. Problemas respiratorios. La Unidad de Investigación en Diabetes y Metabolismo del Institut de Recerca del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, afirma que el aumento de los niveles de glucosa en la sangre ocasiona alteraciones respiratorias en mujeres que sufren de obesidad mórbida y diabetes tipo 2.
Los resultados han mostrado que en pacientes diabéticos la capacidad de expirar se reduce significativamente y presentan dificultades severas en la respiración, sobre todo las obstrucciones al paso del aire, explica el estudio del Institut de Recerca.

El Instituto Médico Europeo explica que para prevenir las secuelas de la diabesidad que afecta tanto a niños, jóvenes y adultos, habría que cambiar el estilo de vida con una dieta adecuada libre de comida rápida e industrializada, realizar una actividad física diaria para reducir el exceso de grasa corporal e intraabdominal.
Ten presente que el consumo exagerado de alimentos poco saludables, así como el sedentarismo son las principales causas de estas dos enfermedades. ¡Cuida tu salud y la de tu familia!

La ‘fórmula’ perfecta de unas vacaciones saludables: 2-4-8

Cometer no más de 2 excesos gastronómicos a la semana, reducir la ingesta de alimentos a partir de las 4 de la tarde y realizar 8 horas de actividad física semanales conciliaría hábitos saludables y espíritu vacacional, según expertos del IMEO

descanso pasivo y obesidad_bajaEl exceso de sedentarismo en vacaciones, sobre todo para los que se quedan en casa durante semanas, contribuye al aumento de sobrepeso. Es la conclusión a la que llegan los especialistas del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) al observar un patrón de conducta que resurge en épocas de vacaciones, y que consiste básicamente en entrar en un círculo pernicioso de dormitar en exceso, pasando demasiadas horas sentado frente al televisor, manteniendo actividades que apenas consumen energía, y que promueven una modificación negativa en el biorritmo natural, favoreciendo comenzar el día pasada la media mañana y la conciliación del sueño a altas horas de la madrugada, con largos periodos sedentarios a lo largo del día; una combinación de hábitos que no nos permitirá sacar el máximo provecho a nuestras vacaciones, y que agravará el Síndrome de Depresión Postvacacional y el sobrepeso.

Por esta razón, los expertos de IMEO han creado una «fórmula» que permite mantener los kilos de más a ralla durante las vacaciones, sin necesidad de realizar grandes sacrificios que puedan lastimar nuestro espíritu vacacional. «Se trata, principalmente, de huir del sedentarismo e impedir que los excesos a la hora de comer se vuelvan algo habitual que deje consecuencias», explica Rubén Bravo, experto en nutrición y portavoz del instituto. Tras estudiar múltiples casos en consulta, se han identificado tres momentos clave que reinciden en el aumento de sobrepeso en verano: los excesos gastronómicos, las ingesta tardía y la insuficiente práctica de actividad física.

En este sentido, el secreto de unas vacaciones saludables residiría en la correcta proporción de éstos tres elementos que hemos organizado en una sucesión numérica 2-4-8 que sirve de ayuda para recordar las cosas que debemos y las que no debemos hacer en términos de hábitos saludables y que se aplica a modo de autocontrol semanal. El número dos hace referencia al total de excesos gastronómicos permitidos, cuatro indica la hora de la tarde a partir de la cual conviene reducir la ingesta de alimentos y ocho representa las horas que debemos dedicar a la alguna actividad física a lo largo de la semana. «Si logramos seguir esta regla de oro, planificando nuestro tiempo libre implantando un poco de disciplina, habremos conseguido nuestro propósito: disfrutar de unas vacaciones sin temor a subir de peso”, apostilla el experto.

Los excesos son el primer ‘escalón’ de la fórmula, ya que limitar su número a dos para toda la semana nos hará reflexionar y ser más consientes de nuestra elección. No hay nada malo en premiarnos, de vez en cuando, con un trozo de pastel o pizza, pese su evidente desproporción de calorías, grasas y azúcares, siempre y cuando esto sea la excepción de la regla y no al revés. Pero sabiendo que 100gr de patatas fritas chips nos proporcionan unas 500Kcal, equivalentes a una tercera parte de la ingesta calórica diaria recomendada para una mujer y apenas nos llenarían el estómago, ¿los tomaríamos igualmente? Entre todos los nutrientes las grasas son con el menor poder saciante. Razón por la cual es más fácil ingerir mayor cantidad de chips, ya que la sensación de «estómago lleno» llega más tarde al cerebro.

Los alimentos que consumimos nos aportan la energía vital que nuestro organismo gasta durante el día. Por esto la mayor ingesta debe tener lugar en el desayuno y el almuerzo y un 25 por ciento de las calorías diarias recomendadas, a partir de las cuatro de la tarde.

8 horas de actividad física a la semana permiten tener los kilos de más a rallaLas altas temperaturas al exterior y la falta de mayores obligaciones, relacionadas con el cese laboral, no nos animan, precisamente a «ponernos a sudar». Sin embargo, lo peor que podemos hacer es apostar por un ocio más pasivo relacionado con la televisión, el ordenador o la lectura; esto desaceleraría nuestro ritmo de vida habitual y se invertiría la proporción de tiempo destinado al descanso y a la actividad física, de modo que ya no quemaríamos grasas con la misma intensidad. Ilustrémoslo con un ejemplo[1]: un varón de estatura mediana que pesa unos 80 kilos quemaría alrededor de 80Kcal viendo una película que dura una hora y media. Si dedicara este mismo tiempo para dar un paseo sin prisas o bailar, quemaría unas 200Kcal.; ir en bicicleta, 250Kcal.; jugar baloncesto o nadar, unas 400Kcal.; patinar en la calle o correr, 500Kcal.; remar en canoa o kayak, 600 Kcal.; jugar voleibol en la playa, unas 1500Kcal.

«A menudo olvidamos que en verano nuestro principal activo es nuestro tiempo libre – recalca Bravo – y no se necesitan muchos recursos económicos para disfrutar de alguna actividad física que nos guste, ejercite y ‘cargue las pilas’ de energía positiva». La clave está en tomarnos en serio nuestra agenda para aprovechar las horas de luz y calor moderado (entre las 8 y 12h y entre las 17 y 20h) para destinarlos a un ocio más activo que implique el trabajo de los músculos. Dedicar cuarenta minutos de actividad física por la mañana y completarla con otra media hora en la tarde es ideal para tonificar el cuerpo y favorece el descanso por la noche.

 

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[1] Para calcular el gasto calórico utilizamos la fórmula Cal aprox. quemadas = Actividad física x (Peso en Kg x 2,2) X Minutos de práctica y puede variar en función de otras características de la persona, como edad, sexo, altura o metabolismo basal.

Casi medio millón de personas en España son celíacos

La Sexta


En España hay casi medio millón de personas que son celíacas y un tercio de la población mundial sufre este tipo de alergias. Las asociaciones denuncian que hay un desconocimiento general de esta enfermedad y destacan la necesidad de fomentar la producción ecológica y una relación calidad-precio acequible.
Se trata de productos que son muy controlados, carecen de gluten, lactosa, azúcar o alergenos y se consideran de suma importancia para la salud de los celíacos.
¿Cómo podemos saber a qué somos alérgicos o qué alimentos nos causan los cuadros de males digetivos?
Una de las formas es mediante un Test de Intolerancias Alimenticias, como el que realizan en el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) de Madrid. «La prueba consiste en extraer en cada una de las mediciones una muestra electromagnética del paciente y compararla con cada uno de estos alimentos», explica Rubén Bravo, portavoz del centro médico.
El precio de este tip de análisis anunciados en la Red puede alcanzar los 300 euros y varia en función del número y tipo de productos que se utilicen.
Para más información sobre el Test de Tolerancias Alimenticias, consulta la web del IMEO: http://www.imeoobesidad.com/intolerancias_alimenticias.php 

Lo que necesitas saber sobre la obesidad para luchar contra ella

El Huffington Post  |  Por Margarita Lázaro

Existe el Día Mundial contra la Obesidad (12 de noviembre), el Día Nacional de la Persona Obesa (14 de diciembre) y desde hace cinco años cada tercer sábado de mayo se celebra el Día Europeo de la Obesidad.

obesidad en EspañaEl aumento de la presencia de esta enfermedad en la sociedad es el causante de que hayan proliferado en el calendario las fechas destinadas a la concienciación ciudadana y a la lucha contra esta epidemia, como la califica la Organización Mundial de la Salud (OMS).

No es para menos porque las cifras son realmente alarmantes. Según esta organización, alrededor de 500 millones de personas en el mundo son obesos y unas 1.400 millones sufren sobrepeso. Estos datos no son muy diferentes a la realidad española. La última Encuesta Nacional de Salud (2011/2012) recogía que el 3,7% de la población (más de la mitad) sufre sobrepeso u obesidad: “De cada 100 adultos de 18 y más años, 17% padecen obesidad y 37 presentan sobrepeso. La obesidad ha aumentado del 7,4% al 17,0% en los últimos 25 años”.

En los menores los datos tampoco son mucho más alentadores. De cada diez niños y adolescentes españoles, de entre 2 y 17 años, dos tienen sobrepeso y uno sufre obesidad. En 2011 estas cifras superaban a las de Estados Unidos, país que acostumbramos a relacionar con altos índices de obesidad. «Y el problema de esto es que un 90% de los niños que hoy son obesos serán adultos obesos», señala el doctor Albert Lecube, coordinador del Grupo de Trabajo de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).

Para luchar contra estos números los especialistas se han puesto en pie de guerra poniendo en marcha distintas iniciativas como la Estrategia NAOS (¡Come sano y muévete!) o el plan Mediterraneamos para concienciar a los menores de la importancia de la alimentación. “Los profesionales podemos informar de la situación e intentar aconsejar a la población pero es necesario que cada uno ponga de su parte”, añade Lecube. Y para decidirse a ello habría que conocer una serie de cosas.

CÓMO SABER SI ERES OBESO

Para poder luchar contra la obesidad lo primero es saber qué es exactamente. El diccionario de la Real Academia Española de la Lengua define el término obeso como ”[persona] excesivamente gruesa” pero esto no resulta nada clarificador. Algo más clara es la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que apunta que “el sobrepeso y la obesidad son una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud”. Para saber si realmente si perteneces a una u otra categoría o estás en el grupo denominado normopeso lo que debes hacer es calcular tu índice de masa corporal (IMC) a partir de tu peso y tu talla (Aquí tienes una calculadora online).

IMC= Peso en Kilos/ altura en metros al cuadrado

IMC
* Si después de calcularlo has comprobado que pasas de 25 no tienes por qué echarte las manos a la cabeza ni acudir inmediatamente al médico. «Es una utopía pensar que todo el mundo esté en la franja de normopeso», asegura Lecube. En caso de sobrepeso recomienda actuar con sentido común: «Controlar la alimentación y aumentar el ejercicio sin necesidad de ir al médico».

PERSPECTIVAS DE FUTURO: MÁS OBESOS EN 2030

Si actualmente uno de cada dos españoles (el 53,7% de la población) sufre sobrepeso u obesidad, no será mucho mejor en un futuro. La investigadora Laura Webber presentó recientemente durante el congreso EuroPrevent los datos de un informe en que constata que la tasa de obesidad y sobrepeso en hombres y mujeres aumentará en casi todos los países de Europa en 2030. La OMS señala que en 2015 habrá 15 millones de adultos en el mundo con sobrepeso, 100 millones más que en la actualidad.

“Las cifras son realmente de gran magnitud, sobre todo si sumamos las de sobrepeso y obesidad, y aunque es cierto que ahora crecen a menor ritmo que en años anteriores todavía seguimos haciéndolo”, señala Lecube. De 1980 a 2008 la prevalencia de obesidad en el mundo llegó casi a duplicarse y lo más alarmante es que ya no solo se relaciona con los países desarrollados. Según la OMS, los países en desarrollo están viviendo cerca de 35 millones de niños con sobrepeso, mientras que en los países desarrollados esa cifra es de 8 millones.

CONSUMIMOS DEMASIADAS CALORÍAS Y GASTAMOS MUY POCAS

La causa fundamental del sobrepeso y la obesidad es un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas. Como explicaba la especialista en nutrición Marion Nestle en una entrevista publicada en la web de la OMS, «hay gran cantidad de datos que indican que las personas comen más que hace 30 años”. La Organización Mundial de la Salud recomienda que un adulto sano debe consumir de 2.000 a 2.500 calorías al día si es hombre y de 1.500 a 2.000 si es mujer. Sin embargo, un reciente informe señalaba que sobrepasamos esta cifra con creces. La media de consumo calórico por persona y día es de 3.437 calorías.

A esto se suma, como explican desde el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) que el modo de vida española “contempla mucha vida social, reuniones gastronómicas, picoteos y horarios de comer innecesariamente tardíos. La disminución de la actividad física en las últimas décadas y las altas dosis de estrés por la incertidumbre económica son factores que índice en el aumento de obesidad». En España, el 46,% de las mujeres y el 35,9% de los hombres se declaran sedentarios.

EL ESTRÉS COMO CAUSA

La mala alimentación y el sedentarismo no son las únicas causa de este aumento de la obesidad. Un reciente informe de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) recoge que el estrés es también determinante en el aumento de los índices de obesidad. De hecho un 33% de las personas obesas sufre esta enfermedad.

El doctor Lecbue apunta que el 40% de la población tiende a incrementar su ingesta calórica en situaciones de estrés. «Esos momentos favorecen la ingesta de alimentos que podrían denominarse de recompensa. Son aquellos más placenteros para nuestro paladar generalmente más ricos en grasos o más dulces, cuya ingesta favorece la aparición temporal del estado de obesidad», asegura el doctor Lecube quien recomienda mantener el estrés a raya para evitar la obesidad.

El especialista de SEEN señala a su vez que mientras que el estrés favorece la aparición de obesidad, el factor genético no es tan determinante. La excusa de que es hereditaria no vale en todos los casos: «Se calcula que un 35% de los casos de obesidad es genética y que el otro 65% es modificable».

CONSECUENCIAS DE LA OBESIDAD

Diabetes tipo 2, hipertensión, enfermedad coronaria, artrosis y la aparición de algunos cánceres. Son algunas de las enfermedades que derivan de la aparición de la obesidad. Porque, como explica Lecube, «un obeso es un enfermo que con el tiempo desarrolla más enfermedades» y muchas de ellas pueden desencadenar en una muerte más temprana.

La OMS apunta que esta enfermedad es el quinto factor principal de defunción en el mundo (2,8 millones de personas adultas). «Además, el 44% de la carga de algunos cánceres son atribuibles al sobrepeso y la obesidad”, sentencia.

Las proteínas, mejor en la primera comida, y el resto del día, a raya

Un nuevo estudio vuelve a subrayar los beneficios de estos nutrientes. Sin embargo, las dietas están saturadas de ellas y, pese a su potencial efecto saciante, no constituyen la panacea contra la obesidad.

Correo Farmacéutico, por Elena Alonso

proteinas en el desayunoEl desayuno es una de las piezas más importantes en la alimentación de personas de todas las edades, especialmente entre los niños en edad escolar.

Una investigación presentada en la conferencia sobre Biología Experimental de la Sociedad Americana de Nutrición celebrada el pasado lunes en Estados Unidos defiende que los desayunos altos en proteínas serían muy recomendables, ya que controlarían el apetito y optimizarían el nivel de glucosa.

El equipo investigador comprobó la capacidad saciante de 6 desayunos diferentes que compartían unos niveles similares de calorías, grasas y fibra, pero variaban en la cantidad de proteínas.

Los participantes tuvieron que indicar su nivel de hambre antes del desayuno y cada 30 minutos durante las siguientes 4 horas. Pasado este tiempo, a los sujetos se les sirvió un plato de pasta que debían terminar hasta que se sintieran llenos. Los resultados posteriores mostraron que el grupo de personas que había desayunado más proteínas mejoraron sus niveles de apetito a lo largo de la mañana, además de consumir menos calorías en la comida.

Las conclusiones de este estudio, que todavía no se ha publicado formalmente en una revista científica, no son completamente nuevos. De hecho, algo similar reivindicaba Barry Sears y su popular dieta de la zona.

Clotilde Vázquez, jefa del Departamento de Endocrinología y Nutrición de la Fundación Jiménez Díaz, de Madrid, advierte de que este estudio sólo muestra un aspecto: «La obesidad es muy compleja. No porque haya tenido éxito en un momento determinado y con unas determinadas personas quiere decir que siempre vaya a funcionar así».

Rubén Bravo, del Instituto Médico Europeo de la Obesidad, aconseja no consumir aisladamente las proteínas, sino siempre acompañadas de grasa e hidratos de carbono para asegurar su efecto saciente.

En caso contrario sería más fácil que esa ingesta, siempre en cantidades importantes, produzca efectos negativos en órganos como los riñones o el hígado.

Un desayuno ideal, respetando las costumbres gastronómicas españolas (sin huevos ni salchichas), incorporaría lácteos, una pieza de fruta, cereales y un alimento proteico (pavo, jamón york, queso fresco…), propone la dietista Estefanía Sal. El orden de los alimentos sería indiferente.

La presente investigación sí que suma material a la controversia que existe sobre la idoneidad de las proteínas. Hace unas semanas CF se hacía eco de un estudio publicado en Cell Metabolism según el cuál el exceso de proteínas de origen animal estaría vinculado al cáncer.

Pilar Martín Vaquero, endocrina en el D-Médical, considera que «no se necesitan tantas proteínas en la vida adulta porque ya no crecemos, salvo a lo ancho. Al ingerirlas, casi siempre estamos consumiendo un montón de grasas sin saberlo». A continuación pone el siguiente ejemplo: «80 gr. de jamón york tienen 16 gr. de proteína y 18 gr. de grasas malas (226 kcal.). Resulta curioso ver a la gente que cena jamón york y luego no come pan porque dice que engorda (60 gr. de éste equivaldrían a 30 gr. de hidratos, 4,5 gr. de proteínas y 0 grasas, es decir, 138 kcal.)».

Las proteínas de origen vegetal (soja, alubias…) son mejores: «No contienen tanta grasa. Pero como tienen aminoácidos limitantes hace falta que sean combinadas con productos como la patata o el pan», comenta Vázquez.

Lo ideal es que se ingieran entre 0,8 y 1,1 gr. de proteína por kg. de peso corporal. A lo largo del día los porcentajes calóricos deberían distribuirse del siguiente modo: 45-55 por ciento hidratos de carbono; 20-35 por ciento, lípidos y, finalmente, 10-35 por ciento, proteínas.

En los últimos 50 años las estadísticas han registrado un aumento de dos puntos en la ingesta de proteínas y de 8 en el caso de los lípidos, mientras que los hidratos de carbono han bajado 11 puntos.

Los expertos coinciden en afirmar que a la dieta actual le sobran proteínas: «En el momento en que los productos cárnicos bajaron de precio se empezaron a consumir más», explica Vázquez. «El segundo plato, muy abundante, ha ido paulatinamente sustituyendo al plato único». Paradójicamente, aquellas personas que se ven obligadas a consumir un plato único en una tartera «estarían más cerca de unos hábitos alimenticios más saludables, siempre y cuando contenga hidratos y proteínas».

Un día a la semana, el bioayuno ayuda a detoxificar el organismo

Onda Madrid, Aquí no hay playa

Según la tradición católica, el Viernes Santo es día de procesiones, ayuno y abstinencia. Con el fin de minimizar los casos de males gástricos, astenia y mareos y para potenciar el equilibrio emocional de las personas que guardan ayuno, el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) ha diseñado un menú completo que cubre las necesidades bionutricionales del organismo y, además, favorece la detoxificación. Una vez pasada la Semana Santa, podemos realizarlo con fines depurativos, pero nunca más durante un día a la semana.
En este programa de Aquí no hay playa, de Radio Onda Madrid, Rubén Bravo del IMEO explica en qué consisten las comidas y por qué algunos alimentos son mejor opción que otros.
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